TITULO: A vivir que son dos días - A vivir - Cadena SER - El hormiguero Lunes -11- Jueves -14 - Abril ,.
A vivir que son dos días - A vivir - Cadena SER,.
Escucha 'A vivir', con Javier del Pino, el programa líder de las mañanas del fin de semana en la Cadena SER.
El hormiguero Lunes -11- Jueves -14 - Abril ,.
El lunes al jueves a las 21:45 horas, en Antena 3, fotos.
«No hay nadie inviolable ante la ley», dice Alicia Giménez Bartlett,.
«La corrupción en Valencia fue de traca», denuncia la autora de 'La presidenta', que novela los escándalos en la era de Barberá y Camps,.
Vita Castellá es una de las protagonistas de 'La presidenta' (Alfaguara), la nueva novela de Alicia Giménez Bartlett, (Almansa, Albacete 70 años). Es un trasunto de Rita Barberá, la poderosa y populista alcaldesa de Valencia fallecida en 2016 en la soledad de su lujosa habitación de hotel en Madrid. Su caída y su repentina muerte son el punto de partida de la investigación de las hermanas Berta y Marta Miralles. Son policias novatas y nuevas en el universo de Giménez Bartlett, matriarca de la novela negra española, creadora de la legendaria Petra Delicado, ganadora de los premios Carvalho, Nadal o Planeta, y que cuenta sus lectores por millones.
«La corrupción valenciana es de traca, berlanguiana. Brutal. Lo copó todo. Era impresionante y divertida. Que llegue el Papa, le monten un sarao y un particular se lleve la mitad de la pasta, es fascinante. Como que otro señor trinque fondos para el tercer mundo o ver a la alcaldesa [Barberá] y al presidente de la Generalitat [Camps] recorriendo la ciudad en un descapotable para promocionar la Fórmula 1 y hacer caja», dice risueña la escritora situando el marco de su ficción.
Novela sobre unos corruptos de fábula que pudieron ser un ejemplo nefasto para quienes envidian su manera de enriquecerse. «No cabe decir que todo español lleve un corrupto en su interior, pero con ejemplos como los de Valencia o el de Rey emérito te liberas moralmente», dice la escritora tratando de calibrar hasta qué punto la corrupción está tácitamente aceptada.
Ejemplo inquietante
«Quizás haya quien piense que si no robas eres tonto, pero es que el ejemplo del emérito es inquietante. Sería ejemplar que compareciera ante los tribunales», reclama la escritora, para quien «lo que no hace justicia española quizá lo esté haciendo la británica». «El aforamiento de los políticos y la inviolabilidad son excesivos y no se entienden. Ni Jesucristo fue inviolable. Nadie lo es, ni está por encima de la ley», reitera.
«Deberíamos ser más proclives a la excelencia, pero tenemos los políticos que nos merecemos. Soy bastante calvinista y creo que nos merecemos todo lo que tenemos», asegura sarcástica la narradora. «La conciencia individual debería unirse a la colectiva, pero eso es algo que nos falta», lamenta.
Sabe Giménez Bartlett que la novela negra «es un gran espejo de lo que somos» y un manera «muy efectiva de denunciar nuestros males presentes». «Puede ser muy crítica y analítica, pero está obligada a entretener y a atrapara al lector», agrega. «No me interesan las intrigas en la Grecia clásica, por ejemplo», señala.
Escéptica, no está muy esperanzada en la bondad del género humano. «La guerra durará, me temo, hasta que nos extingamos. No hemos avanzado nada como especie», lamenta.
Dice que su pareja de osadas investigadoras llega para quedaras. «Son jóvenes, divertidas, sagaces y alejadas de ese tópico del detective divorciado, atormentado, dipsómano con el hígado masacrado y omnipresente en la novela negra que, por fortuna, parece superado» asegura. «Radicalmente opuestas, una de las dos hermanas es más alocada y liberada sexualmente» agrega de la pareja creada por sugerencia de la editora María Fasce.
Desde sus inicios Giménez Batlett ha aportado una perspectiva femenina y feminista a la novela negra y ha contado con la ayuda de una policía «que fue inspectora, inspectora jefe y ahora es comisaría y que sigue siendo mi consejera, aunque no me lo cuenta todo, claro». Una mujer que ha ascendido en el escalafón «y que es la prueba del cambio sustancial que se ha dado en la policía española, con más de 30 comisarias en todo el país, y cientos de agentes y oficiales femeninas». No se atreve Bartlett a decir que sean «más sagaces que los varones», pero sí que «son más empáticas y diplomáticas, mejores comunicadoras y muy apreciadas para labores científicas».
Pionera en el género Giménez Bartlett, creó a la primera investigadora del 'noir' español, una Petra Delicado que tiene en barbecho y a la que veremos de nuevo en acción el año próximo. «Tengo contrato con Planeta para otra novela de Delicado. Por fortuna estoy a caballo entre los dos grande grupos editoriales del país», dice aclarando que no se ha «fugado» de Planeta para fichar por competencia, como sí ha hecho otro ganador reciente del Planeta, Santiago Posteguillo que ahora publica con Random House.
Ignasi Aballí propone cambios arquitectónicos y turísticos en Venecia,.
Modifica metafóricamente la planta del Pabellón Español en la Bienal y el concepto de las guías de la ciudad de los canales.
El artista Ignasi Aballí (Barcelona, 64 años) propone cambios arquitectónicos y turísticos en su proyecto para el Pabellón de España en la Bienal de Arte de Venecia, que se celebra del 23 de abril al 27 de noviembre. Comisariada por Bea Espejo, su propuesta recrea la arquitectura del pabellón español e incluye la edición de seis guías «alternativas» de la ciudad de los canales. Ambas acciones pretenden corregir 'errores' detectados por el artista catalán.
Las dos propuestas comparten la idea de 'Corrección, título del proyecto que el artista presentó ayer en Madrid. Corrige primero la disposición del pabellón, girando diez grados su estructura para alinearlo con los edificios próximos en los Giardini. Modifica luego el concepto de lo que son las guías turística de la ciudad de los canales. Aballí detectó en los planos del pabellón que el edificio aparece «ligeramente desplazado» respecto a sus vecinos holandés y belga. Plantea la hipótesis de que su ubicación «sea una anomalía» y lo mueve, metafóricamente, hasta alinearlo con los edificios colindantes. Así «construye» de nuevo el interior del pabellón «para modificar el espacio de exposición, su ubicación en los Giardini y su relación con la propia ciudad». En el espacio repensado se mezclarán las paredes originales, que no se han tocado ni intervenido, convertidas en material en desuso, con los nuevos muros resultantes del giro.
Completará su proyecto con la edición de seis libros sobre Venecia que «corrigen» a las guías turísticas de la ciudad. Destaca la paradoja de que Venecia, una de las ciudades más visitadas del mundo, esté amenazada por un turismo masivo que la sitúa al borde del colapso, y que haya estado «erróneamente» vacía durante la pandemia. Aballí mira Venecia desde una óptica alejada del turismo para detenerse «en todo lo que centra la práctica artística».
La participación de España en la 59 La Bienal de Veneca está organizada por la Dirección de Relaciones Culturales y Científicas de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y co-organizada por Acción Cultural Espanola (AC/E),.
TITULO: LA BRUJULA ONDA CERO - La Linterna La Cope - Los combates por el control de Kiev dejan un reguero de destrucción,.
La Brújula es un programa de radio de la emisora española Onda Cero, presentado y dirigido por David del Cura. Es el tercer espacio en audiencia en la franja nocturna, retransmitiéndose entre las 20 y las 24 horas, tiempo que dedica a un análisis de la actualidad, el deporte, la economía (con el espacio denominado La Brújula de la Economía) y el debate político., etc,.
La Linterna La Cope ,.
'La Linterna' es el programa de radio informativo, político y económico, cultural y de debate nocturno de la Cadena COPE. Dirigido y presentado desde 2009 por Ángel Expósito, se emite de lunes a viernes de 19:00 a 23:30 horas, correspondiendo la última hora de los viernes a 'La Linterna de la Iglesia', dirigida y presentada por Faustino Catalina,.
Después de seis semanas de guerra bajo la constante amenaza de un asalto ruso, Kiev proclama victoria porque ya no hay presencia rusa en toda la región. La viceministra de Defensa, Hanna Maliar, declaró a los medios que «todo el Óblast (región) de Kiev está ahora libre de ocupantes rusos». Las tropas enemigas fracasaron en su intento de llevar a cabo una operación relámpago sobre la capital, tampoco pudieron cercarla y, finalmente, optaron por retirar sus tropas de forma acelerada de las posiciones más próximas a Kiev.
Vladímir Putin se queda sin el golpe de efecto que buscaba en Kiev para acabar con el Gobierno de Volodímir Zelensky y sus hombres fueron incapaces de cruzar el río Irpín. Esta victoria, sin embargo, es parcial ya que miles de soldados rusos siguen invadiendo Ucrania, los combates se endurecen en los distintos frentes abiertos en el Donbás y, según el Pentágono, «las unidades que estaban en las zonas próximas a Kiev podrían estar reposicionándose para intentar un nuevo asalto».
El norte de la capital se ha convertido en un cementerio de soldados rusos, cuyos cuerpos siguen tirados en bosques y trincheras. Circular por los caminos rurales y carreteras de la zona supone un recorrido por un museo de chatarra calcinada. Tanques y blindados rusos destrozados por el fuego ucraniano son la imagen de la derrota estratégica sufrida por Moscú a las puertas de Kiev.
Ya no hay fuerzas rusas en Hostomel, Bucha e Irpín, los tres grandes núcleos urbanos. Esta última localidad ha sido el punto más cercano a Kiev, a 20 kilómetros de la capital, al que han llegado las tropas enemigas. Antes de la guerra tenía unos 60.000 habitantes, ahora apenas quedan unas decenas y, pese al final de los combates, mantienen una misma rutina diaria. A las doce del mediodía todo el que puede se acerca al sótano del hospital donde se enciende un generador durante una hora para poder cargar teléfonos móviles, linternas o cualquier aparato eléctrico. No hay luz, ni gas y cada uno sobrevive con los víveres que tenía guardados porque tampoco ha llegado ningún tipo de ayuda humanitaria.
«Yo trabajaba en este hospital, soy médico y tengo experiencia militar porque me tocó servir en Afganistán en la época de la URSS. Necesitamos ayuda médica urgente porque hay muchos heridos y enfermos a quienes atender y yo apenas les puedo dar apoyo por teléfono», lamenta Vasilyi durante la recarga de sus teléfonos. Este doctor asegura que «no me sorprende la no intervención miliar europea porque Bruselas tiene miedo de Rusia, por eso quiero decir que son unos cobardes. Hay que ser mucho más activos para frenar a los rusos».
A su lado está sentada Tatiana, quien asiente a cada palabra y quiere añadir que «esto no ha terminado, las tropas rusas ya no están en las calles de Irpín, pero los conocemos y sabemos que volverán». Tatiana se ha quedado junto a su marido y carga el móvil para poder hablar con su hijo, que vive en Letonia. Sus familiares les pidieron que salieran de su casa en busca de un lugar seguro, pero se negaron y han resistido en un sótano helador durante las seis semanas.
Según los datos de la municipalidad unos 200 vecinos han muerto a causa de los combates, pero la cifra sube cada día porque los servicios de rescate encuentran cuerpos en sótanos y apartamentos. Los dejan junto al portal, tapados con un manta y luego pasan a retirarlos con una furgoneta para llevarlos a un depósito.
En los días más duros de la contienda no se podía enterrar a los fallecidos y por ello los vecinos optaron por hacerlo de manera improvisada en jardines, parques o en la misma escuela municipal, que también fue atacada en varias ocasiones. Algunas de estas tumbas tienen una cruz con el nombre del difunto, otras no, son un simple montículo de tierra anónimo.
En el parque central de Irpín, entre frondosos árboles y barbacoas, descansa María Sharapova. A esta mujer de 83 años un mortero le mató el 6 de marzo cuando estaba sentada en un banco. Ahora descansa a dos metros del agujero dejado por el proyectil y del banco en el que permanece su bolso con sus objetos personales desparramados. Oleksander pasa junto a la cruz de madera y maldice a Putin y a los rusos porque «son unas bestias, unas bestias de verdad. Mira lo que nos han hecho y lo peor es que estamos seguros de que volverán. Lo hicieron en Chechenia y lo harán aquí, por eso pido que dejen los cuerpos de sus soldados en el campo para que aunque sirvan de fertilizante para la tierra».
Muertos en las calles
Los rusos salieron hace una semana de Irpín y desde entonces los servicios de rescate no han parado de recuperar cuerpos y poco a poco los van retirando. En otras ciudades próximas recién liberadas como Bucha la imagen es aun más cruda porque no ha habido tiempo de hacerlo y siguen en las aceras.
El alcalde de esta ciudad al noroeste de la capital aseguró que al menos 300 vecinos fueron enterrados estas semanas en una fosa común. El mandatario local, Anatoly Fedoruk, en declaraciones a AFP, sostuvo que «todas estas personas fueron asesinadas de un disparo en la nuca». Relató que entre las víctimas había hombres y mujeres. También aseguró haber visto a un niño de 14 años entre los muertos.
Muchos de los cuerpos tenían vendas blancas «para mostrar que estaban desarmados». Las fuerzas ucranianas penetraron completamente en Bucha hace uno o dos días. La ciudad estuvo inaccesible durante casi un mes. Las autoridades anunciaron un toque de queda de 48 horas en todas las zonas liberadas con el objetivo de retirar cadáveres e intentar limpiar las ciudades de toda la munición sin explotar.
Puentes provisionales para facililitar la vuelta a casa
Irpín no es una ciudad reducida a escombros, pero tiene varios barrios afectados por los proyectiles y muchas calles están cortadas por vehículos y tanques calcinados. Los dos grandes puentes que le conectan con Kiev fueron destruidos por el ejército ucraniano para frenar el avance enemigo y ahora apenas quedan dos pasos menores para cruzar el río. Los militares se disponen a habilitar puentes provisionales para facilitar el regreso de los civiles que quieran ver cómo están sus casas.
Valery Ivanovich se presenta como «ingeniero y ciudadano de honor de Irpín» y recuerda que «el 23 de febrero estábamos celebrando mi cumpleaños y estaba aquí toda mi familia. Al día siguiente estalló la guerra y mis hijos y nietos se fueron, pero yo decidí quedarme junto a mi mujer». Valery quiere mirar más allá de la guerra y hablar de la situación política porque «esta situación es consecuencia del mal trabajo de los políticos, del gobierno y de los diplomáticos de Ucrania y Rusia y ahora no sabemos cómo terminará».
Desde Moscú venden esta retirada de la región de Kiev como un «cese drástico de la actividad militar» y aseguran que el objetivo primordial desde el comienzo es el Donbás, al este de Ucrania. En Moscú no utilizan la palabra guerra y hablan de «operación especial», pero digan lo que digan en Moscú, los ucranianos no les creen y por eso saben que el silencio que reina ahora en el cielo de la región de Kiev puede volver a romperse en cualquier momento.
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