LOS TOROS LA SER,.
Los toros es un programa radiofónico que dirige el periodista especializado Manuel Molés en la Cadena SER. Desde abril de 2015 se emite los lunes de madrugada tras ser sustituido de su horario habitual de emisión de los domingos por el programa Contigo dentro. Contó con la colaboración de Antonio Chenel Antoñete, fallecido en Madrid el 22 de octubre de 2011, siendo uno de los espacios más antiguos del panorama radiofónico nacional ya que continúa emitiéndose de manera ininterrumpida desde 1982.
Es un espacio taurino a modo de repaso informativo semanal. Consta de tertulias, entrevistas con los personajes de actualidad y crónicas de los eventos taurinos más destacados de la jornada., etc.
Apabullante poderío de Roca Rey,.
fotos ,.El torero peruano cortó tres orejas y Ponce una a nobilísimos toros de Victoriano del Río,.
Del Río/Ponce, Roca Rey
Cuatro toros de Victoriano del Río -el segundo, devuelto al lesionarse la mano derecha en el caballo- y dos -primero y tercero- de Toros de Cortés,
bien presentados y muy nobles (el tercio de varas fue simulado);
destacaron primero, cuarto, quinto y sexto; deslucidos segundo y
tercero.
Enrique Ponce: casi entera baja -aviso- y un descabello (ovación tras petición); estocada baja trasera (ovación); pinchazo, estocada -aviso- y un descabello (oreja).
Roca Rey: estocada baja -aviso- (oreja); gran estocada (dos orejas); casi entera tendida y un descabello (ovación). Salió a hombros.
Plaza de San Sebastián. Cuarta corrida de feria. 14 de agosto. Tres cuartos de entrada. Asistieron el rey Don Juan Carlos y la infanta Elena desde un burladero del callejón.
Enrique Ponce: casi entera baja -aviso- y un descabello (ovación tras petición); estocada baja trasera (ovación); pinchazo, estocada -aviso- y un descabello (oreja).
Roca Rey: estocada baja -aviso- (oreja); gran estocada (dos orejas); casi entera tendida y un descabello (ovación). Salió a hombros.
Plaza de San Sebastián. Cuarta corrida de feria. 14 de agosto. Tres cuartos de entrada. Asistieron el rey Don Juan Carlos y la infanta Elena desde un burladero del callejón.
El joven peruano y el veterano Ponce ofrecieron en San Sebastián un recital de torería añeja y juvenil fortaleza en un competido mano a mano en ausencia de Cayetano, que tres horas antes del inicio del festejo presentó un parte médico por un traumatismo costal que se produjo el pasado domingo en la plaza de Pontevedra.
Por vez primera en mucho tiempo se vieron quites en cuatro de los seis toros, y los dos espadas se esforzaron de veras para alcanzar un triunfo que facilitaron los muy nobles toros de Victoriano del Río, de bella estampa, nobilísima condición y justos de fuerzas, de modo de que su paso por los caballos fue una caricatura de la suerte de varas. Pero embistieron con dulzura, en líneas generales, y permitieron a sus matadores sacar a la luz sus respectivas, y discutibles, tauromaquias.
El triunfador absoluto fue Roca Rey, y a hombros de los mozos salió de la plaza después de una actuación muy completa en compromiso y con cabos sueltos en los aspectos estéticos.
No se fue de vacío un enciclopédico Enrique Ponce, pleno de conocimiento en la cara de los toros, incansable (de ahí, que sea, quizás, el torero más pesado del escalafón) y muy comprometido con la búsqueda del triunfo. Larguísima, interminable e irregular fue su faena al bondadoso primero; técnico y valeroso se le vio ante el deslucido tercero, y más inspirado ante el noble quinto, con el que se lució en un excelente inicio de muleta por bajo, y destacó en un par de tandas de largos y sentidos naturales. No fue una labor sobresaliente, pero hubiera paseado las dos orejas si no falla con la espada.
Hubo buen toreo de capa -verónicas, delantales y chicuelinas de Ponce, y tafalleras, caleserinas y chicuelinas de Roca-, lo que no deja de ser noticia en los tiempos de tan grande sequía capotera.
Y presidió, otra tarde más, el color azul de las butacas vacías. Mala cosa…
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