TITULO: Metrópolis - En la puta calle ,.
El lunes - 25 - Marzo , los lunes a partir de las 00:30, en La2, fotos,.
En la puta calle ,.
Andrés Suárez (Ferrol, 1983) empezó a escribir su segundo libro a finales de 2019. En realidad, A través de los ojos (Aguilar, 2021) iba a ser —y, en realidad, es— un ejercicio verbal de empatía. El cantautor se dispuso a contar, siempre con permiso, las historias reales de aquellas personas que, por ejemplo, se casaron o superaron un cáncer escuchando sus canciones. Ocurrió que, en pleno proceso literario, la covid-19 hizo acto de presencia y quebró las rodillas del mundo. Por eso, esta criatura de ciento cincuenta y pico páginas también está bajo la sombra terrible de la nube negra pandémica.
Además, A través de los ojos es un homenaje a la familia, a la tierra y a los amigos; un bofetón a los políticos inútiles y a los villanos virtuales, y un enfrentamiento franco, socarrón y libre de egolatría —cosa que se agradece— con el tipo que refleja el espejo cuando uno se mira en él. Con motivo de esta publicación, Zenda conversa con Suárez en un día neurótico y trepidante, pocas horas después del anuncio de la moción de censura en la Región de Murcia y de la convocatoria de elecciones en la Comunidad de Madrid.
—Andrés, ¿se mira demasiado la paja en el ojo del hermano sin ver la viga que hay en el propio?
—Casi siempre. O, al menos, eso vemos en los programas de sobremesa de este país desde hace demasiados años. Tanto, que ocupan más tiempo que horas en bibliotecas y en cafeterías con libros. Creo que es demasiado difícil mirarse al espejo. Es durísimo mirarse al espejo. Sin ir más lejos, escribiendo libros, creo que soy un poco intruso: mi profesión es la de escribir canciones. Cada cuatro años, mi amigo Gonzalo Albert, que también es mi editor, me anima a escribir un libro. Comenzó el maestro Víctor Manuel, cuando escribí el prólogo de sus memorias. Me decía: “¡Escribe un libro!”. Y yo: “Hostia, tío, yo soy escritor de canciones”. Y me dice: “Es lo mismo, pero sin el límite temporal de los tres-cuatro minutos que dura una canción”. Menos “Pedrá”, de Extremoduro, que dura 35 (risas). El caso es que yo, cuando canto en un teatro, ya sea en un escenario prepandémico o postpandémico, están los ojos, la mirada del público. Si veo a alguien ruborizarse, me está calando; si veo a alguien llorar, o que se descojona de la risa: no es más que tu propio reflejo. Y eso da un miedo… Impone. A veces, la gente lo que pide es: “Apaga la luz, no quiero ver al público”. ¡Qué cobarde! ¡Enciende la luz, aguanta la mirada a la gente! En este libro, me aguanté la mirada, y fue difícil conseguirlo.
—Si me permite la metáfora, ¿cuál sería el principal problema oftalmológico de nuestros días: exceso de legañas, miopía, ceguera…?
—El ruido ocular. La falta de silencio. Los ojos silentes son importantísimos también. Ya nadie está en silencio. Yo, cuando entraba en una biblioteca, me callaba la puta boca porque iba a aprender. Cuando hablaban los maestros, me callaba la puta boca. Cuando, en el Libertad 8, me pasé noches infinitas escuchando a Aute hablar hasta el alba, nunca mejor dicho, yo me callaba la puta boca porque no tenía nada que decir: sólo aprender. Ya nadie está en silencio. Todo el mundo habla. Todo el mundo grita, tiene una opinión más importante que la tuya y tiene que darla 24 horas al día. Al menos, desde que empezó este infierno llamado pandemia.
—¿Hasta qué punto la cultura es un colirio efectivo?
—Leí cuanto pude durante la pandemia. Fue durante mi viaje a Galicia, mi cura de morriña. El 93% de los especialistas decía que las tres marías de la educación, o sea, las artes plásticas, la educación física y la música, serían lo único que salvarían mente y cuerpo. Durante este infierno que todavía dura, si me quitaras una canción, un museo, un monólogo o un libro, probablemente, estaría en un manicomio. No hay cura más poderosa que la de la palabra.
—Centrémonos en A través de los ojos. Desde el punto de vista estilístico, ¿qué ha pretendido hacer: es un conjunto de poemas en prosa o, como dijo sobre su anterior libro, Más allá de mis canciones, unas “memorias con lenguaje poético”?
—Me da mucha vergüenza descubrir que hay tantos autoproclamados poetas. Hoy día, todo dios es poeta. Entras en un bar y te llega alguien: “Buenas tardes, soy poeta”.
—¿Le enseñan el título?
—“Licenciado en Poesía, aquí lo tiene” (risas).
—Lo triste es que, en no pocas ocasiones, basan esos títulos en la cantidad de seguidores que tienen en Instagram o en Twitter, no en su calidad literaria.
—Puede ser. El caso es que si después de hablarte de Aute, de Silvio Rodríguez, de Felipe Benítez Reyes o de Elvira Sastre, te digo que soy poeta, lo que soy es un caradura sin humildad y sin vergüenza. ¿Yo practico la poesía? ¿A ratos se toca, en horizontal, algo más? ¿A veces, el género canción se acerca a la poesía, hay un texto bien tirao? Puede ser. Los nuevos poetas me dieron mucha caña: “Eres un cabrón, ¿por qué dices esto?”. Coño, si te consideras poeta, me parece de puta madre, pero déjame decir que yo no lo soy. ¿Que tiene algo de prosa poética mi libro? Puede ser. He leído cuanto he podido, he consumido poesía todo lo que he podido, pero eso no me convierte en poeta. Mira, un chaval de catorce años que no sabe quién es Silvio Rodríguez se lo ha perdido todo. Estamos generando una generación, nunca mejor dicho, de borregos acojonante. Entonces, no se trata de presumir: los grandes maestros, que te he citado a algunos, y podría seguir, y los conozco a título personal, jamás han presumido de nada. Nos hemos olvidado de los maestros.
—Como autor, ¿qué le ofrece un texto poético que no le ofrece una canción, y al revés?
—Tú y yo amamos la palabra, Jesús. Entonces, de repente, te levantas a las siete de la mañana, te tomas un café y sabes que tienes tus vicios, tus trucos, tus dejes, tus poses a la hora de escribir. Y en la canción tienes la rima, la temporalidad absoluta, tres-cuatro minutos… la música pop no sale de los cuatro minutos por canción. Sabes que tienes que ir directo al grano, que tienes un estribillo, un coro, un precoro… En un libro, tienes un folio en blanco. Mi libro puede tener 1.300 páginas. Otra cosa es que lo leas, pero mi libro puede ser infinito. En un libro, estás absolutamente en silencio y tienes un planeta por descubrir, y no sabes bien por dónde comenzar o por dónde terminar. Hay capítulos de este libro que, en origen, tenían 89 páginas y se han quedado en tres. Tachas, tachas, borras, borras, y te quedas con la nata, con lo que interesa. Eso, en el género canción, no sucede. No conozco a nadie que haya escrito una canción de 55 minutos y que se quede luego en tres. Entonces, creo que son dos planetas muy distintos, y enriquece tanto el uno al otro… ¡Aprendes tanto, joder! Dices: “Voy a escribir un capítulo que hable de la hélice de un barco”. Porque mi padre era educador de menores y viene un chaval de catorce años metido tres días en la hélice de un barco. Los titulares sirvieron mucho para este libro.
— En A través de los ojos, aparecen su familia, sus amigos y su tierra. ¿Es un homenaje a los suyos?
—Sí. Suelo hacerlos. Creo que somos muy cainitas en este país. Nos interesa demasiado el mundo de los muertos, y no me interesa formar parte de esa hipocresía o ese cinismo. Los homenajes se hacen en vida: eso que sucede en el mundo de la cultura o en el deporte de mitificar a los muertos no lo entiendo muy bien. Tengo la suerte de que mis padres viven, de que mis hermanos viven, y de que mi tierra, más que nunca, vive.
—¿Quién es, por cierto, Pablo Alcalde?
—No lo conozco personalmente. Es el hijo de una barrendera…
—Ya lo recuerdo: era un muchacho de Logroño…
—En un momento en que estigmatizamos a los chavales, un chico de, aproximadamente, unos doce o trece años, o los que tenga, hijo de una barrendera, citó a sus amigos por WhatsApp y salió a recoger los destrozos de los adultos. Espero que algún día lea el libro o que alguien se lo haga llegar. Ese capítulo es un homenaje a un chaval que silenció toda boca adulta.
—Escribe, en “…De marzo de 2020”, que se siente “culpable de condenar al olvido canciones, escenarios, salarios”. La pandemia de la covid-19 también está muy presente en A través de los ojos.
—El “también” es importante. Mira, a finales del 2019, hablo con Gonzalo Albert para escribir sobre las historias que la gente me contaba. Algunas me hicieron llorar, te lo juro. Hubo gente que me contó que superó un cáncer escuchándome. O que sufrió malos tratos y escuchaba mis canciones para tirar p’alante. O que se casó con una canción mía de fondo. Este libro iba a ser un homenaje a los ojos que me escuchaban. Con nombre propio: Serafín, Paula, Marta… Contar sus historias con su permiso. Pero se me coló una pandemia mundial. Entonces, no es un libro pandémico, pero hay un tinte de esto.
—“Hoy, 14 de noviembre de 2020, han muerto en mi país 308 personas”. ¿Nos ha deshumanizado esta situación?
—Absolutamente. No muy lejos de aquí, hay gente que necesita un kilo de garbanzos para comer. Cuando se habla de “España”, de “la patria” y tal: hay gente que se ha quedado sin casa, sin trabajo y sin comida, y que son los héroes de este siglo, del pasado y del que viene, porque habiendo perdido todo eso, son capaces de hacer una broma a su hijo para que se ría, sin saber si van a cenar esa noche. Hay gente que se ha quedado sin nada. Evidentemente, llega un punto en el que yo también levanté la mano en el Titanic, pidiendo un bote salvavidas, porque tengo a 16 personas en el staff. Y los hosteleros, y la gente que tiene garitos, decía: “Señores, hasta aquí”. Y el que tiene un taxi. Y salimos a la calle y nos cagamos en la puta todos. ¡Pero es que, ese día, habían muerto 300 personas! ¿Tú sabes lo que son 300 personas en fila? Es muy heavy, tío. Barro ahora para casa: ha habido músicos que han tenido que malvender sus guitarras para comer. Cuando el ministro de Cultura salió en la tele, nos llevamos todos las manos a la cabeza: “Pueden seguir contando con ayudas…”. ¿¡¡Qué ayudas!!? ¡Los músicos tenían que malvender sus instrumentos para comer, para pagar la luz, que no se bajó! Entonces, claro que tengo que decir: “Señores, necesito ayuda, tenemos que tocar”. Y salí a la calle a decirlo. Pero es que, en un momento determinado, dije: “Hostias, es que han muerto 300 ó 400 personas”. Y me callé. Y lloré.
—En el libro, atiza, sobre todo, a los políticos y a los youtubers, tuitstars o como carajo se diga. Se le nota cabreado con ambos.
—Sí. Tengo amigos y familiares que están en la política. Hasta hace poco, la gente venía a mi casa y en la mesa de Moraima, de mi estudio de grabación, he intentado que la gente de Podemos y de Vox copulen entre ellos y hubiese una orgía política maravillosa (risas). ¿Y sabes qué? Que se hablaba de política y no pasaba nada. Entonces, parece que ahora todo es política. Cuando empezó la pandemia, yo era de los que decía “saldremos mejores”. El día 1 de la pandemia, vi al del PP, al morado, al naranja y al verde, decir: “Señores, juntos contra la pandemia”. Yo me lo creí como un gilipollas, como un inocente. Cuando te das cuenta de que están jugando con el número de muertos, con los datos… Mi madre, sanitaria, se envolvía en plásticos de basura porque no había EPIs. Yo no sabía, por cierto, lo que era un EPI siendo hijo de enfermera. Entonces, sientes ira. Estamos en el peor momento vital que hemos conocido. Se hunde el barco y se hunde de verdad, señores.
—¿Y qué me dice de los caudillos de las redes sociales?
—La valentía tras la pantalla y esa suerte de pelea de patio de colegio de Twitter me produce mucho asco. Yo vengo de un barrio en el que se solucionan las cosas de otra manera. Y sin tanto ruido.
—¿Tenía razón Cohen cuando cantaba que “el futuro es un asesinato”?
—Puede ser. Joder, qué buena pregunta… (Piensa) Puede ser, porque escapamos de un pasado que no nos hizo nada.
—Para finalizar, ¿qué hay en su playlist “Escritores”?
—Felipe Benítez Reyes, Juan José Téllez, Javier Ruibal, Krahe, mi Elvira Sastre… Soy muy de Oscar Wilde. Por supuesto, Jabois. Manuel Vicent me parece magistral. Trato de leer todo cuanto puedo.
TITULO: DIAS DE TOROS - Así son los esperados carteles de este San Isidro 2024,.
Así son los esperados carteles de este San Isidro 2024,.
La feria será presentada mañana en una gala en la propia Monumental de Las Ventas
Con la premura que ya suele ser habitual en Plaza 1, empresa gestora de la Monumental de Las Ventas, comandada por Rafael García Garrido y Simón Casas, ya están en la calle los carteles de la Feria de San Isidro y la Comunidad, como adelantó casi al día mundotoro. Un serial que cuenta con el nuevo formato de descanso de los lunes y que ha entrado in extremis el gran triunfador del año pasado con dos puertas grandes en esta misma plaza Fernando Adrián. Eso sí, no actuará en el serial, si no en Beneficencia, que como se sabe está fuera del abono venteño.
Los carteles que la empresa ha presentado a la Comunidad de Madrid han sido los siguientes:
Miércoles, 1 de mayo. Novillada picada. Jesús Moreno, Alejandro Chicharro y Juan Herrero (Diferentes ganaderías de la Comunidad de Madrid)
Jueves, 2. Tradicional Corrida Goyesca. Toros de El Montecillo para Fernando Robleño, Javier Cortés y Francisco José Espada.
Domingo, 5. Novillos de Los Maños para Jorge Molina, Álvaro Burdiel y Víctor Cerrato.
Feria de San Isidro
Viernes, 10 de mayo: Toros de Alcurrucén y El Cortijillo para Morante de la Puebla, Diego Urdiales y García Pulido, que confirma.
Sábado, 11. Toros de Fuente Ymbro para El Fandi, Román y Leo Valadez.
Domingo, 12. Toros de Baltasar Ibán para Calita, Francisco de Manuel y Álvaro Alarcón.
Lunes, 13. Jornada de descanso.
Martes, 14. Novillos de Montealto para Diego Bastos, Nek Romero y Samuel Navalón.
Miércoles, 15. Día de San Isidro. Toros de El Parralejo para Miguel Ángel Perera, Paco Ureña y Alejandro Fermín, que confirma.
Jueves, 16. Toros de Victoriano del Río y Toros de Cortés para Sebastián Castella, José María Manzanares y Tomás Rufo.
Viernes, 17. Toros de La Quinta para Miguel Ángel Perera, Emilio de Justo y Ginés Marín.
Sábado 18. Toros de El Capea para Pablo Hermoso de Mendoza, Lea Vicens y Guillermo Hermoso de Mendoza.
Miura
Domingo, 19. Toros de Miura para Rafael Rubio ‘Rafaelillo’, Juan de Castilla y Jesús Enrique Colombo.
Lunes, 20 de mayo jornada de descanso.
Martes, 21. Novillos de Fuente Ymbro para Alejandro Peñaranda, Ismael Martín y Jarocho.
Miércoles 22. Toros de El Torero para David Galván, Álvaro Lorenzo y Ángel Téllez.
Jueves, 23. Toros de El Puerto de San Lorenzo para Alejandro Talavante, Juan Ortega y Tomás Rufo.
Viernes, 24. Toros de Conde de Mayalde para Cayetano, Roca Rey y Jorge Martínez, que confirma.
Sábado, 25. Toros de La Ventana del Puerto para Sebastián Castella, Daniel Luque y Christian Parejo, que confirma.
Domingo 26. Toros de Capea y Montalvo para Diego Ventura, Cayetano y Ginés Marín.
Lunes 27. Jornada de descanso.
Martes, 28. Novillos de Guadaira para Lalo de María, Pepe Luis Cirugeda y Alejandro Chicharro.
Miércoles 29, Toros de Juan Pedro Domecq para Morante de la Puebla, Alejandro Talavante y Pablo Aguado.
Jueves, 30. Toros de Alcurrucén y El Cortijillo para José María Manzanares, Daniel Luque y Víctor Hernández, que confirma.
Viernes, 31. Toros de Santiago Domecq para Uceda Leal, Alejandro Talavante y Borja Jiménez.
Sábado 1 de junio. Reses de Los Espartales para Rui Fernandes, Sergio Galán y Diego Ventura.
Domingo, 2 de junio. Toros de Pedraza de Yeltes para Juan Leal, Francisco José Espada e Isaac Fonseca.
Martes, 4 de junio. Toros de José Escolar para Fernando Robleño, Gómez del Pilar y Damián Castaño.
Miércoles 5. Corrida de la Prensa. Paco Ureña y Borja Jiménez, mano a mano con Victorino Martín.
Jueves, 6. Toros de Adolfo Martín para Antonio Ferrera, Manuel Escribano y José Garrido.
Viernes, 7. Toros de Victoriano del Río y Toros de Cortés para Emilio de Justo, Roca Rey y Borja Jiménez
Sábado, 8. Toros de Román Sorando para Diego Urdiales, Juan Ortega y Pablo Aguado.
Domingo, 9. Corrida de la Beneficencia. Morante de la Puebla, Sebastián Castella y Fernando Adrián (Garcigrande)
Domingo 16. Corrida In Memoriam. José María Manzanares, Alejandro Talavante y Paco Ureña (Jandilla y Vegahermosa),.
TITULO: Retratos con alma - Noche de paz ,.
La periodista Isabel Gemio regresa a la televisión para presentar 'Retratos con alma', el nuevo programa producido por RTVE en colaboración,.
Lunes - 25 - Marzo a las 22:40 horas en La 1 / fotos,.
Noche de paz,.
El 24 de diciembre de 1914 se produjo la Tregua de Navidad, cinco meses después del comienzo de la I Guerra Mundial. Los soldados franceses, alemanes y británicos pactaron un alto el fuego no oficial en los campos helados del frente occidental. El sonido de los villancicos sustituyó por unas horas al de las balas y los morteros.
¿Cómo fue la Tregua de Navidad en la I Guerra Mundial?
Los dos bandos enfrentados en esta contienda que dividió el continente confiaban en una victoria rápida. Pero medio año después del comienzo de las hostilidades, ningún ejército conseguía avanzar más allá de unos pocos metros ni en Francia ni en Bélgica. Ante la llegada de las Navidades a las trincheras, ocurrió un hecho insólito: miles de soldados —principalmente alemanes y británicos— decidieron por voluntad propia establecer un alto el fuego. Antes de la Nochebuena, durante el mes de diciembre, ya se habían producido varias treguas pactadas entre las tropas de los dos bloques, aprovechadas para enterrar a sus muertos y para intentar mejorar la condiciones de salubridad de las trincheras, convertidas en lodazales por las lluvias y los efectos de las bombas. En ese contexto, lograr un acuerdo para dejar las armas durante unas horas parecía más sencillo. Los militares de Reino Unido comenzaron a cantar villancicos y los de Alemania a decorar sus posiciones; la Navidad podía obrar el milagro.
Las estrofas de «Noche de paz» sonaron en los campos de Bélgica durante la Nochebuena, y el día de Navidad, poco a poco, los soldados de uno y otro bando comenzaron a salir de sus trincheras. La desconfianza inicial desapareció pronto y comenzaron a intercambiar saludos y también alimentos —los ingleses les dieron a sus enemigos chocolate y whisky, y estos correspondieron con cigarrillos y salchichas—. En algunos lugares los soldados comenzaron a montar partidos de fútbol de manera espontánea. A los dos o tres días, dependiendo del campo de batalla, la tregua finalizó y se retomaron las hostilidades. Este hecho fue algo inusual que no volvió a ocurrir durante el conflicto —los mandos intensificaron en esas fechas los ataques para evitar que se repitiese—, y a pesar de la gran cantidad de pruebas documentales que corroboran la existencia de la Tregua de la Navidad, algunas fuentes la han llegado a calificar de mito y a dudar de su existencia.
Otras efemérides históricas del 24 de diciembre
El 24 de diciembre de 1500 el Gran Capitán, Gonzalo Fernández de Córdoba, venció al ejército otomano en Cefalonia.
El 24 de diciembre de 1524 murió el gran navegante portugués Vasco da Gama. Este explorador fue uno de los primeros en realizar la ruta naval entre Europa y la India.
El 24 de diciembre de 1726 se fundó oficialmente la ciudad uruguaya de Montevideo.
El 24 de diciembre de 1905 el cardenal Casañas sufrió un atentado en la Catedral de Barcelona.
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