TITULO: Juego de Niños - El 'quidditch' despega en Valencia y lucha por ser reconocido como deporte ,. Sábado - 10- Abril ,.
Juegos de niños,.
Sabado - 10- Abril a las 22:00 por La 1, foto,.
Juego -El 'quidditch' despega en Valencia y lucha por ser reconocido como deporte ,.
El 'quidditch' despega en Valencia y lucha por ser reconocido como deporte,.
El deporte de la saga de Harry Potter ya tiene cuatro equipos en la Comunitat. Los Buckbeak Riders y los Levante Phoenix entrenan duro para situar la ciudad como una de las referentes en España,.
«¡Escobas, escobas!», grita Sheila, una chica con el pelo azul, mientras reparte a sus compañeros de equipo unos palos negros de PVC. Los jardines del Turia cobijan cada tarde a deportistas de toda clase: ciclistas, corredores, paseantes, futbolistas, etc. En este inmenso césped, Sheila y otros once chicos y chicas corren perfectamente equipados con un uniforme blanco y azul y un palo entre las piernas alrededor de tres aros que se levantan perpendiculares al suelo.
«¿Es 'quidditch'?», pregunta una chica que acaba de abandonar su bicicleta junto a un árbol y pierde la mirada más allá de su interlocutor. «Eso parece», asegura su acompañante. «¡Oh! Me encantaría jugar», exclama con un tono de voz que recuerda a Luna Lovegood, uno de los personajes del universo creado por J.K. Rowling en la saga de Harry Potter. Después se sienta con las piernas cruzadas a observar y a tararear la banda sonora de las películas.
Después de media hora de entrenamiento con los Buckbeak Riders, a uno le da la impresión de que ha cruzado sin saberlo el Andén Nueve y Tres Cuartos y no le sorprendería que las escobas de los jugadores echaran a volar o que un elfo doméstico apareciera de repente en la rama de un pino. Pero no, el 'quidditch' ya no es un deporte mágico que sólo se puede encontrar en las páginas de un libro, sino un auténtico deporte que, por otra parte, resulta muy duro.
«Obviamente las escobas no vuelan. Esto no es un juego», explica el capitán de los Buckbeak RidersLos jugadores valencianos aspiran a participar en la competición europea de esta modalidad
«La prensa siempre pregunta si las escobas vuelan», explica Guillermo, el capitán del equipo. «Obviamente no vuelan. Esto no es un juego: es un deporte muy exigente», añade. Y así es. Otro chico del equipo, que ya ha jugado antes en agrupaciones de fútbol sala y balonmano, lo corrobora: «Esto tiene mucho movimiento; más que equipos de futbito de muchos pueblos». Con un ejercicio, los Buckbeak Riders aprenden a rodar por el suelo sin hacerse daño con la escoba. «La llevamos en una zona delicada», explica un jugador, «y hay que saber caer para no destrozarse».
Entre rugby y balonmano
Parece un deporte caótico. Es una mezcla de rugby y balonmano. Los equipos están formados por un 'guardián', que es el portero que trata de evitar que la 'quaffle' (la pelota principal) traspase alguno de los tres aros; tres 'cazadores', que intentan colocar la 'quaffle' en los aros del equipo rival; dos 'golpeadores', que utilizan otras pelotas, las 'bludgers', con las que pueden bloquear a un jugador del equipo contrario; y un 'buscador', que es el encargado de atrapar la 'snitch'.
La 'snitch', en la saga del joven mago, es una pelota dorada con alas que tiene vida propia y trata de escapar de los buscadores. Cuando un buscador atrapa la 'snitch', el partido termina. Claro que, en la vida real, no hay pelotas con alas y vida propia, así que un corredor imparcial cumple ese papel. Debe ir vestido de amarillo o dorado y lleva una pelota de tenis metida en un calcetín que ata a su cinturón. Los buscadores intentan atraparle y quitarle la 'snitch'.
Cambian de ejercicio y empiezan a llover 'bludgers' por todas partes. Unos niños que patinan por el parque miran extrañados. Los Buckbeak Riders están entrenando para la Mangamore Kopa de Bilbao, que tendrá lugar en octubre. «Queremos participar en la Copa de España», explica Guillermo, «pero para eso necesitamos haber participado antes en algún campeonato oficial; por eso vamos a la Mangamore». Y todavía apuntan más alto. Si consiguen clasificarse entre los tres primeros equipos de España podrán participar en el Europeo de 'quidditch'.
No es nada fácil porque en la Copa de España participarán equipos como los Lumos de Compostela, campeones del año pasado, los Bizkaia Boggarts o los Wolves de Madrid. Y eso que no participan los Eagles de Barcelona, ya que los equipos catalanes tienen su propia federación y juegan una liga separada.
30 equipos en España
En España ya juegan a 'quidditch' una treintena de equipos, cuatro de ellos en la Comunitat. Los Buckbeak Riders nacieron en Valencia en 2015, apenas dos meses después de los Levante Phoenix, el equipo decano de la región. Ambos equipos se profesan mutuamente un odio cordial. «Nos llevamos bien», responden dos chicas del equipo con la boca pequeña. Luego se echan a reír. «Bueno, lo normal entre dos equipos de la misma ciudad», añaden.
Alguien se da cuenta de que Luna Lovegood lleva media hora sentada en el césped observando el entrenamiento. Le preguntan que si quiere jugar. Quiere. No se le da mal. Palmadita en la espalda. Quizá vuelva la semana que viene. Así es como crece este deporte: con el boca a boca, con uno que viene, prueba, le gusta, invita a un amigo, etc. La expansión es lenta, pero efectiva, y los Buckbeak Riders están orgullosos de ser uno de los primeros equipos de 'quidditch' en Valencia y felices de ver cómo crece su afición.
El 'quidditch' nació en 2005 en la Universidad de Middlebury (EE.UU.), donde un grupo de estudiantes aficionados a los libros de J.K. Rowling jugó el primer partido oficial. La Asociación Internacional de Quidditch (IQA) es el máximo órgano representativo de este deporte que se ha extendido por todo el planeta. Sin embargo, no todo el mundo se toma en serio esta práctica deportiva a pesar de que una treintena de equipos la practican en España y de que se organizan campeonatos. El 'quidditch' no está reconocido en España como un deporte, entre otras cosas porque sólo lleva aquí cinco años y algunos aún piensan que es una broma. Jorge, el capitán de los Lumos Compostela -el equipo que ganó la última edición de la Copa de España-, explica que es una batalla larga. «Cuando contratamos un seguro para organizar un campeonato tenemos que hacerlo como una variante del rugby o del balonmano», se lamenta.
TITULO: LA PANTERA ROSA - Y LUKE LUKE - Sombras del ayer ,.
LA PANTERA ROSA - Y LUKE LUKE - Sombras del ayer ,. ,fotos.
Sombras del ayer,.
El libre albedrío dota de esplendor o de sombras a las vidas de los seres humanos
El libre albedrío es una cualidad maravillosa. Es lo que diferencia al hombre del animal, para empezar. Usted no diría que un tiburón es malo sólo porque se acaba de zampar vivo a un incauto bañista, ¿verdad? Es lo que su naturaleza le pedía. Tampoco sentaría ante un tribunal a un león del zoo si un pobre cuidador acabara en la panza del bicho. No tendría sentido. El animal carece de moral, porque carece de libre albedrío.
El libre albedrío dota de esplendor o de sombras a las vidas de los seres humanos. Las decisiones que tomamos, cuando son correctas, producen luz a nuestro alrededor. Cuando somos incapaces de tomar el camino correcto, bien porque escojamos mal o porque nuestro libre albedrío esté impedido, sólo hay oscuridad. Esto es así porque nada surge de la nada, y al escoger con libre albedrío en el pasado, se determina un destino presente.
Este principio, aplicable a los seres humanos, es el mismo que se aplica en economía. Es una cosa curiosa, la economía. Nadie la entiende, muy especialmente los economistas, meteorólogos del día después que analizan al milímetro lo que pasó ayer. Como este artículo me garantiza una respuesta furibunda de los economistas, les prevengo: tengo una matrícula de honor en macroeconomía y me la dieron sin entender un carajo.
Usted tiene muy claro lo que quiere cambiar este año, pero va a ocurrir lo que no quiere que ocurra
El mismo principio de libre albedrío se aplica en la Economía, les decía. Hay una cantidad determinada de personas que la semana que viene se apuntarán a un gimnasio para todo un año, aprovechando una oferta de lo más atractiva. El 74% de esas personas no harán uso del gimnasio más de dos veces durante todo el año.
Cada una de esas personas tiene libre albedrío, puede elegir por sí misma su destino y son libres arquitectos de sí mismo, capitanes de su propia alma y todo eso. Todas juntas no son más que una estadística, están obligadas por una fuerza incomprensible e indomable. Podemos ir uno por uno motivando a cada uno de los recién apuntados a un gimnasio y explicándoles el contenido de este artículo. El resultado será idéntico o tendrá una desviación estadísticamente irrelevante.
Por las mismas razones, usted tiene en la cabeza eso que tiene muy claro que quiere cambiar este año, y no importa la cantidad de voluntad que usted posea, porque va a ocurrir de cualquier forma lo que usted no quiere que ocurra. Fíjese en lo indeterminado de la afirmación. Guarde, si quiere, este artículo. No importa la capacidad de raciocinio ni el libre albedrío. No va a ocurrir. Tampoco intente entenderlo. Es imposible.
TITULO: EL CLUB COMEDIA - Prólogos y epílogos,.
Prólogos y epílogos,.
foto / Fue en el año 2000 cuando se publicó un libro colectivo, 'Once titulares', con historias y recuerdos del Valencia C.F., que me tocó prologar. En estos 20 años la explosión de la literatura sobre el club de Mestalla ha sido inimaginable. Y sigue. La cosecha literaria de este otoño acredita que la literatura valencianista está, utilizando tópicos futbolísticos, en un espléndido estado de forma, desvelando que el valencianismo ágrafo ya solo es patrimonio de alguna pequeña asociación, servil al accionista mayoritario. La que se prodiga en el uso del verbo haber sin la hache. A pesar de Meriton y de su curiosísima fórmula para desempeñarse en la administración, esos magos de la gestión en la terraza, hay una grandeza genética en el valencianismo que lo hace inmune a cualquier catástrofe, y que ahora permite que la nostalgia sea munición frente al error de la gran transacción del futbol mundial. Solo en esta semana asistimos a la publicación de 'Bronco y copero' II, de Paco Lloret, con la recopilación de las colaboraciones en este periódico, y 'El niño de Di Stéfano', de Paco Gisbert, de calidad y valencianismo acreditados. En los dos casos los libros podrían acompañarse de una faja de promoción editorial: «El libro que Anil Murthy y Peter Lim serían incapaces de leer». En el caso de Paco Lloret, firma el prólogo Rafa Lahuerta, y para el libro de Paco Gisbert, Lahuerta se multiplica en el terreno de juego y se encarga del epílogo. La firma del autor de 'La balada del Bar Torino' se ha convertido en signo y llamada de atención, marchamo de calidad literaria y dignidad cívica. El premio Lletraferit a su novela 'Noruega' consolida una trayectoria en la que el futbol era tan solo uno de los escenarios, y hace que uno ceda y quiera acabar algún libro solo para que se lo prologue Lahuerta. Pero la voz que nace en el Mercat, en las calles de Zurradores y del Trench, la del barrio de San José, la calle Gorgos y Los Checas, tiene todavía que cumplir la última misión ligada al futbol, a la memoria resignada de los que fuimos, y con quien fuimos. Para salir de esta etapa mediocre y de asfixia, en la que hasta a él le quisieron embutir una americana para entrar a Mestalla, hará falta mucho entusiasmo, y estrategia jurídica, complicidad financiera y afecto de las instituciones. Pero faltará el ingrediente final, el descabello, la puntilla que ninguno de nosotros puede dar. El final de Meriton llegará cuando Rafa Lahuerta decida redactar su epílogo. Y para nuestro futuro, el que nacido en el Bar Torino tiene como eje imprescindible Mestalla, hace falta su prólogo imprescindible. Es el último servicio.
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