TITULO: España a ras de cielo - Oscar Tusquets ,. - PLANETA CALLEJA - DOMINGO -20- Junio,.
España a ras de cielo ,.
España a ras de cielo es un programa de televisión emitido por TVE y se estrenó el 17 de septiembre de 2013. Desde el primer programa, está presentado por Francis Lorenzo.
Martes a las 22h30,.
El programa permite conocer lugar de España desconocidos y ya conocidos desde otro punto de vista.
, etc.
PLANETA CALLEJA - DOMINGO -20- Junio.
Planeta Calleja es un programa de televisión de España que se emite cada domingo a las 21:30, en Cuatro de Mediaset España,.
Jesús Calleja
enfrentará a rostros conocidos a vivir experiencias únicas e
irrepetibles fuera de su contexto habitual y en los lugares más remotos y
fascinantes ., etc.
Oscar Tusquets,.
Oscar Tusquets: «Cuando la vida se vuelve aburrida, ya no merece la pena»,.
Oscar Tusquets | Arquitecto, pintor y escritor,.
Ha publicado un libro en el que habla de la vejez y aborda asuntos básicos enla existencia de cualquiera eludiendo la corrección política. «Si a los 80 años no voy a poder decir lo que pienso...»,.
Oscar Tusquets consigue algo tan difícil como hablar de la muerte y hacerlo con un tono divertido, que como explica a menudo no es lo opuesto a lo serio, sino a lo aburrido. Este arquitecto, pintor, diseñador y escritor, nacido en Barcelona en 1941, es una de las figuras clave de la cultura de su ciudad y de España en general. En 'Vivir no es tan divertido, y envejecer, un coñazo' (Ed. Anagrama), hace un repaso a personas y episodios que jalonan su biografía y luego se detiene en la inevitable llegada de la Parca, a la que mira con curiosidad. Incluso con la misma ironía que utiliza para referirse a algunos aspectos de su vida, como cuando se lamenta -y cabe la certeza de que lo hace con una sonrisa en la boca- de que el Colegio Alemán, en el que él estudió, invitara para la conmemoración del centenario a Jordi Pujol como exalumno famoso, en vez de llevarlo a él. «Por lo menos, ni yo ni mi familia hemos delinquido», asegura.
- ¿En la vejez somos más sabios?
- Somos menos creativos, aunque sabemos más cosas. Así que supongo que somos algo más sabios, sí.
- Su libro dice que la vida no es tan divertida, pero usted no se puede quejar. Ha tratado a muchísima gente interesante.
- Mucha gente me lo ha hecho notar. Mi trayectoria vital dice que no ha sido aburrida. Al titular así el libro, y lo desarrollo en sus páginas, hablo más bien del empeño en prolongar la vida. Hay un momento en que se vuelve aburrida y es cuando ya no merece la pena.
- No ha llegado aún a eso.
- No. He tenido una suerte excepcional con la salud. Voy a cumplir 80 años, tengo algunos achaques, pero cada mañana me levanto siendo consciente de mi suerte. Nunca me ha deprimido hablar de la muerte, ni a los 40 ni ahora, que soy consciente de que me queda mucho menos camino. Mi principal proyecto en este momento es morir con dignidad y no dar la lata.
- El precepto de su vida es un clásico: nada en exceso. ¿Tampoco la belleza?
- Es quizá la única cosa que nunca es excesiva.
- Le van a criticar por decir eso.
- Casi todas las cosas que digo son políticamente incorrectas. Me llama la atención lo que ha pasado con la serie 'Gambito de dama'. En el libro se dice que la protagonista es bastante fea y en la serie es una actriz con una belleza particular, y se ha criticado por ello. Estoy absolutamente en contra de una crítica por exceso de belleza. Nunca es demasiada.
- Compartía con Leopoldo Pomés su admiración por la belleza femenina.
- Sí, Leopoldo tenía un talento tremendo. Sabía ver la belleza incluso en mujeres en las que a primera vista no la encontrabas.
- Acaba de decir que usted es muy incorrecto. En el libro explica que está en contra de los Juegos Paralímpicos y que son un desvarío. Explíquelo.
- Son un error. No sé si bienintencionado, supongo que sí, pero un error. Animemos a un disminuido físico con otras cosas. No hagamos que Ray Charles pinte acuarelas. Una persona en silla de ruedas puede ser excepcional en muchas cosas, pero que no juegue al basket. Nuestra tarea debería ser entusiasmarlo con actividades que pueda hacer a pleno rendimiento.
- Varias organizaciones se van a quejar también cuando lean esto.
- Que me digan lo que quieran. Si a los 80 años no voy a poder decir lo que pienso...
Salvar vidas
- Y lo que piensa además es que durante la pandemia salvar vidas ha sido lo importante, pero no es lo único importante.
- En efecto. Salvar vidas de ancianos es importante, pero hay más cosas. Como tengo 80 años lo puedo decir sin que nadie me acuse de interés. También hay que salvar a la sociedad y dejar a los jóvenes un mundo en el que se pueda trabajar y vivir.
- También está convencido de que las medidas más restrictivas en estos meses han propiciado su incumplimiento.
- Eso lo dice Napoleón. La frase es suya. Comprendo, aunque no aplaudo, que la gente joven, después de tanto tiempo sin vivir, salga a la calle a celebrarlo. Les han robado un año de libertad. Y al mismo tiempo, son jóvenes que no han visto morir a nadie porque los abuelos ya no mueren en casa, como en las generaciones anteriores. A los jóvenes de hoy los hemos aislado, les hemos privado de la idea de la muerte, así que no les pidamos ahora que tengan conciencia de ella.
- A usted no le parece que el capitalismo ni nuestro estilo de vida tengan nada que ver con la pandemia.
- No soporto ese tópico. Ha tocado a todos los países del mundo, sea cual sea su modelo económico. Pandemias ha habido siempre y si ésta se ha extendido más rápido es por el transporte, que nos permite viajar de un lado a otro del planeta en unas pocas horas. ¿Que debemos pensar un nuevo urbanismo y otra arquitectura? Ni de broma. Debemos pensar la mala arquitectura y el mal urbanismo. La buena siempre ha sido ecológica.
- Por cierto, no le gusta el rumbo que está tomando su profesión, la arquitectura. ¿Por qué?
- Las razones por las que yo estudié Arquitectura han desaparecido. Era una profesión maravillosa y ahora es durísima. Hay muchos arquitectos per capita (España es uno de los países con más arquitectos) y pocas obras. Antes salían unos 70-80 al año. Ahora serán unos 2.800 y hay menos trabajo.
- Pues hay unas cuantas estrellas en su campo.
- Sí. Yo no sé cómo animar a los jóvenes que me piden opinión. Los estudios son una combinación de elementos técnicos, artísticos y humanísticos, para que luego la mayor parte de tu trabajo sea burocrático, salvo en el caso de una docena de vedettes en todo el mundo.
- Antes de entrar en ese asunto central del envejecimiento, dos apuntes: a usted le gustan los toros tanto que ilustra la portada de su libro con una escena taurina.
- El dibujo es mío y se titula 'Juan Belmonte desafiando a la muerte'. Herralde, el editor, me dijo: 'En Cataluña, venderemos 200 ejemplares menos'. Hablo con mucho respeto con los antitaurinos, pero yo he vivido momentos de absoluta emoción en los toros. Se acabarán, seguro, como hay otras cosas preciosas que se han acabado. En los últimos tiempos, como en Cataluña están prohibidos, he ido a Nimes a los toros igual que antes íbamos a ver 'El último tango'.
- Segundo apunte: la Semana Santa sevillana le parece «el espectáculo más arrebatador y erótico del orbe».
- Lo es. Un espectáculo que no se puede filmar, porque te lo cargas. Lo he visto en la calle, con la duquesa de Alba a mi lado, con los sentidos muy abiertos a la luz, la música, el olor. Cada vez que voy a Sevilla a ver la Semana Santa, me convierto aunque la conversión me dure poco. Pienso que hay algo tras la muerte. En la Transición algunos pensaban que las procesiones eran algo franquista y se iban a acabar, y ya ve, hay colas de chicos y chicas esperando para llevar el paso.
Abandonos y egoísmo
- «Hacerse viejo es un coñazo porque irremisiblemente nos van abandonando». Son sus palabras.
- Te abandonan la salud, el oído, el deseo sexual... te abandonan las personas queridas. La pérdida de un amigo es un acto egoísta: ya no disfrutaremos de él y su compañía. Yo, por ejemplo, ya no puedo charlar con Jaume Vallcorba o Jorge Wagensberg. Lo que nos hunde es eso, que no podemos volver a estar con ellos.
- ¿Qué opina de ese ideal de prolongar la vida hasta los 120 años o más?
- Esos ideales... (se ríe). Creo que si fuera así terminarían matándonos los jóvenes. Hay que saber irse con elegancia. Yo defiendo la eutanasia y he firmado mi testamento vital. Quiero irme sin arruinar ni emocional ni económicamente a mi familia. Llegar a una edad avanzada estando bien es un lujo. Algunos arquitectos y diseñadores han vivido mucho. Estoy pensando en Niemeyer, que vivió 105 años y estuvo muy bien casi hasta al final. Si se pudiera llegar así, yo firmaría. Pero si no...
- ¿Los esfuerzos por prolongar la vida no le gustan?
- Los últimos cuatro meses de una persona consumen por término medio tantos recursos sanitarios como el resto de su vida. Además, sufriendo porque hay muchas terapias con las que se vive mal. Lo he visto muy cerca y sé de lo que hablo. Yo no quiero sufrir. Estoy conforme con mi muerte, pero no con el sufrimiento. Y desde luego no estoy de acuerdo con esos negocios fraudulentos que existen en EE UU para prolongar la vida veinte días. Veinte días de los que, además, como dice Woody Allen, la mitad estará lloviendo.
- Dice que ha dispuesto todo para su muerte. ¿También el epitafio?
- No, el epitafio no. Quiero que me incineren y luego que hagan lo que quieran con las cenizas. Si quieren, que las arrojen al mar, aunque creo que no está permitido. Y si fuera así, ¿dónde pondrían el epitafio si no hay lápida? Parece que Goethe dijo al morir aquello de 'luz, más luz'. No sabemos si fue porque veía a Dios o porque quería que abrieran la ventana.
- ¿Al menos ha pensado cómo le gustaría ser recordado?
- Sí me gustaría que tras mi muerte montaran una fiesta con alcohol, yerba y rock. Tengo amigos jóvenes, que se rían recordándome. Si algo de lo que he hecho puede dar un cierto placer a la gente durante unos años, pues mejor. Será bonito. Pero eso es todo. Ya sé que en dos siglos nadie me recordará.
TITULO: Novéntame otra vez - Morgado, el último trashumante ,.
Jueves -17- Junio a las 22:35 por La 1, fotos.
Morgado, el último trashumante,.
Paco Morgado salió de Cáceres con sus 1.350 ovejas el día 15 y llegará a los Picos de Europa a mitad de junio. Son 580 kilómetros a pie | Un viaje que ya no hace casi nadie en España | Todo el esfuerzo merece la pena cuando se alcanza Salamón, en el municipio leonés de Crémenes,.
El primer contacto con Paco Morgado es poesía. Descuelga su teléfono móvil y durante casi un minuto, solo se oyen cencerros y silbidos. Es la música de la trashumancia, esa costumbre perdida que según la Academia, consiste en «pasar de las dehesas de invierno a las de verano, y viceversa». Un viaje de subida y bajada que este ganadero extremeño hizo por primera vez «el año que murió Franco», y que repitió con gusto entre los ochenta y los primeros noventa.
«Pero pueden haber pasado ya 25 años desde la última», hace memoria el pastor mientras camina y silba como los pastores y vocea como vocean los pastores cuando pastorean.
Le escuchan 1.350 ovejas de raza merina cien por cien, «inscritas todas en el Libro», precisa. También dos perros de carea y doce mastines, algunos ancianos y zalameros. Y dos pastores veteranos más (su hermano y su primo). Y un amigo. Y dos chavales alemanes y uno canadiense que están en su año de conocer mundo previo al ingreso en la universidad. Y Pablo, un adolescente leonés que es feliz haciendo cualquier cosa que tenga que ver con el campo. Y le escucha también su hijo Pedro, que se ha apuntado a la aventura.
Caravana trashumante rumbo a León
Ellos forman la caravana trashumante que estos días devuelve a Extremadura una fotografía que los usos, las costumbres y el progreso con su ferrocarril y sus carreteras de doble carril, le quitaron hace décadas.
Quince días tiene la oveja más joven del rebaño. «La puedes dejar abajo (en Extremadura), pero entonces tienes que dejar también a la madre, y ponerles un pienso especial, y es un jaleo», explica Francisco Morgado Galet, 60 años, de Torremocha, casado, un hijo y una hija, el último trashumante de la región, como antes lo fueron Cesáreo Rey o su amigo Longinos Álvarez.
Hoy es fácil encontrar a quien hace la trasterminancia, que es la hermana pequeña de la trashumancia –desplazamientos cortos, normalmente de entre cincuenta y cien kilómetros–, pero lo que Morgado ha rescatado este año es lo de toda la vida. Salió el domingo día 15 de Sierra de Fuentes, y si el tiempo ayuda y no hay disgustos, llegará el 13 de junio al puerto de Las Pintas, en Salamón (municipio de Crémenes), en las montañas leonesas. Pisará tres comunidades autónomas, siete provincias y 76 términos municipales. Y cruzará el Tajo y el Duero.
4.000 euros para ir de Extremadura a León
Va el ganadero y pastor cacereño huyendo del calor y buscando para sus animales el frío y los pastos que tiene arrendados en los Picos de Europa, donde el verano es casi el invierno de Los Llanos de Cáceres y Sierra de Fuentes, adonde no regresará hasta finales de octubre. Iniciará la vuelta un poco antes de que en Las Pintas empiece a nevar. «Me he animado a trashumar otra vez porque me hacía ilusión. Pensé 'No me quiero yo morir sin haber cumplido esta ilusión'. Y como mi hermano y mi primo me dijeron que se venían conmigo para ayudarme... También lo hago por echar una mano a este gente del grupo que se porta tan bien con nosotros».
Esa gente del grupo son Ovinnova (un consorcio de entidades públicas y privadas que promueve la trashumancia) y la Fundación Monte Mediterráneo, centrada en demostrar lo importante que es la dehesa. Las contadas experiencias trashumantes de los últimos años y de ahora están ligadas a proyectos de este tipo, con organismos de distintos perfiles aportando dinero y logística a los ganaderos que aceptan complicarse la vida durante un mes en el que los domingos se parecen mucho a los martes. «A mí –explica Paco Morgado– me cuesta cuatro mil euros subir las ovejas de Extremadura a León en cuatro camiones, y otros cuatro mil euros bajarlas. Hacerlo a pie me viene a costar más o menos lo mismo, entre los sueldos del personal y otros gastos. Pero es más sano para el animal y yo lo disfruto».
Recién opeado
Si no fuera así, no le habría metido prisa a los médicos para que le operaran cuanto antes las cuatro hernias que le castigaban y le hacían dudar. Pasó por el quirófano a finales de abril, y ha sido reposar lo justo y echarse al monte. En sentido literal.
El grupo reposa la comida a la sombra de tres encinas viejas, junto al arroyo Helechoso, cerca de Casas de Miravete. Reanudarán la marcha a las cuatro de la tarde.
«Que algo te guste. Eso es lo que más fuerza tiene en la vida», sentencia el pastor, el único del grupo que duerme cada noche en un colchón en vez de en una tienda de campaña. Con somier de muelles, pero colchón. Al raso, eso sí. «Pongo una lona de plástico al lado si veo que va a llover o por si hay rocío, coloco debajo las gafas, la gorra y el móvil, me arropo y duermo como un general».
Una bota como almohada
Lo cuenta el jefe de este ejército nómada mientras los humanos reposan la comida y los animales descansan arracimados al pie de la carretera Badajoz-Madrid. En otra época, cuando la autovía A-5 no existía y la N-V era la única que unía epicentro y periferia, habría sido un peligro dejar al rebaño tan cerca del asfalto. Pero ahora no hay problema, porque apenas pasan coches. A 150 metros de los animales, bajo la sombra de tres encinas viejas, los jóvenes duermen y los mayores lo intentan, tumbados en la hierba sobre mantas, alguno con una bota como almohada.
«Lo más duro es la suciedad de los caminos. Si estuvieran bien, no habría que ir arreando a las ovejas. Irían solas»
El campamento se levanta antes de las cuatro. El grupo apura un café y reanuda la marcha, ahora más liviana que otros días porque en este punto del viaje no hay colada ni cordel ni vereda sino cañada, el más ancho (75 metros) de estos senderos históricos –7.196 kilómetros de vías pecuarias tiene Extremadura– que son una sombra de lo que fueron. «Lo más duro de la trashumancia –aclara Morgado– es la suciedad de los caminos. Están fatal. Si estuvieran limpios, no habría que ir arreando a las ovejas todo el rato. Irían solas. Ya había muchos tramos malos los últimos años que yo vine por aquí, pero han ido a peor».
La ruta, paso a paso
- Por Extremadura
- Sierra de Fuentes-Pasado el puente del río Tamuja (Guadalperalón)-Puente de La Lavandera (Trujillo)-Torrecillas de la Tiesa (descansadero)-Casas de Miravete (descansadero)-Saucedilla (descansadero)-Navalmoral de la Mata (pasado el descansadero)-Antes de Ventas de san Julián (ya en Toledo).
- Por Castilla La Mancha
- Ventas de san Julián-Corchuela (embalse de Navalcán)-término municipal de Parrillas-Villa de Mombeltrán (ya en Ávila).
- Por Castilla y León
- Venta Rasca/Rasquilla-Mengamuñoz-Venta del Hambre (Gallegos de Altamiros)-Papatrigo (descansadero)-Arévalo (fuente de los guardas)-Palacios de Goda-Medina del Campo (descansadero)-Tordesillas-Torrelobatón-Medina de Rioseco (descansadero)-Becilla de Valderaduey-Mayorga (Vado Espinal)-El Burgo Ranero-Valdepolo-Cebanico-Prioro-Las Salas-Las Pintas.
Senderos casi intransitables
Esos senderos casi intransitables son uno de los mayores problemas de la trashumancia actual, que en otros órdenes es más llevadera que la de antes. Ahora hay organismos (Ovinnova y Fundación Monte Mediterráneo en este caso) que aportan ayuda económica y logística, becarios y coches de apoyo para cargar de todo y acercarse a la tienda de conveniencia del pueblo cuando hace falta. «Ahora te sigues aseando en un arroyo a veces, pero también puede coger el coche y llegar a una gasolinera que tenga duchas. Y ahora se come mejor. Antes era pan, jamón, chorizo y queso. Y agua o vino. Yo me acuerdo de haber estado hasta diez días sin comer de cuchara», evoca Morgado, que ha tenido vacas y cabras pero prefiere las ovejas, «un animal noble pero de cabeza dura, que si se empecina en ir a un sitio, acaba yendo quieras tú o no».
Las suyas empiezan a andar cada día sobre las siete y media de la mañana, y se detienen pasado el mediodía. «Normalmente paramos de una a cuatro para comer y descansar, y luego seguimos la ruta hasta que empieza a atardecer. Hacemos unos veinte kilómetros diarios, según la comida que haya en los caminos. Si hay mucha, hacemos menos kilómetros porque prefiero dejar que el animal coma bien y coja fuerza. Ya se recuperarán esos kilómetros en las jornadas siguientes».
El grupo reposa la comida a la sombra de tres encinas viejas, junto al arroyo Helechoso, cerca de Casas de Miravete. Reanudarán la marcha a las cuatro de la tarde.
30 días de caminata
Serán treinta días de caminata, según el libro de ruta, que consta de tres cuadernos grandes con mapas plastificados. Pero pueden ser 32 ó 33. No se sabe. Será lo que manden el tiempo y los caminos. «La otra cosa difícil, además de las cañadas sucias, son los temporales de agua. Porque estar todo el día caminando con lluvia y que llegue la noche y no puedas dormir a gusto, es duro», dice el ganadero, que empezó hace más de media vida con cuarenta cabezas y ha llegado a tener 1.800.
«Me quedé sin terreno y vendí unas quinientas», recuerda Morgado, que después de tres días de trashumancia, tiene los labios quemados por el sol. Una nimiedad que no le impide silbar con brío. «Las silbamos para que sepan que nosotros estamos aquí y para animarlas, para que no se duerman y sepan que tienen que moverse», explica sin dejar de caminar ni de mirarlas.
Las ovejas enfermas
Él, su hermano, su primo y el amigo se reparten a lo largo del rebaño. Y los aprendices extranjeros del programa de voluntariado que llevan mapas del Instituto Geográfico Nacional en sus móviles se colocan a la cola, con la encomienda de no permitir que una merina quede rezagada. «Hay que estar atento, porque lo que hace una oveja si se siente enferma es separarse de las demás y esconderse», cuenta el pastor, que sabe latín sobre su oficio y transmite una autoridad discreta que se intuye ganada a base de silencios y gestos y las palabras justas.
Esas ovejas suyas han sido esquiladas este año antes de lo habitual, para que el frío del norte las coja ya con alguna capa de lana que las abrigue. Están en su tercer día de viaje y se acercan al puerto de Miravete, un paso emblemático de la Cañada Real Leonesa Occidental. Luego llegarán los paisajes del Campo Arañuelo, que tiene buenos caminos con comida abundante. Y después Toledo, y más tarde las montañas de Ávila, donde el ganadero estaba las dos veces que le dieron la noticia de que había sido padre. Y al final del trayecto, los Picos de Europa. La meta del viaje y la ilusión cumplida, a solo un lustro de jubilarse.
En ese terreno que el último trashumante extremeño le tiene arrendado al ayuntamiento de Crémenes hay una casa. «Muy grande, muy buena», dice Morgado mientras la enseña en su teléfono móvil, el que guarda en el único bolsillo de la camisa de cuadros y al que solo atiende cuando está seguro de que sus merinas van por donde tienen que ir.
TITULO: Un país para reírlo - País Vasco: de la comedia y la política ,.
martes -8- Junio , a las 22:55 horas en La 2, foto,.
Un país para reírlo - País Vasco: de la comedia y la política,.
'Un país para reírlo' viaja a San Sebastián para descubrirnos como humor y política pueden ser una buena combinación. Goyo Jiménez, junto con su inseparable amigo Jaime, se dejan llevar por el encanto de Donosti y estan muy bien acompañados por los cómicos más famosos de la zona. Oscar Terol es el encargado de enseñar a Goyo las principales características del humor vasco y le cuenta los secretos para triunfar riéndose de un tema tan polémico como es la política. Además, Terol nos presenta a parte de su cuadrilla formada por los actores cómicos Santi Ugalde y Gorka Aguinagalde. El programa también conoce otra visión de la comedia vasca gracias a Iker Galartza y su circo. Asimismo, Jon Plazaola y Valeria Ros son los encargados de charlar con Goyo acerca del humor en euskera y de cómo han triunfado en el resto de España. Goyo pasea con Esty Quesada, más conocida como 'Soy una pringada', recorrer los principales teatros de San Sebastián y contar con las reflexiones del guionista Borja Cobeaga.
TITULO: Aquí la tierra - Un plan para la Mejostilla, una placa para los deportados a campos nazis y el pacto por el empleo ,.
Un plan para la Mejostilla, una placa para los deportados a campos nazis y el pacto por el empleo,.
foto / En 2017, con el PP en el Ejecutivo local, el PSOE llevó a pleno una
moción llamativa. Pedía que se afrontaran los problemas de mantenimiento
de la Mejostilla, con bifurcaciones graves en residenciales como
Cáceres el Viejo, Gredos, Ronda o Montesol. Se pedía un diagnostico y
estudio completo de acerados, viales, infraestructuras... Ese proyecto, etc,.
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