El Cintra Plasencia sigue intratable en la liga
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Firmó su sexta victoria seguida ante el Linense y ya saca dos triunfos al segundo clasificado,. foto
Que pase el siguiente. El Cintra Plasencia sacó adelante por tercera vez un partido donde el liderato estaba en juego y lo hizo ante el Unión Linense (85-80), el equipo de mayor potencial del grupo D-B de la Liga EBA junto al conjunto placentino. Un triunfo que le vale al Plasencia para mantenerse en lo alto de la tabla con un bagaje de 6-0 y para sacar ya dos partidos a los segundos clasificados, el propio Linense y el DKV San Fernando, próximo rival de los placentinos.
Fue una victoria de prestigio, pero lo cierto es que no fue excesivamente brillante. Se puede decir que el Plasencia sacó el encuentro adelante con más casta que calidad. Y es que hubo varios factores que obligaron a ir parcheando la situación a medida que pasaban los minutos. Por una parte, las faltas de las dos torres placentinas, Luis García y Bogdanovic, que apenas jugaron 27 minutos entre ambos y levantando el pie del acelerador para no irse al banco. Por otra, el mal día de Sandro Gacic, al que le bastaron ocho minutos para irse a los vestuarios por dos faltas antideportivas.
Y eso que el partido no empezó nada mal, con un parcial de salida de 11-2 propiciado por la intensidad defensiva y la lucha por el rebote. Sin embargo, a medida que Balmón y Ortega fueron entrando en juego el marcador se fue equilibrando. Un parcial de 0-13 con el base Miki Ortega ‘on fire’ daba ventaja a los andaluces al final del primera cuarto (15-20).
Jesús Porras decidió tirar de Pablo Bayle para dar mayor fluidez al juego placentino. La apuesta dio resultado. El Plasencia demostró saber moverse cuando el partido exige de piernas y en poco más de dos minutos volteó el marcador (24-23). En ello tuvo mucho que ver el espectacular acierto de Javier Cardito desde la línea de 6,75 metros, sobre todo en momentos clave. El placentino firmó 6 triples de 9 intentos. El Linense, por su parte, se confiaba al tridente Balmón-Juanma Ruiz-Miki Ortiz para tratar de explotar sus opciones. En sus mejores minutos, permitieron a los suyos llegar con ventaja al descanso (42-43) y obtener una renta de diez en el minuto 24 (44-54). Con la cuarta de Juanma Ruiz y su retirada al banquillo, aparecieron las dudas en el Unión Linense y Javier Cardito supo leer el nuevo escenario a la perfección, corriendo a la mínima oportunidad, buscando el aro desde el perímetro y asistiendo a dos inspirados Mario Álvarez y Caleb Hardy. En defensa, el propio Álvarez se convirtió en muro infranqueable. El Plasencia llegó con vida al último cuarto (60-62) y en la recta final hizo valer su mayor presencia física para, incluso, no pasar apuros en el último minuto del encuentro (85-80) ante un Linense al que le faltó fuelle.
- TÍTULO: LOS GOLES - HOGAR, DULCE HOGAR,.
- Hogar, dulce hogar, foto.
El Badajoz se reencuentra con el Nuevo Vivero con una goleada al equipo revelación de la Tercera,.
Los de Óscar de Paula se impusieron de forma cómoda y sin paliativos, de ahí que no se entienda que el encuentro se calentara en exceso por la dureza del juego en sus últimos compases, el cruce de cánticos entre aficiones y alguna actitud incomprensible de jugadores visitantes más atentos a lo que pasaba en la grada que en el campo.
El Badajoz se luce en la nueva alfombra del Nuevo Vivero. Así da gusto
poner en práctica su propuesta. Solventó con brillo y gran eficacia un
partido complicado ante la revelación de la Tercera extremeña. Lo hizo a
base de pegada y recuperando sus señas de identidad ante un Calamonte
que se resistió lo que pudo y que terminó rendido ante la exhibición
blanquinegra justo tras la reanudación.
No todo le salió rodado al Badajoz. La nota negativa la protagonizó Rober Gándara después de haber completado un partido soberbio. El mediocentro salmantino se lesionó el hombro derecho y tuvo que retirarse a nueve del final dejando al Badajoz con diez, ya que había agotado los tres cambios. Intentó seguir con el brazo inmovilizado pegado al cuerpo, pero unos minutos después se marchó a vestuarios totalmente desolado.
El primer tiempo tuvo ese nombre propio. Rober Gándara se movía a sus anchas por el campo. Tiene una facilidad enorme para aparecer en la frontal como una amenaza. Esa libertad de la que goza se debe en gran medida a la innegable labor de Parada y su capacidad para bastarse solo en la contención. Hasta el primer gol todos los avisos del Badajoz llegaron de las botas de Rober. La primera en una gran jugada personal que arrancó desde su campo hasta pisar el área y que resolvió Carreño con un tiro cruzado que despejó como pudo Prada. En la siguiente acción, otra vez Rober puso en aprietos al portero visitante con un potente lanzamiento desde la frontal que desvió con los dedos a córner. Poco después, bajó con el pecho un centro desde la derecha, conectó con Copete, el almendralejense se la devolvía y Rober encañonó de nuevo a puerta para lucimiento de Prada.
Le gusta explotar a Óscar de Paula la versatilidad de sus jugadores ofensivos. Abraham Pozo, Copete y Álex González forman un tridente de lo más peligroso y difícil de sujetar por sus perfiles afilados. El técnico oliventino siempre les hace intercambiar sus posiciones arriba y este sábado no lo fue menos creando muchos problemas a la defensa calamonteña. El primer gol llegó con el pacense de guardaespaldas de Carreño y el de Pueblonuevo haciendo sus diabluras por la derecha. Abraham Pozo se fabricó una jugada exquisita marca de la casa. Manejó la situación a su antojo. Fintó, regateó, dribló y asistió para ponerla en la línea de fuego donde apareció Carreño tirándose en plan kamikaze y dar con la diana. La celebración resumió perfectamente la autoría del gol con los blanquinegros, incluido el propio delantero sevillano, corriendo a felicitar a Abraham Pozo.
Un minuto después, Carreño se convertía en asistente colocando un centro preciso que Nando Copete cabeceó alto a bocajarro.
El Calamonte trató de sacudirse del golpe y tuvo su oportunidad de apretar al Badajoz en las botas de Écija, aunque Sergio Arenas muy atento desbarató sin complicaciones su avanzadilla. Pero el Badajoz seguía a lo suyo. Abría el campo por las alas donde Abraham y Copete aprovechaban su velocidad. Abraham probaría desde lejos, pero Prada sacó con los puños. Parada pudo ampliar la cuenta justo antes del descanso con un remate claro en boca de gol que se fue alto.
Que el Badajoz quería más lo dejó patente en un inicio del segundo tiempo espectacular. El primer balón en juego lo enchufó Álex González irrumpiendo por la izquierda y picándola por encima del portero. Casi sin tiempo a que el Calamonte pudiera coger aire Carreño remataría al palo un centro de Rober. Y seguidamente, el goleador sevillano se desquitaría con un regalo de Nando Copete, que lideró una contra letal para plantarse solo delante del guardameta Prada y dejarle la gloria a su compañero Carreño que aparecía por su izquierda.
El Badajoz lo bordó en tres minutos mágicos. Suficientes para desmontar la buena disposición calamonteña. Carreño tuvo dos más, una que peinó hacia atrás y golpeó en el palo y otra en un centro de Kiko que despejó Prada a córner.
El público la tomó con el exjugador blanquinegro Carrasco, que se marchó ofuscado. Después Diego dedicaría gestos muy feos y con el pitido final sería Juanan. Demasiada tensión para la placentera victoria blanquinegra.
El Calamonte estaba herido en su orgullo. En un arreón de coraje recortaría distancias con un gol de Peñato. Dos minutos más tarde, en otra sacudida de los de Juan Pedro Sánchez, Meche la tuvo dentro del área, pero se topó con un sensacional Arenas que despejó con los pies.
Kiko se animó con alegría al ataque. El central gallego le metió un sensacional pase a Abraham para redondear su gran actuación. Lo merecía. El Badajoz cerraba con nota su reencuentro con el Nuevo Vivero.
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