BLOC CULTURAL,

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jueves, 5 de diciembre de 2024

7 DIAS CITAS , SI TIENES MINUTOS Y DESCANSO - ¡ BUENOS DIAS JAVI Y MAR ! - CADENA 100 - CALLEJEROS - Al rincón de pensar - Martes - 10 - Diciembre - Ganar la paz, sin disputar la guerra (y sin Trump) ,. / LA NOCHE LARGA, MUJERES EN PRIMERA LINEA, - LA CHICA LUNES - 9 - Domingo - 8 - DOS DIAS Y UNA NOCHE - MARTES - 10 - Diciembre - Gema Peñalosa - Las víctimas de abusos merecen más interés ,. / Viajeros Cuatro - 5 joyas que hacen brillar Baeza ,. / Ven a cenar conmigo - EL HOROSCOPO - Lucía Taboada - La ilusión tiene precio ,. / Batalla de Restaurantes - Recetas de cocina - Guisos tradicionales de siempre con una vuelta,.

 

 TITULO: 7 DIAS CITAS , SI TIENES MINUTOS Y DESCANSO - ¡ BUENOS DIAS JAVI Y MAR ! - CADENA 100 - CALLEJEROS - Martes - 10 - Diciembre  -  Ganar la paz, sin disputar la guerra (y sin Trump) ,.

¡ BUENOS DIAS JAVI Y MAR ! - CADENA 100 ,.

 Lo mejor del programa ¡Buenos díasJavi y Mar! que se emite cada mañana en CADENA 100 de 06:00 a 11:00 y que presentan Javi Nieves y Mar Amate,etc.
 

 Al rincón de pensar - Martes - 10 - Diciembre   ,.


Al rincón, anteriormente conocido como Al rincón de pensar, fue un programa de televisión español en el que cada semana dos personajes de plena actualidad (cantantes, políticos, actores, deportistas) se someterán a las preguntas Risto Mejide en su particular rincón. Se emitió los martes a las 00:00 horas en Antena 3., etc,.

 

  Ganar la paz, sin disputar la guerra (y sin Trump),.

 

 

Con la victoria del republicano, el 47º Presidente de los Estados Unidos tendrá un panorama geopolítico marcado por la inestabilidad,.

EEUU.- Trump dice que Zelenski es 'el mayor vendedor de la historia' mientras pide el final de la guerra en Ucrania

foto /  Donald Trump,.

Donald Trump ha vuelto al Despacho Oval de la Casa Blanca cuatro años después. Será a partir de enero cuando tome posesión como 47º Presidente de los Estados Unidos, superando a Biden como el mandatario americano más longevo en acceder al puesto.

Lo ha hecho tras ganar a la candidata demócrata Kamala Harris, con un resultado final de 223 votos electorales frente a los 279 conseguidos por el candidato republicano, quien ya fue mandatario americano entre los años 2016 y 2020.

Una vez tome posesión del cargo en las primeras semanas del año, Trump deberá afrontar un panorama geopolítico marcado por la inestabilidad producida por los conflictos en Oriente Próximo, protagonizados por Israel e Irán; el asentado protagonismo económico - político en el caso de China y creciente en el de India; así como el conflicto en Ucrania.

Una vez conocida la victoria de Trump la pasada madrugada, fue precisamente el mandatario actual ucraniano, Volodímir Zelenski, uno de los primeros en felicitar al candidato republicano.

"Recuerdo la gran reunión que tuvimos con el Presidente Trump el pasado septiembre, cuando discutimos en detalle acerca de la alianza estratégica entre Ucrania y Estados Unidos, el plan para la victoria y más alternativas para acabar con la agresión rusa contra Ucrania", aseguró Zelenski, quien también quiso manifestar que aprecia el compromiso del presidente Trump con su aproximación de los asuntos internacionales, marcada por su concepto de "paz a través de la fuerza".

Sin embargo, Trump ya ha manifestado su intención de no alargar los conflictos internacionales, ya que, según sus propias palabras, no va a empezar guerras, sino que las va a terminar.

Trump y Ucrania

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ya ha manifestado en un encuentro en Viena que está convencido que Trump lograría de manera rápida un alto en fuego en Ucrania en caso de victoria electoral, así como el conflicto en suelo ucraniano está perdido y que "Europa [...] solo puede crear la guerra, pero no la paz".

En términos similares se ha expresado el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien espera que su "amigo" contribuya a terminar las guerras nacionales y globales, como la mencionada de Ucrania y las tensiones en Oriente Próximo; y el presidente eslovaco, Robert Fico.

A ellos también se les ha unido el primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, quien admitió que el triunfo de Trump puede suponer una reducción del apoyo de Estados Unidos hacia Ucrania, más aún si se tiene en cuenta que EE.UU. "es el principal contribuidor" del país liderado por Volodímir Zelenski.

Alineándose con estas afirmaciones, los datos de Statista del pasado mes de febrero, Estados Unidos supone una ayuda para Ucrania superior a los 65.000 millones de euros, siendo 43.000 apoyo militar. El último paquete de ayuda anunciado, concretamente, data del pasado 6 de septiembre.

Según el gobierno saliente de Joe Biden, este tiene un valor de 250 millones de dólares en armas y equipo, incluyendo "misiles y apoyo de defensa aérea, municiones para sistemas de cohetes y artillería, armas antitanque, vehículos de combate de infantería Bradley y otros vehículos blindados, y otras capacidades prioritarias".

Por tanto, y en caso de que Trump decida reducir o eliminar toda ayuda hacia Ucrania, sin duda las circunstancias empeorarían para el gobierno de Zelenski, que en los últimos meses siempre ha manifestado la necesidad continua de material para continuar con la defensa del territorio.

Trump, por su parte, manifestó en una entrevista el pasado año que mantendría una buena relación tanto con Zelenski como con el presidente ruso, Vladimir Putin, así como acabaría con el conflicto "en un solo día".

En una reciente entrevista en el podcast de Lex Fridman, el magnate aseguró que ya tenía "un plan muy exigente" para finalizar el conflicto, aunque no dio detalles porque, en caso de hacerlo, no podría utilizarlos en el futuro y no tendrían éxito.

JD Vance, candidato a la vicepresidencia de los EE.UU. con Trump, desveló en otra entrevista que iniciaría negociaciones, en primer lugar, con Rusia, Ucrania y los diferentes países interesados en el fin de las hostilidades, detallando que el Kremlin conservaría las zonas ocupadas en el territorio ucraniano y que Ucrania mantendría su soberanía a cambio de mantener su neutralidad no uniéndose a la OTAN.

 

 TITULO:  LA NOCHE LARGA, MUJERES EN PRIMERA LINEA, - LA CHICA LUNES - 9  - Domingo - 8 - DOS DIAS Y UNA NOCHE - MARTES - 10 - Diciembre - Gema Peñalosa - Las víctimas de abusos merecen más interés ,.

 

DOS DIAS Y UNA NOCHE - MARTES - 10 - Diciembre   ,.

 

 El programa está conducido por la periodista catalana Susanna Griso. Cada semana visitará la casa de un personaje famoso relevante y mediante el hilo conductor de la entrevista, irá desgranando la vida de los famosos. Como novedad la periodista se instalará en las casas de los invitados durante dos días pasando una noche allí. El MARTES - 10 - Diciembre ,  a  las 22:40 por antena 3, etc.

  LA NOCHE LARGA, MUJERES EN PRIMERA LINEA, - LA CHICA LUNES - 9 - Domingo - 8 - DOS DIAS Y UNA NOCHE - MARTES - 10 - Diciembre - Gema Peñalosa - Las víctimas de abusos merecen más interés,.

Gema Peñalosa - Las víctimas de abusos merecen más interés,.

 Gema Peñalosa: «A las víctimas de violencia sexual se les veía como pruebas vivientes del crimen»

fotos / Gema Peñalosa ,.

Antonio Cosme Velasco, el Pincelito, vecino de Benejúzar (Alicante), con 62 palos a sus espaldas, violó a la niña Verónica, de trece, cuando ésta iba a por una hogaza de pan el 17 de octubre de 1998. El tío fue a chirona, obtuvo un permiso penitenciario, se paseó por el pueblo, se encontró con la madre de la cría, Mari Carmen, y el muy hijo de (pitido censor) le preguntó: “Buenos días, señora. ¿Cómo está su hija?”. Al poco, la mujer vertió una botella de un litro de gasolina sobre su cabeza y le prendió fuego. El violador murió a los diez días; Mari Carmen, tras muchas idas y venidas judiciales, acabó en chirona.

Gema Peñalosa (Aracena, Huelva, 1980) cubrió la segunda parte de esta historia para El Mundo, periódico en el que trabaja desde hace más de 20 años. Como el resto de compañeros que se ocuparon del suceso, descubrió el polvo terrible que precedió al lodo. En Fuego (Libros del KO, 2022), la periodista narra el infierno de Verónica y de Mari Carmen sin la urgencia de la actualidad, profundizando en los personajes y analizando los mecanismos sociales que posibilitan que las mujeres sigan sometidas a tanta violencia sexual. Es un libro que agarra del cuello, que pone de mala hostia por lo que narra y que alivia porque demuestra que, por un lado, las víctimas disponen de más herramientas de defensa; por otro, que la tropa, excepciones deleznables al margen, ya no entiende la violación como una vergüenza, sino como lo que realmente es: un crimen atroz. Conversamos sobre el tema:


—Señora Peñalosa, ¿para qué debiera servir un periodista?

"Cuando se confunde la información con la opinión, y eso se ve mucho, es peligroso"

—El periodista tiene que acercar a la sociedad las cosas que están sucediendo, tiene que ofrecer un testimonio de primera mano y de una manera objetiva. Nuestra responsabilidad es muy grande: lo que escribimos permite que muchas personas formen sus opiniones o sus sensibilidades. Desde nuestra óptica, desde nuestro prisma, pero apostando siempre por la objetividad. Yo me dedico al periodismo de sucesos y de tribunales y siempre he procurado ser especialmente cuidadosa. Los sucesos son temas muy delicados, y en los tribunales se abordan cuestiones que afectan mucho a la sociedad. Entonces, a la hora de contar estas noticias, hay que hacerlo de una manera clara y entendible, pero, sobre todo, objetiva, sin retorcer la información ni caer en las interpretaciones personales. Cuando se confunde la información con la opinión, y eso se ve mucho, es peligroso. Entonces, ya no se está informando. Tú tienes que poner las cosas para que el lector o la persona que escucha la radio o la tele se forme una opinión él mismo.

—¿Hasta qué punto el asesinato de Ana María Jerez Cano o el crimen de las niñas de Alcàsser le encauzaron hacia el periodismo de sucesos y tribunales?

—Yo ya quería ser periodista cuando tenía cinco años. Nunca he querido dedicarme a otra cosa. Por los casos que mencionas y por cómo reaccionaba la sociedad. Lo de Ana María Jerez Cano ocurrió cuando yo tenía once años. Lo seguí con un especial interés, sobre todo, en Informe Semanal, que lo veía mucho. Como habrás comprobado, los medios hemos evolucionado mucho en cuanto al tratamiento y a la sensibilización de los sucesos. Por ejemplo, se tiene más cuidado a la hora de poner determinadas imágenes; yo, cuando tengo una sentencia sobre un tema delicado, como puede ser un abuso sexual o una violación, no abundo en los detalles de cómo sucedieron los hechos… en ese tipo de cosas, los medios han evolucionado.

—¿Cuándo tiene constancia, por primera vez, de la historia que aborda en Fuego?

"La violación de Verónica no tuvo publicidad. Nadie se enteró, no salió en los medios. Tampoco la detención de este hombre. Nada. Salió a la luz cuando Mari Carmen lo quema"

—Un día, estábamos en la redacción y nos llega que una señora había quemado a un hombre en Benejúzar. Era el 2005: no había móviles como los de ahora, no había WhatsApp. No era todo tan inmediato, había que ir a preguntar, y entonces nos dimos cuenta todos de que estábamos ante la segunda parte de una historia que había empezado en el 98: este hombre había violado a una niña. Si te das cuenta, la violación de Verónica no tuvo publicidad. Nadie se enteró, no salió en los medios. Tampoco la detención de este hombre. Nada. Salió a la luz cuando Mari Carmen lo quema. Empezamos a tirar del hilo y trabajamos la información.

—No sabe cuánto me repugna la reacción que tuvieron los vecinos de Benejúzar con Mari Carmen y, sobre todo, con Verónica.

—Estaban en un entorno pequeño en el que no encontraron apoyos: ni apoyo social, ni social, ni psicológico, ni económico. Ahora, las víctimas están mucho más protegidas. En esa época, los mecanismos de protección estaban en pañales. No había concienciación social.

—Al margen de eso, me revuelven las tripas el algo habrá hecho y derivados.

"Pese a que las denuncias falsas son minoritarias, han marcado mucho la desconfianza hacia las víctimas."

—La historia de Mari Carmen y de Verónica sucede en un arco temporal de veinte años que es muy rico. La violación de Verónica se produce en el 98; cinco años antes, ocurrió el crimen de las niñas de Alcàsser. Y el libro termina con la sentencia de La Manada, estando ya Mari Carmen en la cárcel. Han pasado muchas cosas en ese arco temporal, la sociedad ha evolucionado mucho. Los mecanismos legales han cambiado, aunque todavía se están afinando. Con el paso del tiempo, la sociedad ha ido cobrando conciencia, las víctimas disponen de unas herramientas de las que antes no disponían. Durante siglos, el agresor sexual gozaba socialmente de un clima en el que se permitían estas agresiones y no se cuestionaban. Me parece que se percibe cierta evolución, y una de las intenciones de este libro era plasmarla. Se ha avanzado y se han detectado conductas que antes se naturalizaban. De hecho, en el libro menciono un pasaje de la Biblia en el que se habla de una denuncia falsa (la de la mujer de Putifar a José). Pese a que las denuncias falsas son minoritarias, han marcado mucho la desconfianza hacia las víctimas. También hablo de un juez del siglo XIX que decía, textualmente, que la violación es un delito “muy fácil de denunciar y muy difícil de probar”. Todo esto nos ayuda a ver la evolución y las pequeñas conquistas que hemos alcanzado. Ahora bien, todavía hay que afinar para que estas conductas se corrijan.

—¿Por qué decidió contar la historia de Mari Carmen y de Verónica en un libro?

—Como sabes, cubrí el suceso en su momento. Libros del KO se puso en contacto conmigo y me propuso recuperar la historia y convertirla en un libro. Me apetecía mucho profundizar en esta historia porque, como has visto, tiene muchas aristas. Más allá del suceso en sí, me he detenido en los personajes, en sus circunstancias, en la evolución de la sociedad… He podido acercarme a la historia sin la urgencia del día a día, como cuando sucedió, profundizar en ella de una manera más pausada y ver este tipo de cosas que te estoy diciendo.

—¿Contactó con las protagonistas?

"Cuando Verónica, siendo menor, tuvo que declarar en el juicio contra su violador, no se puso un biombo ni se tuvo el más mínimo cuidado"

—Claro. Sí, he hablado con ellas. Por cierto, volviendo a la evolución sobre este tipo de casos, hay escenas que, hoy en día, serían impensables. Cuando Verónica, siendo menor, tuvo que declarar en el juicio contra su violador, no se puso un biombo ni se tuvo el más mínimo cuidado. El abogado del violador le hizo preguntas del todo improcedentes, no se tuvo tacto alguno. Esto, hoy en día, no sucedería. Cuando ella volvió al colegio, no se activó ningún protocolo, no hubo ningún equipo psicológico, ni una reunión de padres…

—Supongo que, hoy por hoy, el juez de Vigilancia Penitenciaria le impondría al Pincelito alguna medida de alejamiento para que no se acercara a su víctima o a su familia, cosa que no se produjo entonces.

—No le impuso ninguna medida de alejamiento ni tampoco avisaron a Mari Carmen y a su familia. No les dijeron: “Oye, que este señor va a salir, que te lo puedes encontrar. Estate prevenida”. Cuando él se la encuentra y le pregunta “señora, ¿cómo está su hija?”, y eso está recogido en la sentencia, no lo digo yo, ella tiene una explosión mental. Y esa pregunta es la que le sirve para que el Supremo le rebaje la condena, porque la Audiencia Provincial de Alicante condena a Mari Carmen a nueve años de cárcel. El Supremo la rebaja a cinco porque entiende que hay una provocación en esa pregunta.

—¿Cómo se han tomado que usted cuente lo que vivieron?

—Desde el respeto, me acerqué a ellas, hablé con ellas y les pregunté. No he querido entrar en más cosas personales. Rescatar este capítulo de sus vidas después de tanto tiempo… La verdad es que han sido generosas al dejarme contar este episodio a través de sus ojos y de sus sentimientos.

—¿Qué ha aprendido mientras escribía este libro?

"He cobrado más conciencia sobre la falta de apoyos y la soledad que sintieron ellas"

—Como te decía, que hemos evolucionado como sociedad. También los medios de comunicación, que tenemos una sensibilidad distinta a la hora de abordar este tipo de problemáticas. He cobrado más conciencia sobre la falta de apoyos y la soledad que sintieron ellas. ¡Estamos hablando de una niña de trece años violada por uno de 62! Creo que es un problema estructural de la sociedad que nos atañe a todos. Antes se podía ver como una cuestión aislada, pero no lo es. Antes, a las víctimas de violencia sexual se les veía como pruebas vivientes del escenario del crimen. Eso lo hemos superado y, poco a poco, con conciencia, estamos llegando a otras cosas. De eso me he dado cuenta mientras hacía el libro. Y me alegra bastante. La sociedad reacciona de otro modo y esa es buena señal, aunque el cambio que se percibe no significa que hayamos avanzando lo suficiente.

—Por cierto, ¿cree que está coja la ley del “sólo sí es sí”?

—Uff, yo, en estas cosas, prefiero no meterme, la verdad. Yo he venido a hablar de mi libro, como Paco Umbral (risas).

—Para finalizar, ¿qué tal la experiencia de gestar y parir un libro?

—¡Buah! La verdad es que ha sido un año largo y duro. Ten en cuenta que yo me mudé a Madrid con mi familia, empecé en el trabajo y tenía el libro ahí… Lo he disfrutado mucho, pero también lo he sufrido mucho. Ahora estoy contenta.

 

TITULO:  Viajeros Cuatro -   5 joyas que hacen brillar Baeza ,.

 

El Miércoles - 11 - Diciembre a las 22:45 por La

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  5 joyas que hacen brillar Baeza,.

 

 

No es necesario pasar mucho tiempo en sus calles empedradas, sus incontables iglesias, y sus casas nobiliarias para comprender por qué Baeza fue declarada Patrimonio Histórico de la Humanidad en 2003. Empapada de historia, marcada por el esplendor del Renacimiento y rodeada de un auténtico océano de olivos, su atractivo ha sido algo eclipsado (injustamente) por la fama de su vecina Úbeda, también Patrimonio Mundial. Pero Baeza cuenta con multitud de rincones que le permiten destacar por sí misma, como la clase en la que Antonio Machado impartió francés y literatura, la torre de la catedral o la extraña Iglesia de la Santa Cruz. Proponemos visitar cinco lugares que le dan a la ciudad ese brillo tan particular.

1. La Fuente de los Leones

El origen de Baeza se remonta a la prehistoria, por eso en sus calles y plazas acumula vestigios de todos los períodos del pasado. El más antiguo de ellos es la Fuente de los Leones, de época íbera, ubicada en la plaza del Pópulo o de los Leones. Originariamente fue un monumento funerario ubicado en Cástulo, hoy un yacimiento arqueológico a 27 kilómetros de la ciudad. En el siglo XVI, lo trasladaron a Baeza para convertirlo en una fuente que recuerda a una más famosa: la de la Alhambra de Granada.

arcos plaza leones baeza
El arco Villalar y la puerta de Jaén son las dos obras que cierran la plaza de los Leones.

"En aquella época, se decoraban los espacios con animales que tenían que ver con la fortaleza", cuenta María Jesús Rodríguez, guía turística especializada en Úbeda y Baeza. Esta fuente cuenta con dos leones y dos caballos, todos recostados como símbolo del reposo. Coronando la columna, Imilce, princesa íbera de Cástulo que ha tenido hasta tres cabezas distintas a lo largo de la historia. La fuente es el centro de la plaza, situada justo a la salida de la muralla musulmana, cuyos límites traspasaron los baezanos en el siglo XVI.

escudo oficina de turismo baeza
Los escudos de la Oficina de Turismo delatan su pasado como Audiencia Civil.

En ella se encuentran edificios emblemáticos de la ciudad que merecen la pena observar, como el de las Antiguas Carnicerías y el que albergaba la Audiencia Civil y la Escribanía Pública, hoy un taller de bordado y la Oficina de Turismo, respectivamente. Se cuenta que en uno de sus balcones había un altar de la Virgen del Pópulo desde el cual se ofició la primera misa cristiana tras la conquista de la ciudad por Fernando III, en 1227. Su fachada aúna todos los elementos del arte plateresco y sus gárgolas tienen una particularidad: en vez de utilizarse para evacuar las aguas, como en las catedrales góticas, "están sacadas de contexto y sirven para decorar".

fuente leones baeza
 
La fuente, antiguo monumento funerario, fue encontrada en el yacimiento arqueológico de Cástulo.

Cierran la plaza dos magníficos arcos de triunfo ojivales con almenas decorativas: el arco de Villalar, colocado en 1522 para conmemorar la victoria de Carlos I sobre los Comuneros en la vallisoletana Villalar; y la puerta de Jaén, originalmente en la muralla y trasladada a su nueva ubicación en 1526, con motivo de la visita a la ciudad del emperador.

2. La plaza de Santa María

Como ocurre en Úbeda con la plaza Vázquez de Molina, en Baeza, la causa fundamental de la declaración de Patrimonio Mundial es una plaza en la que se concentran las construcciones más emblemáticas, perfecto reflejo del conjunto monumental renacentista que alberga la ciudad. Santa María era en su día la plaza pública y acogía desde ejecuciones hasta luchas a caballo. En ella aparecen representados los poderes fundamentales: el civil, a través del palacio de los Cabrera –después sede del concejo durante 300 años–, y, pegado a él, el religioso, con la catedral.

plaza santa maria torre catedral baeza
 
Vida cotidiana a los pies de la catedral.

Al otro lado de la plaza, está el antiguo Seminario San Felipe Neri, fundado en 1660 y hoy sede de la Universidad Internacional de Andalucía. La pista más clara de su pasado la da su fachada, repleta de vítores en rojo que María Jesús califica como "el grafiti de la época". Realizados con sangre de toro, hoja de acanto y óxido de hierro, servían para reconocer a quienes obtenían el doctorado y, según lo que pagaran, se colocaban a una altura determinada.

iglesia santa maria baeza
La plaza de Santa María es el lugar más visitado de la ciudad.

"Sigue habiendo mucho misterio sobre a quiénes pertenecen, pero el que nunca pasa desapercibido es el de Diego de los Cobos". Diego de los Cobos era sobrino de quien fuera secretario de Carlos I, Francisco de los Cobos. Por ello no falta junto a su vítor una corona que demuestra su cercanía al rey.

seminario san felipe neri baeza
 
Las pinturas del seminario de San Felipe Neri están realizadas con sangre, acanto y óxido.

Eso sí, como todo natural de Úbeda, no pudo librarse de una pullita baezana que refleja la eterna rivalidad entre ambas ciudades: en la misma fachada, lo dibujaron vestido de obispo, haciendo sus necesidades en un bacín. Además de ser sinónimo de "listillo", bacín es el apelativo con el que los baezanos se refieren a los ubetenses. Pero el ingenio no falta en la zona: cuando estos lo descubrieron, bautizaron a los baezanos como bambollas (fanfarrones).

Cariátides y atlantes flanquean el grifo del que salió agua potable por primera vez en las calles de Baeza.
 
Cáriatides y atlantes flanquean el grifo del que salió agua potable por primera vez en las calles de Baeza.

En el centro de la plaza, un diamante en bruto: la Fuente de Santa María, colocada en 1564, durante el reinado de Felipe II, y la primera en dar agua potable a Baeza. Con forma de arco de triunfo, la sostienen pequeñas columnas clásicas sobre las que se alzan otras con forma de mujer –las cariátides griegas– y, sobre estas, su versión masculina: los atlantes.

plaza de españa baeza
 
Pasear por la plaza España de Baeza también es un buen plan.

3. Las vistas desde la catedral

Erigida sobre la antigua mezquita, la Catedral de la Natividad de Nuestra Señora de Baeza fue la primera sede episcopal de Jaén. La planta es rectangular debido a la falta de espacio alrededor, a las ampliaciones y a restauraciones a las que fue sometida tras el daño ocasionado por terremotos, la Guerra Civil y hasta el impacto de un rayo.

vistas catedral baeza
 
La mirada del visitante se pierde ante el horizonte tapizado de olivos.

En sus tres naves se entremezclan distintos momentos históricos y corrientes artísticas. La estructura gótica se revela en las bóvedas de nervio, el rosetón y los arcos apuntados, y acompaña a elementos renacentistas, como los arcos de medio punto agregados por Andrés de Vandelvira en el siglo XVI, tras el desplome de la zona central. El arquitecto dejó su sello indiscutible en la construcción al transformar el cuerpo afectado e incorporar su característica bóveda de pañuelo.

interior catedral baeza
 
La estructura de la catedral es gótica acompañada de elementos renacentistas.

Otro de los elementos imprescindibles de la catedral es la custodia procesional, realizada casi enteramente en plata por Gaspar Núñez de Castro a finales del siglo XVII. En sus 2,20 metros de alto y 220 kilos de peso, integra toda suerte de detalles, con escenas del Antiguo y del Nuevo Testamento, apóstoles, ángeles, campanas, jarrones de azucena –símbolo de la pureza–, juegos de columnas, y el triunfo de la fe en la imagen que corona el pedestal.

calles catedral baeza
Pasear por las calles aledañas a la catedral transporta al viajero a otra época.

"Hizo que se viera su conocimiento técnico, pero también el artístico. Es una pieza impresionante, trabajada de arriba abajo", destaca María Jesús antes de revelar que la costeó el canónigo de la catedral, Diego de Cózar, quien se la regaló al pueblo de Baeza, convirtiéndola así en uno de los iconos de la ciudad.

museo catedral baeza
Prendas seculares a todo lujo y antiguos manuscritos se pueden observar en el museo catedralicio.

En el lateral del edificio, se encuentra el espacio de recogimiento: un sencillo claustro que apenas cuenta con elementos decorativos. Esta austeridad no se traslada al museo contiguo, en el que pueden ojearse las sedas, terciopelos, brocados en oro e incrustaciones de piedras preciosas que lucen los textiles religiosos de entre el XV y el XIX. A su lado se acumulan inmensos libros de canto escritos en el mismo periodo, los más antiguos encuadernados con piel de cordero y decorados con pigmentos naturales.

campanario catedral baeza
El campanario es el punto más impactante de la catedral.

Pero si hubiera que elegir un solo motivo para visitar la catedral baezana, sin duda sería por lo que esconde su torre, en su día alminar de la mezquita. Merece la pena subir los 170 peldaños que llevan hasta el campanario para contemplar la ciudad desde las alturas. No podemos prometer que arriba recuperarás el aliento porque las vistas, sin duda, te dejan sin él.

4. El aula de Machado

En 1912, Antonio Machado sufrió una pérdida insoportable: su joven esposa Leonor, de apenas 18 años, falleció en Soria a causa de una tuberculosis. Como allí todo le recordaba a ella, pidió el traslado y fue a parar a Baeza. Al poeta le animaba regresar a Andalucía, su tierra, pero el recibimiento no fue el mejor. "Llegó a Baeza al atardecer de un 31 de octubre, noche de difuntos; caían chuzos de punta y no había nadie por la calle. Estaba deprimido hasta la médula", cuenta María Jesús.

aula machado baeza
Una de las aulas de este instituto se conserva tal y como estaba cuando Machado daba clase.

Cuando por fin encontró a alguien, preguntó por su único amigo en la ciudad, Leopoldo de Urquía Martín, director del Instituto General y Técnico en el que el poeta iba a tomar posesión de su cátedra, pero le respondieron que se encontraba en "la agonía". Tras el primer impacto, Machado descubrió que, lejos de estar cercano a la muerte, Urquía se encontraba bebiendo vino en la concurrida taberna de 'La Agonía'.

aula machado objetos baeza
Objetos y fotografías se conservan en honor al escritor.

El inicio no fue fácil, y a Machado le costó hacerse con la ciudad, pero el entorno inigualable de Baeza terminó convirtiéndose en su musa, lo que resultó en poemas repletos de melancolía que incorporaría a la edición de 1917 de Campos de Castilla: "Por estos campos de la tierra mía/ bordados de olivares polvorientos/ voy caminando solo/ triste, cansado, pensativo y viejo".

El patio del instituto también es un lugar en el que detenerse.
El patio del instituto también es un lugar en el que detenerse.

El edificio del siglo XVI en el que impartió clase de francés y de literatura durante siete años sigue funcionando hoy en día como instituto y conserva el aula en la que los alumnos escuchaban al complicado profesor Manchado. Un mote que no le sorprendió, pues él mismo admitió su "torpe aliño indumentario". Dentro, pueden verse los objetos que utilizaba en sus lecciones, sus apuntes e, incluso, el brasero con el que se calentaba. El paraninfo contiguo y el patio renacentista son otras dos zonas del instituto que merece la pena recorrer.

aula machado baeza
En este pequeño museo se pueden encontrar incluso hojas de servicio originales del poeta.

5. La Iglesia de la Santa Cruz

Baeza llegó a tener ocho iglesias fernandinas, mandadas construir por Fernando III tras la conquista, pero hoy en día solo se conserva una, la de la Santa Cruz. Que no te engañe su aparente sobriedad: esta auténtica rareza del siglo XIII es la joya de la corona de la ciudad.

iglesia santa cruz baeza
La iglesia de Santa Cruz es la única superviviente de las ocho construidas por orden de Fernando III tras la reconquista.

Está protagonizada por el estilo tardorrománico, con tejado de dos aguas, planta rectangular, tres naves o el rosetón de la puerta principal. Esta, por cierto, se incorporó en los años 50, procedente de la Iglesia de San Juan Bautista. La entrada original está en el lateral, lugar en el que, curiosamente, solían ubicarse en las iglesias visigodas. De hecho, este no es el único signo de esa época: durante una restauración en los años 90, apareció en el interior un arco visigótico de herradura.

interior iglesia santa cruz baeza
La atmósfera algo tenebrosa del interior no le resta belleza.

Pero los misterios que esconde esta particular iglesia no terminan ahí. También en los 90 salieron a la luz los frescos que cubrían las paredes desde los siglos XV y XVI, y que representan, entre otros, el martirio de Santa Catalina o a San Sebastián.

El Palacio de Jabalquinto también es símbolo del patrimonio de la ciudad.
El Palacio de Jabalquinto también es símbolo del patrimonio de la ciudad.

Y si todavía te quedas con ganas de más sorpresas, frente al templo románico se encuentra otro imperdible de la ciudad: el Palacio de Jabalquinto, ordenado construir en el siglo XV por Juan Alfonso de Benavides Manrique. Su fachada es el ejemplo perfecto de horror vacui, una explosión de elementos decorativos: puntas de diamante, flores, pináculos, arcos conopiales, escudos, personajes desnudos y columnillas de mármol blanco, símbolo del prestigio económico de la familia.

detalle palacio jabalnquinto baeza
Escudos, flores y personajes desnudos de disponen junto a otros elementos por toda la fachada.

Actualmente es sede de la Universidad Internacional de Andalucía y puede –¡y debe!– visitarse. En su interior esconde un encantador patio renacentista de dos alturas por el que se accede a la caja de una monumental escalera del siglo XVII, con hojas de acanto, leones y cariátides. Un espacio que pide silencio, coronado por una bóveda huérfana de su lámpara, ya que fue trasladada a la catedral en 1998.

TITULO: Ven a cenar conmigo - EL HOROSCOPO  - Lucía Taboada - La ilusión tiene precio,.

 

 Lucía Taboada - La ilusión tiene precio,.

 

 Lucía Taboada: “Cualquier manual para encontrar la felicidad me parece una farsa”

 

fotos /  Lucía Taboada,.

 

 

A Lucía Taboada (Vigo, 1986) le pirra la etapa experimental setentera de Battiato —ya saben: Fetus, “Aria di Rivoluzione”, etcétera— y es alérgica a los manuales de autoayuda. Con cinco añicos, jugaba a ser Jesús Puente y entrevistaba a sus padres en las sobremesas del domingo. Se crió escuchando la SER y ahí acabó en 2009, cuando terminó la carrera de Periodismo. Continúa en la emisora de Prisa, dirige podcasts, escribe en eldiario.es, en el As y, de vez en cuando, en El País, y es guionista de los Pantomima Full. Y —ay, respiro— ha publicado cuatro libros. El último, Como siempre, lo de siempre, una especie de biografía de su celtismo, fue galardonado con el premio Panenka al Libro del año en 2020. Además, un capítulo de Chapapote (Libros del KO, 2022), un volumen que “nace para ordenar todas las aristas de esta catástrofe y construir un relato de lo ocurrido a partir del periodismo gallego”, lleva su firma. Conversamos en el Café Varela, donde Melquiades y Paco.

—Señora Taboada, ¿sabría decirme cuál es su palabra favorita?

—Uy, qué complicado… Me podría poner poética y decirte “etéreo” o algo así (risas), pero creo que una de mis palabras favoritas es “deseo”. Y lo que conlleva.

—¿Y la que más detesta?

—Últimamente, la palabra “afectos”. La utilizan mucho los políticos. Llaman “afectos” a los cuidados de toda la vida, pero con ese matiz político. Es la típica palabra que se ha institucionalizado y se utiliza en los discursos, y me parece que pierde su valor. Otra palabra que odio es “proactividad”. Ahora, todas las empresas, los CEOs y los gurús te piden que seas muy proactivo.

— Es la segunda temporada de “emprendedor”.

" ¿Me vas a pagar más? Entonces sí soy más proactivo. Me parece una palabra retorcida y horrible"

—Sí. De los creadores de “emprendedor” y “sinergias”, llega la segunda temporada: “proactividad”. Es una palabra engolada que no se sabe muy bien qué significa y que encubre precariedad: te piden que des más con las mismas condiciones. “Sé más proactivo, propón más”. ¿Me vas a pagar más? Entonces sí soy más proactivo. Me parece una palabra retorcida y horrible.

— En nuestros días, ¿se habla mucho y se dice poco?

—Sí, muchísimo. Se habla muchísimo, sobre todo, en las tertulias (risas).

—Al margen del mundo periodístico, ¿hace falta un poquito de silencio?

—Sí. Estamos sobreexpuestos a demasiados ruidos. Es verdad que hace falta bastante silencio. Valoro mucho cuando estoy con un amigo con el que tengo mucha confianza y estamos unos minutos callados, la confianza que te da estar con alguien con el que puedes estar callado sin que eso suponga nada negativo.

—¿Cuán separada está la opinión publicada de la pública?

"Muchas veces ocurre que, por ejemplo, hablan de la generación millennial, y no hay ningún millennial en la mesa de la tertulia"

—Depende. Te acabo de dar una respuesta muy gallega, pero sí, depende. En ocasiones, sí: a muchos tertulianos les falta bastante calle. Y muchas veces ocurre que, por ejemplo, hablan de la generación millennial, y no hay ningún millennial en la mesa de la tertulia. Salen temas de los que no tienen conocimiento en primera persona, ni hay un acercamiento a esa realidad. Por ejemplo: si en una tertulia de ocho hombres se habla de feminismo, me parece que falta una visión clara. Y eso pasa en muchas tertulias. En ese sentido, me parece que hay poco acercamiento a la realidad.

—Usted quería ser periodista desde pequeñita, ¿verdad?

—Sí. Parece un cliché, pero es verdad. Mi madre siempre me dice que yo, con cuatro años, iba diciendo que quería ser periodista. Es un poco incomprensible de dónde me viene la vocación, porque nadie de mi familia es periodista. Mi abuelo, que era carpintero, me hizo un micrófono de madera, y yo iba por ahí entrevistando a la gente.

—Si yo le digo Jesús Puente, usted me dice…

"Iñaki Gabilondo era mi despertador, y se compraba mucha prensa en mi casa. Eso ha ayudado"

—(Risas) Me gustaba mucho. Veía con mis padres su programa y, al acabar la comida de los domingos, los sentaba, los entrevistaba y me inventaba historias. Ellos me tenían que seguir el juego, el teatrillo, y hacía una performance todos los domingos. Les pido perdón desde aquí a mis padres por tener que soportar eso todas las semanas. A ellos les divertía en el fondo, yo creo. Luego lo echaron de menos. Cuando crecí, dejé de hacerlo. Por otro lado, en mi casa siempre se ha consumido mucha radio. Mis padres siempre han sido grandes oyentes de radio, siempre me despertaba con el murmullo de la Cadena SER y, casualmente, he acabado trabajando allí. Pero sí, Iñaki Gabilondo era mi despertador, y se compraba mucha prensa en mi casa. Eso ha ayudado.

—¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?

—Creo que somos bastante privilegiados en el sentido de la parte buena del periodismo. Tenemos acceso a historias que no tienen otras profesiones, evidentemente. Lo que más me gusta es eso, las historias, descubrir historias. Antes, en Hoy por hoy, llevaba una sección que se llamaba “El diario de Hoy por hoy”. Cada día, una persona me contaba su historia. Empezó siendo “El diario de la crisis”, porque arrancó después de la crisis del 2008, pero luego se reconvirtió en “El diario de Hoy por hoy”, y me contaban historias de todo tipo. Descubría algunas historias fascinantes. Una vez me escribió una madre que había enseñado a leer a su madre con ochenta y pico años a través de los libros del Barco de Vapor. Eso salió publicado y, después, se puso en contacto conmigo la editorial y le envió una remesa de libros. Fue superemotivo y superbonito. No es nada extraordinario, pero descubrir estas pequeñas historias y poder entrevistar a los protagonistas, y preparar un reportaje bien, con sus testimonios… Creo que el género que más me gusta es el del reportaje: puedes bucear más en las historias.

—¿Por qué, en general, los periodistas de nuestra generación prefieren cultivar más el artículo de opinión que el reportaje?

"Vas a obtener más gratificación si escribes una columna polémica que si haces un reportaje de una historia humana, eso es así"

—Tiene mucho que ver con las redes sociales, con la búsqueda de la gratificación instantánea: vas a obtener más gratificación si escribes una columna polémica que si haces un reportaje de una historia humana, eso es así. Yo escribo opinión en eldiario.es y pasa: recibes más comentarios con una columna que con un reportaje más trabajado. A mí, como periodista, es lo que más me gratifica y lo que más me gusta de mi trabajo. También me gusta mucho cuando se hace un seguimiento de una historia. En este sentido, creo que El País acaba de estrenar una sección que va de eso precisamente, de recuperar como protagonistas de portadas de periódicos de hace tiempo. Me parece bonito ese enfoque, volver a contactar con los protagonistas y ver cómo les ha cambiado la vida.

—También ha publicado varios libros. ¿Hay alguna diferencia entre la Lucía Taboada periodista y la escritora?

—No. Porque todavía no me he atrevido con la ficción. Lo que he abordado más es el ensayo. Tiene bastante relación con mi día a día: expongo unos hechos de una forma más o menos estructurada y bonita, pero creo que el salto al vacío sería iniciar algo de la nada, creado en mi cabeza, o sea, una ficción.

—¿Se lo ha planteado?

—Sí, claro que me lo he planteado. Me encanta imaginarme cosas, pero creo que planteárselo es una cosa y hacerlo… (risas) No sé si estoy preparada. Creo que a todos los periodistas nos cuesta ese cambio. Estamos acostumbrados a trabajar con hechos, y desprendernos de esa capa y ponerte a crear y a ficcionar me parece supercomplicado. Tengo amigos escritores que escriben ficción y los miro con muchísima envidia. “¿Cómo se te ha ocurrido esto? ¿Cómo has empezado?”. Siempre le pregunto sus métodos por si se me ocurre algo.

—¿Y tiene algo pendiente de publicación?

"En Chapapote escribimos varios autores gallegos, y yo escribo un capítulo sobre cómo marcó las vidas humanas el Prestige"

—El 24 de octubre, si no me equivoco, sale a la venta un libro que se llama Chapapote. Lo edita Libros del KO. En noviembre se cumplen veinte años del Prestige. Es horrible, es trágico: cuando me lo dijeron, no me lo creía. En Chapapote escribimos varios autores gallegos, y yo escribo un capítulo sobre cómo marcó las vidas humanas el Prestige. Vuelvo a hablar con gente, veinte años después, a la que le afectó el desastre.

—¿Cómo recuerda aquellos días?

—Yo tenía dieciséis años. Todavía no me permitían ir a retirar porque era menor de edad. Sin embargo, sí recuerdo que en el colegio hicimos un montón de cosas: una cadena humana por toda la playa… y sí recuerdo, aunque no estaba permitido, acercarme a retirar con mis amigos. Recuerdo una conmoción colectiva en Galicia brutal. Durante unos meses, no se hablaba de otra cosa.

—Esa época supuso el despertar de la conciencia política de mucha gente. Recuerdo que, tras el Prestige, vino la guerra de Irak…

"Cuanto más nos prohibían, más ganas teníamos de hacerlo. Es curioso: en Galicia siguió ganando el PP pese a esa concienciación política"

—Sí, sí. Entonces iba a un colegio de monjas. Bueno, sólo fui a un colegio de monjas durante cuatro años. Me cambiaron del colegio en el que trabaja mi madre, que está en Pontevedra, y me metieron en un colegio en Vigo para hacer amigos en Vigo. El que quedaba más cerca de mi casa era un colegio privado de monjas. Nunca perdonaré a mis padres que me metieran ahí (risas), no lo pasé muy bien. Y las monjas nos prohibían cualquier expresión política. Recuerdo que en el recreo hicimos una sentada con proclamas y nos castigaban por hacerlo. Creo que ahí se despertó algo de conciencia política en mí. Cuanto más nos prohibían, más ganas teníamos de hacerlo. Es curioso: en Galicia siguió ganando el PP pese a esa concienciación política.

—Hablemos de sus lecturas: ¿cuál es el primer libro que recuerda haber leído?

—Mi acercamiento a los libros fue a través de los cómics. Devoraba cómics cuando era muy pequeña. Mortadelo y Filemón fue mi primer acercamiento a la lectura. Luego, tenía la colección de “Los cinco”, de Enid Blyton. Me fascinaba. Yo pinto, y me hacía mis propios dibujos de lo que iba leyendo. Pero, sobre todo, leía cómics: Mortadelo y Filemón, como te digo, Astérix, Mafalda un poco más adelante… El cómic influyó muchísimo en que me gustase leer.

—¿Alguno que alimentara su vocación?

—Parecerá un cliché total, pero A sangre fría me impactó muchísimo. Me pareció brillante cómo Capote, de un hecho, creó esa novela. Lo leí jovencita, como con dieciséis años. Otro libro que me marcó muchísimo, lo leí en primero de carrera, fue La fiesta del Chivo, de Vargas Llosa. Me pareció brillante.

—¿Con qué escritor se iría de copas?

—¿Puede ser un escritor muerto? 

—Disponemos de ouija.

—Con Borges (risas). Sin duda. Y metería en la conversación al que le quitó la novia, Oliverio Girondo. Me iría con los dos para escuchar cómo desarrollaban su enemistad en vivo y en directo.

— Bajemos al barro: ¿a qué escritor no soporta?

"No soporto a algunos de estos que venden autoayuda barata. No me gusta ese género. No pondría ningún nombre propio, en general"

—Uff… No soporto a algunos de estos que venden autoayuda barata. No me gusta ese género. No pondría ningún nombre propio, en general. Te puedes imaginar en quiénes estoy pensando. Cualquier manual para encontrar la felicidad me parece una farsa. Y la autoayuda dopada con el ego personal del autor es la mezcla explosiva que detesto más.

—¿Algún personaje literario del que se haya enamorado?

R: Me fascinó, a nivel obsesión, el personaje de Middlesex, de Jeffrey Eugenides. Cómo está construido el personaje, cómo transmitía toda su inquietud, las dudas que le generaba su sexualidad y su género… es uno de los mejores libros que he leído, y el protagonista es el típico personaje con el que entras desde el minuto uno en la lectura.

—¿Alguno al que hubiera deseado asesinar?

"Leí el último de Sally Rooney, Dónde estás, mundo bello, y no me gustó ninguna de las dos protagonistas, me parecieron superpedantes"

—Leí el último de Sally Rooney, Dónde estás, mundo bello, y no me gustó ninguna de las dos protagonistas, me parecieron superpedantes. A veces tenía ganas de matarlas mientras leía el libro. Me parecía todo muy impostado: esos emails que se mandaban, completamente pomposos y, para mí, alejados de la naturalidad… Los dos libros primeros de Rooney, Gente normal y Conversación entre amigos, sí me habían gustado. Por eso leí el tercero, y he tenido ganas de aniquilar a sus protagonistas.

—¿Qué está leyendo ahora?

—Bajar es lo peor, de Mariana Enríquez. Es su primera novela, la escribió con 21 años, y la acaban de reeditar en España. Mariana Enríquez me parece increíble, pero me parece más increíble todavía que, con 21 años, tuviera en su cabeza ese universo de criaturas, de terror y de funk literario.

—¿Una persona que lee es mejor que una que no lo hace?

—Leer no te hace mejor persona, pero una persona que no lee se pierde muchas cosas. Se pierde mucho mundo. No diría que una persona que no lee es peor, pero sí que tiene una vida más aburrida.

—¿Ha encontrado alguna verdad fundamental leyendo?

"Leer me hace replantearme cosas y convicciones que yo tenía. Me hace dudar más de mis convicciones"

—Verdad fundamental… Creo que no. No sé si existen las verdades fundamentales. Al contrario: leer me hace replantearme cosas y convicciones que yo tenía. Me hace dudar más de mis convicciones, de mis prejuicios o de cosas que tenía preconcebidas. La lectura te abre la mente.

—Para finalizar, ¿cree que Luis Enrique convocará a Iago Aspas para el Mundial de Catar?

—No. Muy a mi pesar, creo que es una causa perdida. He perdido la esperanza. Luis Enrique parece una persona bastante cabezota, sin yo conocerlo, no puedo afirmar, y tiene la creencia de que Aspas no aporta al equipo. El otro día, dijo en rueda de prensa que no lleva convocados a jugadores para los que juegue todo el equipo. No sé si se dirigía explícitamente a Iago Aspas pero, precisamente, Aspas hace jugar a todo el equipo, no todo el equipo juega para él. Él entrenó al Celta, sabe de sobra cómo juega Aspas. Podría estar hablándote dos horas de Aspas (risas). Me parece muy injusto, lleva años haciendo méritos para ir al Mundial. Además, es un loco del fútbol, un fanático que se sabe hasta los suplentes de la selección de Senegal.

TITULO:   Batalla de Restaurantes - Recetas de cocina - Guisos tradicionales de siempre con una vuelta,.

 

 

 Recetas de cocina - Guisos tradicionales de siempre con una vuelta,.

fotos / Albóndigas con sepia, garbanzos con espinacas, patatas a la riojana y otros estofados de toda la vida se actualizan con diferentes técnicas y tratamiento de sus ingredientes,.

 

Ternera al vino tinto con setas y zanahorias salteadas

Una versión del boeuf bourguignon con vino nacional y verduras y setas cocinadas de dos maneras: las primeras como parte de la salsa, tostadas y trituradas, y las segundas brevemente salteadas para finalizar el plato y conservar la frescura y el crujiente en la mordida.

Ternera al vino tinto con setas y zanahorias salteadas.

Ingredientes

(para 6 personas)

Ingredientes

  • 1,5 kilos de aguja de ternera cortada en dados para estofar.
  • 1 cebolla.
  • 1 cabeza de ajos.
  • 4 zanahorias.
  • 300 gramos de setas (usamos champiñones Portobello y 'shimeji').
  • 2 ramas de apio.
  • 600 mililitros de vino tinto.
  • 600 mililitros de caldo de ternera o pollo (o un poco más si es necesario).
  • 2 ramitas de tomillo.
  • 1 rama de romero.
  • 300 gramos de tomate triturado.
  • Sal.
  • Pimienta.
  • Aceite de oliva.
  • 40 gramos de mantequilla.
  • Pan o puré de patatas para acompañar.

Instrucciones

1. Preparación

Reservar dos zanahorias y 100 gramos de setas. Dorar en una cazuela con un poco de aceite y a fuego medio-alto la cebolla pelada y las zanahorias restantes sin las puntas y el apio, todo cortado en trozos grandes, además de las setas enteras o en mitades. Poner también la cabeza de ajos cortada por la mitad, con la parte de la carne en contacto con el fondo de la cazuela. Si el recipiente no es suficientemente grande, se puede hacer en dos veces. Cuando tengan bastante color, retirar a un plato. Cuando se pueda hacer sin quemarse, sacar la pulpa del ajo y desechar las pieles.

Llevar a la cazuela la carne salpimentada y dorarla bien por todas partes. Añadir el vino, el caldo, el tomate y las aromáticas y llevar a ebullición destapado a fuego suave. Pasados unos 45 minutos, sacar un cucharón del líquido y triturarlo con las verduras y setas reservadas hasta conseguir un puré. Añadirlo a la cazuela, remover bien y seguir cocinando, esta vez tapado, durante 30 minutos removiendo con cuidado cada 10. Pasado este tiempo, valorar el punto de cocción de la ternera y la densidad de la salsa, y seguir cocinando hasta que la carne se deshaga al separarla con dos tenedores, tapando la cazuela si ya está un poco espesa o destapando para facilitar la evaporación si aún no lo está. Si se seca, añadir más caldo (o agua).

Cuando la carne esté lista, dejar atemperar y, si se puede, llevar a la nevera de un día para otro (para recalentar, hacerlo a fuego suave, tapada y haciendo círculos con la cazuela para moverla sin tener que usar una cuchara o espátula). Antes de servirla, cortar las zanahorias reservadas en rodajas al bies y las setas, si son grandes, en cuartos o mitades. Saltearlas en la mantequilla y servir sobre el estofado, acompañado de puré de patatas o un buen pan de hogaza para mojar.


Puré de patatas a la riojana con huevo frito

Para que esta receta quede bien hay que conseguir un guiso bastante espeso, que una vez aplastado tenga la textura de un puré. La yema de huevo melosa y el contraste entre las dos cocciones del chorizo aportan una combinación de texturas y sabor imbatible.

Puré de patatas a la riojana con huevo frito.

Ingredientes

(para 4 personas)

Ingredientes

  • 1 kilo de patatas jóvenes.
  • 300 gramos de chorizo riojano curado, dulce o picante.
  • 1 cucharadita de pulpa de pimiento choricero.
  • 1 cebolla.
  • 2 dientes de ajo.
  • Aceite de oliva.
  • Sal.
  • 4 huevos.
  • Un puñado de patatas paja (opcional).

Instrucciones

1. Preparación

Trocear el chorizo y ponerlo en una cazuela, sin aceite, a fuego suave-medio. Cuando haya sudado, dejar una cuarta parte, retirar el resto a un plato y subir un poco el fuego hasta que quede casi frito. Retirar y reservar para rematar el plato. Pelar y picar el ajo y la cebolla, añadir el primero a la cazuela a fuego medio y, cuando empiece a coger color, añadir la cebolla. Mientras se cocina, pelar y cortar las patatas, chascándolas.

Cuando la cebolla esté pochada, añadir las patatas, la pulpa de pimiento choricero y las tres cuartas partes del chorizo que hemos retirado primero. Cubrir con agua a ras de la patata, y cocinar a fuego suave-medio unos 20 minutos, tapado pero dejando una rendija para que se evapore y removiendo de vez en cuando. Pasado este tiempo, valorar si durante los últimos 10 minutos de cocción, esta vez a fuego suave, se sigue cocinando tapado o se destapa: buscamos un guiso bastante espeso.

Ahora dejar reposar cinco minutos más y aplastar con un tenedor y paciencia o un aplastador de patatas. Probar por si necesitara sal (normalmente la del chorizo es suficiente). Repartir en cuatro platos, freír un huevo y ponerlo sobre cada uno. Rematar con el chorizo frito en su grasa reservado y, si se quiere, unas patatas paja. Servir inmediatamente. 


Albóndigas con sepietas y su tinta

Damos una vuelta al mar y montaña tradicional catalán usando sepias pequeñas enteras, que al soltar su tinta y su melsa aportan un intenso sabor a mar a la salsa. Lo potenciaremos usando fumet de pescado en lugar de leche para empapar la miga de pan.

Albóndigas con sepietas y su tinta.

Ingredientes

(para 6 personas)

Para las albóndigas,

  • 400 gramos de cabecero de lomo o cuello de cerdo picado.
  • 400 gramos de aguja o falda de ternera picada.
  • 60 gramos de miga de pan de víspera.
  • Unos 100 mililitros de 'fumet' de pescado.
  • 1 huevo.
  • 1 cucharada rasa de perejil fresco picado.
  • 1 diente de ajo —­opcional—.
  • Sal.
  • Pimienta.

Además,

  • 1 cebolla.
  • 6 dientes de ajo.
  • 400 gramos de tomate triturado.
  • 150 mililitros de vino blanco.
  • 300 gramos de sepietas.
  • Unos 10 gramos de chocolate negro.
  • 1 rebanada de pan.
  • 1 pastilla de chocolate, 6 almendras y 6 avellanas (o 12 de un tipo).
  • 1 cucharada de perejil picado.
  • Aceite de oliva.

Instrucciones

1. Preparación

Remojar en un bol grande el pan troceado con el 'fumet' hasta que esté bien empapado y trocearlo. Añadir las carnes, el huevo, el perejil y el ajo (si se usa) picados, sal y pimienta, y mezclar bien hasta conseguir una masa bien integrada. Llevar a la nevera. Quitarles el pico y la pluma a las sepietas y reservar. Empezar a preparar la salsa: pelar y picar dos dientes de ajo y la cebolla, dorar el ajo en un poco de aceite en una cazuela amplia o sartén grande a fuego medio y, cuando empiece a coger color, añadir la cebolla y bajar un poco el fuego.

Mientras, formar unas 30 albóndigas. Cuando la cebolla esté muy reducida, verter el vino blanco y dejar evaporar. Añadir el tomate y las albóndigas, y dejar cocinar a fuego suave y removiendo suavemente de vez en cuando unos 20 minutos, o hasta que el primero se haya reducido y las segundas estén cocinadas.

Mientras, preparar la picada: freír los cuatro ajos restantes enteros y el pan. Escurrir y picar en un mortero con los frutos secos y el perejil, reservando un poco para emplatar. Añadir al guiso junto al chocolate y las sepietas, subir el fuego, remover bien; cuando empiece a borbotear, dejar cocinar dos minutos. Remover de nuevo —así, las sepietas irán soltando

sus interiores y la salsa se oscurecerá— y, en apenas un par de minutos más, el plato estará listo para servir con el perejil reservado por encima. Acompañar de pan, arroz blanco o daditos de patatas fritas.


Garbanzos con espinacas exprés

Preparar este guiso con garbanzos cocidos nos permite tener una comida sabrosa y completa en muy poco tiempo, que se puede enriquecer con migas de bacalao desalado o un huevo duro.

Garbanzos con espinacas exprés.

Ingredientes

(para 4 personas)

Ingredientes

  • 1 cebolla.
  • 2 dientes de ajo.
  • 4 cucharadas de salsa de tomate.
  • 800 gramos de garbanzos cocidos.
  • 400 gramos de hojas de espinacas tiernas.
  • 50 gramos de picatostes de pan frito.
  • 2 cucharadas de vinagre de manzana o vino blanco.
  • Pimentón dulce o picante.
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • Sal.

Instrucciones

1. Preparación

Pelar y picar el ajo y la cebolla, dorar el primero en un poco de aceite en una cazuela a fuego medio y, cuando empiece a coger color, añadir inmediatamente la cebolla. Cuando la cebolla esté dorada, apartar del fuego, poner una puntita de pimentón y remover. Añadir el tomate y devolver al fuego.

Poner los garbanzos con su líquido de conservación y, si es necesario, añadir un poco más de agua y llevar a ebullición un par de minutos. Añadir las espinacas, remover bien y dejar dos o tres minutos más. Mientras, mezclar en un bol un poco más de pimentón con el vinagre, poner los picatostes y dar unas vueltas para que lo absorban. Cuando las espinacas se hayan ablandado un poco, probar y rectificar de sazón. Servir con los picatostes por encima.


Verdinas con gambas 2.0

Un jugo de sabor profundo, aromatizado con las cabezas y las cáscaras de las gambas, aportará toda la esencia del marisco a la legumbre, sin recocerlo. Añadiremos la carne al final del guiso para que se haga ligeramente con el calor residual.

Ingredientes

(para 4 personas)

Ingredientes

  • 300 gramos de verdinas secas.
  • 1 cebolla.
  • 1 blanco de puerro.
  • 2 dientes de ajo.
  • 1 hoja de laurel.
  • 400 gramos de gambas o langostinos enteros.
  • Sal.
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • 2 cucharadas de concentrado de tomate.
  • 100 mililitros de brandi o coñac.
  • Pimentón dulce o picante al gusto.
  • Chips de alcachofa (opcional).

Instrucciones

1. Preparación

El día anterior, poner las verdinas en remojo. Para empezar la receta, pelar las gambas o langostinos, tostar las cabezas y cáscaras en una cazuela con unos 100 mililitros de aceite y un poco de sal, a fuego alegre, durante unos tres o cuatro minutos, aplastándolas y removiendo durante el proceso. Añadir el brandi y dejar que se evapore. Retirar, triturar y colar con una estameña, presionando un poco para sacar el máximo jugo posible.

Pelar y picar el ajo, la cebolla y el puerro. En una cazuela a fuego medio con un poco de aceite, sofreír el ajo picado; cuando coja color, añadir la cebolla y el puerro, algo de sal y bajar un poco el fuego. Cuando todo esté dorado, añadir el tomate concentrado y pimentón al gusto, las verdinas, agua fría y tres cuartas partes de la esencia de las gambas. Llevar a ebullición y cocinar a fuego muy suave y tapada entre una y dos horas, dependiendo de la dureza del agua y lo joven que sea la legumbre. Vigilar de vez en cuando por si hay que añadir más agua (siempre fría).

Cuando las verdinas estén tiernas y mantecosas, apagar el fuego y dejar reposar 10 minutos, probar y rectificar de sal. Si han quedado muy líquidas, se puede triturar un par de cazos y devolverlos a la olla para espesarlas. Servir muy calientes en cuatro platos con las gambas encima y el jugo reservado. Si se quiere, rematar con unos chips de alcachofa.

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