DESAYUNO CENA FIN SABADO - Una feria que sabe a gloria en Cáceres,. / DESAYUNO CENA FIN DOMINGO -Comienza el reto solidario del corredor Jesús Merino ,./ Las rutas Capone - Dormir en la pensión Miguelín ,.

TITULO: DESAYUNO CENA FIN SABADO - Una feria que sabe a gloria en Cáceres,. 
 
 DESAYUNO CENA FIN SABADO - Una feria que sabe a gloria en Cáceres ,  fotos.

Una feria que sabe a gloria en Cáceres,.

Los scouts son los encargados de despachar los dulces conventuales.

Las tejas, los tocinillos de cielo, mazapanes y magdalenas son las especialidades más vendidas La iglesia de la Preciosa Sangre ofrece hasta mañana repostería procedente de trece conventos de clausura,.

Al llegar a la Plaza de San Jorge varios pendones y una gran pancarta anuncian al visitante de que durante este puente la iglesia de la Preciosa Sangre se transforma en un gran escaparate del dulce conventual. Así es. En el interior del templo se pueden encontrar hasta mañana un total de 50 especialidades diferentes procedentes de 13 conventos de clausura.
Los habituales de esta cita, que celebra en esta ocasión su décima edición, encontrarán que la feria ha replegado velas y ocupa menos espacio que en anteriores entregas. Ahora los dulces solo se despachan en las mesas situadas junto al altar.
Algo ha tenido que ver en esta nueva distribución de la feria el belén de grandes dimensiones que se ha ubicado en la parte central de la iglesia. Promovido por la Asociación Belenista de Cáceres, tiene la particularidad de estar confeccionado con 800 piezas de figuras de Playmobil. Aunque está pendiente de los últimos retoques y su inauguración está prevista para el martes, día 11, ya se puede contemplar. Gusta, especialmente, a los más pequeños de la casa y a los nostálgicos que dejaron de jugar hace años con estos populares muñecos.

«Lo mejor de estos dulces es el amor con el que están hechos». Felisa Aceituna Visitante

«Procuramos venir el primer dia porque las existencias se agotan» Aurelio Román Visitante

Para acceder a la Feria del Dulce Conventual, que organiza Ifeca (Institución Ferial de Cáceres), hay que pagar una entrada, a modo de donativo, de un euro. Con este dinero, que irá destinado a Cáritas, el visitante tiene acceso a los dulces, al belén de Playmobil y puede subir, además, a las torres de la iglesia, que ofrecen unas bonitas vistas de la Ciudad Monumental.
Las preferencias
La experiencia de ferias pasadas hace que César Vicho, gerente de Ifeca, no dude demasiado cuando se le pregunta por las preferencias de cacereños y turistas en lo que a repostería conventual se refiere. Tejas, tocinillos de cielo, mazapán y magdalenas, indica, son los dulces más demandados. Pero la oferta es mucho más amplia.
El precio de los paquetes oscila entre los cinco y los nueve euros. El visitante puede llevarse a casa desde palmeras de chocolate elaboradas en el monasterio de San Francisco El Real, de Trujillo, hasta pastel de gloria procedente del convento de Santa Clara de Llerena. En total, se pueden degustar dulces procedentes de trece conventos, de los que nueve son extremeños. Se pueden encontrar especialidades elaboradas en los obradores de Cáceres, Trujillo, Plasencia, Coria, Garrovillas, Badajoz, Siruela, Llerena y Zafra. También hay dulces procedentes de Sevilla y Osuna, así como de Aracena (Huelva) y Toledo.
Hay quienes visitan por primera vez este certamen y quien repite año tras año. En este segundo grupo se encuentra Aurelio Román, natural de Malpartida de Cáceres y residente en la capital cacereña. «Venimos todos los años -cuenta-. Nos gusta este tipo de repostería porque está hecha a mano. Y siempre que podemos visitamos la feria el primer día porque las existencias se agotan pronto», ilustra.
Felisa Aceituna es de Cáceres, pero hasta este año no había podido disfrutar de la feria. «Me encanta. Lo mejor de estos dulces es el amor con el que están hechos», relata.
La Feria del Dulce Conventual mantiene abiertas sus puertas en horario ininterrumpido de 11.00 a 20.00 horas. Como en años anteriores, los encargados de despachar los dulces son scouts, esta vez del grupo Al-Qazires. Los beneficios obtenidos con la venta de la mercancía adquirida, tras descontar los gastos, se destinarán a Cáritas. El año pasado esta feria logró 1.800 euros con el cobro de la entrada y la venta superó los 10.000 euros.

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DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - Comienza el reto solidario del corredor Jesús Merino    , fotos.

Comienza el reto solidario del corredor Jesús Merino,.

Jesús Merino.

Empieza a correr hoy a las seis de la mañana y acabará a medianoche de mañana sábado, a beneficio de Zafra Solidaria,.

El corredor de montaña Jesús Merino González inicia hoy el reto 'Entre la luz y las sombras', a beneficio de Zafra Solidaria. Se trata de recorrer 150 kilómetros en unas 18 horas por las comarcas de Río Bodión, Tierra de Barros y Tentudía.
El reto solidario busca la recaudación de aportaciones económicas para dicha asociación durante el tiempo que se lleve a cabo. Las donaciones a favor de Zafra Solidaria se deben realizar en el concepto 'Entre la luz y las sombras' y se remitirán a la Caja Rural de Almendralejo: IBAN ES91 3001 00165316 2001 4377.
Jesús Merino proyecta realizar los 150 kilómetros por las tres comarcas, haciendo principalmente el recorrido por las noches. Está asistido por su compañero Sergio Cortés.
Nanda Sánchez, presidenta de Zafra Solidaria, ha agradecido a Jesús Merino que ponga en marcha esta iniciativa y ha animado a la gente a colaborar. En este reto deportivo Jesús Merino visitará Zafra, Los Santos de Maimona, Fuente del Maestre, Feria, La Parra, La Lapa, Alconera, Atalaya, Valencia del Ventoso, Fuente de Cantos, Bienvenida, Calzadilla, Medina, Puebla y vuelta a Zafra. La salida será hoy a la 6.00 de la mañana y acabará a medianoche de mañana sábado. Parará en las localidades para reunirse con las distintas personas y dar a conocer el reto.
«Si todo va bien, lo completaremos en unas 18 horas», explica. La idea surgió porque quería probarse y correr 150 kilómetros «no es solo un reto físico, sino mental, me servirá para saber si estoy realmente preparado para seguir con las competiciones de ultradistancia».
Este deportista cree que el paso de las horas se hará notar sobre todo en la soledad de correr en los caminos o senderos y realizar un recorrido tan largo por primera vez; a ello habrá que unirle la falta de sueño.
Se podrá seguir su camino a través de los directos que ofrecerá en sus redes sociales y que espera que anime aún más a la gente.

 TITULO: Las rutas Capone  - Dormir en la pensión Miguelín ,.

Dormir en la pensión Miguelín,.

Concierto de rock en el Recinto Hípico de Cáceres.  / foto,.

Los artistas extremeños no quieren birras y buen rollo, sino un caché,.

Mi hijo fue a tocar a Móstoles con su grupo de rock y después durmió en la pensión Miguelín de esta ciudad, famosa por su alcalde levantisco y sus empanadillas televisivas. Al llamar a la puerta de la pensión, situada en un tercero de un viejo edificio de pisos, les abrieron la puerta un señor alto de pelo largo, lacio y grasiento y un caballero bajito y calvo, pero con perilla blanca y sedosa.
Les informaron de que podían dormir escogiendo el tiempo a gusto del consumidor: desde una hora y media hasta un mes. Eligieron el pack de una noche y les cobraron 18 euros por cabeza. Además, les pidieron la documentación y les prometieron que si había redada policial, cosa frecuente en la pensión Miguelín, avisarían a los guardias de que estaban durmiendo allí unos músicos de Cáceres, que estaban muy cansados, que se tenían que volver al día siguiente y que mejor que no los despertaran.
Como mi hijo y sus colegas de grupo habían cobrado 25 euros por su actuación y se habían pagado ellos otros numerosos gastos y la gasolina... Pues eso, que repartieron los 25 euros y tocaban a ocho y algo por cabeza, así que puso cada uno diez euros y se retiraron a las habitaciones, que no tenían baño, sino uno compartido del que salían unas señoras mayores y extrañas, que a mi hijo le dieron algo de yuyu y prefirió ducharse al llegar a casa al día siguiente.
Al acostarse, mi querido hijo, que será rockero, pero es tan limpio como su madre y tan hipocondriaco como su padre, descubrió unos pelos en sus sábanas y prefirió dormir sin desvestirse y con el anorak puesto, operación en la que sale a su madre pues nunca olvidaré la mañana en que me desperté en un hotelito rural muy mono del parque nacional portugués de Peneda Geres y me asusté al ver a mi lado a una señora durmiendo con un chubasquero puesto, capucha incluida. Era mi mujer, que había descubierto que no habían cambiado las sábanas usadas por los anteriores clientes y prefirió dormir de la manera más aséptica posible: con el chubasquero puesto.
Pero habíamos quedado en que mi hijo durmió, tras un concierto en Móstoles, en la pensión Miguelín, en una cama con sábanas llenas de lunares de colores y pelos de mujer y con el anorak puesto tras pagar 18 euros, que no es mucho, pero al menos deberían dar derecho a dormir sin la compañía de los pelos de otra.
La vida de los jóvenes rockeros es así. Ni los entienden ni les pagan. Cómo olvidar aquella noche en Coria, cuando el grupo de entonces de mi hijo, los Wan Tung Frito, ganó un concurso, el concejal leyó el fallo del jurado y ni mi hijo ni mis colegas subieron a recogerlo porque el buen hombre no entendía nada y tradujo libremente: «El primer premio ha sido para Juan Antúnez Fito», que no andaba por allí porque ni se había presentado ni tan siquiera existía y el premio iba a quedar desierto hasta que alguien se percató del error de traducción.
Los viejos rockeros nunca mueren, pero los jóvenes rockeros morirán muy pronto como no cambien las cosas. Ahora, mi hijo y su grupo y todos los grupos de rock que empiezan han de pagar si quieren actuar. Mi hijo fue la semana pasada a Sevilla y la sala donde tocaron cobra a los grupos 150 euros por actuación. Súmenle el viaje, dormir y cenar y añadan la taquilla a precios populares no, lo siguiente, y verán que ser rockero resulta ruinoso.
Dice mi hijo que la próxima vez que llame al fontanero, le va a decir: «Ven a trabajar gratis, tío, que te queremos, tenemos unas birras muy ricas y un buen rollo que mola». A ver si viene por el buen rollo. También propone llamar al supermercado y cuando traigan la compra, invitarles a unos chupitos y a un rato de risas, a ver si así no les cobran. Los rockeros, los conferenciantes y los actores no quieren buen rollo, quieren un caché digno. Luego, si eso, se toman unas birras con la peña. Y si hay que dormir en la pensión Miguelín, se duerme.