El domingo -14- ABRIL a las 18:00 por La Sexta, foto,.
Keira Knightley y Juliette Binoche frente a una comedia con Ernesto Sevilla,.
Vea los tráilers de los estrenos de la cartelera del fin de semana,.
Desfase sin efectos secundarios
Con esta premisa, el director Carlos Therón vuelve a apuntar a la taquilla después del buen resultado obtenido hace dos años con «Es por tu bien», otra comedia coral, pero de «cuñados».
El día que vendrá
Keira Knightley y Jason Clarke en la Alemania de posguerra
Dirigida por James Kent, 'El día que vendrá' cuenta con Ridley Scott como productor ejecutivo y está basada en la novela homónima de Rhidian Brook.
Dobles vidas
Assayas se marca una comedia en el mundo literario parisino
Los efectos de la revolución digital en el mundo editorial le sirven al director francés para hacer una reflexión en tono de humor sobre el mundo de hoy. La película debutó con muy buena acogida en el Festival de Venecia.
La profesora de parvulario
Maggie Gyllenhaal, profesora en un thriller psicológico
Dirigida por Sara Colangelo y con Maggie Gyllenhaal como protagonista, esta nueva versión se llevó el premio a la mejor dirección en el pasado festival de Sundance. La obsesión por el éxito y la ausencia de horizontes vitales son temas subyacentes a una trama con forma de thriller psicológico y llena de giros.
After. Aquí empieza todo
La serie multiventas de libros salta a la pantalla
'After. Aquí empieza todo' lleva a la pantalla el primer volumen, dirigido por la debutante Jenny Gage, con Jennifer Langford y Hero Fiennes Tiffin (sobrino de Ralph y Joseph Fiennes) como protagonistas. Dirigida a un público adolescente, gira en torno a una joven estudiante, su primer año universitario y su primer amor.
El parque mágico
Un canto a la imaginación para los pequeños
La cinta es una coproducción con Estados Unidos y David Bisbal interpreta la canción principal de la banda sonora.
A la vuelta de la esquina
Amor en el supermercado
El magnético Franz Rogowski ('Transit', 'Happy End'), al que muchos consideran uno de los mejores actores europeos del momento, y Sandra Hüller ('Toni Erdman') son los protagonistas de esta fábula que transita por terrenos melancólicos y existenciales y que apuesta por descubrir lo extraordinario en el día a día.
Quiero comerme tu páncreas
Un emotivo anime japonés
Dirigida por Shin'ichirô Ushijima, 'Quiero comerme tu páncreas' es una adaptación de la novela gráfica homónima, un fenómeno de ventas en Japón.
Mia y el león blanco
Aventuras y naturaleza para la familia
Una amistad que se ve puesta a prueba cuando el animal llega a su edad adulta y es objeto de codicia de los cazadores.
El hijo del acordeonista
La novela de Atxaga llega al cine
Fernando Bernués dirige esta adaptación cinematográfica que indaga en la historia reciente del País Vasco, con la ayuda de actores como Aitor Beltrán, Iñaki Rikarte, Cristian Merchán o el ganador de un Goya Eneko Sagardoy.
TITULO: ESPAÑOLES POR EL MUNDO - Carlos López-Otín: «Pensé en el suicidio» ,.
Carlos López-Otín: «Pensé en el suicidio»
Uno de los científicos españoles de mayor reputación internacional, presenta su primer ensayo, 'La vida en cuatro letras',.
Carlos López-Otín (Sabiñánigo, 60 años) guarda un tesoro de papel en la librería de su casa asturiana de Salinas. Lo llama su «bien más preciado». Se trata de la novela 'Cien años de soledad' con una dedicatoria de su autor, breve y maravillosa. Gabo tachó con un rotulador negro la palabra 'soledad' y anotó de su puño y letra 'felicidad', con lo que la dedicatoria queda así: «Cien años de felicidad para Carlos, con un abrazo. Gabriel».Con una fotocopia de esta página remata López-Otín su primer ensayo, 'La vida en cuatro letras' (Paidós), donde precisamente plantea si llevamos escrita la felicidad en nuestros genes. El autor es uno de los científicos españoles de mayor relevancia internacional (está entre los diez más citados de Europa), su 'factor h' -un medidor de la calidad profesional de los científicos- supera el de muchos Premios Nobel y, aunque se lo han rifado fuera, siempre ha querido estar ligado a la Universidad de Oviedo, donde imparte clases como catedrático de Bioquímica y Biología Molecular. Sus contribuciones a la ciencia y la medicina han merecido reconocimientos como el Premio Nacional de Investigación (2009) y desde su laboratorio ha descifrado el genoma de 500 pacientes con cáncer, además de lograr importantes avances en el campo del envejecimiento acelerado y la muerte súbita.
Casado y con dos hijos (una médico de Urgencias y un psiquiatra que lo dejó todo por el Naturalismo), López-Otín es considerado una eminencia mundial en su campo, un científico respetado por sus colegas y querido por sus alumnos. En suma, podemos decir tranquilamente que es un profesional de éxito, que además cultiva otras artes del conocimiento (la lectura, la escritura, la fotografía...) y despliega una cultura y una humanidad impresionantes que lo convierten en un perfecto hombre del Renacimiento del siglo XXI. Por eso sorprende tanto que arranque 'La vida en cuatro letras' desnudando con crudeza unas tristezas que le empujaron al borde del suicidio. Aquel eclipse del alma le sobrevino una tarde del final del verano de 2017 en la que apuraba uno de esos catorce días de felicidad a los que, según los criterios de Abderramán III, podemos aspirar los humanos. «Recibí una llamada que me advirtió: 'Van a por ti'». Desde ese preciso instante, lo que parecían pequeñas disputas profesionales «acabaron por causarme una tristeza tan grande que el mundo empezó a temblar bajo mis pies». Habla el profesor de acoso laboral, de pesadilla, de agresividad y sordidez en su entorno de trabajo. «Me alejé de todo y de casi todos. Creía que era el hombre más feliz del mundo y, en un abrir y cerrar de ojos, pasé a ser el más triste».
En plena vorágine de su apocalipsis vital, le comunicaron que una sorprendente infección en su laboratorio obligaba a sacrificar de inmediato los ratones modificados genéticamente en los que habían invertido miles de horas de esfuerzo para buscar respuestas a enfermedades incurables. Y, para rizar el rizo, a los pocos meses debe retirar de golpe ocho de sus investigaciones por presuntas manipulaciones, que él y su equipo siempre calificaron de «errores formales muy menores, que en absoluto invalidaban sus resultados». Con una depresión de caballo (él lo llama decepción), se puso en manos de un psiquiatra («mi maestro zen») que, nada más evaluar su estado, le ordenó ingresar en una clínica. Carlos pidió que le cambiara ese aislamiento por otro menos forzado, así que se marchó a Mallorca y en 28 días, con sus 28 noches, se embarcó en este ensayo con asombrosos datos autobiográficos como si fuera su última tabla de salvación.
- ¿Cómo un científico que trabajaba para alargar la vida se cansa de vivir?
- Será por mi genoma, pero desde niño he entendido que la solidaridad es la cumbre de la felicidad, que cada adversidad tuya o ajena es una lección de humanidad. Y con todo eso he vivido feliz durante 60 años. Nunca he tenido ninguna aspiración económica, ningún estrés… no soy religioso, sí espiritual, y he tenido la sensación de felicidad extrema aunque me han pasado cosas muy duras. Pero me di cuenta de que en la sociedad actual hay mecanismos muy simples para que si alguien quiere destruir a otra persona lo pueda hacer. Y le sale prácticamente gratis. En mi caso, me hicieron una revisión exhaustiva hasta la última letra de 450 artículos científicos. Y al final encuentran que no hay nada sustancial. De 450 artículos de hace ocho años, solo hay errores de presentación en unos pocos y ninguno es conceptual. Vinieron a por mí. Eso coincidió con el sacrificio de los ratones... Yo porque me insulten o me quiten el honor, sobrevivo. Pero si me quitan el trabajo… no sólo es el mío, es el de mis discípulos, mis estudiantes, el de todas las personas en el mundo para las que estos ratones eran el modelo para diseñar fármacos contra enfermedades incurables. Me hundí. Me cansé de vivir. El propósito de mi vida nunca ha sido ganar dinero. No lo necesito. He rechazado ofertas millonarias de trabajo. Pero, de repente, alguien te hace la vida imposible y pierdo mi 'ikigai', mi propósito en la vida. Por eso este libro empieza siendo de autoayuda. Pero también enseña cosas radicales, como que una persona con un estatus científico impecable, que no molestó nunca a nadie, que jamás tuvo aspiraciones de ser director de nada, entra en silencio y piensa en el suicidio.
Desde esa profunda tristeza, López-Otín es capaz de hablar en su libro de la felicidad, y cita a cuatro seres felices. El califa cordobés Abderramán, el primero que se atrevió a cuantificar la felicidad con esas catorce jornadas memorables; la ya fallecida Jeanne Calment, el ser humano con la mayor longevidad documentada (122 años y medio), adicta al chocolate y el vino; Matthieu Ricard, un bioquímico francés de 72 años metido a monje budista en Nepal al que le sembraron el cráneo con 256 sensores para certificar que cuando meditaba alcanzaba el más alto nivel de actividad cerebral registrado jamás, lo que se asocia con una gran capacidad para la felicidad y una mínima querencia para el pesimismo emocional. Y, sobre todo, habla de Sammy Basso, su colega de laboratorio y afectado por una enfermedad rara: el síndrome de envejecimiento prematuro. Sammy debía morir con 12 años. Hoy tiene 22 y disfruta de cada instante de su vida como si de verdad fuera el último. Incluso en condiciones tan adversas, el fragilísimo Sammy, con una fe religiosa inquebrantable, encuentra argumentos para abrir ventanas a la felicidad total.
- ¿Qué le ha enseñado Sammy?
- Que desde la situación biológica más devastadora se puede ser feliz. Ha desmentido a Schopenhauer, que decía que el 90% de la felicidad está en la ausencia de enfermedad. Es una de las personas más felices del mundo. Hemos cerrado un círculo. Empecé siendo su maestro y ahora no se sabe quién aprende y quién enseña.
A lo largo de 236 páginas, López-Otín desgrana una 'playlist' con 25 canciones, la banda sonora de su retiro del mundo: desde Antonio Vega, Luz Casal, Leonard Cohen, Patti Smith, Ray Lynch o Zaz a Haydn, Schubert, Beethoven... y 'Spiegel im Spiegel', de Arvo Part, que ocupa un lugar destacado. En alguno de los catorce capítulos (como los días felices de Abderramán) se enfunda la bata blanca de científico para explicar las cuatro letras de la vida (la A de adenina; la C de citosina; la G de guanina; y la de T de timina) e incluso aporta la primera ecuación de la felicidad. En otros se despoja de tecnicismos para tratar de definir qué es la felicidad y si ser feliz es cuestión de genes, asunto complejo de responder dependiendo de si se lo preguntamos a Sammy o al tendero de la esquina.
- Sin necesidad de viajar más allá de Orión, usted ha visto cosas que no creeríamos...
- He visto el sufrimiento, a padres que venían a pedirnos que les diéramos algo más de vida a sus hijos, porque estaban desahuciados. Pero en el dolor he visto la generosidad humana, porque muchos de estos padres de niños con envejecimiento prematuro que los han perdido han seguido ayudando y colaborando por si aparecen nuevos casos. La gente que ha sufrido muchísimo es generosa. La primera clave, la primera receta de la felicidad, es aceptar la imperfección humana. Curiosamente, quienes más imperfectos son menos la aceptan y más exigen la perfección en los demás, convirtiéndose en seres tóxicos.
- ¿Cuántos días felices ha vivido de esos catorce que dice Abderramán?
- Ocho. Llevo dos años sin sumar uno solo y quiero llegar al cupo. Estuve a punto de no sumar ninguno más, porque no veía salida.
- En el libro habla de un día increíble en Zanzíbar viendo una coreografía de colores de los vestidos de las zanzibareñas que recogían algas en la playa recortada contra un mar que, con la luz, iba adquiriendo tonos azules... ¿Fue el último día feliz?
- No, ese fue el quinto. El último fue en Salinas, donde vivo, mirando el mar en los últimos días del verano de 2017.
- ¿Bebería la pócima de la inmortalidad?
- No. La inmortalidad es impensable y desaconsejable. Después de leer el cuento de Borges 'El inmortal', 'Los viajes de Gulliver' y 'Las intermitencias de la muerte', de Saramago, nadie debería aspirar a ser inmortal.
- Cita decenas de nombres de todos los campos, Ramón y Cajal, García Márquez, Yourcenar, Balzac, Kandinski, Dylan, incluso Angelina Jolie… pero habla de Rafa Nadal como referente...
- Es que lo es. Yo lo enseño a mis alumnos. Posee un genoma con unas variantes que le permiten tener un desarrollo atlético muy potente, una resistencia impresionante, pero no por eso se convirtió en un gran tenista. Para eso tuvo que esforzarse.
- Usted asistió a la devastación de su padre. Cuenta que habría preferido acortar su fase final, cuando él ya había desconectado del mundo. ¿Qué opina de la eutanasia?
- He visto morir a mi padre y me habría gustado ahorrarle un año entero de su vida. A él también le hubiera gustado. Creo que, en las decisiones fundamentales de la vida, tenemos que tener la última palabra y no que otros decidan por nosotros. Respetando todas las opiniones, a mí me gustaría tener la última palabra sobre mi vida y sobre mi muerte.
- La fragilidad biológica no está reñida con disfrutar de los placeres, ¿cuáles son los suyos?
-Hacer fotos, leer y ahora escribir.
- ¿Qué gen le habría gustado tener?
-El otro día pregunté esto mismo en clase a mis alumnos. Un chico levantó la mano y dijo que le gustaría quitarse el gen que le causa unas migrañas que no le dejan vivir. Yo he sido muy afortunado en la lotería genómica. He llegado a los 60 durmiendo apenas cuatro horas diarias y sin el más mínimo estrés. Entre descifrar mi genoma y los de otros, prefiero los de otros, porque son enfermos. No, no cambiaría ninguno de mis genes ni ninguna de mis imperfecciones. Fíjate, gracias a esta gran imperfección de que hayan encontrado unos errores en unos artículos para destruirme, ha salido este libro. Llegó la ola, me ha mojado hasta el último rincón del alma, pero no me ha arrastrado. Yo que tenía la vida hecha, construida y sólida, he pensado en el suicidio… Y si yo lo hago, ¡cómo no niños de 15 años que no solo lo piensan, sino que se suicidan!
-¿Y por qué se llega a suicidar un adolescente?
- Porque no encuentra su lugar en el mundo. Necesitamos encontrar nuestro lugar en el mundo y eso se decide en la adolescencia, donde situamos nuestros referentes. Hay adolescentes que se sienten marginados por ser pelirrojos o gordos. Esta gente es con la que yo me comunico ahora, no con científicos. Antes los insultos se acababan cuando se cerraba el instituto y te ibas a casa, pero ahora, con las redes sociales…
- ¿Nos hacen menos felices?
- Cada uno tiene un nivel genéticamente determinado de felicidad, y la gente cree que diciendo en público que es feliz y poniendo una foto sonriendo mejora su nivel de felicidad. Esto es ficticio.
- ¿Cuándo lloró por última vez?
- Ayer mismo, pero por una emoción positiva.
- Cuenta que mirar una célula es un espectáculo insuperable. ¿Qué mundo le parece más perfecto, el microscópico o el real?
- ¡Hombreeee…! La vida por dentro. Es espectacular. Es imperfecta, pero se lucha por la armonía y por el bien común. Por eso estamos aquí, por eso pasamos de ser bacterias a ser humanos. La sociedad celular es completamente altruista. Hay células que se suicidan por el bien común.
- En el libro surgen científicos españoles extraordinarios como Margarita Salas, Fuster o Juan Carlos Izpisúa. Otro investigador, Mariano Barbacid, acaba de presentar unos alentadores estudios en los que ha eliminado el cáncer de páncreas en ratones modificados genéticamente... ¿Para cuándo un Nobel español?
- Es muy difícil. El Nobel no te lo dan por la trayectoria científica. Si fuera por eso, Margarita lo habría merecido. Y también Mariano, que participó en el descubrimiento del primer oncogén, pero se lo dieron a otros. Para mí, ganar el Nobel me ocupa el cero por ciento de mis pensamientos.
- ¿En su tristeza ha entrado ya algo de luz?
- Algo sí. Entró luz cuando volví a impartir clases, después de no faltar a una en 31 años.
- ¿Seguirá dando clases?
- No lo sé. No sé si ya se habrá disipado el ambiente tóxico. Ahora tengo unas ofertas de trabajo estupendas.
- En su ensayo aporta cinco claves y catorce recomendaciones para ser feliz, pero si ha de quedarse con una sola...
- Acepta la imperfección, alégrate con lo que tienes, alégrate de los demás, deja que la gente sea feliz, porque crearán un entorno del que te beneficiarás. Hazte más corresponsable de tu salud, la mental, la física y la emocional. Llena tu vida de emociones positivas y trata de apartar las negativas.
Biografía
TITULO: Escala humana -La conquista musulmana y la Reconquista moldearon genéticamente a los españoles,.
El miercoles -10- Abril a las 21:00 `por La 2, foto,.
La conquista musulmana y la Reconquista moldearon genéticamente a los españoles,.
Algunas regiones, como Galicia, muestran grupos de individuos genéticamente similares en escalas mucho más finas,.
Su trabajo, publicado en 'Nature Communications', identificó diferencias genéticas más fuertes en la dirección este-oeste, y firmas de movimientos históricos de población de norte a sur en España. La autora principal del estudio, Clare Bycroft, explica que estos patrones reflejan la historia única de Iberia: «La agrupación de individuos modernos, basada simplemente en compartir su ADN, identifica grupos cuyos límites coinciden estrechamente con los límites de distintos reinos, que hablan diferentes idiomas, presentes hace 500 años».
Al examinar los patrones de intercambio de ADN entre personas de Iberia y otras partes del mundo, el equipo también pudo identificar fracciones que variaban regionalmente de hasta un 10% de la ascendencia de África noroccidental en los ibéricos modernos, incluidas las personas de Portugal.
Este ADN data de alrededor del año 860-1.120 dC, un período de migración de los pueblos del actual Marruecos, durante el dominio musulmán de Iberia. Más recientemente, se han producido migraciones de personas de ascendencia vasca hacia el sur a través de España.
Conquistas
En conjunto, estos resultados indican que los movimientos poblacionales de siglos de antigüedad asociados tanto con la conquista musulmana como con la posterior Reconquista, han dado forma a la genética moderna de Iberia.El profesor Simon Myers, uno de los líderes del estudio, dice que junto con trabajos anteriores, como un estudio de las Islas Británicas, este estudio revela que «existen diferencias genéticas sutiles pero ricas en muchas partes del mundo, pero en distintos patrones que revelan los legados genéticos de historias regionales particulares».
Además de estos patrones a gran escala, algunas regiones, como Galicia, muestran grupos de individuos genéticamente similares en escalas mucho más finas, como a lo largo de valles de ríos particulares, a escalas de menos de 10 kilómetros en algunos lugares.
El profesor Peter Donnelly, otro de los líderes del estudio, comenta que «los resultados de este estudio representan las mejores escalas geográficas sobre las que se han observado grupos de individuos genéticamente similares en humanos».
Estas agrupaciones altamente localizadas predicen que es probable que existan mutaciones raras localizadas geográficamente, incluidas las causantes de enfermedades. Sin embargo, para otras regiones, como las castellanas, incluso los individuos que se encuentran a cientos de kilómetros de distancia no están separados de manera confiable según su ADN. «Las diferencias genéticas extensas que observamos en Galicia podrían explicar por qué ciertas enfermedades genéticas en esta región en particular parecen estar concentradas en áreas pequeñas comarcas», explica el profesor Angel Carracedo, de la Universidad de Santiago de Compostela.
Este estudio analizó el ADN de 1.413 individuos de toda España, escrito en más de 650.000 posiciones diferentes en todo el genoma humano. De 726 de estos, la información geográfica estaba disponible y los cuatro abuelos nacieron en un radio de 80 kilómetros, lo que permitió a los investigadores identificar en los mapas de España los conglomerados que descubrieron utilizando solo las similitudes y diferencias genéticas entre los individuos. Los investigadores utilizaron las herramientas estadísticas más poderosas disponibles, incluidas fineSTRUCTURE y GLOBETROTTER, desarrolladas por algunos de los miembros del equipo.
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