TITULO: BOLIGRAFO Y LIBRETA - EL BINGO - Maestros de la Costura - ¿Qué aporta una prenda vintage a nuestro armario?,. Miercoles -26 - Octubre ,.
BOLIGRAFO Y LIBRETA - EL BINGO - Maestros de la Costura - ¿Qué aporta una prenda vintage a nuestro armario? ,. Miercoles - 26 - Octubre , fotos,.
Miercoles -26 - Octubre , a las 22:00 horas en La1,.
¿Qué aporta una prenda vintage a nuestro armario?,.
El uso de prendas vintage siempre ha tenido su público, pero en la última década parece que tiene más adeptos que nunca. ¿Qué nos aportan esta ropa que, para muchos, podría ser vieja o estar pasada de moda?
En "Andalucía es Moda" Cristo Bañez habla Julianna Ro, la joven andaluza que se alzó con Miss Internacional Spain 2021. Muy unida al mundo de la moda
desde hace años, Julianna Ro nos cuenta uno de sus mayores secretos a la hora de ir de compras. Además del valor añadido de estas prendas, cuáles son sus imprescindibles o cómo saber, según tu cuerpo, qué corte o ropa te favorece más.
TITULO:
El Juego Rana - El Juego Oca - RADIO ANTIGUA - Arranca la tercera temporada de "El Show de Bertín" con India Martínez ,.
El Juego Rana - El Juego Oca - RADIO ANTIGUA - Arranca la tercera temporada de "El Show de Bertín" con India Martínez , fotos,.
Arranca la tercera temporada de "El Show de Bertín" con India Martínez,.
El programa familiar de entretenimiento "El Show de Bertín" estrena este viernes 23 de septiembre (23:00 horas) su tercera temporada en antena, con el humor y la diversión como piedras angulares y acercándose cada semana a la trayectoria personal y profesional personajes conocidos de la cultura, la música y el
espectáculo. Para su primer programa de la temporada, Bertín Osborne tendrá como invitada a la cantante cordobesa India Martínez, que se dejará "enredar" por las divertidas locuras de los colaboradores.
Así, para comprobar "cuánto tiene India de india", Laura Gallego le propondrá enfrentarse en un duelo con Bertín en el que demostrará con su puntería por qué se llama India. La artista que además de cantar, dibuja, nos mostrará su
faceta más oculta y hará un obsequio al presentador que no podrá olvidar.
Como en temporadas anteriores, algunos de los momentos más íntimos del programa llegarán con el repaso a las fotos personales de la cantante, con las que conoceremos su infancia, a su familia y sus inicios en el mundo de la música.
Tras la vuelta de las vacaciones todos los colaboradores querrán contarnos cómo ha sido su verano, pero no lo tendrán tan claro a la hora de montarse en la temida báscula para averiguar su "Peso Justo" tras el parón estival.
India Martínez pondrá el broche musical al programa con la presentación de su nuevo single, "Si ella supiera".
TITULO: EL
JUEGO LA PERA - EL JUEGO RELOJ - Universo Valdano - El Valencia asalta El Sadar ,.
EL JUEGO LA PERA - EL JUEGO RELOJ - Universo Valdano - El Valencia asalta El Sadar ,. , fotos,.
El Valencia asalta El Sadar,.
Ávila y Cavani fallaron sendos penaltis y hubo tres expulsiones,.
El de El Sadar fue un partido vistoso pero áspero, de pierna fuerte, aunque con demasiada intervención arbitral, que no midió lo que ocurría. No se podía esperar otra cosa de los dos contendientes. El triunfo se lo llevó el Valencia, que se lo trabajó con toda la paciencia que es posible desplegar frente a Osasuna, que no pudo poner el ritmo que acostumbra.
Resultado Final ,.
No todos los días se juega en el Bernabéu, así que la sensación de peligro baja y a veces llega la relajación, porque el Valencia viste también de blanco, pero no es lo mismo. O sí, quién sabe, porque lo que sucede en el césped es inescrutable, y Osasuna no supo leer las señales que emitía el equipo que Gattuso está montando en Mestalla. Empezaron bien los navarros, buscando a Kike García, plantado cerca del área como un bloque de hormigón, y lo encontró Abde, pero el disparo se le marchó demasiado cruzado.
Luego el Valencia apretó las tuercas a los jugadores de las bandas y secó el suministro hacia el manchego, aunque todavía pudo recibir un buen servicio para poner a prueba a Mamardashvili. Kike se convirtió en un faro apagado en medio de una isla desierta, mientras el equipo visitante iba cogiendo las riendas. Poco a poco, sin precipitarse, tratando de evitar errores propios e intentando provocar los ajenos, que se sucedían con demasiada frecuencia, hasta que en un robo en campo propio, Cavani recibió, corrió y asistió con exquisitez a Kluivert, que seguía la acción y se coló entre los centrales para superar a Herrera. Es su primer gol con el Valencia en su primera aparición como titular. No le hacía falta mucho para igualar los números de su padre con la misma camiseta. Aunque a él se le exigirán más.
Arrasate ensayó con dos cambios en el descanso y sacó a Chimy Ávila poco después, pero el panorama se puso más oscuro todavía para Osasuna, porque en un balón lanzado al avispero del área, y entre un bosque de piernas, recibió Diakhaby a dos pasos de la portería y sumó el doblete para el Valencia, que sólo con sentido común a la hora de moverse en el césped ponía unas cifras respetables a su favor.
Ni siquiera de penalti pudo acercarse Osasuna en el marcador, después de que Hugo Guillamón derribara a Kike García. Chimy lanzó por encima de la portería de Mamardashvili. No era el día. Lo ratificó Unai García al derribar a Lino cuando se plantaba ante Herrera. Fue penalti y tarjeta roja. Lo segundo penalizó a Osasuna, que se quedó con un futbolista menos en el campo. Lo primero no. Los delanteros que se enfrentan en la pena máxima al guardameta pamplonica tienen una extraña querencia con el larguero. Le pasó a Benzema en el Bernabéu, y a Cavani en El Sadar, que golpeó más fuerte, pero en el mismo punto que el francés.
Quedaba mucho tiempo pero poco partido por jugar, porque Osasuna se esforzó hasta el final, y el Valencia tuvo varios contragolpes que pudieron ser letales pero acabaron en nada. Los visitantes trataron de dormir el partido, algo casi imposible con el equipo rojillo enfrente, pero consiguieron, al menos, neutralizar los afanes locales, aunque el gol de Darko en el descuento les puso pimienta a los minutos finales, en los que tembló el Valencia por primera vez, aunque Osasuna se quedó con nueve jugadores por la expulsión de Rubén Peña en los estertores del partido.
Con el éxito del Bernabéu en medio, Osasuna encadena dos derrotas consecutivas en El Sadar. El Valencia de Gattuso, por su parte, progresa adecuadamente.
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El país de Lula da Silva, una resurrección ,.
El Martes- 25 - Octubre 22:00 por la Sexta,foto,.
Lula da Silva, una resurrección ,.
El primer obrero que llegó a la presidencia de Brasil, sacó a millones de la pobreza y estuvo 20 meses en la cárcel acaricia un tercer mandato a los 76 años en las elecciones del domingo,.
Pocas personas han viajado tanto por el mundo y han visto tan poco fuera de hoteles, palacios y despachos como Luiz Inácio Lula da Silva (76 años, Garanhuns, Pernambuco). Era ya expresidente de Brasil cuando, en un viaje oficial a India, no se reservó ni un instante fuera de la agenda oficial, ni siquiera para hacer una breve escapada y visitar uno de los monumentos más bellos del mundo. “En los últimos años, Lula no ha hecho otra cosa que política. No aprovecha ningún viaje para ver nada. En la India no vio ni el Taj Mahal. Se quedó en el hotel recibiendo políticos”, revela al teléfono su biógrafo y amigo Fernando Morais, que sigue sus pasos desde hace una década.
La política es el combustible que alimenta a este hombre pragmático y camaleónico que protagoniza, tras su caída en desgracia, la resurrección política más inesperada de los últimos tiempos. Acaricia un tercer mandato al frente de la primera potencia de América Latina, que gobernó entre 2003 y 2010.
Imaginar el actual escenario hubiera sonado a delirio hace cuatro años, cuando el operario metalúrgico convertido en líder sindical que fundó el Partido de los Trabajadores (PT) era prácticamente un cadáver político. Encarcelado por corrupción seis meses antes de las elecciones, ni siquiera pudo votar en los comicios que ganó un político de extrema derecha nostálgico de la dictadura, Jair Bolsonaro, 67 años. Lula ya había conocido la cárcel durante el Gobierno militar.
Ahora, cuatro años después, las encuestas daban al pernambucano 12 puntos por delante del ultraderechista antes de las elecciones del 2 de octubre, en las que también se eligen el Congreso, los gobernadores y los parlamentos estatales. Finalmente se ha quedado cuatro puntos por delante de Bolsonaro, 47,8% frente a 43,6%. Como ningún candidato ha logrado la mitad más uno de los votos válidos habrá segunda vuelta cuatro domingos después. Los dos favoritos son viejos conocidos del electorado. Para Lula —que en portugués significa calamar— es su sexta elección porque, antes de ganar dos veces, perdió tres. A punto estuvo de abandonar, pero el cubano Fidel Castro le convenció con el argumento de que no podía traicionar a la clase trabajadora.
Lula entró en la historia en 2003 cuando se convirtió en el primer —y único hasta ahora— obrero en presidir este país clasista y desigual como pocos. Para una parte de sus compatriotas es el héroe que sacó a millones de la pobreza y les dio oportunidades inimaginables para sus mayores. Para otros, el cabecilla de una banda de saqueadores de dinero público en la petrolera Petrobras (aunque las condenas por corrupción que le llevaron 20 meses a prisión fueron anuladas o archivadas). Siempre proclamó su inocencia y su confianza en la justicia.
Es, desde hace más de tres décadas, el personaje central de la política brasileña. Para bien o para mal, casi todo gira en torno a él. Casi nadie discute que es un hábil negociador, carismático, que muestra empatía, es astuto y un gran contador de historias. En la escuela ya destacaba por su expresión oral y escrita aunque no fuera buen estudiante, según su biógrafo.
El PT es el partido más sólido de Brasil, pero ya no es la potentísima máquina electoral de los mejores años de Lula. Su poder territorial ha ido mermando a partir del impeachment de Dilma Rousseff en 2016. Él o sus aliados gobiernan cinco Estados, todos en el Brasil más pobre, y desde las últimas municipales no gestionan ni una sola de las capitales; solo un puñado de municipios que suman cuatro millones entre una población de 210 millones. El partido, a fin de cuentas, es una formación personalista. Su grupo parlamentario, uno de los mayores con 56 escaños, no logró erigirse en una oposición potente al bolsonarismo. Ese papel lo asumió Lula al quedar libre.
Sus discursos incluyen referencias constantes a doña Lindu, su madre. Aquella mujer analfabeta y severa que logró sacar adelante a sus siete hijos tras abandonar a un marido maltratador se llamaba Eurídice Ferreira de Melo. Y cuando los periodistas le preguntan por el techo de gasto, Lula suele escurrirse y decir que aprendió a administrar los dineros gracias a esta ama de casa en un hogar pobre. Aunque el poder económico le temía por radical, resultó bastante ortodoxo aunque implantara políticas para una distribución un poco más justa de la renta: con los Gobiernos progresistas, el ingreso medio de los brasileños subió un 38% más que la inflación, pero el de los más pobres aumentó mucho más, un 84%, según el Partido de los Trabajadores.
Para buena parte de los brasileños más necesitados Lula es uno de los suyos porque conoce la miseria. Nacido en el interior de Pernambuco, tierra asolada por la pobreza y las sequías, tenía siete años cuando, en 1952, viajó con su madre y hermanos en una camioneta durante 13 días hasta llegar a la pujante São Paulo en un éxodo de nordestinos hacia el sur. Se instalaron junto a la segunda familia creada por su padre, Aristides, un estibador que se esforzaba para alimentar a toda su prole mientras los trataba con una crueldad que rozaba el sadismo, cuenta Morais en Lula, Biografia Volumen 1 (Planeta en español; Companhia das Letras, en portugués). La vida era dura, pero había oportunidades. Lula las aprovechó. Trabajó de limpiabotas y chico de los recados antes de entrar en una escuela de formación profesional, su trampolín para el empleo de tornero. En ese cometido perdió el meñique izquierdo. Bolsonaro le suele llamar “nuevededos”.
Le gusta escuchar infinidad de opiniones antes de decidir. Se maneja bien en la ambigüedad y es un político que se mueve entre pobres, banqueros o reyes sin parecer un impostor. La suya es “una personalidad múltiple”, recalca Morais, que destaca también su capacidad de no guardar rencor. Ni siquiera su paso por la cárcel agrió su carácter. “Tiene más capacidad de hacer alianzas con antiguos enemigos que la mayoría de la gente que conozco”, dice sobre su amigo.
Basta ver a quién ha elegido como compañero de viaje. Su candidato a vicepresidente es Geraldo Alckmin, antiguo adversario en la disputa presidencial de 2006, figura histórica del centro derecha, de 70 años, y que en la anterior campaña electoral llegó a decir de él: “Después de arruinar el país, Lula quiere volver al poder, a la escena del crimen”, una frase que ahora esgrime Bolsonaro para atacar al dúo.
Lula también es “obstinado”. Todavía estaba en la cárcel cuando decía: “Voy a salir de aquí para disputar la Presidencia de la República”, recuerda el periodista que habla con él incluso en esta recta final de la campaña.
Cuando entró en prisión en 2018, Lula pensó que aquello era cosa de días, pero fueron 20 meses. Tiempo suficiente para escribir cientos de cartas a su novia Rosángela Silva, Janja, de 55 años, con la que se acaba de casar. Y para leer como nunca en la vida, con un diccionario de portugués y un atlas. Aquellas lecturas que “le dieron consistencia a sus principios y objetivos”, dice Morais, que añade: “Salió mucho mejor de lo que entró”. No tenía miedo de formular a sus abogados preguntas del tipo: “Explíqueme una cosa, ¿qué es esa historia de la política identitaria?”. Tampoco digiere bien otros asuntos de la modernidad como el uso del móvil. Y le irrita sobremanera que en medio de las reuniones los presentes consulten la pantalla del teléfono.
Muy admirado en el extranjero, Obama dijo de él en un corrillo del G20: “Adoro a este tipo. ¡Es el político más popular de la tierra!”. Al año siguiente abandonaba el poder con un 87% de popularidad, como le encanta recordar. Tras recorrer el mundo como expresidente, acabó hundido en el lodazal por ese huracán que fue el escándalo de corrupción Lava Jato. Tan amado como odiado, el rencor hacia Lula y el PT amainó ligeramente tras su salida de prisión. No faltan brasileños espantados por Bolsonaro que le votarán pese a estar convencidos de que no fue un político íntegro.
Padre de cinco hijos, la vida le ha dado otros golpes. Su primera esposa falleció junto al bebé que esperaban. La segunda, doña Marisa, en pleno acoso judicial. Superó un cáncer de laringe.
Le entusiasma el calor de los mítines, el contacto directo con el pueblo, que la pandemia, y ahora la seguridad, complican. Pero nadie le recuerda en actividades terrenales como ir al supermercado, al cine, a un restaurante o al estadio del Corinthians, el equipo del mítico Sócrates del que es hincha.
Antes de entrar en la cárcel, en 2018, todavía jugaba algunos partidillos de fútbol con amigos (en uno conoció a Janja) y algún sábado organizaba un churrasco en su casa con viejos camaradas de los tiempos en que combatían la dictadura a golpe de huelga. Ya ni eso. Solo política. Acompañado siempre de su esposa, está embarcado en la misión de derrotar a Bolsonaro, salvar la democracia y regresar al poder para “volver a incluir a los pobres en el presupuesto y que todos los brasileños hagan tres comidas al día”. Él mismo ha dicho ser consciente de la envergadura del desafío en estos tiempos que ya no son los de la bonanza generada por las materias primas. “Por eso hago gimnasia todos los días”. Para servir a Brasil. Y reescribir su historia.
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