TITULO: Cartas Olvidadas - La Feria del Queso de Trujillo recupera su ambiente prepandemia con miles de asistentes,.
La Feria del Queso de Trujillo recupera su ambiente prepandemia con miles de asistentes,.
Desde primera hora, el público llenó la Plaza Mayor y hoy se espera una gran afluencia de nuevo,.
foto / Tras la tranquilidad del viernes, fue lo esperado. «Había muchas ganas de venir, después de la pandemia. Además, Trujillo es un buen sitio». Así lo reflejaba ayer un joven participante sobre las 14.30 horas, buscando algún stand para coger una degustación de queso. Y es que, se cumplieron las previsiones. Con una temperatura casi veraniega,.Nadie duda de que hoy se espera una gran afluencia de personas a la muestra quesera. De hecho, empresas y queseros ya se han preparado para la llegada de miles de personas. Además de degustar las distintas variedades de queso, así como vino y cerveza, la programación de la feria contará hoy y mañana con un taller de quesería, que estará dirigido por Gustavo Martín Vidal y Juan Francisco Martín Martín, de Lactocyex. El responsable de esta entidad es Isidro Fernández, que también cuenta con stand en el recinto ferial. Explica que llevan muchos años haciendo este tipo de actividades por diferentes municipios, como Casar de Cáceres, Navas del Madroño, Torrejoncillo, Acehúche y Zafra, entre otros lugares.
Fernández reconoce que muchos niños piensan que los quesos vienen directamente de los lineales de los supermercados. Y es que, en los pueblos, antes, bien un familiar bien un vecino siempre hacía su queso. «Los críos se daban cuenta o aprendían de lo que nosotros de forma tradicional lo teníamos». Sin embargo, por unas u otras razones, esa tradición se ha perdido a lo largo de los años. Ante esta situación y con el afán de ensañar a los más pequeños, surge la puesta en marcha de este tipo de talleres, explica Isidro Fernández. Insiste en que es importante que estos menores sepan lo que es y qué se puede hacer a través de la leche y del cuajo. A partir de ahí, disponen de un queso que se lo pueden llevar a casa. No tiene dudas de que así se puede valorar mejor este tipo productos.
Concretamente, los talleres de quesería, que se harán hoy y mañana, tendrán lugar en los aledaños del palacio de la Conquista. «Somos muy cuidadosos para que no se derrame nada». Además, en este lugar, si lloviera o cayera alguna tormenta, los participantes pueden estar protegidos. Se utilizará leche de cabra pasteurizada, porque «en estos talleres se participa activamente y no se puede poner una leche cruda que pueda ocasionar algún problema», sostiene Fernández. También se utilizarán guantes y gorros.
Leche de cabra
Este responsable igualmente explica que se ha elegido la leche de cabra, ya que es la utilizada en la denominación de origen asentada en la zona, como es Queso Ibores. De hecho, su sede está en Trujillo. Entre otras herramientas, se contará con una cuba manual, los moldes y la lira de corte. Con estos condicionantes la idea es que puedan participar entre 20 y 25 personas para que cada una se lleve su queso de cabra a casa. «Tienen que enfriarlo lo antes posible y después se lo pueden comer». Aunque está pensado para el público infantil, también pueden participar personas adultas. «Se admite a todo el mundo».
Más allá de este tipo de talleres, Isidro Fernández, con Lactocyex llega a la Feria del Queso con diferentes propuestas con el fin de dar soluciones a industrias lácteas. Una de esas alternativas es un nuevo 'aparato' para saber si hay algún problema de antibiótico en la leche. Sostiene que la empresa que va a recoger la leche a una entidad ganadera, con este novedoso dispositivo, sabe en muy poco tiempo, si la puede cargar o no. Además, se puede organizar estando conectado con el ordenador, teniendo un control informatizado.
Organización de la cata
Además del taller de quesería, el personal de la organización hoy terminará de preparar la cata concurso que tendrá lugar mañana, a las once de la mañana. Según fuentes de la organización, hoy ya recogerán las piezas de los quesos que irán a este concurso, tanto en la modalidad de cabra, como oveja, en pasta blanda y dura. Asimismo, también se entregarán esos quesos que quieran participar en el nuevo reconocimiento a la innovación. Para este galardón se contará con un jurado popular compuesto por representantes de asociaciones de la localidad, explican fuentes de la organización.
Estos mismos representantes recuerdan que continuará el autobús urbano funcionando desde la zona de aparcamiento habilitada para la ocasión hasta los aledaños de la plaza Mayor. Este servicio está presente desde ayer ya hasta este lunes.
TITULO: Cartas en el Cajon - De regreso por desarraigo: Mi país es mi país,.
foto / Mi abuela nació en Francia. Pese a haber llegado muy joven a España, siempre tuvo un marcado acento francés y me irritaba que pronunciara mi nombre como "Selia" en lugar de "Celia". Cuando algo le disgustaba solía decir: "Esto en Francia no pasa". Lo paradójico es que cuando iba a Francia de vacaciones, repetía la misma frase, pero a la inversa: "Esto en España no pasa". Entonces yo no entendía que estaba haciendo equilibrios para preservar su identidad y proteger su autoestima. Ahora, después de varios años prestando atención psicológica a emigrados, veo cómo, al igual que mi abuela, los españoles que viven en el extranjero movilizan sus recursos psicológicos para preservar su identidad.
En 2013 empecé a prestar atención psicológica a emigrados. Uno de mis pacientes se marchó al extranjero y decidimos continuar sus sesiones por Skype. En ese momento, muchos colegas de profesión tenían reparos para trabajar a distancia, se cuestionaba si era posible establecer los mismos vínculos con el paciente que en las consultas físicas. Yo también tuve mis dudas, pero ahora sé que la calidad del vínculo depende de las personas y no del medio. Personalmente, pongo algunos límites, como no tratar enfermedades mentales graves que requieran el trabajo coordinado con un psiquiatra. Pero, más allá de eso, la única diferencia reseñable es que, a veces, las sesiones se alargan por los problemas de conexión.
A continuación, me gustaría compartir algunas de mis reflexiones sobre la emigración. Todas y cada una de ellas se las debo a los relatos de mis pacientes, a quienes desde aquí me gustaría dar las gracias por todo lo que me enseñan cada día:
Crisis no solo es sinónimo de oportunidad. Desde el estallido de la crisis, hace ya unos cuantos años, no hemos dejado de escuchar una frase que, pese a ser un mantra oriental, parece cocinada en una convención de emprendedores: "Crisis = oportunidad". "Crisis = oportunidad". "Crisis = oportunidad". Este enunciado encierra trampas. La crisis, antes que cualquier otra cosa, es un desafío psicológico. Las situaciones que tienen que enfrentar los emigrantes van a poner a prueba su equilibrio emocional. Solo si disponen de los recursos psicológicos para superar esas situaciones convertirán su aventura en una oportunidad.
Españoles por el mundo y la emigración idealizada. Tengo la impresión de que a través de los medios de comunicación se ofrece una imagen idealizada de la emigración. Se dibuja como un Erasmus, una aventura que lleva implícita un eslogan subliminal que asegura que fuera se vive mejor. Estos cantos de sirena hacen que perdamos de vista las complejidades que supone la adaptación a otro país, otra cultura y en muchas ocasiones, otro idioma. Muchos expatriados, al ver que su cotidianidad no es como esperaban, se preguntan: "Pero, ¿qué estoy haciendo mal?". Parte de mi trabajo consiste en dejar claro que no son los únicos que se sienten así y que lo que les sucede es normal. Creo que si hiciésemos un esfuerzo de responsabilidad por mostrar una imagen más realista de las dificultades que implica emigrar estaríamos preservando la autoestima de muchos españoles.
El error de no juntarse con españoles. La siguiente frase es muy común entre los recién emigrados: "Yo no quiero juntarme con españoles, porque quiero aprender bien el idioma". Desde mi experiencia, es un planteamiento erróneo. Los compatriotas en el extranjero pueden ayudarnos en los momentos complicados y ahorrarnos mucho tiempo en la realización de trámites engorrosos. Por no hablar de la importancia de expresar las emociones en el idioma materno, así que, si está pensando en marcharse al extranjero, nada más llegar póngase en contacto con la comunidad española.
El perfil de quien busca ayuda. Las personas que buscan terapia no suelen ser, precisamente, recién llegados a sus países de acogida. Al principio, los emigrantes están tan concentrados en su integración que, en cierto sentido, se desconectan de lo que ocurre en su interior. Es con el paso de los años, cuando ya han conseguido sus objetivos, cuando empiezan a sentir un malestar incierto, que puede deberse a varias razones.
Un proyecto de vida. Los que se van suelen hacerlo con la idea de volver. Pero, con el tiempo, volver es complicado, y uno de los problemas que surgen es la sensación de quedarse atrapado en el extranjero, con un pie en cada mundo. A veces ese bloqueo hace que se demoren decisiones importantes relacionadas con el proyecto de vida como la posibilidad de casarse o tener hijos. A veces, desde el extranjero, la decisión de comprar un sofá genera angustia porque eso supone ponerse demasiado cómodo en el país de acogida, cuando aún no se ha decidido dónde se quiere vivir.
El duelo migratorio. Algunos de los que se fueron con la idea de regresar descubren por el camino que no pueden renunciar a lo que les ofrece el país de acogida. Se han enamorado o han encontrado el desarrollo profesional que buscaban. Ponen los pros y los contras en la balanza y deciden quedarse a vivir en Reino Unido, Alemania, etcétera. Pero esa decisión no es fácil, implica muchas renuncias, asumir que la vida en España continuará sin ellos, que no estarán en los acontecimientos importantes de familiares y amigos, que siempre tendrán un acento que les hará diferentes. Aceptar todo eso, no solo en el nivel racional, sino también en el emocional, tiene todas las características de un duelo y por eso se le llama duelo migratorio. Y no es un tema baladí: un duelo migratorio mal elaborado puede pasar de generación en generación.
Siempre serás un extranjero. El malestar entre los emigrados de larga duración llega cuando toman conciencia de que, por mucho que sepan mantener una conversación distendida o gocen de reconocimiento laboral, siempre serán extranjeros. Este sentimiento no tiene que ver con conductas xenófobas, es un sentimiento inherente al emigrante.
Hay un techo de cristal en el desarrollo profesional. Esto es lo que aseguran todos los que deciden establecerse definitivamente en el extranjero. ¿Cuántos de ellos ocupan puestos de responsabilidad en las empresas o en los partidos políticos?
Una pegatina del Real Madrid en el coche. Algunos emigrantes, cuando llevan mucho tiempo fuera, se sorprenden a sí mismos realizando gestos y anhelando cosas que, de haberlas hecho en España, les hubieran parecido cañí. Por ejemplo, aprender a hacer paella. O colocar una pegatina del Real Madrid -o de cualquier otro equipo- en el coche. O empezar a escuchar flamenco. O cruzar la ciudad para comprar churros. Estos gestos cumplen una función psicológica de estar conectado a la propia identidad. Estoy segura de que mi abuela podía pronunciar la C y la R, pero eso hubiera resultado aterrador en algún punto de su psique.
Idealizar la vuelta a España. Quienes finalmente deciden regresar quieren hacerlo en las mejores condiciones laborales posibles, y encontrar algo interesante en el mercado laboral español suele llevarles tiempo. En ese tiempo hay quien delega toda la felicidad en la vuelta a España, invirtiendo toda su energía en el ansiado regreso. Hay que guardar energía para la llegada a España porque volver tampoco es fácil.
El choque cultural inverso. El emigrante, cuando decide volver, ya no es la misma persona que cuando se marchó. Y sus amigos, los que no se movieron del barrio, también han cambiado. Se vuelve con el deseo de retomar las relaciones en el momento en que se dejaron, pero, como diría Neruda, "nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos". Quien se fue ya no volverá a ver el mundo de la misma manera, habrá aspectos de su cultura de origen a los que le será muy difícil adaptarse, querrán introducir en su entorno la nueva manera de hacer las cosas, las cosas buenas que se han traído de su país de acogida. Pero estas nuevas maneras no siempre van a ser bien recibidas. Las dificultades para readaptarse a España también son motivo de consulta. De hecho, en algunos casos extremos, esta dificultad puede llevar a la persona a volver a mudarse continuamente en busca de un sitio donde sentirse en casa, es lo que se conoce como síndrome de Ulises.
Traer de vuelta el talento. Cuando pensamos en la palabra "talento" enseguida nos vienen a la cabeza ingenieros, médicos o arquitectos, pero el talento es mucho más que un conocimiento técnico. Las personas que han tenido que abrirse camino en el extranjero, se dediquen a lo que se dediquen, no solo han aprendido idiomas, también han desarrollado habilidades resilientes, han aprendido otra manera de vivir y de trabajar, poseen lo mejor de varias culturas, ese es el verdadero talento. Personalmente me cuesta entender que las instituciones y empresas españolas no hagan todo lo posible por traer el talento de vuelta. Este es uno de los postulados que defiende Volvemos, un portal que trata de poner en contacto a empresas y a emigrados para allanar su retorno, y con el que colaboro porque creo que lo que hacen es importantísimo. Invertimos muchísimo dinero en formar a profesionales para dejarles marchar y, cuando quieren volver y aportar lo que han aprendido, lo desaprovechamos.
El Brexit y sus consecuencias psicológicas. La mayoría de las personas que atiendo viven en Reino Unido. El Brexit ha disparado la incertidumbre entre los emigrantes. Uno de mis pacientes lo describía como "una pequeña traición". Mientras que otro hablaba, directamente, de "racismo puro". En general, el Brexit ha aumentado la percepción de los españoles de ser extranjeros y ha aumentado las suspicacias en torno a la xenofobia. Desde mi experiencia, percibo que la brecha identitaria en Europa se ha agrandado y que muchos españoles se han afianzado en su deseo de volver a España.
La experiencia migratoria aumenta el autoconocimiento. Si pensamos en la personalidad como en la paleta de colores de un pintor, nos encontramos con que, tras superar los obstáculos asociados a la migración, esta se expande, se llena de nuevos tonos y matices. Se descubren colores hasta el momento desconocidos, recursos psicológicos inexplorados, que sin duda contribuirán a aumentar la autoestima y la satisfacción personal.
TITULO : REVISTA TENIS -Djokovic y los lobos,.
Djokovic y los lobos,.
Djokovic - foto,.Lo extraño es que de repente enmudezca. Únicamente reniega de que su hotel para inmigrantes con papeles dudosos no sea un Ritz de mimados. O lanza invectivas indirectas, vía abogados. O esotéricas, por boca del locuaz papá, quien le llama “luz”, “Espartaco”, “Cristo”.
Pero él calla sobre el fondo del asunto que le tiene retenido en Melbourne, al menos hasta hoy. Calla como solo callan quienes se sienten en falso. Igual que ayer, en 2020, clamaba, desafiante, contra la vacuna del coronavirus —cuyo rechazo le paraliza ahora—, con el impune desenfado del negacionista activo: “No me gustaría que nadie me obligase a vacunarme para poder viajar”.
Todo llega. Incluso para quien se identifica con los lobos (“son mis guías espirituales”, confiesa), prolifera en desplantes a lo John McEnroe o alimenta las arcas sentimentales de un nacionalismo, el serbio, que se mostró mortífero en el siglo XX.
El destino deportivo del tenista balcánico Novak Djokovic se dirimirá hoy por la justicia australiana: podrá retar el eterno empate con sus pares Rafael Nadal y Roger Federer, o volverá cabizbajo a casa, donde le esperarán, rugientes, los sentimientos heridos de miles de seguidores jaleados por su Gobierno.
A juzgar por los datos públicos incompletos que sobre el caso conocen los ciudadanos, los jueces deberían inclinarse por la prohibición de circular por el país —y, por tanto, de saltar a la cancha— dictada por las autoridades de fronteras. “No hay casos especiales, las reglas son las reglas”, como dijo el primer ministro federal Scott Morrison. Pero el jugador no se vacunó: haber contraído el virus no figura entre las exenciones que permiten deambular: contra el criterio de la federación australiana, apoyada por el Estado de Victoria, sede del Abierto al que acudía.
Claro que los jueces son a veces inescrutables. Y el caso es fascinante. Exhibe aristas, dilemas, contradicciones. Entre el Gobierno federal (liberal) y el estatal (socialdemócrata); entre los 26.000 permisos denegados y el que reclama el tenista; entre la fama y la igualdad de trato; entre el vigor del derecho individual y la primacía de los colectivos; entre el esfuerzo rigorista de un país que se confinó nueve meses seguidos y la frivolidad de quien, un 16 de diciembre y ya contagiado, surgía mezclado y sin mascarilla en un evento público, y al día siguiente, también. ¿Libertad de no vacunarse o licencia para contagiar?
Todos pueden reivindicar sus derechos individuales (y gestionar sus éxitos y flaquezas). Pero nadie debe aplastar el de los demás a no ser deliberadamente infectados por otro. Ni siquiera por el rey de los lobos, aunque papá le vea un Espartaco.
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