El baile de los concejales,.
Cuando a alguien le ofrecen entrar en política conviene que se lo piense dos veces antes de aceptar y no solo dejarse masajear el ego. Ser edil es más duro de lo que parece,.
Aunque se mezclen con ellos, los concejales están en una dimensión muy distinta a la que ocupan diputados y senadores, que ingresarán entre 7.000 y 8.000 euros brutos por mes y medio de no trabajo. El período transcurrido desde que se disolvieron las Cortes hasta la jornada de reflexión previa a las últimas elecciones generales.
Muy pocos son los que renuncian a esta especie de finiquito o paro, y entre ellos no se encuentran los extremeños (solo José Antonio Monago optó por volver a cobrar de la Asamblea de Extremadura). Están en su derecho porque así lo establece la norma. Pero también hay que decir que han hecho oídos sordos a casi el millón de firmas que pedían que, dada la peculiar y fallida legislatura que dejaban atrás, renunciaran esta vez a cobrarlo. Es un motivo más de la desafección de la ciudadanía con los políticos.
Los concejales, cuyas condiciones se encuentran a años luz, sí están acostumbrados a escuchar, aunque no siempre les apetezca, sobre todo en estas comunidades pequeñas como son las localidades extremeñas.
Por eso, porque ser concejal no es tan fácil de llevar, asistimos durante los últimos días a un baile de ediles, una ida y venida por distintos motivos, que pone en aprieto el funcionamiento eficaz de sus respectivos consistorios y subraya la idea de que el ser humano se ve cegado a veces por el poder y el ego, y luego descubre que la realidad suele ser más ingrata.
En Plasencia, donde la historia de conflictos en las filas del PSOE desde el siglo pasado da para una tesis doctoral de las de verdad, los socialistas se han quedado sin la persona que hace solo seis meses quería ser el alcalde del municipio. Permanecer la legislatura entera en la oposición se le ha hecho muy cuesta arriba a Raúl Iglesias, que o bien no se ha dado cuenta de que también podía trabajar de forma eficaz por la ciudad desde el lugar donde le han situado los ciudadanos con sus votos, o bien nadie en su partido ha tenido demasiado interés en hacérselo ver.
También en Badajoz, la edil Dolores Álvarez se ha dado cuenta en los pocos meses transcurridos de que, efectivamente, los ediles no tienen a veces horarios definidos y ha optado por dejar pasar a alguien con más vocación o más ganas.
El baile del ayuntamiento de Cáceres es punto y aparte. Formar comisiones (los órganos donde se adoptan las decisiones municipales) de 17 miembros es simplemente un disparate, pero a eso conduce, si nadie lo remedia, la proliferación de tanto concejal sin partido de mayo hasta aquí, con la salida de Francisco Alcántara y Mar Díaz de Ciudadanos, que se añaden a un Teófilo Amores que enseguida se cansó de ser de Vox pero no de ser concejal. Lo que está ocurriendo no es edificante ni bueno para la ciudad.
Hay que pensárselo dos veces antes de aceptar cuando a alguien le ofrecen ser miembro de una Corporación municipal en representación de un partido, y no solo dejarse masajear el ego, que es lo que sucede a menudo. La realidad de la pequeña política es más áspera de lo que parece y tiene sombras que apagan el brillo social. No conviene construir cuentos de la lechera porque hasta el sillón de la alcaldía solo puede llegar uno.
Así que lo dicho, un brindis por los políticos, por los concejales que se plantean que el camino es largo, el trabajo intenso y que no siempre los reconocimientos se consiguen enseguida, si llegan.
TITULO: EL MAGO DEL TIEMPO - El temporal se intensifica en Cataluña y Baleares con fuertes inundaciones tras azotar Valencia y Murcia,.
El temporal se intensifica en Cataluña y Baleares con fuertes inundaciones tras azotar Valencia y Murcia
- Se han registrado olas de hasta sesi metros, fuertes inundaciones, desbordamiento de torrentes y cortes de carreteras,.
- Mallorca y las localidades de Tarragona son las que han registrado mayores lluvias y rachas de viento, fotos,.
La localidad tarraconense de Alcanar es la que ha recogido mayores precipitaciones por este temporal de Levante en la costa catalana, con 106,6 litros de agua por metro cuadrado hasta las 17:00 horas, mientras que Margalef (Tarragona) ha registrado la racha de viento más fuerte, con 94,7 kilómetros por hora.
El viento, el fuerte oleaje, con olas de hasta 6 metros en la costa barcelonesa y la Costa Brava, y la lluvia están complicando la circulación en las carreteras del litoral catalán.
Numerosas calles y avenidas de Barcelona y otras ciudades han quedado inundadas porque el viento ha derribado las hojas de los árboles y éstas han taponado imbornales y alcantarillas, provocando la acumulación de agua en las calzadas.
Según las previsiones, el temporal seguirá afectando con intensidad a la comunidad catalana mañana por la mañana y empezará a amainar por la tarde.
10 torrentes desbordados en Mallorca y vías cortadas
En Baleares, la borrasca que azota al archipiélago desde el martes por la noche ha causado 118 incidentes en las islas hasta las 14.00 horas, la mayoría de ellos en Mallorca (107), debido a la acumulación de agua en la calzada, inundaciones de sótanos y caída de árboles.Durante la jornada se han llegado a desbordar 10 torrentes en Mallorca y han sido cortadas al tráfico seis carreteras y varios pasos inferiores de vías.
Las lluvias que han caído este miércoles en algunos puntos del archipiélago han igualado o superado a las que se registran durante todo el mes de diciembre de promedio.
Así, en la localidad mallorquina de Sóller se han recogido 191 litros por metro cuadrado, cuando en todo diciembre suelen caer 127, y en Montuïri 61, la misma cantidad que se suele registrar en el último mes del año. Además, durante la madrugada del miércoles han caído unos 8.800 rayos en Baleares y su costa.
Fuertes lluvias y viento en la Comunidad Valenciana
También el temporal ha originado lluvias persistentes en Castellón, mientras que en las provincias de Valencia y Alicante las intensas tormentas de la madrugada pasaron a ser débiles con las primeras horas del día y el fuerte viento provocó mar gruesa y olas en el litoral de la comunidad.Las rachas de viento han superado los 60 kilómetros por hora en la ciudad de Valencia, donde el Ayuntamiento ha decretado el cierre de todos los parques y jardines. Además, durante la madrugada se cerraron los puertos de Valencia y de Sagunto, que fueron reabiertos a lo largo de la jornada.
El teléfono de emergencias 112 de la Comunidad Valenciana ha recibido a lo largo del día 382 llamadas relacionadas con las lluvias, referidas a 263 incidentes, y los bomberos de Castellón han rescatado a dos personas de un coche atrapado en una balsa de agua en la localidad de Vinarós.
Además, se han registrado fuertes nevadas en las localidades castellonenses de Ares del Maestre y Castellfort, por lo que se ha activado el dispositivo especial de actuación con quitanieves.
Dos días sin clase en Murcia
En Murcia, el Ayuntamiento de Los Alcázares ha decidido reanudar este jueves la actividad en todos los colegios del municipio, salvo en el instituto, tras dos días seguidos sin clase por las fuertes lluvias que afectaron a la comunidad desde la noche del pasado lunes.Estas lluvias provocaron ayer cortes de carreteras y hubo que efectuar una treintena de rescates de personas atrapadas en sus vehículos, sobre todo en el entorno del Mar Menor y en los municipios de San Javier y Los Alcázares, donde las fuertes lluvias obligaron a la evacuación de un centenar de personas.
TITULO:'Volando voy -Jesús Calleja - Cristina Morales ,.
Este domingo 8 de Diciembre , a las 21.30, Cuatro emite una nueva entrega de 'Volando voy',foto .
Cristina Morales,.
Se percibe además otro runrún en el ambiente. En ciertos ambientes: ¿Y si el borrado de genealogía de Cristina Morales contribuyera de alguna manera a desarraigarla para hacerla vulnerable, vendible y borrar de paso a los protagonistas de la literatura política española reciente como Rafael Chirbes, Belén Gopegui, Isaac Rosa, Marta Sanz, etc? La liebre anda suelta y la siguiente pregunta resulta inevitable: ¿Le importará mucho a Morales que la 'manoseen' para hacerla vendible si ella misma admite que también 'manoseó' Lectura fácil con el mismo fin? Lo explicó en el Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor 'Ja Bilbao!' de la siguiente forma: «Un discurso tan radical podía llegar a ser ilegible. Entonces me plegué al canon literario, a las necesidades del capital e hice una novela apta para darle un premio». Después, agradece al filonazi Celine haber escrito la ilegible De un castillo a otro contra los 'salvadores yanquis' tras la Segunda Guerra Mundial: «Gracias, Celine por escribir en contra de los aliados. Alguien tenía que hacer esta crítica». Morales impredecible. Morales irreverente. ¿Morales 'bastarda'?
Desprovista de antecesores según el Premio Nacional de Narrativa, cabe indagar en la posibilidad de que al menos tenga algún amigo, algún pariente vivo coetáneo. O mejor, coetánea si se tiene en cuenta el innegable regocijo de este premio en círculos de mujeres feministas con-las-que y contra-las-que carga en Lectura fácil con mayor ironía aún que contra los machistas y los fascistas. Ya se sabe que donde hay confianza da asco, y Cristina Morales se burla con humor y buenos argumentos de los carteles 'NO es NO' que empapelan las fiestas anarquistas. «¡Si por lo menos hubiera un grafiti lo mismo de grande al lado que dijera SÍ es SÍ!», propone. No existe feminista que no haya sufrido un ataque de risa y un escalofrío, asaeteada por semejantes dardos de ingenio. Más que dardos, flechas, lanzas, balas contra cualquier biempensante. Un listón demasiado alto, como dice la escritora Luna Miguel al periódico colombiano El tiempo, «que incentiva a escritores de la misma generación» de Morales como «Aixa de la Cruz, Antonio J. Rodríguez, María Bastarós, Munir Hachemi, Víctor Parkas, Lucía Baskaran, Andrea Abreu, María Sánchez, Rodrigo G. Marina, Elizabeth Duval, Rosa Berbel», y añade puntos suspensivos porque tal vez sean muchos, muchísimos, coetáneos en esta onda. Una gran familia para una gran 'bastarda'. Es curiosa la percepción y el posicionamiento de cada participante respecto a Lectura fácil. No proviene de nadie según el Premio Nacional, y sin embargo todos quieren formar parte de ella: escritores antecesores, escritores coetáneos ¿y escritores sucesores? ¿Y si fuera cierto que carece de genealogía y lo único que puede ocurrir es que se reproduzca y dé a luz a sucesores?
Este verano, antes de recibir el galardón ministerial, Cristina Morales impartió un taller de escritura en Madrid donde entre otras cosas se dedicaron a crear insultos, a analizarlos, a buscar el insulto recibido más doloroso, y entre el alumnado alguien pronunció el adjetivo 'parásito' con el que Morales se identificó de inmediato. «A mí me llaman así a menudo por recibir becas y premios», dijo, y acto seguido, como buena 'parásita', declaró que ella iba a 'chupar' del sistema lo que pudiera. He aquí una posible respuesta a la paradoja de que acepte los veinte mil euros de un premio del sistema por un libro contra el sistema. En cuanto a la rareza de que carezca de ascendientes, la extrañeza permanece: «No hay texto que no nazca en un contexto. Todo texto es político. Yo no soy la que está produciendo», dice Cristina Morales a sus futuros hijos e hijas, quienes extraen los siguientes pilares de una literatura que debe ser desclasada, insumisa, marginal, perversa y despatriarcada. «Se puede hacer la revolución sin salir del portátil», añade Morales. Y en la misma línea respondió en una entrevista a La tarde en 24h. Resulta imposible hablar con ella, inmersa hasta ahora en una beca del Ministerio de Exteriores en Latinoamérica. «Si la novela puede ser combativa, puede ser combativa con el canon literario que es donde se inserta. La novela puede ser un lugar de ejercicio del poder, pero puede ser un lugar también de contra poder. En concreto, Lectura fácil puede ser una herramienta politizadora en tanto que herramienta para la lectora o el lector que le facilita o que le permite tomar conciencia de las opresiones o de las miserias que sufre y quizá hacerle cambiar su punto de vista sobre determinados comportamientos que tenía normalizados como buenos», dice.
Que la gente perciba sus opresiones, es decir, se haga 'bastardista' leyendo Lectura fácil, es un asunto personal. Pero que Lectura fácil esté combatiendo el canon es quizá más constatable. Al menos, lo ha revuelto, lo ha puesto patas arriba, lo ha convertido en un ente ecléctico sin padres, pero con muchos parientes cercanos, e hijos e hijas en ciernes. Este Premio Nacional de Narrativa inaugura tal vez una nueva rama de la excelencia. «Canoncito, canoncito mío, ¿quién es la más fea, cabreada y que da más risa del reino?», se puede preguntar ya cualquier escritor o escritora. Y querer ser así para entrar en la historia.
¿Es Cristina Morales una ganadora 'bastarda'?,.
Una bastarda es la hija de un padre desconocido. Una hija nacida fuera de la ley. Un ser ilegítimo. Y parece ser que la novela Lectura fácil
de Cristina Morales, ganadora del Premio Nacional de Narrativa
bastardea lo suyo «por tratarse de una propuesta radical y radicalmente
original, que no cuenta con una genealogía en la literatura española»,
como expresó el jurado. ¿Radical? Sin duda. ¿Original? Un rato. ¿Pero por qué no cuenta con una genealogía en la literatura española?
¿Cómo es posible que no tenga ascendientes? ¿Ni siquiera un tío
segundo? No se trata de atacar ni de defender a Cristina Morales -que
ella ya se las arregla muy bien- sino de ver por qué se galardona y se
aísla a la vez una obra que además, se define a sí misma como
bastardista, es decir, capaz de constatar cómo el poder nos aliena y hace que identifiquemos «nuestros deseos e intereses con los deseos e intereses del poder»,
sea este de derechas, de izquierdas, nacionalista, de una profesora de
danza o del mismísimo premio que le acaban de dar. Morales inventó el
bastardismo en Lectura fácil y Morales en carne y hueso actuó en
consecuencia cuando, recién laureada por el Ministerio de Cultura, lanzó
unas declaraciones tan incendiarias que hasta el gobierno la
'reprendió'. Sí, esas de que «es una alegría que haya fuego en vez de
cafeterías abiertas» en Barcelona. Morales impredecible. Morales
irreverente. ¿Morales 'bastarda'? Está claro que decir que una obra carece de genealogía literaria parece de entrada un halago,
el resultado natural de una originalidad sin precedentes, pero es que
hay halagos que los carga el diablo. A raíz de tratos de singularidad y
anomalía semejantes, Emily Dickinson, por ejemplo, alcanzó la gloria de
ser reconocida como genia en la literatura estadounidense, aunque con
una genialidad tan genialísimamente regenial que nadie, de ninguna
manera, podía antecederla ni sucederla. Una de cal (el reconocimiento) y
otra de arena (la anomalía). Así lo cuenta Jessa Crispin en el prólogo
de Cómo acabar con la escritura de las mujeres, de Joanna Russ,
editado por Dos Bigotes y Barrett: «No es un cumplido tratar a una
autora como si fuera una extraña, hubiera llegado en un platillo volante
o hubiese crecido de la tierra. Todas las personas que se dedican a la
escritura tienen influencias, su trabajo se lleva a cabo dentro de una
tradición». La profesora y catedrática María José Bruña se expresa en
términos parecidos: «Por supuesto que la estrategia de la
excepcionalidad ('dinámica de las excepciones' se llama en crítica
literaria) siempre ha funcionado y lo sigue haciendo». Y nombra a
numerosas intelectuales combativas que tuvieron su momento de 'gloria' y
que luego desaparecieron. «Maruja Mallo, María Zambrano o Elena Fortún
entre las españolas, y la lista es infinita también en América Latina
con María Eugenia Paz Ferreira, Alfonsina Storni, etc. Autoras que
arremeten por igual contra la violencia simbólica y la económica», dice
María José Bruña. Según ella, uno de los casos más flagrantes de olvido
es el de la narradora Luisa Carnés. Y de su obra Tea Rooms. Mujeres obreras, publicada en 1934 y recuperada por Hoja de Plata, habló en su momento a El País
la escritora Marta Sanz de esta manera: «Denunció las desigualdades del
sistema capitalista, y se concentró en la emancipación de las mujeres a
través de la lucha; en la necesidad de que las obreras se
desvincu¬laran de padres, maridos, patrones y confesores, para
transgredir un modelo de vida abocado a una domesticidad matrimonial o
prostibularia». Ni amo, ni dios, ni marido, ni partido, ni de fútbol aparece en la portada de Lectura fácil. Alguna semejanza se atisba.
El borrado de genealogía de Lectura fácil y las reticencias de la
presidencia del jurado a expresar algún matiz a este periódico ponen de
manifiesto la cautela a la hora de entregar un premio cuya concesión
también alberga osadía. Valor. Ganas de abrir otras puertas por las que
entrar en la historia. Otorgar un premio institucional a una obra supone
de hecho convertirla en tradición y en referente del canon: ese espejo
donde los textos se miran y se acicala en plan madrastra de
Blancanieves. «Canoncito, canoncito mío, ¿cuál es la sintaxis más bella
del reino? ¿Y el léxico más hermoso? ¿Y el argumento total? ¿Maquillo a
mis personajes o los dejo así al natural?» El espejito-canon responderá
acorde con su propia imagen. No cabe otra cosa. Y por eso el Premio
Nacional de Narrativa a Lectura fácil incorpora a ese rostro un
tanto aplanado del espejito-canon una amalgama de nuevos rasgos de
calidad como el lenguaje oral, el humor, la mala leche, el feminismo, la
ira, la antiretórica y la escatología. Cualidades, a la hora de la
verdad, tampoco tan excéntricas si tenemos en cuenta dos cosas. Una, que
la propia autora suele citar como inspiradores a los canónicos Cela, Quevedo y Arcipreste de Hita «que también escribía bastante marrano». Y dos, que Lectura fácil
ya había ganado el premio Herralde concedido por su prestigiosa
editorial Anagrama donde las ventas de la obra iban viento en popa.
Lectura fácil gustaba a la gente. Morales ya había encontrado su hueco
en el presente y la labor del reconocimiento institucional consiste
sobre todo en transferir ese éxito horizontal y sincrónico a la línea
vertical y diacrónica, que es la que perdura en el tiempo. ¿Dura 'algo'
por el contrario cuando ese 'algo' anda suelto? Más bien, cuando 'algo'
anda suelto se puede hacer una pinza con los dedos, cogerlo como una
pelusa y arrojarlo ventana afuera.Se percibe además otro runrún en el ambiente. En ciertos ambientes: ¿Y si el borrado de genealogía de Cristina Morales contribuyera de alguna manera a desarraigarla para hacerla vulnerable, vendible y borrar de paso a los protagonistas de la literatura política española reciente como Rafael Chirbes, Belén Gopegui, Isaac Rosa, Marta Sanz, etc? La liebre anda suelta y la siguiente pregunta resulta inevitable: ¿Le importará mucho a Morales que la 'manoseen' para hacerla vendible si ella misma admite que también 'manoseó' Lectura fácil con el mismo fin? Lo explicó en el Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor 'Ja Bilbao!' de la siguiente forma: «Un discurso tan radical podía llegar a ser ilegible. Entonces me plegué al canon literario, a las necesidades del capital e hice una novela apta para darle un premio». Después, agradece al filonazi Celine haber escrito la ilegible De un castillo a otro contra los 'salvadores yanquis' tras la Segunda Guerra Mundial: «Gracias, Celine por escribir en contra de los aliados. Alguien tenía que hacer esta crítica». Morales impredecible. Morales irreverente. ¿Morales 'bastarda'?
Desprovista de antecesores según el Premio Nacional de Narrativa, cabe indagar en la posibilidad de que al menos tenga algún amigo, algún pariente vivo coetáneo. O mejor, coetánea si se tiene en cuenta el innegable regocijo de este premio en círculos de mujeres feministas con-las-que y contra-las-que carga en Lectura fácil con mayor ironía aún que contra los machistas y los fascistas. Ya se sabe que donde hay confianza da asco, y Cristina Morales se burla con humor y buenos argumentos de los carteles 'NO es NO' que empapelan las fiestas anarquistas. «¡Si por lo menos hubiera un grafiti lo mismo de grande al lado que dijera SÍ es SÍ!», propone. No existe feminista que no haya sufrido un ataque de risa y un escalofrío, asaeteada por semejantes dardos de ingenio. Más que dardos, flechas, lanzas, balas contra cualquier biempensante. Un listón demasiado alto, como dice la escritora Luna Miguel al periódico colombiano El tiempo, «que incentiva a escritores de la misma generación» de Morales como «Aixa de la Cruz, Antonio J. Rodríguez, María Bastarós, Munir Hachemi, Víctor Parkas, Lucía Baskaran, Andrea Abreu, María Sánchez, Rodrigo G. Marina, Elizabeth Duval, Rosa Berbel», y añade puntos suspensivos porque tal vez sean muchos, muchísimos, coetáneos en esta onda. Una gran familia para una gran 'bastarda'. Es curiosa la percepción y el posicionamiento de cada participante respecto a Lectura fácil. No proviene de nadie según el Premio Nacional, y sin embargo todos quieren formar parte de ella: escritores antecesores, escritores coetáneos ¿y escritores sucesores? ¿Y si fuera cierto que carece de genealogía y lo único que puede ocurrir es que se reproduzca y dé a luz a sucesores?
Este verano, antes de recibir el galardón ministerial, Cristina Morales impartió un taller de escritura en Madrid donde entre otras cosas se dedicaron a crear insultos, a analizarlos, a buscar el insulto recibido más doloroso, y entre el alumnado alguien pronunció el adjetivo 'parásito' con el que Morales se identificó de inmediato. «A mí me llaman así a menudo por recibir becas y premios», dijo, y acto seguido, como buena 'parásita', declaró que ella iba a 'chupar' del sistema lo que pudiera. He aquí una posible respuesta a la paradoja de que acepte los veinte mil euros de un premio del sistema por un libro contra el sistema. En cuanto a la rareza de que carezca de ascendientes, la extrañeza permanece: «No hay texto que no nazca en un contexto. Todo texto es político. Yo no soy la que está produciendo», dice Cristina Morales a sus futuros hijos e hijas, quienes extraen los siguientes pilares de una literatura que debe ser desclasada, insumisa, marginal, perversa y despatriarcada. «Se puede hacer la revolución sin salir del portátil», añade Morales. Y en la misma línea respondió en una entrevista a La tarde en 24h. Resulta imposible hablar con ella, inmersa hasta ahora en una beca del Ministerio de Exteriores en Latinoamérica. «Si la novela puede ser combativa, puede ser combativa con el canon literario que es donde se inserta. La novela puede ser un lugar de ejercicio del poder, pero puede ser un lugar también de contra poder. En concreto, Lectura fácil puede ser una herramienta politizadora en tanto que herramienta para la lectora o el lector que le facilita o que le permite tomar conciencia de las opresiones o de las miserias que sufre y quizá hacerle cambiar su punto de vista sobre determinados comportamientos que tenía normalizados como buenos», dice.
Que la gente perciba sus opresiones, es decir, se haga 'bastardista' leyendo Lectura fácil, es un asunto personal. Pero que Lectura fácil esté combatiendo el canon es quizá más constatable. Al menos, lo ha revuelto, lo ha puesto patas arriba, lo ha convertido en un ente ecléctico sin padres, pero con muchos parientes cercanos, e hijos e hijas en ciernes. Este Premio Nacional de Narrativa inaugura tal vez una nueva rama de la excelencia. «Canoncito, canoncito mío, ¿quién es la más fea, cabreada y que da más risa del reino?», se puede preguntar ya cualquier escritor o escritora. Y querer ser así para entrar en la historia.
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