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viernes, 7 de agosto de 2020

REVISTA FARMACIA - Al amor por la frustración,. / CAFE, COPA Y El desafío de la Extremadura rural ,. / Documental - La Prórroga . / El escarabajo verde - Una historia cervantina ,./ Días de cine clásico - Cine - Històries de Filadelfia , , Miercoles -5- Agosto ,./ Un país para escucharlo - El himno libertario de una generación,.

TITULO: REVISTA FARMACIA - Al amor por la frustración,.


Una secuencia de la película 'Hannah y sus hermanas'./

Al amor por la frustración,.

Una secuencia de la película 'Hannah y sus hermanas'.

'Hannah y sus hermanas' y la infelicidad,.

Resultat d'imatges de revista farmaciaHay una forma simple de definir a Woody Allen: ha cogido todas las crisis posibles de una persona media y las ha convertido en obras de arte. En 'Hannah y sus hermanas' lleva este talento hasta cotas difíciles de repetir. Hay amor, soledad, desesperación, miedo a la muerte... y humor. Probablemente, sin el humor nadie soportaría ese mundo hipocondríaco y lamentable de Allen. Y mucho menos, las relaciones conflictivas de personas que, como afirma el psicólogo y terapeuta Jaime Burque, están atrapadas «en una búsqueda de la felicidad a lo grande que se ha convertido en una carga, en una obligación».
La historia de 'Hannah y sus hermanas' –película que ganó tres Oscar en 1987– es una telaraña de pasiones y frustraciones. Hannah (Mia Farrow) está casada con Elliot (Michael Caine), que, a su vez, está enamorado de la hermana de su esposa, Lee (Bárbara Hershey). Ella también siente algo por Elliot, pero vive con un anciano pintor (Max von Sy¬dow). La segunda hermana de Hannah, Holly (Dianne Wiest), es un catálogo de fracasos: ha sido adicta a la cocaína, actriz a la que nadie contrata, empresaria de 'catering' con una socia a la que no aguanta y, sobre todo, una solitaria incapaz de encontrar el amor. Y ahí está Woody Allen, que interpreta a Mickey, el exmarido de Hannah, un hipocondríaco en busca del sentido de la vida que incluso abandona su trabajo tras creer que padece un tumor mortal.
La gran historia de amor de este filme se desencadena al final, cuando dos personajes frustrados como Mickey y Holly superan sus traumas y se descubren el uno al otro –tras una primera cita de cortarse las venas– y se casan. Y aquí van un par de guiños para cinéfilos: en la película tiene una de sus primeras apariciones –ape¬nas unos segundos– Julia Louis Drey¬fuss, una de las mejores actrices cómicas norteamericanas, conocida por sus papeles en las series 'Seinfeld' y 'Veep'. Y, además, la madre de Mia Farrow en la cinta lo interpreta su madre real, Maureen O'Sullivan, la Jane del Tarzán clásico, el de Johnny Weissmuller. Woody Allen la representa como una mujer mayor que se niega a asumir su edad y coquetea con jovencitos, al tiempo que bebe como una adolescente en pleno botellón.
Porque toda la película, según afirma Burque, nos habla de la aceptación de nuestras limitaciones como pasado imprescindible para encontrar el amor, el talento o la calma. «Estamos ante un universo de personas que se sienten obligadas a ser felices y dan palos de ciego para ello. Sienten una obligación, definida por la sociedad, de ser felices de una determinada manera, a lo grande», asegura. Desde su experiencia como terapeuta, revela que muchos de los pacientes a los que trata son «personas que lo tienen todo pero son infelices. Entre otras cosas, están tiranizados por esa imposición social de alcanzar la felicidad extrema, cuando a veces lo natural es aceptar que estar triste o descorazonado es normal».

El sentido de la vida

Mickey, el personaje al que da vida Woody Allen, representa en este sentido el prototipo de persona que solo aprenderá a vivir dichoso cuando acepte la muerte. «Tras pasarse toda la película buscando un sentido a la vida por miedo a morir, se da cuenta de que está dejando pasar oportunidades y que tiene que aceptar que algún día desaparecerá. Holly, que se convertirá en su esposa, ha vivido un viaje similar. Tras unos cuantos fracasos, decide apostar por su carrera de escritora y olvidarse de caminos que no le conducían a ningún sitio». Hay una frase que resume esta situación y que pronuncia Allen al comienzo de la trama: «Esta mañana estaba muy contento pero no lo sabía».
El castigo de la obligación de ser feliz
El castigo de la obligación de ser felizEl aburrimiento puede ser aceptado y bueno. Para el psicólogo y terapeuta Jaime Burque, en 'Hanna y sus hermanas' puede verse a un grupo de personas atrapadas en la búsqueda de algo que no saben qué es. «Esta es una de las enfermedades de nuestra época. No sabemos estar tranquilos con nososotros mismos porque nos han hecho creer que necesitamos alcanzar una especie de felicidad suprema. Necesitamos estímulos constantes que, en algunos casos, nos imponen ensimismarnos con el móvil para no enfrentarnos a nuestros pensamientos».
Somos como somos, y eso es bueno. Los personajes de la película se ponen en cuestión continuamente y no dudan en afirmar que la falta de confianza en ellos mismos les lleva a sufrir. «Cuestionarse a uno mismo es positivo, pero de ahí a convertirlo en una obsesión hay una gran diferencia. Uno de los grandes logros de la aceptación es entender que somos como somos», afirma el experto.
El futuro, ese enemigo. Burque destaca la actitud del personaje interpretado por Woody Allen: «Se pasa la mitad de la película imaginándose su muerte y experimentando enfermedades que no padece. Su visión del futuro es dañina, porque consiste en adelantar males que no han sucedido»,.

    TITULO: CAFE, COPA Y   El desafío de la Extremadura rural ,.


La despoblación ya amenaza a las ciudades extremeñas | HoyEl desafío de la Extremadura rural,.


foto / En el pasado, cada pueblo tenía un médico, hoy la situación es crítica. Toda Extremadura se enfrenta a una escasez de personal médico, pero la situación es aún más tensa en las zonas rurales. Una situación que refuerza la desigualdad de acceso a la atención entre la gran ciudad y lo rural, donde los retrasos y las distancias para concertar citas se están alargando.
La vacante comercial, es decir, la tasa de locales vacíos, alcanza el 10% en los centros urbanos de las ciudades medianas (frente al 6,6% en promedio a nivel nacional), según cifras del sector. O sea, calles vacíaS. Estas ciudades medianas (10), de 20 a 100.000 habitantes, representan el 50% de la población extremeña y el 49,3% del empleo (63,3% empresas de servicios), mientras enfrentan dificultades significativas, especialmente con una tasa de pobreza del 31.5%, contra el 20,7% a nivel nacional. Los empresarios extremeños deben reclamar urgentemente al Gobierno la creación de un consejo asesor empresarial debido a esta pandemia.
Las subvenciones han traído dinero, sí, pero también han implantado en esta tierra una mentalidad que no trae nada bueno. Y ahora, encima, se acaban. Los vecinos ricos se van de la comunidad (UK) y los nuevos vecinos no pueden pagar derramas (Rumanía). Mal asunto.
Los municipios rurales sufrirán estos recortes de frente. Las nuevas leyes territoriales se guían por la idea de que 'lo grande es bello' y que solo las metrópolis son tierras de innovación, lo cual está mal. Esta creencia y la actual racionalización favorecida por las medidas recientes, amplían la brecha entre los lugares de poder y lo rural. Estos desarrollos también contribuyen a reducir las asignaciones financieras de los municipios pequeños, que se han vuelto desfavorables para los alcaldes rurales. Las ciudades y el campo deben ser iguales para formar asociaciones. La «desertificación rural» es, ante todo, la desaparición, la miseria total.
Camine por las comunidades rurales y busque cabello que no sea gris. Se convierte en un verdadero desafío. Por lo tanto, es natural que las grandes inversiones que necesitan que los clientes sean rentables tarden más en llegar. Cuando no hay o hay pocos clientes, solo hay unos pocos proveedores. Ha sido así durante 200 años. Por lo tanto, el discurso de políticos es deshonesto porque saben muy bien que esta «fractura» solo puede cambiar si la actividad que crea riqueza vuelve a crecer en los territorios rurales. Tan pronto como esto suceda, todos se apresurarán a proporcionar los servicios necesarios.
Las metrópolis que concentran la riqueza a través de impuestos e instalaciones ahuyentan los ingresos promedio y se vuelven más pobres. Solo los muy ricos y los beneficiarios de viviendas sociales terminarán viviendo allí. Los extremeños en las zonas rurales no son españoles de segunda clase, sino españoles de pleno derecho, son personas valientes para vivir en condiciones que a veces son difíciles para trabajar y moverse, pero la situación actual es problemática porque la gente rural se siente descuidada en beneficio de las ciudades. Triste España que rechaza en el olvido y la miseria estas campañas que hicieron su grandeza.
¿Cómo llegamos aquí? En Extremadura cerramos una escuela en las provincias porque falta un estudiante, para poder asignar dos o tres maestros para 12 estudiantes en los suburbios. Líneas de ferrocarriles que se están reduciendo, escuelas rurales que se están cerrando con su procesión de servicios públicos que también se están yendo, carreteras que se están deteriorando, hospitales que se están cerrando, una pobreza que existe, pero difícil de identificar. Si las pequeñas ciudades rurales también hubieran recibido todos los miles de millones invertidos en los suburbios en los últimos 40 años, ¡podrían haber lanzado proyectos importantes para reparar sus centros urbanos a fin de evitar la desertificación de los habitantes y las empresas!
Como me dijo un agricultor, al enterarse de que el vagón que viajaba vacío todos los días iba a ser eliminado «si ya no pasa, cómo sabría qué hora es». Si las 'pequeñas líneas' ya no son frecuentadas, esta es la consecuencia, entre otras. La concentración excesiva de poblaciones en las grandes ciudades es una locura que me recuerda a la Torre de Babel. Como dijo Alphonse Allais, ya es hora de poner las ciudades en el campo.

TITULO: Documental - La Prórroga,.

La prórroga,.

LA PRÓRROGA (ed. Integral). Norma editorialQueda mucho camino para descifrar sobre una sociedad que sale, no más fuerte como dice la publicidad oficial, sino rodeada de inseguridades, de zozobras en lo económico y de no atreverse a apostar por el futuro,.


foto / La vida siempre sorprende. Tal vez esa sea la condición consustancial del existir. Somos pájaros sin alas cuyas rutas de migración no están definidas y, el llamado destino, en realidad significa transitar por espacios sin brújulas. Y aceptando todo ello como propio de la condición humana, si una infección colectiva asola a nuestro mundo, algo no estrenado en los circuitos neuronales se despierta para ponerse en marcha. En pocos meses hemos sido testigos de capítulos y escenarios aterradores. Una guerra civil sin fusiles ni dinamita nos ha cercado y muchos de los nuestros, de los próximos y de los lejanos, han transitado de esta vida a la otra, huérfanos de caricias. Fueron trances amargos, pordioseros de esa mano familiar que clama para sentir los benditos afectos postreros. Sí, porque cuando lo irremediable llega, cuando la luz se apaga y el mercurio deja de ser activado por el latido templado que nos acompañó siempre, se precisa un naroy al que amarrar los instantes finales.
Para que no nos podamos escapar por la gatera de la indiferencia, la tragedia se ha domiciliado atizándonos a todos, al tiempo que un inhabitual destello de solidaridad nos ha hermanado. Testigos fuimos de un mutismo total en torno al agonizante, tan solo asistido de lejos por la limosna entintada de un obituario. No sé usted, amable lector, pero en mí ha aparecido un escozor atizándome al ánimo. Repaso la nómina de quienes son parte ineludible de nuestra geografía física y emocional, y compruebo, comprobamos, cómo aquellos que ocuparon un sitial en nuestro corazón han sido derrotados, por la carencia de un antídoto de laboratorio, que hubiera achicado la gravedad del drama. Conozco vecinos que, sometidos al cautiverio, no se han repuesto de esa quietud de cuartel o de mazmorra, y han continuado paralizados cuando los barrotes les dejaban salir. Sé, además, los nombres de otros que... no hablan. Cuando esto escribo Inés Jimeno se despide muda, por el efecto penitenciario de la pandemia. Es como si su mundo interior hubiera volado los puentes con el mundo exterior. A todos nos han alcanzado las noticias. A veces caen los admirados, cercanos o lejanos. Tengo en mi ordenador correos ¡hola Diego Hidalgo! que pueden electrocutar la serenidad al narrar su padecimiento por la covid-19. En estos meses la parca parece haber cambiado la simbólica guadaña por un estilete invisible para propiciar un adiós sin despedidas. A la cruel tortura del mal general se le ha añadido un hondo silencio en el alma de los que se quedan. Y es que esa amarga soledad ha dejado escudriñar un tañer almohadillado. Miro y remiro. Y no sé definir las claves de nuestra propia reacción humana. Hemos visto tanatorios improvisados que alteran la manivela de las imparables cavilaciones. Y funerales donde, en un luctuoso drama que no sé calificar, se percibía el semblante extraño de los escasos asistentes. Hay un run-run interno que nos lanza mensajes difusos. Estas tragedias presentes parecen impropias en un mundo exitoso en las ciencias, creído de que todo lo puede. Un mundo, inimaginable hoy, trae escenas nuevas que en nada se parecen a las tragedias que escribieron los griegos, ni vemos en el recuento literario de las últimas décadas.
Tengo la oculta sensación, y así quiero confesarla, que al ver tanto desatino amargo y amarillo, pareciera como si los que seguimos siendo espectadores, gozáramos de una prórroga incierta e inquietante. Pues ni siquiera abriendo las rejas y cerrando las monstruosas morgues, nos hemos aliviado del todo. Quedan en las retinas, allá al fondo, la visión patética de un conglomerado de angustias donde las almohadas estaban fabricadas de témpanos.
Conozco vecinos que, sometidos al cautiverio, no se han repuesto de esa quietud de cuartel y han continuado paralizados
Sostengo un barrunto interno al creer que, de este trallazo atizado sobre las espaldas del sentir colectivo, surgirá un campo nuevo para que psicólogos, sociólogos, literatos y médicos, intenten explicar lo que nos ha pasado a los supervivientes, al ver cuartearse los cimientos del publicitado Estado del Bienestar. Queda mucho camino para descifrar sobre una sociedad que sale, no más fuerte como dice la publicidad oficial, sino rodeada de inseguridades, de zozobras en lo económico y de no atreverse a apostar por el futuro. El azote no se ha ido del todo y lo notamos todavía acechar cerca. Parece como si la fragilidad y el riesgo se hubieran convertido en compañeros de viaje.
¡Ojalá amanezca pronto!,.

TITULO:  El escarabajo verde -Una historia cervantina,.

Una historia cervantina,.

La Sociedad Cervantina de Alcázar publica en su web una ...foto / CADA vez que leo algo de Cervantes, me trastoca todos los planes columnarios (de la columna). Tenía yo bien pergeñado el asunto de esta semana, y va el Manco de Lepanto, ese sí que pasó crisis económicas y de las otras, y nunca se quejó, y va, decía, y me pone patas arriba lo ideado: un ensayo sobre cómo los antaño preteridos informadores de la socioeconomía se han ido adueñando de los medios en general y de la prensa en particular, de modo y manera que hoy no eres nadie en el mundo del periodismo si no hablas del estado de la cosa: ruinoso, por supuesto. En efecto, cuando yo era mozo, había una sección en los periódicos intitulada 'Economía y Trabajo', que venía en las páginas de atrás, cerca de los deportes y por ahí. Pues bien, prueba de lo que digo es que, en estos días pandémicos, la noticia princeps no es la cara A del virus (contagiados, ingresados, hospitalizados y por ahí seguido), sino la cara B, o sea, los destrozos que el mismo ha producido sobre el tejido económico, qué ganas me entran de confinarme de nuevo, no huyendo del 'corona', no; sino del fin del mundo que pronostican los informadores de la sección en cuestión que, dado su cariz actual (anteayer llegó a límites paroxísticos), yo la titularía 'Ruina y Paro', o 'Hambre y miseria'. O todo junto.
¿Que yo estoy negando el cierre de miles de empresas? Calla, mujer. ¿Que yo estoy negando que el paro va a llegar al 30%? Calla, hombre. Yo lo que pretendo es criticar sañudamente el ensañamiento apocalíptico que ciertos sabios idiotas (no son incompatibles) trasmiten día sí y día también. Pero no crean que todos los expertos son cretinos, no. Miren lo que me dijo cuando la crisis anterior, que tampoco fue manca, uno que era normal: «Mira, Agapito: los problemas económicos de España son los de un país rico». ¿Es pobre, acaso, la cuarta economía del euro? No busque usted por ahí fuera: ¡somos nosotros! Pues según los agoreros, somos los más desgraciados del mundo.
Desocupado y paciente lector, fíjese si seremos pobres, que miles de mujeres y hombres provenientes de países opulentos tienen que venir a realizar los trabajos que los millones de desempleados españoles no pueden hacer, porque su inanición física se lo impide. Pero no crea usted que está todo perdido. En contra de lo que piensan los amargados acomodados, hay un rayo de esperanza. Y aquí es donde aparece la verdadera, veraz y verídica 'aventura' cervantina (digna de ser glosada por Cervantes), y que no ha sido recogida por ningún medio de comunicación. Ninguno. Sucedió no ha muchos días en Almería. Cierto ciudadano del lugar, cuando se dirigía a cobrar el ingreso mínimo vital, giró sobre sus pasos y se fue a pedir trabajo a los invernaderos donde trabajan los temporeros. Por lo visto, para no levantar sospechas, simuló el habla de los rumanos.

 

TITULO:  Días de cine clásico - Cine -  Històries de Filadelfia  ,    , Miercoles -5- Agosto  ,.

  Este miércoles  -5- Agosto  a las 22:00 en La 2 de TVE, foto,.

 

Reparto
 
 
 
La mansión de los Lord se prepara para celebrar la segunda boda de Tracy Lord (Katharine Hepburn) con el rico George Kittredge (John Howard). Para inmortalizar los festejos una pareja de periodistas, Macauley Connor (James Stewart) y Elizabeth Imbrie (Ruth Hussey), son invitados especialmente por C.K. Dexter Haven (Cary Grant), el primer marido de Tracy. 
 
 
 
 

TITULO:   Un país para escucharlo  -El himno libertario de una generación,.


Un país para escucharlo - El himno libertario de una generación ,.


Este martes 4 de Agosto , a las 23.00 por  La 2, foto.

El himno libertario de una generación,.

'A cántaros'. El extremeño Pablo Guerrero publicó en 1972 su primer disco, que lo situó como uno de los cantautores de referencia del panorama nacional,.

Pablo Guerrero, en uno de sus primeros conciertos. / HOY
Pablo Guerrero, en uno de sus primeros conciertos.

Tiene que llover, tiene que llover, tiene que llover» cantaba Pablo Guerrero (Esparragosa de Lares, 1946) en 'A cántaros' (1972). Es evidente que mucho ha llovido en este país desde entonces, aunque habría que preguntarle al propio autor si tanto como a él le hubiese gustado.
El extremeño había salido a la palestra tres años antes, en el Festival de Benidorm. Allí ganó el premio a la mejor letra con 'Amapolas y espigas'. Publicó algunos sencillos más, pero su salto definitivo llegó con su primer LP, 'A cántaros', en 1972. La canción principal, que en un primer momento se titulaba 'Tú y yo, muchacha, estamos hechos de nubes' pero que finalmente acabó adoptando el mismo nombre que el disco, se ha sacralizado como uno de los himnos libertarios de aquella generación que pedía a gritos la llegada de la democracia.
La letra es un canto a las ganas de vivir, al anhelo de la vida en libertad. Empieza igual que su título original: «Tú y yo, muchacha, / estamos hechos de nubes, / pero ¿quién nos ata? / pero ¿quién nos ata?». Su fascinación por la poesía desde niño queda reflejada en cada una de sus composiciones, sin dejar de lado su espíritu crítico. La primera estrofa termina así: «Que es tiempo de vivir / y de soñar / y de creer».
Eran los últimos años de la dictadura franquista, y la sociedad lo palpaba: «Pero tú y yo sabemos / que hay señales que anuncian / que la siesta se acaba», escribe Guerrero, que apela a estar preparado para esos cambios: «Ten tu barro dispuesto, / elegido tu sitio / preparada tu marcha». Él simboliza con la llegada de una tromba de agua la profunda transformación que necesitaba España: «Y que una lluvia fuerte, / sin bioenzimas, claro, / limpiará nuestra casa». Por eso tenía que llover, tenía que llover... A cántaros.
Compositor. El extremeño Pablo Guerrero recibió un homenaje en 2017 en Cantautaria II, el Festival de Cantautores de Cáceres.
Compositor. El extremeño Pablo Guerrero recibió un homenaje en 2017 en Cantautaria II, el Festival de Cantautores de Cáceres.
Este tema, que se convirtió en todo un símbolo de protesta para los jóvenes, le hizo ganarse un hueco entre los cantautores más importantes de lengua castellana del momento y le llevó a tocar en el mítico teatro Olympia de París, donde grabó un disco en directo. 'A tapar la calle', 'Los momentos del agua' o 'Toda la vida es ahora' fueron algunas de sus siguientes publicaciones. alternative textEn el año 2000, recibió la Medalla de Extremadura por parte de la administración regional como reconocimiento a su extensa trayectoria. Guerrero nunca olvidó su tierra natal, cuyas raíces están muy presente en todas sus creaciones.
Con el inicio del nuevo siglo, decidió explorar también su faceta como poeta y publicó varios obras en verso.
31 de diciembre de 1974.
En 2018, este periódico le distinguió como uno de los tres Extremeños de HOY de ese año, junto a Álvaro Martín y a Ana Peláez, por su encarecida defensa de la libertad.
En sus últimas apariciones en los medios de comunicación, el cantautor ha reconocido que, a pesar de que ha pasado ya casi medio siglo desde su lanzamiento, 'A cántaros' sigue estando de rabiosa actualidad: la sociedad necesita que siga lloviendo, aunque ahora las formas de dominación contra las que luchar sean más implícitas.
 

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