TITULO : LA HORMA DE MI ZAPATO, EL OBJETO Y YO, ZAPATILLAS VIEJAS - MORTADELO Y
FILEMÓN - Revista Grada - Los años de plomo italianos ,.
Los años de plomo italianos
Mañana se cumple medio siglo de la fundación de las Brigadas Rojas, la banda que sobrecogió al mundo con el crimen de Aldo Moro,.
En
Italia, la novela policiaca constituye, tanto por su nivel de ventas
como por su capacidad de renovación, uno de los sectores más dinámicos
de la edición. Al igual que en España, resulta un género que, más que
ningún otro, permite a sus autores ejercer la crítica social. Por lo
tanto se podía esperar que narrara la “gran ola revolucionaria y
creativa, política y existencial” (1)
que barrió la península italiana entre los últimos años de la década de
los sesenta y finales de los setenta. Década que fue bautizada
posteriormente como los “años de plomo”. Un tema traumático que sólo la
novela policiaca aborda dentro de la literatura italiana, aunque muy
parcialmente...
Los
“años de plomo”… Una expresión mediática que sirve sobre todo para
olvidar. Olvidar que los más mortíferos atentados indiscriminados fueron
obra de fascistas vinculados a sectores de los servicios secretos y del
poder, y que sus ordenantes, como la mayoría de los ejecutores, jamás
fueron condenados. Olvidar el carácter exorbitante de la represión
judicial que cayó sobre el movimiento de la izquierda radical. Olvidar
sobre todo que miles, y quizá millones de ciudadanos en Italia vivieron
durante años en profunda oposición con el “país viejo”. Por su carácter
de masa, por su duración y su profundidad, se trató sin duda del más
amplio movimiento social anticapitalista de la posguerra. Fuera de la
obra de Nanni Ballestrini, y de algunos pasajes en la de Erri de Luca,
no se puede decir que la literatura italiana haya dado cuenta de ese
contexto que marcó tan profundamente la reciente historia de ese,.TITULO: Documental - El papel del maestro ,.
El papel del maestro,.
Crónicas mínimas,.
Segundo Santos ha dedicado toda su vida profesional al papel hecho a mano, trabajando para artistas en los mejores tiempos o vendiendo libros y todo tipo de objetos cuando vinieron mal dadas. Se ha jubilado, pero cada día acude al taller,.
Habría que comenzar explicando cómo se elabora el papel a mano en Europa, aunque ahora abundan los vídeos y resulta sencillo encontrar información. Una mezcla de fibras vegetales, las más empleadas son una mezcla de algodón y lino, sosa cáustica para cocerlas y una máquina llamada pila holandesa, inventada en el siglo XVII, que lo tritura todo hasta lograr una pasta que pasa a un tanque donde se recogen las fibras deshilachadas con un tamiz, llamado forma. Luego se prensa y se seca. Segundo, a finales de los setenta, vio que podía ganarse la vida así porque no quería seguir como delineante y pidió consejo a su amigo el pintor Fernando Zóbel, quien hizo las veces de 'youtuber' de la época y le regaló un libro titulado 'Cómo hacer papel en la cocina de casa'.
La
práctica se transformó en una odisea en la que «usaba la máquina de
triturar carne, la de hacer los chorizos, con las primeras plantas que
encontré y luego había que cocerlas en sosa cáustica…». No resultó muy
adecuado para el entorno doméstico y pronto hubo de buscar un taller
donde trabajar; en el que sale, en un NO-DO de la época, joven, con el
pelo negro, explicando cómo era su trabajo: «Se ve cómo estoy colgando
las hojas a secar en el patio, eran para el pintor Eusebio Sempere. Por
la noche cayó una tormenta y las destruyó».
Segundo recuerda el pasado, cuando el negocio entró en crisis y puso «una tienda en la calle Mayor en la que vendía todo tipo de objetos de papel, incluso lámparas». Y luego comenzó con los libros, el primero hace casi treinta años. «Hacía alguno para regalar a clientes y como me pedían más empecé a distribuirlos por toda España y a viajar, siempre en tren o autobús, porque tienes que hacer el seguimiento de lo que vendes». También aquí jugó en la división de honor, con Ángel González, Antonio Gamoneda, Clara Janés o Benjamín Prado, entre otros. Libros con tiradas de treinta o cuarenta ejemplares. Un trabajo duro. Muchos, en realidad. Y ahora no tanto. Ya jubilado sigue yendo cada día, incluso los fines de semana, y disfruta de hacer las cosas sin presión.
Este maestro sin discípulos rememora como si fuera hoy aquella mañana en que su tía le llevó al Corte Inglés de Madrid, tenía cuatro o cinco años, y le compró un cuaderno para su primer día en la escuela «y luego me dijeron que no valía porque no tenía marcadas las rayitas». Habla de sus lugares favoritos, «librerías, museos y bares», del injusto uso lingüístico de la palabra papel -«lo mismo te dicen te voy a empapelar o, por ejemplo, aquel es un sin papeles... me parece muy cruel esa expresión, cuando igual te estás refiriendo a alguien que es ingeniero»- y de la historia: «El papel siempre ha sido estratégico, si se acaba el papel se acaba el mundo». También de los nuevos tiempos, tan ajenos a lo imperecedero -«piensa que en los soportes de escritura todos los materiales perduran»- y de aquel puñado de artistas de vanguardia que puso a Cuenca en el mapa, la ciudad de la que dice «tiene buena fama y hace poco por conservarla». Trabajar con ellos fue un reto personal. «Ocurre lo de siempre, cuanto más importantes son las personas mejor y más sencillo resulta».
En la pared frente a su mesa hay una foto de su familia, otra de sus amigos de ojos rasgados y un pequeño retrato con dedicatoria que le hizo Zóbel. Y su mirada vuela de nuevo a Oriente, donde estuvo para rodar una película que nunca ha visto entera. Quedaron en enviarle una copia pero nunca llega, presentaron una parte en Venecia y le llevaron al estreno, pero «el interés era solo presentarla, allí todo es desmesurado y a mayor gloria del imperio». Habla con admiración de aquellos hombres que cargan pesados fardos de corteza de morera y paja de arroz, de la perfección de sus técnicas, de la dignidad que otorgan a un trabajo que llevan dos siglos haciendo, de ese sentido del tiempo aprendido entre las gruesas paredes del taller o en el espacio abierto de los largos viajes en bicicleta de los que también ha disfrutado, paseos en los que te diriges, cita a Berger, al lugar en el que «el cielo hace promesas a la tierra».
Aprendió a hacer papel en su casa gracias a un libro que le regaló el pintor Fernando Zóbel
Recuerda cómo hubo de buscar incluso en la
Enciclopedia de Diderot enseñanzas sobre el oficio y aclara que «lo
explica muy bien, pero cuenta cómo hacer papel en el siglo XVIII, que no
es algo muy complejo, aunque una cosa es hacer una hoja de papel y otra
es hacer unas cuantas para un fin concreto». No es hombre de darse
importancia, pero siempre ha trabajado para los mejores: Chillida,
Tàpies, Muñoz, Saura, Torner, Zóbel... «Un amigo me dice que siempre he
jugado en Primera y le recuerdo que es cierto, pero de utillero»,
sonríe.Promesas del cielo
El taller de Segundo es un oasis poblado de máquinas, papeles y libros. Haría falta uno de muchas páginas para ir anotando los elementos de ese hermoso caos creativo que se logra en lugares así. El espacio es fresco, un bajo cedido por la iglesia de San Felipe Neri, una joya de decoración rococó. Una de tantas en Cuenca. En este lugar de techos bajos y suelo irregular se disfruta eso que solemos llamar paz. Tiene puesto en un reproductor de cedés el segundo movimiento de la sinfonía número 3 de Górecki, una música conmovedora cuya letra es una oración escrita en la pared de una cárcel de la Gestapo, una banda sonora delicada para un trabajo que se fundamenta en el detalle. El tacto, el olor, la textura del papel. El sonido de un plumín deslizándose sobre la superficie.Segundo recuerda el pasado, cuando el negocio entró en crisis y puso «una tienda en la calle Mayor en la que vendía todo tipo de objetos de papel, incluso lámparas». Y luego comenzó con los libros, el primero hace casi treinta años. «Hacía alguno para regalar a clientes y como me pedían más empecé a distribuirlos por toda España y a viajar, siempre en tren o autobús, porque tienes que hacer el seguimiento de lo que vendes». También aquí jugó en la división de honor, con Ángel González, Antonio Gamoneda, Clara Janés o Benjamín Prado, entre otros. Libros con tiradas de treinta o cuarenta ejemplares. Un trabajo duro. Muchos, en realidad. Y ahora no tanto. Ya jubilado sigue yendo cada día, incluso los fines de semana, y disfruta de hacer las cosas sin presión.
Este maestro sin discípulos rememora como si fuera hoy aquella mañana en que su tía le llevó al Corte Inglés de Madrid, tenía cuatro o cinco años, y le compró un cuaderno para su primer día en la escuela «y luego me dijeron que no valía porque no tenía marcadas las rayitas». Habla de sus lugares favoritos, «librerías, museos y bares», del injusto uso lingüístico de la palabra papel -«lo mismo te dicen te voy a empapelar o, por ejemplo, aquel es un sin papeles... me parece muy cruel esa expresión, cuando igual te estás refiriendo a alguien que es ingeniero»- y de la historia: «El papel siempre ha sido estratégico, si se acaba el papel se acaba el mundo». También de los nuevos tiempos, tan ajenos a lo imperecedero -«piensa que en los soportes de escritura todos los materiales perduran»- y de aquel puñado de artistas de vanguardia que puso a Cuenca en el mapa, la ciudad de la que dice «tiene buena fama y hace poco por conservarla». Trabajar con ellos fue un reto personal. «Ocurre lo de siempre, cuanto más importantes son las personas mejor y más sencillo resulta».
En la pared frente a su mesa hay una foto de su familia, otra de sus amigos de ojos rasgados y un pequeño retrato con dedicatoria que le hizo Zóbel. Y su mirada vuela de nuevo a Oriente, donde estuvo para rodar una película que nunca ha visto entera. Quedaron en enviarle una copia pero nunca llega, presentaron una parte en Venecia y le llevaron al estreno, pero «el interés era solo presentarla, allí todo es desmesurado y a mayor gloria del imperio». Habla con admiración de aquellos hombres que cargan pesados fardos de corteza de morera y paja de arroz, de la perfección de sus técnicas, de la dignidad que otorgan a un trabajo que llevan dos siglos haciendo, de ese sentido del tiempo aprendido entre las gruesas paredes del taller o en el espacio abierto de los largos viajes en bicicleta de los que también ha disfrutado, paseos en los que te diriges, cita a Berger, al lugar en el que «el cielo hace promesas a la tierra».
Peter Falk, el teniente Colombo y el perro - Un cazador de piezas mayores ,. . , fotos,.
Un cazador de piezas mayores,.
La investigación de Yves Bertossa puede dar la clave para armar una causa judicial contra el Rey emérito,.
Se conocieron en 2005, en una finca de Toledo, durante un festival de tiro. Ella estaba casada; él, también. No tardaron en iniciar una relación ciega a los ojos del mundo. Ella rompió su matrimonio, pero trató de mantener el apellido y el título de princesa y él encontró en su nueva conquista la horma del zapato para sus negocios, hasta el punto de que en 2007 ella, Corinna Larsen –también conocida por matrimonio como Corinna Adkins y Corinna zu Sayn-Wittgenstein–, le representó a él, el rey Juan Carlos, en un encuentro con el príncipe saudí Alwaleed bin Talal, presidente de la Kingdom Holding Company, para tratar la creación de un Fondo de Inversión Hispano-Saudí en materia de Infraestructuras y Energía. La cita fue reconocida y respaldada por el Gobierno entonces presidido por José Luis Rodríguez Zapatero, que hizo acompañar a la noble alemana por el embajador español en Arabia Saudí, Manuel Alabart.
En 2007 don Juan Carlos era incuestionable. Un jefe de Estado sin tacha. Gozaba la monarquía de la aprobación del pueblo, con un índice de popularidad que ahí tocó techo. Ese año se completó la familia con la llegada de la octava nieta, la infanta Sofía. Y también comenzó el divorcio en diferido de la infanta Elena de Jaime de Marichalar. También ese año estalló el 'caso Palma Arena', al descubrir el recién constituido Gobierno balear, presidido por el socialista Francesc Antich, un sospechoso descuadre de más de 50 millones de euros en las cuentas del recién inaugurado polideportivo. Aquella causa fue el germen del 'caso Nóos', otro principio del fin para la ejemplaridad de la monarquía.
Fue también en 2007 cuando el Rey nombró un interventor para llevar la gestión económica, financiera, presupuestaria y contable de la Casa Real. El elegido, el experto en Derecho Administrativo Óscar Moreno Gil. ¿El motivo? «Una decisión burocrática», respondió en su día la Zarzuela, descartando así que tuviera algo que ver con las peticiones de algunas formaciones políticas para fiscalizar los presupuestos destinados a la Jefatura del Estado. Ese mismo año don Juan Carlos encargó a Dante Canónica, siempre según la versión de este abogado, crear una estructura para transferir una importante donación –de 100 millones de dólares– que iba a recibir del rey Abdalá de Arabia Saudí (fallecido en 2015).
Y en 2007, Yves Bertossa fue elegido fiscal tras unos años ejerciendo la abogacía en el bufete que montó con otra colega, Hayat-Bertossa. Hoy, con 46 años, es la bestia negra de don Juan Carlos. La vida de uno y otro cambiaron el día en que se cruzaron sus caminos. Dicen que Bertossa guarda bajo llave la documentación con los datos bancarios que demostrarían que el emérito, hoy fuera de España empujado por la presión, ocultó durante años a Hacienda una millonaria fortuna. Y esa documentación es la que aguardan las autoridades españolas para poder armar la causa contra quien fue jefe de Estado durante casi cuatro décadas. Se habla incluso de que podría remitirla esta semana. Pero se comenta también que el fiscal suizo es remiso a compartir su trabajo, dado que la apertura de una causa en España podría entorpecer su investigación.
La realidad es que hasta la fecha Bertossa tan sólo ha remitido los testimonios de Arturo Fasana, Dante Canónica o Corinna Larsen, a quienes este fiscal –al que definen como un activista que busca cambiar el mundo– interrogó a finales de 2018. Esta documentación, según fuentes jurídicas, versa en su mayor parte sobre el periodo comprendido entre 2003 y 2012. En ese tiempo, y hasta 2014, don Juan Carlos era inviolable. Falta, por tanto, la información sobre las pesquisas que Bertossa abrió por blanqueo y fraude fiscal, después del registro hace dos años del despacho en Ginebra de Fasana, gestor contable del rey emérito.
Pujol y Falciani
Aún con carrera por delante, Bertossa es consciente de que don Juan Carlos es una pieza mayor y que esta investigación le ha catapultado a otra dimensión. Él se encarga desde 2018 de los casos complejos, de investigar el blanqueo de capitales de testaferros de grandes fortunas. Su misión es verificar el comportamiento de las entidades financieras y desterrar la idea de que Suiza es un paraíso fiscal. Él fue, por ejemplo, el receptor de la comisión rogatoria en la que se pedía información sobre las cuentas del clan Pujol y sacó a la luz un fondo de 18 millones a nombre de Jordi Pujol Ferrusola. Entre sus trofeos de caza también se encuentra el hijo del dictador Gadafi, el expresidente de Ucrania Yanukóvich, un ministro de Hacienda francés o el registro de la sede de Ginebra del banco HSBC tras la difusión de la lista Falciani.Pero la causa de don Juan Carlos es mayúscula. Hace ahora dos años, después de escuchar la conversación de Corinna con el excomisario José Manuel Villarejo y conocer que el Rey emérito podría tener cuentas bancarias en Suiza, ordenó la entrada y registro de la firma Rhône Gestion en Ginebra, fundada por Fasana en 1984, donde se incautó de documentación sobre dos fundaciones vinculadas a don Juan Carlos: Lucum y Zagatka. De la primera salieron los 65 millones de euros que recibió Corinna. Y el conocimiento de ambas por parte de don Felipe fue lo que llevó al Rey a repudiar a su padre y retirarle la asignación pública. Ahora el futuro del emérito está en manos de un fiscal que difícilmente deja escapar una pieza que se le ponga a tiro.
TITULO: HOY LE TOCA - Los Reyes visitaran Ibiza antes de finalizar su estancia en Palma' ,.
Los Reyes visitaran Ibiza antes de finalizar su estancia en Palma' ,.
foto / Los reyes, en la última actividad oficial de su estancia en Baleares,
visitarán este lunes Ibiza para respaldar los esfuerzos de las
instituciones y sectores económicos de la isla ante la pandemia de
coronavirus y promocionar el turismo.
La primera parada de don Felipe y doña Letizia será una visita a la
necrópolis fenicio-púnica de Puig des Molins, considerada como la más
extensa y mejor conservada de la antigüedad en todo el Mediterráneo.También conocerán el museo situado junto al yacimiento y que es un centro de interpretación de la huella fenicia, púnica y romana de la isla.
Desde allí, los reyes se trasladarán hasta la localidad de San Antoni, el segundo municipio más poblado y turístico de Ibiza para dar un paseo por algunas de sus calles.
Durante la jornada, Felipe VI y la reina estarán acompañados, entre otras autoridades, por la presidenta de Baleares, Francina Armengol, y la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto.
Don Felipe y doña Letizia regresarán a Palma a última hora de la tarde, y el martes emprenderán viaje de regreso a Madrid dando por finalizada su estancia veraniega en Baleares.
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