Maestros de la Costura -«Todo lo que se hace por los hijos merece la pena»,. Miercoles -26- Junio,./ RADIO ANTIGUA - Japón y México en la mesa,. / Universo Valdano - Roberto Colombo (futbolista),.
TITULO:
Maestros de la Costura -«Todo lo que se hace por los hijos merece la pena» ,. . Miercoles -26- Junio,.
El Miercoles -26- Junio a las 22:40 por La 1, fotos,.
«Todo lo que se hace por los hijos merece la pena»,.
Rosa
Pineda le organizó ayer a su hija pequeña una fiesta rosada, típica de
Ecuador, tras 20 años de esfuerzos y trabajo en Badajoz,.
Rosa posa junto a su hija Beatriz y a varios de los invitados a la fiesta rosada.
Para Rosa Pineda
(Loja, Ecuador, 42 años) ayer fue un día especial. Tras 20 años de
trabajo y esfuerzo en Badajoz, le organizó a su hija pequeña la fiesta
rosada. No es cualquier cosa para los latinoamericanos, que celebran así
los 15 años de las niñas. Y de esta manera la entrada de las
adolescentes en la madurez.
Reunió a 55 personas entre amigos y familiares, algunos ecuatorianos y muchos extremeños. Lo hizo en una nave del polígono industrial El Nevero, una de las que usan las comparsas carnavaleras para sus reuniones. A las 20.00 horas ponía la invitación.
Para su hija fue la mejor noche de fiesta. Entró el local del brazo de un amigo, precedida por un cortejo formado por sus amigas antes de sentarse en un trono bajo un arco de globos.
Allí le hicieron el tradicional cambio de zapatos planos a altos.
Beatriz, que es como se llama, se calzó unos tacones como símbolo de la
feminidad en la que entra. Las mayores le maquillaron. Ahí empezó una
noche de bailes. El primer vals fue con su padre, y todos los que
siguieron, con sus amigos.
Para Rosa Pineda fue mucho más. Es
celebrar la tradición de su tierra en una ciudad que la acogió hace dos
décadas y donde ha criado a sus tres hijas. Joseline, de 23 años, estudia Historia por la Uned; Diana, de 21 años, se graduará en Educación Infantil en la UEx y Beatriz, la pequeña, estudia en el Instituto de Alburquerque, donde reside con su padre.
La
infancia de Rosa pasó entre distintas ciudades ecuatorianas. Su padre
se trasladaba obligado por su trabajo, construyendo casas de madera. Le
seguían su esposa y sus seis hijos. Rosa estudió hasta que cumplió 14
años, entonces comenzó a trabajar cuidando a un niño. Después llegarían
otros empleos en la hostelería.
En el año 2000 la crisis estalló
en su país y una de sus hermanas la convenció. España era su sitio. Allí
dejó a sus dos hijas mayores y se trajo una maleta llena de sueños. Llegó a Madrid,
donde la esperaba una prima. Rosa bajó del avión y no entendía a los
españoles. «Todos habláis demasiado deprisa». Su prima le había dicho
que se alejara rápidamente y lo más posible del aeropuerto. Así lo hizo
con la ayuda de un chico al que pagó el billete y que la acompañó en
aquel viaje de tren. Cuando se despidió de él contactó con su familiar.
Estuvo
un mes buscando trabajo en Madrid y le salió uno en Badajoz. Se vino a
cuidar a una mujer mayor, que la llevó a la Policía para regularizar su situación
y hacerle un contrato. Y no ha parado de trabajar desde entonces. Dos
años y medio después del primer empleo se trajo a sus hijas, y
posteriormente llegaron un hermano y una hermana.
Reconoce que
antes del pinchazo inmobiliario ganaba más dinero, pero siempre con
mucho esfuerzo, con jornadas que comenzaban a las siete de la mañana y
terminaban a las diez de la noche. Ahora ya no se ofrecen tantos
trabajos en el hogar por horas, pero aún así ella tiene tres. Cuidaba de
unos niños todas las mañanas y algunas tardes, acude todas las noches a
acostar a una mujer mayor y limpia en otra casa.
Rosa Pineda llegó a Badajoz hace veinte años,.«Mis
hijas me dicen que soy adicta al trabajo, pero dentro de mis
posibilidades a mis hijas no les ha faltado de nada. Siempre hemos
vivido en una casita solas, apenas hemos tenido que compartir casa y no
les ha faltado ni de comer ni de vestir», dice con orgullo.
Ella mira atrás y afirma sin dudar que hizo bien viniéndose a España y haciendo su vida en Extremadura. Aquí, dice, en el empleo doméstico
«te tratan como a una persona», de una manera muy distinta a como lo
hacen en Ecuador. En la capital pacense siempre ha trabajado «con
personas muy buenas a las que guarda cariño».
Ella se está
construyendo una casa en su tierra, pero sus hijas se resisten a volver.
Por eso no quiere perder sus raíces y la pequeña tuvo anoche su fiesta
rosada. Los mayores también la tuvieron. «Algo de mis costumbres me
quedan, como esta fiesta para la que ahorrado y he contado con la ayuda
de mi pareja y de mi hermano.Todo lo que se hace por los hijos merece la
pena. Todo lo he hecho por ellas, hasta venirme a España».
TITULO: RADIO ANTIGUA -Japón y México en la mesa ,.
RADIO ANTIGUA -Japón y México en la mesa ,. , fotos,.
Japón y México en la mesa,.
Luis Fernando Cattivelli con algunos de sus platos en el restaurante 'Sushilito'.
El chef Cattivelli abre en Cáceres 'Sushilito', un restaurante que sirve cócteles de autor,.
«A
los cacereños les ha sorprendido mucho lo bien que casan el chorizo y
los langostinos. Es la mezcla perfecta. Lo que no entiendo es cómo no lo
habían hecho antes. Aquí es donde más langostinos y más chorizos se
comen y la mezcla de texturas y sabores flambeados con sake está
gustando mucho». Quien explica uno de sus platos estrella, langostinos
flambeados y salteados con chorizo (10.90 euros) se llama Luis Fernando
Cattivelli (Barquisimeto, Venezuela, 1985). Este chef
venezolano llegó a Cáceres hace un mes tras 13 años de experiencia en
fogones de importantes restaurantes de Chile, Colombia y Miami. «Me
hicieron una oferta para trabajar en Barcelona, pero vine a Cáceres a
ver a mi hermana, casada con un cacereño, y decidimos abrir un
restaurante, con la idea de extenderlo a otras ciudades de Extremadura y
franquiciarlo».
Así ha nacido
'Sushilito', en la calle Catedrático Antonio Silva de Cáceres, frente a
las antiguas oficinas del DNI. «El nombre viene del sushi japonés y del
chile o chilito mexicano. Hacemos fusión de las cocinas tradicionales
mexicana y asiática con toques extremeños. Son cocinas milenarias y la
gastronomía mexicana de los aztecas fue declarada Patrimonio de la
Humanidad en 2010», explica Luis Fernando.
«Antes de instalarme en
Cáceres, estudié el mercado español y parece evidente el crecimiento de
la comida asiática, de la comida latina y del servicio a domicilio, así
que vamos a aunar estos tres elementos. Traemos los ingredientes
directamente de México (chile dulce y picante, nopales, masa de maíz,
refrescos o agua fría mexicana de tamarindo y de horacha) y de Japón
(algas, harinas, arroz, soja, salsa base para teriyaki, unagui, hojas de
mori) para que la experiencia sea lo más auténtica posible», detalla el
chef.
En los platos, aparecen ingredientes extremeños como la
torta del Casar, la morcilla, las carnes, nunca productos congelados.
«De las granjas de los alrededores de Cáceres a la mesa. Y el pescado,
tras visitar varios establecimientos, conocí la pescadería de Cristina
Salgado y enseguida lo tuve claro: me caso contigo», manifiesta Luis
Fernando, entusiasmado con su 'Sushilito', que abrió hace diez días.
Pretende
romper con la asociación restaurante gourmet igual a caro y poca
cantidad. Las presentaciones de los platos son elegantes, sorprendentes,
delicadas... La decoración y el ambiente son acogedores. Las mesas
están muy bien puestas y el cliente se ve envuelto en una experiencia
agradable que se llena de sorpresas con esos langostinos con chorizo El
Bartolo extremeño y con otros platos de una carta amplia y divertida.
Por
ejemplo, está el rabo asiático (15.90), que es rabo de ternera cocido
durante 12 horas a baja temperatura con verduras asiáticas, salsa con
especias y un mix de verduras salteadas. El mole (12.90) es uno de los
platos de la cocina azteca más tradicionales. «Cada región de México
tiene su mole particular y diferente. El que voy a servir en Cáceres
lleva jamón de pavo y una salsa con seis ingredientes entre los que
destaca el cacao», cuenta el chef Cattivelli, que presenta a
continuación su rol ibérico (6.90) con morcilla blanda, queso de cabra,
jamón ibérico y reducción de tomate frito.
Cattivelli trabaja
también la cocina molecular y cualquiera de las nuevas técnicas de
elaboración. Ofrece platos veganos, menú infantil, platos sin gluten,
para celiacos y los bombones mix (6.90), una versión propia de la
croqueta española: envueltos en panko, el suave pan rallado japonés,
rellenos de morcilla con cebolla caramelizada y trufa, de jamón ibérico
con reducción de brandy, de boletus con queso de cabra...
Para
beber, cervezas y licores de México y de Japón además de vinos y
cervezas españoles. El concepto 'Sushilito' se redondea con la
coctelería de autor. «En Francia o en Estados Unidos es normal sentarse a
la mesa a tomar un cóctel y picar algo. Quiero introducir esa costumbre
en Cáceres», apuesta Luis Fernando por las novedades y ofrece ocho
cócteles de autor. Probemos el combinado Sushilito: licor de chile,
toques de vodka y tequila más sirope de canela y cardamomo.
Formado en las categorías inferiores del Milan, desde 1995 fue cedido en préstamo por el club rossonero a varios equipos menores, hasta que en 2006 fue adquirido por el Bolonia, que en ese entonces militaba en la Serie B italiana. Hizo su debut en la Serie A el 19 de abril de 2009, frente al Palermo. El 29 de agosto de 2010 fichó por el Triestina (Serie B), disputando 33 partidos.
El 12 de julio de 2011 pasó al Napoli, en calidad de tercer portero, por detrás de Morgan De Sanctis y Antonio Rosati.2 Con la camiseta azzurra ganó el primer título de su carrera, la Copa Italia 2012, aunque no jugó ningún partido. Durante las primeras dos temporadas, no sumó presencias en el primer equipo.
El 3 de mayo de 2014 ganó su segunda Copa Italia
en las filas del Napoli (en este caso también sin jugar). Tres días
después, al fin, se produjo su debut con los napolitanos, reemplazando a
Pepe Reina al principio de la segunda parte del partido contra el Cagliari (fecha 36 de la Serie A 2013/14), terminando con un marcador de 3-0 a favor de los partenopeos.3
El 10 de julio de 2015 fichó por el Cagliari., etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario