TITULO: A vivir que son dos días - A vivir - Cadena SER - Los puntos de no retorno del planeta , .
A vivir que son dos días - A vivir - Cadena SER,.
Escucha 'A vivir', con Javier del Pino, el programa líder de las mañanas del fin de semana en la Cadena SER.
Los puntos de no retorno del planeta,.
foto / Hay libros que no se limitan a contar una buena historia, además captan una determinada red de pulsos, estímulos, ideas, certezas e imaginarios de su contemporaneidad, manejan esa red hábilmente y especulan con ella, pero no una especulación arbitraria sino con profundos anclajes en lo real. El resultado, si hay suerte y talento, es que tales ficciones se adelantan unos minutos a su tiempo, van un poco por delante de la realidad sin dejar de hablar de lo que nos afecta. Son ficciones antropológicas en el sentido más amplio de la palabra: en diferido tocan todo tema humano —trabajan un pasado común—, y en directo lanzan un posible devenir. No son sólo libros, son retos, espacios abiertos a una creativa especulación. Tal es el caso de la recién editada novela, Membrana (Jorge Carrión, Galaxia Gutenberg); acaso también ensayo, acaso también poema, acaso todo eso simultáneamente.
Membrana parte del hecho de que en el año 2100 existe un Museo del Siglo XXI, donde hay una exposición en la que es recogido no sólo todo lo importante de esa centuria sino también de la Historia; objetos domésticos, datos varios, huellas, restos de pequeños y grandes acontecimientos. Lo que los lectores leemos, lo que tenemos en nuestras manos es, precisamente, el catálogo de esa exposición, una suerte de Arca de Noé de lo propiamente humano. Con ese recurso narrativo, mítico pero originalísimo en sí mismo, y a través de breves capítulos en los que se describe lo que hay en cada sala, la voz narradora va tejiendo una especulada cronología del siglo XXI, lo que equivale a decir una historia alternativa de la humanidad —artes, tecnologías, ciencias, religiones—, dado que no existe narración futura y al mismo tiempo estimulante que no tenga como materia prima lo ya ocurrido. Probablemente Membrana sea la primera novela de antropología big-data escrita en nuestro idioma, pero no un big-data aplicado a un conjunto de datos particulares sino amplificado la totalidad del mundo conocido.
Valido de las existentes bioconexiones del mundo vegetal —en tanto que evidente red ecológica—, plantea la paulatina transferencia del conocimiento humano y de la sensibilidad de los cuerpos no a máquinas exactamente sino a una supuesta inteligencia artificial que, en conexión con la red vegetal, lentamente todo lo copia, muta y repuebla, y que es quien probablemente nos narra la historia: la membrana. Atendiendo a su condición de museo-arca, también Membrana es una heterotopía, en sus páginas son manejados datos tan heterogéneos como el COVID-19, la primera hoguera documentada hecha por humanos, la primera máquina de coser, el 11S, la vida de Pinocho, Las hilanderas de Velázquez o el primer diccionario latín-español de Nebrija, hechos ciertos que Carrión pone en conexión, pone en red —pone “en membrana”—, con insólitos libros como Crítica de la razón algorítmica (año 2081), una extrañísima colección de todos los minerales del planeta (año 2099), una supuesta ecología estructurada en doce niveles (año 2099), o la tumba de Mark Zuckerberg en Birmania (año 2067). Pero no se confunda el lector, nada aquí es arbitrario.
Ideas fundamentales como la traducción —ya sabemos que toda comunicación es código, y si es código podría ser traducido—, son explotadas en beneficio de un futuro en el que el antropocentrismo ha dado paso a la codificación de los datos, datos ascendidos en ese siglo XXI a entes vivientes y sintientes: el códigocentrismo. Se sirve también de la idea de la singularidad tecnológica, punto de no retorno de las inteligencias artificiales, para desviarla hacia planos mucho más sensitivos, incluso sentimentales y no siempre tratados, tales como la identidad de nuevas inteligencias biológicas, o los mitos y las religiones en tanto que relatos primarios y sustentos de cualquier política planetaria o subcultura contemporánea. Bajo esa nueva óptica, Membrana nos reescribe a su modo. Toda genealogía literaria es arbitraria, lo sabemos, pero Membrana, a veces hermética, a veces luminosa, a veces netamente narrativa, otras veces mitológica, siempre inquietantemente poética, es tataranieta de Lucrecio y su Rerum Natura, biznieta de Borges y su jardín de senderos que se bifurca, nieta de Lem y su incomunicable dios Solaris, hija de Baudrillard y su simulación total de lo real, hermana de Butler y su género sexual performativo, hermanísima de Haraway y sus afectos humano-máquina. Un libro llamado a ser no pocas veces reinterpretado en el siglo XXI.
TITULO: LA BRUJULA ONDA CERO - La Linterna La Cope - Animalismo ,.
La Brújula es un programa de radio de la emisora española Onda Cero, presentado y dirigido por David del Cura.
Es el tercer espacio en audiencia en la franja nocturna,
retransmitiéndose entre las 20 y las 24 horas, tiempo que dedica a un
análisis de la actualidad, el deporte, la economía (con el espacio
denominado La Brújula de la Economía) y el debate político., etc,.
La Linterna La Cope ,.
'La Linterna' es el programa de radio informativo, político y económico, cultural y de debate nocturno de la Cadena COPE. Dirigido y presentado desde 2009 por Ángel Expósito, se emite de lunes a viernes de 19:00 a 23:30 horas, correspondiendo la última hora de los viernes a 'La Linterna de la Iglesia', dirigida y presentada por Faustino Catalina,.
Animalismo,.
Lea Vicens: «¿Animalista? No, yo respeto al animal, no quiero humanizarlo»,.
La rejoneadora, que ha pasado el confinamiento en el campo, afronta la temporada más rara de toda su trayectoria "es lo más parecido a estar jubilada después de 14 años entrenando a tope",.
Lea Vicens vive en el campo, entre animales, es mujer y torea a caballo. Por la crisis sanitaria ha cambiado los planes de esta temporada 2020. Se adapta y reinventa. Sorprende.
-Está metida en el campo, pero le podremos ver a través de Tauroten...
-Sí, estoy participando en la plataforma digital con otros cinco toreros y pretendemos trasladar a los abonados parte de nuestra cotidianidad. Creo que el mundo del toro necesita ser contado y aquí tenemos una gran oportunidad. El público ve el espectáculo, pero no conoce, siempre, lo que hay detrás.
-Si pusiéramos título de película a este año sería...
-La temporada más rara, más triste o más caótica de la historia.
-¿Cómo ha llevado el confinamiento?
-He tenido la suerte de no notarlo tanto, porque vivo casi confinada de manera habitual, encerrada en el campo, pero es un privilegio hacerlo en la naturaleza y no en un piso.
-¿Sigue entrenando igual que una temporada normal?
-Cuando empezó el estado de alarma, la incógnita del virus, toda esta pandemia tan brutal, me vine abajo y me relajé en la intensidad de los entrenamientos. Sigo montando todos los días, pero dejé de presionarme por tener que montar a los quince caballos todos los días y culpabilizarme si no lo hacía. Cuando se empezaron a anunciar los primeros carteles ya me cambió la cabeza.
-¿En qué se ha hecho especialista durante el confinamiento?
-He desarrollado nuevas aficiones, una de ellas es la apicultura, me encanta, voy todos los días a ver a las abejas, aprendo mucho de ellas y de su estructura, de cómo se organizan... He descubierto una pasión. Y otra de las cosas que he descubierto que quiero hacer es ofrecerme para hacer una actividad turística en la finca para enseñar mi mundo desde dentro.
-¿A quién pondría en cuarentena?
- No soy nadie para poner en cuarenta, pero creo que a nivel político deberían preguntarse si están haciendo bien las cosas.
-Su sector ha tenido un estado de alarma movido.
-Ha sido vergonzoso cómo dejan de lado a la tauromaquia. Creo que en este caso han sido los políticos los que nos han toreado. Es una pena que la tauromaquia se politice, porque es un auténtico tesoro.
-¿Es feminista?
-Considero que hay que trabajar la igualdad, pero no comparto nada una ideología militante ni politizar el feminismo. Defiendo los valores de cada uno de manera igualitaria.
-¿Qué le diría a Pablo Iglesias?
-Le pediría respeto. Él pide eso permanentemente, pero no lo pone en práctica con aquello que no le gusta.
-¿Y a un animalista?
-Que se vengan una semana conmigo, sin hablar. Y luego que me digan su opinión.
-¿Se siente animalista?
-No, no me siento animalista, porque como feminista, y casi todo lo que acaba en «ista», tiene una connotación militante y no me gusta. El animalismo tiene un concepto de bienestar animal totalmente humanizado. Piensan que el animal está feliz si lo tratan como un humano y ya el concepto de felicidad me escama. Yo respeto al animal sin cambiar la naturaleza de su especie. Vivo entre animales. Siempre. ¿Cuántos de los que se llaman animalistas lo hacen?
-¿Qué es el valor?
-Valor es dominar el miedo y ser uno mismo en cada situación.
-¿Le molestan los piropos?
-Me encantan, siempre que tengan arte y no sean pesados. Me encantan que me digan bonita, guapa y qué bien lo haces. A nadie le incomoda un halago.
-¿Qué se escucha en una plaza de toros?
-A todos. Desde el que está en barrera al último de arriba.
-¿Y qué ha oído?
-Hay cosas muy graciosas, en pleno momento de concentración te puede caer un «cásate conmigo».
-¿Da tiempo a visualizar por si interesa?
-¡Qué va! Ni a ubicarlo (ríe).
-¿Cómo es el miedo antes de jugarse la vida?
-Yo tengo varios miedos. El más grande es el físico, el que te sube las pulsaciones, se te ponen las piernas flojas y se me dispara cuando veo que el piso de la plaza está mal. Mi cuerpo no lo domina porque la cabeza hila las ideas y sé que el caballo se va a caer y va a haber una tragedia. Luego está el miedo al toro, yo le tengo mucho respeto, pero miedo físico no, porque he trabajado para dominarlo. Y luego está el escénico en el que entra el juego el temor al fracaso.
-¿Cómo vive ahora sin asomarse a esos miedos?
-Como si estuviera jubilada. Me estoy asomando al futuro. Llevo 14 años entrenando a tope con mucha presión y es la primera vez que me he permitido bajar la guardia un par de meses.
-Cuando se abra la veda de los conciertos, ¿a quién irá a ver?
-Tengo muchas ganas de ver a Ben Harper en directo.
-¿Qué canción le ronda ahora?
-El silencio y los pájaros, es una buena melodía cuando estás en el campo.
-¿Cuáles son las vacaciones idílicas?
-No soy de vacaciones, porque mi vida son unas vacaciones.
-Afortunada...
-Me lo he currado tela, no ha venido Papá Noel a traerme nada. Pero sí, me considero una afortunada porque me dedico a lo que me apasiona.
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