BLOC CULTURAL,

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domingo, 4 de julio de 2021

A vivir que son dos días - A vivir - Cadena SER - Los insultos del Congreso ,. / LA BRUJULA ONDA CERO - La Linterna La Cope - Manual para hacer enemigos.

 

 TITULO:  A vivir que son dos días - A vivir -  Cadena SER -  Los insultos del Congreso  ,.

 A vivir que son dos días - A vivir -  Cadena SER,.
 

Escucha 'A vivir', con Javier del Pino, el programa líder de las mañanas del fin de semana en la Cadena SER.

 Los insultos del Congreso ,.

Sánchez promete que «nunca jamás» aceptará un referéndum
 

fotos / ¿Por qué decía que acatar la sentencia del 1 de octubre suponía su cumplimiento íntegro, que sentaría en el banquillo a Carles Puigdemont y penaría con cárcel el referéndum ilegal? O es usted un mentiroso o nos toma a los españoles por tontos». Pablo Casado ha arremetido con dureza este martes contra el jefe del Ejecutivo por «desertar de la promesa que le dio acceso al cargo» y conceder los indultos a los líderes indepedentistas condenados por el Tribunal Supremo por sedición y malversación. Un movimiento del que Pedro Sánchez, en opinión del líder del PP, «no saldrá indemne» porque supondrá «su finiquito» como presidente y «el epitafio» del PSOE constitucional.

«Usted ha aprobado un indulto, pero ha razonado una amnistía, cumpliendo así con la infame declaración de Pedralbes, destruyendo las bases de convivencia y desarmando al Estado», ha aseverado Casado desde la tribuna del Congreso, donde ha vuelto a pedir la dimisión del socialista y la convocatoria de elecciones.

En su discurso de respuesta a Sánchez, el presidente del PP ha anunciado que su formación ya ha presentado el recurso para lograr la anulación de esta medida de gracia que le parecen «un atropello democrático» a «millones de españoles indignados por su deriva destructiva de la nación». Vox y Ciudadanos ya lo hicieron la semana pasada, pero el principal partido de la oposición no había dado todavía ese paso hasta hoy. «Representamos a millones de españoles afectados en su soberanía, y a miles de catalanes que han visto atacado su patrimonio, su libertad, su seguridad y su convivencia en la escuela, el trabajo o los servicios públicos», ha remarcado.

Casado ha acusado a Sánchez de padecer el «síndrome de Estocolmo», de ser «el hombre de paja de los nacionalistas», de ponerse «en manos de los chicos de la gasolina» y de intentar impulsar un cambio de régimen «por la puerta de atrás». Un cambio de régimen que «diluya España», porque «de su mano el golpismo ha dejado de ser un delito para convertirse en un buen negocio», lo que ha hecho que los soberanistas «hayan retomado su viaje a ninguna parte, con usted de copiloto».«Pero abandone toda esperanza -ha insistido-, no se lo vamos a permitir».

El líder de los populares ha reprochado a Sánchez que haya dado alas a los independentistas que fueron derrotados con la aplicación del artículo 155 y los ha «revivido para pactar con ellos». Tambien se ha mostrado contrario a la mesa de diálogo convocada para septiembre tras la reunión de Sánchez con Pere Aragonés, y que a su juicio es «un insulto a España» por hablar de amnistía, «que solo cabe en las dictaduras», y de autodeterminación, prevista para «los territorios colonizados».

Santiago Abascal, durante su intervención.

Abascal presiona a Casado para que presente una moción de censura

Santiago Abascal ha presionado al líder del PP para que presente una moción de censura contra Pedro Sánchez tras la concesión de los indultos a los lídere del 'procés'. Desde la tribuna, el presidente de Vox le ha ofrecido a Pablo Casado el voto de sus 52 diputados y le ha invitado a buscar el resto de apoyos necesarios entre los partidos que en su día apoyaron la investidura del socialista. «Asuma su responsabilidad», le ha espetado.

Abascal ha avanzado «su apoyo sin reproches» y ha retado a Casado a dar el paso porque Sánchez «ha traspasado todas las líneas» y ha traicionado a los españoles, «a la historia de España, a la Constitución y al Rey». «Se cree que usted no se atreve, señor Casado, porque cree que usted no puede ponerle en apuros», ha insistido. 

 

TITULO: LA BRUJULA ONDA CERO - La Linterna La Cope -Manual para hacer enemigos.
 
LA BRUJULA ONDA CERO,.


 La Brújula es un programa de radio de la emisora española Onda Cero, presentado y dirigido por David del Cura. Es el tercer espacio en audiencia en la franja nocturna, retransmitiéndose entre las 20 y las 24 horas, tiempo que dedica a un análisis de la actualidad, el deporte, la economía (con el espacio denominado La Brújula de la Economía) y el debate político., etc,.
 

 
La Linterna La Cope ,.
 
  'La Linterna' es el programa de radio informativo, político y económico, cultural y de debate nocturno de la Cadena COPE. Dirigido y presentado desde 2009 por Ángel Expósito, se emite de lunes a viernes de 19:00 a 23:30 horas, correspondiendo la última hora de los viernes a 'La Linterna de la Iglesia', dirigida y presentada por Faustino Catalina,.

 Manual para hacer enemigos. 

Manual como hacer enemigos — Mundo Lover

foto / Ese que se dice tu compadre pero a la mínima te lanza un dardo en público y te hace quedar en ridículo, el jefe autoritario que alarga tu jornada, el amigo envidioso al que 'miedo' te da contarle lo del ascenso, el vecino chismoso que vigila tus entradas y salidas, el compañero de trabajo que te empaqueta el informe a medio acabar porque está muy liado (otra vez), la pareja celosa que te revisa el móvil (por amor, claro...), ese pariente que en cualquier evento familiar hace que todos crucen los dedos (¿estará de buen ánimo o nos arruinará el día?), el conocido que siempre tiene razón y en vez de hablar hace monólogos... Van minando poco a poco el ánimo ajeno, restando en lugar de sumar. En el campo de la psicología se les dice 'gente tóxica' y, aunque no podemos evitar relacionarnos con ellos, podemos arrebatarles el 'control' que tienen sobre nosotros.

A veces es tan sencillo (y tan complicado) como «decir no a tiempo». «¿Por qué le estoy regando siempre las flores al vecino cuando no me apetece, por qué le estoy haciendo el trabajo a ese colega de la oficina que siempre está con la misma película, que si tiene que llevar a los niños a no sé dónde y no le da tiempo, que si su suegra no sé qué...? Cuando hacemos cosas que en realidad no queríamos hacer, cuando nos sentimos mal tras una conversación con una persona, cuando no nos apetece ver a alguien... Es el momento de alejarse, de poner límites. Hay que decir no, sin agresividad pero con asertividad», aconseja Elisa Sánchez, coordinadora del grupo de salud laboral del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid y directora de la consultoría Idein.

Ella compara a la gente tóxica con «esos productos contaminantes que, según los tocas, los hueles o los metes a la boca, te hacen sentir cierto malestar», aunque más que de individuos tóxicos ella habla de «dinámicas y relaciones tóxicas». Cosas 'pequeñas' a simple vista que acaban por hacerse un mundo. Situaciones cotidianas como las peroratas de ese amigo que siempre «va de víctima», por ejemplo. «Cuando 'la víctima' encuentra 'un salvador', ha dado con la horma de su zapato y esperará que le salve y le solucione sus problemas. Igual no hay mala intención, esa persona que abusa del victimismo quizá tiene una 'herida' por cerrar, quizá fue un niño superprotegido al que convirtieron en una persona insegura. Y el 'salvador', como es su amigo, le ayuda una vez, otra, una tercera... Porque le gusta complacer, porque tiene miedo a decepcionar, a quedar como el malo... Pero ese 'salvador' que cuida de otro no se cuida a sí mismo y, como todos tenemos un límite, un día va y se harta. Y el 'salvador' pasa a ser 'el perseguidor': juzgará a la 'víctima'. Le ayudará, pero le criticará y eso no es sano. Lo sano habría sido cortar pronto y decir: 'No, no te puedo ayudar'». Un ejemplo, éste, de cómo esa 'toxicidad' inicialmente unidireccional pasa a ser bidireccional.

También sucede así en muchas relaciones de pareja. «'Yo voy a comer hoy a casa de tus padres a condición de que mañana tú vengas a cenar con mis amigos'. Estos arreglos son funcionales y muy habituales, pero a la larga pueden resultar una bomba de relojería y están en la base de muchas discusiones de pareja. ¿Por qué? Porque tú estás yendo a comer con tus suegros no porque te apetezca, sino porque así obtendrás algo a cambio: que tu pareja vaya a esa cena con tus amigos a la que tampoco le apetece asistir, es algo así como un chantaje mutuo. 'Los dos ganamos', pensarán algunos. Pero es justo al revés: los dos pierden. Es como si a uno le gusta el rock y a otro la ópera y van a ver zarzuela, que no les gusta a ninguno». Elisa Sánchez llama a este tipo de acuerdos «interacciones transaccionales, como las que hacen los bancos: yo te doy a cambio de que tú me des». Y eso «en relaciones personales no es sano».

Otras veces no es tanto una transacción, como un patrón que se repite y «agota al que tiene al lado». «Pensemos en esa persona que no pide las cosas de forma directa, sino que dice 'habría que hacer...', 'hace mucho que no nos vemos, como estás tan ocupada...'. Esas frases suenan a reproche, hacen sentir culpable a quien las escucha. Es mejor decir 'te toca hacer tal' y 'oye, ¿qué te parece si nos vemos?'». Otro ejemplo de manual es el de aquel «que siempre quiere tener la razón y no escucha a nadie. Se cree superior al resto y sus conversaciones no resultan enriquecedoras porque sus interlocutores se sienten ninguneados».

Este, por cierto, es uno de los 'perfiles' que el psicólogo argentino Bernardo Stamateas recoge es su libro 'Gente tóxica' (Vergara), en el que dibuja más de una docena de retratos de personas tóxicas: desde «el agresivo verbal que, si está buscando algo en casa y no lo encuentra, en lugar de preguntar dónde está, grita: '¿Quién ha cogido mis cosas? Sois todos unos inútiles'; al envidioso que se aplica el lema 'si yo no puedo, él tampoco'; el descalificador que juega el papel del amigo pero mira tus defectos con lupa para luego utilizarlos a su favor y desvalorizarte para minar tu autoestima hasta el punto de que te preguntarás: '¿No será que él tiene razón? Yo no puedo con todo esto'; el orgulloso que tras discutir con un amigo se enroca: '¡Que llame él!'; el quejica que ha hecho del lamento un hábito: si llueve, mal y si sale el sol, también...».

A veces esos perfiles no se presentan tan claros como para etiquetar a una persona y esa 'toxicidad' es simplemente una sensación de hastío... «Me viene a la cabeza algo que me contaba una amiga el otro día. Celebraban el cumpleaños de su hijo y acabó la cosa regular porque el padre de uno de los amiguitos de su hijo acabó monopolizando la conversación. 'Le gusta hablar de política, pero todo lo lleva a su terreno, te da datos y opiniones y no entiende que, simplemente, hay gente que tenemos otros valores. Así que no hubo más conversación que la suya', se lamentaba mi amiga».

Y no hablamos de malas personas, insiste la psicóloga. «Muchas veces, detrás de esas actitudes hay miedo al rechazo, baja autoestima, no sentirse querido, hay una infancia en la que te decían 'mira qué bien tu primo, qué buenas notas saca, no como tú'... Y ese niño luego es un adulto que envidia a los que le recuerdan a su primo... Un tipo con «hambre espiritual», que decía Miguel de Unamuno.

Los perfiles

  • El envidioso: «La envidia es una profunda rabia producida por el logro de otros», define el psicólogo Bernardo Stamateas en su libro 'Gente tóxica' (Vergara). Y distingue entre la 'envidia sana', «que reconoce que el otro tiene algo que uno desea y aún no ha obtenido pero que no acarrea dolor ni frustración», y la 'envidia enfermiza', «que genera una continua desazón, infelicidad, frustración y dolor por no poder tener lo que otro ha logrado».

  • El descalificador: «Su mentalidad es avasallante y precisa, sabe con exactitud cuál es el dardo que saldrá de su boca. Si haces algo, te criticará. Si no lo haces, te juzgará por no hacerlo. Su especialidad son los dobles mensajes, es irónico y sarcástico. Hoy te endiosa y mañana te baja del pedestal, agigantará tus errores. Su idea es que vivas desconfiado, te sientas inseguro y dependas de sus palabras y opiniones».

  • El agresivo verbal: «Mordaz, intimidante y ofensivo, sin importarle el tema del que se esté hablando, su objetivo es meter miedo. Es sarcástico e iracundo y todo lo que diga, hasta un halago, lo hará en modo irónico. Nos hace consumir energía pensando: '¿Cómo se levantará hoy, tendremos un día de paz o de guerra?'».

  • El psicópata: «Puede ser un compañero de trabajo, o de la escuela... Son expertos en la mentira y tienen como fin arruinarte la vida. No son antisociales sino que suelen ser locuaces, convincentes, saben expresarse con encanto y son capaces de 'vendernos' cualquier cosa que les haga quedar bien. Consideran al otro un objeto y no sienten culpa ni angustia por el daño causado».

  • El chismoso: «El que transmite el chisme jamás es neutral, siempre trata de convencer. Si no, no haría ese comentario a quien no corresponde. Trata de agradar al otro e intenta tener cómplices alternativos».

  • El mediocre: «La pereza, la falta de estímulo, la pérdida de sueños y de visión han llevado a muchos a conformarse con una vida monótona y sin sobresaltos. Para ellos lo importante es 'llegar a fin de mes' y eso no está mal, pero se están perdiendo lo inesperado y lo extraordinario».

  • El manipulador: «¿Has contado alguna vez algo privado que no querías?, ¿sientes que estás tomando decisiones que van en contra de tus valores?» Mira a tu lado, quizá hay un manipulador.

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