TITULO: Comando actualidad - Frío y calor a la sombra de Putin , Jueves - 14- Abril ,.
Frío y calor a la sombra de Putin - Jueves - 14 - Abril , 23.40 - después de ‘Néboa’, en La 1 / foto,.
Frío y calor a la sombra de Putin ,.
Las sanciones internacionales por la invasión de Ucrania sacuden a los oligarcas rusos instalados en la desmesura,.
Son la corte del nuevo zar. Hijos de la Perestroika, pero sobre todo de la privatización desbocada que sucedió al desmoronamiento de la URSS. La clase dirigente que se sirve de su poder económico para influir en los cambios legislativos a mayor gloria de sus dividendos. No es que antes no hubiera millonarios en Rusia, pero los de ahora hacen alarde de ello después de protagonizar trayectorias meteóricas que empezaron cuando ocupaban los cuadros medios del partido y a menudo hunden sus raíces en el crimen organizado; cuando fábricas, astilleros, almacenes de armas y gasoductos cambiaban de manos a precios irrisorios.
Según el World Inequality Database, el 0,01% de la población concentra el 12% del patrimonio de Rusia. No es la nueva 'nomenklatura', precisa José María Faraldo, profesor de la Universidad Complutense y autor de 'El nacionalismo ruso moderno', porque no controlan el país. Lo hace Putin, que es quien ocupa la cúspide de ese poder piramidal y quien fija las reglas del juego; para muchos, otro oligarca instalado en la desmesura, aunque su forma de enriquecerse haya sido otra. Su desunión les impide, además, ser alternativa de poder.
Al detalle
117 magnates formaban en 2021 la clase multimillonaria de Rusia frente a los 99 de un año atrás. Su riqueza conjunta ascendía a 584.000 millones de dólares, según datos de la revista Forbes.
12% del patrimonio del país lo concentra el 0,01% de la población. La mayor parte de ese dinero está localizado en el extranjero.
La economía rusa se basa en la explotación de materias primas, en el acceso a recursos naturales prácticamente inagotables. Y es en este caldo de cultivo donde los oligarcas han hecho fortuna. Gas, petróleo, metales... también finanzas y medios de comunicación. Pero lo cierto es que fuera del país, nadie tiene lavadoras rusas, ni móviles rusos, ni coches rusos. La escasa presencia del sector servicios es un rasgo de la escasa modernización de su economía, «posiblemente el mayor fracaso de Putin», explica el experto de la Complutense, que atribuye la agresividad del líder a «su necesidad imperiosa de dejar un legado y el convencimiento creciente de que no será este, ya que aunque desde 2014 se ha abordado un proceso de reindustrialización este sólo atiende el consumo interno».
La guerra de Ucrania ha supuesto un duro varapalo para esta privilegiada casta. Los 117 multimillonarios de Rusia que figuran en la lista Forbes perdieron casi 90.000 millones de dólares en la segunda quincena de febrero, en plena ofensiva sobre Ucrania. 39.000 de ellos se volatilizaron en un solo día, después de que el índice Moex cerrase con una caída del 33% y el rublo se desplomase a un mínimo histórico.
Una 'ocurrencia' cara
¿Está haciendo esto mella en la adhesión al líder? Pese a alguna llamada aislada al entendimiento entre los pueblos cuesta encontrar voces que se desmarquen abiertamente, como Mordashov o Fridman. «Los hay que han llegado a perder 4.500 millones en un día y se puede inferir que muy contentos no están -desliza Faraldo-, máxime si lo ocurrido obedece a una ocurrencia que en absoluto comparten todos». Al margen del signo de la guerra, las sanciones se ceban en los oligarcas, que pagan con la incautación de sus aviones, propiedades inmobiliarias y la congelación de cuentas, mientras sus yates describen rutas erráticas ante la falta de un puerto amigo.
Suiza es clave: ha renunciado a su proverbial neutralidad y congelado activos multimillonarios, incluidos los del propio Putin. Pero los gobiernos de Occidente que se han propuesto asfixiar a esta elite no lo tienen fácil, atrincherada como está en una tupida red de sociedades 'offshore'. «Hay más dinero fuera de Rusia que dentro. Y eso es así porque llevan blanqueándolo desde los años 90, comprando de todo y en todos los países», coinciden los expertos.
Entre los destinos principales de su patrimonio están Reino Unido -al distrito de Belgravia se le conoce como 'Londongrado'-, pero también Catar y sobre todo Chipre, que en los primeros nueve meses de 2021 registró 7.042 millones de dólares en salidas y entradas netas de inversión extranjera directa en Rusia. Eso explicaría las reticencias de la isla mediterránea a sumarse a las medidas de castigo por la invasión de Crimea y ahora del resto de Ucrania.
Alexei Mordashov | Severstal, TUI, Banco Rossiya
25.700 millones antes de una guerra con la que discrepa
Fue de los primeros en recibir sanciones de la comunidad internacional por la invasión de Ucrania. No es de extrañar que cinco días después de estallar la guerra, el multimillonario que preside el conglomerado metalúrgico y energético Severstal saliese a la palestra rompiendo la disciplina impuesta por Vladimir Putin. «Es terrible que la gente sufra y que la economía se hunda, detengan este derramamiento de sangre».
Vladimir Potanin | El rey del níquel
La voz prudente que ha escapado de las sanciones
Preside el gigante de los metales Norilsk Nickel, es su mayor accionista y amasa una fortuna de 27.000 millones de dólares. Si estornuda, los mercados cogen pulmonía. Cerebro del sistema de privatizaciones que siguió al hundimiento de la URSS, tiene tanto poder que se atreve hasta con el nuevo zar. Ya le ha advertido que si confisca los activos de las empresas occidentales, «el país volverá a la revolución de 1917».
Alisher Usmanov | Metalloinvest
El magnate que empezó fabricando bolsas de plástico
Su vida da para un bestseller: 16.300 millones separan al chaval que cumplió 6 años en una prisión uzbeka y comenzó fabricando bolsas de plástico, del propietario del 'Dilbar', el yate más grande del mundo. También del oligarca señalado en la lista negra de los más sancionados. Por sus manos han pasado desde Gazprom hasta el Arsenal. Es dueño del conglomerado industrial Metalloinvest, de minas de cobre y negocios de telefonía.
Suleiman Kerimov | Polyus
Cómo sobrevivir al colapso de 2008 y hacerse de oro
Economista de formación, hizo fortuna comprando empresas que atravesaban problemas. Un tiburón de libro. También apostó por bancos de inversión como Morgan Stanley y Goldman Sachs antes del colapso financiero de 2008. Ahí le falló la intuición y perdió miles de millones. Sin embargo, no tardó en recuperarse. Ahora controla el 76% de Polyus, el mayor productor de oro de Rusia y preside también el grupo financiero Nafta Moscow.
Alexei Miller | Gazprom
El hombre que guarda la llave del gas y dispara la factura
Preside la empresa más grande de Rusia que es además el mayor proveedor público de energía del mundo. De ahí llega el 40% del gas que alimenta a la Unión Europea. El hombre que controla semejantes recursos energéticos no puede viajar después de las sanciones. Tampoco parece importarle. Es íntimo de Vladimir Putin: ambos de San Petersburgo, ambos hinchas del Zenit, propiedad, como no podía ser de otra forma, de Gazprom.
Igor Sechin | Rosneft
El exagente de seguridad al que apodan Darth Vader
Si Miller es el hombre del gas, Sechin lo es sin duda del petróleo. Al director ejecutivo de Rosneft, uno de los mayores productores de crudo, se le tiene por uno de los 'Siloviki', como se conoce a los hombres que medraron a la sombra de Putin después de sus años en el aparato de seguridad del Estado (su apodo es Darth Vader, por algo será). Su yate, el 'Crescent', fue inmovilizado en Tarragona en respuesta a la invasión de Ucrania.
Mikhail Fridman | Alfa Group/ Dia
El millonario al que han puesto «3.000 euros» de asignación
No sé cómo voy a vivir», dice sin asomo de ironía este financiero ruso residente en Londres, poseedor hasta hace un mes de una fortuna de 13.500 millones, cabeza visible del grupo inversor Alfa Group y dueño de los supermercados Dia. Las sanciones le han situado en una posición inverosímil, con 3.000 euros de asignación mensual y la obligación de pedir permiso si quiere gastar dinero. Ni que decir tiene que reniega de la guerra.
Serguéi Rodulguin | Sociedades 'offshore'
El violonchelista que ejerce de genio de las finanzas
No se cuenta entre los más ricos ni lleva una vida de tanto derroche, pero su amistad con Putin –a quien conoce desde que ambos pateaban San Petersburgo– y su papel en la redistribución de millones de dólares de su red financiera hacen de él todo un personaje. Controla sociedades 'offshore' como International Media Overseas y Sonnette Overseas, donde han lavado sus activos los primeros espadas del gobierno y la economía rusos.
Kirill Shamalov | Petroquímica Sibur
Infidelidades y guerra sacuden el imperio del exyerno de Putin
Pocos han sacado tanto partido de su boda, aunque para entonces ya era una figura emergente de Gazprom Media, el mayor holding de comunicación de Rusia. Su ascenso fue meteórico: los 5 años que duró su enlace con Katerina, la segunda hija de Putin, le convirtieron en accionista mayoritario de la petroquímica Sibur. Los devaneos amorosos y la guerra están sacudiendo su imperio, mientras varios activistas han asaltado su mansión en Biarritz.
Roman Abramovich | De los combustibles al fútbol
Con los yates a la deriva para que no le embarguen
Atesora un patrimonio de 13.600 millones de dólares, aunque las sanciones han congelado sus cuentas en Reino Unido y la Unión Europea. Mientras busca comprador para el Chelsea, el magnate, que debe su fortuna a los negocios petroleros, metalúrgicos y mineros (es dueño de Evraz), mantiene sus yates 'Eclipse' y 'Solaris' navegando sin rumbo fijo por el Mediterráneo para evitar que se los embarguen.
TITULO: LAS GAFAS ROJAS - João y Suárez avisan al City ,.
LAS GAFAS ROJAS - João y Suárez avisan al City ,. , fotos,.
Emergió el hombre de negro del túnel del Metropolitano bajo un aplauso atronador, un aplauso que se colaba bajo las fibras de su traje, hoy no sólo sobre su piel, también debajo de ésta, el luto llenando todo. Sobre todo los ojos del entrenador. El de los resultados hacía ya varios partidos que se había ido, cuando inició LaLiga de 14 ante Osasuna, pero el que marcaba este partido ante el Alavés le acompañará toda la vida, la falta de su padre, Carlos Simeone, fallecido en este parón. El Metropolitano le abrazó fuerte antes del partido, con un minuto de silencio tan denso y triste como el himno de fondo. El balón comenzó a rodar bajo otro aplauso atronador.
Cuando el fútbol comenzó lo hizo con susto, una caída de Llorente tras un pisotón. Un Llorente que, con la vuelta de Vrsaljko, jugaba en el medio, junto a Kondogbia, en otro regreso: el del equipo del Cholo al 4-4-2, las bandas para Lemar y Lodi, la punta para Joãomann. Un Llorente que cojeó varios minutos. Hasta que João alejó el susto de manera legal, porque antes lo había hecho Lemar pero su gol lo anularon. Ahora Vrsaljko le enviaba un centro con lazo al portugués, que sólo tuvo que poner la cabeza para quitarle el lazo. A la escuadra, inapelable. 1-0. Minuto 11. El Alavés, desconcertado ante el 4-4-2 rojiblanco, no terminaba de asentarse sobre el césped. Solo era balones en largo a ningún lugar, mientras Laguardia seguía buscando la marca de João en el gol. Iniciaban los de Mendilibar el partido aún más hundidos, últimos en la tabla.
Fue después de un codazo de Lodi sobre Edgar en el área, que pasó por el VAR sin castigo, que el fútbol se detuvo, aunque siguiera corriendo el reloj. Con caídas, faltas, futbolistas al suelo. Un cabezazo entre Vrsaljko y Lejeune, un choque entre Duarte y Pina, más tiempo las asistencias sobre el césped que el propio balón. El Atleti daba pasos atrás, el Alavés se crecía. El balón acabó siendo suyo, con Joselu en la elaboración y la definición sin llegar a estar en ningún sitio. Los rojiblancos, replegados, esperaban contras para mostrar exuberancia física. Y poco más. El descanso llegó con el partido en su línea: paradas, caídas, asistencias al verde tras el enésimo codazo, ahora de Vrsaljko a Pina (sin tarjeta ni VAR).
Tras el reposo, dos dobles cambios: Navarro y Vallejo por Duarte y Pons, De Paul y Carrasco por Lodi y Lemar. El Alavés adelantaba sus líneas, incapaces los rojiblancos de arrancarse su presión, incapaces de hacerse con el balón. Lejeune avisó al peinar una falta de Vallejo que se fue fuera muy cerca del poste. La ocasión despertó al Atleti, la mirada al marcador, ver que la ventaja era solo de un gol. Pero Griezmann estaba en fuera de juego cuando se quedó solo ante Pacheco. Pero Llorente disparó fuera.
Y dos minutos después de que Simeone quitara a Grizi para introducir a Suárez ese gol de ventaja se había esfumado. El Alavés solo tuvo que rascar allá donde sabe que hay herida: con un centro lateral y por arriba. Lo puso Edgar, lo remató Escalante mientras Giménez y De Paul hacían la estatua. 1-1. La reacción rojiblanca fue reprocharse lances más que tratar de arrebatarle al Alavés el cuero. Todo cambió cuando Simeone miró por cuarta vez su banquillo: Cunha adentro. De la absoluta nada, un minuto después, provocaba un penalti, todo cambiaba.
El cunhaísmo es religión creciente en el Metropolitano, un estadio rendido a su João Maravillão. El portugués hizo más grande la herida, enviando a la red el rechace de una pelota que primero había regalado a Cunha a portería vacía y el brasileño erró. Se iba Giménez renqueante, negando de cabeza, mientras Suárez se soplaba la bota por segunda vez y la grada cantaba. Ole, ole, ole. A su Diego Padre. Siempre hijo. Don Carlos ahí, en el tercer anfiteatro.
TITULO: EN PORTADA CRONICAS MUJERES VIAJERAS - La guerra en Ucrania sacude África, Jueves -14- Abril ,.
El Jueves -14 - Abril a las 23:30 en La 2,./ foto.
La guerra en Ucrania sacude África,.
Rusia ha puesto sus ojos en África. Hace suculentos negocios con sus gobiernos y les proporciona soporte militar. Ahora cosecha su apoyo a pesar de que la invasión de Ucrania puede matar de hambre a la población,.
Ningún otro continente se ha mostrado más reticente a condenar la invasión rusa de Ucrania que África. En la votación que la Asamblea General de Naciones Unidas llevó a cabo el pasado día 2 para exigir la retirada «inmediata e incondicional» de las tropas rusas en territorio ucraniano, solo 27 de sus 54 países miembros de la ONU votaron a favor. El resto se abstuvo o se ausentó, mientras que Eritrea se alineó con países como Corea del Norte o Siria y votó en contra.
Esta división refleja la influencia que el nuevo bloque de poder liderado por China tiene en el continente africano y el impacto doble de esta coyuntura bélica. Mientras gran parte de sus estados se verá afectada seriamente por el encarecimiento de alimentos y materias primas, otra parte puede beneficiarse económicamente si se postula como proveedor alternativo de los productos que Occidente va a echar en falta: desde el gas argelino o senegalés, hasta el platino sudafricano.
«La guerra está provocando una profunda crisis de seguridad alimentaria, que ha dejado en evidencia la vulnerabilidad africana ante el encarecimiento de los combustibles y de los fertilizantes, exacerbando la inestabilidad política existente», sostiene Peter Kagwanja, director del Instituto para la Política Africana. «La invasión rusa de Ucrania subraya el creciente unilateralismo de las naciones más poderosas y empuja al mundo hacia el abismo de una nueva Guerra Fría», añade el académico, para quien el Cuerno de África se encuentra «en la trayectoria del tornado creado por la rivalidad geopolítica de las principales potencias».
En esta coyuntura de creciente polarización en dos bloques, no son pocos los que buscan el amparo de China y Rusia, dos países que no hacen preguntas incómodas. «Su impulso de un nuevo orden mundial, más equilibrado en sus relaciones internacionales y sin los condicionantes morales de Occidente, resulta atractivo para los gobernantes africanos», analiza el Instituto para Estudios de Seguridad (ISS) en un artículo. Poco a poco, las potencias coloniales tradicionales han ido perdiendo influencia en el continente, desplazadas por la emergencia económica del gigante asiático, «socio estratégico» de Rusia e impulsor de grandes infraestructuras en África.
Las estadísticas demuestran que Rusia comenzó a estrechar lazos con los países africanos mucho antes de invadir Ucrania. Su comercio con el territorio se disparó un 185% entre 2005 y 2015, y la tendencia se ha agudizado tras las sanciones que se le impusieron cuando se anexionó Crimea, en 2014. Entre 2016 y 2021 el comercio bilateral se duplicó hasta acariciar los 20.000 millones de dólares.
El encarecimiento de los alimentos, el combustible y los fertilizantes amenazan en África a cientos de millones de personas que apenas tenían ya algo que llevarse a la boca
Las empresas rusas lideran proyectos mineros por todo el territorio y energéticos sobre todo en el norte. Pero su presencia se deja sentir también en sectores como el financiero o el transporte. «En los últimos años, Rusia ha perseguido agresivamente sus objetivos estratégicos en África: asegurar una atalaya en el Mediterráneo oriental y un acceso portuario en el Mar Rojo, incrementar las oportunidades para la extracción de recursos naturales, desplazar la influencia occidental y promover alternativas a la democracia», enumera Joseph Siegle, director de Investigación del Centro Africano de Estudios Estratégicos.
Armas y mercenarios
Moscú ha apuntalado su poder a través de otro elemento: es uno de los principales proveedores de armas de gobiernos con un carácter democrático discutible -Argelia y Uganda importan de Rusia más del 70% de su armamento-, y coopera militarmente con dos docenas de países. Sus mercenarios operan regularmente en países como Sudán, Mali, Angola o la República Centroafricana, en cuya capital se les dedicó una escultura el año pasado a pesar de que han sido acusados por la ONU de «violar seriamente los derechos humanos». Todos estos países se abstuvieron en la votación para condenar la invasión rusa. «Esta estrategia le funciona tanto al Kremlin como a los líderes locales, que obtienen un paraguas diplomático, recursos para fortalecer su poder doméstico y fuertes ingresos», analiza Siegle.
Pero fuera de los juegos geopolíticos de la elite africana, la situación actual puede convertirse en una condena a muerte para la población más desfavorecida. «La guerra en Ucrania significa hambre en África», afirma la directora ejecutiva del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva. «El continente es especialmente vulnerable por cuatro razones: el encarecimiento de alimentos y combustibles, la reducción de ingresos por turismo, y las dificultades para acceder a los mercados de capital internacionales», explica en un comunicado en el que considera que la guerra en Ucrania llega «en un momento delicado para África», porque puede echar por tierra los esfuerzos realizados para salir de la crisis del coronavirus.
La falta de alimento es lo que más preocupa. Sobre todo en África Oriental, donde países como Eritrea dependen casi al 100% de Rusia y Ucrania para importar trigo. Ruanda, Sudán, Somalia y Uganda compran en esos dos países el 90% o más de su trigo importado. Y la región solo produce localmente el 16% del que consume. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) considera, sin embargo, que Sudán, Kenia y Etiopía pueden ser los países más afectados al respecto, sobre todo porque un aumento de los precios se daría en conjunción con problemas climáticos y socioeconómicos. «Se ha creado un círculo de fuego en el que confluyen los conflictos bélicos, la crisis climática y el Covid. Todavía no sabemos qué consecuencias puede tener, pero son preocupantes a corto plazo. Se está creando una ola de hambre que se extiende por el mundo», explica Antonio Salort-Pons, jefe del Laboratorio Global de Alianzas del PMA.
Las empresas rusas han disparado las inversiones en energía y minería, pero también en la banca
Blanca Carazo, responsable de Programas y Emergencias de Unicef España, señala que el acceso a alimentos ya se había visto afectado por la pandemia debido a las restricciones impuestas para combatir al coronavirus. «Esto también ha interrumpido servicios de atención nutricional en diferentes zonas», añade, indicando que países como Sudán del Sur o Somalia están en grave riesgo de hambruna.
«El 15% de las calorías que consumimos en el mundo proceden del trigo, y un tercio del que se produce viene de Rusia y Ucrania, que lo han sacado del mercado. Además, ahora es la temporada de siembra y no sabemos qué sucederá con la cosecha de este año», comenta Vicente Raimundo, director de Cooperación Internacional y Acción Humanitaria de Save the Children. «800 millones de personas ya subsisten con unas 1.200 calorías al día, y cualquier golpe puede hacerles pasar hambre. Nosotros pagaremos el pan más caro, pero ellos no tendrán pan», añade.
Save The Children ha puesto esta semana el foco en Sudán, y alerta de que el precio de la cesta de la compra se ha multiplicado por siete en apenas dos años. Así, la previsión de que este 2022 allí necesitarían ayuda humanitaria 14,3 millones de habitantes se ha quedado corta y alcanza ya los 20 millones, casi la mitad de la población.
El Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola de la ONU añade que en Somalia ya hay 3,8 millones de habitantes con problemas de acceso a comida, mientras que en Líbano es el 22% del total. Por si fuese poco, Rusia es también el principal proveedor de fertilizantes del mundo -el gas natural es clave en la fabricación de los nitrogenados-, un hecho que podría impactar en la productividad del campo africano. «Esto puede desestabilizar aún más las sociedades. Prevemos que los conflictos armados se recrudezcan y se produzcan hambrunas en el Sahel y el Cuerno de África, afectadas por la sequía», añade Raimundo.
No obstante, el PMA vaticina que la población más afectada serán las clases desfavorecidas de las ciudades. «Hay muchas barriadas con una grave falta de servicios básicos y mucha miseria. Con salarios bajos y mucho paro, allí la población es especialmente vulnerable a la inflación», analiza Salort-Pons desde Kenia. Y esto puede tener un claro impacto en el desarrollo físico y mental de la infancia. «La mitad de quienes están en situación de inseguridad alimentaria severa son niños», sentencia Carazo.
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