LIGA FUTBOL - REAL MADRID -0- BARCELONA -4-,./ CONOCER - VIDEOJUEGOS - ALEXEY PAJITNOV,.
TÍTULO: LIGA FUTBOL - REAL MADRID -0- BARCELONA -4-,.
jornada 12
El Barça destroza el proyecto Benítez
Los azulgranas, sin necesidad de contar con Messi, aplastan a un Real Madrid sin ideas, juego y ni siquiera corazón,.
Pañolada histórica y gritos de ‘Florentino dimisión’ en un repaso superior incluso al 2-6 de 2009,.
El Barcelona aplastó al Real Madrid en el Bernabéu, que silbó a sus
propios jugadores y mostró pañuelos ya desde la primera mitad
descontento con el equipo de un Rafa Benítez que sale muy tocado y
solicitó la dimisión de su presidente con gritos de ‘Florentino
dimisión’. El repaso fue de los que quedará en la retina, incluso
superior al día de los aplausos al Ronaldinho y muy cerca del recordado
2-6 de Guardiola. Quizá sea más meritorio, no sólo porque su rival
mostró más alma y corazón sino porque llegó sin necesidad de que Leo
Messi, que salía de una lesión, fuese titular. Sólo compareció en la
media hora final, cuando el marcador ya era 0-3.
El Real Madrid fue una caricatura y eso que Benítez sacó posiblemente
su once más ofensivo en años, con la ‘BBC’ y James en el medio junto a
Kroos y Modric. Los mismos seis estiletes que utilizaba Ancelotti, pero
el equipo no se pareció en nada al del italiano, que hace algo más de un
año tumbó a casi los mismos once de Luis Enrique. El once del madrileño
transmitió una nula sensación como colectivo, sin saber cómo ejecutar
el plan. Quizá porque no era el esperado. Cuando desde bien pronto
estuvo por detrás en el marcador se mostró aturdido mentalmente,
impotente, incapaz de reaccionar ante un Barcelona que siempre tuvo el
balón y disfrutó con él. Sergi Roberto ocupó la plaza de Messi y la
superioridad en el centro del campo permitió garantizarse el control del
juego frente un rival aferrado a lo táctico.
El 0-1 llegó en una de esas largas combinaciones que realizó el
bloque azulgrana. Sergi Roberto asistió al espacio viendo Varane rompía
el fuera de juego y permitió el lujazo de Luis Suárez. En carrera, según
le llegaba, y con el exterior del pie diestro la certificó junto a la
base del poste. Tocó toda la red lateral hasta quedarse la bola dentro
de la meta en el fondo sur. Pasó por allí celebrando una nueva diana,
confirmando su momento goleador.
Tras el gol, se esperaba una reacción blanca pero no llegó. Tras una
perdida de Ramos, James mostró su compromiso en defensa y evitó una
nueva entrada hacia portería de Neymar, que encontró un filón con
Danilo. Navas se lució en el golpe franco posterior del brasileño. Sergi
Roberto, que se asociaba e incluso pisaba área, tuvo el 0-2 dentro del
área pero remató alto en el punto de penalti una buena acción colectiva
con asistencia entre Iniesta y Rakitic. Empezó el runrún de
desaprobación de la grada, pero entonces tuvo Luis Enrique que variar su
plan, ese que le estaba funcionando, antes de la media hora por una
lesión de Mascherano. La entrada de Mathieu no cambió ni sistemas ni
jugadores de puestos.
James puso a prueba a Bravo, pero estaba tan brillante como su
indumentaria. Fernández Borbalán no quería perder el control del
encuentro después de que las protestas de ambos lados creciesen en una
acción en la que Alves cometió obstrucción a Cristiano y éste le golpeó
con el codo en la cabeza. Esa amarilla al brasileño revolucionó el duelo
un minuto, el único en el que tuvo su opción el Real Madrid. Pero no
aprovechó los treinta segundos de desconcierto en área chica azulgrana,
provocada por dos errores consecutivos en defensa. Piqué despejó hacia
atrás pero Benzema no acertó a embocar, mientras que aprovechando un
error de Modric llegó el segundo culé, de un Neymar que batió por bajo a
Navas. En el Madrid no funcionaba nada. Nunca tenía la pelota y tampoco
corría si la recuperaba.
Gritos y pañuelos al descanso
Marcelo con la cabeza evitó el 0-3 al filo del descanso, un resultado
que hubiese hecho justicia al juego visitante y al ridículo local. Eso
sí, no los pañuelos con los que se despidió al equipo y los gritos de
‘Florentino dimisión’ que se escucharon de modo claro por primera vez
antes de que la música de los anuncios, a un volumen estratosférico
serenara el cabreo de los aficionados. Al final del encuentro, con 0-4,
subió aún más decibelios. En el vestuario, Benítez se reunió con los
suyos, silbados otra vez al regresar al mismo nivel que al Barcelona,
mientras Luis Enrique mandó calentar a Messi sólo por si acaso se torcía
el asunto. Normal, viendo el panorama no era necesario. El Madrid era
una angustia constante y al Barcelona le quedaba la opción Messi en el
banquillo. Mentalmente demoledor.
Bale, intrascendente, pidió apoyo a la grada con los brazos y se
llevó una pitada. El juego local no les contagiaba entusiasmo, algo que
si consiguió James con un zurdazo ajustado al poste que Bravo, con una
gran mano, envió a córner. No había juego, sólo ramalazos individuales
de orgullo, como Marcelo, el defensa más vertical del equipo. Neymar
deseaba otro gol pero Navas le puso la mano en un golpe franco. Volvió
el runrún, el Bernabéu tenía los pañuelos preparados. El Barça, andando,
manejaba a su antojo el duelo. Daba la sensación que marcaría cuando
quisiera. Y logró otro tanto más por medio de Iniesta, tras asistencia
de tacón de Neymar.
Luis Suárez no acertó a lograr el cuarto antes de que Benitez quitara
a James, uno de los pocos que estaba aportando, por Isco. El técnico se
llevó una pitada y pañolada terrible. Casi superior a la recibida por
Messi al acceder al campo por Rakitic. Aún quedaba media hora, pero el
asunto se daba por finiquitado mientras los cánticos rompían el disgusto
colectivo. «Queremos once Juanitos», se lamentaba la afición después de
que Cristiano, otro día más desparecido, marrase solo ante Bravo la
mejor opción de los blancos.
No falló por el contrario Luis Suárez, que tras recibir de Messi en
el filo del fuera de juego, superó por alto a Keylor. Volvieron los
pañuelos entre los que se quedaron en el estadio, ya que muchos optaron
por irse. Los que evitaron el atasco de salida al menos no demostraron
la antideportividad de los que aplaudieron la roja de Isco, que no
aportó nada y demostró no saber perder. La goleada no fue mayor porque a
Munir, Messi y Luis Suárez les faltó tino en la recta final. Pese a
ello, para la hinchada local el disgusto fue superior incluso al 2-6.
Ahora el Madrid tiene estrellas rutilantes pero ni brillan ni funcionan
como equipo con Benítez. No tienen respuesta, ni siquiera ante la
prensa.
TÍTULO: CONOCER - VIDEOJUEGOS - ALEXEY PAJITNOV,.
" El Tetris es bueno para aprender a conducir,."
Modus operandi: Alexey Pajitnov - foto
Dentro
de esta serie de artículos sobre algunos de los autores más potentes de
la industria del videojuego y la marca que dejan impregnada en los
juegos que realizan, ¿sería justo hablar de una persona cuya influencia
se ha reducido a un único título? ¿Y a un juego que ha entramado su
complicada historia a través del explícito Telón de Acero? Bueno, si ese
juego resulta llamarse Tetris(íd; Alexey Pajitnov, 1984) y respondes al nombre de Alexey Patijnov,
pues no hay margen para equivocarse con este artículo. Tras cumplir
recientemente 30 años desde su invención, Tetris se ha convertido en uno
de los iconos más representativos y exitosos de la industria de los
videojuegos, quizá al nivel del otro gran gigante con el que ha
compartido menciones diversas, llamado Mario. Aunque la
relación de una persona con el mundillo sea inexistente o palpe apenas
fracciones que ensalzan los encargados de marketing y publicación de las
grandes compañías, Tetris es un juego que todo el
mundo conoce y ha jugado alguna vez en su vida, sea desde su apogeo en
las máquinas recreativas y en la inolvidable versión de Game Boy, como
en las versiones más recientes con todo tipo de variantes, modos de
juego adicionales y gráficos mejorados.
Ahora, la pregunta debería ser: ¿por qué
Tetris? ¿Qué ha tenido este juego para que muchos de nosotros nos
quedáramos prendados delante de la pantalla horas y horas? ¡Si
sólo son bloques sueltos y cosas raras pululando por ahí! ¿Es porque es
ruso? ¿O es porque le ha tocado a Tetris como le podía haber tocado a
cualquier otro? Bueno, los designios de la historia no pueden ser
cambiados, sí revisados y tervirgersados, pero es indudable que la
influencia que supuso este juego fue imborrable en aquellos jugadores
que lo tocaron a finales de los 80 y los 90 especialmente. No podemos
saber qué habría sido la industria sin Tetris o si existiría otro Tetris
por el camino (se llama Triotos), pero sí podemos afirmar que desde la
existencia de este juego, nada ha sido lo mismo.
Los libros de química tienen por escrito que un átomo
es la unidad mínima de composición de la materia, y que uniendo átomos a
través del intercambio de electrones podemos obtener compuestos o
moléculas que forman parte de cualquier cosa que conocemos, desde la
arena de la playa hasta los confines del universo. Bien, en Tetris
partimos de minos, entidades en forma de cuadrados
perfectos, indivisibles por sí mismos, que se combinan con otros minos
para componer otros polinomios que les doten de forma, perímetro y
estructuras diversas, empleando más concretamente tetrominos
compuestos de 4 minos en el juego que nos ocupa. Manejar a estas
figuras es tan sencillo como moverlas por la pantalla y rotarlas en la
dirección deseada mientras caen inevitablemente hacia el fondo del
tablero. No tiene mayor misterio. En la pila se van depositando bloques
en una composición al inicio aleatoria, pero cuando el jugador logra
entender la simple mecánica de juego y comienza a realizar líneas de
minos, entonces la casuística que hace funcionar Tetris no parece tan
casual como lo pinta.
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