Cuatro estrena '9 días en Haití', documental de Bayona sobre una escuela de desplazados,.
El director de 'Lo imposible' refleja la labor educativa en un campo de desplazados,.
Dirigido por el realizador español, '9 días en Haití' se enmarca en la campaña 'Sí me importa' de Oxfam Intermón y cuenta con el apoyo de la iniciativa de acción social '12 Meses' de Mediaset España.
El sábado 7 de noviembre, tras la finalización del programa 'Un tiempo nuevo', Cuatro estrena en televisión '9 días en Haití',
el documental de J.A. Bayona sobre la labor educativa que se
desarrolla en la escuela del campo de desplazados de Corail-Cesselesse,
un proyecto que lucha por sobrevivir cada año para poder seguir dando
formación y alimentación básica a 400 niños y niñas desplazados tras el
terremoto de 2010.
J.A. Bayona recoge los sueños y la creatividad de los niños que acuden a un taller de animación y defiende en la cinta su derecho a un futuro mejor.
Para ellos, y para millones de niños y niñas en muchos países, la
cooperación internacional resulta esencial para poder construir ese
futuro.
'9 días en Haití' forma parte de la campaña de Oxfam Intermón 'Sí me
importa', encaminada a sensibilizar a la ciudadanía desde el cine, el
arte, el teatro o el cómic para que se movilice a favor de la política
pública de cooperación al desarrollo, y cuenta con el apoyo de la
iniciativa de acción social '12 Meses' de Mediaset España, que ha emitido en todos sus canales dos spots, uno de ellos dirigido y locutado por el propio J.A. Bayona, con el objetivo de lanzar un
mensaje claro, directo y empático para sensibilizar a la sociedad de
la importancia fundamental de los programas de cooperación
internacional.
Cientos de miles de personas en
Haití y millones en muchos otros lugares del mundo, encuentran
esperanza de futuro gracias a los miles de proyectos de desarrollo que
año tras año batallan por seguir vivos. La ayuda funciona, cambia y
salva vidas: ha contribuido a que entre los años 1990 y 2015, 1.100
millones de personas hayan conseguido salir de situación de pobreza
extrema, la tasa de mortalidad de niños/as menores de 5 años haya caído
un 52%, y la proporción de niños escolarizados en África Subsahariana
haya pasado del 52% al 80%.
A pesar de los avances
todavía queda mucho por hacer: 836 millones de personas siguen viviendo
en la pobreza extrema, 57 millones de niños y niñas siguen sin poder
escolarizarse y 2,8 millones de niños recién nacidos mueren cada año
por causas que se pueden evitar.
¿Eres de pijama calentito o de lencería sexy?
- La ropa interior no se deja ver, pero dice mucho de nosotras. ¿Lo tuyo son los ligueros o vas desparejada y con prendas desgastadas? ¿Será cierto que las españolas somos más sexys por fuera que por dentro?
Porque la lencería tiene efecto terapéutico. "Deberíamos probar las buenas sensaciones que provoca dice una portavoz de la firma Etam. Es mejor que una tarde en la peluquería o un buen taconazo. Es fundamental sentirte a gusto con tu cuerpo y reforzar lo bueno que tienes. Y esa es nuestra misión".
- Una cuestión sexual es también cultural
"La corsetería está muy ligada a la sexualidad, y en España éste ha sido un tema tabú durante mucho tiempo, somos más puritanos. En Francia la mujer es más sofisticada. Le gusta que la ropa interior se transparente, quiere insinuar. Y a la árabe le gustan los diseños recargados, con mezclas de tejidos y profusión de adornos. Aquí, ni siquiera se venden los push up para la copa C, mientras que en los países del este arrasan. Pero las generaciones más jóvenes ya son más lanzadas".
Incluso somos diferentes en la forma de comprar. "La francesa incluye la tienda de lencería en su circuito de shopping porque para ella es un placer adquirir ropa interior; para la española es solo una necesidad, se equipa". De hecho, en estas fechas, se venden más pijamas calentitos que ropa interior, y muchas veces solo se consigue vender un bonito sostén si se arropa en un maniquí con una chaqueta polar con capucha de osito. ¿Queremos seguir siendo niñas para siempre?
En Alma Bloom también ven muchas diferencias culturales. De hecho, la marca surgió como respuesta a la escasa oferta en España. "Tanto la fundadora de Alma Bloom, Silvia Santos, como yo explica Piedad García, directora gerente de la firma hemos vivido en muchos países y no dábamos crédito a lo poco que se cuidaba este aspecto respecto a Estados Unidos o Latinoamérica. Somos muy pudorosas, se nota lo poco que nos miramos al espejo, aunque vamos avanzando".
- Lo que la lencería dice de ti
Piedad García, de Alma Bloom, lo ve así: "La autoestima es la punta del iceberg. Si no estás bien contigo misma, todo lo demás se complica. La lencería está demasiado enfocada en agradar a los demás, cuando lo más importante es que tú te gustes. Pero nunca es tarde para empezar."
- Todo al negro
- Solo una de cada cinco compras tiene un toque "picante".
- El negro es el color favorito.
- Para el día a día, preferimos las prendas funcionales.
- No nos importa llevar sujetador y braguitas diferentes.
- Valoramos el efecto segunda piel.
- No odiamos la lencería color carne (ellos sí).
- Las mujeres de 40 años son las que más gastan.
Mientras en Intimissimi, del grupo Calzedonia, reafirman la apuesta por lo oscuro: "Los favoritos son el negro (desde el tul a la ecopiel), la clásica combinación blanco-negro, el rojo, los estampados florales, el encaje, el tul y el terciopelo. Nuestros best-seller son el sujetador Sofía, con la gama más amplia de tallas y copas, y el Manuela, con efecto push-up."
- La talla sí importa
El hecho de que el tallaje varíe según el diseño, la marca y la "nacionalidad" no ayuda. Y es fundamental. No solo porque estéticamente el resultado puede ser desolador, sino porque un sujetador de la talla incorrecta pierde su finalidad: sujetar y retrasar el descenso de los senos provocado por la pérdida de elasticidad de la piel.
También puede provocar dolores de espalda y molestias mamarias. Para conocerla solo necesitamos una cinta métrica. En corsetería, España sigue el tallaje francés, no el europeo. La talla del sujetador consta de una cifra un múltiplo de cinco, entre 80 y 105 y una letra (A, B, C, D y E).
Mídete el contorno del tórax donde el pecho es más voluminoso y luego, justo debajo del surco submamario. Si a esta segunda cifra le añades 15, tendrás tu talla de contorno. Por ejemplo, si este tiene 75 cm, la talla será la 90. Para calcular la copa, resta las dos medidas. Si la cifra es 15, la copa será la B. Con una variación de más o menos tres centímetros saldrán las otras letras: A (12 cm), C (18 cm), D (21 cm) y E (24 cm).
Además, el sujetador tiene que quedar cómodo y adaptarse al cuerpo. Los aros deben recoger toda la mama y los tirantes, mas o menos anchos según del tamaño del pecho, han de estar tersos para repartir el peso en los hombros.
- Ellos las prefieren sexys
"Yo creo que antes se sentían intimidados pero ahora vienen muchos a la tienda y quieren que les asesores -cuenta Piedad García-. Entre ellos se nota un cambio generacional. Los mayores van a lo más clásico, mientras que los más jóvenes conocen bien a sus parejas y saben cómo acertar". Etam también ha observado el cambio: "Por San Valentín, compran mucho. Casi siempre rojo y muy picante, pero pasados unos días vienen ellas y lo cambian por algo negro."
A los hombres les gusta la lencería. Admitámoslo. Les encanta y les estimula, aunque nosotras nos empeñemos en decir que a nuestro chico le da igual porque, y cito a una amiga, "te la quita en un minuto sin ni siquiera mirarla." Así nos sentimos menos culpables por mezclar un tanga verde y un top rosa de cuando ibas al instituto. Pero, ¿de dónde te crees que salen los 10 millones de espectadores que cada año convocan frente a la pantalla los 50 ángeles de Victorias Secret?
Por eso, sabed que lo que nunca regalaría un hombre es una prenda color carne. Las detestan. "Color faja", dicen. Tampoco corsetería a mayor gloria de Hello Kitty, ni bragas grandes, aunque sean comodísimas y estén de moda. "Estoy de acuerdo con los hombres en el tema de los dibujos infantiles, son un horror -dice Piedad García-, pero no en la lencería nude, que es un fondo de armario. El secreto está en encontrar el modelo adecuado. En cuanto a las prendas más grandes, entiendo su punto de vista, pero te hacen sentir cómoda y protegida, que también es el objetivo de la lencería. No hay que olvidar que se trata de ti."
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