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jueves, 3 de febrero de 2022

España Directo -'Nadia', el submundo mafioso de Moscú ,. / Mi casa es la vuestra - Ana Belén Bolaños , . Viernes- 4- Febrero . / Detrás del muro - PÁGINA DOS - Estrella Rodríguez Báez ,. / ANTENA 3 TV - MASTERS DE LA REFORMA - Una empresa plantea invertir 150 millones en Cijara en una hidroeléctrica reversible,. / Jordi Évole y Lo de Évole - Luis Casas y Antonio Verde,.

  TITULO:España Directo -'Nadia', el submundo mafioso de Moscú  ,.

'Nadia', el submundo mafioso de Moscú  ,.

 Nadia', el submundo mafioso de Moscú | Televisión | EL PAÍS

foto / Cada vez está más clara la importancia de las series de ficción para comprender la actualidad mundial. Series como la estupenda Seduciendo a un asesino (HBO Max) permiten constatar el grado de autocrítica de una sociedad desarrollada, en este caso, la británica, al comprobar, y denunciar, las artimañas policiales para resolver en falso unos crímenes. La autocrítica, generalmente ignorada, mide correctamente el grado de madurez social y, sobre todo, la honestidad de sus dirigentes.

 

TITULO: Mi casa es la vuestra -  Ana Belén Bolaños , .Viernes - 4- Febrero,.

Viernes - 4 - Febrero a las 22.00, en Telecinco, foto,.

 Ana Belén Bolaños,.

 

«Mi hijo tiene una enfermedad mental y como madre me quedo sin armas»,.

Ana Belén Bolaños ha esperado diez años a tener el diagnóstico de su hijo: trastorno obsesivo compulsivo. Ahora, tiene que esperar otros tres para que un tribunal médico valore su grado de discapacidad,.

Ana Belén Bolaños,.

De muy pequeño, el hijo de Ana Belén Bolaños se lavaba las manos constantemente, no soportaba que nadie tocase sus juguetes sin haberse lavado las manos antes y cerraba todas las puertas. Era, lo que ella llamaba, «sus peculiaridades», aunque ya intuía que algo no iba bien. Después empezaron los vómitos, que era la manera en que su hijo mostraba el nerviosismo ante cualquier cambio o situación que le generase inseguridad.

A los seis años llegó la primera visita al psiquiatra, pero no ha sido hasta diez años después cuando, por fin, Ana ha podido ponerle nombre a las fobias, miedos y vómitos de su hijo, que le han llevado primero a reducir su jornada laboral y, finalmente, a abandonar su trabajo para atenderlo.

Trastorno múltiple y complejo del desarrollo, que se manifiesta en un trastorno obsesivo compulsivo, agravado con un cuadro ansioso-depresivo. Ese es el diagnóstico que se encontró el pasado mes de diciembre, seguido de un pronóstico que le ha cambiado las prioridades: que la salud mental de su hijo le condicionará de por vida.

«Debe iniciar los trámites para pasar por el Cadex –Centro de Atención a la Discapacidad–», recogía su psiquiatra la última vez que lo vio. Era el 9 de diciembre y el 20, su madre estaba registrando la solicitud para que un tribunal médico valorase el grado de discapacidad de su hijo. Transcurrido un mes, llamó para ver cómo iba el procedimiento. «Me contestaron que están atendiendo ahora expedientes de octubre de 2019. Me parece una barbaridad, en tres años la cabecita de un adolescente puede tener tantos desaciertos. Estamos hablando de un problema de salud mental, qué cuadro tengo que tener en mi casa para que me escuchen», dice entre la indignación y la urgencia de un futuro inmediato que no sabe cómo abordar.

«Este año termina cuarto de la ESO, sé que no puede seguir en Bachillerato pero tenemos que elegir un ciclo formativo o un oficio que pueda desarrollar. No puedo trabajar mientras que siga así, pero tampoco podré seguir pagando sus terapias. Necesito que al niño lo valoren y poder tener ayudas que le faciliten el día de mañana», reclama.

Su grito de auxilio llega una década después de un camino de visitas al psiquiatra, terapias psicológicas, psicóticos y antidepresivos. «Siempre le han restado importancia. Ha crecido con obsesiones, manías, vómitos y a eso se le suma que su padre nos dejo de querer, porque me dejó de querer a mí y de rebote al niño y eso ha sido otro agravante».

Con el cambio de pediatra, a los seis años le derivan por primera vez a Salud Mental para tratar su problema con la alimentación que, su madre, resume así: «No es anorexia, no es bulimia pero el niño vomita cada vez que una situación le genera ansiedad. Durante cuatro años fuimos cada quince días a que la enfermera de Salud Mental le pesase, le midiese y le diera pautas para comer».

Vómitos, sudores, tics

Pasado ese tiempo recibió el alta tras lograr que los vómitos remitieran, pero volvieron con el cambio del colegio al instituto. Y con ellos, explica Bolaños, «un sinfín de cosas nuevas como morderse las uñas, un tic en la pierna, sudores, insomnio y dolores de cabeza y nuevas obsesiones como que sus compañeros de clase estaban pendientes de las señales de su cuerpo o el miedo a los espacios cerrados y a morir con la pandemia».

«He renunciado a mi familia y he dejado de trabajar para cuidarle y aportarle mi energía para que remontase»

El mundo de Ana, auxiliar de Enfermería de 40 años, cada vez se reducía más a él. «Tengo una niña de cuatro años que me demanda menos atención que su hermano. He renunciado a mi vida de pareja, he ido reduciendo mi jornada laboral hasta dejar de trabajar para cuidarlo e intentar aportar toda mi energía y cariño a remontar su seguridad en sí mismo y a hacerle sentir bien, en definitiva, a ser feliz que es lo que deben ser los adolescentes a su edad».

Además de su tiempo, invierte su dinero en terapias privadas porque en Salud Mental lo ven cada seis meses. Acude en la Fundación Sorapán a terapia psicológica y a otra de refuerzo educativo; va a fútbol en la escuela de Fernando D'Amico y sigue una terapia virtual con una psicóloga para tolerar la comida.

«Con el corazón en un puño»

Con 16 años su hijo tiene autonomía, pero sabe que no puede estar solo. «Lo dejo cada lunes con el corazón en un puño con vómitos en la puerta del instituto, a veces a mitad de mañana me llaman para que lo recoja y si no, tengo que acercarme porque se le ha olvidado la medicación, un libro o el dulce del recreo. Después, las visitas al psiquiatra que no son como ir a empastarse una caries y las terapias por las tardes. No puede coger un autobús porque se desorienta», enumera.

Hace justo un mes que Ana sabe exactamente qué le pasa a su hijo. Si antes su obsesión era que acabara la ESO, ahora lo académico ha pasado a un segundo plano. «Mi prioridad es que se recupere emocionalmente, pero necesito ayuda. Llevo toda la vida luchando contra los que tendrían que haber estado a mi lado, los pediatras y los profesores que lo han tratado como si fuera normal cuando no lo era, diez años para un diagnóstico y ahora me dicen que tres años para que me lo valoren. Mi hijo tiene una enfermedad mental y yo como madre me quedo sin armas».

 

TITULO: Detrás del muro - PÁGINA DOS - Estrella Rodríguez Báez   ,.

PÁGINA DOS -   Estrella Rodríguez Báez    ,.

Martes -1- Febrero a las 22:00, en La2, foto,.

 Estrella Rodríguez Báez ,.

Los educadores sociales queremos formación para prevenir suicidios,.

Estrella Rodríguez, de Apeixex, que trabaja en un instituto, cree que abordar la salud mental en adolescentes es ahora el principal desafío,.

 Estrella Rodríguez Báez es educadora social en el IES Arroyo Harnina de Almendralejo. /Gloria Casares

Desde la salud mental, lo cual incluye el suicidio, al uso de drogas, el acoso, la violencia de género o la homofobia. «La mayoría de los problemas de la sociedad tienen traslado a los jóvenes y nosotros tratamos de ayudar desde los institutos», resume Estrella Rodríguez Báez, educadora social con más de 17 años de experiencia –ahora en el instituto Arroyo Harnina de Almendralejo– que reivindica su profesión como personal educativo, no de administración y servicios, estatus que tienen en la actualidad.

Según cuenta, en ocasiones esta condición laboral los deja con las manos atadas a la hora de acceder a todos los recursos existentes. «Durante el confinamiento había instrucciones para todo el mundo menos para nosotros, que no podíamos comunicarnos con los alumnos por la plataforma Rayuela», pone como ejemplo esta educadora social que pertenece a Apeixex (Asociación profesional de Educadores Sociales de Institutos de Secundaria de Extremadura), creada en 2018.

Como antecedentes, recuerda que su figura en los institutos de Secundaria de la región se remonta a 2002, cuando se suprimió la EGB y los adolescentes empezaron a ingresar dos años antes en Secundaria y la Junta de Extremadura fue pionera en introducir nuevos perfiles en estos centros escolares. Eran tiempos en que aún no se había extendido el uso del móvil y las drogas eran la amenaza más visible que se cernía sobre los jóvenes. A lo largo de dos décadas la cartera de servicios del educador social ha ido aumentando y atienden desde cuestiones que tienen que ver con el absentismo a, sobre todo, resolución de conflictos.

Por el camino han irrumpido las redes sociales con los riesgos que conllevan y su última tarea es coordinar los planes de Igualdad, pero si hay ahora un desvelo de su colectivo Rodríguez señala los suicidios en adolescentes. «El problema –dice Estrella Rodríguez– es que es un tema del que no se habla y necesitamos formación, tanto el profesorado como los educadores sociales. Necesitamos formación en salud mental, cada vez salen más casos de niños con trastornos y medicación y no siempre sabemos cómo proceder. Para mí es un reto aprender a prevenir el suicidio en los centros, la tercera causa de muerte en estas edades».

El otro gran desafío para su colectivo –prosigue esta educadora social– son las redes sociales. «Ahí hay de todo, desde violencia de género a acoso o educación sexual, en la que hay mucho trabajo que hacer».

Pandemia y ansiedad

Por otro lado, afirma que la pandemia actual está haciendo mella en todos los segmentos de la población y los adolescentes no son ajenas. «En los últimos dos años no habíamos atendido nunca tantos casos de ansiedad y de trastornos mentales en edades de entre 12 y 16 años. Muchos tenían miedo a coger la covid y si notaban algún síntoma sufrían crisis de ansiedad. Están más sensibles y vulnerables, lo cual se manifiesta en llantos o temblores al afrontar exámenes. Últimamente ha habido más aislamiento, en la adolescencia es cuando más importancia tienen los amigos y los adultos aplaudían que los alumnos no salieran de casa. Lo han pasado mal y no tiene nada que ver que estén conectados por los móviles porque nada sustituye a un abrazo, una mirada o unas risas en persona».

Colaboración

De manera general, Estrella Rodríguez señala que la actitud de los padres es colaborativa salvo en dos cuestiones: casos de acoso escolar y de conducta contra las normas del profesorado. «Ahí los padres se colocan en frente la mayoría de las veces y no están de acuerdo con la opinión del centro. Además, observo que enseguida tienen en la boca la palabra 'denunciar' y quieren ir a la Policía o la Guardia Civil en lugar de solucionar el conflicto con la mediación».

Dice esta educadora que gran parte de su trabajo se basa en intentar llegar a acuerdos. «Por eso es importante que se nos den herramientas y se nos considere personal educativo. Nuestra petición, que ya se la hemos trasladado a la Junta, no tiene nada que ver con el salario sino con que nos impidan formarnos, nos reconozcan esos créditos y que nos den herramientas para trabajar en primer línea. Tenemos nuestro título, hemos hecho nuestra oposición y no somos personal de administración y servicios sino educadores», reivindica Rodríguez.

«Cada vez hay menos miedo a revelar la orientación sexual»

Cuenta Estrella Rodríguez que la homofobia existe aún en los centros de secundaria, pero paralelamente ha observado menos complejos en los adolescentes al expresar su identidad sexual. «Cada vez hay más casos de alumnos con problemas de identidad sexual y aunque sigue habiendo homofobia, hoy manifiestan antes y con menos miedo su orientación sexual. No significa que cada vez haya más tolerancia, pero sí que se ha normalizado más ser gay, se lleva más como un orgullo y no se esconde tanto porque se ha hecho mucha campaña sobre esto».

En las dos décadas que lleva como educadora social también ha visto una evolución de los padres en este ámbito: «Están más abiertos a las diferentes opciones. Pocos lo hablan en el centro porque muchos alumnos no tienen conflicto, y los que lo tienen los padres no hablan directamente del tema, pero en general se ven cada vez padres más tolerantes y abiertos», afirma. 

 

TITULO: ANTENA 3 TV  -  MASTERS DE LA REFORMA - Una empresa plantea invertir 150 millones en Cijara en una hidroeléctrica reversible,.

El Lunes -7- Febrero a las 22:45 por  Antena 3, foto,.

 

Una empresa plantea invertir 150 millones en Cijara en una hidroeléctrica reversible,.

La planta tendría 100 MW de potencia y no afectaría al embalse porque el agua se reutilizaría,.

Nueva inversión en materia energética en Extremadura. La empresa andaluza Magtel, que ha desarrollado varios proyectos en la región, planea la construcción de una central hidráulica reversible en el pantano de Cijara, una actuación para la que estima un presupuesto de 150 millones de euros.

La entidad ha iniciado ante el Ministerio para la Transición Ecológica los trámites ambientales para una planta de 100 megavatios de potencia. El emplazamiento elegido se sitúa en la zona norte del embalse, en unos terrenos que corresponden al término municipal de la localidad cacereña de Alía (a cuatro kilómetros del núcleo de poblacion Pantano de Cijara) y la toledana de Sevilleja de la Jara, en el límite entre Extremadura y Castilla-La Mancha.

La tramitación se ha puesto en marcha con el documento ambiental inicial, paso previo al procedimiento de evaluación de impacto ambiental ordinaria. Se trata por tanto de una iniciativa que está aún en sus primeros pasos.

Una central hidroeléctrica reversible consiste en aprovechar el agua de un embalse para turbinar, como se hace tradicionalmente, pero después el recurso se bombea para elevarlo al punto de origen y tener de ese modo la capacidad para generar energía de nuevo.

La planta contaría con una balsa superior de cerca de 24 hectáreas de extensión, situada a una cota de 631 metros y con una capacidad de 3,25 hectómetros cúbicos. Desde esta instalación, y con un salto bruto máximo de 225 metros, partiría una tubería de algo más de un kilómetro de longitud hasta el espacio subterráneo, de 40 metros de longitud, donde se ubicaría la tecnología necesaria para la generación de electricidad (denominado central en caverna). La instalación se completaría con una toma inferior de captación de agua en el embalse de Cijara en la cota de 395 metros.

Las instalaciones se encuentran al norte del pantano, en los términos municipales de Alía y Sevilleja de la Jara

El proyecto de Magtel también incluye una subestación de transformación de la energía generada que estaría conectada a la central a través de un pozo de cables y un tramo subterráneo. Conectaría con una línea aérea de evacuación de 8,7 kilómetros de longitud para volcar la producción en la red.

El documento inicial destaca que el funcionamiento de esta planta no supondría pérdida de agua para el embalse de Cijara, debido a que una central reversible reutiliza el recurso que necesita para turbinar.

El trabajo recoge que el presupuesto estimado rondaría los 121,4 millones de euros sin IVA (con el 21% correspondiente se acercaría a 150 millones). El plazo de ejecución de las obras sería de tres años, con una media de 220 operarios al mes y picos de más de 300. Durante la vida útil de la central, fijada en 50 años, se prevé la creación de doce puestos de trabajo.

Energía limpia y almacenable

El proyecto recuerda que la Comisión Europea publicó en el año 2020 un estudio sobre la importancia del almacenamiento de energía para asegurar el suministro eléctrico, y más concretamente el papel de las soluciones innovadoras como el aprovechamiento hidroeléctrico de bombeo o reversible.

Asimismo, indica que pese a ser un sistema utilizado desde hace varias décadas en el sector, actualmente se está apostando por la innovación para combinar la generación de electricidad por fuentes renovables (que presentan alta variabilidad por depender de las condiciones meteorológicas) con el almacenamiento a gran escala de los excedentes que se producen. En ese marco surgen proyectos como la combinación de plantas convencionales con la instalación de baterías.

Para los promotores de este tipo de proyectos, las centrales hidroeléctricas reversibles cumplen con ese propósito, ya que permiten almacenar agua en las horas de menor actividad para generar energía durante las horas de mayor demanda. De esa forma, funcionan como enormes pilas naturales.

A esto se suma además la obligación de reducir las emisiones contaminantes e impulsar las energías con fuentes renovables, lo que en España llevó a la aprobación del Plan nacional integrado de energía y clima. La memoria del proyecto añade que ese documento asigna a las centrales hidroelécticas 16 gigavatios de potencia instalada, de los que 9,5 serían para tecnología de bombeo o reversible. Para Magtel, la construcción de una planta como la que plantea en el embalse de Cijara sería fundamental para conseguir esos objetivos ambientales.

En Extremadura no es el único proyecto de este tipo, ya que en 2020 Iberdrola también inició los trámites ambientales para una hidroeléctrica reversible de 440 megavatios entre los pantanos de Alcántara y Cedillo.

 

TITULO: Jordi Évole y Lo de Évole -   Luis Casas y Antonio Verde ,.

 Este domingo -6- Febrero , a las 21.30, La Sexta emite la última entrega de la primera temporada de 'Lo de Évole', dirigido y presentado por el propio Jordi Évole., foto,.

  Luis Casas y Antonio Verde,.

El Centro de Cirugía de Mínima Invasión y Fundecyt intercambian sus directores,.

Luis Casas y Antonio Verde seguirán ocupando altos cargos en estas dos fundaciones,.

Luis Casas Luengo (izquierda) y Antonio Verde Cordero (derecha)./HOY

Luis Casas y Antonio Verde,.


Hay cambios en dos de las principales fundaciones de Extremadura: Fundecyt y el Centro de Cirugía de Mínima Invasión Jesús Usón. El CCMI tenía como director gerente a Luis Casas Luengo, que ahora dirigirá Fundecyt. Ese puesto antes lo ocupaba Antonio Verde Cordero, que ahora se pondrá al frente del CCMI.

Son decisiones que han tomado los patronatos de ambas fundaciones y está previsto que sea aprobado por el Consejo de Gobierno tras las correspondientes comparecencias en la Asamblea de Extremadura.

Este diario publicó en 2021 los problemas del CCMI con varios de sus extrabajadores por litigios laborales. En uno de ellos, el que generó más polémica, un juzgado de Cáceres anulaba la sanción de empleo y sueldo que la entidad había impuesto a un trabajador que advirtió del trato que recibía del director científico Francisco Miguel Sánchez Margallo.

El Centro de Cirugía de Mínima Invasión suma litigios con al menos seis extrabajadores

El exempleado remitió al director gerente, Luis Casas, un correo comunicando «una situación de acoso laboral» que, según afirmaba, «venía sufriendo por parte de Sánchez Margallo».

El juez condenó a la Fundación CCMI por sancionar sin motivo al trabajador y consideró que fue «una represalia», por lo que obligó a abonarle 6.000 euros por daños y perjuicios.

Ante preguntas de este medio por si el cambio de dirección en el CCMI tuviera relación con los problemas laborales que ha habido en dicho centro, la Junta se limita a contestar que «los cambios obedecen a razones para desempeñar con éxito los retos y objetivos de las fundaciones». Añaden que «la confianza en ambos candidatos es máxima».

Casas Luengo es licenciado en Derecho y antes de incorporase al CCMI ocupó cargos como el de director de la Oficina de Extremadura en Bruselas. Además, ya fue director de Fundecyt entre 2003 y 2009.

Verde Cordero es doctorado en Derecho y su labor profesional ha estado muy ligada a la Universidad Autónoma de Madrid. Fue en la primavera de 2009 cuando le nombraron director general del Parque Científico y Tecnológico de Extremadura y desde 2013 está al frente de la fundación en la que se fusionaron Fundecyt y el Parque Científico y Tecnológico de Extremadura (Pctex).

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