TITULO: REVISTA FARMACIA - Los quirófanos se abren a los centenarios ,.
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Los quirófanos se abren a los centenarios ,.
Cataluña realiza unas 60 intervenciones anuales a personas mayores de 100 años. Los médicos señalan que la edad no limita las operaciones, pesa más la capacidad del enfermo para tolerar la intervención,.
Trinidad López ha vivido las guerras mundiales y las dos grandes epidemias del último siglo. También
la Segunda República, la dictadura de Franco y el resurgir de la democracia en España. 103 años —104 en junio— dan para mucho. Y los que le quedan, dice: “Hasta que Dios quiera”. De salud anda bien, con poco más que los achaques de la edad y la recuperación de una fractura de fémur que la llevó al quirófano del Hospital Sant Pau de Barcelona en enero. Pero ahora ya camina “igual que antes”, asegura. A pesar de los años, operarla era la mejor opción. Y su caso no es excepcional. Como ella, un puñado de centenarios pasan por la sala de cirugía cada año, normalmente por fracturas de fémur o cadera. La edad, por sí sola, ya no es un factor determinante para decidir no operar, explican los expertos consultados, sino que se atiende más a la situación general del paciente, a si puede soportar la agresión de la cirugía y si la intervención mejorará su calidad de vida.
En España, hay unas 18.000 personas de más de 100 años, más del doble de las que había dos décadas atrás (en 2001, eran 8.766). Cada año, los españoles ganan terreno a la muerte: la esperanza de vida en hombres y mujeres ha pasado de 75 y 82 años, respectivamente, en 1999, a 81 y 86 en 2019, según el Instituto Nacional de Estadística. La demografía ha cambiado en la calle y en el quirófano, explica Marta Pascual, jefa de sección de cirugía colorrectal del Hospital del Mar de Barcelona: “La edad media de la gente que operamos es cada vez mayor y esto irá aumentando. Esta situación nos ha hecho tener una mente más abierta y evaluar, más que el número de años, la calidad de vida del paciente y la situación integral del enfermo”.
La edad no es primordial, coincide Marco Inzitari, geriatra y director del Parc Sanitari Pere Virgili de Barcelona: “La decisión de operar depende de cómo está la persona, no del DNI. Depende de la reserva funcional del paciente y de su pronóstico”. Como Trinidad López, que tenía cuerda para rato y a la semana de la operación ya estaba dada de alta y caminaba con ayuda del andador que siempre le acompaña. “Yo estoy bien, estoy muy contenta. No tengo ningún problema”, asegura. Cataluña realizó en 2021 60 intervenciones quirúrgicas a mayores de 100 años, 51 en 2020 y 72 en 2019.
En un estudio de casos publicado en la revista JAMA en 1985, el cirujano estadounidense Marc Katlic ya lo advertía: “A medida que nuestra población envejece, los médicos verán un número creciente de personas de la tercera edad que requieren cirugía”. Entonces, los centenarios en el quirófano eran casos excepcionales: seis personas de entre 100 y 104 años habían entrado a la sala de operaciones del Hospital General de Massachusetts entre 1979 y 1983, por ejemplo.
El cirujano explicaba sus casos: una amputación por encima de la rodilla, una colecistectomía (extirpación de la vesícula biliar), una fractura de cadera, un recambio del marcapasos... “El centenario ya ha sido probado por la vida y se encuentra excepcionalmente en forma. La selectividad y la atención meticulosa a los detalles siguen siendo primordiales en el tratamiento de estos pacientes, pero la cirugía electiva no debe postergarse, ni negarse la cirugía de emergencia al centenario sobre la base de la edad cronológica”, zanjaba.
Desde entonces, las intervenciones a centenarios han dejado de ser anómalas. Siguen siendo infrecuentes, eso sí, porque las personas que llegan a esa edad son pocas en números absolutos, pero ya no son casos tan raros. Sobre todo, en los quirófanos de traumatología. Según el Instituto Catalán de la Salud, la empresa pública que aglutina ocho grandes hospitales en Cataluña, en los últimos tres años se han realizado cerca de un centenar de operaciones a mayores de 100 años, a razón de una treintena anual. La inmensa mayoría, por fracturas de fémur, pero también por tumores, problemas cardíacos o, incluso, cataratas.
Alta fragilidad
Lo más importante, insiste Julio de Caso, coordinador de la sección de Urgencias de Traumatología del Hospital Sant Pau de Barcelona, es la situación del paciente: “Cada vez nos encontramos más nonagenarios y centenarios. El nivel de fragilidad es alto, pero si es una fractura de fémur, de entrada, lo operamos porque la idea es evitarle el dolor y que encamen. A no ser que el paciente esté en condiciones físicas de final de vida o que su situación basal no vaya a soportar la cirugía, intentamos operar siempre”. En su hospital suelen tener un caso al mes de centenarios: en marzo, por ejemplo, operaron a un señor de 100 años y a una veintena de más de 90.
La Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología (SECOT) señala que, en efecto, cada vez es más frecuente ver pacientes con muchos años con fracturas en las extremidades inferiores que requieren intervención quirúrgica. “No solo para su posible recuperación funcional, sino por su pronóstico vital, pues una fractura en un paciente de esta edad tiene una muy elevada mortalidad que solamente puede disminuirse si el paciente es intervenido quirúrgicamente lo más urgentemente posible. Una vez estabilizada la fractura, el paciente puede salir de la cama lo antes posible”, apunta Jorge Albareda, miembro de la SECOT y jefe de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza. Lo más común, agrega, es la fractura de cadera.
Las intervenciones a estos pacientes por motivos traumatológicos suelen ser urgentes y la toma de decisión requiere un balance de riesgos y beneficios. De Caso señala que, al tratarse de pacientes frágiles, “la gran preocupación es el riesgo de hemorragias y que, dependiendo de las patologías de base, pasar por la intervención puede agravar esas dolencias”. Pero las alternativas terapéuticas, en algunos casos, son escasas, avisa Albareda: “Cuando se produce una fractura de cadera se pone en serio peligro su vida, por la hemorragia que siempre se produce en toda fractura de estas características y que agravan otras patologías, sobre todo cardíacas, casi siempre presentes a estas edades centenarias. La cirugía se hace prácticamente imprescindible, incluso por encima de su estado general. Es su única posibilidad de supervivencia”.
Pero no solo se practican operaciones urgentes, como las fracturas. También hay cirugías programadas. En Asturias, por ejemplo, que es la comunidad autónoma más envejecida, entre 2019 y 2021 se operaron 24 pacientes de entre 99 y 104 años, según la Consejería de Sanidad. La inmensa mayoría (el 71%), por lesiones cutáneas o de tejidos blandos compatibles con tumores, y operaciones de cataratas. En Cataluña, los datos del Departamento de Salud también reportan, además de intervenciones por problemas o fracturas en cadera y fémur, operaciones oculares, procedimientos en la uretra y sustituciones de generadores de marcapasos.
Para los pacientes de más edad, sobre todo, mayores de 85 años, el Hospital del Mar dispone de un programa de prehabilitación quirúrgica, para preparar a los enfermos para que lleguen al quirófano en las mejores condiciones posibles, explica Pascual: “Hacemos una valoración inicial de cómo está física y psicológicamente y hacemos un balance entre la fragilidad que tiene y la agresión que supone la cirugía”. Los candidatos a la intervención hacen ejercicios previos de funcionalidad física y respiratoria, caminan, mejoran la alimentación y se les hace una evaluación psicológica para prepararlos para la intervención. Solo aquellos muy frágiles, que tienen una pobre calidad de vida y el beneficio de la operación será bajo o nulo, se rechazan. Y siempre contando con el consenso de la familia, matiza Pascual.
Extremar la vigilancia
Cada vez hay más decisiones compartidas fruto de una valoración integral de estos pacientes tan frágiles, sostiene Javier García, presidente de la Sociedad Española de Anestesiología y Reanimación. Las operaciones no requieren una operativa especial ni infraestructuras extraordinarias, pero sí “extremar los cuidados en la monitorización de los pacientes”, valora el anestesiólogo. “Requieren una monitorización extrema para detectar precozmente cualquier evento que pueda surgir porque una persona frágil no tolera bien una caída de la oxigenación, de la presión arterial o la frecuencia cardíaca”. De hecho, usan los fármacos anestésicos con los menores efectos secundarios posibles para no alterar la función cardiovascular. Los cuidados deben comenzar antes de la cirugía para optimizar el estado del enfermo y vigilar al máximo la intervención y el posoperatorio.
Actualmente ya hay también mecanismos para predecir la evolución de los pacientes, asegura Inzitari, que trabaja en esta línea de investigación: “Hemos visto que, aplicando un test sencillo de función física, donde se mira la velocidad a la que anda el paciente o su equilibrio, podemos predecir de forma afinada el riesgo de complicaciones posoperatorias, como el delirium, la dificultad de recuperación funcional o el alargamiento de la estancia hospitalaria”.
El envejecimiento demográfico obliga a repensar el abordaje terapéutico de los pacientes más mayores y protocolizar las actuaciones, explican los expertos. Para balancear las decisiones y no caer en el encarnizamiento terapéutico con procedimientos inútiles para el paciente, pero tampoco pecar de edadismo, avisa Inzitari: “Eso se evita haciendo una valoración individualizada y discutiéndolo con la persona. La dirección que estamos llevando es buena, pero hay que protocolizar más las fórmulas colaborativas y de prehabilitación del paciente y reforzar la toma de decisiones compartidas con el anciano”.
TITULO: CAFE, COPA Y Tierra de talento - Homenaje a Joaquín Sabina,.
El sabado -30- Abril , a las 22:00 por Canal Sur, foto,.
Homenaje a Joaquín Sabina,.
Qué mejor forma de empezar una gran final que homenajeando al cantautor andaluz Joaquín Sabina. Así lo pensaría Manu Sánchez que, con unas palabras recordando al artista jiennense, dio paso a una actuación individual y coral de todos los miembros del jurado.
Popurrí de algunos de los temas más conocido de Sabina que inicia Jesús Reina y al violín con 'Por el bulevar de los sueños rotos', Diana Navarro le sigue cantando 'Contigo' y José Mercé con 'Y sin embargo te quiero'. Mariola Cantarero interpreta, en lírico, 'Quién me ha robado el mes de abril', para cerrar María Villalón con 'Peces de ciudad'.
Culminan todos en el escenario para terminar un homenaje muy al estilo de cada uno de los miembros del jurado.
TITULO: Documental - Le pen una loba con piel de cordero ,.
Le pen una loba con piel de cordero ,.
Elecciones Presidenciales en Francia 2022 Marine Le Pen, una loba con piel de cordero,.
foto / La candidata de extrema derecha que peleará el próximo domingo contra Macron por la presidencia francesa ha suavizado su discurso, cambiado de nombre a su partido y dulcificado su vestuario en un intento por 'blanquear' su candidatura,.
Marine Le Pen, candidata del partido de extrema derecha Reagrupación Nacional a la presidencia de Francia, invita a sus compatriotas a leer su programa electoral. «No tengo un proyecto oculto: todo lo que deseo hacer, lo digo», asegura la ultraderechista. «No hay ninguna razón de tener el menor miedo», añade Le Pen, que se enfrentará el próximo domingo 24 de abril con el presidente saliente Emmanuel Macron en las urnas en la segunda vuelta de las presidenciales.
Los Le Pen, presentes en la política francesa desde hace 50 años, fascinan y horrorizan, a partes iguales, a sus compatriotas. La política es para ellos un negocio familiar. El padre, Jean-Marie Le Pen, histórico dirigente de la extrema derecha, fundó en octubre de 1972 el Frente Nacional. Marine Le Pen, su heredera política, tomó las riendas del partido en 2011 y lo ha transformado.
«Marine Le Pen es como Obélix», se cayó dentro la marmita de la política cuando era pequeña, explicó Jean-Marie Le Pen a Renaud Dély, autor del libro 'La verdadera Marine Le Pen' (editorial Plon). En el álbum de fotos de los Le Pen política nacional y familia se entremezclan.
Desde hace décadas los franceses siguen con atención los capítulos de este culebrón político-familiar, a medio camino entre las series 'Dallas' y 'House of cards', lleno de desavenencias familiares, traiciones, rendimientos de cuentas en público, reconciliaciones, puñaladas traperas e incluso un parricidio político.
Desde el desnudo de Pierrette, madre de Marine Le Pen, en Playboy para vengarse de su exmarido, a la traición de Marion Maréchal, sobrina de Le Pen que apoyó la campaña del ultra Eric Zemmour, pasando por el atentado con bomba contra Jean-Marie Le Pen en la casa familiar en 1976 cuando Marine tenía 8 años. Hay también peleas y reconciliaciones entre los miembros del clan y la expulsión del patriarca del partido por su propia hija.
Marion Anne Perrine Le Pen, conocida como Marine Le Pen, es la hija pequeña de Jean-Marie, ha sido siempre su preferida y la que más se parece a él. «Marine es el clon absoluto de su padre», dijo en una ocasión Pierrette, su madre. 'Marinou', como la llamaba el patriarca, estaba fascinada con su padre. «Es el hombre de mi vida», aseguraba la ultraderechista, divorciada en dos ocasiones y madre de tres hijos: Jehanne y los gemelos Louis y Mathilde.
Marine Le Pen, que considera que su partido no es de extrema derecha, defendió a capa y espada durante años a su progenitor, perdonó sus errores políticos, sus mentiras históricas y sus salidas de tono. Asegura que su padre no es antisemita, pese a sus múltiples declaraciones que apuntaban todo lo contrario. El patriarca, por ejemplo, considera «un detalle de la Historia» las cámaras de gas utilizadas por los nazis para exterminar a los judíos.
Su padre se presentó cinco veces a las presidenciales. En 2002, dio la sorpresa al clasificarse para la segunda vuelta provocando un auténtico terremoto político en Francia. Por primera vez, la extrema derecha estaba a las puertas del Palacio del Elíseo. Le Pen padre fue derrotado por Jacques Chirac, su peor enemigo, por un humillante 17,79%, frente al 82,21% del político conservador.
Marine Le Pen, de 53 años, es la tercera vez que lucha por las llaves del Palacio del Elíseo. En 2012, no logró superar la primera vuelta. En 2017, se clasificó para la segunda ronda. Macron la derrotó por 66,10% de los votos, frente al 33,9% de apoyos de la ultraderechista. Cinco años después, quiere tomarse la revancha.
Desde que asumió hace once años las riendas de la extrema derecha, Marine Le Pen ha tratado de «desdemonizar» a su partido, borrar la imagen que tienen los franceses de que es una formación racista y antisemita. Para lograrlo, echó a su padre y a los miembros más radicales del partido, suavizó su discurso, escondió bajo la alfombra el antisemitismo y cuidó el lenguaje. Ahora incluso reivindica la figura del ex presidente Charles De Gaulle, que su padre y el Frente Nacional denostaban.
Partido de gobierno
Cambió el nombre al partido a Reagrupación Nacional, consciente de que el nombre de Frente Nacional espantaba a muchos votantes franceses. La decisión no gustó al patriarca, que lo calificó de «el golpe más severo» que el Frente Nacional había recibido desde su fundación.
Su objetivo: hacer más presentable a Reagrupación Nacional ante la opinión pública francesa, lograr que pasara de ser un partido marginal antisemita y antiinmigrante a ser visto como un partido de gobierno. Y, de paso, consolidarse ella misma como una alternativa creíble a Macron.
Su imagen ha mejorado entre los franceses, según un sondeo reciente de Ifop. El 60% considera que Marine Le Pen es una persona cercana a las preocupaciones de los franceses, el 53% la encuentra simpática, el 50% cree que da la talla para ser presidenta de la República y el 48% la considera capaz de gestionar una crisis. Pero su figura inquieta a uno de cada dos franceses.
La irrupción del candidato ultraderechista Éric Zemmour, que amenazaba durante la campaña electoral de la primera vuelta con arrebatarle el liderazgo de la extrema derecha, le ha venido al final bien a Marine Le Pen. Ha contribuido a ese lavado de imagen de cara al electorado. Al lado de Zemmour, que exhibía una islamofobia y xenofobia sin complejos y se situaba a la derecha de la extrema derecha, ella parece más moderada.
Le Pen, abogada de formación, ha centrado su campaña en la pérdida de poder adquisitivo, una de las grandes preocupaciones de los ciudadanos franceses en estas elecciones, especialmente entre los votantes de las clases populares, donde tiene mucho tirón. Y ha dejado en un segundo plano sus propuestas sobre la inmigración, la lucha contra el islamismo y el velo islámico, que no ha cambiado mucho con respecto a 2017, pero de las que habla menos que antes.
En cambio, ya no defiende en su programa la salida de Francia de la Unión Europea «para devolver a Francia su soberanía nacional»; o salir del euro para volver al franco francés. Consciente de lo impopulares que son esas propuestas entre la mayoría de los franceses, ya no las defiende. Para ella el 'Frexit', la salida de Francia de la UE, siguiendo el modelo del Brexit del Reino Unido, ya no es una prioridad. Su objetivo es ganar las elecciones.
Carga contra la propuesta de Macron de retrasar de 62 a 65 años la edad de jubilación. Se erige en defensora de las clases populares. Multiplica los guiños a los 'chalecos amarillos' y al 22% de franceses que votaron en la primera vuelta por el líder de extrema izquierda, Jean-Luc Mélenchon, en un intento de atraer el voto anti Macron. Por ejemplo, propone, como ellos, instaurar el referéndum de iniciativa ciudadana (RIC) y reformar el sistema electoral para introducir la proporcionalidad.
La candidata también ha cambiado su estilo de vestuario. Ha dejado colgados en el armario sus trajes de chaqueta-pantalón más oscuros, para dar paso a tonos más claros y de colores pastel que le dan una imagen más femenina y alegre. Y, siempre que puede, luce una sonrisa.
Pero la política ultraderechista no engaña a muchos franceses. Marine Le Pen es una loba con piel de cordero. «La señora Le Pen piensa por lo bajo lo que el señor Zemmour dice en alto», afirma Bertrand Delanoë, exalcalde socialista de París.
El Consejo Representativo de Instituciones Judías de Francia (CRIF) advierte que «la verdadera cara de Marine Le Pen es la que muestra junto a los dirigentes más violentos y xenófobos de Europa, de los que es próxima en el plano personal e ideológico». «El voto Le Pen significaría un viraje autoritario, la institucionalización de la discriminación, la liberación de la xenofobia y el racismo», advierte la ong antirracista Licra.
Los datos
27,8% de los votos obtuvo Macron en la primera vuelta de las presidenciales francesas del pasado domingo
23,1% obtuvo Le Pen. Las encuestas aseguran que hoy la distancia entre los dos es de dos puntos.
«No banalizar»
Desde la izquierda como desde la derecha, numerosos políticos han hecho llamamientos a votar por Macron y a movilizarse para impedir que la extrema derecha llegue al poder en Francia, pues consideran que Reagrupación Nacional es un partido contrario a los valores republicanos.
Antes de la primera vuelta, Macron instó a los franceses a «no banalizar» al Frente Nacional. El candidato de la República en Marcha utiliza adrede el antiguo nombre de Reagrupación Nacional para dejar claro que sigue siendo un partido de extrema derecha. «Yo nunca he banalizado al Frente Nacional. Siempre he respetado a sus votantes, pero las soluciones que propone yo las combato con fuerza», dijo Macron, que se presenta a la reelección tras cinco años en el Palacio del Elíseo.
Jean-Marie Le Pen está convencido que su hija Marine «puede ganar» las elecciones y que «debe ganar por el futuro de Francia y la felicidad de los franceses». Si Marine Le Pen derrota a Macron en las urnas, hará historia. Se convertiría en la primera mujer presidenta de Francia y en la primera jefa de Estado de la V República de extrema derecha.
TITULO: El escarabajo verde -La extrema derecha, a las puertas del Elíseo ,.
foto / La extrema derecha nunca estuvo tan cerca del Palacio del Elíseo. Emmanuel Macron, candidato de La República en Marcha, derrotó en 2017 a Marine Le Pen en las urnas por 66,10% de los votos, frente al 33,9% de apoyos de la ultraderechista. Esta vez su margen de victoria es más estrecho.
Si hoy se celebrara la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Francia, Macron ganaría por 53% a 47% de los votos a Le Pen, según el último sondeo de instituto Harris. El sondeo de IFOP da un 51% de intención de voto para el candidato de la República en Marcha y un 49% para la candidata de extrema derecha.
Macron advierte estos días que las elecciones no están decididas, que su victoria en las urnas no está garantizada y que existe el peligro de que la extrema derecha llegue al poder en Francia. «Los franceses no son niños, ya no creen en el hombre lobo. Hace falta que el gobierno deje de tratarlos como a niños y los considere como adultos», responde Le Pen.
La candidata de extrema derecha trata de atraer al voto anti-Macron, tanto de la izquierda como de la derecha. Le Pen puede también beneficiarse de una reserva de votos del ultraderechista Éric Zemmour (7,07%) de la que no disponía en 2017. También está por ver dónde irán los votos de los candidatos eliminados en la primera vuelta: ¿A Macron? ¿A Le Pen? ¿Voto en blanco? ¿O abstención?,.
TITULO: Días de cine clásico - Cine - Dos hombres y un destino . , Miercoles -4- Mayo,.
Este Miercoles - 4- Mayo a las 22:00 en La 2 de TVE, foto,.
TITULO: Un país para escucharlo - El centro juvenil Ágora de Cáceres acoge la exposición 'África más cerca',.
Este martes-3- Mayo , a las 23.00 por La 2, foto.
El centro juvenil Ágora de Cáceres acoge la exposición 'África más cerca',.
El objetivo de esta muestra es exhibir la creatividad de un continente rico en historia y cultura a través de máscaras, estatuas o artesanía.
El centro juvenil Ágora, situado en la iglesia conventual de Santo Domingo de Cáceres, expone del 22 de abril al 1 de mayo una muestra denominada 'África más cerca', en la que se exhiben diferentes piezas de diversos países africanos.
En concreto, el objetivo de esta muestra es exhibir la creatividad de un continente rico en historia y cultura.
Así pues, se pueden ver máscaras, estatuas, instrumentos musicales y artesanía que reflejan la importancia del mundo espiritual para los artistas africanos, así como su profunda relación con el entorno y la naturaleza de donde obtienen los materiales que utilizan.
Cabe destacar que el horario de visita de la muestra es todos los días de 10:00 a 14:00 horas y de 16:00 a 20:00 horas. También se pueden concertar visitas en grupo y todos los días a las 18:30 horas se realiza una visita guiada a la muestra.
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