Juegos de niños,.
Sabado -9- Mayo a las 22:00 por La 1, foto,.
Juego - Cuentos para aprender a valorar a los abuelos.
Cuentos para aprender a valorar a los abuelos.
Día de los Abuelos
Una selección de lecturas que destacan los beneficios que supone crear vínculos familiares sólidos, tanto para los pequeños como para los más mayores,.
Dan consejos, cuentan historias extraordinarias, son los mejores cuidadores, derrochan cariño por cada uno de sus poros y, a veces, también pueden ser un poco cascarrabias. Se llaman abuelos, y cada 26 de julio se celebra su existencia, su contribución incalculable a la sociedad y su papel fundamental en la familia.Todos estos cuentos destacan características y aspectos de los abuelos que les hacen especiales, e incluyen mensajes y moralejas para que los pequeños de la casa valoren desde que nacen su presencia en su vida.
SON ÚNICOS Y EXTRAORDINARIOS
1
De 3 a 5 años
'Cosas que me gustan de mis abuelos' (SM)
2
A partir de 7 años
'Abuelos de la A a la Z' (Lumen)
3
De 3 a 5 años
'66 cosas que solo hacen las abuelas y los abuelos' (SM)
ENSEÑAN VALORES
4
A partir de 4 años
'El regalo del abuelo' (Beascoa)
5
A partir e 4 años
'El coleccionista de insectos' (Jaguar)
6
A partir de 5 años
'Abuelos' (Kalandraka)
A VECES OLVIDAN LAS COSAS
7
A partir de 6 años
'La canción de Bruna' (Jaguar)
8
De 4 a 7 años
'Abuela, te acuerdas' (Beascoa)
9
A partir de 5 años
'Un abuelo en apuros' (Amigos de papel)
ES DOLOROSO PERDERLES
10
A partir de 4 años
'La abuela durmiente' (Kalandraka)
11
De 3 a 6 años
'La isla del abuelo' (Andana)
SON PARA SIEMPRE
12
De 7 a 9 años
El Pampinoplas (SM)
13
A partir de 9 años
'La increíble historia de la abuela gánster' (Montena)
14
A partir de 9 años
'La increíble historia de la gran fuga del abuelo' (Montena),.
15
De 8 a 11 años
Los escribidores de cartas (SM)
TITULO:
LA PANTERA ROSA - Y LUKE LUKE - Diez bosques para perder el sentido,.
LA PANTERA ROSA - Y LUKE LUKE - Diez bosques para perder el sentido, fotos.
Diez bosques para perder el sentido,.
Esta estación es el momento del año en el que los árboles se visten con sus mejores galas,.
01- Saja-Besaya
Este espacio de la naturaleza cántabra es una pura delicia. Son las vertientes septentrionales de la cordillera Cantábrica, corazón de un inmenso bosque en el que aún existen revueltas apenas tocadas por la mano del hombre. Rincones lúgubres en el verano, cuando las hojas de las hayas y los robles no permiten al sol tocar el suelo, y misteriosamente luminosos en invierno, cuando el bosque desnudo se vuelve silencioso y frío. El Parque Natural Saja-Besaya, que comprende una superficie de 24.500 hectáreas, toma su nombre del territorio que media entra las dos cabeceras de los ríos que lo delimitan. Uno de los lugares donde más y mejor se puede disfrutar de él es en el monte del Río Los Vados, muy próximo a la localidad de Ucieda. De esta población parten algunas de las rutas a pie más emblemáticas del parque y, entre ellas, la que permite internarse en el robledal hasta alcanzar el Roble Gordo, con un perímetro de 12 metros y que aparece recogido en el catálogo de árboles singulares de Cantabria. Pero son los hayedos las formaciones boscosas mejor conservadas del parque natural. También las que predominan a una mayor altitud y, sobre todo, en algunas de las laderas más inaccesibles y umbrías. Precisamente en los nacederos del Saja.
INFORMACIÓN: www.cantabriajoven.com/naturaleza
02- Irati
Árboles centenarios. Sombras espesas. Silencios sonoros. Paraíso del musgo. La Selva de Irati, en el Pirineo Navarro, es una de las mayores masas forestales que aún nos quedan en Europa. Su núcleo principal y más característico está en la cabecera septentrional del navarro Valle de Salazar, aunque en justicia los bosques de Irati se extienden sin solución de continuidad de oeste a este a lo largo de los numerosos valles que inciden transversalmente sobre la frontera pirenaica que une España y Francia en su coincidencia navarra. Así, de Roncesvalles hasta el Alto Roncal pasando por los sorprendentes hayedos de Burguete o los robledales de Orbaiceta, esta masa forestal es una maravilla inesperada. Pero la característica que hace únicos a estos bosques de aires atlánticos es la conjunción, sobre una misma y extensa superficie, de hayas y abetos en perfecta armonía. Es el llamado hayedo-abetal, una rareza exquisita que lo convierte en el segundo bosque mixto de estas características más importante de Europa, después de la Selva Negra. Caminar por su interior es descubrir el fuerte contraste de las altas hayas aún desnudas y esqueléticas arropadas por los fuertes abetos, densamente cubiertos por sus agujas perennes.
INFORMACIÓN: Casas de Irati, centro de acogida e información. Tel.: 948 05 0 7 00.
03- Tejera Negra
A pesar de lo que dice su nombre, esta Tejera Negra es un hayedo, el hayedo de Tejera Negra, una contradicción en sí misma que tiene una explicación: lo que hoy es una densa mancha de hayas sobre las laderas meridionales del Sistema Central, en la provincia de Guadalajara, fue en un pasado bien bien remoto un bosque en el que la especie predominante eran los tejos. Es decir, una tejera. Hoy a los tejos que habitan por este bosque se les puede contar con los dedos de una mano. El Parque Natural del Hayedo de Tejera Negra abarca una extensión de 1.641 hectáreas cercanas al municipio de Cantalojas y muy próximas a la linde administrativa que separa Castilla y León de Castilla-La Mancha. En su interior pervive una mancha de hayas que viene a ocupar unas 400 hectáreas, la mayor del Sistema Central. Recorrer la Senda de las Carretas, uno de los dos itinerarios pedestres señalizados que se adentran en el interior del parque es, desde luego, la mejor forma de adentrarse en sus secretos y, dada la época del año, degustar la delicatesen que supone ver desnudarse al bosque luciendo su mejor lencería. Por eso, porque es un espectáculo que muchos convierten en gula, se vuelve imprescindible reservar plaza en el aparcamiento desde el que parte el sendero.
INFORMACIÓN: Para realizar la Senda de las Carretas es preciso reservar plaza en el aparcamiento. http://agricultura.jccm.es/parques/forms/parqf001.php
04- Sierra de Francia
La Sierra de Francia es pródiga en castañares, uno de los bosques que, junto a los hayedos, mejor luce con las fanfarrias coloristas del otoño. De hecho, algunos de sus pueblos más conocidos lo proclaman el apellido: Miranda del Castañar o San Martín del Castañar. Un paseo de castañas y castañares es el que discurre entre las localidades de Madroñal, Cepeda y La Herguijuela. Es circular, está señalizado, lleno de alicientes y, con un poco de suerte y habilidad, también de frutos del bosque. Basta seguir las indicaciones del PRSA-20, aunque en algunos tramos esta señalización de sendero local coincide con la del PRSA-13 y, en un corto tramo en torno al puente medieval, con la del GR-10. El paseo circular tiene un desarrollo aproximado de 6,5 km, pero resulta un poco más amplio si se accede hasta los cascos urbanos de Cepeda y Herguijuela para disfrutar también de la belleza de sus cascos urbanos tradicionales.
05- El Faedo de Gordón
Este pequeño hayedo de la Montaña Central Leonesa es un bosque muy afortunado: cuenta con club de fans que lo miman y lo cuidan todo el año y hasta con página en internet (www.elfaedo.es). De hecho, tantas atenciones le supusieron ganar el premio al 'Bosque mejor cuidado de España' en el año 2007. El premio lo otorga la organización Bosques sin Fronteras en colaboración con la Fundación Biodiversidad y fue un reconocimiento a la importante labor desarrollada tanto por el colegio San Miguel Arcángel de Ciñera de Gordón como por su Asociación de Padres y Madres. Por si fuera poco, en su interior se localiza un haya cinco veces centenaria y con nombre propio: Fagus. Y todos los niños de la zona conocen la leyenda de la bruja Haeda, que cuenta cómo llegó el carbón al valle. Por supuesto, Haeda también vive en este bosque de cuento. Todas estas cosas y la facilidad de acceso, 3 km señalizados por una pista que parte de Ciñera de Gordón, hacen de este rincón una propuesta ideal para disfrutar con los más pequeños. Si el paseo se hace corto existe la posibilidad de prolongarlo a través de un estrecho desfiladero hasta la localidad de Villar del Puerto.
INFORMACIÓN: Centro de Desarrollo Cuatro Valles, www.cuatrovalles.es. Tel.: 987 58 16 66.
06- Muniellos
Solo veinte personas al día tienen el privilegio de pasear por el mayor robledal de España y uno de los mejor conservados de toda Europa. Un paraíso de acceso restringido que atesora todo el esplendor de las grandes florestas del pasado. La Reserva Integral de Muniellos se encuentra situada en el suroeste asturiano, en plena conjunción de valles y revueltas a caballo entre los concejos de Cangas de Narcea y de Íbias. Considerada como una auténtica joya del patrimonio forestal europeo abarca en la actualidad 5.541 hectáreas de bosque caducifolio, principalmente robledal, en unas condiciones muy similares a las que antiguamente pudieron cubrir gran parte de todo el suelo peninsular. De la misma forma, y gracias a su excelente estado de conservación, abundan en su sacrosanto interior una gran variedad de animales que en otras zonas próximas han llegado prácticamente a desaparecer, entre ellos los cada vez más escasos osos pardos y urogallos, que mantienen aquí las poblaciones más extensas del Cantábrico. El recorrido por el interior de este santuario forestal se articula en dos itinerarios señalizados. El más largo, de unos 20 kilómetros, discurre por la parte alta del valle hasta las lagunas de Muniellos, centro neurálgico de este espacio. La corta, 16 km, alcanza también las lagunas remontando el río Muniellos. Ambas parten del centro visitantes Las Tablizas.
INFORMACIÓN: Centro de Interpretación y Recepción de Visitantes Las Tablizas. Tel.: 661 93 15 80.
07- Monte Hijedo
El monte Hijedo aparece en las crónicas medievales como una auténtica selva de la que los viajeros huían como de la peste: en ella se escondían terribles fieras y salir vivo después de atravesarlo era casi como un milagro. Aunque el paso del tiempo ha venido a adelgazar la floresta, lo cierto es que este paraje natural, ubicado muy cerca del embalse del Ebro, conforma una de las manchas de roble albar más importantes de España. Pero antes de adentrarse por los caminos señalizados del bosque resulta del todo recomendable una visita al Centro de Visitantes, ubicado en la localidad cántabra de Riopanero. Una vieja casa torre de origen medieval sirve para acoger el recorrido expositivo que pone al tanto de la joya forestal que es Hijedo. Para recorrerlo en un apetecible paseo otoñal puede utilizarse el PR-BU-30 y sus marcas blancas y amarillas. Es de dificultad moderada y comprende un trayecto total de ida y vuelta desde el panel informativo de 11,4 km que pueden realizarse en unas tres horas y media. INFORMACIÓN: Puede descargarse el folleto del itinerario en www.alberamedioambiente.com. Centro de Visitantes del Monte Hijedo: Tel.: 648 19 17 61. Web: medioambientecantabria.com/centros/riopanero.html.
08- Majada de Vegabaño
El bosque en estado puro. O casi. Los hayedos que pueblan los valles de Sajambre y Valdeón son el bosque por antonomasia: en sus espesuras se esconden el urogallo, el lobo, el corzo, el oso o el jabalí. Los troncos de sus hayas son proverbiales y en la espesura podría habitar cualquier ser mitológico. La majada de Vegabaño se configura como un lugar de ensueño desde el que la mole pétrea de Peña Santa, la máxima altitud del Macizo Occidental de los Picos de Europa, ofrece una de sus mejores caras. El sendero señalizado arranca de la localidad leonesa de Soto de Sajambre y puede hacerse en unas dos horas. Desde la majada merece la pena continuar las marcas amarillas hasta el enorme roblón de Cuesta Fría.
INFORMACIÓN: Oficina del Parque Nacional en Posada de Valdeón. Tel.: 987 74 05 49.
09- Castañar de El Tiemblo
Es un clásico al que la fama le pasa factura: en esta época del año resulta imposible llegar en vehículo particular hasta él. Al menos los fines de semana hay que hacerlo en el autobús que sube y baja de continuo desde la localidad de El Tiemblo. Así han evitado que las pistas forestales se colapsaran con aglomeraciones de hasta 2.000 coches. ¿Y qué causa tal frenesí? Pues la hermosura de pasear entre las hojas caídas del castañar más extenso del Sistema Central. ¡Ah!, también la de acercarse a conocer uno de los árboles más longevos de España: el Abuelo. Aunque hay quien lo cuestiona, al Abuelo le echan, según la ONG Bosques Sin Fronteras, entre 800 y 1.000 años. Sería, según ellos, uno de los cinco árboles más longevos de España y, desde luego, el de más edad en Castilla y León. En cualquier caso, lo que más sorprende en un paseo por este castañar es que los árboles centenarios, así a ojo, son legión: enormes tocones despuntan por todas partes sirviendo de base a castaños más jóvenes que ya apuntan maneras. Un fácil paseo señalizado de 4,3 km permite, incluso para hacerlo con niños.
INFORMACIÓN: Ayuntamiento de El Tiemblo. Tel. 91 862 5002. Web: www.eltiemblo.es.
10- Somiedo
Las montañas de Somiedo son un conjunto de picos, valles y pequeños pueblos situados en la mitad occidental asturiana, al sur de esa comunidad. La estructura geológica sobre la que se asienta este territorio se caracteriza por una variada complejidad y un relieve abrupto dominado por impresionantes pendientes que dan como resultado encajonados valles de difícil acceso y elevadas cumbres. Se estructura en cinco valles principales: el de Saliencia, Valle del Lago, Puerto de Somiedo y Pigüeña. Todos ellos atesoran un gran valor paisajístico, natural y, sobre todo, humano. Una de las rutas a pie que mejor permite apreciar el encanto y valor de este entorno natural es la que conduce hasta los lagos de Somiedo, situados en la zona alta del parque, que constituyen, además, uno de sus mayores atractivos ecológicos y paisajísticos.
TITULO: EL CLUB COMEDIA - Cabuvy, el de los mil y un chistes ,.
Cabuvy, el de los mil y un chistes,.
Esta noche celebra en El Corral de las Cigüeñas que los 20 años que lleva en los escenarios... «no son nada»,.
Cuando empezó era camarero en el café 'La Habana', en la zona de Pizarro, y ahora es camarero en la cafetería del Hospital San Pedro de Alcántara. Cuando empezó era un joven que se había criado en Llopis Ivorra, y ahora vive en Mejostilla (bueno, él dice 'Lejostilla'). Sigue teniendo la misma gracia y el mismo buen hacer, y siempre en su Cáceres. «Soy cacereño a saco -confiesa-. Soy un enamorado de Cáceres, de mi ciudad. Aquí hay una calidad de vida que ya la quisieran otros en España. Aquí se vive de maravilla».
En febrero del año 2000 el veterano humorista Franquete dio la alternativa al joven Cabuvy, los dos vestidos de toreros en un Gran Teatro lleno hasta la bandera. Desde entonces el humorista se ha curtido. Él hace un balance positivo de sus 20 años de humorista. «Cuando empecé no tenía ni idea, partía de cero, ahora ya son muchas tablas, muchos pueblos, muchos escenarios y, poco a poco, se va aprendiendo». Él trabaja en bodas, bautizos y comuniones, la consabida BBC, pero también en eventos de empresas. Por ejemplo, ha actuado en los paradores de Santiago de Compostela, de León y Teruel. Ha presentado a cantantes como Sabina y Estopa, ha hecho cortos, vídeos musicales, radio, teatro y ha actuado en programas de televisión. «Voy a donde me llamen -dice-. El verano pasado me llamaron de Got Talent para actuar. Iba a ir, pero al final no pude porque me tuvieron que operar. Era el año siguiente de ganar el concurso El Tekila, el paisano que dejó el pabellón muy alto, le gustara o no a Risto».
«El verano pasado me llamaron de Got Talent, iba a ir pero no pude porque me operaron»
El nombre que le pusieron al inscribirlo al
nacer fue el de Andrés Fernández Cortijo, pero le conocen por Cabuvy por
un familiar, según cuenta: «Mi hermano mayor me decía 'orejas' porque
es verdad que las tengo. Mi madre le pilló un día y le reprendió, 'no
vuelvas a llamar 'orejas' al muchacho', le dijo; y ya no me volvió a
llamar 'orejas' ,pero sí Cabuvy, que era el nombre de un camello de una
serie de dibujos animados que tenía unas buenas orejas». La serie es
Shazzan, que así se llamaba un genio de 'Las mil y una noches' que
montaba un camello mágico con alas que se llamaba Kaboobie.El humorista cacereño es más de contar chistes cortos que de monólogos y, muchas veces, entre chiste y chiste lanza un grito '¡Hu Ja!' que descubre que también viene del mundo de los dibujos animados. «Lo dice Johnny Bravo, un tipo con tupé que grita algo parecido sobre todo cuando ve una mujer. En realidad dice '¡Hi Ja!', pero yo pensaba que decía '¡Hu Ja!' y así se ha quedado».
Cuando se le pregunta cuántos chistes puede contar en una actuación, él afirma que sabe más de mil chistes, pero desconoce cuántos puede contar durante unas dos horas en el escenario. «Nunca los he contado, y mira que tengo ganas de saberlo; pero siempre se me olvida». Igual alguien los cuenta esta noche.
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