- foto-- Francesca Chaouqui, una Lucrecia Borgia del siglo XXI,
Comienza el juicio contrala acusada de filtrar secretos del Vaticanoy chantajear a la familia Berlusconi,.
Doy gracias a Dios de que no exista una Lucrecia Borgia". Entre risas de los periodistas que le acompañaban el pasado lunes en el vuelo de vuelta a Roma tras concluir su viaje por Kenia, Uganda y la República Centroafricana, Jorge Mario Bergoglio se atrevió a decir en voz alta el nombre que le vino a la memoria al hablar sobre el proceso por el 'caso Vatileaks 2'. No era el único de los presentes que se acordaba de la hija de Alejandro VI, paradigma de mujer fatal crecida a la sombra de un obispo de Roma. En el imaginario colectivo, Lucrecia Borgia es la tal vez la primera referencia que se asocia a Francesca Immacolata Chaouqui, protagonista femenina del juicio abierto por las filtraciones a principios de noviembre de documentos confidenciales que muestran los pufos económicos de la Santa Sede.
Esta laica de 33 años, hija de una italiana y de un marroquí, es una de las mujeres que más poder ha tenido en el Vaticano en tiempos recientes y la que, sin duda, ha gozado de una mayor exposición mediática. Se ha colocado en el centro de una polémica que incluye todos los ingredientes: traiciones, acusaciones cruzadas, supuestos espías, sexo con sacerdotes, la familia Berlusconi, escándalos financieros de la Iglesia... Chaouqui deberá dar explicaciones de este escándalo en el proceso que se retoma hoy en el Tribunal vaticano y en el que está acusada de divulgar información secreta a dos periodistas, también ellos enjuiciados.En el vuelo del lunes, Francisco reconoció que "se había cometido un error" con el nombramiento de esta licenciada en Derecho y experta en relaciones públicas y de otro de los inculpados en el proceso, monseñor Lucio Vallejo Balda, en la comisión encargada de radiografiar la situación de los organismos económicos y financieros de la Santa Sede, la llamada Cosea. El sacerdote español, en prisión desde principios de mes, habría recomendado para este cargo a Chaouqui, única mujer entre los ocho miembros de este grupo y cuyo nombramiento levantó ampollas. Con su larga melena al viento, una ambición difícil de ocultar y su estilo de mujer fatal rechinaba con la escala de grises habitual de los personajes vaticanos.
Chaouqui se vio envuelta en la polémica desde que se supo que formaba
parte de la Cosea. El diario 'Il Giornale', propiedad de la familia de
Silvio Berlusconi, celebró su nombramiento recordando una serie de
'tuits' en los que aseguraba que Benedicto XVI tenía leucemia y ponía a
parir al anterior secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone. La
chica respondió diciendo que le habían pirateado su cuenta de Twitter.
Aquel escándalo fue el primer aviso de que el cargo le venía grande,
como reconoció en una entrevista en la RAI. "Mi error más importante fue
aceptar formar parte de la Cosea. No me di cuenta de lo que me pedían a
mis 30 años ni era consciente de que cambiaría mi existencia para
siempre". También consideró una equivocación no evitar que Vallejo Balda
"se comportase de un modo determinado".
UN PICARDÍAS EN LA HABITACIÓN
Entre la laica italiana y el monseñor riojano hay acusaciones cruzadas.
Ella asegura que fue él quien entregó la información confidencial a los
periodistas, mientras que el sacerdote español denuncia que la mujer lo
tenía subyugado y que lo sedujo. Según la declaración a los
investigadores de Vallejo Balda, ambos habrían mantenido relaciones
sexuales la noche del 28 de diciembre en un hotel de Florencia. El cura
aduce que le perdió el miedo a acostarse con ella porque le aseguró que
trabajaba para los servicios secretos y que su matrimonio era sólo un
montaje para cubrir sus operaciones. Chaouqui respondió asegurando que a
Vallejo Balda no le gustan las mujeres y que en el hotel estaban
acompañados por la anciana madre del sacerdote. 'La Repubblica' desveló
más tarde varios datos de interés. El más sustancioso es que alguien se
dejó olvidado un picardías en la habitación del monseñor. También contó
el diario que fueron tres los cuartos reservados en el hotel, por lo que
la madre habría dormido sola, y que la cama de la estancia asignada a
la joven no estaba deshecha.
El proceso ante el Tribunal vaticano no es el único que afronta
Chaouqui. También está siendo investigada por la Magistratura italiana
junto a su marido, Corrado Lanino, por haber supuestamente chantajeado a
Paolo Berlusconi, hermano del ex primer ministro y editor de 'Il
Giornale'. La chica le pidió que no dejara escribir en el diario al
periodista que desveló sus polémicos 'tuits', amenazando con sacar a la
luz información sobre cuentas secretas de la familia Berlusconi si no le
hacía caso.
Resulta improbable que el proceso por el 'caso Vatileaks 2' aclare lo
sucedido. Su precedente así lo indica: el juicio por el 'caso Vatileaks
1', en el que fue condenado el mayordomo de Benedicto XVI, Paolo
Gabriele, dejó más sombras que luces. La propia Chaouqui, embarazada de
pocos meses, advierte de que sólo se ha desvelado un 20% de las
conclusiones de la Cosea. La puerta, pues, parece abierta para un 'caso Vatileaks 3'.
TÍTULO: UN PAIS PARA COMERSELO - TAPAS Y BARRAS - ARROZ CON COSAS NO ES PAELLA,.
UN PAIS PARA COMERSELO - TAPAS Y BARRAS - ARROZ CON COSAS NO ES PAELLA,fotos.
Está claro que somos seres de
costumbres, y que a uno no se las pueden cambiar. Y de eso va esto de la
paella, de costumbres. Te contamos por qué el arroz con cosas no es
paella.
Tanto si eres un paenazi (nazi de las paellas) o un paerrista
(terrorista que atenta contra ellas) deberías saber la diferencia entre
lo que es arroz con cosas y lo que es una verdadera paella.
Arroz con cosas
Cualquier arroz con algo de acompañamiento, es un arroz con cosas.
Fácil. Toda la variedad de arroces, desde la mejor paella que hayas
comido hasta ese arroz a la cubana cutre que te cocinas un día de
resaca, son arroces con cosas. El mismo nombre lo dice “arroz” y el
cosas, puede ser CUALQUIER cosa.
Un ejemplo, podría ser un arroz con pollo.
Arroz, y pollo. Simple. Es un arroz con cosas, donde las cosas son el
pollo. ¿Otro ejemplo? Un arroz con chorizo. Sí, el chorizo es también
una cosa, así que no hay ningún problema en decirle a alguien: “oye, voy
preparar un arroz con chorizo”, pero no lo llames “paella con chorizo”.
¿Lo vas cogiendo? Puedes aplicarlo a cualquier cosa que se te ocurra. ¿Plastidecors? ¡Pues también! ¡Kalise Arroz con plastidecors para todos!,.
Paella
La paella es en realidad dos cosas, el recipiente donde se cocina la paella (paellera es la mujer que lo cocina :P) y el alimento en
sí. Es originaria de Valencia, cerca de la albufera y existe una
denominación de origen “Paella Valenciana” que limita los ingredientes a
utilizar para que una paella sea aceptada como paella valenciana.
Podéis ver con más detalle la historia y elaboración de la paella aquí.
Por si no has comprobado el enlace, es una entrada en Wikipedia terriblemente larga.
Eso significa que hay cierta historia y costumbre detrás de la paella,
lo que puede ocasionar que algún Paenazi te suelte algún grito si llamas
a un arroz con cosas “paella”. Incluso dentro de lo que la mayoría de
gente piensa que es una paella existen variantes. La paella tradicional
(paella valenciana), la paella marinera o de marisco, y la paella mixta
(que combina carne y marisco).
¿Es una paella un arroz con cosas?
Sí,
definitivamente. La paella es un plato que se elabora teniendo como
base el arroz, y luego añadiendo “cosas”. Esas cosas, son unas cosas muy
concretas y específicas, pero siguen siendo cosas.
¿Es cualquier arroz con cosas paella?
Definitivamente
NO. Como ya hemos visto en alguno de los ejemplos anteriores arroz con
chorizo sería un arroz con cosas. Pero, estaremos de acuerdo en que un arroz con chorizo no es una paella, ¿no?
¿Ahora lo tienes más claro?
Esperemos haberte salvado de algún encontronazo con algún paenazi
gracias a este artículo. ¿No estás de acuerdo con lo que te hemos
contado? Pues háznoslo saber y veremos si llegamos a un acuerdo… ¡paerrista!,.
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