DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - Blas Cantó: «No le tengo miedo a un puesto» , fotos,.
Blas Cantó: «No le tengo miedo a un puesto»,.
El cantante, que representará a España en el Festival de Eurovisión, ve ya con esta designación «un sueño cumplido»,.
-Al fin va a Eurovisión.
-Eso demuestra que la paciencia es muy importante. A quien hace las cosas con paciencia, tarde o temprano le llega el momento. Me preguntaban siempre si quería ir a Eurovisión y tal, pero nunca tuve el momento idóneo. Es un proyecto que hay que cuidar mucho, que hay que dedicarle mucho tiempo y estar muy centrado, y en los años anteriores he tenido giras, conciertos, firmas de discos, grabaciones. y siempre descartaba la oportunidad. Este año, después del último concierto en Madrid del 17 de diciembre, me iba a dar un respiro. Me iba a dar (risas), porque ahora ha empezado este proceso, que me hace mucha ilusión porque tengo ese tiempo para él.
-¿Por qué cree que España ha acumulado malos resultados en las últimas ediciones?
-Nunca se sabe. Conectar con el público no es fácil, y tener la canción que toda Europa vote tampoco lo es. Se han probado mil fórmulas, mil canciones, mil estilos, muchos tipos de artistas. pero lo seguimos intentando. Este año es otro intento, y esperamos que sea positivo. Yo creo que lo será, porque tengo muchas ganas, estoy encima de las canciones, componiéndolas, viendo a dónde van. y dando lo mejor de nuestro país.
-¿Los malos puestos y las críticas han influido en su decisión?
-Influyen en el proceso. Pones en la balanza lo bueno y lo malo, y piensas: '¿Qué puede pasar?' Si me va mal en Eurovisión, sigo mi carrera como hasta ahora, que me va muy bien, o no me va tan mal, y estoy muy contento. Eurovisión no te cambia la vida ni para bien ni para mal. Al final, si tienes un proyecto y sigues haciendo tu música, un mal puesto en Eurovisión no te lo puede arruinar. Por ejemplo, Miki no quedó como algunos esperábamos, pero ha sacado su disco, ha sido número uno, sigue haciendo su gira, llena los sitios a los que va. La vida sigue, y tenemos que entender que es un paso más en nuestra carrera.
-¿Diría que ha cumplido un sueño, o depende de cómo transcurra el festival?
-El sueño de Eurovisión ya está cumplido. El hecho de formar parte del festival, de ver mi nombre cuando salga la lista de todos los representantes, ya es muy especial y no pido nada más. Independientemente del resultado, que espero que sea positivo.
-¿Con qué género le gustaría salir al escenario?
-Con el mío (risas), pero con matices. Claro, yo cuando me subo al escenario canto en inglés o en español y son cosas diferentes, pero que son un mismo yo. Siempre he dicho que son mis dos mundos. ¿Qué mundo voy a llevar? Estamos en el proceso, llegando a un punto en el que me sienta cómodo, pero que haya una evolución por mi parte. Lo que sí tengo claro es que quiero cantar en español, llevar nuestra lengua a Europa, y luego ya iremos viendo. Ya estaba componiendo para mi nuevo álbum y ya tenía una idea de lo que quería ser o hacer en el futuro, y creo que eso que está en mi cabeza es lo que voy a acabar llevando al festival. Creo que puede ser una buena oportunidad para seguir mi camino y dar el pistoletazo de salida a una nueva etapa.
«Nunca perder la esperanza»
-¿Se ha marcado un objetivo?-Sí. Disfrutar cada día de aquí al 16 de mayo, porque a veces se nos olvida el proceso, y cuando llegas al festival miras para atrás y se han pasado seis meses y te ves sin haber disfrutado cada día. Me ha pasado con conciertos. Estás tan angustiado y presionado por que llegue el día, que no acabas disfrutando todo lo anterior.
-¿Y si hablamos de puestos?
-No le tengo miedo a un mal puesto. El hecho de estar ahí para mí es lo importante. La esperanza es lo que no tenemos que perder nunca. Tenemos que pensar que vamos a estar por arriba, sobre todo durante la actuación. En ese momento, hay que pensar que eres el número uno. Luego no depende tanto de ti.
TITULO: Las rutas Capone -Muba recorre la obra del artista extremeño Miguel Ángel Bedate,.
Muba recorre la obra del artista extremeño Miguel Ángel Bedate,.
foto / En el Museo de Bellas Artes de Badajoz (Muba)
se puede visitar la exposición del artista extremeño Miguel Ángel
Bedate, titulada Bedate. Los sueños de una vida, en la que se muestran 7
obras. Más de la mitad son óleos, muchos de gran formato, de 6x2
metros, auqnue también acoge grabados, esculturas en bronce o dibujos a
carbón o pastel. El autor nació hace 67 años en Coria y se formó en la
Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Mérida. Pintó su
primer cuadro con 11 años y la protagonista era una dehesa con toros. En
1972 presentó su primera exposición individual. El propio Bedate
reconoció que «por magnitud» esta es la exposición más importante que
presento, ya que además recoge sus cerca de seis décadas como pintor,
por lo que se puede apreciar su evolución como artista. Se trata de
obras «especiales», de las que no se ha querido separar y que ha
seleccionado de su colección particular. Se puede visitar por las
mañanas, de martes a domingo, de 10.00 a 14.00; y por las tardes, de
martes a sábado, de 16.00 a 20.00 horas.
más delicados. Tiempo, madera, agua pura y barricas que han
criado jerez son las claves del éxito de su licor
AJames
Stuart no le preocupó
erigir una destilería de whisky enfrente de un cementerio. Ni era supersticioso ni aprensivo. A él lo que le preocupaba, cuando fundó
la fábrica en 1878, era crear
un espirituoso suave y
afrutado, inédito hasta
entonces. El lugar era perfecto. Glenrothes se encuentra en la región del Speyside, donde se acumulan decenas de destilerías en
las que se elaboran los
whiskis más elegantes y delicados. Stuart eligió para su proyecto el pueblo de Rothes, en el nordeste de Escocia, un rincón bucólico
regado por las aguas
del Burn of Rothes y
circundado por unos excepcionales campos de cebada. El clima era inmejorable para que el noble caldo envejeciera en barricas de
roble americano.
Ahora
para alumbrar
el destilado se emplean
toneles en los que antes se ha criado jerez. No todas las marcas lo hacen, porque la barrica de jerez es diez veces más cara que el resto.
Fiel a sus principios, los
sucesores de Stuart se esfuerzan por seguir una tradición artesanal que se traduce en uno de los mejores maltas para paladear sin prisas.
Madera y tiempo.
Son los ingredientes
imprescindibles para la
crianza de un buen whisky
de malta. Dicen que para
elaborarlo es preciso
disponer de un agua
sin par. El whisky de Glenrothes bebe de los manantiales
Brauchill y Fairies Well, que luego se funden
con otras dos fuentes, el Ardcanny Spring y
el Dounie Well, procedentes del norte.
Glenrothes es una de las pocas destilerías que dispone de su propio suministro de agua para producir, procesar y rebajar el licor.
Es mediodía y en el aire flotan vagos efluvios de whisky.
El riachuelo que corre parejo a la finca discurre con brío,
cabrillea al chocar contra algunas piedras y arranca del
lecho destellos cobrizos. Se diría que el caudal también está empapado de whisky;
pero no, simplemente
las lluvias persistentes
han arrancado trozos de turba que confieren al borboteo de las aguas un tinte rojo.
un whisky de malta
(cebada germinada, que se fermenta
en agua de manantial, purísima y muy pobre en sales) es laborioso.
Primero se selecciona la cebada, luego se muele y
la harina resultante se mezcla con agua caliente
para disolver los azúcares. Es entonces cuando se procede a la fermentación con levadura. El mosto fermentado, con un sabor que
evoca al de la cerveza, se transfiere a
alambiques de cobre, que en Glenrothes son especialmente estilizados. La destilería dispone de diez alambiques que funcionan por parejas.
que se condensan en los primeros y en los últimos minutos del proceso-,
que están preñadas de impurezas y sustancias nocivas. Solo se conserva
el corazón, un líquido límpido e incoloro con un 69% de
alcohol y que desprende un olor similar al orujo.
Apartada de los alambiques se encuentra la tonelería,
en la que los trabajadores se afanan desmontando y
reparando barricas. En estos recipientes el whisky, que exige una maduración de al menos tres años, va adquiriendo reflejos dorados y ambarinos. No solo
eso, también se va enriqueciendo de notas
especiadas (canela, vainilla, pimienta,
nuez moscada) y sabores. En Glenrothes
lo saben y se enorgullecen de que el
licor pase de la barrica a la botella manteniendo
su color natural. El que se destila en
Rothes tiene fama de tener una textura
cremosa. Al contacto con la madera,
la graduación alcohólica se reduce,
entre un 2% y un 4% al año.
Una ley de oro que va a misa dice que el mejor whisky debe criarse en la mejor barrica.
El tiempo de maduración está
subordinado a numerosas
variables, como la
temperatura y la humedad.
La edad del whisky de malta que se despacha en los comercios oscila entre cinco y los 25 años. Los entendidos no son partidarios
de que se superen los 25 años en madera, dado que el whisky adquiere entonces un regusto levemente amargo y desagradable al paladar.
En esta destilería no se complican
la vida con ornamentaciones artificiosas.
La botella se vende sin caja y en
la etiqueta se reproducen
anotaciones manuscritas. Su
forma redondeada realza el contenido. Su elegancia reside en su desnudez.
A la salida de la tonelería
persiste el ruido de los mazos
golpeando machaconamente las
barricas. Fuera las nubes se compactan y no dejan pasar ni un resquicio de sol. Los muertos del cementerio deben pasar frío. Las lápidas están negras.
Dicen que ese tono oscuro es producto
de las 'parte de los ángeles', esa porción
de alcohol que se evapora anualmente y que
tiñe con tonos sombríos la piedra. En un lugar
tan desabrigado, ¿qué pueden hacer si no los
difuntos para calentar sus huesos que aspirar un trago largo de whisky?,.
Siempre
he creído que nuestro comportamiento a la hora de conducir nos delata,
que pone al descubierto nuestra personalidad, lo mejor y lo peor. Basta
un pequeño trayecto en coche para descubrir a una persona intolerante y
maleducada, así como a la más cívica y cortés. Nuestra actitud como
conductores pone en evidencia nuestro grado de civismo, unos cediendo
amablemente el paso a los peatones y otros saltándose los límites de
velocidad. Y desde que el mes de septiembre nos sorprendió con
bicicletas dibujadas en algunas calles junto a limitaciones de velocidad
de 30 kilómetros por hora, no he hecho sino constatar la misma idea.
Encendidos debates en las páginas de denuncia de las redes sociales
ponen de manifiesto el enfado de los más intolerantes, alegando, a falta
de otra argumentación, que Cáceres no es lugar para bicicletas, que
será peligroso o que como son minoría no hay que teneros en cuenta. En
el fondo lo que subyace, de manera equivocada, es la lucha de David
contra Goliat, la superioridad de los coches frente a las bicicletas.
Pero lo que propone el Plan Integral de Movilidad Urbana Sostenible
(PIME) es compartir carriles desde el respeto y la educación, con unas
reglas claras, basadas en la limitación de velocidad y el uso compartido
de carriles, para facilitar así los desplazamientos en bicicletas.
Circular por las aceras con ellas eso sí que es peligroso. Pocas
ciudades en España tienen mejor aire para respirar que la nuestra, pero
la contaminación urbana, ese enemigo invisible que provoca problemas de
salud, las emisiones de CO2 y sus repercusiones en el medio ambiente ya
no son ninguna película de ciencia ficción. Por eso seguir disfrutando
de este lujo de aire pasa, amén de por fomentar el transporte público,
por hacer un hueco a las bicicletas.
Representantes
de dos ayuntamientos gobernados
por Extremeños, dos por el PSOE y otros dos
por el PP. Ese es el reparto salomónico que ha
querido hacer el nuevo presidente de la Mancomunidad
de Municipios del Campo Arañuelo, Raúl Medina,
al formar la junta de gobierno de la entidad que encabeza desde hace varias semanas.
La composición de la junta se aprobó en la asamblea
que la mancomunidad celebró en el ayuntamiento
de Majadas de Tiétar -población de la que Medina
es concejal- para poner en marcha el nuevo
organigrama de funcionamiento. Le acompañan
el alcalde de Berrocalejo, Ángel Pedro Martínez,
del PSOE, como vicepresidente, y tres alcaldes más y un concejal
como vocales. Los alcaldes son Marco Pascasio, de Belvís de Monroy y perteneciente a Extremeños;
el socialista Juan Luis Curiel, de Casas
de Miravete, y el popular Luis Perona, de
Tiétar. El edil es Cristian Bravo, de Saucedilla, donde gobierna el PP.
«Hemos querido hacer un reparto equitativo
para que estén representados los tres partidos y decidamos las cosas entre todos, porque a mí me gusca dialogar y buscar acuerdos», decía a HOY al explicar esa composición.
Otros asuntos abordados en la asamblea fueron la creación de la Comisión Especial de Cuentas, la periodicidad de las sesiones ordinarias
(cada tres meses como máximo),
la designación de representantes en
Arjabor, que serán el presidente y el vicepresidente, y, finalmente, la prórroga del convenio del Servicio Social de Base para el año 2020.
Para próximas asambleas quedan la designación de responsables de áreas entre los alcaldes o concejales de los veinte municipios que forman el colectivo o los servicios que podrían trasladarse, con la presidencia, a Majadas de Tiétar.
La mancomunidad cuenta en la actualidad con casi medio
centenar de trabajadores repartidos en diferentes prestaciones y servicios.
TITULO: Un país mágico - Escocia dentro de la botella , .
El sabado -19- Octubre a las 18:30 por La 2, foto,.
Escocia dentro de la botella,.
La destilería de Glenrothes elabora uno de los whiskis de maltamás delicados. Tiempo, madera, agua pura y barricas que han
criado jerez son las claves del éxito de su licor
erigir una destilería de whisky enfrente de un cementerio. Ni era supersticioso ni aprensivo. A él lo que le preocupaba, cuando fundó
la fábrica en 1878, era crear
un espirituoso suave y
afrutado, inédito hasta
entonces. El lugar era perfecto. Glenrothes se encuentra en la región del Speyside, donde se acumulan decenas de destilerías en
las que se elaboran los
whiskis más elegantes y delicados. Stuart eligió para su proyecto el pueblo de Rothes, en el nordeste de Escocia, un rincón bucólico
regado por las aguas
del Burn of Rothes y
circundado por unos excepcionales campos de cebada. El clima era inmejorable para que el noble caldo envejeciera en barricas de
roble americano.
Ahora
para alumbrar
el destilado se emplean
toneles en los que antes se ha criado jerez. No todas las marcas lo hacen, porque la barrica de jerez es diez veces más cara que el resto.
Fiel a sus principios, los
sucesores de Stuart se esfuerzan por seguir una tradición artesanal que se traduce en uno de los mejores maltas para paladear sin prisas.
Madera y tiempo.
Son los ingredientes
imprescindibles para la
crianza de un buen whisky
de malta. Dicen que para
elaborarlo es preciso
disponer de un agua
sin par. El whisky de Glenrothes bebe de los manantiales
Brauchill y Fairies Well, que luego se funden
con otras dos fuentes, el Ardcanny Spring y
el Dounie Well, procedentes del norte.
Glenrothes es una de las pocas destilerías que dispone de su propio suministro de agua para producir, procesar y rebajar el licor.
Es mediodía y en el aire flotan vagos efluvios de whisky.
El riachuelo que corre parejo a la finca discurre con brío,
cabrillea al chocar contra algunas piedras y arranca del
lecho destellos cobrizos. Se diría que el caudal también está empapado de whisky;
pero no, simplemente
las lluvias persistentes
han arrancado trozos de turba que confieren al borboteo de las aguas un tinte rojo.
El néctar pasa de la barrica a la botella manteniendo su color natural
El proceso de gestación deun whisky de malta
(cebada germinada, que se fermenta
en agua de manantial, purísima y muy pobre en sales) es laborioso.
Primero se selecciona la cebada, luego se muele y
la harina resultante se mezcla con agua caliente
para disolver los azúcares. Es entonces cuando se procede a la fermentación con levadura. El mosto fermentado, con un sabor que
evoca al de la cerveza, se transfiere a
alambiques de cobre, que en Glenrothes son especialmente estilizados. La destilería dispone de diez alambiques que funcionan por parejas.
Una textura cremosa
El siguiente paso consiste en descartar las cabezas y las colas -las mezclasque se condensan en los primeros y en los últimos minutos del proceso-,
que están preñadas de impurezas y sustancias nocivas. Solo se conserva
el corazón, un líquido límpido e incoloro con un 69% de
alcohol y que desprende un olor similar al orujo.
Apartada de los alambiques se encuentra la tonelería,
en la que los trabajadores se afanan desmontando y
reparando barricas. En estos recipientes el whisky, que exige una maduración de al menos tres años, va adquiriendo reflejos dorados y ambarinos. No solo
eso, también se va enriqueciendo de notas
especiadas (canela, vainilla, pimienta,
nuez moscada) y sabores. En Glenrothes
lo saben y se enorgullecen de que el
licor pase de la barrica a la botella manteniendo
su color natural. El que se destila en
Rothes tiene fama de tener una textura
cremosa. Al contacto con la madera,
la graduación alcohólica se reduce,
entre un 2% y un 4% al año.
Una ley de oro que va a misa dice que el mejor whisky debe criarse en la mejor barrica.
El tiempo de maduración está
subordinado a numerosas
variables, como la
temperatura y la humedad.
La edad del whisky de malta que se despacha en los comercios oscila entre cinco y los 25 años. Los entendidos no son partidarios
de que se superen los 25 años en madera, dado que el whisky adquiere entonces un regusto levemente amargo y desagradable al paladar.
En esta destilería no se complican
la vida con ornamentaciones artificiosas.
La botella se vende sin caja y en
la etiqueta se reproducen
anotaciones manuscritas. Su
forma redondeada realza el contenido. Su elegancia reside en su desnudez.
A la salida de la tonelería
persiste el ruido de los mazos
golpeando machaconamente las
barricas. Fuera las nubes se compactan y no dejan pasar ni un resquicio de sol. Los muertos del cementerio deben pasar frío. Las lápidas están negras.
Dicen que ese tono oscuro es producto
de las 'parte de los ángeles', esa porción
de alcohol que se evapora anualmente y que
tiñe con tonos sombríos la piedra. En un lugar
tan desabrigado, ¿qué pueden hacer si no los
difuntos para calentar sus huesos que aspirar un trago largo de whisky?,.
TITULO: Diario de un nómada - Carreteras extremas - Las bicicletas,.
El domingo -20- Octubre a las 19:00 por La 2 , foto.
Las bicicletas
TITULO: Un trío en la cocina - Cocina -
fotos,. Un trío en la cocina -,.
La mancomunidad del Campo Arañuelo aprueba su nuevo organigrama,.
La junta de gobierno la forman dos Consistorios con mayoría de Extremeños, dos del PSOE y dos del PP,.
por Extremeños, dos por el PSOE y otros dos
por el PP. Ese es el reparto salomónico que ha
querido hacer el nuevo presidente de la Mancomunidad
de Municipios del Campo Arañuelo, Raúl Medina,
al formar la junta de gobierno de la entidad que encabeza desde hace varias semanas.
La composición de la junta se aprobó en la asamblea
que la mancomunidad celebró en el ayuntamiento
de Majadas de Tiétar -población de la que Medina
es concejal- para poner en marcha el nuevo
organigrama de funcionamiento. Le acompañan
el alcalde de Berrocalejo, Ángel Pedro Martínez,
del PSOE, como vicepresidente, y tres alcaldes más y un concejal
como vocales. Los alcaldes son Marco Pascasio, de Belvís de Monroy y perteneciente a Extremeños;
el socialista Juan Luis Curiel, de Casas
de Miravete, y el popular Luis Perona, de
Tiétar. El edil es Cristian Bravo, de Saucedilla, donde gobierna el PP.
«Hemos querido hacer un reparto equitativo
para que estén representados los tres partidos y decidamos las cosas entre todos, porque a mí me gusca dialogar y buscar acuerdos», decía a HOY al explicar esa composición.
Otros asuntos abordados en la asamblea fueron la creación de la Comisión Especial de Cuentas, la periodicidad de las sesiones ordinarias
(cada tres meses como máximo),
la designación de representantes en
Arjabor, que serán el presidente y el vicepresidente, y, finalmente, la prórroga del convenio del Servicio Social de Base para el año 2020.
Para próximas asambleas quedan la designación de responsables de áreas entre los alcaldes o concejales de los veinte municipios que forman el colectivo o los servicios que podrían trasladarse, con la presidencia, a Majadas de Tiétar.
La mancomunidad cuenta en la actualidad con casi medio
centenar de trabajadores repartidos en diferentes prestaciones y servicios.
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