Maestros de la costura', con la moda infantil,.
'Maestros de la costura' se desplaza esta noche a las 22.30 horas al Circo Price de Madrid, donde tiene lugar The Petite Fashion Week, el desfile de moda infantil más prestigioso de la industria española. Allí, los aprendices tienen que confeccionar cuatro diseños de la colección cápsula de Rosa León, ganadora de la segunda edición. En el interior del teatro, Alejandro G. Palomo espera que los aspirantes «se luzcan y se motiven con el reto que tienen entre manos», porque «es una oportunidad tremenda que ya puedan ver sus piezas en un desfile». Y en ese mismo sentido, su compañera de jurado, María Escoté argumenta que «cuando empiezas a coser, sueñas con ver desfilar tus prendas», y que, sin ellos saberlo, hoy va a ocurrir. Además, la diseñadora comenta que la repercusión del formato fuera de la televisión la ha notado «desde el primer programa», pero que sin duda, lo que más ilusión le hace a los tres es verlo en los niños, «esa nueva generación que quiere aprender un oficio que se estaba olvidando». Por su parte, Lorenzo Caprile dice que pese a estar en la tercera edición y haber evolucionado como jueces, «el nivel de exigencia sigue siendo el mismo», y que «el programa se prepara a conciencia para ello». Con ellos está una Rosa León «muy emocionada», y con sentimientos encontrados. Con la «añoranza de cuando ocupaba el lugar de los aspirantes», y con la «rareza de estar en el otro, con los jueces». «Me lo pasé muy bien como concursante, y más todavía sabiendo el final», sostiene entre risas. Después de la prueba, el último reto de la noche es diseñar un bolso con materiales de construcción, como el cristal flexible transparente, suelo de goma antideslizante, cañizo de bambú y tubos de mangueras.Las manos, ay las manos.
Aldous Huxley, en «Un mundo feliz», desalambró todas las fronteras sobre un futuro que hoy está presente y, como su lectura me cogió muy jovencito, puedo decir que hasta la llegada del hombre a la luna me pareció algo que esperaba su momento, desde que el mono se puso a caminar erguido. Los trasplantes los considero alineados para, uno a uno, ir pasando por quirófano y en algún sitio debe estar recogida mi voluntad para que, si tras mi muerte queda algo de mi cuerpo aprovechable, se utilice. La única limitación que puse fueron mis manos, porque creo que las manos no son trasplantables. Llegará incluso el trasplante de cerebro ya que, según Kafka, «todo lo que puede suceder, sucede», pero las manos… Repelús.
Daría el corazón, los riñones, el hígado…, pero jamás cedería mis manos ni aceptaría otras. Las manos tienen vida propia y en ellas estamos, desnudos y sinceros, como niños. Por eso los que saben mirarlas pueden conocer mucho de nuestro pasado, del presente y hasta del futuro. La mano acaricia, apuñala, acuna, trasmite calor, frío, sudor y emociones. Es la que señala, la que ejecuta, bendice y perdona. Lloramos con las manos más que con los ojos. En las manos está el temor, la duda, el odio y la alegría. Shakespeare las llevaba siempre escondidas y a Cervantes le dolía la que había perdido.
Mírense las manos y comprobarán que, como el gato, nunca nos pertenecen. Se mueven mientras dormimos, participan de nuestro sueño y van a su aire cuando estamos despiertos. Mentimos con el cuerpo, con los gestos, con los ojos y la boca, pero hemos aprendido a trasplantarlas antes que a someterlas. Mientras fingimos calma, ellas se revelan y nos delatan. Se arrugan y envejecen, su piel se siembra de marrones y sus nudillos se agarrotan porque las experiencias las cincelan, pero en ellas sigue la verdad y la memoria impresa. En nuestras manos estamos, son la terminal visual de nuestra conciencia.
Podemos burlar su resistencia y lograr que acepten un latido que desconocen, pero estoy seguro de que permanecen acechantes. Y añorantes. Si yo fuera Alba estaría muy atento y no las perdería de vista.
TITULO: Universo Valdano - El momento de Carlos Moreno en el Mérida ,.
El lunes -17- Febrero a las 22:00 por Movistar en Vamos, foto.
El momento de Carlos Moreno en el Mérida,.
Ante las bajas de Cubo y Chino, Diego Merino avanza que el central manchego debutará mañana ante el Granada B,.
A Diego Merino ya se le ha pasado el cabreo con el que se marchó hace seis días de Huelva. «Sí, esto es el fútbol. Lo que te puede pasar en la vida en un mes, en el fútbol te pasa en un día o dos», habla de emociones el técnico del Mérida. «Pero al final analizas con frialdad el choque y tratas de extraer lo positivo. Hicimos muchas cosas bien en las diferentes fases del juego y acabé satisfecho con lo que mostró el equipo. Estamos muy vivos y en Huelva lo demostramos. Me siento identificado con lo que el equipo muestra sobre el campo. Por eso sigo igual de convencido de que vamos a sacar esto adelante».Pero hasta el momento, cuando el Mérida lo merece, pierde; y cuando hace muchas cosas bien, no gana. «Hay que empezar a controlar los pequeños detalles y que ese porcentaje de azar que tiene el fútbol se decante alguna vez de nuestro lado, porque estamos haciendo más que méritos en este 2020 para tener más puntos de los que tenemos», subrayó ayer Merino en la rueda de prensa previa al choque de mañana ante el filial del Granada.
Recibirá el Mérida al penúltimo clasificado sin el sancionado Emilio Cubo, al que le han caído dos partidos de sanción por su expulsión en el Nuevo Colombino, y sin los lesionados Iosu Villar y Javi Chino. El primero podría reaparecer el próximo sábado en Villarrubia y el capitán sufre una rotura fibrilar de grado II en los abductores que le mantendrá entre dos y tres semanas alejado de los terrenos de juego.
«Sí, es el momento para Carlos Moreno», concede Merino. «Cuando lo firmamos sabíamos a qué tipo de futbolista fichábamos: fiable, completo, muy bueno a nivel táctico, que domina muchas cosas de las que queremos tanto lejos como cerca de la portería. Sabemos que lo va a hacer bien». También podría debutar este domingo el mediocampista camerunés Emmanuel Omgba.
Tal vez más que en las últimas semanas, está obligado el Mérida a sumar su segunda victoria de la temporada en el Romano ante un rival directísimo en la lucha por la salvación. «¿Presión y ansiedad? Estamos acostumbrados a jugar con ellas hace ya varios meses. Y eso nos hará más fuertes para que el día que salgamos de estos puestos lo valoremos mucho más. Afrontamos el partido con ilusión, como una oportunidad para darnos una alegría a nosotros y a toda la afición. El resultado será una consecuencia de lo que desarrollemos en el terreno de juego».
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