TITULO:
Cena con mamá - Alice Campello . , Viernes -7- Agosto ,.
Viernes -7-Agosto a las 22:00 en La 1, foto.
Alice Campello ,.
La publicación de Alice Campello que hace que todos se pregunten lo mismo: "¿Gemelos?",.
La modelo e influencer italiana ha compartido en las últimas horas una instantánea de su embarazo cuyo título ha generado mucha expectación.
El embarazo de Alice Campello es uno de los temas que más
expectación están generando en redes sociales durante las últimas
semanas. La influencer italiana y Álvaro Morata forman uno de
los matrimonios más seguidos y la reciente noticia de que muy pronto
ampliarán la familia no dejó indiferente a nadie. Además, acostumbran a
compartir cada novedad con sus seguidores y en las últimas horas una
simple instantánea podría ser tomada como una pista clave de su
embarazo.
Después de una semana de vacaciones en Italia disfrutando del Mediterráneo y de unos días de desconexión tras el final de temporada, Alice Campello y Álvaro Morata regresaron a Madrid para afrontar el regreso de la Champions League y también la recta final de su embarazo. No han sido unos días fáciles ni tampoco lo serán los siguientes, puesto que el bebé que está en camino está dando algo más de guerra que sus hermanos.
Los más rápidos han comenzado muy pronto a comentar la instantánea preguntándose algo que cada vez más fieles compartirían: "¿Tendrás gemelos?", "¿O mellizos?". La expectación en cuanto al embarazo de Alice Campello ya era más que palpable aunque en las últimas horas se ha acentuado por esta duda de si el pequeño Edo, del que ya hablan y al que ya esperan sus hermanos, podría venir al igual que ellos acompañado de una niña. No habría que descartar tampoco que se trate simplemente de una confusión de estos seguidores -que no han sido precisamente pocos- y que la italiana se refiera a ella misma y a su pequeño en camino.
TITULO: Imprescindibles' estrena en La 2 - Muere el pianista Leon Fleisher, el Obi-Wan Kenobi que tocaba con una mano ,. ,. Domingo -9- Agosto,.
En la columna, Ross citaba al pianista, compositor, director de orquesta y maestro, un virtuoso como pocos, capaz de superar la adversidad de perder la movilidad de su mano derecha y seguir tocando, componiendo piezas sólo para la izquierda: "Hay tan pocas notas, pero tantas implicaciones", le dijo entonces.
"También era un buen tipo. Un buen amigo que se rió de todos mis chistes. Lo extrañaré, pero la melodía perdura", concluye Julian sobre la pérdida de su padre.
Norteamericano de origen judío, Fleisher (San Francisco, 1928), comenzó sus estudios de piano con solo cuatro años y a los ocho ya había debutado con público. Tocó a los 16 con la New York Philharmonic: fue un niño prodigio aceptado en sus clases nada menos que por Artur Schnabel, y también estudió con Maria Curcio, última pupila del anterior.
Fue una figura imprescindible de la interpretación pianística durante los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, hasta que en 1964 tuvo que dejar de tocar por una grave lesión.
Estaba convencido de que él mismo había forzado el problema por practicar en exceso, ya que años después declararía que se pasaba más de ocho horas al día "aporreando teclas de marfil".
El dolor y la incapacidad abocaron en una depresión que le hizo pensar en el suicidio; afortunadamente, optó por desarrollar sus cualidades musicales y técnicas por otros caminos y se dedicó de lleno a la enseñanza. De hecho, su hijo ha comentado que hasta la semana pasada siguió dando alguna de sus clases.
En los años setenta y ochenta fue profesor en el célebre Centro de Música de Tanglewood, donde fue director artístico entre 1986 y 1997, y también en el conservatorio de Peabody de Baltimore.
Allí, Fleisher se convirtió en un gran pedagogo, y sus discípulos, que lo adoraban, se referían a él como el "Obi-Wan Kenobi del piano", por el viejo y sabio yedi de Star Wars.
Treinta años después, en 1994 y tras sufrir una enfermedad neurológica, siguió un tratamiento experimental con inyecciones de Botox que le permitió reanudar su carrera como pianista a dos manos, aunque, según él mismo confesó, nunca llegaría a estar curado del todo.
En 2003, volvió al Carnegie Hall para dar su primer recital a dos manos en más de tres décadas, obteniendo un éxito clamoroso.
También publicó un libro de memorias titulado "My Nine Lives: A Memoir of Many Careers in Music" (2010), con la colaboración de la crítica musical Anne Midgette, en el que ahonda en la depresión que le causó abandonar el piano y cuenta cómo el mismo amor a la música fue quien que lo rescató de la autodestrucción completa.
En él, Fleisher reconoció que la incapacidad de su mano derecha finalmente le dio una vida musical mucho más variada de la que podría haber tenido si hubiera podido seguir una carrera convencional como pianista virtuoso.
TITULO:
De seda y hierro - Aprender a convivir con covid . ,. Domingo -9-Agosto,.
Mirar
hacia los tiempos en los que el coronavirus siquiera era una palabra
conocida, ni una realidad pandémica, no hace más que estancarnos e
invertir energía mental en lo que ya no es. Ahora hay que aprender a
vivir con la covid-19. Y es aquí donde nos vemos en la necesidad de
poner el foco en el presente, con el objetivo de intentar manejar la
nueva realidad, esta nueva convivencia con el coronavirus, un nuevo
miembro del planeta que, por ahora, ha decidido convivir con nosotros.
El coronavirus se presentó con una buena dosis de incertidumbre. Parece no ser nada claro en sus intenciones. Eso nos engendra una mayor sensación de intranquilidad anticipándonos a todo lo que pueda ocurrir de ahora en adelante, lo que nos hace aprender a vivir con la incertidumbre y con el descontrol.
Grandes rebrotes en ciudades y pueblos, vacunas que todavía tardarán en llegar, reaperturas que solo afectan el control de la pandemia. El coronavirus está ganando y no hay más remedio que aprender a vivir con él hasta, por lo menos, que una vacuna efectiva esté lista para su distribución a nivel mundial.
Mientras tanto, está la parte futura, en la que nos esforzamos en intentar predecir el futuro y lo que va a ocurrir, por lo que nos vemos en una lucha desesperada de la mente de tener todo bajo control. No obstante, ese escenario en lugar de tranquilizarnos, nos genera aún más intranquilidad ya que estamos continuamente preparándonos para la nueva realidad de convivir con el coronavirus, los brotes, los contagios diarios, etc. Tendremos que aprender a vivir con él... incluso en lugares donde parecía que ya estaba controlado.
Después de una semana de vacaciones en Italia disfrutando del Mediterráneo y de unos días de desconexión tras el final de temporada, Alice Campello y Álvaro Morata regresaron a Madrid para afrontar el regreso de la Champions League y también la recta final de su embarazo. No han sido unos días fáciles ni tampoco lo serán los siguientes, puesto que el bebé que está en camino está dando algo más de guerra que sus hermanos.
Un título que ha dado pie a una posible confusión
Sin embargo, en las últimas horas parece que va cogiendo peso la teoría de que Alice Campello no estaría esperando un bebé sino que está volviendo a experimentar un embarazo con dos bebés en camino. "Ali & Edo" fue el título que decidió poner la italiana a su última publicación, en la que aparece ella luciendo tripa de embarazada mirando a cámara. Aunque no ha confirmado ni desmentido por el momento si está esperando sólo un bebé o dos, lo cierto es que el simple título ha generado muchas dudas en sus seguidores.Los más rápidos han comenzado muy pronto a comentar la instantánea preguntándose algo que cada vez más fieles compartirían: "¿Tendrás gemelos?", "¿O mellizos?". La expectación en cuanto al embarazo de Alice Campello ya era más que palpable aunque en las últimas horas se ha acentuado por esta duda de si el pequeño Edo, del que ya hablan y al que ya esperan sus hermanos, podría venir al igual que ellos acompañado de una niña. No habría que descartar tampoco que se trate simplemente de una confusión de estos seguidores -que no han sido precisamente pocos- y que la italiana se refiera a ella misma y a su pequeño en camino.
TITULO: Imprescindibles' estrena en La 2 - Muere el pianista Leon Fleisher, el Obi-Wan Kenobi que tocaba con una mano ,. ,. Domingo -9- Agosto,.
Domingo -9- Agosto a las 21:30 horas en La 2, foto,.
Muere el pianista Leon Fleisher, el Obi-Wan Kenobi que tocaba con una mano,.
El
pianista Leon Fleisher, que durante décadas tocó únicamente con la mano
izquierda a causa de una grave lesión en la derecha, ha muerto en un
hospital de Baltimore a los 92 años
El pianista Leon Fleisher, que durante décadas tocó únicamente con la mano izquierda a causa de una grave lesión en la derecha, ha muerto este domingo en un hospital de Baltimore a los 92 años, según ha informado su hijo Julian en un tuit publicado hace unas horas.
"Mi
padre murió hoy. El último de su clase, fue un monje que trabajó en la
Iglesia de la Música", dice su hijo, quien recomienda en el mismo tuit
la lectura de un artículo sobre su padre que escribió en 2004 el crítico
musical del New Yorker Alex Ross, "una hermosa pieza sobre él que todavía suena a verdad", señala Fleisher.En la columna, Ross citaba al pianista, compositor, director de orquesta y maestro, un virtuoso como pocos, capaz de superar la adversidad de perder la movilidad de su mano derecha y seguir tocando, componiendo piezas sólo para la izquierda: "Hay tan pocas notas, pero tantas implicaciones", le dijo entonces.
"También era un buen tipo. Un buen amigo que se rió de todos mis chistes. Lo extrañaré, pero la melodía perdura", concluye Julian sobre la pérdida de su padre.
Norteamericano de origen judío, Fleisher (San Francisco, 1928), comenzó sus estudios de piano con solo cuatro años y a los ocho ya había debutado con público. Tocó a los 16 con la New York Philharmonic: fue un niño prodigio aceptado en sus clases nada menos que por Artur Schnabel, y también estudió con Maria Curcio, última pupila del anterior.
Fue una figura imprescindible de la interpretación pianística durante los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, hasta que en 1964 tuvo que dejar de tocar por una grave lesión.
Estaba convencido de que él mismo había forzado el problema por practicar en exceso, ya que años después declararía que se pasaba más de ocho horas al día "aporreando teclas de marfil".
una depresión que le hizo pensar en el suicidio
Durante 30 años, el artista intentó recuperar la movilidad de todas las maneras posibles; incluso, confesó años más tarde, con inyecciones de lidocaína, diversas terapias de rehabilitación, psicoterapia y tratamientos de choque.El dolor y la incapacidad abocaron en una depresión que le hizo pensar en el suicidio; afortunadamente, optó por desarrollar sus cualidades musicales y técnicas por otros caminos y se dedicó de lleno a la enseñanza. De hecho, su hijo ha comentado que hasta la semana pasada siguió dando alguna de sus clases.
En los años setenta y ochenta fue profesor en el célebre Centro de Música de Tanglewood, donde fue director artístico entre 1986 y 1997, y también en el conservatorio de Peabody de Baltimore.
Allí, Fleisher se convirtió en un gran pedagogo, y sus discípulos, que lo adoraban, se referían a él como el "Obi-Wan Kenobi del piano", por el viejo y sabio yedi de Star Wars.
Treinta años después, en 1994 y tras sufrir una enfermedad neurológica, siguió un tratamiento experimental con inyecciones de Botox que le permitió reanudar su carrera como pianista a dos manos, aunque, según él mismo confesó, nunca llegaría a estar curado del todo.
Su documental, nominado al Oscar
Aún así, Fleisher continuó ofreciendo recitales y conciertos hasta prácticamente el final de su vida. Todo este recorrido quedó reflejado en el documental "Two Hands: The Leon Fleisher Story,", de Nathaniel Kahn, que logró una nominación al Oscar en 2006.En 2003, volvió al Carnegie Hall para dar su primer recital a dos manos en más de tres décadas, obteniendo un éxito clamoroso.
También publicó un libro de memorias titulado "My Nine Lives: A Memoir of Many Careers in Music" (2010), con la colaboración de la crítica musical Anne Midgette, en el que ahonda en la depresión que le causó abandonar el piano y cuenta cómo el mismo amor a la música fue quien que lo rescató de la autodestrucción completa.
En él, Fleisher reconoció que la incapacidad de su mano derecha finalmente le dio una vida musical mucho más variada de la que podría haber tenido si hubiera podido seguir una carrera convencional como pianista virtuoso.
TITULO:
De seda y hierro - Aprender a convivir con covid . ,. Domingo -9-Agosto,.
El Domingo -9- Agosto a las 20:20 por La 2, foto,.
Aprender a convivir con covid
El coronavirus se presentó con una buena dosis de incertidumbre. Parece no ser nada claro en sus intenciones. Eso nos engendra una mayor sensación de intranquilidad anticipándonos a todo lo que pueda ocurrir de ahora en adelante, lo que nos hace aprender a vivir con la incertidumbre y con el descontrol.
Grandes rebrotes en ciudades y pueblos, vacunas que todavía tardarán en llegar, reaperturas que solo afectan el control de la pandemia. El coronavirus está ganando y no hay más remedio que aprender a vivir con él hasta, por lo menos, que una vacuna efectiva esté lista para su distribución a nivel mundial.
Mientras tanto, está la parte futura, en la que nos esforzamos en intentar predecir el futuro y lo que va a ocurrir, por lo que nos vemos en una lucha desesperada de la mente de tener todo bajo control. No obstante, ese escenario en lugar de tranquilizarnos, nos genera aún más intranquilidad ya que estamos continuamente preparándonos para la nueva realidad de convivir con el coronavirus, los brotes, los contagios diarios, etc. Tendremos que aprender a vivir con él... incluso en lugares donde parecía que ya estaba controlado.
TITULO:
Noche Sexo - Monica y el sexo - La ermita que fue burdel, un decapitado... y el meón extremeño,.
El viernes -7- Agosto 0.40 / Cuatro, foto,.
La ermita que fue burdel, un decapitado... y el meón extremeño,.
El compañero Caridad se ha venido arriba. Ya ha dejado la silla de
ruedas y camina solo, poco a poco, con ayuda de un bastón. Se le ve cada
vez más seguro y con más fuerza, como pude comprobar.–Chacho, ¿Qué ha pasado?– Le pregunté extrañado el pasado lunes, cuando fui a verle.
–No sé. Creo que voy a salir del bache. Fíjate que hasta le he prometido a la Virgen de Guadalupe, que si me libra de esta, voy a ir andando a verle, si puede ser a partir del 6 de septiembre que empieza el Año Santo de Guadalupe. Y tú vete preparando que te vienes conmigo, y también el chispacero Guinea. Son cinco o seis días andando.
Desde que hizo la promesa es otro. Da gusto ver la ilusión y alegría con la que va planificando el viaje. «Mira – me dijo mostrando un gráfico del Camino de Cáceres a Guadalupe –. Salimos cada uno de nuestra casa tranquilamente, que es lo bonito, bien pertrechados con nuestras mochilas hacemos 11 kilómetros hasta Sierra de Fuentes. Allí dormimos y al día siguiente 32 kilómetros a La Cumbre. Al otro, otros 12 kilómetros y disfrutamos de Trujillo. Al siguiente día hacemos 12 kilómetros a Madroñera o 27 hasta Garciaz. Luego otra etapa de 29 kilómetros a Berzocana, y la última etapa del Camino son 22 kilómetros a Guadalupe. ¡Yo pago todo! Incluida la noche en El Parador de Guadalupe y la comida en la Hospedería del Monasterio cuando lleguemos». «No, hombre, no. De eso nada. Pagamos a escote», me atreví a decir, ingenuo de mí. Y entonces dio un bastonazo en la mesa del comedor tan fuerte, que partió el bastón y casi la mesa: «¡Qué pago yo! ¡Me caguen en sos! – dijo gritando – ¡Será por dinero! Si me habéis estado cuidando como si fuera un niño de teta».
Todo el tiempo está preparando el viaje. Decidió que en Cáceres teníamos que encontrarnos en la calle Caleros, en donde está la ermita del Vaquero, y salir desde allí, ya que esa había sido la casa de Gil Cordero, el hombre que en el año 1322 encontró la imagen de la Virgen de Guadalupe.
La tarde del viernes Caridad seguía con su monotema.
–¿Tú sabías que la casa de Gil Cordero en Cáceres fue un prostíbulo? – me preguntó.
–¡Qué va a saber! - dijo Sanjosé que se le dio por aparecer asustando al pobre Jack, el perro de Caridad.
–¡Pues sí que lo sé, listillo! – le dije al difunto – A principios del siglo XVII los vecinos de la calle Caleros, se quejaron al Ayuntamiento de que la casa del que consideraban un santo fuera un burdel, y el Ayuntamiento la compró y se convirtió en ermita. Aún estuve viéndola hace poco, para hacer un reportaje antes del confinamiento, y lo que me dio algo de repelús fue que en el retablo hay la imagen de un decapitado, que la verdad no sé quién será.
–¡Qué vas a saber! – aprovechó Sanjosé – Es San Jonás, del que se dice, equivocadamente, que introdujo el cristianismo en Cáceres en el siglo I, y que aquí fue decapitado, cuando nunca estuvo en España, y donde sí le cortaron la cabeza fue cerca de París, donde son más duchos en esas faenas.
Yo me callé y estuvimos viendo fotos de Guadalupe que había hecho Salvador Guinea hace dos meses, cuando estuvo allí un fin de semana con su novia. Me estaba reventando un poco Sanjosé, porque se pasaba de erudito, intentando dar una lección magistral de esta localidad, que es uno de los pueblos más bonitos de España, y cuyo Monasterio es Patrimonio de la Humanidad.
Vimos una fotografía de una curiosa fuente, en la que el caño sale de la entrepierna de una figura de piedra, y ya empezó Don Pelmazo.
–Es la Fuente del Ángel, una de las 17 fuentes que Guadalupe tiene en su casco urbano. Si Bruselas tiene su Manneken Pis ('el hombrecito que orina' en neerlandés) nosotros tenemos este ángel que orina, que es mejor que aquel.
–¡Anda ya! – le interrumpí con ganas – Vas a comparar el belga con éste, pero si está peor hecho.
–Porque el nuestro es de piedra y más antiguo, del siglo XVI, el otro es más moderno. El de Bruselas mide 60 centímetros y lo visten y desvisten como una muñeca de Famosa, que es lo que es.
–Una muñeca ¡Madre mía! –dije llevándome las manos a la cabeza – Pero si lo conoce todo el mundo.
–Por marketing. Lo ponen en un lugar vistoso y de vez en cuando lo roban para darle publicidad.
–Venga, venga – medió Caridad – Haya paz, que dentro de poco vais a estar haciendo juntos el Camino de Guadalupe.
–¡¿Qué?! – le miré extrañado – ¿Qué va a venir con nosotros? Sí, hombre, sí. Lo que nos faltaba: hacer el Camino con un difunto. Si quieres también vamos por los pueblos tocando la trompeta y con una cabra. No cuentes conmigo.
Me fui dando un portazo y, a las pocas horas, ya estaba arrepentido. No por perderme el viaje de balde (que también); sino porque, al igual que Caridad, he hecho la promesa de ir a pie a Guadalupe si salgo con vida de la pandemia que arrasa Cáceres... y no quiero ir solo.
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