España a ras de cielo - Jorge Sanz . - PLANETA CALLEJA - DOMINGO -24- Abril ,. / Centenarios - Mi suegra cumple 90 ,. / Un país para reírlo - Dani Martínez ,. / Aquí la tierra - 55 gitanos cacereños han conseguido trabajo en empresas en el último año,.

 

TITULO: España a ras de cielo - Jorge Sanz ,. - PLANETA CALLEJA - DOMINGO -24- Abril,.

España a ras de cielo  ,.

 

España a ras de cielo es un programa de televisión emitido por TVE y se estrenó el 17 de septiembre de 2013. Desde el primer programa, está presentado por Francis Lorenzo.  Martes a las 22h30,.
 El programa permite conocer lugar de España desconocidos y ya conocidos desde otro punto de vista., etc,.

PLANETA CALLEJA - DOMINGO - 24- Abril,.
 

   Planeta Calleja es un programa de televisión de España que se emite cada domingo a las 21:30, en Cuatro de Mediaset España,. Jesús Calleja enfrentará a rostros conocidos a vivir experiencias únicas e irrepetibles fuera de su contexto habitual y en los lugares más remotos y fascinantes ., etc.

Jorge Sanz,.

foto / Jorge Sanz: "Da mucho gusto ver que la gente la caga, mira a Will Smith",.

Madrid, 1969. El eterno jovenzuelo es ya un abuelo que se ríe de sí mismo en la vida real y en los escenarios: hoy se estrena en el Teatro Marquina de Madrid 'El premio', donde Jorge Sanz comparte cartel con María Barranco y Ana Turpin en esta producción de Andrés Vicente Gómez.

¿Qué sintió la primera vez que se encontró con este texto?

Que era difícil. Yo lo leí hace 4 años, antes de la pandemia. No sé por qué me voy metiendo en proyectos cada vez más complejos.Me recuerda a hace 15 años, cuando empecé a hacer teatro, que yo era muy reacio porque tenía la técnica hecha para la cámara. Y me daban mucha envidia todos los actores de teatro, cuando iba a verlos y se lo pasaban bien. Pero siempre tenía una excusa para no meterme en ello en aquella época. Hasta que me vino Gonzalo Suárez, que hacía su primera obra, 'Arsénico por compasión' y quería que yo fuese Mortimer. Ahí ya no tenía ninguna excusa y no pude decir que no.

¿Qué es 'El premio'?

Es una comedia muy disfrutona de hacer.

Explíquese, por favor.

Es una comedia, pero de verdad, de las que el personaje sufre y el público disfruta por ello. Mi objetivo era parecerme, salvando las distancias, al Jack Lemmond de 'El apartamento', que el hombre lo está pasando fatal y se está cogiendo una pulmonía en pijama mientras le deja su apartamento a su jefe y éste está con la mujer que ama.

¿Es una obra sobre que todos tenemos un precio, en plan 'Una proposición indecente'?

Bueno, ya se había inventado antes, con Groucho Marx: "Estos son mis principios y si no le gustan, tengo otros". Pero en resumen: Sobre un esqueleto muy sencillo de un triángulo de dos mujeres empoderadas con un hombre que lo que quiere es ser feliz y no le dejan se habla de varias cosas, más allá de hasta qué punto te venderías: El pufo de los premios literarios, un escritor que no puede escribir y usa un 'negro', cómo se desbloquea el talento, cómo utilizas el talento de los demás para que sea tuyo.

¿Cómo entiende su oficio?

El actor es un catalizador que hace que el espectador vaya a su vida y a su mundo y a sus miserias, que no son ni las tuyas ni las del personaje. Se ve mucho en cine: La técnica cinematográfica lo que realmente cuenta no es la historia del que está hablando, sino del que está escuchando. El contraplano siempre es el que le da al espectador lo que tiene que pensar.

¿Cómo diría que ha afectado la pandemia a su gremio?

Creo que la gente nos ha redescubierto de alguna manera a los del mundo del espectáculo, ha vuelto a entender por qué estamos ahí. Los cómicos, incluso en el poco teatro que había durante la pandemia, éramos los únicos que seguíamos dando un aura de naturalidad, porque éramos los únicos que estábamos sin mascarilla. En el escenario la gente veía cómo era el mundo antes, sin mascarilla.

¿Algo más?

Como cómicos y como cineastas o como músicos, hemos vuelto a los orígenes: con una buena idea, dos alambres y un palito podemos hacer un gag, una tontería, vamos a entretener a la gente. Nos hemos volcado. Hemos dejado de ser los 'de la ceja' y los del "no a la guerra", los titiriteros politizados. Y ahora estamos ahí para que las mierdas de la vida le entren un poquito mejor a la gente.

Además, en este país, precisamente.

Tenemos un humor muy característico. El cine y el teatro siempre están en crisis, porque tienen que estar en crisis, pero no nos va a faltar trabajo nunca, porque España es un país en lo que más nos gusta es que nos cuenten un chiste y que nos lo cuenten bien.

¿Aprendió algo de la pandemia?

Hace 15 años que me fui del centro de Madrid a la Sierra de Guadarrama. Tuve mucha suerte, construí mi propia casa y vivo hoy en el 'Capitolio' de puta madre, con mis hijos, mis perros, mis animales. Tengo la casa pagada y no tengo prisa. Puedo vivir con muy poco. Es una de las cosas que sí nos ha enseñado la pandemia. Hay cosas que son sustituibles y muy pocas cosas imprescindibles. Uno no necesita demasiado, ni de ropa ni otras cosas, pero sí que necesita leer un libro. Por otro lado, toda mi vida he estado adaptándome a los cambios. Mi vida ha sido ir de aquí para allá, sin parar, desde los 9 años. Ya con 12 años me fui a un festival de cine a Filipinas, me quedé un año allí y volví sabiendo inglés. Y saber adaptarse a los cambios es lo que creo que está crujiendo en la sociedad, en un momento en que están cambiando los valores económicos, las potencias, se está removiendo todo el mundo. Es una época de cambios y se está viendo que el que no se sabe adaptar se está quedando en la cuneta. Fíjate el panorama: hay incertidumbre, revueltas sociales, la gente está muy tensa...

¿Optimista o pesimista?

Soy pesimista-optimista: tengo claro que nos vamos a tomar por culo. Espero que sea lo más rápido posible. Pero yo ya disfruto el día a día y me lo paso muy bien viviendo en pequeñito. Vivo con poco, me repito, y creo que he alcanzado la felicidad.

Le veo muy zen.

A ver.. Yo he quemado edificios enteros.

¿Tener un susto de salud (un infarto en 2014) le ha ayudado a estar más tranquilo ahora?

Antes de tenerlo yo, lo tuvo un hijo mío [Merlín, aquejado de fibrosis quística], que eso sí que te pone los pies en el suelo. Que lo haya tenido yo es normal. De hecho, es lo más saludable que me ha pasado en la vida.

¿Echa de menos el fiesteo?

Noooo. Si ya dejó de sentarme bien hace mucho. La moderación no ha sido una premisa en mi vida. Pero bueno, no me quito ni lo más mínimo. Yo estoy donde estoy gracias a la vida que he llevado y a los amigos que he tenido.

Usted siempre se ha reído de sus altibajos de popularidad.

Para mí la fama es una bendición: poder pasar por la vida siendo un personaje como Jorge Sanz, que la gente le saluda, me parece cojonudo. Encajé bien la fama, sí. Me parece de puta madre, pasar por la vida entreteniendo a los demás y que a la gente les gusta lo que hago.

Entonces no son tan altibajos.

Llega un momento en que te das cuenta de que eso forma parte de la evolución natural de la fama. El verdadero éxito es no es alcanzar la fama, sino mantenerte a lo largo del tiempo. Ya lo definió Fernán Gómez, que dijo que la fama en este país sólo dura cinco años y es verdad. Y añadía que somos un país acostumbrado a vivir en un ministerio. Es decir, que puedes resaltar una temporada, pero tampoco resaltes demasiado: Tú aquí, con todos. Pero el que mejor lo definió fue Serrat, que decía que la fama es circular: haces 'Mediterráneo' y eres la hostia y todo el mundo con 'Mediterráneo' hasta que llega un momento que estás hasta los huevos de la canción y de alguna manera la rechazas: Pesado. No quiero más. Y lo que hay que hacer, según él, es estar tranquilo. Seguir haciendo lo tuyo en pequeñito, sin tener prisa, que tarde o temprano volverás a tocar una tecla, la misma que hayas tocado y la gente te redescubre.

Interesante.

Yo he estado haciendo mis cositas en teatro, mi serie y, de repente, vuelves otra vez. Y cada vez que te redescubre la gente es como con más peso: "Si ya sabíamos que era cojonudo". "A ver, es que es de puta madre". "Lo que no sabíamos de dónde ha estado esta época"... Lo que hay que hacer es desaparecer de vez en cuando, porque si no corres el riesgo de tener más tiempo para cagarla.

Ahora que menciona esto, hace poco contó que le había tenido que pedir dinerillos a Santiago Segura y Antonio Resines. Y se montó. ¿Diría que hay 'morbillo' por ver la decadencia de la peña?

Da mucho gusto ver que la gente la caga también. Hay una atracción especial que forma parte de la condición humana. Mira lo de Will Smith. Lo que en otros países sería imperdonable, en Estados Unidos te vas a una clínica para controlar tu ira, sueltas la pasta y ya. Es que, insisto, la comedia nace del drama de los demás.

Hablando de Resines, ¿qué tal le ve? El otro día lucía estupendo al recoger la medalla de oro de las Bellas Artes.

Eso sí que eso sí que es muy de este país: para que te den un premio nacional o una medalla de oro tienes que morirte o casi. Ha salido reforzado. Además porque la gente ha dicho: ¡Que no se nos vaya Resines! ¡Lo que nos faltaba! Le ha visto los ojos a la muerte... y lo que ha hecho ha sido mediar entre Franco, Hitler y Churchill para evitar la guerra mundial.

TITULO:  Centenarios - Mi suegra cumple 90,.

Mi suegra cumple 90,.

Sushi y pato pekinés. A las abuelas les encanta celebrar su cumpleaños en un oriental,.

foto / Es muy difícil engañar a mi suegra, pero lo conseguimos. La semana pasada cumplió 90 años y le preparamos una comida sorpresa. Era complicado convencerla para que fuera a la peluquería sin decirle que había fiesta, pero bastó un poco de presión: «No puedes estar con esos pelos». Y fue a la peluquería.

TITULO:  Un país para reírlo - Dani Martínez,.

 

martes -26- Abril , a las 22:55 horas en La 2,  foto,.

Dani Martínez,.

foto / Dani Martínez: "Las mujeres han reventado el cliché de que no son graciosas",.

Dani Martínez. Astorga, 1982. Cómico y presentador. La semana que viene estrena Martínez y Hermanos, un programa semanal de entrevistas en Movistar. Al borde de los 40, se ha hecho mayor: "Pero no mucho, no jodas".

Hay que reconocerte que vas de cara, has llamado al programa 'Martínez y hermanos' porque, básicamente, consiste en hablar con tus colegas.

Tal cual. Me falta el bar, pero ya me parecía excesivo porque al principio hay que disimular. Lo dejo para la segunda temporada. En realidad, el espíritu es un poco ese: juntarme con amigos o con gente que no conozco tanto, pero que me apetece conocer y que se relacionen entre ellos. Esa interacción entre los invitados es lo que más me interesa conseguir.

Los cómicos habéis pasado de colaboradores en este tipo de programas a presentarlos y ser las estrellas. ¿Qué ha pasado aquí?

Es verdad, lo has definido bien, antes éramos un complemento: "A este programa pongámosle un toquecito de comedia, traedme un payaso". Pero, igual que en los grupos de amigos, al final lo que te gusta es que te reciba en su casa el divertido, que sea él quien monta la fiesta porque sabes que te lo vas a pasar bien allí seguro. Esto es lo que ha ido pasando en la televisión española últimamente: la casa de un cómico es un sitio donde te vas a divertir, va a empatizar contigo, vas a conectar con el público, va ser amable...Todo eso te lo da un cómico porque, efectivamente, yo no voy a hacer entrevistas como Iñaki Gabilondo ni lo pretendo, lo que queremos es generar un ambiente divertido donde veas a los invitados fuera de contexto.

En tu vida real, ¿te siguen pidiendo que seas el gracioso de las fiestas?

Respecto a esto te voy a contar dos cosas. La primera, que yo siempre he sido el gracioso del grupo, un amigo mío me definía como "cómico de vida", no soy muy de chiste de guión sino más espontáneo, más natural. Entonces, como he sido igual dentro y fuera de la tele, lo llevo bien en ese sentido. Pero con las imitaciones, es más difícil. Fue con lo que se me conoció, pero las he ido dejando, que me parece algo muy natural: Jim Carrey empezó imitando y poco a poco lo abandonó, aquí pasó lo mismo con Manel Fuentes. Pero a la gente le encantan porque se descojonan. Al principio, por ejemplo, Dani Mateo me llamaba a las tres de la madrugada de un viernes o un sábado y me decía: "Martínez, estoy con no sé quién, hazme a Pajares". Y yo me veía por el Barrio Húmedo de León con el móvil imitando a Pajares. Eso me persiguió bastante tiempo, gente que me llamaba para pedirme imitaciones telefónicas con sus colegas.

¿Ya te han dejado en paz? ¿Te has ganado el respeto?

Bastante, pero de vez en cuando me sigue tocando mandar alguna nota de audio o alguna cosa imitando a jefes o famosos. Pero ya es más humor interno, más de gente de confianza [risas].

No has pisado un charco en toda tu carrera, ni un chiste molesto ni nada. ¿Cómo lo has logrado?

Es un poco lo que te decía antes, la comedia que yo hago se basa mucho en el grupo de amigos y yo en mi grupo de amigos intento siempre que haya buen ambiente. Aunque soy el típico picón de manual, por eso me han puesto en Got Talent, para que Risto tenga quien le caliente. Así que soy el típico amigo que te pica en plan divertido y ese camino nunca me lleva a la polémica ni a mojarme en temas controvertidos o meterme en fangos. No es tanto que no quiera por temor o estrategia, como que no es mi estilo. Me sale se manera natural. Yo, al final, llevo a un plató lo que hago en la calle, la manera de hablar de León y mi manera de relacionarme con la gente; como en la calle no polemizo, pues en un plató tampoco. Mejor así [risas].

Ese humor blanco, ¿tiene menos prestigio?

No creo. No sé exactamente la opinión de la calle al respecto, pero dentro de la profesión, por ejemplo, a poca gente he visto que se admire tanto como a Flo [Florentino Fernández], que siempre ha hecho ese tipo humor. Los chanantes flipan con Flo y para mí era un referente absoluto cuando empezaba. Lo hacía todo bien: actuaba en 7 vidas, hacía personajes que lo petaban como Crispín Klander, doblaba en El Informal increíble, hacía monólogos en El club de la comedia... Para mí era el cómico total, como lo es Jim Carrey en Estados Unidos, porque tiene un abanico muy, muy, amplio. Y, sí, además hace un humor para todos los públicos que llega a mucha gente. Pues aún mejor. Eso los cómicos lo valoramos infinito. Lo he hablado con Julián López, Iñaki Urrutia, Joaquín Reyes, Ernesto Sevilla... Ven a Flo con una admiración absoluta, de máquina total, así que yo creo que el prestigio está ahí.

Cuando uno ya tiene experiencia en la tele y estrena un programa, ¿piensa más en reventarlo o en no fracasar?

He aprendido a no esperar nada, porque, si no, es terrible el constante subir y bajar de una carrera en televisión. Son las reglas del juego y las asumo con naturalidad, aunque me ha costado años y es lo primero que le recomiendo a la gente que empieza: calma y relativiza. Me han echado de programas, tengo otros que no han llegado a salir y, a veces, hay éxitos. He vivido todo tipo de cosas. Así que ahora sé, y lo siento así de verdad, que ni soy la mayor mierda del mundo cuando un programa va mal y me echan ni el puto amo cuando me va bien. A tu alrededor todo cambia tanto y es tan imprevisible, que la única manera de sobrevivir en esto es mantenerte siendo tú. Es importantísimo el anclaje con tu círculo de siempre. Lo demás lo tienes que vivir como cualquier juego: hay mucha gente que se pega un leñazo y a los tres años es el número uno. Siempre hay esperanza.

¿De verdad llevas así de bien los leñazos?

Sí, aprendes a fracasar porque es inevitable hacerlo. Eso no quiere decir que no joda, sólo que no te hundes. Además, es así en cualquier profesión. Nadie nació y triunfó en todo: sacó las mejores notas, tuvo el mejor novio, tuvo el mejor coche y lo petó en su curro. No hay nadie que siempre triunfe en todo. Yo trabajo y pongo todo en esta profesión, que tiene mucho de pasional, por mí que no quede, pero cuando no sale bien lo asimilo siempre que a mí sí me gustase el producto. Recuerdo siempre Caiga quien Caiga, que se programó en cuatro o cinco sitios diferentes hasta que triunfó. Era el mismo producto, pero, bueno, hay veces que vas en una cadena que igual no es la tuya. O el momento o la hora... Muy pocos programas son absolutamente buenos o malos.

En el mundo de la comedia había un déficit tremendo de mujeres y, al fin, parece que va mejorando el panorama. ¿Por qué sucedía?

Porque había muchos prejuicios y han tenido que aparecer ventanas como los podcasts, Instagram o YouTube, donde nadie les ponía filtro y han sido libres para hacer sus contenidos, para que muchas cómicas proliferen. Olé por ellas, porque han tenido que buscarse el nicho para asomar la cabeza en el mainstream y lo han tenido infinitamente más difícil. Había muchos clichés, sobre todo ese que ellas han denunciado tantas veces de "es que una mujer no es graciosa". Ellas han reventado ese cliché en cuanto han conseguido un espacio que no se les daba. Han llegado a un podcast o a Instagram y han dicho: "Aquí nadie puede decirme si soy graciosa o no, aquí soy libre". Y lo han petado. Martita de Graná o Estirando el Chicle venden entradas a lo animal y vemos a cómicas como Eva Soriano o Inés Hernand cada vez en más sitios. No es una casualidad que hayan salido todas a la vez, es que al fin se les han abierto unas ventanas fuera de las clásicas, que se les cerraban preventivamente.

En vez de los directores de cadenas, ahora sólo juzga el público.

Eso es. Se han puesto a disposición directamente del público y el público ha hablado. Han aparecido muchas y tienen que aparecer todavía muchas más, este es sólo el comienzo de algo que tenía que haber sucedido mucho antes y se lo han puesto muy difícil, mucho más que a nosotros. Sin comparación.

Pensaba yo que con una pandemia y una guerra, se había acabado el debate sobre los límites del humor, pero luego llegó Will Smith...

Ya ves, yo lo que creo es que no tiene que haber límites en el humor, pero es indispensable que haya contextos. Tienes que saber dónde puedes hacer cada chiste. Seguramente, el humor que hagas en el grupo de WhatsApp de tus amigos no lo puedes hacer en prime time para toda la familia en El Hormiguero. Eso es responsabilidad del cómico: saber en qué contexto haces cada chiste y cada comentario, porque nadie actúa igual con su madre que con su mejor amigo. Una vez está claro el contexto, debe haber libertad para que la gente se ría de lo que quiera. Si tú y yo somos amigos y nos hace gracia una cosa superchunga que al resto no, podemos disfrutar de ese humor cuando estemos juntos siempre que no haya un tercero al que ofenda. ¿Parece sencillo, no?,.

TITULO: Aquí la tierra  -  55 gitanos cacereños han conseguido trabajo en empresas en el último año,.

55 gitanos cacereños han conseguido trabajo en empresas en el último año,.

Treinta y cinco firmas de la capital colaboran con la Fundación Secretariado Gitano ofreciendo prácticas laborales a sus usuarios,.

foto / Tiene 20 años y sabe lo que es sentirse discriminado en el mundo laboral por ser gitano. Se llama Ángel Vargas Saavedra, nació en Mérida y reside en el barrio cacereño de Aldea Moret desde hace 12 años. «Estuve trabajando 15 días de prueba en un chiringuito de Alicante. Yo hacía bien mi trabajo pero como el jefe no quería contratarme,.Desde que en julio del 2003 la Fundación Secretariado General Gitano firmara un convenio con el ayuntamiento para poner en marcha el Acceder (programa de acceso al empleo), uno de cada tres gitanos cacereños han conseguido trabajo. Así lo explica Valentín Suárez, delegado territorial de esta fundación, que trabaja en la casa de cultura Rodríguez Moñino y que ha atendido a 169 personas, de ellas 64 están trabajando.

El Acceder es uno de los programas gitanos que se desarrolla desde el Instituto Municipal de Asuntos Sociales (IMAS), pero no es el único. El consistorio convoca cursos de auxiliar de ayuda a domicilio, facilita a los gitanos medios para obtener el carnet de conducir y ejecuta una serie de acciones dentro del Plan de Desarrollo Gitano que se realiza en colaboración con la Junta.

En este último ámbito se enmarcan diversas actividades como el programa para erradicar el absentismo escolar, el de sensibilización y concienciación social y la promoción de las asociaciones gitanas de la ciudad.

EL OBJETIVO La concejala de Bienestar Social, Basilia Pizarro, subraya que el objetivo del IMAS es "solucionar los problemas de los gitanos" y estima que la mejor fórmula es "trabajar con ellos y para ellos". Por eso se ha contactado con mediadores gitanos que desarrollan una gran labor, puesto que hacen realidad la integración social desde la práctica, no sólo desde la teoría de unos programas que podían quedar vacíos de contenido si los ejecutan personas ajenas a la problemática del pueblo gitano.

El Acceder está dirigido por cuatro expertos. Uno de ellos es Rosa Fernández, orientadora laboral. Explica que la mayor parte de las atenciones se han realizado en una franja que va de los 21 a los 45 años. Los técnicos mantienen reuniones constantes con las empresas, forman a los destinatarios y en muchos casos les consiguen contratos de obras y servicios, de larga duración.

En Cáceres viven 700 familias gitanas (unas 3.400 personas), la mayoría menores de 35 años. Residen en Aldea Moret y sólo cinco o seis familias están en La Mejostilla y la avenida de la Bondad. La venta ambulante, la chatarra, el cuidado de ganado o el reciclaje de papel son sus ocupaciones principales.

¿Cuál es el mayor problema del gitano? El absentismo escolar. Liliana Fernández, trabajadora social del IMAS, dice que "lamentablemente los índices son altísimos". Así, en el colegio Gabriel y Galán (Aldea Moret), de 200 alumnos, el absentismo es de 120 escolares. Para tratar de evitarlo trabaja Antonio Salazar, mediador gitano, puente entre los organismos institucionales y la población gitana. Salazar acude a las casas de los afectados y trata de concienciarlos sobre la importancia de la educación.

El otro mediador es Antonio Molina, vendedor ambulante, residente en Aldea Moret, casado y padre de tres hijos "que son tres rosas", advierte. Presidente de Conciencia Gitana, trabaja con los adolescentes y ahora quiere crear una asociación deportiva. Desde pequeños sus hijos acuden al colegio. Confiesa que su hija de 15 años tuvo un problema de racismo en el instituto, pero que este año volverá al centro escolar. "Mi crío Ismael, que es mi sombra --dice-- viene conmigo a por fruta, a por melones. Muchas veces nos para la Guardia Civil y le digo: ¿tú quieres esta vida, todo el día abrasado en el mercado?, tú puedes tener acceso a estar en una oficina, a estar trabajando en cualquier otro sitio" .

LOS EJEMPLOS Los éxitos de estos programas municipales tienen rostro y nombre. Mercedes Martínez, de Aldea Moret --dentro de unos días se casará su hija-- trabaja de auxiliar de ayuda a domicilio en el servicio municipal del ayuntamiento. Tiene cinco casas a su cargo "y mi jefa --apunta-- está muy contenta".

Billy Jiménez regresó hace seis meses de Mallorca a su Cáceres natal en busca de trabajo. Protagoniza el ejemplo de la marginación a la que aún se enfrentan los gitanos. "Iba a buscar trabajo y me ponían mil pegas. Casi te decían: mejor no vengas ". Gracias al Acceder consiguió un empleo en Empresas Cánovas, que le ofreció un trabajo de ocho horas para mantener la comunidad del Edificio Europa. El problema vino cuando la comunidad vecinal se enteró de su condición de gitano. Pese a los intentos y buenas intenciones de Empresas Cánovas, su contrato pasó a ser de media jornada.