TÍTULO: EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - UNA HISTORIA DE ESPAÑA (LV),.
foto
En los últimos años del reinado de Isabel II, la degradación de la vida
política y moral de España convirtió la monarquía constitucional en una
ficción grotesca. El poder financiero acumulaba impunemente
especulación, quiebras y estafas. Los ayuntamientos seguían en manos de
jefes políticos corruptos y la libertad de prensa era imposible. Los
gobiernos se pasaban por la bisectriz las garantías constitucionales, y
la peña era traicionada a cada paso,
«pueblo halagado cuando se le incita a la pelea y olvidado después de la victoria»,
como dijo, ampuloso e hipócrita, uno de aquellos mismos políticos que
traicionaban al pueblo y hasta a la madre que los parió. La gentuza
instalada en las Cortes, fajada en luchas feroces por el poder, se había
convertido en forajidos políticos. Entre 1836 y 1868 se prolongó la
farsa colectiva, aquel engaño electoral basado en unas masas míseras, de
una parte, y de la otra unos espadones conchabados con políticos y
banqueros, vanidosos como pavos reales, que falseaban la palabra
democracia y que, instalados en las provincias como capitanes generales,
respaldaban con las bayonetas el poder establecido, o se sublevaban
contra él según su gusto, talante y ambiciones. Nadie escuchaba la voz
creciente del pueblo, y a éste sólo se le daba palos y demagogia,
cuerdas de presos y fusilamientos. Los hijos de los desgraciados iban a
la guerra, cuando había una, pero los ricos podían ahorrarle el servicio
a sus criaturas pagando para que fuera un pobre. Y las absurdas
campañas exteriores en que anduvo España en aquel período (invasión de
Marruecos, guerra del Pacífico, intervención en México, Conchinchina e
Italia para ayudar al papa) eran, en su mayor parte, más para llevar el
botijo a las grandes potencias que por interés propio. Desde la pérdida
de casi toda América, España era un segundón en la mesa de los fuertes.
Los éxitos del prestigioso general Prim -catalán que llevó consigo
tropas catalanas- en el norte de África y el inútil heroísmo de nuestra
escuadra del Pacífico fueron jaleados como hazañas bélico-patrióticas,
glosadas hasta hacerle a uno echar la pota por la prensa sobornada por
quienes mandaban, confirmando que el patriotismo radical es el refugio
de los sinvergüenzas. Pero por debajo de toda aquella basura monárquica,
política, financiera y castrense, algo estaba cambiando. Convencidos de
que las urnas electorales no sirven de nada a un pueblo analfabeto, y
de que el acceso de las masas a la cultura es el único camino para el
cambio -ya se hablaba de república como alternativa a la monarquía-,
algunos heroicos hombres y mujeres se empeñaron en crear mecanismos de
educación popular. Escritura, lectura, ciencias aplicadas a las artes y
la industria, emancipación de la mujer, empezaron a ser enseñados a
obreros y campesinos en centros casi clandestinos. Ayudaron a eso el
teatro, muy importante cuando aún no existían la radio ni la tele, y la
gran difusión que la letra impresa, el libro, alcanzó por esa época, con
novelas y publicaciones de todas clases, que a veces lograban torear a
la censura. Se pusieron de moda los folletines por entregas publicados
en periódicos, y la burguesía y el pueblo bajo que accedía a la lectura
los acogieron con entusiasmo. De ese modo fue asentándose lo que el
historiador Josep Fontana describe como
«una cultura basada en la crítica de la sociedad existente, con una fuerte carga de antimilitarismo y anticlericalismo».
Y así, junto a los pronunciamientos militares hubo también estallidos
revolucionarios serios, como el de 1854, resuelto con metralla, el de
San Gil, zanjado con fusilamientos -el pueblo se quedó solo luchando,
como solía-, y creciente conflictividad obrera, como la primera huelga
general de nuestra historia, que se extendió por Cataluña ondeando
banderas rojas con el lema
Pan y trabajo, en anuncio de la que
iba a caer. Las represiones en el campo y la ciudad fueron brutales; y
eso, unido a la injusticia secular que España arrastraba, echó al monte a
muchos infelices que se convirtieron en bandoleros a lo Curro Jiménez,
pero menos guapos y sin música. Toda aquella agitación preocupaba al
poder establecido, y dio lugar a la creación de la Guardia Civil:
policía militar nacida para cuidar de la seguridad en el medio rural,
pero que muchas veces fue utilizada como fuerza represiva. La monarquía
se estaba cayendo en pedazos; y las fuerzas políticas, conscientes de
que sólo un cambio evitaría que se les fuera el negocio al carajo,
empezaron a aliarse para modificar la fachada, a fin de que detrás nada
cambiase. Isabel II sobraba, y la palabra
revoluciónempezó a pronunciarse en serio. Que ya era hora,.
TÍTULO: REVISTA XL SEMANAL PORTADA - Laurel Holloman Actriz,.
Laurel Holloman - foto
Laurel Lisa Holloman es una actriz y pintora nacida en
Estados Unidos, quien se hizo famosa por su interpretación de Tina Kennard en la serie
The L Word
y por su participación en el film "Incredibly True Adventure of Two
Girls in Love" (La increíble y verdadera historia de dos mujeres
enamoradas).
Biografía
Nació el 23 de mayo de
1971 en Chapel Hill (Carolina del Norte),
Estados Unidos. Cursó estudios de Arte Dramático en
Londres. En el año 1994 se estableció en la ciudad de
Nueva York, donde participó en las obras "The heart is a lonely hunter” y “Night swim”.
Contrajo matrimonio el 13 de julio de 2002 con Paul Macherey, con
quien tuvo una hija que nació en el otoño del 2004. El embarazo fue
incluido en la trama de la segunda temporada de la serie
The L Word,
en la cual encarna a una bisexual que, junto a su pareja, busca ser
madre. El 25 de Marzo de 2008, adoptó junto a su esposo una segunda hija
llamada Nala Belle. La pareja ha presentado una solicitud de divorcio.
A sus participaciones ya mencionadas se le suma la interpretación del
personaje de Justine Cooper en la serie "Angel", su tercera temporada
Entre sus aficiones se encuentran el
snowboard, la escultura y la pintura dentro del arte abstracto. Es bisexual.
Filmografía
- La verdadera e increíble historia de dos mujeres enamoradas (1995)
- El precio del amor (1995)
- No te fíes de tu novia (1996)
- Volviendo a casa (1997)
- Boogie Nights (1997)
- Virginidad (2000)
- Alone (2001)
- Popcorn Shrimp (2001)
No hay comentarios:
Publicar un comentario