LA SANDÍA
foto,.
Cual si de pronto se entreabriera el día
despidiendo una intensa llamarada,
por el acero fúlgido rasgada
mostró su carne roja la sandía.
Carmín incandescente parecía
la larga y deslumbrante cuchillada,
como boca encendida y desatada
en frescos borbotones de alegría.
Tajada tras tajada, señalando
las fue el hábil cuchillo separando,
vivas a la ilusión como ningunas.
Las separó la mano de repente,
y de improviso decoró la fuente
un círculo de rojas medias lunas.
TITULO : LA LOCA VIDA DE LA RUBIA,.
foto,.
Hay un dicho, una frase, que dice algo parecido a esto…
.”La vida no es como es, sino como uno quiera verla”.
Osease, la vida es un absurdo, donde dos personas, pensando diferente,
llegan a la conclusión que son iguales, que tienen muchas cosas en
común.
¿Y como se resume esto?, pues en la mayoría de ocasiones por la
“simpleza de una persona”, o la “vulgaridad” de otra. Y que casi todo
radica en dos cuestiones, la carencia de “auto-estima” y la falta de
inquietudes. Estamos en una sociedad donde la figura del psicólogo es
mas demandada, lo que antes era solo para “locos”, ahora hasta te da un
bonito cartel de cara a los demás. Ahora nos apuntamos a cursos de
“Zen”, “Yoga”, “Chi Kung”…o nos levantamos temprano para practicar el
“Falun Gong”, eso si, si decimos que nos pasamos dos horas sentados en
un banco de parque dando de comer a las palomas, nos toman por
gilipollas, y Dios me libre de no respetar todas estas filosofías y
estados del cuerpo, faltaría más. Perdonadme, pero yo pienso que es
falta de confianza en unos mismo, cobardía, indecisiones…
Curiosamente, en el mundo que yo conocía, la “mujer” es la que manda, ya
sabéis esa típica frase de cuatro ignorantes “hombres”, “En mi casa
quien manda es mi esposa”. Aquí haré una pausa para las “falsas
feministas”, si, esas que se escudan en el feminismo y en realidad odian
todo lo que lleva “polla”, para estas niñas, comentarles que lean, pero
que lean lo que escribo, y no lo que ellas quieren leer, y Xfi, las
interpretaciones, las dejáis para vuestras reuniones. Como decía, en ese
mundo que yo conocía, predominaba la mujer sin estudios, la que no
había leído un libro ni siquiera en el colegio, con falta total de
inquietudes…no son críticas, ni reproches, ni insultos…ES REALIDAD. Que
si, ellos, ni siquiera saben lo que es un libro, les das uno y se pasan
media hora buscando el enchufe. Eso si, mujeres trabajadoras, abnegadas
madres, buenas personas…pero, también lo que escribí anteriormente,
pensad un poco, ¿a que no es incompatible ser una cosa y la otra?.
En ese mundo que yo conocía, la mujer es quien decidía cuando se
follaba, lo que se comía, o la ropa que llevaban los niños, incluso el
marido. Creemos evolucionar y no es así, solo damos círculos regresando
al principio, aún hoy, a día de hoy, es “trending Topic” ese famoso
¡¡Por fin es Viernes!!, haciendo referencia a que hoy, con suerte, se
folla. Y en ese mundo que yo conocía, y que no conocía otro, hasta lo
veía normal, otro inciso aquí, no era mi caso, yo follaba todos los
días, y si mi esposa no quería o ponía una excusas, pues se dejaba hasta
que ella era la que venía a por mi, yo siempre he creído en la
igualdad, si ella arbitrariamente no follaba, yo, hacía lo mismo cuando
era ella quien quería. Vemos normal lo que nos rodea, y volvemos a
equivocarnos, porque lo que nos rodea es lo único que sabemos, no lo
normal.
El otro mundo, uno que llevo conociendo desde hace unos seis años, si el
anterior me resulta un absurdo, éste, me mata. Aquí uno de los actores
principales es totalmente diferente, “la mujer”, este extraordinario
animal, es bello, inteligente, con carrera universitaria, donde uno de
sus placeres es la lectura. Seres excepcionales que conocen el mundo,
sino físicamente, si pulsando un “clip”, con inquietudes, con ansía de
conocimientos, pero tienen su talón de “Aquiles”, un “tonto del culo”
aburrido, soso, ignorante, egoísta, cenutrio…un “ser” a falta de todo,
salvo de las partidas con los amigotes, o salir de caza, pesca, bici, o
ver un partido de fútbol con ellos. Este incompleto animal
incomprensiblemente “domina” al otro, ¿cual es la razón?, es un dilema,
aunque hay algunos indicios del porqué de ello. “Hijos”, dicen que
siguen al lado de esos “asnos” por esa razón, que miran por ellos, que
los anteponen a su propia felicidad. Otra causa, es que conocieron en un
momento “bajo”, en su mayoría, después de una ruptura sentimental, cosa
que aprovecharon estos “cortos” para enamorarlas (esa es otra, creen
estar enamoradas hasta que realmente conocen el amor). Estos especímenes
las alejan de todo, no sutilmente, no saben, emplean el método de
“hacerlas de menos”, las convencen de que la mejor vida será a su lado,
de que sus amigas solo le meterán cosas en la cabeza debido a sus
amargadas relaciones, que las cuidarán y querrán hasta el fin de sus
vidas.
No culpo a esos hombres, sino a ellas, ellos hacen lo que saben, lo
único que han vivido, ignorancia, que la mujer está un paso por debajo
del hombre, que el “dominante” es el macho, que lo primero es él,
después el resto. En realidad, no se le puede culpar, él es como una
máquina de tren, robusta, vulgar, solo mirando por él, de una sola
vía…pero que le ves venir de lejos, solo sabe ir por la vía. Sin
embargo, ella, sí que sabe lo quiere, tiene las armas suficientes,
cultura, inteligencia, inquietudes, ganas de sentir, de vivir…sabe como
hacerlo.
No hay otra vida “niñas”, no dejéis nada en manos de la esperanza, de la
suerte o el azar. No terminéis con setenta años sin haber vivido y
dándoos cuenta demasiado tarde de vuestros “poderes”, porque os siguen
mintiendo en eso de que “nunca es tarde”, claro que es tarde para la
pasión, para el amor. Porque son trenes que tienes que coger en su
estación, y no es esa de la “compañía”, esa no tiene que ver con el
amor, es una estación donde nos quieren hacer ver lo que no es real, una
estación con “niebla”, borrosa, poco transitada, donde nos dicen que el
cariño es amor, la compañía deseo, la educación lujuria, la amabilidad
morbo, el respeto pasión…mundos paralelos, tan distantes y cercanos a la
vez.
Tú decides.
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