Proteger a las personas y salvaguardar los empleos,.
En una columna publicada el domingo 29 de marzo en el diario Abc, el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, reitera el compromiso de la compañía con la sociedad en estos momentos de crisis provocados por el coronavirus. Un compromiso que se materializa en dos vertientes: proteger a las personas y salvaguardar los empleos.
La primera, respecto a la seguridad de los trabajadores que, a menudo en primera línea, mantienen los servicios básicos o realizan labores de apoyo a quienes los prestan.
La segunda se refiere a la economía. En opinión de Galán, las empresas -especialmente las de sectores con efecto tractor- deben mantener e incluso acelerar las inversiones previstas, ya que este es “el mejor modo de apoyar la actividad y el empleo en nuestros miles de proveedores -entre ellos, muchas pequeñas y medianas empresas- y de impulsar una recuperación más rápida tan pronto como superemos esta situación”.
Es ahora más que nunca cuando las empresas debemos demostrar nuestra capacidad de contribuir a la sociedad, como actores imprescindibles en una economía que quiera ser social y de mercado.El presidente de Iberdrola señala también que las soluciones de cada país no son suficientes, puesto que estos no tienen “la capacidad para afrontar en solitario los impactos de esta crisis sobre la oferta y demanda global que auguran la mayoría de los expertos”, por lo que se hace necesario desarrollar estrategias coordinadas.
“Una Europa solidaria, capaz de dar una respuesta unida a la crisis, es la mejor garantía para dejar pronto atrás la recesión, relanzar la economía y, lo que es más importante, demostrar que el proyecto común de Europa responde a los ciudadanos cuando estos más lo necesitan”, asegura. Todo ello para intentar mitigar lo máximo posible el fuerte impacto que la crisis sanitaria está teniendo sobre el PIB de los países y, sobre todo, en el empleo.
Por último, Galán se muestra optimista con que superaremos la pandemia, gracias a la “la capacidad de sacrificio y compromiso de todas las personas que hacen posible que los servicios básicos de nuestro país sigan funcionando y, en particular, quienes combaten en primera línea la pandemia, para los que nunca habrá gestos suficientes de reconocimiento ante su encomiable generosidad”. “Todos ellos -concluye- son hoy, y serán ya siempre, nuestros héroes anónimos”.
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LOS 50€ BILLETES - BILLETE 1.000 PESETAS - LOS ARBOLES PERDIDOS - Cómo poner un país en marcha tras la pandemia ,.
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Cómo poner un país en marcha tras la pandemia ,.
Los expertos aseguran que cuando se levante el confinamiento total, lo importante es que el tejido empresarial haya «sobrevivido» a la «intensa» crisis,.
Los empresarios prevén una crisis «intensa y dolorosa» derivada de la pandemia, por lo que instan a «preservar en lo posible la actividad». Sin embargo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció este sábado la limitación total de movimientos de los 47 millones de españoles salvo los que trabajen en actividades esenciales durante las próximas dos semanas, una medida que el Gobierno aprobará en el Consejo de Ministros extraordinario de este domingo.
Desde el Círculo de Empresarios aseguran que hay que pensar ya «en el día después, en la deseada fase de recuperación», que será «más rápida y enérgica» cuanto menos deteriorada esté la actividad.
«El reequilibrio que viene penalizará a los que más se habían beneficiado en el pasado de la globalización»
esade ecpol
En concreto, hay
determinadas industrias que tendrían muchas dificultades para su puesta
en marcha en caso de paralización total de la actividad al estilo de lo
decretado en Italia. Es el caso de los altos hornos, los cuales si se
apagan totalmente «muchos no se podrán volver a encender», explica a
este periódico Miguel Rus, presidente de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES).
«Se podrá disminuir su producción, pero sería una temeridad provocar
una paralización total de la economía porque generaría un cese que luego
sería muy difícil de recuperar», considera Rus, que apoya por tanto las
decisiones que está tomando el Gobierno de continuar con determinadas
actividad «aunque con delicadas medidas de protección para sus
trabajadores».En el caso de las fábricas de automóviles, hay funciones que se pueden seguir realizando incluso sin personal en la planta porque están mecanizadas. Aunque no se ha pedido el cese de la actividad de esta industria, los datos publicados el pasado jueves por la patronal de fabricantes Anfac reflejaban que la producción de coches en España caerá entre un 50% y un 60% en marzo a causa del COVID-19, que ha provocado el cierre temporal de doce factorías con el fin de evitar contagios y la aplicación de un ERTE a más de 60.000 personas.
«La recuperación será más rápida y enérgica cuanto menos deteriorada esté la actividad»
círculo de empresarios
«La ida es que
cuando acabe el estado de alarma se pueda ir recuperando poco a poco la
normalidad porque muchos procesos de podrán recuperar rápidamente»,
explica Rus. Sus estimaciones es que el confinamiento dure aún 15 días
más de lo anunciado, hasta el 26 de abril, por lo que ese mes «estará
perdido para la economía», mientras que en mayo comenzará a recuperarse la producción «muy
poco a poco», para que en junio/julio la situación será más parecida a
la previa a la pandemia. «El escenario más previsible es que de
septiembre a diciembre podamos recuperar la normalidad y parte de lo que
no hemos podido producir en el año», señala el experto.Recuperación por fases
Las perspectivas no son buenas. Esta semana algunos gabinetes de estudios han comenzado a atreverse a dar las primeras estimaciones sobre la caída del PIB español por esta gran crisis. El análisis realizado por Fedea, BBVA Research y la Fundación Rafael del Pino calcula que el PIB caerá hasta el -4,5% en 2020, lo que supondrá el mayor desplome de la economía, que incluso en 2008, el peor año de la crisis financiera, se quedó en el -3,8%. Pero más allá, sin medidas de mitigación del impacto por parte del Gobierno, la pandemia reducirá el crecimiento hasta el -7,9%.La agencia de calificación Standard & Poor's (S&P) es ligeramente más optimista. Sus expertos han calculado que la economía española caerá al -2,1% este año (desde el 2% de crecimiento de 2019), pero se producirá un rebote al 3,1% en 2021. Y desde Funcas, la Fundación de las Cajas de Ahorros, bajo la hipótesis de que la crisis sanitaria mejore a partir de mayo, calculan que el PIB se contraerá un 3% este año, aunque en 2021 la economía crecerá al 2,8%, con una evolución «en forma de U».
«La política tendrá que dar apoyo a la demanda porque será cautelosa durante bastante tiempo»
funcas
«Lo mal que nos vaya después
dependerá de lo capaces que seamos ahora de sostener el cierre de
empresas y los despidos. El Estado debe asumir ahora el coste del
funcionamiento del país, porque es una economía de guerra», detalla Toni Roldán, director de Esade EcPol, el centro de política económica de la escuela de negocios, que asegura que si se desmantela el tejido productivo, las consecuencias serán mucho peores.En su opinión, el país se pondrá en marcha por fases porque las actividades relacionadas con el conocimiento se pueden hacer a distancia incluso durante la crisis, como las clases universitarias, la investigación o los análisis. Sin embargo, los sectores que tengan que ver más con las relaciones personales tendrán que ser más prudentes, y son «una parte de muy importante de la que depende la economía española». Es mejor, por tanto, dividir las actividades entre interpersonales/conocimiento que por sectores económicos. Incluso hay algunos beneficiados de esta crisis: los que venden productos audiovisuales y alimentación. «El reequilibrio que vendrá penalizará a los que más se habían beneficiado en el pasado de la globalización y ayudará a los que se habían quedado atrás», comenta Roldán.
Según los cálculos de su gabinete, la actividad económica se parará a la mitad en marzo y abril, y un 25% durante mayo y junio. «Será una recesión muy profunda, se saldrá de ella en unos meses pero el coste económico será duradero», asegura Roldán, que opina que el cierre de toda la actividad económica dependerá únicamente de las decisiones sanitarias, aunque reconoce que «el confinamiento permanente y total es algo insostenible en el tiempo».
Para volver a poner el país en funcionamiento la primera prioridad es la «supervivencia del aparato productivo», de ello depende la capacidad de «rebote» cuando las medidas de confinamiento se relajen, opina Raymond Torres, director de Coyuntura y Análisis Internacional de Funcas. Cuando entremos en una fase distinta tras el confinamiento total, la principal tarea de la política económica será «el apoyo a la demanda porque se mostrará cautelosa durante bastante tiempo». A su juicio, los sectores ligados al turismo serán los más afectados por la «amplitud del shock».
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LOS LIMONES - EL BOMBON DE HELADO - PAPELES QUEMADOS - Chimenea - La logística y la alimentación no paran su actividad, pero enfrentan grandes retos,.
LOS LIMONES - EL BOMBON DE HELADO - PAPELES QUEMADOS -Chimenea - La logística y la alimentación no paran su actividad, pero enfrentan grandes retos ,. , fotos,.
Para que un país empiece a funcionar tras el desastre es
prioritario que no se haya destruido el tejido empresarial. Más allá
del cierre de cientos de empresas que se produzca cuando acabe la crisis
que ya prevén los analistas, hay otras que saldrán beneficiadas -aunque
con cargas a sus espaldas- de esta coyuntura. Y es que el sector que ha
tomado más importancia en esta crisis, solo por detrás del sanitario,
es el de la cadena de suministro, es decir, transportistas, distribución
y supermercados.
Pero no es fácil. La situación actual está planteando enormes retos a sus trabajadores para abastecer al país. «En el actual escenario el sector de transportes y logística sigue funcionando como necesaria correa de transmisión para proveer de servicios esenciales a los ciudadanos de todo el mundo», detalla Miquel Serracanta, director de Cadenas de Suministro en EAE Business School.
En este momento todos los segmentos de la cadena son importantes «hayan sido o no valorados anteriormente», porque si falla un eslabón, los productos no llegan a su destino
«Todos los actores adquieren más importancia, desde las personas que
gestionan la planificación de los transportes frente a un ordenador
hasta los cajeros de las tiendas, pasando por los mozos de almacén,
reponedores o transportistas». En su opinión, los enormes retos
operativos que plantea la gestión del día a día en esta crisis
demuestran la necesidad de «colaboración, comunicación y coordinación»
entre empresas y profesionales.
Actualmente el transporte se mueve en la base de la resolución del 13 de marzo de la DGT, por la que se exceptúa de forma temporal el cumplimiento de las normas de tiempos de conducción y descanso en el transporte de mercancías. Con ello se flexibilizan los tiempos de trabajo de los conductores profesionales para garantizar el suministro de alimentos, material sanitario y medicamentos, entre otros esenciales. Esta resolución, sin embargo, no realiza ningún cambio en otros detalles más operativos, por lo que las empresas transportistas y operadores «han ido generando sus propios criterios sobre los que siguen funcionando».
El problema del trabajo sin descanso es que los transportistas asumen más riesgos para su propia vida, además del peligro de contagio al estar en contacto con otros operadores porque aún manejan documentación en formato papel.
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La logística y la alimentación no paran su actividad, pero enfrentan grandes retos,.
El sector sigue funcionando como «necesaria correa de transmisión», pero sus trabajadores asumen un importante riesgo,.
Pero no es fácil. La situación actual está planteando enormes retos a sus trabajadores para abastecer al país. «En el actual escenario el sector de transportes y logística sigue funcionando como necesaria correa de transmisión para proveer de servicios esenciales a los ciudadanos de todo el mundo», detalla Miquel Serracanta, director de Cadenas de Suministro en EAE Business School.
El transporte, sin descanso
Un punto de mejora es el denominado efecto látigo: cuando se producen aumentos excepcionales de la demanda final, éstos se magnifican para los proveedores cuanto más lejos están del cliente final de la cadena por el efecto multiplicador de los stocks en ellos. «Esto es debido a que, cuando a los ciudadanos se les confina en casa, cada persona decide actuar para autoprotegerse a sí misma y a los suyos, algunas veces incluso en contra del bien común», señala el experto.Actualmente el transporte se mueve en la base de la resolución del 13 de marzo de la DGT, por la que se exceptúa de forma temporal el cumplimiento de las normas de tiempos de conducción y descanso en el transporte de mercancías. Con ello se flexibilizan los tiempos de trabajo de los conductores profesionales para garantizar el suministro de alimentos, material sanitario y medicamentos, entre otros esenciales. Esta resolución, sin embargo, no realiza ningún cambio en otros detalles más operativos, por lo que las empresas transportistas y operadores «han ido generando sus propios criterios sobre los que siguen funcionando».
El problema del trabajo sin descanso es que los transportistas asumen más riesgos para su propia vida, además del peligro de contagio al estar en contacto con otros operadores porque aún manejan documentación en formato papel.
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