¡ BUENOS DIAS JAVI Y MAR ! - CADENA 100 ,.
Lo mejor del programa ¡Buenos días, Javi y Mar! que se emite cada mañana en CADENA 100 de 06:00 a 11:00 y que presentan Javi Nieves y Mar Amate,etc.
Al rincón de pensar - Martes -10- Diciembre .
Al rincón, anteriormente conocido como Al rincón de pensar,
fue un programa de televisión español en el que cada semana dos
personajes de plena actualidad (cantantes, políticos, actores,
deportistas) se someterán a las preguntas Risto Mejide en su particular
rincón. Se emitió los martes a las 00:00 horas en Antena 3., etc.
El Congreso se instala en la periferia,.
Felipe González: “El capitalismo triunfante está destruyéndose a sí mismo”,.
Fue presidente del Gobierno durante 14 años ininterrumpidos. De él siempre se ha dicho que tiene una “buena cabeza política”. Aquí desgrana sus reflexiones sobre el mundo en que vivimos y sobre la situación de España,.
Felipe González
(Sevilla, 1942), socialista, fue presidente del Gobierno de España
durante 14 años ininterrumpidos. De él siempre se ha dicho que tiene una
“buena cabeza política”. Y efectivamente, Felipe González es ante todo
un político y ese es su punto de vista, la manera en la que mira al
mundo y examina la situación en España. Este texto es el producto de una
larga conversación en su casa, en Extremadura, un encuentro en el que
el expresidente llama la atención sobre cuestiones fundamentales del
escenario internacional y nacional. Estas son sus reflexiones:
El segundo elemento es que las relaciones internacionales están viviendo una completa anomia, una falta de reglas. Las pocas que se construyeron después de la II Guerra Mundial están destruyéndose. Y las nuevas reglas, construidas más recientemente, no se están respetando. Hay una falta de acatamiento al derecho, a la norma, que se refleja, por ejemplo, en la crisis de la Organización Mundial del Comercio (OMC), en la crisis de los acuerdos de desarme y no proliferación nuclear, y en la crisis del cambio climático. Podríamos citar algún caso más, pero la cuestión es que todos los mecanismos de ordenación están siendo negados y abandonados. Hay un absoluto desprecio por la normatividad, por el derecho, por las reglas que hace que las decisiones sean arbitrarias. El más claro protagonista es Trump, claro.
Pero, como le digo, el caso de Italia o del Reino Unido no tiene que ver con esa eventual explicación. Debería decir que me rebelo contra mi propio pesimismo y que no soy pesimista, pero la verdad es que la anomia global está calando hacia abajo, hacia los estamentos nacionales locales. ¿Cómo se traduce esa falta de respeto por las reglas en la realidad británica? ¿Y en la realidad española? Que alguien diga que la democracia está por encima de las reglas institucionales y que están dispuestos, por tanto, a romperlas porque lo hacen de “manera democrática” es impresionante y es lo que se puede oír a Trump, a un polaco o a un húngaro, pero también al brasileño Bolsonaro. Tengo la mayoría y puedo cargarme un poder judicial independiente. Lo que más me preocupa de todo esto es que quienes más sufren esta crisis global son las democracias representativas. Los autoritarios tienen menos problemas; si no, que le pregunten a Xi Jinping qué problema tiene con Hong Kong. No digo que no tenga dificultades, digo que tienen mecanismos de respuesta que nadie les cuestiona. En esa anomia general son los sistemas autoritarios los que mejor se desenvuelven, los que tienen menos costes, frente a los sistemas democráticos representativos.
Es importante ver que no se trata de un enfoque solo de izquierda, porque en la izquierda hay una parte con vocación autoritaria a la que las reglas de juego no le parecen tan importantes, pero también una izquierda que sabe que solo sobrevive con reglas democráticas. Y en la derecha tenemos un centroderecha liberal, o lo que quede de él, que sabe que su supervivencia también depende de lo mismo, y otra derecha autoritaria. Por tanto, no se trata de algo que se produzca en función exclusivamente de la ideología de la izquierda, sino en función de quiénes se desenvuelven mejor en un régimen de libertades y quiénes son los primeros que sucumben al autoritarismo de un signo o de otro. Y siempre sucumben los mismos, ¿no? En la tradición nuestra están los socialtraidores y los compañeros de viaje. Toda esta literatura lo que hace es acabar con el espacio, en sentido amplio, de la centralidad en defensa de la democracia. La otra desventaja para esa centralidad es que en las relaciones políticas basadas en el tuit, el espacio para la reflexión y la información de fondo se ha reducido mucho. Ahora, en la política tuitera se apela simplemente a reacciones emotivas, no reflexivas, y eso mina el escenario.
Veamos cómo se afrontó la crisis de 2008 en la Unión Europea. Se hizo
mal. Se afrontó mal la crisis migratoria, dando por muertas las normas
de Dublín para el asilo y el refugio, y no se fue capaz de soportar la
presión migratoria debida a los conflictos en el sur del Mediterráneo y a
la miseria. Se afrontó mal el Brexit. Y, desde luego, la relación con
Estados Unidos, porque hay fracturas internas. Hay más de un trumpista
dentro de la Unión Europea. ¿Cómo se van a comportar? De momento, todo
el mundo está a la defensiva porque ese señor ha hecho de Europa un objetivo, como de todos los países que tenía hasta ahora como aliados. Eso lo ha afrontado muy mal la Unión, que además está muy retrasada respecto a la revolución tecnológica.
Europa está más adelantada, creo yo, en una cierta normativización para
intentar tapar los agujeros que existen en la intimidad y los derechos
personales, por ejemplo, pero no hay una sola tecnología de marca
europea que compita con las de Estados Unidos, ni una. Europa ha sido
durante dos siglos el laboratorio de todas las grandes ideas del mundo,
pero en la actualidad es un museo, no un laboratorio.
Y si se comprende, ¿por qué no se reacciona? Porque se comprende y al mismo tiempo se niega. El problema lo puedes hablar con los liberales demócratas británicos o con gente del laborismo, lo entienden perfectamente. No es un asunto que no se pueda entender en la izquierda. El problema es cómo traduces eso en acción política, en movilización de la voluntad. Y cómo huyes de respuestas simplificadas que no sirven para nada.
Me preguntan sobre los criterios básicos para configurar esa voluntad, dado que el diagnóstico parece compartido por mucha gente. En Europa, por ejemplo, estaría bien un análisis autocrítico en el Consejo Europeo sobre cómo se ha enfrentado la crisis y por qué ha habido consecuencias mucho más dolorosas y peores para la UE que para Estados Unidos. Decidir en qué nos equivocamos. Recordar que solo apareció “monseñor” Draghi con políticas monetarias y que cada vez que daba un paso pedía medidas político-fiscales de acompañamiento. Yo diría que, más que una autocrítica, lo que ha habido en Europa ha sido un deslizamiento, interesante, para flexibilizar de facto las posturas, pero sin flexibilizarlas desde el punto de vista normativo.
A veces me preguntan sobre las ventajas de las sociedades autoritarias con poderes fuertes que olvidan a sus Parlamentos, y por las sociedades democráticas en las que los Parlamentos destruyen a los Ejecutivos. Y sí, los Parlamentos democráticos no ofrecen fórmulas alternativas de solución. Por eso insisto en la necesidad de que las democracias representativas tengan capacidad de resistencia frente a la anomia generalizada que se extiende. Veamos. ¿Qué está pasando en Italia? Salvini estaba seguro de que tumbaba al Gobierno y provocaba elecciones. Y de pronto, en un ataque de lucidez, la izquierda democrática dice: “Ni hablar”. Por eso recuerdo lo que hizo Chávez en 1999 en Venezuela, cuando juró cumplir y hacer cumplir la Constitución, y solo pasó un año antes de convocar al pueblo para destruirla y hacer una nueva. Así que, sí, soy más pesimista de la voluntad que de la inteligencia.
Esto sería, claro, una revolución. De verdad. La única revolución que de verdad cambiaría las cosas porque obligaría a las tecnológicas a tener una comunicación contractual e informada directa con las personas cuyos datos van a utilizar. ¿Una batalla perdida? Quizás en parte. Los datos acumulados ya son el pasado y no puede haber, digamos, efecto retroactivo. Pero yo no estoy hablando en términos penales: el efecto retroactivo es difícil plantearlo, pero no imposible. De lo que se trata es de, a partir de un reconocimiento de esa naturaleza privada, darle un tratamiento distinto. Pienso que el siglo XXI es eso. Esas empresas imbatibles dejarán de serlo y tendrán que respetar al ciudadano. Ahora ni respetan a los ciudadanos, ni a sus representantes, ni a los Gobiernos.
¿El enemigo? Sí, sin duda. El enemigo, en un sistema tan individualista y de tal democracia liberal en origen como Estados Unidos, fueron en su momento las siete grandes compañías petroleras que llegaron a suponer el 10% del PIB en Estados Unidos. Entonces se decidió acabar con esa situación. Esta broma se acabó. Hay que hacer política: primero, para dividir y, segundo, para defender iniciativas innovadoras y evitar que sean engullidas de manera salvaje por las grandes compañías. En el momento en que esas empresas se hicieron tan fuertes y potentes, ¿por qué van a perder el tiempo en innovar…? Si ya tienen a una serie de buscadores de innovadores en todo el mundo que pueden absorber. Y de dos maneras: los que suponen una innovación que puede añadir valor al propio grupo se incorporan, y los que pueden ser competencia se hacen desaparecer, incluso en su mismo origen si creen que perjudica a su modelo de negocio. Todo esto se puede regular. Claro que sí…
Lo que más me preocupa en estos momentos de la situación política
española es que una crisis política tan prolongada se ha traducido en
deterioro institucional. Seguimos, por ejemplo, con unos presupuestos que se prorrogan casi indefinidamente. Podemos repasar instituciones, pero no quiero ser muy doloroso. Está absolutamente caducado el Consejo del Poder Judicial.
Y muchos otros organismos. Como mínimo, podemos decir que existe una
parálisis institucional. Y yo añado que no entiendo por qué el
Parlamento no está funcionando a pleno pulmón desde que se constituyó.
Tendrá limitaciones, porque obviamente el Gobierno no puede presentar
proyectos de ley estando en funciones, pero el Parlamento en sí debería
funcionar. El Tribunal Constitucional acaba de desautorizar a Rajoy por
oponerse como Gobierno en funciones a las comparecencias.
La parálisis acarrea una afectación institucional. Hay incluso un debate sobre los poderes de la jefatura del Estado, respecto de la crisis del nombramiento del candidato a la presidencia. Dicen que el artículo 99 es ambiguo; bueno, casi todos los buenos elementos de las Constituciones tienen un margen de interpretación, no son tan cerrados como para que se puedan aplicar con un ordenador. Yo creo que habría que fortalecer más el papel de la presidencia del Congreso, para que tuviera la capacidad de tantear las posiciones de los grupos para saber si procede o no una ronda nueva de audiencia con el Rey. El Jefe del Estado no puede decidir si es necesaria esa ronda o no. El papel de la presidenta del Parlamento no solo tiene que ser llevar un papel, ir y venir, sino que tiene que hacer un sondeo con los grupos para poder dar después una explicación de cómo está la situación a quien tiene que hacer la ronda.
Una parte de ese deterioro se debe a algo que ya he comentado y que me preocupa mucho. La falta de respeto, también en España, por las normas. Ese es un elemento fundamental de la crisis en Cataluña. Hay una parte de la representación política catalana, me da igual si es el 47% o el 52%, porque ese no es elemento nuclear, que cree que se puede saltar las normas. Por eso digo que da igual que sean el 47% o tengan la mitad más uno. ¿Qué pasa? ¿Que en ese caso pueden ignorar las reglas? No. Y si se hace en nombre de la democracia es todavía peor. La democracia está por encima de las reglas de juego, dicen. No. Las reglas de juego que hemos aceptado entre todos se pueden cambiar, por supuesto, pero por los procedimientos previstos para el cambio. ¿En qué ha contaminado este discurso la realidad de España? En que hay fuerzas políticas, como Podemos, que compran ese producto. Esa es una de las enormes dificultades, en mi opinión, para que haya una relación de confianza. Hay incluso algunos analistas, se supone que muy enterados, que dicen que es perfectamente posible pactar un referéndum específicamente catalán para decidir el futuro de Cataluña. En el marco constitucional no lo hay. ¿Es posible hacerlo cambiando la Constitución? Sí, pero ya advierto que yo me opondré a que se haga ese cambio. Porque no introduciría nunca en una reforma constitucional un elemento autodestructivo de lo que compartimos todos los españoles. Yo, personalmente, me opondría y llamaría a la gente a que se opusiera. ¿Por qué? Porque nos hace desaparecer como Estado, y detrás del Estado hay una realidad, un espacio público compartido que se llama España. ¿Desde cuándo está compartido? Desde cuando quieran. Desde luego, sí desde la formación del Estado moderno. Y mucho antes de la formación del Estado moderno, desde hace cinco siglos. Y antes de eso, ¿de verdad había Estado o había un demos divisible? Por tanto, ahí hay un elemento fundamental para comprender que no es que tengamos un problema territorial con una parte de la sociedad catalana representada por el independentismo, tenemos un problema que contamina a fuerzas políticas de otras partes del territorio que no tienen claro que las reglas del juego están para ser respetadas; incluso para cambiarlas tienen que ser respetados los mecanismos de cambio previstos. Es que son muy duros, dicen. Bueno, esto es lo que hemos decidido entre todos y entre todos tenemos que decidir si se cambia o no. Luego tenemos además la amenaza de Vox que todavía no se ha convertido en un hecho real, pero que claramente no quiere el Estado de las autonomías. ¿Tienen derecho a no quererlo? Sin duda. Por los procedimientos acordados. En fin, es evidente que debería haber un pacto mínimo constitucional con respecto a Cataluña. No es concebible que Ciudadanos, PP, PSOE… estén utilizando el tema para romperse la cabeza.
La conclusión de este viejo político, que no es un político viejo porque no quiero resignarme, es que hagamos lo que tengamos que hacer, el esfuerzo que tengamos que hacer para poner en la agenda de la sociedad los desafíos que tenemos.
TITULO: LA NOCHE LARGA, MUJERES EN PRIMERA LINEA, - LA CHICA LUNES -9- DOMINGO - 15 - Diciembre - DOS DIAS Y UNA NOCHE - MARTES -10- Diciembre -Natalie Martinez,.
DOS DIAS Y UNA NOCHE - MARTES -10- Diciembre .
LA NOCHE LARGA, MUJERES EN PRIMERA LINEA, -
LA CHICA LUNES -9- DOMINGO - 15 - Diciembre - DOS DIAS Y UNA NOCHE -
MARTES -10- Diciembre -Natalie Martinez,.
El capitalismo se autodestruye
El gran desafío es saber si el modelo económico financiero que se ha instalado en todo el globo es sostenible —y no le meto carga ideológica alguna—. Yo creo que no. Dicho en términos manchesterianos, el modelo del capitalismo triunfante está destruyéndose a sí mismo por su insostenibilidad. Tengo una perspectiva socialdemócrata y creo que la distribución del ingreso es muy injusta, pero más allá de la discusión sobre la justicia social o mejores oportunidades en la predistribución de la riqueza, un poco más allá del debate ideológico, hay una realidad, y es que la sostenibilidad de este modelo económico va a fracasar. Las sociedades no soportarán una nueva crisis. Ese es el primer elemento de análisis: el modelo no es sostenible desde el punto de vista socioeconómico.El segundo elemento es que las relaciones internacionales están viviendo una completa anomia, una falta de reglas. Las pocas que se construyeron después de la II Guerra Mundial están destruyéndose. Y las nuevas reglas, construidas más recientemente, no se están respetando. Hay una falta de acatamiento al derecho, a la norma, que se refleja, por ejemplo, en la crisis de la Organización Mundial del Comercio (OMC), en la crisis de los acuerdos de desarme y no proliferación nuclear, y en la crisis del cambio climático. Podríamos citar algún caso más, pero la cuestión es que todos los mecanismos de ordenación están siendo negados y abandonados. Hay un absoluto desprecio por la normatividad, por el derecho, por las reglas que hace que las decisiones sean arbitrarias. El más claro protagonista es Trump, claro.
El nuevo desorden internacional
Venimos de un equilibrio del terror entre las dos grandes potencias, una antigua guerra fría, pero ahora hay, para entendernos, una nueva, con más actores y más distintos. Es decir, antes era la zona de rozamiento entre los grandes bloques la que sufría las consecuencias de esa política, pero el centro de esos dos mundos vivía en paz y con altos niveles de desarrollo, tanto en Europa como en Estados Unidos. ¿Quiénes sufrían? Centroamérica, el Cono Sur, África…, zonas de rozamiento. Ahora, en el nuevo desorden internacional, los protagonistas han cambiado. Hay una situación tremenda en Oriente Próximo y en otros puntos, pero el factor fundamental, en mi opinión, es el nuevo choque tectónico entre la gran potencia emergente, China, y Estados Unidos. Y ese choque se produce en un marco global en el que se acentúa la anomia, la falta de reglas de la que hablamos. No es que las reglas se estén reformando, es que se están destruyendo. Si lo analizamos a un nivel más regional, por ejemplo la Unión Europea, el fenómeno es el mismo. Tanto en la respuesta a la crisis de 2008, como en la crisis migratoria, como en el desencadenamiento del Brexit, como en la relación con Estados Unidos, se observa que la UE está trufada de miembros que no están dispuestos a respetar las normas.
“La sostenibilidad de este modelo económico va a fracasar. Las sociedades no soportarán una nueva crisis”
Europa y el Brexit duro
Algunos dicen que esa falta de respeto por las reglas en la Unión es consecuencia de la ampliación al Este y que antes no sucedía. Es verdad que algunos de esos países están acostumbrados a que se les impongan normas y confunden Bruselas con una nueva Moscú. Bueno, digamos que eso tiene cierta racionalidad, pero no creo que Salvini o Johnson sean muy del Este. Y cuando Johnson hace esa afirmación tan rotunda de que no está dispuesto a pagar la factura de la Unión en el caso de que se produzca un Brexit duro, está simplemente rompiendo todo tipo de normas. Por tanto, el fenómeno empieza en los países del centro y del Este de Europa y tiene psicológicamente una explicación que moviliza a mucha ciudadanía que quería entrar, sí, pero sin jugar dentro.Pero, como le digo, el caso de Italia o del Reino Unido no tiene que ver con esa eventual explicación. Debería decir que me rebelo contra mi propio pesimismo y que no soy pesimista, pero la verdad es que la anomia global está calando hacia abajo, hacia los estamentos nacionales locales. ¿Cómo se traduce esa falta de respeto por las reglas en la realidad británica? ¿Y en la realidad española? Que alguien diga que la democracia está por encima de las reglas institucionales y que están dispuestos, por tanto, a romperlas porque lo hacen de “manera democrática” es impresionante y es lo que se puede oír a Trump, a un polaco o a un húngaro, pero también al brasileño Bolsonaro. Tengo la mayoría y puedo cargarme un poder judicial independiente. Lo que más me preocupa de todo esto es que quienes más sufren esta crisis global son las democracias representativas. Los autoritarios tienen menos problemas; si no, que le pregunten a Xi Jinping qué problema tiene con Hong Kong. No digo que no tenga dificultades, digo que tienen mecanismos de respuesta que nadie les cuestiona. En esa anomia general son los sistemas autoritarios los que mejor se desenvuelven, los que tienen menos costes, frente a los sistemas democráticos representativos.
Es importante ver que no se trata de un enfoque solo de izquierda, porque en la izquierda hay una parte con vocación autoritaria a la que las reglas de juego no le parecen tan importantes, pero también una izquierda que sabe que solo sobrevive con reglas democráticas. Y en la derecha tenemos un centroderecha liberal, o lo que quede de él, que sabe que su supervivencia también depende de lo mismo, y otra derecha autoritaria. Por tanto, no se trata de algo que se produzca en función exclusivamente de la ideología de la izquierda, sino en función de quiénes se desenvuelven mejor en un régimen de libertades y quiénes son los primeros que sucumben al autoritarismo de un signo o de otro. Y siempre sucumben los mismos, ¿no? En la tradición nuestra están los socialtraidores y los compañeros de viaje. Toda esta literatura lo que hace es acabar con el espacio, en sentido amplio, de la centralidad en defensa de la democracia. La otra desventaja para esa centralidad es que en las relaciones políticas basadas en el tuit, el espacio para la reflexión y la información de fondo se ha reducido mucho. Ahora, en la política tuitera se apela simplemente a reacciones emotivas, no reflexivas, y eso mina el escenario.
La crisis mal resuelta
Volvamos a la idea de que la sociedad no aguantaría ahora una nueva crisis; es cierto que la de 2008 se resolvió mal. Y donde no lo hizo, como en Estados Unidos —donde en términos relativos se hizo mejor porque se recuperó pronto y crecieron—, lo cierto es que tampoco allí se volverá a aguantar una nueva crisis. Insisto, es el modelo lo que está en cuestión, un modelo que sigue concentrando renta. Lo que se está produciendo es una redistribución negativa del ingreso, tanto en las etapas de crisis como en las de crecimiento. Miremos en España: podemos tener ahora el mismo PIB per cápita que en 2008, por decir algo, lo que supondría en términos del PIB, macroeconómicos, que existiría una línea recta. Pero no es verdad. Ha habido un valle en el que ha quedado un montón de gente. No solo quedan cicatrices. Queda una desigualdad que se ha incrementado por efecto de esa crisis.
“Europa ha sido durante dos siglos el laboratorio de todas las grandes ideas del mundo, pero ahora es un museo”
Las empresas tecnológicas
Se trata de un oligopolio de oferta. Eso está clarísimo. ¿Hay que hacer algo para liquidarlas o romperlas? Hay un problema previo. Veamos el cuadro de las primeras 20 empresas de Estados Unidos en los ochenta y el mismo cuadro en el año 2000, cuántas de esas 20 primeras grandes empresas han sido sustituidas, y comprobaremos que las primeras 15 o 16 de ahora no existían en 1980. Hagamos lo mismo con el cuadro de Europa: veamos las más grandes empresas de los años ochenta, desde Deutsche Telekom, Siemens, hasta France Telecom. ¿Quiénes han ido sustituyendo a esas grandes empresas europeas, dónde existe esa movilidad ascendente y descendente que premie la innovación, el talento y la investigación? Ningún alemán cree que haya alguien en un garaje que pueda desplazar a esas grandes empresas. Y si lo hay, cree que se irá a que le financien en Silicon Valley. Si alguien tiene una buena idea en nuestro espacio cultural europeo, una vez que dé los primeros pasos, es mucho mejor que se vaya a que le financien allí. Porque aquí no va a tener recorrido, ni en Alemania, ni en Francia. No nos engañemos. La movilidad ascendente y descendente está aplastada por la política, las empresas y los sindicatos, por todos los actores. Hay un oligopolio de oferta, cierto, pero dentro de ese oligopolio global no hay ningún europeo. Si uno piensa que las primeras relaciones a través de Internet se produjeron en Europa antes que en Estados Unidos…1968 y la periferia
Todo lo que ocurre ahora en el mundo, la insostenibilidad del modelo y la anomia, ¿está relacionado directamente con la crisis económica de 2008? No, yo diría que no. Busquemos una onda larga y otra corta. Las ondas cortas se ponen de manifiesto explosivamente en las crisis. Pero la onda larga procede de una crisis anterior. La onda larga de respuesta al sistema dominante, independientemente de las características de ese sistema, está en 1968. Coincide además con los primeros pasos de la revolución tecnológica. Podemos situar la onda corta en 2008, es verdad. Pero cuando se produce la crisis de 1997-1998 en el sureste asiático y el Fondo Monetario Internacional mete la pata consistentemente, los únicos que se libraron fueron los que no aceptaron la intervención del FMI, como Singapur. Todavía estábamos fascinados por la idea de países centrales y países periféricos, pero eso ya no existe. Ahora existe la periferia dentro de los países centrales y periferia de países enteros. El gran triunfo de Trump es que la periferia de Estados Unidos sea el Medio Oeste del propio Estados Unidos. La América profunda es la periferia. La periferia no es Finlandia o Corea del Sur, por ejemplo. Por eso, cuando se produjo la primera crisis, uno de los debates que yo quise plantear era que no era posible que en un sistema financiero globalizado hubiera crisis periféricas que no afectaran a los países centrales. O sea, inculcar la idea de “no vivan tranquilos”. La crisis saltó de Asia a Rusia y a Turquía, de allí a Brasil y arrasó Argentina al año siguiente.El optimismo de la inteligencia
¿Cómo no ser profundamente pesimista? Gramsci decía que tenía el pesimismo de la inteligencia y el optimismo de la voluntad. Yo tengo la reflexión contraria. Desde el punto de vista de la inteligencia, soy optimista. Desde el punto de vista de la voluntad política, soy pesimista. Creo que lo que falla es la voluntad y, por tanto, el liderazgo. Me dicen: “Hombre, es que no sabemos lo que pasa”. Sí, claro que sabemos lo que pasa. En los acuerdos de desarme que se han saltado a la torera este año sabemos lo que pasa. Sabemos qué pasa en Oriente Próximo. Lo que pasa con el cambio climático, con la OMC y con el nuevo proteccionismo. Lo sabemos. Intelectualmente podemos llegar a un diagnóstico y de allí a la terapia. Lo que cuestiono, o lo que me hace ser pesimista, es si existe esa voluntad para hacerlo, aparte de jugar con los tuits.Y si se comprende, ¿por qué no se reacciona? Porque se comprende y al mismo tiempo se niega. El problema lo puedes hablar con los liberales demócratas británicos o con gente del laborismo, lo entienden perfectamente. No es un asunto que no se pueda entender en la izquierda. El problema es cómo traduces eso en acción política, en movilización de la voluntad. Y cómo huyes de respuestas simplificadas que no sirven para nada.
Me preguntan sobre los criterios básicos para configurar esa voluntad, dado que el diagnóstico parece compartido por mucha gente. En Europa, por ejemplo, estaría bien un análisis autocrítico en el Consejo Europeo sobre cómo se ha enfrentado la crisis y por qué ha habido consecuencias mucho más dolorosas y peores para la UE que para Estados Unidos. Decidir en qué nos equivocamos. Recordar que solo apareció “monseñor” Draghi con políticas monetarias y que cada vez que daba un paso pedía medidas político-fiscales de acompañamiento. Yo diría que, más que una autocrítica, lo que ha habido en Europa ha sido un deslizamiento, interesante, para flexibilizar de facto las posturas, pero sin flexibilizarlas desde el punto de vista normativo.
A veces me preguntan sobre las ventajas de las sociedades autoritarias con poderes fuertes que olvidan a sus Parlamentos, y por las sociedades democráticas en las que los Parlamentos destruyen a los Ejecutivos. Y sí, los Parlamentos democráticos no ofrecen fórmulas alternativas de solución. Por eso insisto en la necesidad de que las democracias representativas tengan capacidad de resistencia frente a la anomia generalizada que se extiende. Veamos. ¿Qué está pasando en Italia? Salvini estaba seguro de que tumbaba al Gobierno y provocaba elecciones. Y de pronto, en un ataque de lucidez, la izquierda democrática dice: “Ni hablar”. Por eso recuerdo lo que hizo Chávez en 1999 en Venezuela, cuando juró cumplir y hacer cumplir la Constitución, y solo pasó un año antes de convocar al pueblo para destruirla y hacer una nueva. Así que, sí, soy más pesimista de la voluntad que de la inteligencia.
Trabajo y autónomos
¿Por dónde empezar a hablar de la situación de la economía? ¿Por los nuevos tipos de trabajo? Quizá. Quizá del hecho de que ya no se habla de jornadas laborales semanales o mensuales, sino que se discute del salario por hora. ¿Cuáles son los derechos laborales en ese espacio? Tenemos que regular esas nuevas formas de relaciones laborales, de la ocupación en el sentido más amplio, para evitar el abuso. Teníamos que haber empezado ya a afrontar el tema de aquellos que están obligados a sobrevivir como autónomos.Riqueza y big data
Y ¿cómo hacemos para avanzar en la lucha en términos de desigualdad, teniendo en cuenta que la revolución tecnológica ha provocado un fenómeno de concentración de la riqueza, sobre todo de la riqueza financiera y de la riqueza que se parece mucho a la otra, que es la de las grandes tecnológicas? La concentración de la riqueza está en el sistema financiero informal más que en el formal. Atención con lo que digo, para no confundir. Los bancos tradicionales lo están pasando rematadamente mal. El mayor banco de Alemania está, diríamos, arruinado. Los que no lo pasan mal son los sistemas parafinancieros, desde los llamados fondos de inversión hasta los sistemas financieros ligados a Amazon o semejantes. Hasta Facebook quiere poner en marcha su propia criptomoneda. Es muy importante tener en cuenta que la materia prima de las grandes tecnológicas, lo que podríamos llamar el petróleo del siglo XXI, es el big data. Es decir, la acumulación de los datos personales de todos nosotros desde que nacemos hasta que nos morimos y también de nuestros herederos, todo ello de manera gratuita. Por primera vez la materia prima es gratis. Intentamos regular algunos derechos, pero nunca decidimos lo fundamental: que los datos personales son propiedad de cada persona. Si el concepto de “propiedad privada”, el más respetado de los conceptos del capitalismo, se aplicara al big data, nadie podría usarlo sin una autorización informada y consciente.Esto sería, claro, una revolución. De verdad. La única revolución que de verdad cambiaría las cosas porque obligaría a las tecnológicas a tener una comunicación contractual e informada directa con las personas cuyos datos van a utilizar. ¿Una batalla perdida? Quizás en parte. Los datos acumulados ya son el pasado y no puede haber, digamos, efecto retroactivo. Pero yo no estoy hablando en términos penales: el efecto retroactivo es difícil plantearlo, pero no imposible. De lo que se trata es de, a partir de un reconocimiento de esa naturaleza privada, darle un tratamiento distinto. Pienso que el siglo XXI es eso. Esas empresas imbatibles dejarán de serlo y tendrán que respetar al ciudadano. Ahora ni respetan a los ciudadanos, ni a sus representantes, ni a los Gobiernos.
¿El enemigo? Sí, sin duda. El enemigo, en un sistema tan individualista y de tal democracia liberal en origen como Estados Unidos, fueron en su momento las siete grandes compañías petroleras que llegaron a suponer el 10% del PIB en Estados Unidos. Entonces se decidió acabar con esa situación. Esta broma se acabó. Hay que hacer política: primero, para dividir y, segundo, para defender iniciativas innovadoras y evitar que sean engullidas de manera salvaje por las grandes compañías. En el momento en que esas empresas se hicieron tan fuertes y potentes, ¿por qué van a perder el tiempo en innovar…? Si ya tienen a una serie de buscadores de innovadores en todo el mundo que pueden absorber. Y de dos maneras: los que suponen una innovación que puede añadir valor al propio grupo se incorporan, y los que pueden ser competencia se hacen desaparecer, incluso en su mismo origen si creen que perjudica a su modelo de negocio. Todo esto se puede regular. Claro que sí…
Federalización de la Constitución
Me plantean a menudo cuáles son los criterios básicos para la reforma constitucional. Lo principal es la federalización de la Constitución para garantizar la lealtad institucional y para que no volvamos a tener este medio camino, un Estado autonómico que se convierte en reino de taifas, un Estado fuertemente descentralizado, más que los Estados federales, pero sin garantías de cohesión. Ese me parece el primer elemento, básico. Hay otras muchas cosas que modernizar en la Constitución, fundamentalmente referidas a la nueva realidad comunicacional y a nuevos derechos; de algunos ya hemos hablado.
“Hay que federalizar la Constitución para no tener un Estado autonómico que se convierte en reino de taifas”
La parálisis acarrea una afectación institucional. Hay incluso un debate sobre los poderes de la jefatura del Estado, respecto de la crisis del nombramiento del candidato a la presidencia. Dicen que el artículo 99 es ambiguo; bueno, casi todos los buenos elementos de las Constituciones tienen un margen de interpretación, no son tan cerrados como para que se puedan aplicar con un ordenador. Yo creo que habría que fortalecer más el papel de la presidencia del Congreso, para que tuviera la capacidad de tantear las posiciones de los grupos para saber si procede o no una ronda nueva de audiencia con el Rey. El Jefe del Estado no puede decidir si es necesaria esa ronda o no. El papel de la presidenta del Parlamento no solo tiene que ser llevar un papel, ir y venir, sino que tiene que hacer un sondeo con los grupos para poder dar después una explicación de cómo está la situación a quien tiene que hacer la ronda.
Autonomías, Cataluña y referéndum
Si se da cuenta, ya no estamos hablando de la Constitución (que permitiría ese papel de la presidenta del Congreso), sino del deterioro de las instituciones. Ese peligro es evidente. No puede ser que cada comunidad autónoma no solo tenga una fiscalidad radicalmente distinta, sino que tenga además normas de formación profesional distintas o normas de uso de transporte distintas. No puede ser que al camionero o al que tiene un título de formación profesional en Castilla-La Mancha no le sirva para trabajar en Madrid. O al revés. Esto no puede ser. Tiene que existir una armonización que te permita moverte por todo el territorio. Por tanto, hay deterioro institucional. ¿Hay una crisis de Estado? Hombre, como no quiero ser ombliguista y mucho menos pesimista, yo creo que está peor el Reino Unido que nosotros. Lo digo en serio y con dolor. Porque el Reino Unido, la democracia con mayor tradición y más sólida, se está jugando hasta la unidad territorial. Pero, en fin, es obvio que nosotros tenemos una crisis propia que está deteriorando el funcionamiento institucional.Una parte de ese deterioro se debe a algo que ya he comentado y que me preocupa mucho. La falta de respeto, también en España, por las normas. Ese es un elemento fundamental de la crisis en Cataluña. Hay una parte de la representación política catalana, me da igual si es el 47% o el 52%, porque ese no es elemento nuclear, que cree que se puede saltar las normas. Por eso digo que da igual que sean el 47% o tengan la mitad más uno. ¿Qué pasa? ¿Que en ese caso pueden ignorar las reglas? No. Y si se hace en nombre de la democracia es todavía peor. La democracia está por encima de las reglas de juego, dicen. No. Las reglas de juego que hemos aceptado entre todos se pueden cambiar, por supuesto, pero por los procedimientos previstos para el cambio. ¿En qué ha contaminado este discurso la realidad de España? En que hay fuerzas políticas, como Podemos, que compran ese producto. Esa es una de las enormes dificultades, en mi opinión, para que haya una relación de confianza. Hay incluso algunos analistas, se supone que muy enterados, que dicen que es perfectamente posible pactar un referéndum específicamente catalán para decidir el futuro de Cataluña. En el marco constitucional no lo hay. ¿Es posible hacerlo cambiando la Constitución? Sí, pero ya advierto que yo me opondré a que se haga ese cambio. Porque no introduciría nunca en una reforma constitucional un elemento autodestructivo de lo que compartimos todos los españoles. Yo, personalmente, me opondría y llamaría a la gente a que se opusiera. ¿Por qué? Porque nos hace desaparecer como Estado, y detrás del Estado hay una realidad, un espacio público compartido que se llama España. ¿Desde cuándo está compartido? Desde cuando quieran. Desde luego, sí desde la formación del Estado moderno. Y mucho antes de la formación del Estado moderno, desde hace cinco siglos. Y antes de eso, ¿de verdad había Estado o había un demos divisible? Por tanto, ahí hay un elemento fundamental para comprender que no es que tengamos un problema territorial con una parte de la sociedad catalana representada por el independentismo, tenemos un problema que contamina a fuerzas políticas de otras partes del territorio que no tienen claro que las reglas del juego están para ser respetadas; incluso para cambiarlas tienen que ser respetados los mecanismos de cambio previstos. Es que son muy duros, dicen. Bueno, esto es lo que hemos decidido entre todos y entre todos tenemos que decidir si se cambia o no. Luego tenemos además la amenaza de Vox que todavía no se ha convertido en un hecho real, pero que claramente no quiere el Estado de las autonomías. ¿Tienen derecho a no quererlo? Sin duda. Por los procedimientos acordados. En fin, es evidente que debería haber un pacto mínimo constitucional con respecto a Cataluña. No es concebible que Ciudadanos, PP, PSOE… estén utilizando el tema para romperse la cabeza.
“Que hagan lo que quieran, pero que no nos lleven a elecciones y que respeten las reglas del juego”
El Gobierno y el presidente
Pasando a la política nacional, una parte del debate se centra ahora en la diferencia entre Gobiernos de cooperación y de coalición. Yo honradamente digo que hagan lo que quieran, pero que no nos lleven a elecciones y que respeten las reglas del juego. Y las reglas del juego mínimas son tres: que el Gobierno funcione como debe funcionar de acuerdo con el ordenamiento jurídico. Que el presidente no deje de ser el presidente, que tenga la facultad de nombrar y de cesar al ministro que crea que tiene que nombrar y que cesar, porque es su responsabilidad, no de nadie más. Y que las decisiones sean del Consejo de Ministros. De mis batallas, que nunca cuento con detalle, una esencial era el grado de autonomía del Gobierno respecto de las partes con las que tienes que dialogar y acordar en defensa de los intereses generales. Porque la obligación del presidente es defender los intereses generales. Estas cosas se están olvidando.La conclusión de este viejo político, que no es un político viejo porque no quiero resignarme, es que hagamos lo que tengamos que hacer, el esfuerzo que tengamos que hacer para poner en la agenda de la sociedad los desafíos que tenemos.
TITULO: LA NOCHE LARGA, MUJERES EN PRIMERA LINEA, - LA CHICA LUNES -9- DOMINGO - 15 - Diciembre - DOS DIAS Y UNA NOCHE - MARTES -10- Diciembre -Natalie Martinez,.
DOS DIAS Y UNA NOCHE - MARTES -10- Diciembre .
El programa está conducido por la periodista catalana Susanna Griso.
Cada semana visitará la casa de un personaje famoso relevante y
mediante el hilo conductor de la entrevista, irá desgranando la vida de
los famosos. Como novedad la periodista se instalará en las casas de los
invitados durante dos días pasando una noche allí. El martes -10- Diciembre , a las 22:40 por antena 3, etc.
LA NOCHE LARGA, MUJERES EN PRIMERA LINEA, -
LA CHICA LUNES -9- DOMINGO - 15 - Diciembre - DOS DIAS Y UNA NOCHE -
MARTES -10- Diciembre -Natalie Martinez,.Natalie Martinez
Natalie Martinez - foto,. | ||
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Natalie Martinez en 2013
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Información personal | ||
Nacimiento | 12 de julio de 1984 (35 años) Miami - Florida | |
Nacionalidad | Estadounidense | |
Características físicas | ||
Altura | 1,69 m (5 ft 7 in) | |
Información profesional | ||
Ocupación | Modelo y actriz | |
Años activa | desde 2006 | |
Carrera
Su cambio a CSI: NY como Jamie Lovato la convierte en la nueva integrante del equipo de CSI: NY, su incorporación se produce en el año 2012. Jamie Lovato es en la tercera figura femenina de la serie, la más joven y la de acciones de calle más audaces y arriesgadas. El personaje de Martínez está envuelto en cierto aire de misterio que intriga y confunde a su compañero de trabajo el detective Don Flack (Eddie Cahill) quien la ve actuar de manera sospechosa en varias ocasiones, quedando intrigado con su personalidad rebelde y desenfadada, a la vez que se establece entre ellos una fuerte atracción sexual.
TITULO: Viajeros Cuatro - Cuando la vida sale del armario ,.
El Miércoles-4- Diciembre a las 22:45 por La cuatro,foto,.
Cuando la vida sale del armario,.
Dicen que un traslado de casa es como un incendio, pero no es verdad, el fuego devora las cosas poniendo el punto final. Pero un traslado –levantar la casa en donde has vivido tantos años– es como hacer un inmenso examen de conciencia, como enfrentarte de golpe a tu propia historia en el ADN de las cosas más nimias; sombras chinescas de personas que un día pasaron por tu vida y ahora vuelven con fuerza a danzar en la pared que creías blanca de tus recuerdos. El fuego destruye, el recuerdo reverdece en nueva vida. Y no hay armario capaz de ahogarlo. Me habla mi madre, desde la apretada caligrafía que agotaba las cuartillas sin márgenes ni espacios ociosos, con la austeridad espartana de la gente que vivió la guerra: «Ahora que has acabado la carrera, haz otra de letras y dedícate a escribir, que es lo tuyo». Y yo, zangolotino displicente, sonriendo de medio lado y pensando con la arrogancia del imberbe: «Qué sabrás tú, madre…». Y encuentro con los boletines de notas, de malas notas, de malísimas notas que ahora me increpan recordándome que aún tengo pendiente la deuda de compensar a mis padres por los malos ratos y la preocupación del «qué va a ser de este muchacho». Y fotos, ese invento diabólico que te pone frente al espejo del tiempo como una carcajada inmisericorde. Fotos, como pedazos de vida congelados en el pa-ta-ta efímero del flash.
Al final venció el afán iconoclasta y me dediqué con celo de fraile inquisidor a romper la memoria en pedacitos pequeños, para que nadie pueda nunca recomponerla. Como si la vida pudiera desvanecerse en el fondo de la papelera. Vano intento. «La vida sale al encuentro» –como en la novela de aquel Martín Vigil de nuestras lecturas adolescentes– y no hay madriguera en que ampararse. Como tantas tardes al acabar la columna busco con la mirada el perfil de la alcazaba encaramada en el cerro de la muela y la sombra solemne y gruñona de la catedral de San Juan, buscando en sus perfiles un guiño de complicidad. Pero hoy no están y en su lugar una mole de cemento parece burlarse de mí. Y una voz nueva me habla de lejanías, de ausencias, de añoranzas y de vida arrebujada en cada rincón.
Releo lo escrito; un poquito espeso, la verdad. Pero un día es un día. El próximo día volveremos a rufianear y a hacer cosas feas, aunque sean pecado.
TITULO: ¿Te lo vas a comer ? -Nace Terrae, el gran encuentro de la Gastronomía Rural ,.- Cocina -.Alberto Chicote ,.
El Miércoles -4 - Diciembre a las 22:45 por La sexta ,fotos,.
Nace Terrae, el gran encuentro de la Gastronomía Rural,.
Zafra reúne del 1 al 3 de diciembre a 40 cocineros de diferentes países para compartir inquietudes, proyectos y experiencias y alzar la voz en defensa de los restaurantes rurales,.
Alzar
la voz en defensa de los entornos rurales como generadores de vida y
riqueza a través de la gastronomía. Para alcanzar este objetivo,
cocineros, restauradores, políticos y periodistas se reunirán del 1 al 3 de diciembre en la localidad extremeña de Zafra y en el municipio portugués de Reguengos de Monsaraz en el marco de Terrae, el I Encuentro Internacional de Gastronomía Rural.
Un encuentro singular, transfronterizo e itinerante, que supera la estructura clásica de un congreso, organizado por la División de Gastronomía de Vocento y la Junta de Extremadura. Terrae busca convertirse en su primera edición en una plataforma para ofrecer visibilidad y ayuda al trabajo de los cocineros de los entornos más despoblados, aliados del turismo, de la vida en los pueblos y herramienta relevante en la lucha contra la despoblación.
Terrae busca también mejorar la conexión de productores, productos y cocineros y debatir sobre la necesaria protección del producto local y su comercialización sin trabas ni burocracias. Durante tres días, los cerca de 70 invitados buscarán poner en valor el medio rural y discutir sobre las ventajas e inconvenientes de vivir de la restauración en pequeños municipios.
Este evento reúne en su primera edición a 40 cocineros de diversos países que podrán poner en común sus vivencias y opiniones para poder extraer unas conclusiones que les ayuden a mejorar.
Serán tres días muy diferentes, en los que el grupo convivirá en los espacios del pueblo: mercado, teatro, bares y restaurantes. La dehesa, la granja y la bodega también formarán parte de esta aventura con visitas para conocer sobre el terreno cómo está evolucionando la labor que desarrollan y se trabajará por grupos con los invitados para la elaboración de lo que será el Manifiesto de Zafra, un documento en defensa de la gastronomía rural que los organizadores llevarán al Parlamento Europeo.
Además de Puigdevall, Moya y Vieira, una treintena de cocineros nacionales –que en su mayoría tienen en el mundo rural sus raíces y su proyecto vital– participarán en la iniciativa para dar su punto de vista y sumar esas opiniones a las conclusiones del evento. La lista reúne a más de veinte cocineros con estrella Michelín, cinco de ellos biestrellados. Entre los invitados están Benito Gómez (Bardal, Ronda), Albert Raurich (Dos Prebots, Barcelona), Luis Alberto Lera (Lera, Castroverde de Campos, Zamora), Miguel Ángel de la Cruz (La Botica de Matapozuelos, Valladolid), María Solivellas (Ca na Tontea, Caimari, Mallorca), Nacho Solana (Solana, Ampuero, Cantabria), Ignacio Echapresto (Venta Moncalvillo, Daroca de Rioja, La Rioja), Edorta Lamo (Arrea, Campezo, Álava), Kiko Moya (L'Escaleta, Cocentaina, Alicante), Fernando Agrasar (As Garzas, Malpica, A Coruña), David Pérez (El Ronquillo, Ramales de la Victoria, Cantabria) y Borja Marrero (Texeda, Tejeda, Las Palmas)
También Juanjo López (La Tasquita de Enfrente, Madrid), Álvaro Garrido (Restaurante Mina, Bilbao), Sacha Hormaechea (Sacha, Madrid), Maca de Castro (Maca de Castro, Port de Alcudia, Mallorca), Jesús Segura (Trivio, Cuenca), José Manuel De Dios (La Bien Aparecida, Madrid), José Miguel Carretero, (Santerra, Madrid), Juan Enrique Fernández (Agatxao Cooking Loft, Los Santos de Maimona, Badajoz), Alejandro Hernández (Versátil, Trasierra de Granadilla, Cáceres), Enrique Pérez (Doncel de Sigüenza Sigüenza, Guadalajara), Juan Manuel Salgado (Dromo, Badajoz, Extremadura), José Antonio Campoviejo (El Corral del Indianu, Arriondas, Asturias), David Yarnoz (El Molino Urdániz, Navarra), Ricardo Sotres (El Retiro Pancar, Asturias) o Dani Carnero (La Cosmopolita, Málaga).
Esta cercanía y entorno compartido y ese espíritu transfronterizo se refuerza con la participación de una delegación de cocineros lusos: Antonio Loureiro (A cozinha de António Loureiro, Guimaraes), José Avillez y David Jesús (Belcanto, Lisboa), Diogo Rocha (Mesa de Lemo, Viseu) y José Julio Vintem (Tomba Lobos, Portalegre, Alentejo).
Como pasa en la selección de chefs españoles, hay también cocineros de entornos de grandes ciudades, Madrid, Barcelona y Lisboa, entre otras, que colaborarán igualmente en articular el mensaje de apoyo al mundo rural desde otra óptica.
Al margen de las sesiones de trabajo, los participantes vivirán intensamente el día a día de Zafra. Terrae arrancará el domingo 1 de diciembre con una comida popular en el Mercado de Abastos liderada por el cocinero extremeño Alejandro Hernández (Versátil, Zarza de Granadilla, Cáceres), en la que también participarán representantes de asociaciones locales. Esta comida de alta cocina se puede degustar por un precio de 19 euros con descuento de Oferplan.
Además, los desayunos del grupo tendrán lugar en los bares de la localidad para convivir con sus habitantes, y para pagar, los participantes recibirán Varamedíes, moneda local solidaria respaldada por el euro, y que permite el pago en diversos establecimientos del municipio.
Además, en su afán por revisar el estado de la gastronomía rural, Terrae vivirá un momento muy especial el lunes, 2 de diciembre. Los 40 cocineros invitados participarán en una cena ofrecida por Josefina Silva Jiménez, referente femenino de la cocina en Zafra, jubilada hace unos meses y que volverá a ponerse al frente de sus fogones para ser homenajeada.
Es la primera edición de Terrae, un congreso que en su primera edición pretende ofrecer visibilidad al ecosistema gastronómico rural y revisar la actualización de las cocinas identitarias españolas. Se trata de defender el pueblo, de defender lo rural y de mostrar su potencial. Desde un pueblo de Badajoz, podría ser en uno de Murcia, de Cantabria o de Lugo, podría ser en el Alentejo, podría ser en cualquier parte del mundo…
Toño Pérez y José Polo de Atrio** (Cáceres), adalides del mejor restaurante de la comunidad extremeña y embajadores de Terrae, también se subirán al escenario del teatro de Zafra para hablar de los retos de la cocina extremeña.
Terrae será palabra y discusión, pero también conocimiento in situ de ejemplos rurales, como los que hay en Extremadura y Portugal. Además de la visita a la bodega Herdade do Esporão, donde se realizará una de las sesiones de trabajo, se visitará la dehesa que tiene Montesano en Villanueva de Fresno (Badajoz). Habrá otra sesión previa, con un formato de intervenciones cortas de cinco minutos, en la Patería de Sousa (Fuente de Cantos, Badajoz), donde se elabora el mejor foie del mundo, en palabras del chef norteamericano Dan Barber.
Los cocineros invitados expondrán sus puntos de vista sobre las cocinas identitarias e históricas, la alianza entre gastronomía y turismo rural, las trabas legales para cocinar el territorio, la visibilización de su trabajo a través del relato o las aportaciones que pueden hacer los cocineros urbanos a la cocina rural.
Un encuentro singular, transfronterizo e itinerante, que supera la estructura clásica de un congreso, organizado por la División de Gastronomía de Vocento y la Junta de Extremadura. Terrae busca convertirse en su primera edición en una plataforma para ofrecer visibilidad y ayuda al trabajo de los cocineros de los entornos más despoblados, aliados del turismo, de la vida en los pueblos y herramienta relevante en la lucha contra la despoblación.
Terrae busca también mejorar la conexión de productores, productos y cocineros y debatir sobre la necesaria protección del producto local y su comercialización sin trabas ni burocracias. Durante tres días, los cerca de 70 invitados buscarán poner en valor el medio rural y discutir sobre las ventajas e inconvenientes de vivir de la restauración en pequeños municipios.
Este evento reúne en su primera edición a 40 cocineros de diversos países que podrán poner en común sus vivencias y opiniones para poder extraer unas conclusiones que les ayuden a mejorar.
Serán tres días muy diferentes, en los que el grupo convivirá en los espacios del pueblo: mercado, teatro, bares y restaurantes. La dehesa, la granja y la bodega también formarán parte de esta aventura con visitas para conocer sobre el terreno cómo está evolucionando la labor que desarrollan y se trabajará por grupos con los invitados para la elaboración de lo que será el Manifiesto de Zafra, un documento en defensa de la gastronomía rural que los organizadores llevarán al Parlamento Europeo.
Terrae rendirá tributo al chef que elevó las cocinas populares a su máxima expresión, Manolo de la Osa
La localidad extremeñase convertirá por una noche en la más estrellada del mundo por númerode habitantes
Terrae es un foro de trabajo y futuro que además rendirá homenaje a Manolo de la Osa (Las Rejas* Cuenca), el cocinero que dignificó y elevó las cocinas populares a sus más altos estándares. En el Parador de Zafra,
la sede central de este congreso, sus alumnos Álvaro Garrido (Mina*,
Bilbao), Ricardo Sotres (El Retiro*, Pancar, Asturias), Maca de Castro
(Maca De Castro*, Palma de Mallorca), Benito Gómez (Bardal**, Ronda) y
Dani Carnero (La Cosmopolita, Málaga) se pondrán el delantal para
homenajear a su maestro.Sorpresas
No será la única sorpresa que vinculará la gastronomía rural a la alta cocina. La 'Noche de las estrellas de Zafra' convertirá el martes día 3 el municipio extremeño, durante una noche, en el pueblo del mundo con más estrellas de la cocina. Tres de los grandes cocineros españoles, Fina Puigdevall (Les Cols**, Olot), Kiko Moya (L'Escaleta**, Cocentaina) y Pepe Vieira (Pepe Vieira*, Poio) se trasladarán a Zafra con sus equipos para ofrecer tres cenas paralelas en tres restaurantes de la localidad.Además de Puigdevall, Moya y Vieira, una treintena de cocineros nacionales –que en su mayoría tienen en el mundo rural sus raíces y su proyecto vital– participarán en la iniciativa para dar su punto de vista y sumar esas opiniones a las conclusiones del evento. La lista reúne a más de veinte cocineros con estrella Michelín, cinco de ellos biestrellados. Entre los invitados están Benito Gómez (Bardal, Ronda), Albert Raurich (Dos Prebots, Barcelona), Luis Alberto Lera (Lera, Castroverde de Campos, Zamora), Miguel Ángel de la Cruz (La Botica de Matapozuelos, Valladolid), María Solivellas (Ca na Tontea, Caimari, Mallorca), Nacho Solana (Solana, Ampuero, Cantabria), Ignacio Echapresto (Venta Moncalvillo, Daroca de Rioja, La Rioja), Edorta Lamo (Arrea, Campezo, Álava), Kiko Moya (L'Escaleta, Cocentaina, Alicante), Fernando Agrasar (As Garzas, Malpica, A Coruña), David Pérez (El Ronquillo, Ramales de la Victoria, Cantabria) y Borja Marrero (Texeda, Tejeda, Las Palmas)
También Juanjo López (La Tasquita de Enfrente, Madrid), Álvaro Garrido (Restaurante Mina, Bilbao), Sacha Hormaechea (Sacha, Madrid), Maca de Castro (Maca de Castro, Port de Alcudia, Mallorca), Jesús Segura (Trivio, Cuenca), José Manuel De Dios (La Bien Aparecida, Madrid), José Miguel Carretero, (Santerra, Madrid), Juan Enrique Fernández (Agatxao Cooking Loft, Los Santos de Maimona, Badajoz), Alejandro Hernández (Versátil, Trasierra de Granadilla, Cáceres), Enrique Pérez (Doncel de Sigüenza Sigüenza, Guadalajara), Juan Manuel Salgado (Dromo, Badajoz, Extremadura), José Antonio Campoviejo (El Corral del Indianu, Arriondas, Asturias), David Yarnoz (El Molino Urdániz, Navarra), Ricardo Sotres (El Retiro Pancar, Asturias) o Dani Carnero (La Cosmopolita, Málaga).
En Portugal
Terrae nace también como un foro de hermanamiento entre la gastronomía rural de España y Portugal. Los participantes visitarán una de las grandes bodegas lusas, en Reguengos de Monsaraz, Herdade do Esporão. Allí podrán conocer el trabajo que están haciendo en la elaboración de vinos con la técnica de los romanos hace más de 2.000 años, pisando la uva y fermentando en ánforas. Sin química ni tecnología.Esta cercanía y entorno compartido y ese espíritu transfronterizo se refuerza con la participación de una delegación de cocineros lusos: Antonio Loureiro (A cozinha de António Loureiro, Guimaraes), José Avillez y David Jesús (Belcanto, Lisboa), Diogo Rocha (Mesa de Lemo, Viseu) y José Julio Vintem (Tomba Lobos, Portalegre, Alentejo).
Como pasa en la selección de chefs españoles, hay también cocineros de entornos de grandes ciudades, Madrid, Barcelona y Lisboa, entre otras, que colaborarán igualmente en articular el mensaje de apoyo al mundo rural desde otra óptica.
Al margen de las sesiones de trabajo, los participantes vivirán intensamente el día a día de Zafra. Terrae arrancará el domingo 1 de diciembre con una comida popular en el Mercado de Abastos liderada por el cocinero extremeño Alejandro Hernández (Versátil, Zarza de Granadilla, Cáceres), en la que también participarán representantes de asociaciones locales. Esta comida de alta cocina se puede degustar por un precio de 19 euros con descuento de Oferplan.
Además, los desayunos del grupo tendrán lugar en los bares de la localidad para convivir con sus habitantes, y para pagar, los participantes recibirán Varamedíes, moneda local solidaria respaldada por el euro, y que permite el pago en diversos establecimientos del municipio.
Además, en su afán por revisar el estado de la gastronomía rural, Terrae vivirá un momento muy especial el lunes, 2 de diciembre. Los 40 cocineros invitados participarán en una cena ofrecida por Josefina Silva Jiménez, referente femenino de la cocina en Zafra, jubilada hace unos meses y que volverá a ponerse al frente de sus fogones para ser homenajeada.
Es la primera edición de Terrae, un congreso que en su primera edición pretende ofrecer visibilidad al ecosistema gastronómico rural y revisar la actualización de las cocinas identitarias españolas. Se trata de defender el pueblo, de defender lo rural y de mostrar su potencial. Desde un pueblo de Badajoz, podría ser en uno de Murcia, de Cantabria o de Lugo, podría ser en el Alentejo, podría ser en cualquier parte del mundo…
Un encuentro con Atrio y ponencias internacionales,.
El Teatro de Zafra acogerá el lunes una sesión de ponencia con libre acceso hasta completar aforo. Entre ellos, varios chefs internacionales con restaurantes rurales, que se desplazarán para mostrar su trabajo en Terrae: Andrea Reusing (Lantern Restaurant, Chapel Hill, EEUU), chef de uno de los mejores restaurantes de la 'granja a la mesa' del mundo y autora del mejor libro de cocina en 2011 según The New York Times; Gianni Dezio, del restaurante Tosto, en Atri, un pequeño pueblo del Abruzzo italiano, y mejor alumno de Niko Romito, en palabras del ilustre chef; Manu Buffara (Manu, Curitiba, Brasil), Premio 'Miele One To Watch' al Restaurante Emergente de América Latina 2018 en la lista Latin America's 50 Best Restaurants; y Óscar y Antonio Gonçalves, chefs con una estrella Michelin en el restaurante G Pousada, en Tras os Montes, Bragança.Toño Pérez y José Polo de Atrio** (Cáceres), adalides del mejor restaurante de la comunidad extremeña y embajadores de Terrae, también se subirán al escenario del teatro de Zafra para hablar de los retos de la cocina extremeña.
Terrae será palabra y discusión, pero también conocimiento in situ de ejemplos rurales, como los que hay en Extremadura y Portugal. Además de la visita a la bodega Herdade do Esporão, donde se realizará una de las sesiones de trabajo, se visitará la dehesa que tiene Montesano en Villanueva de Fresno (Badajoz). Habrá otra sesión previa, con un formato de intervenciones cortas de cinco minutos, en la Patería de Sousa (Fuente de Cantos, Badajoz), donde se elabora el mejor foie del mundo, en palabras del chef norteamericano Dan Barber.
Los cocineros invitados expondrán sus puntos de vista sobre las cocinas identitarias e históricas, la alianza entre gastronomía y turismo rural, las trabas legales para cocinar el territorio, la visibilización de su trabajo a través del relato o las aportaciones que pueden hacer los cocineros urbanos a la cocina rural.
TITULO: Ven a cenar conmigo -Bochornos,.
Bochornos,.
foto / ¿Es usted Rafael Alberti?, me preguntó muy serio un asistente a la Feria del Libro de Madrid. Por un momento pensé que estaba bromeando o que me estaba tomando el pelo, pero su actitud era correcta y su tono respetuoso. Finalmente le seguí la corriente y le respondí: «Sí. Pero hoy estoy de incógnito»
Hace ahora veinte años que tuve la inmensa fortuna de que Klett-Cota, la editorial más antigua de Europa, en la que hace siglos publicaba el propio Goethe, tradujera al alemán mi novela 'El interior del bosque', del ciclo de Ricardo Cupido. Y como consecuencia, me invitaron a participar en dos lecturas públicas, en Lüneburg y en Hannover, en compañía de Juan Manuel de Prada, que por entonces era una de las grandes promesas de la literatura española.
Nervioso, con cierta vanidad para la que hoy pido indulgencia y nada preparado para lo que yo consideraba un gran éxito, que iba mucho más allá de lo que nunca había imaginado (luego la literatura me ha dado satisfacciones más íntimas y gratas, las únicas que importan), revisé los billetes de trenes y aviones que me habían enviado y salí para Hannover, en cuyo aeropuerto me esperaba la representante de la editorial con un cartel con mi nombre, para llevarme a Lüneburg, donde se celebraría el primero de los actos.
En el hotel ya estaba esperando Prada, y enseguida nos llevaron al local donde se celebraría la charla, en una antigua y pequeña iglesia, ya desacralizada, abarrotada de público. Supuse que era a Prada a quien habían ido a escuchar. Al comentar la satisfacción por ver a tantos asistentes, la agente de la editorial nos informó de que habían pagado seis euros por asistir, una práctica habitual en Alemania, que contrastaba enormemente con España, donde a la presentación de un libro apenas asistían los familiares y cuatro amigos.
Todo estaba rigurosamente programado: un traductor transmitía al público lo que Prada y yo hablábamos sobre nuestras novelas y a continuación una locutora de radio leyó algunos párrafos en alemán y nosotros leímos también una página en español, para que se apreciara la música del idioma original. Luego, tras el coloquio, llegó el momento de las firmas.
Y de pronto, sin que nada lo hubiera anunciado, apareció ante mí la catástrofe: ¡no recordaba el nombre exacto de la ciudad extranjera donde participaba en mi primer acto público fuera de España!
Luego he sabido de gente a quien le ha pasado algo similar en una situación comprometida: una palabra esencial se te atraganta, no logras recordarla, y cuanto más te esfuerzas por evocarla, más se confunde y se aleja. Yo daba vueltas a mi memoria intentando atraparla: Ludenburg, Ulneburg, Nureburg, Hindenburg… ¡Nada! Aterrorizado, busqué la invitación a la charla, miré alrededor, a algún cartel donde viera el nombre, pero todo en vano. Firmé algunos libros solo con la fecha, sin añadir el lugar o escribiendo el que me venía a la lengua… Miré a Prada para preguntarle en un inciso entre dos firmas, pero siempre había alguien de por medio y me producía un enorme bochorno que vieran que ignoraba el nombre de la ciudad que me había invitado, donde habían pagado una entrada para escucharme, donde habían comprado mi novela y hacían cola para que se la firmara… Fue un rato muy embarazoso y únicamente deseaba que no se uniera nadie más a la fila, que nadie me pidiera otra firma… Para mi vergüenza, supongo que todavía alguien conserva alguno de aquellos libros con el nombre de otra ciudad.
En otra ocasión estaba firmando en la Feria del Libro de Madrid, en El Retiro, en la caseta de la librería Rafael Alberti, a cuya dueña, Lola Larumbe, tanto le debe la literatura española. De vez en cuando firmaba algún libro y, en un momento de espera, vi a un señor que, entre los muchos viandantes que iban y venían, se paraba en el centro del paseo y me miraba fijamente. Luego, levantó un poco la cabeza y miró el cartel de la caseta. Volvió a mirarme y se acercó muy decidido, como si hubiera encontrado lo que buscaba. He aquí a un lector mío, pensé.
- ¿Es usted Rafael Alberti? –me preguntó muy serio.
Por un momento pensé que estaba bromeando o que me estaba tomando el pelo, pero su actitud era correcta y su tono respetuoso. Dudé de su interés… y de su conocimiento del difunto poeta del 27, pues no hay el mínimo parecido entre la escritura y la apariencia de Alberti con las de quien escribe este artículo. Quizá le habían hecho un encargo sobre un campo, la literatura, que ignoraba por completo y se disponía a cumplirlo.
Sin saber qué hacer, miré a Lola, que sonreía divertida a un lado, y finalmente le seguí la corriente y le respondí:
- Sí. Pero hoy estoy de incógnito, así que no se lo diga a nadie.
Dudó, pero finalmente compró un libro mío, se lo firmé como quien soy y se fue en apariencia satisfecho. No sé si lo habrá leído. He vuelto a Madrid en otras ferias, pero no he vuelto a ver a aquel hombre –no puedo decir lector- que me confundió con Rafael Alberti.
Quizá otro día cuente otras anécdotas curiosas de este tipo que, si en su momento me causaron bochornos transitorios, hoy miro con humor, como pequeñas curas de humildad.
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