LA HORMA DE MI ZAPATO, EL OBJETO Y YO, ZAPATILLAS VIEJAS - MORTADELO Y FILEMÓN - Revista Grada - Greta Fernández: "Es una vergüenza lo que cuestan los alquileres en Madrid". , fotos,.
Greta Fernández: "Es una vergüenza lo que cuestan los alquileres en Madrid",.
Barcelona, 1995. Tras liberarse definitivamente de la etiqueta de "hija de Eduard Fernández" para construir su propia identidad como actriz, la ganadora de la Concha de Plata a la Mejor interpretación femenina en el Festival de San Sebastián 2019 rueda ahora junto a Raúl Arévalo 'Santo', para Netflix.
- Me han dicho que ojo con los 'spoilers' si le pregunto por su trabajo en 'Santo', su primera serie como protagonista.
- A ver, porque yo soy novata en esto y tengo miedo de cagarla. Es un proyecto de mucho tiempo de rodaje y eso lo agradezco, te da oportunidad para explayarte en el personaje, para prepararlo. Me parece muy amable. Alguien que ruede muchas series te dirá que cinco meses trabajando al final agota mucho. Pero para mí es muy interesante. Estoy aprendiendo mucho porque además es un personaje muy distinto a mí, que yo nunca he hecho, una subinspectora de policía. El equipo es maravilloso, el elenco es lo más y es una superproducción. Me impresiona porque tampoco había trabajado en algo tan grande.
- ¿Qué le parece el formato serie? ¿Cree que acabará con el cine?
- Me siento muy afortunada porque a mí me gusta mucho el cine y también el mundo de las series, y siento que estoy pudiendo combinarlo. También tengo proyectos de cine después que me apasionan mucho. Mientras haya un poco de variedad está bien. Entiendo la gente de cine que le da miedo que desaparezca ese universo. Soy muy cinéfila y ahí hay una cosa nostálgica de ir y sentarse en la butaca, pero también es verdad que está dando trabajo a muchísima gente. Muchos amigos míos se dedican más a la parte de detrás de la cámara. Y me dicen : "Joder, tenemos una cantidad de curro..." Y eso es muy guay.
- Hay quien sostiene que el actual modelo audiovisual es como el Hollywood clásico: Las plataformas de series fabrican productos taquilleros cuyos beneficios sirven luego para que se pueda hacer buen cine o teatro.
- Sería maravilloso que se ganara 'pasta' en todo. Que haciendo una obrita de teatro pequeñita pero de mucha calidad se ganara suficiente como para pagar el alquiler. Pero resulta que no es así. Entonces, tenemos que ver la manera de sobrevivir todos. Si encima haces cosas que te gustan, pues ya te ha tocado la lotería.
- Acaba de rodar un largometraje, 'El frío que quema'.
- Es una película en la que me lancé a la piscina. Transcurre en época de guerra, es una mujer más mayor que yo, de campo, que vive cosas que no he vivido... A ver cómo ha quedado. Tengo fe en ella.
- Con 'La hija de un ladrón' logró la Concha de Plata con 24 años. ¿Notó la maldición del reconocimiento precoz?
- A mí sí me pasó un poco, pero se me juntó con la pandemia. Ahí tengo un poco de excusa. Pero es verdad que yo esperaba una cantidad de trabajo que... O, bueno, trabajo. Porque, de hecho, no tuve nada al acabar. Me sorprendió mucho. También debo decir que me vino muy bien, porque algo así te ayuda a tener calma y paciencia. En esta profesión estar todo el rato arriba es muy excepcional. Está bien reconciliarse con la idea de no estar continuamente haciendo y que la gente sepa en todo momento en qué estás.
- Pero eso no casa con la actual dictadura del 'engagement'.
- Parece
que hoy en día los jóvenes tienen que petarlo y ser estrellas. Eso
supone una presión muy fuerte, ya que luego tienes que mantener ese
estatus. Es agotador. Está bien que se empiece a normalizar, que alguien
hace algo durante un tiempo, que luego no hace nada y luego vuelve... y
no pasa nada.
- ¿Qué diría que acrecienta esa presión?
- Instagram influye mucho. Y la moda. Todo esta cosa del aquí y el ahora, inmediata, que me vean ya y que me vean cómo estoy. No es bueno que haya tanta ansiedad. Aparte que Instagram te deja el cerebro 'vago'.
- ¿Cuál es su 'brújula' como actriz?
- Yo me quiero dedicar a esto el resto de mi vida. Me gustaría, vamos. Y veo que es una carrera de fondo; no me quiero forrar con 30 años. Lo que quiero es que me llamen para hacer películas y series bonitas, interesantes, casi toda mi vida. Sé que tengo que tener paciencia e ir poco a poco. Si no, voy a llegar a los 50 años no amando esta profesión, sino que la voy a odiar con todas mis fuerzas.
- ¿Cuál es la clave?
- Siento decirlo un poco así, pero lo importante es la pasión por la profesión. Hay gente que quiere ser actor y gente que quiere ser estrella. No hay ningún problema. Cada uno tiene que hacer lo que quiera en la vida y cada uno se dedica por su propio beneficio. Se nota cuando uno se dedica a esto porque le gusta y le apasiona, y cuando alguien no lo tiene todo claro y se pierde, se deja llevar, por toda esa cosa tan superficial de Instagram y la moda. Que, ojo, yo siempre lo he defendido, porque a mí me gusta muchísimo la moda y estoy presente en Instagram. Pero, claro, lo otro pesa mucho y quiero dedicarme a ello desde que soy enana.
- En su caso, ¿ha influido el haber conocido la actuación como un oficio, por vía paterna?
- Defiendo el oficio, en el sentido de trabajar. También creo que creo que en España se le concede menos valor al actor. Mi padre dice que en Francia el 'señor actor' es una eminencia. Y en España no tiene porque ser algo muy respetable. Además, siento que hay poco oficio, hay pocas ganas de trabajar.
- ¿En qué sentido?
- A mí me ha costado mucho también. Es verdad que a veces no te reclaman. Yo tengo mucha soltura y mucha naturalidad y puedo ponerme delante de la cámara y te lo crees y todo eso, pero creo que hay un momento en que eso ya no es suficiente. Hay que emplearse en el personaje, dedicarle tiempo. Recuerdo que al principio preguntaba: "Papá, ¿cómo camino? ¿Cómo miro?" Y la respuesta era: "Lo que le vaya mejor al personaje". Eso es un proceso, y a veces, por exigencias de las circunstancias, tenemos que hacerlo demasiado rápido.
- Volviendo a lo que decía su padre, ¿por qué cree que desde determinados sectores está mal visto el gremio de la actuación?
- Tal vez me tiren piedras por decir esto, pero me da la sensación de que a la derecha le da un poco igual la cultura. Siempre ha sido así, es una cosa histórica. Gusta mucho el entretenimiento y a mí me parece muy bien que exista. Pero, claro, que haya un poquito más de equilibrio. Que no todo sea 'fast food', que también exista calidad, historias que contar y mensajes que transmitir. Porque yo me dedico a lo que me dedico por muchas cosas, no sólo para entretener; también para que a mí me llene de alguna manera. Si con una película puedo ayudar a explicar algo, como 'La hija de un ladrón', y eso es algo rico para mí y también para el público, puedo mandar un mensaje bonito y positivo, y encima hago que el espectador trabaje un poco y no lo trato como un vago, sino como alguien inteligente al que no se lo dan todo tan masticado... eso es estupendo. ¿Qué pasa? Que para eso dan dos duros. Está poco equilibrado. Es una pena.
- ¿Cómo le ha cambiado la pandemia?
- Para mí fue una experiencia muy interesante, ya que mi caso es muy especial. Justo antes de la pandemia me acababa de separar de mi ex novio, que llevábamos 10 años juntos. Toda la vida, vamos. Estaba en mi casa y me dije: "No me puedo venir abajo, no me queda otra opción". Me conecté mucho conmigo misma y fue muy bonito. Luego, la parte central de la pandemia la pasé con mis amigos. No se si debo decirlo, aunque la verdad es que me da igual. Estuve con mi amiga Carla, con mi amigo Turri, con mi amigo Pucho y con mi amiga Rocío. Y la verdad es que fue mucho más llevadero. Porque yo estaba sola y ellos eran dos parejas, fue muy bonito.
- Además de ser amiga de C. Tangana, ha salido en el vídeo de 'Persiguiéndonos'. ¿Cómo le definiría?
- Es súper inteligente. Es maravilloso cómo trata a las personas. Es muy humilde, extremadamente generoso, cuida mucho a su gente. Y bueno, yo nunca diría que es machista. Me pasa que le he visto desde dentro, pero que luego haya una canción en la que diga: "puta, puta, puta", claro, también lo puedo entender. Pero su arte me parece igualmente maravilloso.
- ¿Cómo se conecta con el mundo?
- Vivo en distintas realidades. A veces vivo en la mía, que es también la de la gente que tengo más cerca: estamos todos muy bien: todos tenemos mucho trabajo, a mis padres les va bien y mis abuelos igual, y mi gente se está apañando y lo tienen bien armado... Pero luego también estoy en contacto con muchos que me cuentan lo jodido que está todo.
- ¿Qué asunto social le enciende últimamente?
- Es
una barbaridad lo que cuestan los alquileres de todo Madrid. Es una
locura. Y es una vergüenza, porque eso no ayuda a que la gente se quede
en la ciudad, por mucho que diga Ayuso. Y para algunos hay mucho
trabajo, pero es verdad que para muchos otros hay muy poco. Eso no anima
mucho a la gente joven a tirar para adelante y a creer que se puede
vivir de lo que nos gusta. Yo no me puedo quejar, pero, en general,
tendrían que echarnos una mano.
TITULO: Rutas bizarras - El cementerio circular y el restaurante de Chiquito ,.
Martes 8 de Junio , a las 22:00 horas en La 2 / foto,.
Rutas bizarras - El cementerio circular y el restaurante de Chiquito,.
Marta propone un reto a Touri, que sea él por una vez quien se encargue de organizar el viaje. Touri acepta convencido de que sabrá hacerlo a la perfección, pero olvida un pequeño detalle, organizar algo. Cuando salen no tiene ni idea de adonde ir, pero disimula para que Marta no lo sepa. Touri conduce hasta llegar, por pura suerte, a Setenil de las bodegas, considerado uno de los pueblos más bonitos de España. Después, gracias a un folleto de la oficina de turismo, descubren el Ídolo Andrógino, una escultura de mármol a la que se atribuye el poder de la fertilidad. A escondidas, el director del museo aconseja a Touri visitar el cementerio circular de Sayalonga, del que se dice que podría tener orígenes masónicos. Después visitan el castillo de Colomares en Benalmádena y el restaurante El Chinitas, la segunda casa del gran Chiquito de la Calzada. Por último, visitan la casa de la Axarquía, un llamativo ejemplo de edificio construido por alguien sin conocimientos ni experiencia previa.
Peter Falk, el teniente Colombo y el perro - Cospedal y López del Hierro, sin vínculos con el 'proyecto SMP' , . , fotos,.
Cospedal y López del Hierro, sin vínculos con el 'proyecto SMP',.
En el auto del miércoles, el juez García Castellón concluye que María Dolores de Cospedal y su marido, Ignacio López del Hierro, no están vinculados con el llamado 'proyecto SMP', encargado a Cenyt, la sociedad de Villarejo, por un letrado que coordinaba la defensa del PP en el 'caso Gürtel'. Se trató de un plan jurídico cuyo objetivo, Ignacio López del Hierro, por delitos de cohecho, malversación y tráfico de influencias, en relación con la operación asumida por el comisario jubilado Jose Manuel Villarejo para obtener información y documentación de Luis Bárcenas en el momento en el que estaba siendo investigado por el 'caso Gürtel'.
Se da la circunstancia de que ambos estaban llamados a comparecer este miércoles en la comisión 'Kitchen' del Congreso. López del Hierro, que tenía turno por la mañana, ha conocido su imputanción durante las preguntas de los diputados, mientras que en el caso de Cospedal, la Cámara baja ha decidido posponer su intervención, prevista por la tarde, y la deja sin fecha.
En un auto, el titular del Juzgado Central de Instrucción número seis cita también por los mismos delitos al exjefe de Gabinete de Cospedal, José Luis Ortiz, al exsecretario de Estado de Seguridad Francisco Martinez y al comisario Villarejo.
La comparecencia de Cospedal será el próximo 29 de junio, a las 10 horas, López del Hierro y José Luis Ortiz declararán el 30 de junio a las 10 y 12 horas, respectivamente, mientras que Villarejo y Francisco Martínez lo harán el 1 de julio.
En relación con la citación como investigados de Cospedal y López del Hierro, solicitada por la Fiscalía en septiembre de 2020, el magistrado explica que procede acordarla en este momento, una vez que se han realizado las declaraciones necesarias para avanzar en el esclarecimiento de los hechos (una veintena de investigados y testigos) y estudiado la documentación recibida. Es en este momento, según el juez, «cuando la pieza se vislumbra con la madurez necesaria para encarrilar la fase preparatoria, estando ya en condiciones para resolver sobre las declaraciones interesadas por el fiscal en su día».
«Cospedal es inocente hasta que se demuestre lo contrario y hay que esperar a lo que decida la Justicia» PP
El auto relata que la investigación abierta ha permitido conocer aspectos clave de la trama, como la captación de Sergio Ríos, chofer de Rosalía Iglesias, los pagos efectuados a este a cambio de colaboración, el círculo de policías implicados, así como la implicación del ex secretario de Estado de Seguridad y del exministro del Interior en el momento.
Los agentes involucrados, según el magistrado, desarrollaron labores operativas para obtener de Sergio Ríos «información que les permitiera sustraer de algún lugar cerrado (en algún momento se refieren a este espacio como «zulo») documentación comprometedora para el Partido Popular y para altos cargos del mismo en posesión de Luis Bárcenas Gutiérrez y de su esposa Rosalía Iglesias Villar».
El auto añade que los policías habrían tenido pleno conocimiento de la puesta en marcha de la llamada 'operación Kitchen' y de su carácter ilícito «al tener como objetivo la sustracción de pruebas de un procedimiento judicial, y el empleo durante su desarrollo de fondos reservados del Ministerio del Interior, que serían de ese modo desviados de los estrictos fines legalmente previstos para su autorización y uso».
Indicios
La resolución recoge las grabaciones efectuadas por Villarejo relacionadas con los hechos investigados en esta pieza, un oficio policial que analiza las anotaciones contenidas en las agendas incautadas al comisario en su domicilio, así como determinados pasajes de la declaración prestada por Luis Bárcenas.
El juez explica que las agendas de Villarejo permiten ubicar temporalmente el nacimiento de la llamada Operación Kitchen, que se sitúa el 11 de julio de 2013 con una anotación junto a las siglas CHISCO, en la que se lee: «Charla 45 minutos. Plan contra LB. Interv.Comunicaciones, registros y citación de mujer e hijo».
Es en este momento cuando, según el juez, «se detecta una cadena de anotaciones que permiten inferir la participación de la Sra. Cospedal y el Sr. López Hierro en la captación de Sergio Ríos».
El magistrado concluye que «resultaría conveniente escuchar a Maria Dolores de Cospedal e Ignacio López del Hierro sobre su participación en la captación de Sergio Ríos Esgueva en la trama, pues su intervención, a través de Andrés Gómez Gordo, al parecer pudo ser decisiva para que éste se decidiera a participar».
En el contexto de los hechos investigados, según García Castellón, también resulta llamativa la aparición del exjefe de Gabinete de Cospedal Jose Luis Ortiz en las agendas de Villarejo. «Esta dación de cuenta del comisario investigado (sr. Villarejo) al que fuera Jefe de Gabinete de la presidenta de una Comunidad Autónoma (Castilla-La Mancha) carece de toda lógica y sería conveniente que se recabara declaración al Sr. Ortiz sobre su participación en la trama».
«Hoy no hay mejor lección de patriotismo por parte del PP que dar la cara ante este caso gravísimo de corrupción» PSOE
El instructor también considera necesario volver a interrogar al exsecretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez para corroborar los pasajes de las agendas de Villarejo en los que llama la atención, según el juez, la fluida relación que ambos mantenían, aun antes de que Martínez fuera nombrado secretario de Estado.
De la lectura de los mensajes analizados, el juez señala la importancia que el asunto tuvo para Francisco Martínez, «quien asume de forma directa la obtención de información de forma diaria, resultando especialmente sorprendente que el secretario de Estado se involucre hasta ese nivel en un asunto de esta naturaleza».
Las reacciones a la imputación
El portavoz nacional del PP y alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha recordado que «mientras no haya una sentencia condenatoria» la exsecretaria general del Partido Popular «es inocente». «Desde luego creo que en este momento hay una presunción de inocencia que está reconocida constitucionalmente , que conviene respetar en todos los casos y mientras no haya sentencia condenatoria, Dolores de Cospedal es inocente», ha trasladado.
En la misma línea el consejero de Justicia, Interior y Víctimas de la Comunidad de Madrid, Enrique López, y responsable jurídico del PP ha respaldado la gestión de la exsecretaria general del Partido Popular María Dolores de Cospedal y ha defendido su inocencia «hasta que se demuestre lo contrario».
Al respecto, el consejero ha expresado su «máximo respeto a la actuación de la Justicia» pero también su respeto «al derecho a la presunción de inocencia».«Cospedal es inocente hasta que se demuestre lo contrario y hay que esperar a lo que decida la Justicia. Desde mi punto de vista, plena confianza en su gestión», ha apostillado.
Por su parte, la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, ha exigido este miércoles al presidente del PP, Pablo Casado, que dé «la cara» y asuma «responsabilidades» ante «el mayor escándalo de corrupción» de su partido, tras conocer la imputación de María Dolores de Cospedal en el caso Kitchen.
La también portavoz socialista en el Congreso ha considerado que la imputación de De Cospedal pone de manifiesto «que la corrupción no es el pasado del PP» y que «no es algo que le ocurrió» a ese partido, sino que «se organizó, estructuró y ordenó desde la dirección del PP».
«No se trata de cambiar de sedes ni de cambiar de cara, se trata de dar la cara», ha dicho Lastra al recomendar a Casado que «la mejor lección de patriotismo» sería «dar la cara, asumir responsabilidades y colaborar con la justicia y el parlamento ante un caso gravísimo de corrupción».
«Esta panda de sinvergüenzas, ladrones y corruptos son los que luego te hablarán de la patria» Unidas Podemos
En la misma línea, desde Podemos han mostrado su repulsa a través de una contundente publicación en su cuenta oficial de Twitter. En el tuit tachan a los populares de ser «una panda de sinvergüenzas, ladrones y corruptos». Por su parte, la ministra de Derechos Sociales y aspirante a liderar Podemos, Ione Belarra, ha subrayado tras la imputación de la ex secretaria general del PP María Dolores de Cospedal que la «corrupción» en el PP no es «cosa del pasado», dado que su apoyo fue clave para la elección del actual líder popular, Pablo Casado.
TITULO: HOY LE TOCA - Murmurando,.
Murmurando,.
La ciudad más grande Oregon protesta contra el sistema estadounidense desde hace más de 150 días, pero parte de su población está harta de la violencia. Lo que sucede en sus calles ejemplifica la fractura que se advierte en todo el país,.
La convocatoria es a las ocho de la tarde. Los activistas se han citado discretamente en el parque Arbor Lodge, situado en un tranquilo barrio residencial del norte de Portland. Varios adolescentes juegan al tenis en un par de canchas, unos padres columpian a sus hijos, y otros vecinos salen tranquilamente de sus chalés para pasear al perro mientras un grupo de personas vestidas de negro comienza a congregarse en la zona menos iluminada del césped. Un potente altavoz comienza a vomitar hip-hop y la reunión va animándose. Podría ser la fiesta de un grupo de amigos cualquiera, pero llama la atención que todos lleven un casco a la cintura, aunque no hayan llegado en moto o en bicicleta. Hay que fijarse bien para ver los chalecos antibalas que protegen el pecho de algunos y las máscaras antigás que cuelgan del cuello de otros.
A las nueve, un megáfono chirría y una joven de baja estatura se dirige al centenar de personas que se ha congregado en torno a ella. El parque se encuentra cerca de la sede de la Asociación de la Policía de Portland y, finalmente, en votación se resuelve marchar hacia el edificio para provocar una nueva confrontación. «Queremos acabar con el racismo y la brutalidad policial», comenta la joven, que no se identifica ni permite que se le fotografíe. Es de raza blanca, como muchos otros activistas. «Los verdaderos líderes son negros y no están aquí. Nosotros nos ofrecemos en solidaridad para sufrir por ellos», comenta Emory Mort, uno de los responsables de Portland Resistance (la resistencia de Portland).
El grupo, ya completamente preparado para la batalla, toma la calle y comienza a corear consignas de camino al edificio policial. «¡Si el sistema no se puede reformar, destrúyelo!», gritan. 'Matemos al presidente', escriben unos jóvenes en la fachada frente a la que se detienen, en un cruce que facilita su huida. Otros dibujan símbolos anarquistas y las siglas del movimiento Black Lives Matter (las vidas de los negros importan).
Los manifestantes, frustrados por la no intervención de la Policía, cortan las calles y ponen en su punto de mira una marquesina con un gran cartel republicano en el que se agradece la labor de la Policía. Su lema, 'Despierta, América', acaba en llamas. Los agentes que controlan la situación a través de cámaras de videovigilancia siguen sin morder el anzuelo y, al final, los manifestantes se baten en retirada. Ya buscarán batalla otro día. Desde que la muerte de George Floyd a manos de un agente de policía alentó las protestas, han pasado ya más de 150.
«No podemos bajar la guardia, porque en las calles de Portland tenemos incluso a la Policía federal cazando gente. Más de cien de los 800 agentes del Cuerpo han disparado a alguien. La Policía afirma que el crimen ha aumentado por nuestra culpa y porque se están reduciendo sus recursos, pero lo cierto es que el crimen crece porque la gente no tiene dinero para vivir. Y la pandemia ha agravado la situación», denuncia Mort, cuya organización busca avanzar en políticas sociales que den solución a graves problemas como la pobreza, la brecha racial o las trabas para acceder a vivienda y sanidad asequibles.
El que abandera este activista es un ideario que se sitúa en el extremo izquierdo del partido demócrata. «Yo hubiese preferido a un candidato como Bernie Sanders. A mí no me gusta Joe Biden, porque no podemos considerarlo de izquierdas, pero le he votado porque hay que evitar que Donald Trump resulte reelegido. En 2016 fuimos complacientes y muchos no votamos porque no comulgábamos con Hillary Clinton, pero ahora la preocupación ha aumentado y Biden tiene más apoyo», explica Mort.
La 'culpa blanca'
Donovan Smith, vicepresidente de Beyond Black (más allá del negro) y candidato a la vicepresidencia de la NAACP (Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color) en Portland, se manifiesta en líneas similares y considera a Biden el mal menor de las elecciones del próximo martes. «A menudo se considera a Portland una ciudad progresista, pero hay mucho racismo subyacente. Ahora estamos peor que hace 50 años», asegura. Y pone a su madre, Laverne Ballard, como ejemplo: «Me crió soltera y trabajaba muy duro como conductora de autobús para que yo pudiese ir a un buen colegio privado. Tuvo un accidente laboral y la despidieron, algo que no hubiesen hecho si fuese blanca. Al final, los tribunales obligaron a que la readmitieran, pero ya habíamos perdido nuestra casa».
Smith no se muerde la lengua a la hora de hablar de Trump: «Es basura. Un racista que apoya el supremacismo blanco». Curiosamente, tampoco siente especial aprecio por Barack Obama. «Su victoria fue significativa, pero lo cierto es que no hizo nada por la comunidad negra ni para reducir las desigualdades del país», critica. Por eso, Smith apoya las protestas. Considera que trasladan la violencia que sufre de forma cotidiana la comunidad afroamericana al resto de la ciudad. Y cree que se debe continuar explotando lo que se conoce como 'el sentimiento de culpa blanco', «porque a esta situación se ha llegado debido a su inacción».
Mort asiente. «Como blanco privilegiado, que ha estudiado en una buena universidad y tiene un buen empleo, creo que es responsabilidad mía luchar por quienes no han tenido tanta suerte. Es obvio que muchos blancos quieren proteger sus privilegios y hacen lo posible por detener el cambio», reflexiona mientras comparte con este periodista una taza de café. En la mesa contigua, un señor blanco que ha estado siguiendo la conversación bufa. «Debería darte vergüenza, estáis destrozando la ciudad y solo traéis miseria», le espeta, antes de marcharse murmurando.
Es evidente que una parte importante de los residentes de Portland está harta de la violencia, que sumada a la pandemia arrastra a la ciudad en lo que parece un inexorable camino hacia la pobreza. Gabriel Johnson es uno de los principales detractores de las manifestaciones. Y sorprende sobre todo porque es negro. «A mí Black Lives Matter no me representa. Es una farsa», dice sin tapujos este exmarine que participó en operaciones militares como la 'Tormenta del Desierto' en Irak y que sigue yendo al psicólogo dos veces a la semana para tratar el síndrome postraumático que todavía sufre. «Esto que está sucediendo no va de las vidas de los negros. Es solo una excusa para impulsar la agenda de los antisistema», opina.
Para hacerles frente ha alumbrado la Coalición para Salvar a Portland y ha votado a Trump. «Él no me cae bien, creo que es un idiota. En 2016 voté a Clinton porque estaba de acuerdo con su política exterior, pero ahora estoy convencido de que Biden impulsará políticas socialistas con las que no estoy de acuerdo», explica Johnson, que se define como «un patriota». Después de haber luchado en diferentes frentes, creó una empresa de telecomunicaciones que le llevó a vivir doce años en Oriente Medio. «Esa experiencia internacional en países dictatoriales me ha hecho valorar más las libertades que aquí damos por sentado», añade.
Hace tres años que Johnson regresó a su Portland natal. «Todo ha cambiado en los últimos seis meses, con las manifestaciones y la pandemia», comenta. Recuerda perfectamente el momento en el que dijo basta. «Estaba en mi apartamento, en el centro, y escuché nada menos que 82 explosiones. Me sentí como si estuviese en Mosul y me convencí de que esto había que pararlo. La violencia ha hecho que el 80% de quienes se manifestaban al principio den la espalda a las protestas», cuenta. Su Coalición aboga por reforzar a la Policía para que haya más patrullas en el vecindario, pero también por destinar más fondos a servicios sociales.
«Hay miedo a ser políticamente incorrecto y a dañar los sentimientos de algunos colectivos», apunta Angela Todd, una de los 1.500 integrantes de la Coalición. A ella no le gustan las etiquetas 'liberal' y 'conservador' –«son excluyentes y hacen que los que no se identifican con ellas dejen de escuchar»– y asegura que en su organización coinciden miembros de ambos partidos políticos. «Estamos combatiendo de nuevo el comunismo y el anarquismo. Se ha perdido el interés por trabajar duro y ahora solo se espera el cheque del Estado. Si no lo da, se destroza la ciudad. Los manifestantes violentos asaltan a los que piensan de manera diferente y destrozan esculturas de gente que no les gusta. Son lo contrario a la democracia. Sinceramente, parecen más fascistas que antifascistas», lanza.
'La píldora roja'
Por eso, Todd ha tomado 'la píldora roja', como se refiere a cambiar de bando. «En 2016, mi padre votó a Trump y yo me pregunté cómo podía apoyar a semejante patán. Pero en estas elecciones le he votado yo para preservar el capitalismo y nuestra forma de vida, que veo en peligro», confiesa. Todd desgrana sus razones: «Cuando vine a Portland del medio-oeste, esta era una ciudad bonita. Ahora hemos legalizado las drogas, tenemos una epidemia de heroína y gente pinchándose en cualquier esquina, y dejamos a los criminales sueltos. El otro día, a dos calles de aquí había un hombre en trance con el pene fuera. Destinamos muchos recursos a viviendas sociales y programas de desintoxicación, adoctrinamos a la juventud en ideales marxistas, pero los problemas no dejan de crecer. Es cierto que el capitalismo tiene defectos, pero se deben solucionar con reformas, no con su abolición».
No obstante, Todd disiente con el presidente en algunos puntos clave: su tía, por ejemplo, ha muerto de Covid-19 y ella cree que se deben tomar precauciones. También critica la corrupción de los políticos de ambos bandos, y su objetivo es alcanzar los 100.000 miembros para que la Coalición pueda presentar candidatos a las instituciones locales y ejercer así más presión. «Cada vez hay más polarización y temo que desemboque en un callejón sin salida. Muchos incluso avanzan ya una guerra civil, aunque yo soy más optimista», apostilla en el generoso salón de su vivienda, a las afueras de la ciudad.
Sin duda, el aspecto económico es uno de los más relevantes en la batalla de Portland, que ejemplifica la que se libra, con más o menos intensidad, en todo el país. Y ha sido clave para que María García, de origen mexicano y candidata demócrata a la comisaría del condado en los anteriores comicios, haya decidido votar a Trump. «Se está sobreexplotando el término racismo hasta utilizarlo para tachar cualquier diferencia de opinión. Se está usando Black Lives Matter como un escudo contra las críticas y con fines económicos», comenta esta mujer, que fue madre adolescente y llegó a Estados Unidos con 18 años.
De 1.300 a 100 dólares
García hizo suyo el sueño americano y su cafetería iba viento en popa hasta que estallaron las protestas y la pandemia. «Tuve que cerrar y aproveché para hacer reformas, pero ahora el centro de Portland es un desierto, la recaudación ha caído de 1.300 dólares diarios a menos de cien, y es posible que no vuelva a abrir», avanza. García está embotellando su café para venderlo por otras vías y seguir subsistiendo, pero la situación actual le indigna.
«Al principio apoyé las manifestaciones porque me parece importante que la gente se rebele ante las injusticias. Pero el vandalismo cruza una línea roja. Así que empecé a interesarme por las razones que llevan a muchos latinos a apoyar a Trump y descubrí que el problema de fondo está en que no nos sentimos identificados con los valores progresistas», analiza la empresaria, que se reconoce religiosa y conservadora. «Me gusta la familia, soy provida e incluso entiendo la política migratoria de Trump, porque viene mucho indocumentado con malas intenciones», enumera.
Es más, García recuerda que su país de origen también enarboló la bandera de 'México para los mexicanos' cuando se sucedieron las caravanas de migrantes de otros países americanos. «También estoy de acuerdo con la mano dura que emplea con China para tratar de recuperar el empleo perdido, y creo que es positivo impulsar la economía local. A mí me favorece que se invierta en este país», señala García, que se ha sentido bien tratada en ciudades republicanas y que ahora se está planteando hacer algo que nunca antes creyó posible: comprar un arma. «Temo que se desmantele la Policía y tengamos que defendernos nosotros mismos. El día de las elecciones no saldremos de casa y habrá que ver qué sucede después», concluye.
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