TITULO: VIVA LA VIDA - María García Yelo ,. SABADO-10- Abril,.
El sabado-10- Abril a las 16:00 por Telecinco , foto,.
María García Yelo,.
El silencio llevado con mucho arte,.
la semana de María García Yelo,.
La directora de Christie's en España aborrece el ruido. Su casa era un remanso de paredes blancas hasta que llegó el confinamiento y necesitó la compañía de grabados y fotografías. El ocio le resulta extraño,.
María García Yelo conoce al dedillo los entresijos del arte y su mercado, lo cual tiene mucho mérito. Las razones de por qué Jean-Michel Basquiat y Banksy rompen todos los récords en las pujas son explicables por la ley de la oferta y la demanda, pero subyacen motivos que siguen siendo todo un arcano. A sus 44 años, García Yelo vive del arte y se desvive por él, aunque en un extraño ejercicio de sinceridad confiesa que es algo placentero y hermoso, sí, pero «intrínsecamente inútil». Ha pasado por el Museo Esteban Vicente, de Segovia; ha sido subdirectora del Reina Sofía, responsable de PHotoEspaña y ahora ejerce de delegada de la sala de subastas Christie's en España.
Lunes
6.30 horas. Me levanto muy temprano. Tengo cuatro niños y soy la primera en prepararse. Nos ponemos en marcha, unos van al instituto y otros al colegio, que está aquí al lado, muy cerca del número 110 de la calle Serrano, donde está nuestra oficina.
9.15 horas. Me pongo a trabajar. Somos una compañía muy grande que está presente en 85 países. En España no se hacen subastas, pero trabajamos para aquellos coleccionistas que residen aquí y desean obtener una valoración de sus colecciones y piezas artísticas con miras a hacer una eventual venta. Somos tres compañeras: Adriana Marín (pintura antigua y siglo XIX), Beatriz Ordovás (arte de posguerra y contemporáneo) y yo, que además de delegada de Christie's en España, soy especialista en arte impresionista y moderno. Vamos a ver las obras al natural, nos las enseñan y compartimos la información recopilada con compañeros de otras sedes. Los especialistas hacen estimaciones de mercado al día de hoy, no solo de arte, también de joyas, vinos, libros, muebles y otras muestras de artes decorativas.
21.30 horas. Si puedo, me suelo acostar temprano, a las nueve y media. Necesito dormir mucho. Como no tengo televisión en casa, me informo leyendo la prensa por la noche, con retraso.
Martes
14.00 horas. Como un buen sándwich - no de cualquier cosa- y sigo trabajando. Puedo no comer, pero no puedo comer mal. Prefiero no probar bocado a consumir un sándwich de una máquina expendedora.
16.30 horas. Cuando paseo por la calle, me fijo en los grafitis. Puede parecer una cursilería o una 'boutade', pero reconozco que soy demasiado sensible a lo que me resulta estéticamente agresivo, cosa que también me ocurre con los olores. No puedo estar en lugares excesivamente perfumados o en restaurantes y bares que huelen mucho a comida. En cambio me gusta el olor de una cerilla encendida -una sensación que me retrotrae a la infancia, cuando existían cocinas de gas-, y adoro el aroma del césped recién cortado.
20.00 horas. Antes del confinamiento no tenía arte en casa. Las paredes eran paredes totalmente blancas porque me saturaban mucho las imágenes después de estar todo el día viendo cosas. Quería el mayor silencio visual posible. Soy así, monacal. Pero vino la reclusión y pasé mucho tiempo, las 24 horas de los siete días de la semana en casa, y de repente me empezó a faltar algo. Tengo obras de algunos amigos: una fotografía de Alberto García-Alix , tres obras de Mateo Maté, dos grabados de Suárez Londoño, una pintura de Isabel Rubio que compré hace muchísimos años y que es la única pieza que he adquirido, y fotos de mi pareja, que tuvo una primera vida como fotógrafo.
Miércoles
10.00. Ayudamos también en labores de asesoramiento a personas que van separarse, tienen que repartirse el patrimonio y quieren saber aproximadamente cuánto pueden valer sus obras. Y de igual modo realizamos estimaciones en procesos de herencias familiares. También intervenimos en caso de que alguien quiera comprar. Si un cliente pretende adquirir un mueble inglés del siglo XVII que está en España, nos llama y nosotros localizamos la pieza. Quizá vaya a ser subastada, en cuyo caso le remitimos al compañero adecuado. Y si no va a rematarse, pues llevamos a cabo una venta directa.
19.45. Desde los diez a los treinta años fui muy lectora, lo leía todo, hasta que empecé a tener hijos y lo dejé. Ahora se puede decir que vivo de las rentas. Con todo, me han contado que la pulsión lectora regresa con el tiempo. Tampoco veo series ni nada de eso.
Jueves
10.00 horas. Puedo trabajar con música de fondo que requiera un tempo bajo si estoy escribiendo un texto. Pero me es imposible hacerlo si he de contestar al teléfono mientras consulto un correo electrónico.
20.00 horas. Cuando salgo por la noche del trabajo y llego casa, me digo: «mañana a lo mejor no vuelves». Y eso es lo que me permite dormir tranquila. Con 28 años recién cumplidos me ofrecieron ser subdirectora del Reina Sofía. ¿Cómo iba a decir que no? Una persona que había estado en ese puesto y que tenía mucha más experiencia que yo, un hombre muy inteligente, me dijo: «la manera de sobrevivir y no perder los papeles es hacer una cosa detrás de otra». Y no lo olvido, así lo hago. Evidentemente tienes que organizarte bien.
Viernes
19.00 horas. En casa bajamos mucho las revoluciones y nos regimos con horarios europeos, de modo que a las siete los niños ya están cenando, a las ocho se apagan las luces y a las nueve todo está en silencio, lo cual nos da mucha placidez. Necesito el silencio. No entiendo lo de entrar en una casa ajena y que estén la tele y la radio puestas si nadie las está viendo ni escuchando.
Sábado
14.00 horas. No tengo ninguna destreza artística ni creativa. Mis hijos dicen que mi superpoder es que no sé cocinar. Lo perdí a la fuerza durante el confinamiento que se impuso con el estado de alarma y ahora lo he vuelto a recuperar.
17.00 horas. Por cuestiones laborales y personales llevo muchos años muy ocupada. Quizá por eso me cuesta percatarme de cuándo estoy libre. No sé qué hacer cuando permanezco ociosa. Al terminar de comer no sé sentarme tranquilamente en el sofá.
Domingo
12.00 horas. Un museo que me gusta muchísimo en Madrid es el Lázaro Galdiano. Estudié aquí al lado y de pequeña muchas veces me escapaba a ver el jardín, aparte de que me encanta su colección, que he visto muchas veces. El restaurante de Madrid que más me gusta es un sitio que se llama Nakeima, en la zona de Argüelles. Ofrece una mezcla de cocina gallega y asiática muy rica. Son muy valientes. Y un sitio que acabo de conocer es il Colombo, de comida veneciana.
TITULO: VIVA LA VIDA - Nicola Sturgeon , DOMINGO-11- Abril, .
El domingo -11- Abril,-a las 16:00 por Telecinco , foto.
Nicola Sturgeon,.
Nicola Sturgeon, de la pasión al vértigo,.
La líder escocesa inicia la campaña para las elecciones de mayo, que pueden sellar el fin de su carrera y de su ideal. Ante los dilemas del Brexit y de un segundo referéndum, la independentista se cuenta ahora entre los cautos de su partido,.
Alas cinco de la madrugada del 18 de septiembre de 2014, Nicola Sturgeon subió en Glasgow a su coche oficial de viceministra principal de Escocia y partió hacia Edimburgo, donde la esperaba Alex Salmond. Su Gobierno había perdido el referéndum por la independencia. Cuando el líder le confirmó su intención de dimitir, Sturgeon intentó persuadirle entre lágrimas de que se diese unos días para pensarlo fríamente.
Podría ser una escena de su serie preferida, Borgen, un retrato de las vicisitudes de la política danesa, con la primera ministra, Brigitte Nyborg Christensen, como principal protagonista. Salmond ya le había adelantado en julio su intención de dimitir si la causa por la que habían trabajado juntos durante dos décadas era rechazada. Sturgeon lloró a pesar de que la decisión de su mentor la catapultaba al liderazgo.
Fue elegida sin rivales en noviembre de ese año para encabezar el Partido Nacional Escocés (SNP) y confirmada como ministra principal en un Parlamento en el que tenía mayoría absoluta. El relevo se consagró en una conferencia del partido de grandes emociones. Había recibido un aluvión de nuevas afiliaciones en los días posteriores a la derrota del 'sí' y despedía a un Salmond que la llevó desde la oscuridad electoral a la antesala de su objetivo.
Las semanas que siguieron fueron de 'Nicolamanía', en la descripción de la prensa. Cinco meses después de tomar el relevo, el SNP pasó de tener 6 diputados en Londres a contar con 56 de los 59 escaños escoceses. Habían pulverizado al Partido Laborista. Pero, un año después, los votantes de Reino Unido decidieron marcharse de la Unión Europea y el SNP perdió su mayoría absoluta en Edimburgo.
Odiar a Thatcher
Nicola Sturgeon nació y creció en la comarca de Ayrshire, en la costa sudeste de Escocia. Su padre era jardinero, su madre enfermera. Votaban al SNP pero no charlaban en casa sobre política. La mayor de sus dos hijas era una buena estudiante y lectora voraz de novelas históricas. Su impulso era la justicia social, pero veía al laborismo como un partido anquilosado por el ejercicio del poder.
Acudía cada fin de semana a una discoteca de patinaje sobre hielo y le gustaba la música de Duran Duran, un grupo bautizado como los «nuevos románticos». Pero sus padres se hartaron de oír en su casa 'Carta desde América', cantada por un dúo de gemelos con guitarras acústicas, 'The Proclaimers', que se convirtieron en baladistas del movimiento por la independencia.
Había nacido en 1970 y el telón de fondo de su despertar político fue la era de Margaret Thatcher. «Odio todo lo que representa», dijo de ella. Estaba ya comprometida con el SNP cuando estudiaba Derecho en la Universidad de Glasgow. La canción de 'The Proclaimers' era un himno melancólico a la emigración causada por la destrucción de la industria en la era 'thatcherista', que afectó particularmente a Escocia.
En la universidad compaginó los estudios con la política gracias a dos virtudes que señalan sus amigas de entonces. Nicola es una trabajadora incesante y organizaba muy bien su vida. Su disposición para las tareas latosas de las campañas políticas le llevó a la cúpula de la organización juvenil del SNP. Tuvo su primer novio. Sus parejas, también su marido, han sido miembros del partido. En su despacho, tiene fotos de sus sobrinos.
Fue pasante en un despacho de Glasgow y luego trabajó en otro de Stirling, pero no le interesaba la práctica privada. Se enroló, de nuevo en Glasgow, en un despacho dedicado a la asistencia legal de personas sin medios. Se especializó en la defensa de amenazados por desahucio. Progresaba en el partido pero perdía todas las elecciones a las que se presentaba, para concejalías o escaños en Westminster.
Severidad y tacón
La larga lista de adjetivos aplicados por periodistas, colegas o adversarios a la joven política en sus primeros años de notoriedad -siguiendo la biografía de David Torrance- incluyen estos: muy seria, determinada pero tímida, feroz pero elocuente, levemente hombruna, amargada, negativa, sin gracia, nunca sonríe, siempre indignada,... Confesó a la prensa que no le gustaba ir de compras o la peluquería.
Si Thatcher explicaba a otras mujeres que tendrían que trabajar el doble que los hombres para ser tomadas en serio, Sturgeon ha explicado que aquella imagen era, además de prejuicios masculinos, el resultado de acentuar su seriedad para que no fuese descalificada a priori. Desde que Salmond la elevó a vicelíder, cultivó un gusto por los tacones altos, las planchas para alisar su pelo, los trajes de chaqueta y falda, preferentemente de color rojo.
En sus primeros años de afiliación, Sturgeon se identificaba con la facción fundamentalista frente a los moderados. Pero, igual que aceptó las servidumbres estilísticas de la vida pública, se le cuenta ahora, ante los dilemas del Brexit y de un segundo referéndum, entre los cautos. Su izquierdismo ha dado paso a una actitud más ecléctica. Ya no manifiesta su republicanismo pero mantiene su rechazo a las armas nucleares.
El balance de su gestión es un inevitable híbrido de aciertos y errores. Su enfrentamiento con Salmond tras las denuncias al exlíder por supuestos delitos sexuales ha añadido tormento privado y agotamiento físico a una política ya en su cincuentena. Ha ganado popularidad por su dedicación y toque humano durante la pandemia. No puede asegurarse que crea realmente que la independencia sea posible en este momento. Ahora inicia la campaña para las elecciones de mayo, que pueden sellar el fin de su carrera y de su ideal.
TITULO: Ese programa del que usted me habla con - El Sevilla pone la Liga al rojo vivo ,.
El martes -6- Abril por La 2 a las 21:30, foto,.
El Sevilla pone la Liga al rojo vivo .
La derrota del Atlético en el Pizjuán con un polémico gol de Acuña deja al Real Madrid a tres puntos del líder y le da la posibilidad al Barça de recortar la distancia a solo uno,.
Hay Liga. Vaya si la hay. El Atlético tropezó ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán en el primero de los diez obstáculos que le quedaban para defender con éxito su liderato y con ello el Real Madrid se sitúa ya a tres puntos de los rojiblancos, mientras que el Barça podría ponerse a solo uno en caso de derrotar al Valladolid en el Camp Nou. Fue en un duelo en el que se vio desbordado en el primer tiempo pero en el que encajó cuando mejor estaba y con polémica, pues el decisivo gol de Acuña llegó tras una acción que comenzó con una mano clara de Ocampos.
Con Lodi por el carril izquierdo en un dibujo táctico de tres centrales, algo que generalmente Simeone ha desechado en favor de la presencia de Carrasco, ausente esta vez, el Atlético optó por la presión alta de inicio. Sin embargo, el Sevilla venció esa primera barrera con una gran salida de balón y se desplegó además con velocidad en el pase para exigir a Oblak por primera vez en un disparo de zurda de Suso desde el costado derecho.
Fue un aviso. Apenas unos minutos después, Saúl pisó a Rakitic en área colchonera con el consiguiente penalti. Situación comprometida, pero menos cuando tu portero es Oblak. El esloveno, que permitió la victoria frente al Alavés en el Metropolitano en la última jornada deteniendo una pena máxima a Joselu en los últimos minutos, volvió a sostener a su equipo para atajar el lanzamiento de Ocampos desde los once metros. Negaba el balcánico tras la acción, como advirtiendo de que eso de perforar su puerta iba a resultar complejo. Lo cierto es que el partido transcurría a ritmo frenético, con ida y vuelta y una intensidad inusitada, aunque también con la sensación evidente de debilidad defensiva visitante. Superado por el Sevilla, el Atlético apenas opuso un disparo de Lemar, atrapado por Bono.
Resultado Final,.
Bono, Navas, Koundé, Diego Carlos, Acuña, Jordán (Gudelj, min. 87), Fernando, Rakitic, Suso ('Papu' Gómez, min. 77), De Jong (En-Nesyri, min. 62) y Ocampos (Franco Vázquez, min. 87).
Oblak, Trippier, Felipe, Giménez, Hermoso (Kondogbia, min. 74), Lodi (Correa, min. 34), Llorente, Koke, Saúl, Lemar (Herrera, min. 74) y Suárez.
- gol:
- 1-0: min. 70, Acuña.
- árbitro:
- Jesús Gil Manzano (Comité extremeño). Amonestó a Felipe, Luis Suárez, Llorente y Kondogbia, del Atlético, y a Diego Carlos y Acuña, del Sevilla.
- incidencias:
- Partido de la jornada 29 en Primera disputado en el Sánchez Pizjuán a puerta cerrada.
Mientras el conjunto andaluz tocaba con velocidad y precisión a través del acierto de Suso, Jordán o Rakitic por dentro, su rival se desgastaba, impotente en el intento por robar el balón. Ocampos y Navas, dos puñales por los carriles, lo seguían probando y al Sevilla solo le faltaba la guinda del gol para trasladar su dominio al marcador. Los minutos transcurrían sin que el guion cambiase, lo que acabó definitivamente por convencer a Simeone de la necesidad de dar la vuelta a su planteamiento: Correa por Lodi, defensa de cuatro y más presencia en zonas ofensivas para tratar de tener el balón. El giro en el planteamiento colchonero mejoró algo la versión atlética, aunque tampoco terminó de arrojar el resultado pretendido, al menos en lo que restaba del primer acto. Si alguien acumuló méritos al descanso fue el Sevilla, pero la mejor noticia para el líder camino de la pausa fue la igualada sin goles.
Reacción colchonera y polémica
Después de 45 minutos que recordaron y mucho a lo visto frente al Chelsea en Stamford Bridge, se hacía necesaria la reacción del Atlético en un escenario de máxima exigencia para mantener a raya la presión a la que Barça y Real Madrid le someten en los últimos tiempos. Lo cierto es que la puesta en escena en la segunda parte invitó algo más al optimismo colchonero. Correa desbordó por la izquierda y sirvió para Luis Suárez, que no pudo llegar al remate. El uruguayo, desquiciado durante buena parte del partido, veía algo de luz.
Rakitic puso la réplica en el área contraria con una volea alta pero al Sevilla ya le costaba mucho más circular con la pelota a ritmo veloz. Lemar, inadvertido durante el primer tiempo, se erigía ahora en opción predilecta para canalizar el juego atlético en un partido mucho más igualado, de poder a poder entre dos de los gallos de la Liga. En un escenario así, solo los grandes talentos pueden decidir. Ahí apareció el proverbial desequilibrio de Navas por banda derecha. El eléctrico jugador de Los Palacios se jugó el tipo para poner un centro que el otro lateral, Acuña, embocó a la red de cabeza. Se quejaron los futbolistas colchoneros de una mano de Ocampos previa, que ciertamente existió, pero árbitro de campo y de VAR juzgaron que esa acción no tenía continuidad con la jugada del tanto, algo discutible a tenor de que la posesión sevillista comenzó precisamente a raíz del impacto en la mano del argentino.
Mario Hermoso tuvo la igualada inmediata, pero disparó a las nubes antes de ser sustituido por Herrera. Entró también Kondogbia por Lemar, una decisión extraña por el buen desempeño del francés. Lo cierto es que al Atlético le costó y mucho hilvanar juego con una medular sin demasiada creatividad y ya bajo la presión de la derrota, fue incapaz de sacar nada del Pizjuán, una opción que se esfumó definitivamente en la parada de Bono ante el remate a bocajarro de Correa. Por aquello de que las malas noticias nunca vienen solas, pierde a Luis Suárez y a Llorente para el regreso a Sevilla, en este caso al Villamarín para medirse al Betis. Al menos sigue siendo líder, aunque ya sin margen alguno de maniobra, y Real Madrid y Barça cruzan sus caminos en el Di Stéfano.
TITULO: FIESTA Y TOROS - Gloria para la verdad de Emilio de Justo,.Gloria para la verdad de Emilio de Justo,.
El torero de Torrejoncillo cortó cuatro orejas y un rabo en una tarde en la que decepcionó el ganado de Luis Algarra y Ferrera y Perera se fueron de vacío,.
Con la añoranza que nos dejaron marzo y Olivenza, nos plantamos en Almendralejo con la satisfacción de ver cómo un festejo taurino cambia la fisonomía de una ciudad. No hace falta saber dónde está la plaza, basta con dejarse guiar por el hormigueo de aficionados que, con sus mejores galas y equipados con sus tradicionales almohadillas,.
Alcanzaba el tándem Emilio de Justo - Victorino Martín el último combate en la francesa y recoleta plaza de Dax. Un año plagado de faenas de tan altísimo voltaje como repercusión -Sevilla, Madrid y Bilbao- desembocaba en este duelo sin piedad. Durísima prueba. Emilio, en soledad, de tabaco y oro, no volvió jamás la cara. Ni se rindió ante las adversidades. Ni ante su espada bipolar. Que lo condenaba a los infiernos y que, sobre la campana, lo elevó a los cielos. Cuando pesaba la correosa escalera de victorinos como una losa. Fueron cuatro los trofeos conquistados. Pudieron ser más y también menos. De Justo resolvió todos los problemas, que fueron muchísimos, con el libro de la verdad. Sin más variedad de recursos que una capacidad poderosísima en el toreo fundamental. Y el fondo de su corazón. La épica fue a veces sorda.
Los tendidos ensalzaron al héroe seco en el epílogo glorioso: fue emocionante la ovación antes de que saliese el último toro -como en el prólogo alentador, cuando todavía la guerra no se había desatado- y la puerta grande aún se resistía.
No arrancó bien la apuesta. La humilladas embestidas del victorino de apertura y las verónicas luminosas y enfibradas se alejaron como un espejismo. Cuando el toro -zancudo y simplón por su apariencia- perdió la inercia de salida, gazapeó, midió y se reservó siempre algo: la entrega. Un quite por chicuelinas quedó inconcluso con el cárdeno ya agarrándose al piso y caminador. «En este tipo de corridas, la variedad la pone el toro», le había advertido Victorino. Su pupilo exigió un esfuerzo imponente. Y el matador solitario lo sacó de dentro en una faena indigesta para abrir boca. Un plato duro. Toda la tensa y árida pelea encalló con la espada.
Otro ejercicio de firmeza había hecho Emilio de Justo con un albaserrada de hormigón. Un tío por fuera, un saco de pirañas por dentro. Sin terminar de descolgar, además reponía con encastada correa. De Justo había tratado siempre de romperlo hacia delante. Desde los lances genuflexos de recogida a los doblones de obertura. Una batalla para sacar al enemigo de la trinchera. La oreja, protestada, fue un detalle del palco: el público galo no perdona fallos con el acero. Que luego restaría premios y sumaría otros.
La sonrisa asomó por fin en el anguloso y preocupado rostro de Emilio de Justo mediada la faena del liviano tercero. Que escondía una nobleza sincera en su contado poder. La seda del trato, la colocación y el manejo de los vuelos comentaron una obra creciente. Desde la belleza del embroque al empaque final cuando todo se afianzó. Los redondos macizos morían ligados allá atrás, donde cruje el toreo. Pases de pecho de una monumentalidad asombrosa desembocaban en un rugido de oles por la hombrera contraria. No embistió igual el exquisito victorino al natural, pero también se dio. Los naturales más caros brotaron de su derecha: sin montar la muleta, acinturada y hundida la figura. El runrún de la ansiada rotundidad volvió a ser demolida por la piqueta de los pinchazos. El golpe moral fue notorio.
Incluso tocado, echó el resto en la meritísima lidia del destartalado y violento cuarto. Que embestía como era: infumable, de capea. Un genio desordenado. El poder de la diestra de hierro de EdJ gobernaba la tralla y las revueltas. Por abajo todo. La pureza sin escapada a otros recursos. El latido a mil revoluciones. Tremendo el desgaste, bárbara la importancia. Otra vez el puto y feble sable. Que, sin embargo, se enderezó en el momento justo para pasaportar la manejable movilidad -sin el empuje final ni rebosarse- del hermoso quinto y las repeticiones -sin descolgar y sobre las manos- del asaltillado sexto. Y así convertir aquellas largas faenas a piñón fijo en los trofeos imprescindibles para la apoteosis. El penúltimo volapié le entregó una oreja como un rayo de luz y esperanza: hacen falta tres en Dax y faltaban... El último espadazo fue el trueno brutal: Emilio de Justo colgado sobre el morrillo como suele. Y cayeron dos trofeos como reconocimiento de un esfuerzo sobrehumano. Por la tarde cabal y los premios perdidos. Fueron cuatro los conquistados.
Cuando izaban a hombros a Emilio de Justo, Victorino amagó con bajarse al ruedo para subirse al carro. Cuatro voces lo devolvieron a su sitio. Por coherencia y seriedad, el triunfo sólo tenía un nombre.
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