BLOC CULTURAL,

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miércoles, 5 de octubre de 2022

El Objetivo La Sexta - SALVADOS LA SEXTA - La noche encendida - Yo tambien trabaje en un comercio ,. / La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - El señor de los bosques - La sequía hace aflorar una pieza de cerámica única que dejaron atrás los íberos tras su huida de Córdoba,. / RADIO - TELEVISION - EL TRANVÍA DEL TIEMPO - EL BOTIJO - Un dia cualquiera en la redaccion,.

 

    TITULO: El Objetivo La Sexta - SALVADOS LA SEXTA -  La noche encendida  - Yo tambien trabaje en un comercio,.


 
Resultat d'imatges de la noche encendida con pedro ruiz 
  La noche encendida,.
 
 
 'La noche encendida' no será solo un programa de charlas, espectáculo, música, comedia, sorpresas e invitados, presentado por Pedro Ruiz, por La 2,foto,. etc,.

 Yo tambien trabaje en un comercio,.

 Tiene usted un comercio? Su opinión nos importa — Cámara de Zaragoza

foto /  Son tiempos difíciles para todos, pero más para ellos. No pueden competir contra las ofertas y los precios de las grandes superficies, pero el trato que nos dan es inmejorable. Tenemos que apoyarlos para que puedan salir adelante y no desaparezcan de nuestras calles.

TITULO:  La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA -El señor de los bosques -  La sequía hace aflorar una pieza de cerámica única que dejaron atrás los íberos tras su huida de Córdoba,.

  La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - El señor de los bosques -  La sequía hace aflorar una pieza de cerámica única que dejaron atrás los íberos tras su huida de Córdoba , fotos,.

 

La sequía hace aflorar una pieza de cerámica única que dejaron atrás los íberos tras su huida de Córdoba,.

 La sequía hace aflorar una pieza de cerámica única que dejaron atrás los  íberos tras su huida de Córdoba | Cultura | EL PAÍS

Descubierta una obra excepcional con dos guerreros en relieve del periodo prerromano,.

 

Antes de salir huyendo de los invasores, los íberos dejaron en su poblado de Sierra Boyera (Belmez, Córdoba), entre el siglo VI y II antes de Cristo, una sorpresa que acaba de ser desenterrada para asombro de los arqueólogos: una cerámica de sección triangular con dos guerreros en relieve en perfecto estado. Con sus cascos, sus escudos ovalados y sus espadas íberas (falcatas) bien definidas, mientras practican una lucha ritual incruenta, sin ánimo de matarse.

El puzle histórico de esta ladera desvela que el poblado fue abandonado de súbito por una invasión: la ausencia de cerámica romana, los niveles de cenizas, los derrumbes documentados y la cronología de las cerámicas indican que todo sucedió muy rápido, sin apenas tiempo para recoger lo imprescindible. Unos 2.500 años después, ahora han brotado además de los guerreros ―de forma triangular y dos caras― otra cerámica de la misma factura con un tercer guerrero tirando una lanza, de una sola cara.

“No me lo creía, me quedé en blanco. Mi compañera me estaba dando datos de la cerámica cuando vio dos piernecitas y yo empecé a no saber hablar. Fue un chute de adrenalina”, recuerda de ese momento mágico al desempolvar la cerámica Araceli Cristo, arqueóloga de la Universidad de Granada (UGR). A partir de ahora, estos guerreros serán un símbolo para los 3.000 vecinos de este pequeño pueblo cordobés muy cerca de Extremadura, que estas semanas han visitado el yacimiento hasta doblar turnos, fascinados por estas ruinas sumergidas durante medio siglo, desde que se levantó el pantano de Sierra Boyera, y que ahora la pertinaz sequía ha permitido visitar.

Pablo González, arqueólogo director del yacimiento, añade sentimiento al momento de descubrir el prisma triangular de cerámica: “La emoción sube porque sabes que aportarás un elemento identitario a la zona. Es una figura antropomórfica que genera arraigo y empatía en la gente, y no existe paralelos de relieve cerámico con esa anatomía de piernas y gemelos”.

Gracias a que el pantano se ha quedado bajo mínimos, con solo un 12% de sus reservas, el yacimiento íbero se ha vuelto a quedar al descubierto. Desde 2017, esta es la cuarta campaña arqueológica intermitente para desempolvar piezas, concedida con carácter urgente para evitar la fuerte erosión que acarrea la crecida de las aguas y a los expoliadores. Los investigadores ya acumulan 8.000 fragmentos entre ánforas, piezas de plomo, metalurgia, espinas de peces y huesos en este asentamiento amurallado que se dedicó a la cerámica industrial de contenedores. En 2021 el temporal Filomena les sacó del yacimiento para mandarles a casa de forma brusca, y esta excavación ha finalizado este martes. De momento, la estrella es la cerámica de los guerreros, que no parece tener pares en la Península durante ese periodo prerromano.

“Son piezas muy sugestivas y singulares, no conocemos representaciones así en molde porque representan monomaquias de sociedades prerromanas de componente ritual, sin carácter violento, a primera sangre. Es realmente interesante”, explica José Carlos Coria, arqueólogo especializado en cerámica prerromana de las universidades de Valladolid y Granada. “El objeto se diseñó para transmitir esa simbología de la monomaquia, no es solo el dibujo y la técnica”, ensalza Coria.

Pascual Perdiguero, arqueólogo especializado en protohistoria y cultura material de la Universidad de Alicante, augura: “No he visto nada parecido en la Península y serán [los guerreros] un referente en arqueología protohistórica, por el contexto en el que son hallados y conservados con esa calidad artística. Lo interesante es que esas piezas no son de furtivos y por primera vez las tenemos ubicadas, lo que nos puede ayudar a entender esas representaciones. Pueden repercutir en la divulgación de los trabajos porque son muy vistosas de la cosmogonía y en cómo comprenden el mundo esas civilizaciones”.

Hoy sopla el viento, hace un calor tolerable y los arqueólogos se mueven cansados porque ya son las 13.15 y llevan aquí desde las 7.30 para soportar las temperaturas. Entre las botellas de agua y la pequeña tienda para cobijarse a la sombra se desparraman brochas, destornilladores, cepillos, carros, pinceles, picos, paletones y picolas.

Sobre el terreno, en torno a un horno cerámico en buen estado y los restos de un molino de sangre, se disponen las estancias que durante agosto y principios de septiembre han excavado unos 20 arqueólogos voluntarios. Siglos más tarde, el horno cerámico prerromano se transformó en un taller de metalurgia para plomo-plata, hierro y bronce, con yunque, fragua y tuberas, explican los investigadores.

El yacimiento excavado es un vínculo estratégico que une la Serena extremeña con el valle del Guadalquivir, un nexo entre las dos aguas del río Guadiato y los del río Zújar (afluente del Guadiana). Antes de que lo inundara el pantano en 1970, las tres hectáreas del yacimiento estaban ocupadas por huertas de los abuelos de los que hoy son los mayores de Belmez, cuyo Ayuntamiento sufraga los trabajos junto a la UGR. “Estas jornadas de visitas dobles que estamos teniendo con tanta gente es la democratización de la arqueología. En una encuesta que hicimos, el 40% de la gente del pueblo consideraba que este era su origen”, subraya con orgullo González, profesor del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada.

El asesor geólogo Gabriel Aroca, que estudia la dirección de los estratos y las facias geológicas, añade: “Lo del arraigo lo he comprobado en las visitas, a pesar de la erosión tan agresiva del pantano sobre el yacimiento”. Como sorpresa añadida, hace días han encontrado una pequeña pieza de cerámica ática-griega, que perteneció a un kylix con dos mujeres pintadas y muy buen diseño.

-¿Dónde está el resto de la cerámica, no ha aparecido nada más?

-Pregúntale al pantano, responde cáustico González.


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8.00 horas. Suena el despertador pero ya estaba despierto desde hace rato. Ese momento habitualmente delicioso de duermevela, en el que vamos poco a poco recuperando el mundo y cambiando los sueños privados de la noche por los sueños diurnos que compartimos con los demás, es hoy algo menos grato de lo acostumbrado. Ayer la Guardia Civil me telefoneó desde San Sebastián para comunicarme que habían encontrado mi 'ficha' entre otras del recientemente desarticulado comando Donosti. Porque se trata de una ficha más o menos en regla, la segunda que me abren en mi vida tras aquella ya remota de la policía franquista. Cuenta con una foto recortada de un periódico, mi dirección y algunas 

 

 

 

indicaciones sobre los lugares donostiarras por los que paseo de vez en cuando. También consta el cargo que se me imputa: 'malhechor'. Es una acusación imposible de refutar, porque a mi edad todos los hombres la merecemos, en un grado u otro. Pero mi alma novelera me hace sentirme un poco como Billy el Niño o Jesse James. Y también incómodo. No es lo mismo saberte genéricamente perteneciente a algún grupo de riesgo que constatar que los voluntariosos verdugos ya te tienen en la agenda. Como decía Luis Escobar en una de las 'Escopetas nacionales' de Berlanga al ver pasar a los antidisturbios con su parafernalia de cascos y escudos: 'Acojonan, ¿eh?'.

 

 

9.00 horas. Repaso a la actualidad a través de los periódicos y la radio. El resistible ascenso de Le Pen concita lamentos y diatribas. Los jóvenes que no fueron a votar el domingo (elections, piéges a cons!) se manifiestan ahora en las calles, indignados por lo que han votado los demás. Llamamientos a la unidad de los demócratas en la segunda vuelta para cerrar el paso a la Bestia renacida. La buena gente de izquierdas que votó ayer con los ojos cerrados tendrá que votar mañana tapándose la nariz. Suele pasar. El futuro sustituto de Jospin en el partido socialista recuerda que Chirac no es más que su 

 

 

adversario político, pero Le Pen representa un peligro para la república. Sin duda tiene razón. No oigo a nadie que preconice el diálogo con la ultraderecha francesa. En la SER, Sami Naïr señala que en el futuro habrá que replantearse las reglas de juego de la democracia, porque no todas las ideas políticas son admisibles y no se puede permitir que los sembradores del racismo o la exclusión tengan plataforma institucional para promocionarse. De modo que a lo mejor la VI República tiene que empezar redactando una nueva ley de partidos... En cualquier caso, visto desde la perspectiva vasca, el caso Le Pen no parece tan insólitamente grave. Sin duda es un nacionalista reaccionario y xenófobo, como Sabino Arana, con simpatías por la partida de la porra similares a las mostradas por Pete Cenarrusa en Idaho y un populismo totalitario que seduce a algunos descerebrados ex izquierdistas, como el de Batasuna. Pero aún no ha matado a novecientas personas ni ha hecho huir de Francia a unas cuantas decenas de miles más, como ha ocurrido en el País Vasco. ¿Se imaginan lo que sería Le Pen secundado por un grupo terrorista que asesinase a políticos de la derecha y de la izquierda opuestos a su ideario, a inmigrantes, a intelectuales disidentes, etcétera? Para los tranquilos europeos de allende nuestras fronteras representaría el horror supremo; para nosotros, aquí, puro déja vu.

10.30 horas. En los juzgados de la Plaza de Castilla. Tengo que presentarme como imputado en la querella que nos ha interpuesto a Jon Juaristi y a mí el periodista Xabier Lapitz, entonces subdirector de Deia, a raíz de una rueda de prensa en la que denunciamos sus artículos y los del director de la difunta Ardi Beltza, Pepe Rei. En ellos se hablaba de nuestra obediencia al Ministerio de Interior en maniobras antinacionalistas y se enumeraban las prebendas que habíamos conseguido por tal labor de zapa: en mi caso, válgame Dios, el puesto de vocal no remunerado en el Instituto Cervantes... Con tales bulos, dijimos entonces, se crea el perfil justificador que busca ETA para legitimar ante la afición sus atentados. Pero Lapitz, menos bruto que Bruto, es un hombre honrado y se sintió muy ofendido por lo que comentamos sobre él. Al día siguiente de la rueda de prensa salió en su defensa el ecuánime Iñaki Gabilondo, que nunca tuvo tiempo para denunciar en su programa las calumnias de su amigo que nos emparentaban a Jon y a mí con Galindo, ni más ni menos. Y ya tenemos la querella. Mi comparecencia judicial se limita a reconocer lo dicho y a ratificarme punto por punto en ello.

17.00 horas. Primera buena noticia de la jornada. Me telefonea un representante del partido radical italiano y transnacional para informarme de que en la última reunión celebrada en Suiza sobre Globalización y Derechos Humanos han decidido solidarizarse con la plataforma cívica Basta Ya. Envían comunicación de su acuerdo al gobierno y al parlamento vascos. Justamente hoy, cuando el periódico Gara publica sin demasiado dolor el siguiente titular: 'Descenso apreciable de la participación en las movilizaciones en contra de ETA'. Y entrevistan luego a un representante de Gesto por la Paz, que lamenta la excesiva politización antinacionalista de Basta Ya, por lo visto desmovilizadora.

19.00 horas. Se me ofrece una convocatoria cultural de irresistible atractivo, a la que lamento no poder asistir. En un ciclo de mesas redondas sobre Efectos colaterales de la guerra, van a hablar a dúo Pepe Rei y Eduardo Haro Tecglen sobre La sociedad de la (des)información. Dos expertos, disertando sobre su campo de estudio. Cuentan que cierto día Chateaubriand, viendo entrar en un salón al vetusto Talleyrand del brazo del cruel Fouché, comentó en voz alta: 'Ahí llega el vicio apoyado en el crimen'. Lástima que el vizconde no pueda estar tampoco presente esta tarde en Madrid para ver juntos a Pepe Rei y Haro Tecglen: seguro que se le habría ocurrido algún otro comentario ingenioso.

19.30. Visita crepuscular al médico, por problemas de hipertensión. El doctor me regaña amablemente al no verme suficientemente relajado. ¿Por qué no me relajo, caramba? Farfullo una disculpa sobre mis 'preocupaciones'. ¡Pero todos tenemos preocupaciones!, me dice. 'Vamos a ver, ¿qué le preocupa a usted, hombre?'. Repaso este día, repaso mi vida; luego suspiro: 'Pues la globalización y todo eso, ya sabe usted'. El galeno levanta las manos con las palmas hacia arriba, en un gesto de cómica resignación: '¡Es la vida moderna, amigo mío!'.

24.00 horas. Habrá que acostarse. Mañana será otro día.

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