Cena con mamá - Alfredo Pérez - Presidente del Racing ,. Viernes -7- Febrero ,./ Imprescindibles' estrena en La 2 - Muere Kirk Douglas, el último gran actor del viejo Hollywood, ,. Domingo -9- Febrero ,./ De seda y hierro - Valentine Penrose, la diosa pagana . Domingo -9- Febrero ,./ Noche Sexo - Monica y el sexo - Carolina Yuste y 'Prostitución',.
TITULO:
Cena con mamá - Alfredo Pérez - Presidente del Racing , Viernes -7- Febrero ,.
Viernes -7- Febrero a las 22:00 en La 1, fotos,.
Alfredo Pérez - Presidente del Racing,.
Alfredo Pérez, presidente del Racing: "El compromiso es llevar al equipo a Primera"
PRIMERA PLANAUna entidad centenaria retorna al fútbol profesional español tras el ascenso a Segunda,.
Alfredo Pérez, presidente del Racing: "El compromiso es llevar al equipo a Primera",.
Se
convirtió en presidente hace poco más de un año. En el recorrido ha
firmado el retorno a Segunda división como paso previo al gran sueño: un
Racing en la máxima categoría. Alfredo Pérez acude a la redacción de
MARCApara conversar con Primera Plana sobre una entidad cuyo futuro a
corto plazo, insiste, pasa necesariamente por la estabilidad.
TITULO:
Imprescindibles' estrena en La 2 - Muere Kirk Douglas, el último gran actor del viejo Hollywood , ,. Domingo -9- Febrero ,.
Domingo - 9- Febrero a las 21:30 horas en La 2, foto,.
Muere Kirk Douglas, el último gran actor del viejo Hollywood,.
Muere Kirk Douglas, el último gran actor del viejo Hollywood, a los 103 años,.
El legendario actor que encarnó a 'Espartaco' solo obtuvo un Oscar, honorífico, a su trayectoria, pese a tres nominaciones,.
Kirk Douglas,foto,.
Parecía que Kirk Douglas
iba a derrotar al tiempo y al espacio. Que seguiría cumpliendo años sin
fin. Un siglo, 101, 102, 103… Y los seguirá cumpliendo, porque a la leyenda nadie la derrotará, pero este miércoles murió en su domicilio en Beverly Hills
(California), Issur Danielovitch Demsky, el hijo de un trapero nacido
en Ámsterdam, en el Estado de Nueva York, el 9 de diciembre de 1916. Ha
muerto Issur; Kirk es hoy inmortal. La noticia fue confirmada por la
familia por boca de su hijo Michael: “Para el mundo es una leyenda, un
actor de la época dorada del cine, un filántropo comprometido con la
justicia y con las causas en las que creía, pero para mí, para Joel y
para Peter era sencillamente papá”.
Quedarán el Midge de El ídolo de barro, el Chuck Tatum de El gran carnaval, el Jonathan de Cautivos del mal, el Jack de Los valientes andan solos... Quedarán los gritos de “Yo soy Espartaco”, el lanzamiento de hachas para la toma de la fortaleza de Los vikingos, el ruido y la furia de su militar de Senderos de gloria, su Van Gogh de El loco del pelo rojo…
Quedarán las siete películas con su amigo Burt Lancaster... Tan solo
desaparece un cuerpo, y Hollywood este miércoles por la noche era tan
solo el pueblo en el que trabajó durante un tiempo Kirk Douglas.
Ni siquiera necesitó ganar uno de los tres Oscar a los que fue
candidato, aunque en 1996 recibiera el honorífico. El actor fue alguien
que disfrutaba de trabajar mucho más que de recrearse en el resultado:
“Me gusta más rodar que verme en ellas. Casi he evitado Gladiator,
porque temía que me recordara demasiado a mi Espartaco. Aparte de esto,
antes las películas eran, en general, mejores. Entonces la técnica no
era lo más importante, sino los personajes y la historia. Por supuesto
que hoy también se hacen buenas películas, pero a menudo todo ese
galimatías digital arruina el trabajo de los actores”, confesó en 2001.
‘Yo soy Espartaco’, contra la caza de brujas
Kirk Douglas
escribió no solo con mayúsculas bastantes páginas de la gran
enciclopedia de Hollywood, sino que también en la vida real redactó una
decena de libros. El más famoso fue su primer volumen de memorias, El hijo del trapero.En el último, Yo soy Espartaco, desgranaba cómo formó parte de la jugada que acabó con una de las etapas más sombrías del cine estadounidense. “Esa caza de brujas destruyó vidas y carreras, y yo hice Espartaco
con un guionista que estaba incluido en la lista negra y que tuvo que
esconderse tras un seudónimo para encontrar trabajo”, contó en 2012
cuando se publicó el volumen en el que explicaba cómo el nombre de
Dalton Trumbo, reputado guionista expulsado de la industria por el
Comité de Actividades Antiestadounidenses, y cuyo nombre apareció de
nuevo al firmar el guion de Espartaco, producida y
protagonizada por Douglas y dirigida por Stanley Kubrick en 1960.
“Cuando miro hacia atrás pienso que la decisión sobre Trumbo fue la más
importante de mi carrera”, dijo con 84 años en la Berlinale en la que
recibió el Oso de Honor. Douglas adornaba mucho la realidad en los
escritos, pero un mandamiento clásico afirma que “cuando la leyenda se
convierte en hecho, imprime la leyenda”.
Issur Danielovitch Demsky nació en una familia de origen ruso judío.
Su padre era trapero y abandonó el hogar familiar cuando Demsky era un
crío. Creció rodeado de mujeres (tenía seis hermanas mayores), que
fueron las primeras en pulir aquel diamante en bruto. Trabajó en más de
40 empleos desde adolescente y estudió en la Universidad de Saint
Lawrence, donde se graduó en Letras. Posteriormente estudió en la
American Academy of Dramatic Arts de Nueva York. En 1941, fue llamado a
filas para incorporarse a la Armada. Herido en la Segunda Guerra
Mundial, regresó a Nueva York, donde logró varios papeles teatrales
apoyado por la joven actriz Lauren Bacall.
En 1946, debutó en Hollywood con El extraño amor de Marta Ivers,
de Lewis Milestone. Y tocó rapidísimamente el cielo de la industria
cinematográfica. Tuvo un enorme cuidado en elegir con quién trabajaba y
los guiones, sin miedo a que los personajes exprimieran su talento.
Nunca paró en su ritmo vital y laboral: solo levantó el pie de su pasión
con las mujeres cuando se casó con su actual esposa, Anne Buydens, con
la que fue padre de dos hijos pequeños, Peter y Eric Anthony, ya
fallecido. Michael y Joel nacieron de su matrimonio anterior con Diana
Hill.
En 1991, resultó herido en un accidente de helicóptero en Santa Paula
(California). En 1996, sufrió una embolia que le afectó seriamente al
habla. Imposible que se quedara quieto. En 2009, con 92 años, se subió a
los escenarios con Before I Forget (“Antes de que olvide”), un
monólogo de 90 minutos que él mismo había escrito sobre su vida.
Invirtió buena parte de su fortuna en obras de caridad, principalmente
en la lucha contra el alzhéimer. Kirk Douglas muere habiendo logrado de sobra el objetivo de su Midge Kelly de El ídolo de barro: "No quiero ser toda mi vida un '¡Oye, tú!'. Quiero que la gente me llame señor".
TITULO:
De seda y hierro - Valentine Penrose, la diosa pagana ,. Domingo -9- Febrero ,.
El Domingo -9- Febrero a las 20:20 por La 2, fotos,.
Valentine Penrose, la diosa pagana,.
La
extrañísima y desconocida autora de 'La condesa sangrienta', novela
gótica de culto, renace de sus cenizas con la recuperación total de su
obra que emprende la editorial Wunderkammer.
La escritora francesa Valentine Penrose.
"Valentine
era una bruja. Estaba convencida y ella misma fomentaba mi certeza.
Siendo una bruja buena, la rodeaba un misterio impenetrable, tan
palpable que yo me quedaba prudentemente a cierta distancia", escribió
Anthony Penrose, el hijo del pintor Roland Penrose y la fotógrafa Lee
Miller, refiriéndose a la primera mujer de su padre, la poeta y
narradora surrealista Valentine Penrose.
Pocas palabras son tan precisas a la hora de describir a la escritora nacida como Valentine Boué en Mont-de-Marsan solo dos años antes de la llegada del siglo XX. Hoy pocos se acuerdan de su nombre, pero sí de la Condesa sangrienta,
Elizabeth Báthory, cuya vida Valentine Penrose reconstruiría en un
largo poema en prosa del que Alejandra Pizarnik sería su más atenta
lectora. En efecto, la poeta argentina publicó en 1966 un relato sobre
Báthory en la revista Testigo, tras haber leído el libro en el
que Penrose, como señala la propia Pizarnik, encuentra la belleza en la
más sangrienta y sádica de las historias: Penrose "juega admirablemente con los valores estéticos de esta tenebrosa historia.
Inscribe en el reino subterráneo de Erzsébet Báthory en la sala de
torturas de su castillo medieval: allí, la siniestra hermosura de las
criaturas nocturnas se resume en una silenciosa de palidez legendaria,
de ojos dementes, de cabellos del color suntuoso de los cuervos". ¿Qué es lo que atrajo a Penrose de la sangrienta reina de los Cárpatos?
¿Fue su interés por el esoterismo, por la magia negra que encuentra su
lugar entre "el humo acre de las hojas de belladona y de estramonio"? ¿O
fue la pregunta sobre el mal, la pregunta irresoluble sobre una mujer,
la condesa, en la que la poeta halló en paradójica consonancia la
belleza y la crueldad? Es leyendo La surrealista oculta, donde se reúnen sus prosas y poemas, y La condesa sangrienta,
ambos libros publicados ahora por la editorial Wunderkammer, que surgen
todas estas dudas y es en busca de sus respuestas, nunca únicas y
siempre aproximadas, que el lector se adentra en el complejo y singular
universo de Penrose.
Fue retratada por Man Ray, escribió para la revista La Révolution Surrealiste de Breton, conoció a Picasso y a Dora Maar y participó en L'age d'or, la segunda película realizada por Buñuel y Dalí. Su nombre, sin embargo, no trascendió en una historia literaria con demasiadas ausencias femeninas.
Surrealista e inclasificable, Penrose fue y sigue siendo una voz
singular, una poeta difícil de definir: las imágenes surrealistas, de
gran potencia y de gran carga metafórica, que llenan sus poemas, su
relación panteísta con una naturaleza en ocasiones descrita con
reminiscencias románticas, su interés por la filosofía oriental,
disciplina que estudió en la Sorbona, y por el esoterismo, su indagación en el universo femenino y su exploración del amor lésbico.
Todos estos elementos están presentes en la obra de Penrose, desde aquel primer poema, Pater, una reinterpretación del Padre Nuestro publicado en 1924, hasta aquellos que escribió tras su viaje a la India en 1936. "La
copa la luna creciente los delfines del cielo blanco/ amar qué bueno
era amar era de día/ bajo el cielo muerta amor cambiado el talismán/
bella hundida de azul feliz y desaparecido/ tus sándalos se secaron en
sus vocales de agua". En estos versos, escritos en la India tras
los días compartidos con Alice, poeta y ex mujer del pintor austriaco
Wolfgang Paalen, encontramos ecos de ese mismo amor evocado en otros
versos escritos en aquellas mismas semanas ("Este cuerpo aquí
femenino que cuelga como una gota lejana /hacia otro aquí esta vez
femenino / donde los cabellos iguales cruzando la sonrisa") así como referencias
a la luna, imagen recurrente en toda su poesía e imagen recurrente de
uno de sus poetas más amados, Federico García Lorca, de quien fue una de sus primeras traductoras.
Collage de Valentien Penrose, 'Dons des féminines' (1951).
Junto
a la luna, está el cielo y el mar, los dos extremos de un mundo que
Penrose abraza como un todo, como una unidad indivisible de la que
también forma parte el individuo. Influenciada por Vicente Galarza, vizconde de santa Clara, que se convertiría en su gurú,
la obra de Penrose evoca este universo donde se niega la separación
entre conciencia individual y realidad material: para la poeta, no solo
hay una correlación entre la conciencia del ser y la realidad física,
sino también entre la voluntad y la representación, entre el yo y el
mundo del que forma parte. "ME FLOREZCO en círculo como una tiara como un alba/ mi mano da una estrella y una estrella la otra/ hablo a las chispas", leemos en su poema Hierba a la luna, expresión de un yo que nace y se siente parte de la naturaleza, manifestación suprema y última de ese todo indivisible.
Para
Penrose, como para otros surrealistas, la naturaleza no es un simple
motivo literario, su fascinación por ella, recuerda Arthur, no tenía que
ver con "una pasión por el estudio de la botánica", si bien sus
conocimientos de la historia natural no eran escasos. Sentía, por el contrario, "un sentimiento puramente romántico" hacia la naturaleza,
el lugar en el que se origina el todo, el lugar del misterio que
envuelve la existencia, del secreto que el velo de Maya -figura que la
poeta recoge del hinduismo- esconde. "Querer despertarse de no estar
vivo es lo que hace aficionarse a la sangre, a la sangre de los demás
donde quizá se escondía el secreto que, desde su nacimiento, le había
estado velado", escribe sobre la condesa sangrienta, aunque, por
momentos, parece que esté hablando de sí misma. Y es que leemos en uno
de sus poemas: "En el altar de los bosques la sangre deslumbrante en la
esquina la hiedra y luego el viento". La sangre aparece no como expresión de violencia, sino de vida,
como el elemento que une en una sola imagen al ser humano con la
tierra. Y, de hecho, es en los impenetrables bosques por los que le
gusta perderse, en los que Penrose busca descubrir el secreto velado,
sabiendo que solo podrá evocarlo, a través de poemas convertidos en
rezos paganos. "La Natura es un templo cuyos vivos pilares /dejan,
algunas veces, salir confusos nombres", escribió Baudelaire en uno de
sus más reconocidos sonetos, Correspondencias. Los versos del
poeta simbolista parecen evocar la poesía que, años después, escribiría
Valentine, para quien el mundo también estaba construido a partir de
correspondencias secretas que solo la escritura podía hacer aflorar.
A
través de sus poemas, Valentine pasa a través de bosques de símbolos,
que evocan esa "tenebrosa y profunda unidad, /vasta como la noche", tal y
como la describiera Charles Baudelaire. Le gustaba la oscuridad,
aquella que encontraba entre los árboles, porque, paradójicamente, era
ahí donde mejor veía. Era un noir animal, solo se acercaba a la luna, "más potente, pero menos brillante que el sol".
Como
señala su editora, Elisabeth Riera, en muchos de sus poemas observamos
"su preferencia por los sentidos sobre los dogmas, por la naturaleza por
encima de casi cualquier otra cosa, transforma el bien y el mal
católicos en un bien y mal de escala humana, libre y amorosa, donde se
ruega por el gozo, las noches y las flores, el supremo Bien". De ahí que
Riera la defina como una diosa pagana, de ahí también que Anthony vea en ella a una maga,
pues en Valentine dialogan lo mágico y lo espiritual, lo material y lo
trascendental, el romanticismo y el surrealismo, la tradición occidental
y la filosofía oriental.
La escritora Valentine Penrose en el estudio de la fotógrafa Eileen Agar, en Londres, en 1989.
Es
esta combinación de elementos lo que hace de Penrose una poeta difícil
de circunscribir en una categoría poética cerrada. Sin prescindir de su
erudición, Penrose parece escribir desde los sentidos y desde la
experiencia. Sus poemas nacen de sus viajes a Oriente, de sus relaciones
personales, pero sobre todo de su contacto con el espacio natural, de
sus largos paseos por el bosque, tal y como recuerda Anthony: "Cada vez
que Valentine regresaba de uno de sus largos paseos por los bosques,
alrededor de Farley Farm, tenía en el hueco de su mano algún tesoro
mágico, como un trozo nudoso de madera, una seta seca o incluso un sapo
momificado".
Y aquellos tesoros, extraños para algunos, maravillosos para otros, recogidos en ese bosque, tan similar al que transitaba la condesa en busca de hierbas para pócimas y hechizos,
se convertían en material poético, estableciéndose así una estrecha
correlación entre la tierra y la escritura. El misterio del bosque es el
misterio de su escritura hermética, portadora de un significado
profundo que se (re)vela, mostrándose a la vez que se oculta.
TITULO:
Noche Sexo - Monica y el sexo - Carolina Yuste y 'Prostitución',.
El viernes -7- Febrero 0.40 / Cuatro, foto,.
Carolina Yuste y 'Prostitución',.
Carolina sonríe durante los Extremeños de HOY 2019.
La actriz extremeña brilla en el Teatro Español con entradas agotadas,.
Hoy
jueves pasaré el día en Madrid y, antes de volver por la noche, me
hubiera gustado ir a ver la obra de teatro que más está dando que hablar
en la capital: 'Prostitución'. Pero va a ser imposible porque las
entradas están agotadas. Y no están agotadas solo hoy, están vendidas
todas hasta el domingo 23 de febrero, fecha en la que, teóricamente,
esta obra desaparece de la cartelera del Teatro Español. Quizás haya más
funciones, visto el gran éxito de la obra, pero no lo sé. Hoy, además,
las tres actrices tendrán un encuentro con el público.
Mi
interés por 'Prostitución', además de por disfrutar de una
representación teatral que está emocionando como nunca, se debe a que
una de las protagonistas es la actriz extremeña Carolina Yuste (Badajoz,
1991), premio Extremeños de HOY 2019, el mismo año en que ganó el Goya a
la mejor actriz de reparto por la película 'Carmen y Lola'.
Ya
he contado que la madre de Carolina Yuste rompió aguas en un cine de
Badajoz y ella empezó a venir al mundo mientras en una pantalla grande
se proyectaba la película '101 dálmatas'. Era una premonición que tuvo
su continuidad en el Teatro Romano, donde la niña Carolina Yuste confesó
a su madre: «Quiero ser actriz» tras ver 'El sueño de una noche de
verano'. Pues bien, tras actuar en ocho obras de teatro, dos series de
televisión, seis películas y dos espectáculos de danza, Carolina Yuste
se sube cada noche al escenario del Español y demuestra que es una de
las grandes actrices españolas de hoy.
En la sala grande del
teatro de la plaza de Santa Ana, con llenos diarios, Carolina, Carmen
Machi y Nathalie Poza protagonizan un espectáculo formidable dirigido
por Andrés Lima, que pone en pie la dramaturgia junto a Albert Boronat.
'Prostitución' se crea a partir de textos de Virginia Despentes y Amelia
Tiganus. Lima, Boronat y Juan Cavestany, acompañados por las tres
actrices, dedicaron un tiempo a recoger testimonios de mujeres en la
calle y de la calle, testimonios reales de Ana María, Isabela, Lucía,
Alexia, Alicia y la señora Rius, a los que da forma dramática con su
escritura Juan Cavestany.
La crítica habla de cabaret documental y
elogia sin matices el trabajo de las tres actrices. Más allá de la
crítica profesional, los espectadores salen impresionados del teatro
como demuestra el texto de esta carta al director en un diario
madrileño: «Es una obra difícil de digerir porque más que una obra
teatral es una denuncia escenificada, un grito sórdido de humillación y
miseria, una patada en la boca al proxenetismo (...), una sólida
imputación contra chulos, madamas y puteros». Al referirse a las
actrices, el espectador escribe: «Carmen Machi, Nathalie Poza y Carolina
Yuste gritan, cantan y se abren de piernas para abrirnos los ojos, para
quitarnos las gafas de la indiferencia y sacarnos los colores a los
hombres y con toda razón».
Hay diálogos conmovedores y no hay ni
un solo tópico y los críticos aseguran que nuestra Carolina Yuste, Lucía
en el escenario, deja al público sin habla cuando detalla el protocolo
de la prostitución: «Hacer que la gente se corra» y razona después que
para acabar con ella, pero también con el narcotráfico y con cualquier
lacra, lo primero es dar empleos dignos a la gente.
La obra dura
dos horas, pero quienes la han visto cuentan que se pasan en un
instante, que las tres intérpretes te dejan clavado a la butaca y en
tensión emocional durante ese tiempo. Te emocionas, te entusiasmas,
sufres, ríes con Carmen Machi interpretando a un travesti nicaragüense,
te encoges escuchando a Carolina Yuste hablando de violaciones con sus
compañeras o haciendo el papel del chapero Lucas. Me quedaré con las
ganas, por ahora, de ver a nuestra gran actriz, pero seguro que Miguel
Murillo, en el López de Ayala, y Silvia González, en el Gran Teatro,
están al acecho por si 'Prostitución' sale de gira con Carolina Yuste
convertida en la gran actriz que soñó ser en el Teatro Romano.
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