TITULO:
El Objetivo La Sexta - SALVADOS LA SEXTA - La noche encendida
- Evolución,.
La noche encendida,.
'La noche encendida'
no será solo un programa de charlas, espectáculo, música, comedia,
sorpresas e invitados, presentado por Pedro Ruiz, por La 2,foto,. etc,.
Evolución,.
Arantza campos,.
Esta investigadora y profesora de la UPV aborda el tema de la prostitución desde la mirada abolicionista y sostiene que la prioridad debe ser la educación escolar,.
«Los micromachismos van desde los comentarios hasta las expectativas que tienen de ti en tu ámbito de trabajo. Son pequeñas cosas continuas, a veces inconscientes, de las que no puedes estar todo el rato entrando en ellas porque no harías nada más», dice Arantza Campos, investigadora de la Universidad del País Vasco (UPV / EHU), al explicar cómo detecta el comportamiento machista en la cotidianidad.
Especializada en violencia de género, teoría feminista, representación política de las mujeres y políticas públicas sobre igualdad desde el franquismo hasta la actualidad, Campos asegura que en España no hay igualdad ni paridad, ni siquiera en las esferas reguladas por ley. «Se encontró la formulación neutra de exigir nunca menos del 40% para ninguno de los sexos. Pero siempre la minoría es para las mujeres. Ni siquiera en los lugares más cercanos, más considerados femeninos, las mujeres están por encima de los varones».
-¿Dónde están hoy las mayores desigualdades entre hombres y mujeres?
-La desigualdad es estructural. Está en todos los sectores de la sociedad. La mayor desigualdad existente es la violencia de género, uno de los efectos de esa desigualdad estructural y la más terrorífica. La ejercen los varones contra las mujeres no sólo dentro de los hogares. También en el ámbito público. Pero en el privado estaba absolutamente oculta y era una realidad aceptada. Hoy en día hemos conseguido incluir un concepto de justicia y considerar que esa violencia también es ilegítima.
-¿Se está corrigiendo la desigualdad estructural?
-Se están poniendo medios para intentarlo. Estamos en la fase de hacerla visible. No es una batalla ganada. En los últimos años hay movimientos que niegan la existencia de la violencia que ejercen los hombres sobre las mujeres por el simple hecho de ser mujeres. Se están dando pasos pero no todos los que debieran.
-¿Cuáles faltan como prioridad?
-La teoría feminista no es punitivista. No considera que el derecho penal arregla los problemas sociales, y es el último recurso. Es fundamental la prevención y la educación, pero no se está tomando en serio. Se ha intentado introducir las asignaturas que hagan visible esa realidad y hagan comprender a los estudiantes que relacionarse a través de la violencia no es aceptable. Pero ellos están aprendiendo con la pornografía, que es terriblemente violenta. La escuela no asume su función educadora en esta materia porque no se consigue introducirla en el currículo educativo de manera sistemática. Sin embargo, dejamos a nuestros niños y niñas en manos de internet.
-Aquí entran en juego las resistencias, como el pin parental.
-Desde luego. Vox niega la existencia de la violencia de género. Se pueden discutir las causas y las posibles soluciones, pero negar la evidencia es de locos.
-Sobre la mesa está la ley del 'sí es sí', ¿hacer un solo delito lo que ahora se diferencia entre abuso y agresión sexuales es una solución?
-No es lo mismo. Hay que establecer grados. El que se considere más inaceptable, penarlo más gravemente. No equipararlo, porque no todo es lo mismo.
Prostitución y trata, lo mismo
-Hay dos propuestas para afrontar la prostitución. ¿Qué fórmula sería más efectiva? ¿La abolición o la regulación?
-Soy abolicionista y no distingo entre trata y prostitución, porque la gran demanda de prostitución aumenta la trata. No son dos realidades diferentes. El argumento regulacionista de que 'no toda prostitución es trata' es falso. No hay que aceptar la venta de personas ni de sus partes. Si la oferta tiene que ver con la demanda, algo habrá que hacer con la demanda, esos hombres que no les importa si es menor, traficada o vive en una situación denigrante. No es una voluntad de persecución sino una llamada de atención a que piensen qué hacen con las mujeres
-¿Y los vientres de alquiler?
-Más de lo mismo. En la realidad se explota a mujeres pobres. Y si el bebé no sale bien, te quedas con él. Es indecente e inmoral. No tiene que ver con un acto de generosidad.
-¿En cuánto tiempo habrá igualdad real?
-Para lo que atañe estrictamente a la normativa no discriminatoria échale cien años, mínimo. Para una sociedad realmente igualitaria soy incapaz de imaginármelo.
-¿Es ese el mejor escenario?
-El covid ha demostrado una vez más que todo lo que tiene que ver con igualdad entre hombres y mujeres es un asunto para los buenos tiempos, para cuando nos va bien y podemos. Cuando va mal, señoras, ustedes a aguantar y cuidar.
La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - El señor de los bosques - Cabeza lobera,. .fotos,.
El señor de los bosques - Cabeza lobera,.
Muy cerca del municipio de Villanueva de Ávila, en la provincia abulense, llegamos a Cabeza Lobera, un enclave con espectaculares vistas, rocas con curiosas formas y pinos jóvenes. Además, Vicente Sevilla cuenta con doble compañía: la actriz Mariola Fuentes y Joaquina, su galga y fiel compañera. Níscalos, boletus y setas venenosas son parte de los descubrimientos de este paseo, donde también aprenderán que el fenotipo de un árbol es como su carnet de identidad.
TITULO: RADIO
- TELEVISION - EL TRANVÍA DEL TIEMPO - EL BOTIJO - Rescate -Rescate - No somos héroes ,.
RADIO - TELEVISION - EL TRANVÍA DEL TIEMPO - EL BOTIJO - Rescate - Rescate - No somos héroes,. ,. , fotos,.
Rescate - No somos héroes,.
El pico Aragüells, uno de los más accesibles, registra múltiples accidentes en temporada estival por el exceso de confianza de algunos montañeros. En 2015, un poderoso terremoto de magnitud 7,8 en la escala de Richter sacudió Nepal, atrapando a montañeros españoles que se encontraban en el país.
Montañas de historias,.
Ander Izagirre cuenta las curiosidades que esconden los Pirineos en un viaje ciclista de casi 1.200 kilómetros por la cordillera,.
'Pirenaica' empieza con un clac, el sonido al encajar la zapatilla en el pedal y la promesa de una aventura con salida en el Cantábrico y meta en el Mediterráneo. En el camino, la mar de kilómetros: exactamente 1.192 repartidos en 40 puertos de montaña y 27.000 metros de desnivel acumulado. Las cifras apabullan, pero en este relato sobre dos ruedas son absolutamente secundarias.
Porque Ander Izagirre (San Sebastián, 1976) pudo haber sido un buen ciclista, pero se quedó en un excelente narrador de viajes, y en 'Pirenaica' (GeoPlaneta), su última incursión en la literatura ciclista (es también autor de 'Plomo en los bolsillos', un curiosísimo anecdotario del Tour de Francia), cada golpe de pedal entre Jaizkibel y el cabo de Creus descubre, literalmente, montañas de entretenidas historias y personajes que cautivarán a los lectores, aficionados o no a montar en bici.
Izagirre no se limita a narrar sus sensaciones en la cima del Tourmalet, o resoplando entre peregrinos que trepan ante repechos del 21% en San Juan de Pie de Puerto, sino que encadena esos momentos de exigencia física con episodios contados a modo de reportaje periodístico con el trasfondo del ciclismo y la belleza de las montañas de los Pirineos.
La travesía, que comprende 14 crónicas de la cordillera, arranca desde la misma puerta de su casa en San Sebastián y enseguida se mete en faena con un reportaje sobre el oscuro pasado de las vías más frecuentadas por los ciclistas de su tierra natal, trazados sinuosos que discurren entre bosques de hayas y pinos y penetran en desfiladeros y túneles sin apenas tráfico, perfectas para la bicicleta. Esas carreteras fueron construidas por miles de presos republicanos que el régimen franquista utilizó como mano de obra gratuita tras la Guerra Civil para darles un uso militar que nunca tuvieron. Montañas horadadas con pico, pala y dinamita, como el túnel de Aritxulegi «que exigió su precio en carne». Un testigo cuenta al escritor cómo aquellas piltrafas humanas que no dejaban de picar piedra se desvanecían de agotamiento y de hambre… Así que esas primeras pedaladas de 'Pirenaica' rinden homenaje a aquellos prisioneros.
Nombres legendarios
El cronista avanza en su recorrido y desbroza nuevas historias como la del acuerdo de paz más antiguo de Europa, el de la Piedra de San Martín, un mojón fronterizo entre España y Francia (en el navarro valle del Roncal), donde cada 13 de julio se conmemora (y van 642 años) la llamada ceremonia de las tres vacas.
En las páginas del libro dejan huella personajes como José Antonio Goñi, (un octogenario que nació en una cabaña rodeado de nieve, fue contrabandista desde los siete años, pastor en América, camionero, cazador…), nombres legendarios vinculados al Pirineo como Pompeyo, Carlomagno y su fiel Roldán, Napoleón… y Miguel Induráin, cuyas gestas no podían quedar al margen, sin olvidar figuras mitológicas como el basajaun, el señor de los bosques.
El Tour de Francia, que debe parte de su épica a estas míticas cumbres pirenaicas, está muy presente en capítulos como el dedicado al Aubisque, con Firmin Lambot y aquellos otros héroes que pedaleaban de noche con lámparas de acetileno en el manillar, o la resurrección de Wim van Est, un corredor que se despeñó en una caída tan brutal que cuando fueron a buscar su cadáver se lo encontraron vivo y con su reloj Pontiac intacto, lo que fue explotado por un avispado publicista convirtiendo al holandés en modelo de la casa Pontiac. Y no podía faltar el Tourmalet y esos 19 kilómetros de leyenda, ascendidos por primera vez en el Tour de 1910 al grito de «asesinos, sois unos asesinos» a los organizadores por parte de Octave Lapize, que ganó aquella etapa ¡de 326 kilómetros y 14 horas!
Los osos eslovenos del valle de Arán, encabezados por Goiat, que tras desperezarse hambriento de una siesta de 106 días se zampó un potro, atacó ovejas, saqueó varias colmenas y mató a una yegua; la vida extraordinaria de Arsenda de Ager, una catalana del siglo XI que bien pudo inspirar a Isabel la Católica (por aquello del tanto monta, monta tanto), una peculiar guerra de las señales de stops entre España y Francia… en 'Pirenaica' cada pedalada es una ventana a la historia, antigua y actual, y al placer de la lectura.
Y también hay reflexiones (que seguramente compartirán muchos aficionados) sobre el «extraño y absurdo placer de sufrir voluntariamente» dando pedales bajo la lluvia ante muros del 14%. O cuando en la curva cerrada de un puerto sostiene que «las cuestas son el terreno ideal para desarrollar esa capacidad tan valiosa en el ciclismo, en la vida y en la escritura de libros como agachar la cabeza, apretar los dientes y esperar a que esto acabe cuanto antes».
-¿Es más duro sentarse en soledad ante el folio en blanco o subir en soledad el Tourmalet?
-Sinceramente, ninguna de las dos. El viaje en bici es una gozada, montar en bici es lo que más me gusta hacer y el trabajo de escribir es agradecido, son historias divertidas con las que he disfrutado mucho. El mayor trabajo es el previo, el de buscar los temas, hacer los contactos…
Puede que tras los Pirineos, Izagirre se decida a cruzar Despeñaperros: «Tengo pendiente recorrer Andalucía, me gustaría hacerlo… creo que sería perfecto».
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