TITULO : LUNES - 1 - MARTES - 2 - Abril - cine - Leonora addio,.
Reparto,.
Massimo Popolizio Nathalie Rapti Gomez Donna Buona Claudio
Bigagli Bishop Federico Tocci Turiddu Roberto Herlitzka Luigi
Pirandello Fabrizio Ferracane,.
El funeral del importante escritor y dramaturgo italiano Luigi
Pirandello se entrelaza con el asesinato de una niña, en Brooklyn, por
parte de un chico inmigrante siciliano.
TITULO : MIERCOLES - 3 - JUEVES - 4 -Viernes - 5 - Abril - CINE - La leyenda de Tarzán ,.
Reparto,. David Yates , Alexander Skarsgård, Margot Robbie, Christoph Waltz, Samuel L. Jackson, Djimon Hounsou,.
Ya hace años que Tarzán (Alexander Skarsgård) abandonó la jungla
africana para llevar una vida aburguesada como John Clayton III, Lord
Greystoke, junto a su esposa Jane (Margot Robbie). Pero un día le
ofrecen el cargo de embajador en el Congo. En realidad, todo forma parte
de un plan ideado por un capitán belga (Christoph Waltz), aunque los
responsables de llevarlo a cabo no están preparados para ello.
TITULO : Sabado - 6 -DOMINGO -7 - Abril - Cine - Chicago ,.
Reparto,. Renée Zellweger , Catherine Zeta , Jones Richard , Gere Queen Latifah John C. Reilly,.
Chicago narra la historia de dos mujeres del mundo del espectáculo que,
tras asesinar a sus respectivas parejas, tratan de que su caso judicial
sea el centro de atención tanto de la prensa de Chicago como de un
prestigioso y apuesto abogado. La promesa de aventura y oportunidad que
ofrece la Ciudad de los Vientos deslumbra a Roxie Hart, una inocente y
extrovertida cantante que sueña con cantar y bailar para salir de su
vida gris. Su sueño es seguir los pasos de oro de Velma Kelly, cantante
de vodevil. Roxie consigue que su deseo se haga realidad cuando algunas
actitudes equivocadas las hacen aterrizar a ambas, la estrella y la
aspirante, en la prisión, a causa de distintos cargos por asesinato.
Bajo el ladino cuidado de la guardiana Morton en la prisión, Roxie se
encuentra con el legendario abogado Billy Flynn, quien acuerda hacerse
cargo del caso por una suma cuantiosa. La carrera de Roxie explota, para
mortificación de su mentor. Pero la inteligente Miss Kelly nos reserva
algunas sorpresas para el segundo acto,.
TITULO : LUNES - 1- Abril - HISTORIA DE NUESTRO CINE - CINE - La dama boba,.
El Lunes - 1 - Abril 22:30 por La 2, foto,.
Reparto ,. Silvia Abascal, José Coronado, Macarena Gómez, Roberto Sanmartín, Juan
Díaz, María Vázquez, Verónica Forqué, Paco León, Antonio Resines,.
Siglo XVII. En una época en la que el machismo abunda y la situación de
la mujer es un tanto difícil, dos hermanas intentan evadirse de las
costumbres de la época. La mayor de las dos encuentra refugio en los
libros, mientras que la pequeña simplemente se hace la tonta. Un día,
cuando dos pretendientes se cruzan en su camino, la vida de las dos
jóvenes se verá alterada y la rivalidad y los celos entre ambas, no
tardarán en surgir.
TITULO: DESTINO DE PELICULA - Cine - Baywatch - Los vigilantes de la playa,.
Reparto,. Seth Gordon , Dwayne Johnson, Zac Efron, Alexandra Daddario, Priyanka Chopra,.
Adaptación al cine de la serie "Los vigilantes de la playa". Narra la
historia del esforzado socorrista Mitch Buchannon (Johnson) y su choque
de carácter con un bravucón socorrista novato (Efron). Juntos, descubren
una trama delictiva local que amenaza el futuro de la Bahía.
- TITULO:
Yo soy Erasmus - ¿ La cruzada para salvar el planeta pierde fuerza ? ,.
Sabado - 6 - Abril , la 13:25 por La 2, fotos,.
¿ La cruzada para salvar el planeta pierde fuerza ? ,.
Cómo la elite nos hace creer que triunfa porque es inteligente y trabajadora,.
Las elites modernas se presentan a sí mismas
como una colección de individuos talentosos y esforzados que destacan
por sus méritos, no por su cuna. Con ese discurso la creciente
desigualdad del mundo parece más democrática pues, en apariencia, nadie
está excluido de las oportunidades al éxito y el que no lo logra tiene
la culpa. Shamus Khan, sociólogo estadounidense invitado a Chile recientemente por el Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES),
dice que todo eso es un mito. Que donde la elite alega mérito hay
privilegio. Así lo observa en su más importante trabajo, una etnografía
en un colegio donde se forma la elite estadounidense.
Los miembros de la elite chilena habitualmente
explican su éxito a través del talento y el trabajo duro. Pocas veces
mencionan la educación y el origen social que les abrió paso en la vida.
No se oye decir, por ejemplo: “Me ha ido bien porque nací en una
familia con recursos y redes. Eso me permitió estudiar en el Verbo
Divino y luego en la Universidad Católica, de donde egresé sin deudas y
lleno de proyectos. Esa experiencia me brindó una gran cantidad de
oportunidades para desplegar mi talento y mi esfuerzo; y me facilitó
salir adelante cuando me equivoqué”.
Hay evidencia de que la omisión de la clase social en la historia del éxito oculta cosas importantes.
El economista de Yale, Seth Zimmerman,
mostró en 2013 que el 50% de los cargos más altos en las empresas
chilenas lo ocupan ex alumnos de sólo nueve colegios de elite. Para el
economista Ricardo Hausmann
la tendencia de que los mejores puestos queden en manos de personas de
un mismo origen, da cuenta de una cultura empresarial cerrada, que no da
oportunidades a talentosos de otras clases. Una consecuencia de eso es
que, como han mostrado Javier Núñez y Cristina Risco,
la movilidad social intergeneracional es bajísima: el hijo del rico
chileno tiene una probabilidad del 56% de seguir perteneciendo al 10 %
de mayores ingresos, probabilidad mucho más alta que la que tienen los
hijos de los ricos norteamericanos o europeos. Esta falta de movilidad
tiene un correlato entre las familias pobres: necesitan seis
generaciones para que uno de sus descendientes llegue a la clase media,
según un reciente estudio de la OECD.
En 2014 el ex ministro Nicolás Eyzaguirre
le puso rostro a la tendencia que estos estudios sugieren. Recordando
su experiencia como egresado del Verbo Divino, dijo: “Les puedo decir
que muchos alumnos de mi clase eran completamente idiotas; hoy son
gerentes de empresas. Lógico, si tenían redes. En esta sociedad no hay
meritocracia de ninguna especie”.
Eyzaguirre fue criticado por su tono agresivo y por la supuesta intención de distanciarse de su clase. Pero el mensaje de fondo no fue rebatido ni cuando pidió disculpas:
en Chile, la ruta al éxito no es una avenida pública que solo exige
inteligencia y esfuerzo al que la recorre; es un camino privado que pasa
a través de determinados colegios y universidades. Ese camino privado
permite que personas con y sin talento se encumbren.
Si el peso de la cuna se omite en la discusión
pública, la alusión a la mediocridad de quienes llegan a la cima es algo
que está casi en el plano de lo prohibido.
Shamus Khan,
profesor de sociología de la Universidad de Columbia, lleva años
estudiando a las elites y las ideas que se difunden y omiten al explicar
el éxito. Hasta los años 60, explica, las elites justificaban sus
privilegios por el simple y tosco derecho familiar. Las elites modernas
se presentan, en cambio, como una colección de individuos talentosos y
trabajadores, personas que destacan por lo que hacen, no por su cuna.
“Pero esa historia del triunfo de las habilidades individuales es un
mito”, dice Khan.
Su investigación más importante es el libro “Privilegio, la construcción de un adolescente de elite”
(Princeton University Press, 2011), que tiene como protagonistas a los
500 alumnos del Internado Saint Paul, uno de los colegios secundarios
donde se forma la elite estadounidense. Algo así como el Verbo Divino,
pero con una anualidad de US$50 mil (más de $32 millones).
Khan vivió un año en Saint Paul, conversando y
observando a los jóvenes en su cotidianeidad. Dijo a CIPER que en las
entrevistas los alumnos destacan su pesada carga académica y argumentan
que sus privilegios son el resultado del trabajo que despliegan. Pero
como Khan los observa diariamente, es testigo de que se trata de
declaraciones retóricas.
“Pocas veces se los encuentra con libros en las
manos y cuando los tienen, están cerrados… rara vez hacen sus tareas o
trabajan las lecturas; en cambio, recurren a sumarios online como Wikipedia”,
escribe Khan. Agrega que los estudiantes que dicen trabajar duro y
abrazar los principios de la meritocracia, en realidad pasan muchas más
horas haciendo vida social que en la biblioteca. Lo peor: el
investigador observa que los pocos que realmente trabajaban mucho en sus
tareas académicas son acosados y marginados socialmente.
Khan no cree que los alumnos mientan al declararse
resultado de la meritocracia. Piensa, en cambio, que la meritocracia es
un discurso que los alumnos de elite son entrenados para repetir y
valorar. Pero lo cierto es que son tan geniales y mediocres, tan
trabajadores y flojos como cualquier otro grupo de adolescentes.
ENCARNAR EL PRIVILEGIO
La observación de Khan deja en el aire una
pregunta clave: en sociedades que abrazan la meritocracia, ¿cómo
consiguen encumbrarse a la cima los hijos mediocres de la elite?
Shamus Khan sugiere dos respuestas que están vinculadas.
La primera tiene que ver con “los méritos” que se
usan para distribuir oportunidades, puestos de trabajo y premios. Las
personas suelen pensar que son habilidades (ya sea innatas o aprendidas)
que pueden medirse. Y, por lo tanto, parece lógico que colegios de
elite y universidades sometan a prueba a los postulantes buscando
quedarse con los que tendrán mejor rendimiento en los estudios.
Pero la habilidad predictora de las pruebas de selección está hace largo tiempo bajo cuestionamiento (CIPER
ha publicado varias investigaciones sobre los problemas predictivos de
la PSU en Chile, por ejemplo), pues lo que consistentemente reflejan es
lo que los padres pudieron invertir en sus hijos. Es decir, dan cuenta
del poder económico de la familia.
"Cuando se les insiste a
los jóvenes en la meritocracia, ellos sienten que se merecen lo que
tienen, pero también -y esa es una consecuencia muy negativa- piensan
que los pobres se merecen su pobreza porque no han trabajado duro. Y
entonces, se merecen el sufrimiento que implica la pobreza. Creo que es
importante desafiar esa idea".
¿Por qué ocurre esto? Khan dice que las
habilidades que se miden en esas pruebas de selección son aquellas con
las que los jóvenes de elite se han familiarizado en sus casas y
colegios. Por ello, les resulta relativamente sencillo superarlas.
-Es muy naif pensar que los meritos de un
joven están desligados de los privilegios que tiene su familia. Mi
educación, por ejemplo, es el resultado de mi esfuerzo, pero en gran
medida de la masiva inversión de mis padres en mí -dijo Khan a CIPER.
Citando al sociólogo Pierre Bourdieu,
el investigador remarca que los estudiantes que triunfan son los que se
sienten en casa en instituciones que los premian por tener un tipo de
comportamiento que es natural para ellos (ver Saying Meritocracy and Doing Privilege).
El segundo elemento que Khan destaca, tiene que
ver con lo que hacen instituciones como Saint Paul. Su principal tarea,
dice Khan, no es entregar altos niveles de matemática, lenguaje u otro
conocimiento. Los saberes “duros” están disponibles para todos en
internet.
Lo que no está disponible es lo que se tiene que vivir. Khan lo llama el “currículo escondido”
de Saint Paul; se refiere a las cosas que no se memorizan, sino que se
corporizan, como gustos, sensibilidades, códigos de conducta, rituales.
Lo que permiten los colegios de elite es “corporizar el privilegio”, lo que implica sentirse cómodo con esos gustos y sensibilidades.
La única forma de meter el privilegio en el propio
cuerpo es vivirlo diariamente en los espacios de la elite. Khan destaca
que una vez que el privilegio se corporiza, ya no puede ser cuestionado
por la sociedad como una diferencia social injusta, porque se ha
transformado en una característica de la personalidad del joven de
elite.
Khan escribe en su libro:
Este punto es muy importante, pues la elite que
abraza la meritocracia y festeja el triunfo del individuo nos dice que
no importa la cuna, sino las características individuales, las
habilidades, talentos y cualidades. Lo que no dice es que esas
habilidades y capacidades se cultivan en lugares a los que pocos tienen
acceso. Esas cualidades parecen innatas, pero son el resultado del
privilegio.
Los ricos, escribe Khan, usan su dinero para
comprar ventajas para sus hijos, y uno de los lugares donde las compran
es en escuelas de elite. Y la ventaja moderna que estos establecimientos
venden es la naturalización de la diferencia.
Khan escribe:
Esa naturalización del privilegio levanta un muro
invisible entre quienes han vivido en el privilegio y quienes han
memorizado esas normas. La clase alta chilena es especialmente sensible
en detectar a quienes aprenden a ser como ellos sin tener la experiencia
de serlo.
“A un ‘wanna be’ te lo reconozco al
toque. Son tantos y tan distintos ¡son asquerosos!”, le dice una mujer
de elite al sociólogo Sebastián Huneeus en su libro “Matrimonio y Patrimonio”.
“En nuestra compañía tenemos como objetivo la
meritocracia, pero hasta cierto punto, porque hay códigos”, le explica
al mismo Huneeus el fundador de un banco de inversión. Con “códigos” se
refiere a “educación social”, a formas de hablar, modo de vestir, pautas
de consumo, maneras de comer. “Cuando un tipo ha estado en ciertos
colegios, esos códigos están incorporados”, dice el inversionista.
Quien tiene esos “códigos incorporados”, tiene siempre al poder esperándolo tranquilamente, reflexiona Huneeus.
Para las clases medias que creen que la formación
de calidad (es decir, los conocimientos duros) es la clave que permite
destacar, el énfasis que pone Khan en encarnar el privilegio puede
carecer de sentido.
Pero hay evidencia de que opera con fuerza en nuestro país. Por ejemplo, el estudio de 2004 “Clasismo, Discriminación y Meritocracia en el Mercado Laboral chileno” de los economistas Javier Núñez y Roberto Gutiérrez. En esa investigación los economistas sostienen que lo que hoy llamamos “zorrón”,
es decir, un alumno “de mediocre desempeño académico proveniente de una
comuna y colegio de origen socioeconómico alto y dotado de una
ascendencia de origen socioeconómico superior”, recibirá solo por virtud
de su origen “un ingreso estadísticamente mayor que un estudiante de
alto rendimiento académico proveniente de una comuna pobre y colegio
público, sin ascendencia vinculada al estrato socioeconómico alto”. A
este “zorrón” no solo le irá siempre mejor que al “alumno pobre
y brillante”, sino también mejor que “a una amplia variedad de
estudiantes de excelencia formados en ambientes socioeconómicos
promedio” (ver revista Economía y Administración de la Universidad de Chile, N 147 de 2004).
LA SUERTE
Lo anterior lleva a cuestionar la idea -muy extendida en Chile- de que la desigualdad se soluciona con oportunidades.
-Ese es uno de los mitos más exitosos de la agenda
de derecha, pues si no importa cuánto dinero tienen los más ricos, sino
qué oportunidades da la sociedad para hacer dinero, puede parecer buena
idea llevar al poder a alguien rico porque supuestamente sabrá cómo
crear oportunidades -dijo Khan a CIPER.
Shamus Khan argumenta, sin embargo, que las oportunidades se ven fuertemente influidas por los niveles de desigualdad:
-Los que tienen más pueden invertir más en la
formación de sus hijos y mientras más desigualdad hay en la sociedad los
más ricos están en condiciones de comprar más oportunidades.
Esto genera una brecha insalvable. Khan no es el
primero ni el único en subrayarla. El economista Paul Krugman ha dicho
que creer que es posible dar oportunidades similares en condiciones de
alta desigualdad “es simplemente una utopía irrealizable”. El economista
Robert Solow, más duro, afirma que quienes sostienen que alta
desigualdad y oportunidades son compatibles, son cínicos.
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