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El Badajoz se resiste a despertar del sueño,.
El equipo blanquinegro se muestra confiado y convencido en marcar en Las Gaunas y remontar la primera eliminatoria ante la UD Logroñés,.
«Ahora
que estamos quí, hay que subir», decía Mehdi Nafti nada más certificar
la clasificación par la fase de ascenso. Y esa declaración de
intenciones la sigue manteniendo a pesar de viajar a Logroño con un
lastre de 0-1 de la ida en el Nuevo Vivero. El Badajoz quiere volver a
brindar con Rioja dos años después de saltar a bronce en Calahorra. La
confianza y convicción del vestuario en poder remontar la eliminatoria
en Las Gaunas es la mejor muestra de que el conjunto pacense está
preparado para otro desafío. «La energía y el positivismo que me han
transmitido los chicos a lo largo de la semana ha sido espectacular. Los
chicos están convencidos de que vamos a hacer algo muy grande»,
apuntaba el técnico blanquinegro este viernes. Nada le detiene. Creer y fe. La que mueve montañas y a esos más de 300 seguidores que acompañarán al equipo en La Rioja. «Es una pasada. No es solo viajar, es lo que te puedes gastar, la gente que trabaja el lunes y aún así va. Yo lo valoro muchísimo», agradecía Nafti.
Es la final de las finales. Y el Badajoz lleva jugando una desde enero. «Nada nos da miedo», avisa Nafti. Guzmán recordaba esta semana que ya tuvieron que afrontar un partido donde solo les valía ganar y lo consiguieron en el campo el UCAM. Necesita un gol para poner la eliminatoria a cero. Y todo el mundo cree. Desde Kike Royo a Éder Díez, dos de los grandes protagonistas de hacer realidad este sueño. Y de Pablo Blázquez a Angelito. «Todos los que van a subir en el bus mañana están convencidos de que vamos a volver con una alegría». Los mensajes de optimismo han inundado las redes sociales. #YoSíCreo. «Que nadie dude de que nos vamos a dejar todo», dejaba escrito Kike Royo, que regresa a su casa después de recibir el cariño -que él devolvió dirigiéndose al Fondo Sur al finalizar el encuentro- de los aficioandos riojanos que estuvieron en el Nuevo Vivero y que volverá a tener en el banquillo rival a Sergio Rodríguez, quien fuera su compañero en la Real Sociedad.
Casi todas las miradas recaen en Éder Díez. El goleador talismán. Pero derribar la acorazada puerta de la UD Logroñés se presenta como un reto mayúsculo. «Es un equipo que defiende muy bien. Lo vimos aquí y tuvieron la suerte del 0-1. Pero vamos a intentar romper ese bloque defensivo», sostiene el atacante vasco.
El Badajoz nunca ha dejado de creer y esa es la clave de su éxito. «Jugar un playoff cuando nadie lo espera es disfrutar», exponía Nafti. Y ahora no quiere despertar de un sueño que ha conseguido atrapar a toda una ciudad. La UD Logroñés también pide el aliento de los suyos con el objetivo de superar la barrera de los 10.000 espectadores, un techo al que todavía no ha llegado, pero que en cualquier caso espera un ambiente excepcional por el ritmo de entradas vendidas que el viernes iba por 7.000.
Nafti se ha llevado a todos sus jugadores excepto a Jordan Greenidge, aunque el viernes daba por descartado a Kamal, Cidoncha arrastraba problemas físicos y apurará hasta el último momento con Guzmán. José Ángel vuelve a la convocatoria tras cumplir su sanción y en función del estado de Cidoncha incluso podría entrar en el once. «Tenemos varios jugadores tocados. Son los casos de Kamal, Guzmán, Cristian y Julio que también tiene una molestia y no sabemos si llegará. Vamos algo justos pero vamos a hacer lo posible para que todos estén en condiciones de competir. Entrenaremos allí y tomaremos decisiones», anunciaba el preparador francotunecino. El equipo se entrenaba este sábado en Miranda en las instalaciones del club Campo Viejo. Sergio Rodríguez, por su parte, ha tenido entre algodones toda la semana a su goleador Marcos André y Pedrito.
TITULO: Hora Punta, el programa de TVE de Javier Cárdenas - Tenis - Nadal y Federer, reencuentro en París,.
Nadal y Federer, reencuentro en París,.
El
número dos arrolla a Nishikori (6-1, 6-1 y 6-3, en 1h 51m) y el suizo
se deshace de Wawrinka (7-6, 4-6, 7-6 y 6-4, en 3h 35m) para citarse en
las semifinales del grande galo, donde no se medían desde 2011, foto,.
foto / Viéndole el gesto, torcido y a disgusto todo el rato, Kei Nishikori
seguramente le daría una y mil vueltas a la cabeza, y pensaría una y
otra vez mientras recibía los proyectiles: ¿Por qué diablos me enredé
ayer? ¿Quién me mandaría haberme metido en el lío con Benoit Paire, con
esa inoportuna y hasta cierto punto incomprensible pechada de cuatro
horas? Y el sobreesfuerzo tuvo peaje: Rafael Nadal,
fresco como una lechuga y ya en la estación de las semifinales, le
infligió un severísimo castigo de inicio a fin. 6-1, 6-1 y 6-3, en 1h
51m. Es decir, avanzan los días parisinos y la vida sigue exactamente
igual, porque el mallorquín sigue ganando vuelo y aterriza de momento en
la penúltima parada del torneo, punto que históricamente siempre ha
superado.Está Nadal donde quería y como quería, haciéndose grande, inmenso para el rival, y ganando su bola revoluciones para intimidar a aquellos que progresan por las otras ramas del cuadro. Se portó este muy bien con él, como si fuera su mejor amigo, y le deparó hace dos semanas un trazado amable que el balear va comiéndose a mordiscos, con gratitud. Llega Nadal a la penúltima ronda sin apenas manchas en la camiseta, con solo un par de lapsus bien resueltos (por ponerle algún pero) y con la sensación de que todavía puede activar el turbo y dar uno, dos o tres acelerones si la situación así lo exige. Que no hasta ahora.
En la grada de la pista central, los bocadillos de media tarde desprendían el olorcillo a queso francés, mientras el cableado aéreo que cruza de un lado a otro el complejo emitía el extraño sonido que acompaña a los periodistas en la tribuna alta: parecen ranas croando, pero no lo son. Luego se sumaron al ambiente los truenos amenazantes y la oscuridad, porque la luz se fue apagando. Se venía venir la tormenta sobre París, tal vez el agua y en consecuencia los retrasos y esas esperas tan angustiosas para el tenista, de modo que Nadal puso la directa desde el primer parcial y fue arañándole breaks al japonés, siete en total, para cerrar lo antes posible y retirarse al hotel cuanto antes.
Volvió el agua... y una hora de suspensión
Nishikori, mientras, estaba hecho un cromo y tenía que ser atendido del hombro derecho cuando había perdido ya los dos primeros sets. A la fatiga –llegaba con cuatro horas más que Nadal en pista– se añadía el que no tocaba la pelota limpia y, por si fuera poco, en el único instante que su juego ganó algo de vidilla, en el tercero ya, el cielo se volvió en su contra cuando el reloj marcaba las 17.25, 1h 41m de partido: se encapotó y se ennegreció, los truenos fueron elevando la voz y los relámpagos se sumaron la fiesta meteorológica.Apareció entonces el supervisor de la organización y aunque se llevase una reprimenda del aficionado en forma de silbidos, ordenó la suspensión. Jugadores al vestuario, tromba de agua durante un cuarto de hora y paraguas, lonas sobre la arena; el ritual de toda la vida en Roland Garros, como si el viejo francés quisiera recuperar las costumbres de siempre, porque a lo largo de esta edición el tiempo se había portado muy bien y había respetado, y no se había decretado ninguna interrupción a causa de las nubes. El próximo año no ocurrirá, al menos en la pista principal: habrá cubierta retráctil.
Lógicamente, en paralelo, ocurría lo mismo en la Suzanne Lenglen, mientras se batían Roger Federer y Stan Wawrinka (7-6, 4-6, 7-6 y 3-3 a favor del primero, en el instante de la detención). Y a eso de las 18.40, cuando había pasado una hora y cuarto, y ya había escampado, se reinició la marcha y la acción continuó en uno y otro lado. En la central, Nadal siguió atormentando a Nishikori (tardó 10 minutos en cerrar) y batiendo las alas con fuerza para sobrevolar las semifinales del major parisino. Allí espera él, sin rasguños significativos en la armadura y después de cinco partidos en los que ha cedido únicamente un set. Imperial, ya diluvie, granice o nieve en París.
RESULTADOS. MARTES 4
CUADRO MASCULINO: Rafael Nadal, 6-1, 6-1 y 6-3 a Kei Nishikori; Roger Federer, 7-6, 4-6, 7-6 y 6-4 a Stan Wawrinka.
CUADRO FEMENINO: Johanna Konta, 6-1 y 6-4 a Sloane Stephens.
CUADRO FEMENINO: Johanna Konta, 6-1 y 6-4 a Sloane Stephens.
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