BLOC CULTURAL,

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viernes, 29 de noviembre de 2019

Mi casa es la tuya - Miquel Barceló , Viernes -29- Noviembre,. / Pekín Express - Una marea antidemocrática ,. / UN BUEN PLAN ES IR AL CINE - Amanecer rojo,.

TITULO: Mi casa es la tuya  -  Miquel Barceló  ,.  , Viernes -29- Noviembre,.




Mi casa es la tuya',.




Este viernes -29- Noviembre a las 22.00, Telecinco emite una nueva entrega de 'Mi casa es la tuya', con Bertín Osborne charlando con  Miquel Barceló,.

 

Miquel Barceló,.

Miquel Barceló ante 'Fausto': "Mefistófeles c'est moi"


El artista mallorquín culmina la ilustración de la segunda parte de 'Fausto', un bello libro-objeto con 72 acuarelas pintadas entre Asia y París. Después vendrá Kafka. Y ya habla de «un género muy mío: hacer libros»
fotos - Miquel Barceló en Barcelona. 
«Duermo poco y leo mucho», se confiesa Miquel Barceló. Sueños y lecturas nómadas entre sus casas de París y Mallorca, con sus fugas a los lugares más remotos de Asia, el norte de la India o una playa de Tailandia a la que no va nadie y de la que no dice ni el nombre. Barceló pinta, dibuja, crea esculturas, moldea cerámicas... Pero hay otro Barceló, otro Miquel, más íntimo: el de los libros.
«Es como un género muy mío, hacer libros», reconoce el artista, un letraherido que leyó La metamorfosis con 13 años y se recorrió las librerías de Palma de Mallorca para comprar todos los libros de Kafka. Pero Kafka vendrá luego, ahora estamos con Goethe y su monumental Fausto. El flashback es a 1982, cuando Barceló acababa de llegar a París (entonces tenía 25 años) y compró dos litografías de Delacroix: «Una era de Mefistófeles con Margarita, muy sexy. Y la otra representaba a Fausto y a Mefistófeles hablando con un caballo volador», recuerda. En esa época, empezó a pintar su serie sobre bibliotecas. En uno de los cuadros aparece Goethe rodeado de libros («éste aún lo tengo yo», apunta), en otro, el propio Barceló con una erección. Casi como una premonición de los 80, esos grabados de Delacroix y Goethe en su biblioteca, prefiguran el díptico de Fausto que Barceló acaba de culminar para Galaxia Gutemberg.
Hace unos años, en uno de sus viajes al Himalaya, cargado con una maleta llena de papeles, acuarelas y dos ediciones de Fausto (una francesa y otra catalana), Barceló empezó a pintar las imágenes que Goethe no escribió. «No sé hacer de ilustrador. Yo soy pintor», asegura. Barceló construye su propia cosmogonía, con sus obsesiones e imágenes recurrentes. Pulpos y barcas. «Cualquier momento es bueno para que aparezcan unos pulpos...», ríe Barceló. O un hombre que también es medio pez (algo que nunca imaginó Goethe, pero sí Barceló). «Es como un billar. Nunca hago una traslación directa. Las imágenes más accidentales, las más inesperadas, son luego las que mejor sirven», explica.
Centauros, sirenas, ninfas, seres mitológicos, templos neoclásicos, el ansia de poder, el deseo, los duelos Fausto-Mefistófeles... «Siempre gana Mefistófeles», dice Barceló con sonrisa irónica. No importa que al final Goethe redima a su Fausto con un coro de ángeles que lo elevan al cielo. La partida la ha ganado una y otra vez Mefistófeles, la tentación diabólica. «Mefistófeles, c'est moi», bromea Barceló. Aunque en realidad se siente más identificado con Goethe y recomienda, insistente, sus magníficos estudios metereológicos recogidos en El juego de las nubes.
Una de las ilustraciones de Miquel Barceló para 'Fausto'.
El juego -serio, eso sí- de Barceló con Goethe ya ha culminado. En 2018 publicó la primera parte de Fausto -que Goethe escribió con 30 años- y ahora culmina la segunda parte -que Goethe completó a los 70 años-. «Son muy diferentes. La primera es una historia más shakespeareana, pero la segunda es filosofía, como una Biblia, algo muy posmoderno: hay bromas, tragedia griega, viajes, la invención del dinero, la usura de los bancos... Todo el mundo conoce el Fausto I, en el que se vende el alma al diablo y se habla de la redención, pero la segunda parte es otra cosa, es una explosión, un infinito...», cuenta Barceló, que ha dado a Fausto los colores vibrantes e intensos del Himalaya. «Quería sacar Fausto de la oscuridad, que haya palmeras y sol. Siempre se ha representado de una forma muy gris», asegura Barceló. Su Fausto es colorista y expresionista, un Fausto que rivaliza con los tonos carmesí y laspislázuli hindúes.
«Todo el libro es un objeto», considera. El pintor ha fabricado -él usa ese verbo, fabricar- un libro plástico, con todas sus manchas y marcas de tinta, con papeles y texturas diferentes, incluso servilletas. Y luego lo ha superpuesto al texto de Goethe, «como un libro encima de otro libro». El resultado es casi un libro de bibliófilo, con 360 páginas, 72 acuarelas, una tirada de 4.000 ejemplares y un precio de 125 euros.
Después de Goethe, Kafka. «No pensé que La metamorfosis fuera ilustrable. Es tan intensa... ¿Cómo se puede mejorar? Es un libro sobre las transformaciones: de los padres, de la hermana, de Gregor, del paisaje, de Europa, de Praga... Ya planea la premonición de la guerra...», señala el artista. La metamorfosis se editará en 2020 por Gallimard en Francia y por Galaxia Gutenberg en España, editorial que prácticamente se ha especializado en Barceló con una decena de títulos. «¿Ah, sí? No sabía que tenía tantos libros...», se sorprende. Y el editor Joan Tarrida empieza a recitarlos: los tres de la Divina comedia, los Cuadernos de África y los del Himalaya, el ensayo de Dore Ashton, La capilla sobre la catedral de Palma, sus grabados para ilustrar el radical relato erótico Los perros de Hervé Guibert... «Mi obra es siempre muy sexual», concede Barceló. Después de Kafka se sumergió en Sexistance, la teoría sobre sexo y existencia del filósofo Jean-Luc Nancy. De momento, sólo se publicará en Francia.
Le queda pendiente Proust. El último volumen de En busca del tiempo perdido, aquel en que Proust se convierte en personaje de su obra y consigue escribir la palabra FIN en El tiempo recobrado, que también será el de Barceló.


TITULO: Pekín Express - Una marea antidemocrática  ,.



 Pekín Express ,.
 
  Cristina Pedroche conduce 'Pekín Express: La ruta de los elefantes', una aventura en mitad del Índico, en la que 10 parejas con perfiles muy diferentes, etc.

Resultat d'imatges de una marea antidemocratica 

Una marea antidemocrática,.


foto / Dos conocidos intelectuales, Ivan Krastev y Stephen Holmes, han publicado un ensayo provocador sobre los errores del liberalismo desde la caída del Muro de Berlín. En 'La luz que se apaga', recién traducido al español, argumentan que Occidente ganó la guerra fría pero perdió la paz. Parece muy difícil, afirman, «imaginar un futuro que siga siendo democrático y liberal con firmeza». La fe en la democracia pierde cada vez más adeptos y los miedos ante el futuro llevan a levantar muros y rechazar a los inmigrantes. Una sucesión de acontecimientos han echado por tierra la idea del fin de la historia en boga en 1989 (los ataques del 11 de septiembre, la segunda guerra de Irak, la crisis económica de 2008, el expansionismo ruso, la impotencia ante la guerra en Siria, la crisis migratoria en Europa, la llegada al poder de Donald Trump y el 'brexit'). Los dos autores sostienen que la marea de anarquía iliberal y antidemocrática se debe al rechazo por millones de ciudadanos de una política de imitación del sistema capitalista y liberal. Esta lucha contra la hegemonía ideológica occidental ha tenido lugar primero en el Este de Europa y luego se ha propagado a muchas otras partes del mundo. La imposición de un tipo de valores desde fuera, dando por supuesto que no hay otro camino, ha llevado a una rebelión contra la ortodoxia global y su pretensión de superioridad incontestable, unida a un reclamo de vasallaje.
El problema de este análisis es que no tiene en cuenta el enorme progreso moral, no solo económico, que ofrece el modo de vida occidental, basado en los valores de libertad, igualdad y solidaridad. Sus imperfecciones y retrocesos no deberían llevar a una impugnación tan severa. Asimismo, las alternativas que proponen Krastev y Holmes son muy vaporosas. Consisten en invocaciones a la cercanía, la autenticidad, las tradiciones locales, la herencia histórica y el pluralismo. Desde luego, hay que defender y proteger las identidades colectivas, siempre que sean abiertas, inclusivas y compatibles con otras. Pero no está claro dónde queda la protección de los derechos fundamentales o la rendición de cuentas de los que ejercen el poder. Otro aspecto controvertido de su análisis es la visión de China y su papel en el mundo. Ven en el gigante asiático el claro competidor por la hegemonía mundial frente Estados Unidos, que no querría obligar a ningún país a imitar su sistema de valores y de organización política. Hay algo de ingenuidad al situar a China solo como competidor económico principal de Occidente y decir este enfrentamiento que «no constituirá un conflicto entre dos visiones universales sobre el futuro de los seres humanos». A cambio, el ensayo acierta al advertir que estamos ante el fin de una era en la que dábamos por supuesto el triunfo del liberalismo y la democracia. La pugna perpetua por las ideas ilustradas continúa.

TITULO:  UN BUEN PLAN ES IR AL CINE - Amanecer rojo,.

 

Amanecer rojo Reparto
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Remake de la película homónima dirigida en 1984 por John Milius, con Patrick Swayze en el papel principal.

 

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