De paseo con Juan Margallo,.foto.
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Donde el dramaturgo recuerda su infancia y cena pescado y tila,.
La semana pasada, el dramaturgo extremeño Juan Margallo (Cáceres, 1940) recibió un homenaje en el festival de teatro de Badajoz. Pero antes de subir a las tablas del López de Ayala, Margallo pasó por Cáceres y salimos los dos a dar un paseo por la ciudad y a cenar. Creo que el actor y director teatral se lo pasó bien, no tanto por mi compañía cuanto porque el paseo, tranquilo, de noche y con buen tiempo, fue para él un grato ejercicio de memoria sentimental y nostalgia en vena.
El caso es que lo recogí en el hotel Alfonso IX y ahí ya empezamos a recordar que fue en ese establecimiento, antes hotel Álvarez, donde dormían los toreros, las flamencas y las compañías teatrales en sus bolos cacereños, además de haber sido central de operaciones durante la Guerra Civil por contar con una moderna central telefónica Standard, amén de con agua caliente en las habitaciones para el confort de generales como Mola o Millán Astray.
Por las calles Moret, Pintores y San Pedro, señalábamos las viviendas de antiguos amigos, ya fallecidos, y a medida que sus recuerdos afloraban, yo le decía que debería de haber traído a mi padre, con quien Juan comparte amigos como Agusti Valiente, Luis Pache o Jacinto el de La Salmantina. Precisamente fue Jacinto, gran actor, quien compartió con Juan Margallo su primera actuación teatral. La recordó cuando llegamos al Gran Teatro. Allí representó, en los años 50, 'Militares y paisanos' con el grupo de teatro de Acción Católica, que tenía un nombre jacarandoso: El Retozu.
Los nombres de los grupos teatrales que después fundó Juan Margallo tenían nombres más inquietantes. Primero, durante su época como eje vertebral del teatro independiente español (Juan Monleón y Wikipedia dixit), bautizaba sus compañías con nombres de animales persistentes y orgullosos: Tábano, El Búho, El Topo, El Gayo Vallecano. Incluso su compañía actual, Uroc, tiene un nombre áspero. Nada que ver con aquel El Retozu bautismal ni con las compañías extremeñas actuales de nombres alegres y gozosos: Samarkanda, Suripanta, Rodetacón, Taptc, Teatrapo...
Las compañías inquietantes de Margallo casan bien con su empaque grave. A Juan le decían en Madrid que era un poco extremeño porque se le veía muy serio. Casi tanto como a su padre, un militar de aspecto severo que se parecía a Kafka. Esa cara, la kafkiana, es muy propia del pueblo originario de los Margallo, Montánchez, donde es marca de la casa, o de la sierra, la paradoja seriedad-humor: apariencia inquietante, fondo desternillante.
El paseo con Juan fue una sucesión de anécdotas y recuerdos que se sustanciaban siempre en la risa: su fascinación en la banda de música militar de Cáceres por el mago Karleodopol III, que lo llevó a convertirse en el ilusionista profesor Margus; su título de campeón de Cáceres de salto con pértiga, o mejor, con palo: cuando fueron a la fase de sector en Toledo, le dieron una pértiga real y no sabía qué hacer con ella; la venta de balas perdidas del campo de tiro militar a chatarreros...
Pocos saben que Juan Margallo está emparentado con el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, descendientes ambos del controvertido montanchego general Margallo. De él hablamos con el hostelero Rafael Arnáiz y con el filósofo Isidoro Reguera durante la cena en el mesón San Juan, del general y del misterio de su muerte en las guerras africanas: ¿lo mató el enemigo o sus propios soldados?
Petra Martínez, esposa de Juan en Gibraltar, no sé si ya en España, no pudo venir a Cáceres: a las 6.30 de la mañana había empezado a grabar un capítulo de 'La que se avecina'. La tele la ha hecho famosa y Juan relata anécdotas de niños, que la asedian buscando un selfi. El 10 de diciembre, actuarán en el Gran Teatro con su 'Chimpón! Panfleto post mortem'. Cenamos, en fin, seria y prudentemente, pescado y tila, y nos despedimos en la puerta del hotel de Lola Flores, de Manolete, de Juan Margallo.
EL BOLIGRAFO - ROGELIO PALOMO, AL MANDO DEL DEPORTIVO, fotos.
TERCERA
Rogelio Palomo, al mando del Deportivo Pacense
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El todavía director deportivo combinará su labor con la de técnico,.
Rogelio Palomo, hasta la fecha director deportivo del Deportivo Pacense, ocupará de momento el banquillo. La destitución de Juan Antonio Macarro, al no encontrar un sustituto adecuado, hace que Rogelio se ponga al frente del equipo. Pese a esto el club sigue buscando un entrenador de garantías y solo el tiempo dirá cuanto estará Rogelio al mando del vestuario. El director deportivo tenía totalmente descartado volver a los banquillos cuando comenzó su andadura en el equipo técnico, hace dos años. Rogelio es optimista y afronta la tarea con ilusión. «Hay veces que no hay más opciones y toca ponerse al frente en una situación difícil».
Macarro, pese a la destitución, no abandonará el Deportivo Pacense ya que permanecerá como colaborador del banquillo para ayudar a Rogelio en la dirección del primer equipo. El nuevo entrenador justifica la decisión de destituir a Macarro. «El entrenador tiene una maleta con ruedas, ya que en cualquier momento se puede ir». Rogelio comenta que nadie esperaba ver al equipo tan abajo este año. El Deportivo es penúltimo con 5 puntos. Partidos que no esperaba perder, el no estar acertado de cara a puerta o algunos fallos propios del juego son las causas de la situación que vive el conjunto de la Tercera extremeña.
En su nueva andadura Rogelio Palomo acepta el reto de reflotar al equipo después de doce jornadas disputadas. Sin suerte hasta ahora, el míster pone los ojos en el próximo partido. «Conseguir dos o tres victorias nos haría ver las cosas de otra forma».
El técnico quiere conseguir un lavado de cara del conjunto pacense y marca como principal objetivo la salvación. Trabajando, poco a poco, se busca conseguir un equipo más participativo y peligroso en el aspecto ofensivo. En defensa, mejorar esas carencias harán del Deportivo Pacense un conjunto sólido y luchador.
Rogelio habla de cómo se encuentran los futbolistas tras el cambio de entrenador. «En el fútbol unos pagan el pato y los futbolistas se adaptan a la situación», comenta. Lo primero que quiere hacer el nuevo entrenador es relajar a sus pupilos, liberando tensiones, y ponerse a trabajar para conseguir el objetivo.
Emilio se marchaEn lo que a refuerzos se refiere, Rogelio Palomo cuenta con una plantilla corta y al no pagar a los jugadores es difícil fichar. Aún así no descarta un refuerzo por línea. Con la marcha del lateral izquierdo Emilio, por causa laboral, el equipo queda cojo en esta demarcación. Además, un mediocentro y un delantero también serían bien recibidos.
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