El escritor Fernando Sánchez Dragó acaba de publicar 'España Guadaña: arderéis como en el 36' y para presentar el libro y hablar de la actualidad ha estado en Liarla Pardo.

"España se está fragmentando"

Sobre Cataluña, ha dicho que acabará separándose de España: "Creo que antes o después lo conseguirán, España se está fragmentando [...] tiene muy mal arreglo, no me gusta".
Fernando Sánchez Dragó ha asegurado que la situación en España le recuerda al fracking, "esa cosa brutal de perforar la tierra para sacar petróleo".

"El viejo demonio español son los separatismos"

En este sentido, ha añadido: "El viejo demonio español son los separatismos. España se odia a sí misma, esto no pasa en ningún país de la tierra, por eso constantemente nos matamos entre nosotros. No creo que ahora vayamos a llegar al extremo de matarnos, pero nos llevamos fatal [...] El español es un lobo para el español y eso lo demuestra el hecho de que España es el país que más guerras civiles ha tenido a lo largo de la historia".
"Los partidos y los sindicatos no tienen pistoleros, como antes. No se ha matado a nadie afortunadamente todavía, pero en cualquier momento podría suceder algo así, el clima recuerda a lo que sucedió en 1936", ha destacado.

   TITULO:  ESPAÑOLES POR EL MUNDO -«Siempre voy con la cámara, la fotografía es mi excusa para viajar»,.


«Siempre voy con la cámara, la fotografía es mi excusa para viajar»

Una de las fotografías que Muñoz presentó en la final de la competición. :: lumix photography/
foto - Una de las fotografías que Muñoz presentó en la final de la competición.

Miguel Ángel Muñoz fue el representante extremeño en la final del Lumix Photography que se disputó en Asturias y se hizo con el bronce,.


Las playas asturianas fueron el escenario elegido para la final. Pero antes de llegar a la costa cantábrica, Miguel Ángel Muñoz (Zarza Capilla, 1984) tuvo que pasar por Monfragüe, primero, y por los Picos de Europa, después.
Tras superar las fases previas, en la última ronda se hizo con la medalla de bronce del Lumix Photography Challenge, una competición de fotografía que se organiza por comunidades autónomas.
En el parque nacional extremeño estuvo junto a otros seis fotógrafos de la región que decidieron participar en la primera fase. «Nos presentamos 30 personas en Extremadura, y 2.500 en toda España, que tuvimos que subir una fotografía a la plataforma habilitada en Internet», explica este pacense, que trabaja como funcionario en la Diputación de Badajoz en la capital pacense.
En Monfragüe fue donde realmente comenzaron las pruebas. Los seis finalistas de la fase extremeña tuvieron una mañana para hacer diez fotos. Siempre con la naturaleza como premisa, disponían de cierta libertad pero también requisitos que cumplir: obligatoriamente debían presentar dos panorámicas, imágenes de flora y captar a alguno de sus compañeros durante la competición.
La principal característica del Lumix Photography es que todos los participantes utilizan el mismo modelo de cámara. «Nos la presta la organización», dice Muñoz, que explica que esa igualdad atrae a muchos fotógrafos profesionales.
Muñoz quedó el primero y se convirtió en el representante extremeño en la final. Un fotógrafo por cada comunidad autónoma, 17 en total, acudieron hasta los Picos de Europa. Allí se repitió el formato y el jurado seleccionó a seis para luchar por las medallas.
De esta forma, los días 27, 28 y 29 de septiembre volvieron a Asturias para enfrentarse en la última prueba. Cataluña, Castilla-La Mancha, La Rioja, Andalucía, Extremadura y Asturias, que jugaba en casa ,fueron las regiones representadas. «Uno de los aspectos más positivos es el compañerismo que se respira; éramos rivales pero no había problema en prestarnos el material que sí teníamos que llevar nosotros, como el trípode o los filtros», reconoce el extremeño.
Los requisitos del jurado se multiplicaron en la final y se redujo la posibilidad de decidir. «Nos lo pusieron difícil, como era la organización la que nos desplazaba por las playas nos llevaron a horas del día más complicadas por la luz y la situación del agua», indica Muñoz, que añade que todos los finalistas compartían vehículo en los desplazamientos.
Después de la tarde del viernes y el sábado para hacer las fotografías, dispusieron de cinco horas en las que procesar las imágenes con el ordenador. La opción del representante extremeño fue disparar poco para no tener demasiado trabajo a la hora de seleccionar las ocho fotos que entregó al jurado. «Me parece muy difícil elegir», reconoce.
Junto a la imagen final, también debían presentar el original. De esta forma, el jurado podía comprobar el proceso completo. «Se valoraba mucho el trabajo en cámara», según Muñoz, que se clasificó por detrás de La Rioja, que fue oro, y Andalucía, que se llevó la plata.

Sorpresa

«Yo iba pasando rondas y había fotógrafos profesionales que se quedaban en el camino», afirma todavía un poco sorprendido Muñoz. Para él, la fotografía no deja de ser una afición que lleva unos seis años practicando. Cuando comenzó a manejar su cámara realizó algún curso y luego se ha ido formando por su cuenta. Sin embargo, no se plantea dedicarse a ello profesionalmente.
La participación en esta competición y, sobre todo, el gran puesto conseguido sí le han animado a dedicarle más tiempo a su 'hobby'.
En sus redes sociales, donde ha recibido una lluvia de seguidores tras su tercer puesto en el Lumix Photography y las menciones de la organización, comparte algunas de sus fotos. Predominan los paisajes extremeños -Puente Ajuda, el embalse de Alqueva, Peñalsordo, entre otros parajes-, pero también hay vistas de ciudades como Granada o Sevilla o detalles de espacios interiores, como la ermita del Ara en Fuente del Arco o una librería en Oporto.
Son lugares que seguirá visitando, siempre acompañado de su cámara de fotos. «Le quiero dar más protagonismo a mi afición, que me parece una magnífica excusa para viajar», dice.


 TITULO:  Escala humana - Ricky Rubio , Miercoles -6- Noviembre ,.

El miercoles -6- Noviembre  a las 21:00 por La 2, foto.

 

Ricky Rubio,.

Tras la muerte de mi madre sufrí una depresión y empecé a ver de otra manera el baloncesto",.

El base español mostró su lado más personal en una pieza de The Players Tribune. Habló sobre su madre, su bagaje en la NBA y sus retos futuros.

"Tras la muerte de mi madre sufrí una depresión y empecé a ver de otra manera el baloncesto"
"Cuando tenía 10 años, mi padre me planteó la opción de apuntarme a fútbol o baloncesto. El fútbol era más popular y se me daba mejor así que me decanté por él. A las pocas semanas me arrepentí y le dije a mis padres que me cambiaran. Mi padre, apasionado de este deporte y entrenador del equipo femenino de El Masnou, intentó inscribirme allí. No era fácil porque ya había empezado la temporada, pero a cambio de hacer horas extra en el club le permitieron ese lujo. Él, sin pensarlo un momento, accedió encantado".
Esta es una de las muchas historias que a Esteve Rubio, padre de Ricky, le gusta recordar mientras la familia hace algún viaje en el coche. También es una de esas historias que el propio jugador ha querido contar en una 'carta' en The Players Tribune, plataforma digital en la que suelen escribir asiduamente los jugadores de la NBA sus vivencias. En esta ocasión, Ricky desvela el lado más personal y emotivo de su vida: la relación con sus padres, cómo surge la idea de crear la Fundación Ricky Rubio, y aspectos más centrados en lo deportivo como la forma en la que conoció a Kevin Garnett o los retos que aún le quedan por tachar de su lista.
Con la historia de sus inicios en el baloncesto comienza su escrito. Aquella que contó su padre en un viaje en 2015 a Rochester, urbe a dos horas en coche de Minneapolis. Se dirigían a la 'Mayo Clinic' para que la madre del jugador, Tona, pasara una revisión. En 2012 le diagnosticaron un cáncer en los pulmones que ya había superado pero ese día le comunicaron tras las pruebas que había vuelto a aparecer y que se estaba extendiendo.
El propio jugador reconoce que pasó un calvario durante esa temporada. En todo momento estuvo arropado por su equipo, los Timberwolves, y su entrenador Flip Saunders. Precisamente el técnico le pidió ese mismo verano que adelantara su regreso a Minneapolis para entrenar con Karl-Anthony Towns, elegido ese año como primera elección del draft. En ese primer entrenamiento, según recuerda, vio a un Saunders más delgado y con sombrero. Tras acabar la sesión, el técnico se reunió con él y le contó que padecía linfoma de Hodgkin, un tipo de cáncer que afecta al sistema inmunitario. Fue entonces cuando Ricky se sinceró y le contó lo que le sucedía a su madre. Flip se volcó de inmediato y le recomendó la clínica a la que acudió posteriormente el jugador.
Ricky Rubio y Flip Saunders en un partido de los Minnesota Timberwolves. 
Ricky Rubio y Flip Saunders en un partido de los Minnesota Timberwolves.
Tras acabar ese verano, y solo tres días antes de inaugurar la temporada ante los Lakers, Ricky y el resto de sus compañeros fueron informados en una reunión del fallecimiento de Flip Saunders. Fue entonces cuando el jugador empezó a vivir uno de sus peores años en lo personal. Esa situación le hizo sentir más miedo por su madre. "Llamaba casi a diario a mi casa para estar informado en todo momento. A veces mi padre tenía que colgar para atenderla y yo no podía evitar sentirme impotente al estar tan lejos. En el parón del fin de semana del All Star me escapé a España para verles", matiza Ricky. Una vez terminó esa temporada volvió para estar más tiempo con su familia. A las pocas semanas Tona falleció.
Tras vivir lo sucedido, el propio jugador reconoce que sufrió una depresión, perdiendo durante una época la ilusión por jugar al baloncesto: "Cuando volví a Minneapolis para preparar la siguiente temporada a veces pensaba en llamarla. No pude borrar su número. Le enviaba mensajes de texto y aún lo sigo haciendo. Durante una época sentí que estaba volviéndome loco. Ese año culpaba a todo el mundo, a mi familia y mis amigos, por como me sentía. Sufrí una depresión y empecé a ver el baloncesto de otra manera". El jugador contó con ayuda de especialistas que, junto a sus amigos y familiares, le pudieron sacar de ese pozo para reencontrarse de nuevo.
Tan precoz a la hora de madurar como en lo deportivo, Ricky Rubio también recuerda cuando llegó a la NBA y conoció a la estrella del que sería su nuevo equipo Kevin Garnett: "Era 2011 y estaba en un apartamento en Los Ángeles. Aún esperaba a que se desbloquease mi situación para jugar en la NBA cuando mi agente me recomendó que asistiera a un partido de entrenamiento allí, que irían varias estrellas de la competición. Y cuando fui me encontré a Kevin, Paul Pierce y Paul George entre otros". El jugador comenta que al acabar la sesión Garnett se le acercó y empezó a hablar con él: "Ricky, chaval, he oído que vas a venir a Minny. Si le das a esas personas todo lo que tienes, créeme que te lo devolverán. ¡Confía en ello!".
Ricky Rubio (arriba), celebra con Kevin Love (izquierda), Kevin Garnett (centro) y Wayne Ellington (derecha) una canasta de los Timberwolves.
Ricky Rubio (arriba), celebra con Kevin Love (izquierda), Kevin Garnett (centro) y Wayne Ellington (derecha) una canasta de los Timberwolves. 
Como es lógico, volvió a asistir a esos entrenamientos siempre que pudo. Y curiosamente sus amigos le preguntan si no se sentía intimidado por el hecho de estar compitiendo con 21 años al lado de estas estrellas. En ese momento, Ricky se acuerda de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, en las cuales participó con 17 años, colgándose la plata tras enfrentarse en la final a una selección de Estados Unidos llena de estrellas como LeBron James o Kobe Bryant.
Ricky Rubio en un partido con los Utah JazzOnce años después siente que ha cerrado ese ciclo: el base consiguió ganar este verano el Mundial con España siendo el MVP de la competición y recibiendo el galardón de las manos del propio Kobe. Este título con la Selección era uno de los grandes retos que aparecían en una lista que hizo junto a sus padres al aterrizar en 2011 en Estados Unidos. Otro de ellos era ganar un campeonato, algo para lo que sigue trabajando.
Ricky Rubio en un partido con los Utah Jazz
No obstante, el más importante, al menos en lo sentimental, era el utilizar su influencia para ayudar a personas que lo necesitasen. "En 2017 llegué a Salt Lake City para jugar con los Jazz. Curiosamente ese mismo año fue el primero en el permitían a las franquicias llevar publicidad en la camiseta y mi equipo lucía el logo '5 for the Fight', una fundación centrada en la investigación del cáncer", contaba Ricky. Ese año, visitó junto a su padre varios hospitales de Utah. Entre ellos el Huntsman Cancer Institute, centrado en la investigación de esta enfermedad. Y tan solo un año después nació la Fundación Ricky Rubio en honor a su madre: "el baloncesto es muy importante en mi vida, pero sé que puedo tener un impacto en este mundo de otras muchas maneras", concluye en las últimas líneas de su escrito.