TITULO: Viva la vida - Ni extremidades ni límites para Alex ,. SABADO - 16- Noviembre,.
El sabado -16- Noviembre a las 16:00 por Telecinco , foto,.
Ni extremidades ni límites para Alex,.
Un británico que perdió los brazos y las piernas se convierte en icono de la superación.«Esta enfermedad me salvó la vida», afirma,.
El manual de Sacks, convertido en un clásico, describe los casos de veinte enfermos psíquicos y sus viajes hacia la aberración mental. Fallecido en 2015, el científico y divulgador siempre defendía que la medicina trabaja con «el sujeto humano que sufre y lucha». El combate contra la aberración de Alex Lewis no fue mental, sino físico. Pero el objetivo siempre es el mismo: la superación y la supervivencia ante la adversidad.
Su brutal transformación arrancó por estas fechas otoñales de 2013. Tenía 33 años y vivía una vida confortable junto a su pareja, Lucy Townshed, y su pequeño Sam. Regentaban un pub en Lockerley (Hampshire, sureste de Londres). Alex arrastró durante diez días los síntomas propios de un resfriado, que achacó al contacto con tanta gente que entraba y salía del local.
«La vida puede enviarte bolas torcidas. Es cómo las conquistas lo que te define»
Lewis demuestra su afán de superación al reptar para alcanzar una cima de 4.450 metros
Pero el malestar no remitía. El 7 de
noviembre, se despertó con un tremendo dolor y orinó sangre. En el
cercano hospital de Winchester, le diagnosticaron el peor pronóstico
posible. Había contraído el síndrome del shock tóxico estreptocópico A,
que conduce a la septicemia (envenenamiento de la sangre). Tras una
semana en coma y unas probabilidades de sobrevivir que apenas llegaban
al 3%, los médicos se centraron en cortar el avance del colapso total de
sus órganos vitales. Eso supuso amputarle las piernas, el brazo
izquierdo, el derecho hasta el codo, parte de la nariz y toda la boca.Durante dos años, su vida fue un permanente experimento hospitalario tratando de mitigar un físico troceado. En lugar de preocuparse por las tres extremidades y media que perdió, se acabó mostrando agradecido por la única articulación que superó la prueba. «Ese codo es su independencia», afirmaría después su mujer. Los médicos lograron reconstruirle una boca y unos labios con injertos extraídos de su hombro. Lewis estaba obsesionado con poder volver a besar a su hijo algún día. Con un muy británico sentido del humor, aseguraba que le habían dejado la cara «como un personaje de los Simpson». Su entonces compañera y hoy esposa, Lucy, también recuerda la importancia terapéutica del humor: «Fue parte de nuestra técnica para superarlo, y funcionó de maravilla».
Después del duro combate hospitalario, el destino devolvió a su hogar de Sockbridge (también en Hampshire) a un hombre que no solo no se reconocía ante el espejo. El mayor desafío era relacionarse con su mujer y, sobre todo, con el pequeño Sam, incapaz de rozar a su padre. Tras la desfiguración física, debía hacer frente a la emocional para reconstruir sus relaciones familiares.
Bordear la adversidad
Tanto él como su mujer, su hijo o sus amigos han tenido que reinterpretar las enseñanzas que reflejó en su manual Oliver Sacks. Donde otros verían a un tullido, su entorno contempla a un Alex con más ambiciones que nunca. Antes se conformaba con superar las resacas y el cansancio de barman y sacar ganas para jugar unos hoyos de golf. Hoy, escala montañas, salta en paracaídas, desciende haciendo 'rafting' en ríos agitados o sortea remando en un kayak los icebergs de la costa de Groenlandia. Incluso se zambulló en las aguas del litoral de Sudáfrica rodeado de tiburones blancos.Todo ello le ha permitido dejar de preguntarse y preguntar a su mujer: «¿Qué es lo que ves en mí?». «El 95% está en la cabeza -le respondió ella-. Si uno lo hace bien, lo supera». Para volver a ganarse la confianza de su hijo después del regreso, le explicaba que era como sus juguetes Power Ranger, que sus brazos estaban saliendo para reemplazar a los anteriores.
«He vivido más vidas en los últimos seis años que en los 33 anteriores», suele relatar este británico que, además de planear nuevos desafíos, imparte charlas en colegios, empresas e instituciones. Discursos sobre motivación que siempre empieza bajo el título 'Un revés menor'. En su web (The Alex Lewis Trust), muestra su capacidad de conquistar audiencias, como cuando les recuerda que «la vida puede enviarnos bolas torcidas. Es cómo las conquistas lo que te define».
Estos días en que se cumple el sexto aniversario del nuevo Alex, los británicos redoblan su admiración tras hacerse pública su última hazaña. El pasado mes fue capaz de escalar la cumbre del Ras Dashen (4.550 metros), la montaña más alta de Etiopía. Un logro para el que se valió de un 'buggy', un vehículo de cuatro ruedas que funciona como una bicicleta, con el que recorrió parte del camino de aproximación por los embarrados senderos de las montañas Semien. Se trata de un transporte diseñado específicamente para él por un equipo de estudiantes de Ingeniería de la Universidad de Southampton. Esto le ha convertido en un pionero del ciclismo para personas que no tienen ninguna extremidad.
Le acompañó hasta la cima la joven etíope Emebet Allie Deress, que perdió sus piernas tras ser arrollada por un coche cuando tenía tres años. Emebet, jugadora de baloncesto en silla de ruedas, trata de ser un espejo africano del modelo de superación de Lewis. Los vídeos de este discapacitado gateando sobre los últimos veinte metros de los roquedales camino del mojón que marca la cima de Ras Deshen sacan a la luz la mirada de un hombre que parece capaz de saltar sobre cualquier obstáculo. Subió usando sus brazos prótesis y sus muñones para superar rocas de 30 a 45º de desnivel.
La película de su vida
La tecnología alpina acaba de demostrar que se pueden conquistar los catorce ochomiles de la Tierra en unos meses. Pero el abrazo en la cumbre de Emebet y Alex simboliza algo aún más elevado. «¡Qué momento tan increíble! El logro de estos dos, que pasaron por las barreras del dolor para llegar al pico y ascender, es realmente inspirador», anotó uno de los cuatro acompañantes de The Wild Wheelchairs Project (El Proyecto de Sillas de Ruedas Salvajes), una iniciativa que pretende recaudar fondos para proporcionar material de ayuda a los discapacitados del país africano.El inglés parece querer convencer a todo el mundo de que no hay límites para disfrutar de una existencia plena. De hecho, la adaptación a su nueva vida le ha convertido en un probador de proyectos de investigación adaptativos. Desde el diseño de prótesis para el Ejército de Estados Unidos a la adaptación de interiores en los hogares de personas con dificultades motrices.
La suya es una vida de película. Y, por eso, también ya la tiene. Durante dos años, el director uruguayo afincando en Londres Leonardo Machado siguió su proceso de reconstrucción personal, que se pudo ver en el Channel 4 de la BBC. 'El extraordinario caso de Alex Lewis' mostró a los telespectadores que se puede contar lo que parece un drama evitando el voyeurismo y la conmiseración; incidiendo en los valores humanos que florecen detrás de la desgracia. Y así se llegan a entender parlamentos de su protagonista en los que llega a afirmar que «no podría ser más feliz». Además de describir los últimos años de su vida como «los más trágicos, pero brillantes de mi existencia». Ahora, mientras prepara nuevos retos, su lucha es mantener su rol a largo plazo: «Visualmente fue un cambio enorme. Pero, mentalmente, sigo siendo Alex».
TITULO:
VIVA LA VIDA - El Adepla se hace fuerte en La Bombonera ,. DOMINGO - 17- Noviembre .
El domingo -17- Noviembre a las 16:00 por Telecinco , foto,.
El Adepla se hace fuerte en La Bombonera,.
El Plasencia Basket sumó su segunda victoria de la temporada ante el Utrera (88-79),.
Segunda victoria de la temporada para el Plasencia Basket, en esta ocasión en casa y ante el Utrera (88-79). El equipo volvió a hacerse fuerte en La Bombonera en un partido que controló con cierta placidez desde el segundo cuarto.El Adepla recuperaba para este quinto partido a Pablo Bayle, al que echó mucho de menos en la última jornada en San Fernando. El jugador placentino volvió a tirar de galones para marcar el tempo del choque, ya fuera como base o escolta, y mantener a salvo una renta que le permitió a los extremeños no sufrir en la recta final.El Utrera estuvo vivo mientras respondieron Andrés Tejada y Francisco Javier Márquez, que dieron una victoria parcial al final del primer cuarto (23-24). Cuando el Adepla se puso a defender, además de a correr, plasmó una diferencia sensible en el marcador. Los dos últimos minutos del segundo cuarto fueron decisivos (53-39). Con Pablo Bayle encontrando buenos socios en la dirección como Nacho Arias y Christian Seguí, por dentro los dueños eran Ernest Maize -que seguramente seguirá siendo el MVP de la competición- y Aba Diatta. Con 69-58 del tercer cuarto, supo gestionar la renta ante un Utrera que trató de atajar a base de triples.
En otro partido de la jornada, el Torta del Casar cayó en la pista del Betis por 74-71.
TITULO: Ese programa del que usted me habla con - Cazadores de aviones .
El martes -12- Noviembre por La 2 a las 21:30, foto,.
Cazadores de aviones,.
Los 'spotters' viajan a cualquier lugar del mundo para fotografiar aeronaves. «A veces ni siquiera nos da tiempo a visitar la ciudad»,.
¿Cómo explicar a los miembros de instituto armado que no querían retratar a ningún preboste para después darle un balazo? ¿Cómo hacer entender a hombres pocos versados en la lengua de Shakespeare que ellos eran 'spotters'?
Mucho ha cambiado desde entonces, pero aún son mayoría los que siguen sin saber qué demonios es un 'spotter'. En un país como el Reino Unido, patria de los entretenimientos más estrafalarios y propenso a abrazar cualquier tipo de asociación, nació el 'spotting', el ejercicio de observar y anotar datos referente a cualquier cosa, ya sea por escrito o fotográficamente. Hay muchas variantes del 'spotter'. Unos inmortalizan pájaros; otros trenes; los hay que se pirran por los automóviles y los que se obsesionan por las motos. Pero los más aguerridos son los abducidos por los aviones. Pueden pasarse horas esperando a que llegue el aparato que les obsesiona y no reparan en gastos si tienen que desplazarse al país más lejano. «Nuestras vacaciones a menudo consisten en viajar a una ciudad, buscar un hotel en el perímetro del aeropuerto, alquilar un coche y tomar fotos de los aviones. A veces ni siquiera tenemos tiempo de visitar la ciudad», dice José Ramón Valero, fotógrafo de la revista 'Avión Revue' y 'spotter' de larga experiencia. Empezó a los 14 años a husmear en los aeródromos. Por entonces no derrochaba carretes, sino que se limitaba a apuntar en una libreta las matrículas.
Eso es precisamente lo que hacían los ingleses durante la II Guerra Mundial. Cuando aún faltaban años para que se generalizara el uso del radar, el Ejército británico reclutó voluntarios para crear una red de ojeadores encargados de mirar al cielo. Si aparecían los bombarderos alemanes, su misión era consignar el tipo de avión, para lo cual se ayudaban de una especie de manual con las siluetas más frecuentes de las aeronaves.
Shery Shalchian lleva cuarenta años viendo los aeropuertos a través del visor de la cámara. Lo suyo es una vocación temprana: «Nuestra casa estaba situada cerca de un aeródromo militar. Con unos cinco o seis años cruzábamos los límites de la base a través del alambre de púas y nos acercábamos a los aviones. Jugábamos con ellos. Escapábamos al oír la voz de amenaza de la Policía Militar».
Este observador gusta de viajar al extranjero para enfocar esos cacharros recurrentes en sus sueños. Sus aeropuertos favoritos son lo de Fráncfort, Londres y París, «sin olvidar los especializados en carga aérea». Organizar exhibiciones de aviones es una costumbre muy arraigada fuera de España, especialmente en el Reino Unido. «En ocasiones se paga una entrada nada barata. Pero merece la pena», señala Shalchian.
Rastrear el cielo
Ahora, cuando nada escapa al escrutinio de internet, hay un alud de información sobre dónde y a qué hora va a aterrizar un aparato. Lo difícil no es ya enterarse de la llegada de un avión, sino elegir entre el amplio surtido de posibilidades el ejemplar que va a capturar el teleobjetivo.A Valero, miembro de la Asociación Aire, que agrupa a unos 400 socios, le fascina coleccionar en imágenes las libreas, los logotipos con que van pintados los aviones. A veces, para conmemorar un aniversario o un acontecimiento especial, las aerolíneas decoran los aparatos con motivos vistosos. En otras ocasiones visten sus mejores galas para una campaña publicitaria. Es una foto que se cotiza al alza porque, aparte de la rareza en sí, se trata de un arte efímero, pues pronto el fuselaje se vuelve a repintar.
Camarasa, que empezó con 17 años a aventurarse por las inmediaciones de las pistas, tiene una buena colección de fotos de los años setenta tomadas en bases militares que hoy son muy apreciadas por su valor histórico. Este empresario recién jubilado cuenta en su álbum con una instantánea que le hubiera gustado ahorrarse y que da testimonio de la tragedia. Se trata del choque de dos helicópteros que colisionaron en una exhibición aérea en Cuatro Vientos (Madrid). «Uno de los aeropuertos donde más disfruté fue el de Domodédovo, en Moscú. Los aviones rusos son muy codiciados. Nunca me hubiera imaginado estar en la URSS haciendo fotos», dice Camarasa. «Es duro; si se celebra una jornada de puerta abiertas, estamos de ocho de la mañana a ocho de la tarde tirando fotos. Acabas destrozado».
La Guardia Civil, ahora muy comprensiva con los 'spotters', ya no les apunta con el arma. Curiosamente, hoy estos ojeadores son requeridos por las autoridades aeroportuarias para que informen por teléfono de si ven algo sospechoso en el recinto.
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