TITULO: MUY
NEGOCIOS & ECONOMIA - Política, posverdad y periodismo,.
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Política, posverdad y periodismo,.
El partido de Abascal, que rechaza la labor de los medios de comunicación, sigue una estrategia similar a la que llevó a Trump a la Casa Blanca,.
Vox presentó el pasado 29 de junio en el Congreso una proposición de ley para «regular la verificación de noticias en medios de comunicación impresos, digitales y audiovisuales». Un movimiento que sorprendió a los partidos del hemiciclo al pretender dejar exclusivamente en manos de los jueces la potestad de afirmar si una información es verdadera o falsa. La proposición, inédita en democracia, pretendía, tal y como está definida, impedir a un periódico publicar si informaciones o datos esgrimidos por los políticos en un debate son ciertos o no, lo que supondría, según los expertos, un claro ataque a la libertad de expresión y también una nueva muestra de la estrategia de desinformación que la formación de Santiago Abascal lleva a cabo desde su creación para conseguir sus objetivos políticos.
Esta controvertida estrategia está claramente basada en la política de comunicación del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. El empresario llegó a la Casa Blanca en 2016 asesorado por Steve Bannon, el gurú que inspiró a Vox el año pasado de cara a las elecciones del 28-A, que supuso por primera vez la entrada del partido en el Congreso con 24 diputados. Precisamente, unas semanas antes de que Vox presentara su proposición, Trump, que ya no cuenta con Bannon como asesor, presentó una nueva orden para regular las redes sociales como respuesta a la actuación de Twitter, que había alertado a sus usuarios de que algunos mensajes del mandatario en la red social podían incluir datos erróneos o incitar a la violencia.
Vox, que incide en cuestionar a los medios de comunicación tradicionales hasta el punto de negar acreditaciones a algunos periodistas para atender sus convocatorias, se ha hecho fuerte en los últimos años en Twitter o Instagram, donde ya es la fuerza política que cuenta con más seguidores. Estos canales, que propagan mensajes a millones de usuarios con cierta facilidad si cumplen ciertas pautas para la viralidad, son usados como altavoces propagandísticos por todo tipo de organizaciones. Muchos mensajes presentan con total impunidad hechos sesgados o, directamente, falsos -las conocidas con el anglicismo de 'fake news'-. «Basta con ser un poco observador y seguir las cuentas de Twitter vinculadas con Vox, los voceros que tiene, el tipo de gente que le hace circular la información. Sus redes están llenas de mentiras», explica Nacho Blanco, director del máster en Verificación Digital, Fact-Checking y periodismo de Datos de la Universidad San Pablo CEU. Este experto está convencido de que «el periodismo de calidad es una mala noticia para los partidos populistas».
Ejemplos de este modo de proceder no faltan, pero quizá el más emblemático, por parecer salido de un manual, se produjo en diciembre de 2018, cuando Vox inició una campaña en redes sociales para evitar que se sacrificara al «perro Curro», que supuestamente había mordido a un ladrón de nacionalidad rumana. «Era una campaña artificial, basada en mentiras. La prensa verificó el origen y la desmontó. Pero la campaña tuvo una magnificación muy grande y su mensaje caló», recuerda Miquel Pellicer, profesor de Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya y autor del libro 'La comunicación en la era Trump'.
Este fenómeno propio de los partidos de corte populista no es originario de España, sino que hunde sus raíces en todo el mundo en la crisis financiera de 2008, desde Brasil hasta Filipinas, pasando por Europa. «El año 2016 supone un punto de inflexión en la aparición de las fake news y la desinformación como herramienta política. La victoria inesperada del 'brexit' y la de Donald Trump se valieron de elementos similares en los que las opiniones empezaron a ser más importantes que los propios hechos», apunta Pellicer.
Atacar al mensajero
La disonancia cognitiva, o mensajes dirigidos a reforzar las convicciones propias, es otra de las patas de la mesa del discurso político de los partidos populistas y de la posverdad. «Apelar al miedo, a las personas que vienen de fuera y nos roban en casa... Son estrategias premeditadas. También la de atacar a los periodistas y a su credibilidad, al mensajero, una costumbre muy vieja pero quien mejor se vale de esta forma de pensamiento es Trump», señala Blanco. También Podemos ha coqueteado con esta estrategia, la más reciente cuando su líder, Pablo Iglesias, insinuó hace unas semanas que había que «naturalizar el insulto a los periodistas».
Bannon llevó a cabo una gira por Europa en 2018 en la que se reunió con algunos partidos de ultraderecha como el de Marine Le Pen en Francia, el de Orban en Hungría o el de Matteo Salvini en Italia, en la que se trató de unificar una estrategia global izada en puntos comunes como la antiinmigración, el cuestionamiento del sistema democrático o el rechazo al control de los medios de comunicación. Vox, que en aquel momento no tenía representación parlamentaria, no participó en los encuentros pero recibió los piropos del gurú estadounidense, que sí se reunió en 2019 con Rafael Bardají, miembro del Comité Ejecutivo de la formación.
La similitud del binomio Trump-Vox se ha manifestado en varias ocasiones. En enero, Twitter censuró un mensaje del estadounidense y bloqueó la cuenta oficial del partido de Abascal, ambos reaccionaron atacando a la red social. También en mensajes calcados como el siguiente: «Nuestra gente no es tan violenta, pero si alguna vez lo fuera, sería un día terrible para el otro lado porque conozco a nuestra gente». Primero lo recitó Trump en un mitin en Tulsa, en medio de la tensión racial por la polémica muerte a manos de la policía de George Floyd Patterson; y luego fue Abascal el que calcó el discurso en la campaña de las autonómicas vascas y gallegas,.
TITULO: REVISTA PANTALLA SEMANAL CON - «Ha sido imprevisto, pero bienvenido», dice Marta Carazo sobre su llegada al 'Telediario 2' «Ha sido imprevisto, pero bienvenido», dice Marta Carazo sobre su llegada al 'Telediario 2' ,.
«Ha sido imprevisto, pero bienvenido», dice Marta Carazo sobre su llegada al 'Telediario 2' «Ha sido imprevisto, pero bienvenido», dice Marta Carazo sobre su llegada al 'Telediario 2' ,.
La periodista deja Bruselas para relevar a Carlos Franganillo en la presentación del informativo nocturno de La 1 de RTVE,.
No pasaron ni 24 horas cuando la periodista Marta Carazo aterrizó en Madrid procedente de Bruselas para ser presentada como nueva responsable de la segunda edición del 'Telediario' en La 1. «Es un salto muy grande a lo que estaba haciendo. Ha sido imprevisto, pero bienvenido. Lo afronto con ganas y mucha ilusión», asegura la nueva cara del informativo de la cadena pública en 'prime time' a partir de enero, que regresa a Torrespaña para suceder a su amigo y compañero de profesión Carlos Franganillo tras su marcha a Telecinco.
La presentadora conoce bien el engranaje y la filosofía de los servicios informativos de RTVE, grupo al que lleva ligado desde 1999, donde inició su trayectoria primero como presentadora del Canal 24 Horas. En la televisión pública ha hecho de todo: periodista que cubre la información de la Casa Real, responsable de Economía y adjunta a la edición del 'Telediario 1'. Desde agosto de 2020 se ganó el respeto de la profesión y de la audiencia como corresponsal de Bruselas, en una labor por la que fue reconocida con el prestigioso Premio de Periodismo Europeo Salvador de Madariaga.
Sin embargo, entre sus planes no se encontraba regresar a Madrid en un momento en el que la política nacional también pasa por la capital de la Unión Europea. De hecho, seguirá regresando de vez en cuando a Bruselas para visitar a su familia. «Me he movido en RTVE porque me gusta hacer cosas nuevas. Una no es suficiente mayor para seguir aprendiendo», señala Carazo, quien asume la labor con «responsabilidad». Reconoce, eso sí, que la televisión pública se encuentra en un buen punto de credibilidad que la ha convertido en la segunda opción favorita de los espectadores, adelantando a Telecinco y sólo por detrás de Antena 3, aupada en medida por el buen colchón de 'Pasapalabra' y 'La ruleta de la suerte', y referente en grandes citas informativas, como las elecciones o sesiones de investidura.
Carazo tiene claro que su secreto es narrar las noticias desde la naturalidad. «No tengo otra manera de contar las cosas; hay que contar las cosas con naturalidad, entenderlas muy bien para poder explicarlas, es la forma en que me siento cómoda y creo que funciona», revela. Hizo que el grueso de la información de Bruselas, que «no ha sido fácil de hacer», según reconoce, se entendiera fuera de las instituciones europeas. «Hacer el 'Telediario' tiene que ser igual. Voy a tocar muchos temas ahora que no controlaba. Hace falta trabajo, concentración, tesón y preguntar lo que no entiendas. Nada es fácil, pero por eso es ilusionante», cuenta. Sus compañeros dicen de ella que es muy rigurosa. Todo lo tiene que saber bien, subraya. No obstante, es consciente de la importancia del trabajo en equipo y del fuerte músculo de RTVE en sus corresponsalías o centros territoriales. «Voy a ser la cara y la voz del trabajo de todos mis compañeros», reitera. «Es un trabajo de muchos, me siento muy apoyada y es cuestión de seguir conduciendo este barco y mejorar dentro de lo bien que ya lo estamos haciendo», añade.
En este sentido, defiende el valor y rigor del informativo de la televisión pública. «El 'Telediario' no está para editorializar, para eso hay otros espacios», reivindica. Con Carlos Franganillo, ahora su nuevo rival en Telecinco, le une una amistad forjada en los pasillos de RTVE. Él la alabó en redes sociales tras hacerse oficial que sería su sustituta. «Rigurosa, gran comunicadora, con enorme talento y buena gente. Excelente noticia», expresó en X el presentador asturiano. «Hemos hablado como amigos que inician proyectos distintos e ilusionantes. Cada uno con su reto. Carlos es un profesional con mayúsculas, y él también espera que lo sigamos haciendo bien», cuenta Carazo.
Por su parte, el director de Informativos de RTVE, Pep Vilar, explica que un buen conductor de informativos «debe tener autoridad, credibilidad y profesionalidad» algo que, en sus palabras, Marta Carazo cumple. «La oferta informativa de RTVE es un puzle complejo, con diferentes piezas que se tienen que ir encajando en una propuesta coherente y reconocible. Lo vamos consiguiendo», celebra el máximo responsable de los 'Telediarios'.
TITULO : CON LA PELOTA CON - Fútbol - 40 años del España-Malta, la flor y lo que no es la flor,.
40 años del España-Malta, la flor y lo que no es la flor,.
Aquel partido en el Benito Villamarín fue la victoria fundacional de la era moderna,.
Santillana marcó los tres primeros goles de España a Malta,.
Resultado Final - España -12 - Malta -1-, foto,.
Aún no se había apagado el eco del gallito más célebre de la historia de la televisión, obra de José Ángel de la Casa, y formaban una piña los jugadores españoles, alborozados por su improbable gesta, cuando habló Alfonso Azuara desde la vera misma de Miguel Muñoz: «Esto realmente parece increíble, el milagro se ha conseguido. Si no existe ningún trasfondo, si este resultado es sólo producto del juego español, ciertamente es para felicitar al equipo». El primer mandamiento del periodismo, aunque España acabe de clasificarse para la Eurocopa al cabo de un partido memorable, es cuestionarse lo que ve. Y al reportero de RTVE, esa goleada escandalosa (12-1, nueve goles en la segunda parte) le pareció sospechosa. Ya no quedan profesionales así ni medios que permitan esa bendita insolencia.
Vacaciones pagadas en la Costa del Sol a Bonello y a sus amigos malteses o no, porque la rumorología de la época fue fértil e insidiosa, lo cierto es que aquella fue la victoria fundacional de la era moderna de una España que, de la mano de Miguel Muñoz, logró a partir de ella convertirse en subcampeona de Europa y borrar, con los cuartos de final en México 86, el fiasco del Mundial en casa. Era Muñoz un seleccionador competente, doble campeón continental en el banquillo del Madrid y protagonista de campañas históricas en Granada y Las Palmas, dos ciudades en las que todavía marca su cénit futbolero este bon vivant enamorado de Sevilla que aprovechó que aquel partido se jugó en el Villamarín para convertir a la capital andaluza en sede fija de los partidos oficiales de la selección.
Le afeaban a Muñoz sus detractores, que en España nunca faltan, la cimentación de sus éxitos sobre el auxilio recurrente de la Diosa Fortuna, que compensaba su falta de sapiencia. «Una flor en el culo» e incluso un jardín, le reprochaban poseer, ignorantes del refranero popular, cuando advierte que «al saber lo llaman suerte», y de la costumbre de Napoleón de elegir a sus mariscales no en virtud de su conocimiento de la ciencia militar, sino tras asegurarse de que eran hombres suertudos. Pasaron casi treinta años sin que la Selección jugase otra final y lo logró, ¡bingo!, Luis Aragonés. La suerte, y tal.
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