TITULO: El
paisano - Viernes - 22 , 29 - Noviembre - La posada del mar ,.
Viernes - 22 ,29 - Noviembre a las 22:10 horas en La 1 , foto,.
La posada del mar,.
Arroyomolinos de León (Huelva)
Isabel (46 años) se ha criado entre lunares y volantes, ya que su madre ha sido diseñadora y costurera, y sus primeros pasos los dio en su taller. Ella es el ejemplo de que la ciudad no es siempre el lugar de las oportunidades, el pueblo puede permitir el emprendimiento y ofrecer un valor añadido al producto. Nuestra protagonista es de Arroyomolinos de León, pero salió a los 18 años de su pueblo para estudiar Administración y Dirección de Empresas, en Sevilla. Aunque trabajó durante varios años como técnico de empleo para la administración y tenía trabajo estable, echaba mucho de menos el oficio que había aprendido de su progenitora. Así que no se lo pensó dos veces y lo dejó todo para volver a su tierra y coger el relevo generacional de su madre , como diseñadora de trajes de flamenca. Isabel apuesta por su pueblo porque cree que le da prestigio a su trabajo y le permite ofrecer a sus clientas un servicio más personalizado. En Arroyomolinos también ha formado su familia. Isabel cree que la vida de sus hijas hubiera sido completamente distinta en la ciudad. Se siente muy orgullosa de haber podido ofrecerles una infancia en un lugar tranquilo y seguro.
Belalcázar (Córdoba)
Paqui (52 años) era una chica de ciudad, hasta que se enamoró. Trabajaba en un hotel en Córdoba, pero Belalcázar era el pueblo donde pasaba sus vacaciones y del que tenía muy buenos recuerdos. Allí, entre sus amigos de la pandilla de verano, conoció al que ahora es su marido. Juntos deciden montar una ganadería desde cero, aprovechando los conocimientos que ella tenía como secretaria de dirección y las 20 vacas que él había heredado. En la actualidad, Paqui es una más en la ganadería y lo lleva todo para delante, su hija, quiere tomar el relevo generacional y ya está estudiando para ello. Además, Paqui tiene muchas amigas en el pueblo con las que ha fundado una asociación de teatro para escapar de la rutina.
TITULO: HOSPITAL - Salud - El silencio roto: «Tras 23 años de servicio en la Ertzaintza durante los años de plomo, quise matarme»,.
El silencio roto: «Tras 23 años de servicio en la Ertzaintza durante los años de plomo, quise matarme»,.
fotos / El cuidado de la salud mental cobra especial importancia para unos miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado acostumbrados a «ver los peores minutos de cada persona»,.

Suena el teléfono y al otro lado alguien te dice: «Me acabo de tomar una dosis de pastillas que creo que es letal. Estoy perdiendo el conocimiento. Y nada, llamaba para despedirme porque me habéis atendido muy bien». Es un caso real 'in extremis' que el Equipo de Intervención Psicosocial del Área de Prevención de Riesgos Laborales de la Policía Nacional liderado por Javier Jiménez Pietropaolo consiguió salvar. Pero la realidad es clara, de lo que no se habla no existe. Y abordar el suicidio sin cortapisas, pero con criterio, es la mejor forma de ponerle remedio al dolor. Es la opción entre el silencio o dar voz.
Alberto Martín, antiguo ertzaina, fue el encargado de proteger a la familia de Miguel Ángel Blanco y se convirtió en objetivo de ETA. Vivió los peores años de plomo. Se quedó en silla de ruedas por su labor y un día con 41 años quiso matarse. También está el caso de Yolanda Trancho, que fue una pionera atendiendo, desde los 21 años, casos de maltrato o violaciones cuando todo estaba en pañales. Era miembro de la Policía Nacional y recibió varias medallas. Le han quedado grabados en la memoria casos como el de una niña de 8 años que relataba cómo su tío la estuvo violando durante años. «O el de una mujer; habían detenido a su marido por 15 violaciones y vino con su hija para saber cómo podía explicárselo cuando fuera mayor. Todos esos momentos, que eran su rutina, un día le pasaron factura y le rondó por la cabeza pegarse un tiro.
«A veces basta con pararse a escuchar»
Alberto Martín
Al igual que ella, está la voz de Antonio, un nombre a secas porque prefiere quedar en el anonimato. Es un guardia civil que denuncia estar sufriendo un acoso laboral brutal hasta el punto de que en 2019 fue a un notario e hizo testamento. «Veía que el día menos pensado me suicidaba», nos relata.
Y en ese repaso de nombres con historia no podemos olvidar a los policías jubilados, como Koldo, que pueden quedar fuera de las cifras a la hora de enumerar los suicidios policiales. Una vez retirado tenía demasiado tiempo para pensar en sus fantasmas. Una tarde entró en una comisaría de la Ertzaintza de Bilbao. Venía a presentar una denuncia contra sí mismo. «Pero, qué ha hecho», le preguntaron. «Todavía nada, pero estoy pensando en quitarme la vida y necesito que alguien lo evite», confesó. Consiguieron que cambiara de opinión.
Equipos para la prevención del suicidio como el fundado por el propio Alberto Martín o el de Pietropaolo están ahí. Siempre están ahí, el mayor reto es conseguir que hablen con ellos y hacer saber que existen este tipo de ayudas. Hay luz al final del túnel, «a veces basta con pararse a escuchar», comenta Martín.
Cuando se escucha un tiro en el cuartel
Martín, con su larga experiencia a sus espaldas, creó la Asociación Andaluza Preventiva del Suicidio Policial (AAPSP). Comenta a ABC que «hay que tener claro que la persona que se suicida realmente no quiere morir, lo que desea es dejar de sufrir. Cada dos horas y media una persona nos abandona sin tener una mano amiga a la que acudir. Y en los últimos 20 años más de 520 agentes se han quitado la vida. Os voy a dar un dato, en España tenemos seis psicólogos públicos por cada 100.000 habitantes». Y añade: «El ratio de atención es ínfimo. En la policía pasa exactamente lo mismo; así, en la Guardia Civil, por ejemplo, hay un psicólogo por cada 1.970 agentes. Así están las cosas», afirma Martín.
Vanesa Oulego es policía y presidenta de la Asociación Ángeles de Azul y Verde, que ofrece asistencia psicológica y asesoramiento a policías y guardias civiles desde 2014. «A veces te enteras de que un compañero se ha suicidado porque alguien por WhatsApp escribe haber oído un tiro en las dependencias policiales y buscan en el cuartel quien falta», detalla.
«A nosotros acuden agentes con problemas de pareja, adicciones, conflictos laborales dentro del cuartel, algunos son los líos que tienen todo el mundo. Pero se agudizan por un componente que no tiene el resto de la población, una pistola pegada a mi cadera», afirma Oulego. Pietropaolo detalla que «entre el 85% y el 90% de los policías se suicidan con su arma de fuego». Por ejemplo, la Dirección General de la Guardia Civil indicó en 2023 que anualmente retira unas 1.100 armas de fuego a sus agentes por problemas psicológicos.
«Sabemos que, por estudios realizados, el riesgo de suicidio en policías es dos a tres veces más alto que en el resto de la población», dice a ABC Fernando Pérez Pacho, que tiene más de 30 años de experiencia como psicólogo, está realizando la tesis 'El suicidio en el ámbito policial' y trabaja mano a mano con Martín. Añade que el suicidio es solo la punta del iceberg de determinados problemas emocionales y psicológicos que no quedan debidamente resueltos ni atendidos.
Y ViveCNP y SUP (Sindicato Unificado de Policía) acotan que el estigma de la salud mental está arraigado en nuestra sociedad, «y se incrementa en las fuerzas y cuerpos de seguridad al ser instituciones fuertemente jerarquizadas y masculinizadas». Oulego también indica que el hermetismo es un problema, «llevo 22 años en la policía y eso no ha cambiado, y la sociedad está cada vez más crispada», señala.
«Se lo comen y se callan»
«Somos muy duros con nosotros mismos. Va con el uniforme. No nos damos margen para la debilidad. Corremos en dirección contraria al resto de la población cuando ocurre alguna emergencia», afirma Yolanda Trancho. «Una vez a una compañera que hacía de cebo sin su arma para que la atacara un violador le dio una crisis de ansiedad. A mí cuando sacaba la pistola no me temblaban las piernas. Estás en la calle y la adrenalina no te hace tener miedo, es después cuando viene el bajón ¿Pero si te pasa algo a quién se lo cuentas? Los agentes tienen miedo de pedir ayuda a los psicólogos de la policía, porque creen que podría interferir en un ascenso o hacer pensar que son unos vagos si piden una baja», dice.
«Este año llegué a casa y abrí la caja fuerte. Mi marido al oír el pin de la caja fuerte, fue detrás y me vio con el revólver»
Yolanda Trancho
Explica que en ocasiones es difícil entenderlo y detectarlo para los más cercanos. «Cuando peor estás es cuando más me maquillo para que nadie vea mi sufrimiento. Un depresivo es el mejor actor». La cuestión es que puedes tener días o meses buenos, y luego volver a caer. «Este año a finales de enero no sé por qué llegué a casa y abrí la caja fuerte. Mi marido, que también es policía, al oír el pin de la caja fuerte, fue detrás y me vio con el revólver. Por suerte, no estaba cargado», señala Trancho.
Trancho nació en Cantabria en 1969. Con veinte años ingresó en la Academia de Policía Nacional y trabajó toda su vida en la Unidad de Delitos Violentos y Sexuales. Ha escrito numerosos libros, uno de ellos sobre las esposas de los policías en tiempos de ETA y es vicepresidenta de la Asociación de Jubilados de la Policía Nacional. «Nosotras inauguramos el servicio de atención a la mujer que se formó en 1988 en Barcelona». El punto de inflexión le llegó tras estar un tiempo cansada. «Un día lo único que pensé es que me iba a dar un infarto porque me dolía mucho el pecho. El médico me dijo que tenía depresión. Me derrumbé, pensaba que era una enfermedad de débiles. Te quitan el arma, comienzas una terapia y empiezas a sacarlo todo. Y cuando me jubilaron me hundí más», describe.
El psicólogo Pérez Pacho nos aclara que las particularidades del cuerpo policial están en que «la gente cuando llega a casa y está cabreada por el trabajo o porque les ha pasado algo, lo hablan y ya está en muchos casos. Pero el policía se encuentra con que no quiere hacer partícipe a su pareja de las cosas terribles que ha visto o que pueden ser secreto de sumario. Además, el familiar puede estar viviendo en otra comunidad autónoma porque te han destinado fuera de tu lugar de residencia y eso agrava la situación. Al final, se dicen cómo les voy a contar esto. Se lo comen y se callan», acota Pacho.
Trancho estuvo tratándose en el psiquiátrico, donde conoció a otros dos compañeros que se convirtieron en grandes amigos, un militar y un guardia urbano. «Por las noches nos reuníamos en un patio enorme con un vaso de leche para hablar de todo lo que no se dice. El militar que había sido el francotirador comentaba: «No puedo contar a todos lo que he matado, cada muerte está sobre mí».
Su trabajo con los agentes jubilados le ha ayudado. «El problema está en que una vez que te jubilas se olvidan de ti. Y es cuando realmente necesitas más cuidado», establece. Para Trancho la escritura ha sido su otra válvula de escape y el consejo que da es: «Intenta levantarte, siempre, siempre. Las piedras te las pones, pero tú tienes que hacer un puente».
«Ni uno más»
Martín nos relata que la acción que cambia su vida para siempre es cuando en la noble villa de Portugalete, en Jarrillera, «queman a una mujer en una casa del pueblo del PSOE. Era la madre de su mejor amigo, en ese momento iba paseando con él, y fueron testigos de la escena. «Fue entonces cuando decido cambiar mi mentalidad. Dejo el fútbol profesional y a los 19 años me convierto en policía». Martín pasó de ser el ídolo de sus amigos a una de las personas más odiadas y temidas por ser uno de los policías más condecorados en la época terrorista.

A los 24 años, estuvo con la familia de Miguel Ángel Blanco y fue el que les comunicó la muerte de su hijo. Y tras aparecer en todas las televisiones conduciendo el coche que los escoltaba, recibió una llamada. «Me informaba de que era un objetivo prioritario de ETA y que a buen entendedor, sobran las palabras. Al día siguiente, le dije una mentira piadosa a mi madre y me justifiqué con que quería irme del País Vasco a Cantabria para emanciparme. La verdad es que no quería seguir viviendo en la casa de mis padres y que fueran testigos de cómo ETA podía ejecutar a su hijo», comenta.
«Tras tres operaciones de columnas derivadas, según la Audiencia Nacional, de la enfermedad que me produce estar amenazado por ETA, me dejaron en silla de ruedas. Es lo que antes se llamaba 'el Síndrome del Norte' y hoy está reconocido como estrés postraumático»
Alberto Martín
«Estuve 23 años de servicio. En ese tiempo convives con los peores minutos de cada persona, pero nadie convive con los tuyos. En 2015, tras tres operaciones de columnas derivadas, según la Audiencia Nacional, de la enfermedad que me produce estar amenazado por ETA, me dejaron en silla de ruedas. Es lo que antes se llamaba 'el Síndrome del Norte' y hoy está reconocido como estrés postraumático», cuenta.
A raíz de esto pensó en suicidarse, pero su madre con 74 años le ayudó a seguir viviendo. Creó la AAPSP que ha sido un referente para otros países. Cuenta con un equipo de profesionales que han pasado por esa situación y que saben lo difícil que es salir de ella. Fueron los que atendieron el caso de Koldo, el ertzaina jubilado.
Tanto para Trancho como para Martín, lo que sigue sin entender la sociedad española es lo que pasó esta gente. Trancho escribió un libro en el que narra cómo a las familias de los ertzainas les escupían en el portal o les lanzaban lejía. «Una vez intentaron entrar en un cuartel de Vic para quemarlos vivos. Esto es lo que vivieron los agentes y familiares destinados en el norte». Pacho aclara que esos exertzainas siguen vigilantes. Se sientan en los restaurantes mirando hacia la puerta.
Martín destaca que está agradecido a sus jefes, y compañeros, pero no a la clase política que hace oídos sordos. «Nosotros seguiremos poniendo todas las herramientas al alcance para que ningún compañero se quede sin la ayuda necesaria. Y así no haya ni uno más», afirma.
Ponerse de perfil o involucrarse
Antonio viene de una familia de policías, pero su caso lo ha dejado aislado. Siempre le gustó el campo y patrullar por la zona. Un día se puso a pensar dónde podía encontrar un árbol con una rama lo bastante fuerte para colgarse de ella. La razón es el acoso que dice estar pasando, sus amigos en el cuartel no quieren que los vean hablando con él porque temen terminar enfilados ellos también. Para Antonio la cuestión es que el problema está en el lugar en el que trabajas y si lo cuentas crees que te juzgarán o que un compañero se lo contará al jefe.
«Cuando el policía se suicida ese dolor con el que quería acabar no desaparece, se reparte entre los más próximos»
Vanessa Oulego
Antonio explica que la psicóloga Helena Gómez, que conoció a través de la Asociación Unificada de Guardias Civiles, es la que lo mantiene a flote. Y Jennifer Prata de la Asociación Ángeles de Azul y Verde fue la que lo sacó del pozo. Esta asociación de policías y guardias civiles independiente nació en 2014, y como nos explica su presidenta, Vanessa Oulego, son ya 80 voluntarios que hacen un seguimiento continuo.
En ocasiones son los familiares de un policía los que llaman. «En ese caso nos vemos en la necesidad de tener un plan B, un 'te ayudo a ayudar' para conseguir que el agente nos llame». Puede ser una situación muy angustiosa para las familias y Oulego sabe que «cuando el policía se suicida ese dolor con el que quería acabar no desaparece, se reparte entre su madre, hijos o compañeros que empiezan a preguntarse si podrían haber hecho algo». En ese sentido, Pacho detalla que «el 99% de los familiares de policías que he entrevistado tras un suceso de este tipo se sienten muy solos. Dicen que al final le dan el pésame, pero ya no vuelves a saber nada más. Y la necesidad de pasar debidamente el duelo es crucial».
Confianza
Hacer realmente una prevención de riesgos laborales, pasa por la base. La Dirección General de la Policía Nacional implementó a finales de 2020 un Plan de promoción de la salud mental y prevención de la conducta suicida. Y la Guardia Civil, en 2018, desarrolló un plan de respuesta ante 'conductas anómalas'. El equipo de Pietropaolo que se creó en 2021 y cuenta con 10 personas para 79.000 efectivos.
Un caso real: «Nos llama la mujer de un policía, está preocupada porque le ha dicho a su marido que ya no lo ama y quiere el divorcio. Y él ha empezado a decir que se va a matar porque no puede vivir sin ella. Los problemas de pareja son relativamente frecuentes, en ese caso lo único que siempre necesitamos es el número de teléfono del funcionario. Y en ese mismo momento lo llamamos. O puede contactarnos él sin tener que identificarse», aclara Pietropaolo. La confidencialidad está garantizada, y no informan a ningún superior.
Alfredo Pacheco, psicólogo clínico especializado en suicidio policial a la pregunta qué faltaría por hacer señala que faltan psicólogos. Además, añade que quedaría hacer unas pruebas psicotécnicas buenas para poder evaluar la personalidad correctamente cuando uno ingresa en la policía. Y después, hacer unas revisiones periódicas efectivas. Oulego explica que desde hace 4 años hacen reconocimientos médicos que incluyen un test psiquiátrico. «Pero luego hablando con los compañeros que se dedican a esto dentro de la policía me dicen que si un compañero está agobiado, lleva tres días sin dormir, y está fatal, no va a ser sincero en ese test», apunta.
Por eso Pacho y Martín insisten en que una formación continua en salud mental se hace necesaria en todo el cuerpo policial. Y a partir de ahí, también impera un buen seguimiento del arma de fuego. «Yo creo que todos podemos ser prescindibles, pero también somos necesarios porque sólo tenemos una vida», dice Martín. Todos estos expertos valoran la labor de la policía y quieren que los casos se reduzcan a cero. No hay una varita mágica, pero sí mucha voluntad para que cuando suene el teléfono siempre pueda salvarse uno más.
TITULO:
VACACIONES - EUROPA DE PELICULA - Barriada Cabo de Gata: esencia pesquera en feliz convivencia con el turismo ,.
Barriada Cabo de Gata: esencia pesquera en feliz convivencia con el turismo,.
foto / La barriada Cabo de Gata es una localidad perteneciente al municipio de Almería, situada en el Parque Natural del Cabo de Gata que tradicionalmente se ha dedicado a la pesca, pero que ha sabido convertirse en un sitio excelente para pasear y relajarse.
Nuestra reportera Mar Gutiérrez se ha acercado esta tarde a Cabo de Gata, pero a la barriada, en el término municipal de Almería capital, en el parque natural a 28 kilómetros de la capital.
Es un enclave pesquero que empezó como restaurante en 1974 y ahora se ha convertido en una buena elección para hacer turismo, con playas paradisíacas y ambiente familiar dentro del Parque Natural.
Una zona que ha sabido mantener su esencia pesquera en feliz convivencia con el turismo.
TITULO: VUELTA AL COLE - Selectividad y currículo,.
Selectividad y currículo,.
La apuesta de las universidades por igualar aún más los contenidos de la selectividad,.
Prometen trabajar para alcanzar el máximo consenso posible y una "armonización de las materias en todo el territorio español",.

Los rectores de las Universidades española apuestan por seguir igualando los contenidos de la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) de cara a las orientaciones de materia del 2026 y señalan que seguirán trabajando para poder llegar al máximo consenso posible y a una "armonización de las materias en todo el territorio español".
"El objetivo es que haya equidad en las pruebas de todo lo común, pero que al mismo tiempo respete y represente lo propio de cada comunidad", recuerdan recientemente en un comunicado tras dar cuenta de los acuerdos mínimos alcanzados para la prueba de este curso escolar.
La Coordinadora de Representantes de Estudiantes Universitarios (CREUP) comparte este argumento pero también pide ir más allá para que no haya que pagar por las asignaturas de la fase específica de la PAU, dado que cursar el Bachillerato público es gratis.
"Habría que hacer un trabajo de revisión de contenidos en el Bachillerato", señala a EFE el vicepresidente de relaciones institucionales de CREUP, Germán Gutiérrez, de cara a una mejor preparación de los alumnos a la universidad, al tiempo que pide "armonizar" las ponderaciones de las asignatura optativas (que sirven para subir nota) para que sean las mismas en todas las universidades y carreras.
En este sentido, fuentes del rectorado de la Universidad Complutense de Madrid señalan a EFE que los rectores llevan "años intentando homogeneizar la prueba de acceso y de admisión", y recuerdan que el trabajo para fijar criterios ha sido "contrarreloj" ya que había que "encajar" el decreto "con las diferentes leyes educativas de cada comunidad" y "también con las propuestas que nos llegaban de las comunidades del PP".
El principal sindicato de docentes, ANPE, también incide en la necesidad de seguir dando pasos para "coordinar aún más las pruebas" ya que los contenidos curriculares siguen dependiendo mucho de cada territorio, señala su presidente nacional Paco Venzalá a EFE, mientras que el dirigente de Educación de CSIF, Mario Gutiérrez, lamenta que alumnos y profesores hayan empezado el curso con incertidumbre.
No obstante, recalca que los alumnos de Bachillerato todavía tiene "tiempo suficiente" hasta junio y que muy pronto llegarán los nuevos modelos a las aulas para ir practicando.
TITULO: EN PRIMER PLANO - A FONDO - REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - En la tuya o en la mía - Miercoles - 27 - Noviembre - Use Lahoz ,.
En la tuya o en la mía - Miercoles - 27 - Noviembre ,.
En la
tuya o en la mía', presentado por Bertín Osborne, acerca a los espectadores
el lado más desconocido de personajes relevantes de diversos ámbitos. Durante
aproximadamente una hora, los telespectadores tienen la oportunidad de conocer
mejor al invitado y también al propio Bertín Osborne, en La 1 a las 22:30, el
miercoles - 27 - Noviembre , etc.
EN PRIMER PLANO - A FONDO - REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - En la tuya o en la mía - Miercoles - 27 - Noviembre - Use Lahoz,.
Use Lahoz,.
fotos / Use Lahoz: «Una novela es un viaje en el que llevas de guía a la memoria»,.
El escritor Use Lahoz, que acaba de publicar su última novela, Verso suelto, que sigue la peripecia vital de una adolescente hasta su vida adulta, considera que «una novela es un viaje en el que te llevas de guía a la memoria».
En una entrevista con EFE, Lahoz asegura que nunca «maltrato a los personajes», a pesar de que su protagonista se encuentra en el peor de los escenarios, en la adolescencia, inmersa en un conflicto interno relacionado con la identidad sexual y conflictos externos con la familia, donde sus padres se han separado y atraviesan problemas económicos. «La literatura es conflicto», señala. Su propósito era «intentar no defraudar a los personajes», y eso lo hace «humanizándolos y dándoles libertad de pensamiento».
Verso suelto (Destino) parte, como otras de sus novelas, de «una imagen o una conversación», en este caso de un diálogo con una amiga en París: «La memoria, como guía de ese viaje que es una novela, siempre se ha portado muy bien conmigo, y son esos momentos vividos o que me han contado los que recuerdo al escribirlos». Tras esa anécdota primigenia, Lahoz se adentra en el proceso creativo, que «es lo más agradable y fascinante para un escritor», y en ese proceso se inventa un pasado y un futuro para ese conflicto que plantean los personajes. El lector contempla a la protagonista, Sandra Martos, en cuatro momentos de su vida: en la adolescencia, en la juventud, en una segunda juventud y en la madurez.
Lahoz (Barcelona, 1976) confiesa que nunca se plantea de antemano las circunstancias en que se mueven los personajes: «He descubierto, al acabar la novela, la cantidad de temas que contienen, algo que no sé a priori, y ahora sé que en el texto está la búsqueda del placer, la complejidad de no saber desprenderse a tiempo de afectos y de recuerdos y de cosas materiales, y también el deseo, que se expresa de diferente manera a diferentes edades».
La novela trata sobre «la imposibilidad de mantener sentimientos a lo largo del tiempo. La protagonista no ha sabido superar la idealización de una amistad», pero también puede ser leída como una obra sobre la «deriva», que «acabará siendo una oportunidad para Sandra». Además de esos temas tan propios de su literatura como la amistad, en el texto subyace también «una visión social de esa juventud, la lucha de clases y de cómo el dinero puede condicionar el futuro».
La protagonista consigue salir adelante gracias a las novelas, el cine y su amiga Isa: «Sandra busca refugio en la amistad, pero también en el cine y la literatura». Piensa Lahoz que «el arte nos transforma, tiene esa capacidad transformadora, pero quien verdaderamente nos cambia la vida son las personas, que nos permiten acceder a otros mundos, a otras dimensiones, a entender comportamientos humanos. Sandra expresa ese tema mío, necesidad de buscar referentes fuera de la familia.
Como personajes que son «hijos de su tiempo y de su entorno», se mueven también en escenarios diversos, viajan, y con esta naturalidad están en Barcelona, Glasgow, Oporto, Londres. Reaparece esa región imaginaria muy Lahoz, Valdecáiar, que ya aparecía en sus anteriores novelas Jauja y La estación perdida. Para Lahoz la escenografía es muy importante en sus novelas, y el hecho de que vuelva Valdecáiar responde a su interés en crear «una ilusión de dar continuidad a otras novelas, el sueño de un universo propio».
Lahoz ya tiene en preparación «un libro de no ficción, una especie de memorias y al mismo tiempo un elogio del viaje», y aclara que si «en las novelas te inventas lo que no pasó, en la no ficción te inventas lo que pasó». El autor de Los Baldrich asegura que escribe básicamente «por rentabilidad emocional», y después de «tres años peleando con el estilo, con no repetir las palabras, levantar unos personajes de la nada, inventar un mundo propio y sin saber si le va a interesar a los lectores, novelar resulta un acto por amor al arte, pero al mismo tiempo un gran placer, porque escribes para sentirte libre y al final resulta un acto a contracorriente».
TITULO : EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - MI CASA ES LA TUYA - viernes - 22 , 29 - Noviembre - Arturo Pérez Reverte - Una historia de Europa (XCIII) ,.
MI CASA ES LA TUYA - VIERNES - 22 , 29 - Noviembre ,.
MI CASA ES LA TUYA -', presentado por Bertín Osborne,.
acerca a los espectadores el lado más desconocido de personajes relevantes de diversos ámbitos. Durante aproximadamente una hora, los telespectadores tienen la oportunidad de conocer mejor al invitado y también al propio Bertín Osborne, en Telecinco a las 22:00, el viernes -22 , 29 - Noviembre ,etc.
EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - MI CASA ES LA TUYA - viernes - 22 , 29 - Noviembre - Arturo Pérez Reverte - Una historia de Europa (XCIII) ,.Arturo Pérez Reverte - Una historia de Europa (XCIII) ,.
Arturo Pérez Reverte - foto ,.
A estas avanzadas alturas del siglo XIX se estarán preguntando ustedes, como yo, qué pasaba con España. Qué tal iba el asunto por aquí. Y la respuesta es que iba como de costumbre. El Estado policial instaurado por el infame Fernando VII, a base de mucho trono, mucho altar y mucha represión de cuanto oliese a progresía y libertad (llegó a haber 20.000 liberales en el exilio; o sea, casi todos), apoyado al principio por las carcamales potencias europeas que ahora blasonaban de modernas, había convertido esto en un callejón oscuro, mitad calabozo y mitad sacristía. Casi toda la América española ya estaba perdida (1836), aunque allí seguían mandando los de siempre, la sociedad criolla, y los indios se habían limitado a cambiar de amo (así siguen doscientos años después). En cuanto a lo de aquí, Isabel II, hija del infame Narizotas, reinaba en la disparatada herencia recibida de su papi (disculpen si me cito a mí mismo en Una historia de España, pero no soy capaz de repetirlo mejor), de un malo de película, unos buenos heroicos y torpes y un pueblo embrutecido y gandumbas, que se movía según le comían la oreja y al que bastaba, para ponerlo de tu parte, un poquito de música de verbena, una corrida de toros, un sermón de misa dominical o una arenga en la plaza del pueblo, a condición de que el tabaco se repartiera gratis. Y, bueno. Entre guerras carlistas, curas trabucaires o de los que mordían con la boquita cerrada, reaccionarios meapilas, liberales incompetentes, bandolerismo, pronunciamientos, algaradas y revoluciones civiles y militares, la estabilidad política era una coña marinera, y la España isabelina iba quedando tan atrás, tan poco influyente, tan fuera del siglo, que los más conspicuos historiadores guiris (y les aseguro que para hilar esta historia de Europa refresqué unos cuantos) suelen ocuparse a fondo de Inglaterra, Francia, Italia, Alemania, Austria y Rusia, pero dejan a la España del XIX aparte, fuera de contexto, casi reducida a una nota a pie de página; ausente de cualquier tratado serio de ideas políticas, porque de ésas y en aquel tiempo aquí hubo pocas. Sin embargo, para no ser injustamente cabroncetes, señalemos que salvaba la honrilla nacional una producción literaria sensible a los nuevos valores sociales, caracterizada por el deseo manifiesto de educar al público y también por la destacada influencia social que entre la burguesía culta (la que leía libros y periódicos e iba al teatro) tuvieron intelectuales como Quintana, Gallardo, Flórez Estrada o el gran Jovellanos. Tampoco en lo económico se descolgaba absolutamente España de la modernidad europea, pues avispados emprendedores supieron buscarse la vida y la industrialización dio trabajo a muchos y riqueza a algunos. Se abrían minas y bancos, se tendían ferrocarriles, se construían buques, se hacían buenos negocios, prosperaban las clases medias, y la alta burguesía trincaba una pasta enorme con la industria textil, el comercio y la metalurgia (como entonces corría la viruta y se llenaban los bolsillos, a vascos y catalanes les encantaba ser españoles). Sin embargo, todo aquello discurría en un páramo ideológicamente yermo, desprovisto de la necesaria evolución política. En ese aspecto, nuestro siglo (disculpen si me cito de nuevo, pero me ahorra trabajo) se limitó a ser la más desvergonzada cacería por el poder que, aun conociendo muchas, conoce nuestra historia, mientras los campesinos vivían en una pobreza mayor, y la industrialización que llegaba a los grandes núcleos urbanos empezaba a crear masas proletarias, obreros mal pagados y hambrientos que rumiaban un justificado rencor. De manera que, entre espadones ambiciosos y políticos corruptos, obispos que mojaban picatostes en toda clase de chocolates, jefes de gobierno sobornados por banqueros extranjeros y farsas electorales compradas con dinero y garrotazos, el reinado de Isabel II, hasta su caída con la revolución de 1868, fue un descarado reparto de poder en manos de forajidos políticos, gentuza instalada en las Cortes y en las capitanías generales, demagogos, sinvergüenzas militares y civiles que, liberales o conservadores, trincaban del mismo negocio. Y para hacernos idea de la catadura moral de algunos, basta comparar dos citas de pensamiento político casi contemporáneas. Una es del presidente francés Mac-Mahon: Sinceramente obediente al régimen parlamentario, jamás me opondré a la voluntad nacional expresada por sus órganos constitucionales. La otra, del ministro español González Brabo: La lucha pequeña y de policía me fastidia. Venga algo gordo que haga latir la bilis. Entonces tiraremos resueltamente del puñal y nos agarraremos de cerca y a muerte.
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