DESAYUNO CENA FIN DOMINGO -«El gusanillo por la música me picó en Castilblanco»,./ Las rutas Capone -¡Bares, qué lugares! . / Un país mágico -Sevilla ,./ Diario de un nómada - Carreteras extremas - Un nuevo hasta la vista,./ Un trío en la cocina - Cocina -Irene de Miguel ve «a veces demasiada cocina» en el CIS ,.
TITULO: DESAYUNO CENA FIN DOMINGO -«El gusanillo por la música me picó en Castilblanco»,.
DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - «El gusanillo por la música me picó en Castilblanco», fotos .
«El gusanillo por la música me picó en Castilblanco»,.
Los
padres y abuelos de Andrés Martín, el ganador de 'La Voz', nacieron en
la localidad pacense y él asegura que los recuerdos más bonitos de su
vida los tiene en Extremadura,.
El músico madrileño, jubiloso al conocer su victoria:: ANTENA 3
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De cantar en el metro de Madrid a conquistar a España en el concurso de televisión 'La Voz'. El cantante de origen extremeño Andrés Martín se proclamó vencedor en la noche del miércoles, 10 de abril, tras interpretar la canción de Michael Bolton 'When a man loves a woman'. En
apenas diez meses le ha cambiado la vida, pero asegura que no se ha
olvidado de sus orígenes. Aunque nació en el hospital Niño Jesús de
Madrid y ha vivido siempre en la capital, él se considera madrileño y extremeño.
Sus padres y sus abuelos paternos y maternos nacieron en la localidad pacense de Castilblanco. «Voy en verano, en Navidad, en Semana Santa y en las fiestas», cuenta Andrés.
Confiesa que en Extremadura ha disfrutado de su niñez y su adolescencia. «Lo más bonito que recuerdo de mi vida ha sido en esa tierra», asegura. Tanto
es así que sus primeros contactos con la música fueron en Castilblanco.
«El gusanillo me empezó a picar con mi familia paterna en el pueblo.
Siempre nos reuníamos en la romería Los Ranchos, que se
celebra entre finales de abril y principios de mayo. Ellos siempre
montaban la fiesta, hacían música y tocaban las palmas. De pequeño ya me
echaba mis cantes. Mi familia me pedía 'La campanera' y la cantaba»,
recuerda este joven que cumplirá 23 años el próximo 26 de abril.
Reconoce que está viviendo un sueño. «En el momento que dejé de
estudiar y de trabajar para dedicarme íntegramente a la música me empecé
a sentir libre. Cada día me enamoro más de la música, cada día me
vuelvo más loco. Hay madrugadas que me despierto exclusivamente para
componer», confiesa. Es de los que adoran este arte sin importar el
género. «Desde pequeño he escuchado Camarón, Pink Floyd, AC/DC, copla,
Bob Marley... Eso ha hecho que no me encasille».
Cuando le preguntan por su grupo extremeño favorito, lo tiene claro. «Extremoduro es uno de mis grandes referentes»,
afirma antes de confesar que le está cambiando la vida. Pese a eso él
tiene claro que no va a perder su esencia. «De mis raíces no me separo y
los pies nos los despego de la tierra», destaca el joven cantante y
compositor.
«Extremadura tiene mucho más de lo que la gente se piensa»
Dice que seguirá yendo a Extremadura. De hecho, ya avanza que en Semana Santa estará en Castilblanco.
«Llevo sin ir desde que empezó el programa de televisión y tengo
muchísimas ganas», comenta. «Tengo pensado hacer una canción de mis
orígenes y de mi infancia en Castilblanco», adelanta a HOY. Lo que no
sabe aún es cuándo la compondrá. Con ella quiere dejar claro que
«Extremadura tiene mucho más de lo que la gente se piensa».
Por el momento, se va a centrar en el disco que grabará gracias al concurso televisivo y que llevará por título. 'Línea 10'. Será su particular forma de reivindicar a los cantantes del metro. De hecho, Andrés Martín,
que formaba parte del equipo del artista Pablo López, ya llevó a su
'coach' a actuar al metro y promete que lo volverá a hacer después de
tomarse varios días de descanso. Reconoce que el concurso le ha dejado «agotado física y psicológicamente».
TITULO:Las rutas Capone -¡Bares, qué lugares! .
¡Bares, qué lugares!,.
foto - A
PROVECHÁNDOME de la flojera mental en que a veces queda sumida mi
madre, le gasto bromas cuando, al salir de casa, le digo que voy a misa
(a media mañana) o al rosario (por la noche). En realidad -y ella,
escenificando una mirada de decepción, me hace ver que de sobra lo sabe-
busco los largos paseos que me llevan a la barra de un bar tomando,
según la hora, un café, una caña o un vino. Por eso, como despedida
cuando salgo de casa, se queda murmurando a menudo la misma frase: «.Sí,
sí: tú a la iglesia entras por la puerta de atrás». Yo siempre he sido
un hombre de bares, verdad es que, más que el simple hecho de beber, lo
que busco en ellos es el contacto con los amigos, o la complicidad
conmigo mismo en un rincón del local leyendo el periódico o un libro, o
tomando notas para mis artículos o mis novelas en alguna libreta cuando
se me vienen encima las paredes de la casa.
¡Bares, qué lugares! Y aunque ya no esté uno en
disposición de refugiarse en el detalle de la letra de Gabinete Caligari
(«No hay como el calor del amor en un bar»), no dejo de reconocer la
importancia que han tenido en mi personal desarrollo y, por lo que veo,
en alguno de mis descendientes.
Recuerdo que proliferaban en los bares (miedo me da echar cuentas
de los años que hace) unas máquinas alborotadoras, las 'pinball', pero
llegué a habituarme de tal manera a su ruido, que leía y escribía al
ritmo marcado por el zigzag de la bola de acero. Lo mismo sucedió, años
después, con el revoloteo de las máquinas tragaperras. Lo que nunca
conseguí superar en mis rutas taberneras fueron los gritos desaforados
de los clientes, sus conversaciones a ritmo discotequero, su afán por
superar la voz o la carcajada de quien ha marcado un tono muy por encima
de la nota convencional del establecimiento. A veces suelo emitir, en
plan de burla, otro más alto que sirve para acallar por unos momentos la
exuberancia de sus «diálogos». 'Silentio est aurum', y es cierto que,
en mi caso, convierto en oro el silencio de mi buhardilla donde suena el
tecleo del ordenador o el de las notas del piano. Más allá, como digo,
el mundo de los amigos es como un intervalo, el descanso de un partido
de fútbol donde se alivia la tensión y se recobra el esfuerzo.
El aliciente que me acerca al bar puede ser una llamada
telefónica, o tan sólo la visión desde la calle de una mesa solitaria
(si coincidiera ese instante con el de la claridad penetrando por la
ventana, lo recibiría como un regalo benefactor) donde me aprovecho de
esa luz para la lectura del periódico o el libro (jamás en mi caso para
la de una 'tablet': todavía soy de los que está seguro de que aún no es
el momento de presenciar el descalabro definitivo del papel, ya sea el
del periódico o el de los libros, y de que habrá de pasar alguna
generación hasta que la dichosa tableta consiga hacer olvidar la esencia
del libro impreso, el tacto y el olor en que llegan envueltos las
noticias y los relatos tantas veces degustados).
El animal de costumbres que llevamos a cuestas cada uno de
nosotros nos lleva a repetir, entre otras labores, itinerarios que
suelen terminar en la barra del bar: la genética de mi padre me
persigue, y no seré yo quien vaya a avergonzarse de ello. Todo lo
contrario: al igual que le sucedía a él, me divierto jugando al tute o
al mus, y cuando saboreo un vaso de vino aparece su figura humilde, sus
manos encallecidas por el trabajo, el ritual sobre la mesa de la cocina
en el momento de abrir la botella y escanciar el vino clarete que
paladea con placer. «Manolín.», me decía, «.cuando seas mayor sabrás por
qué disfruto cada día bebiendo un cuartillo de vino».
Este habría sido el momento de decirle que, como él, pocas veces
me sobrepasé en la bebida, y que en las paradas rutinarias de los bares,
siempre me habrán visto charlar apaciblemente con los amigos, o
escondido en un rincón con un libro o, simplemente, leyendo el periódico
o pergeñando unas líneas en la libreta. El vino suele actuar como
complemento de la conversación o de la llegada de las musas. ¿Cómo voy a
arrepentirme de mis visitas a los bares si en el de Fran, aquí en
Badajoz, en el barrio de San Fernando, recibo las muestras cariñosas de
Isa, de Soledad o de Andrea? Allí mismo, junto al parque homónimo del
barrio, busco a veces refugio en el Albero, el bar de Antonio y de
Susana, una pareja que no ceja en su empeño de atender con
profesionalidad a los clientes en cualquier momento.
En los de este lado del río (en el Velador de Juan, en La Caloja
de Antonio o en el Nuevo Simago de Lucho), y también en alguno del
centro de la ciudad (en el Deportivo del afabilísimo Manolo, por
ejemplo), distribuyo algunos días mis ratos de ocio. Y si no fuera por
ellos, por su reconocido ambiente, sentiría que algo iba a echar de
menos, algo insustituible: un movimiento instintivo, una frase amable,
la sorpresa, eso es, la sorpresa de mi presencia que el dueño del bar
ensalza con júbilo, como si fuera la primera vez que me ve, después de
años. Ese gesto no tiene precio, me condiciona cuando -cada poco, cada
semana a lo sumo- llego hasta la penumbra del recinto con la sensación
de asistir al preludio de una cita importante, pido esa copa de vino y
aparecen ellos, los amigos, una de esas casualidades casi tan necesarias
como el reencuentro con la familia y que a veces acontecen cuando
aterrizo, trashumante, desde León. De higos a brevas alargamos, de bar
en bar, la 'procesión', locuaces y generosos, estado para el que, además
del vino extremeño, sellamos el requisito básico de la amistad.
TITULO: Un país mágico - Sevilla ,.
El sabado -13- Abril a las 18:30 por La 2,foto.
Un país mágico - Sevilla,.
Este es Miguel de Lucas, el mago más
curioso que viaja por España contando las tradiciones, la cultura, las
gentes, el arte y la historia escondida en nuestros pueblos y ciudades.
Sevilla es hoy nuestra ciudad mágica. Descubrimos que cosas esconde el
Palacio de las Dueñas.
TITULO: Diario de un nómada - Carreteras extremas - Un nuevo hasta la vista ,.
El domingo -14- Abril a las 19:00 por La 2 , foto.
Diario de un nómada - Carreteras extremas: Un nuevo hasta la vista,.
Llegamos al final del viaje y de la temporada en Bishkek,
aparcamos la Gorda en casa de nuestro amigo español Ricard Tomás y
comenzamos el regreso a España en avión. Será un largo viaje que Miquel
aprovechará para poner en orden los recuerdos de esta aventura.
TITULO: Un trío en la cocina - Cocina -Irene de Miguel ve «a veces demasiada cocina» en el CIS ,.
fotos,. Un trío en la cocina - Irene de Miguel ve «a veces demasiada cocina» en el CIS ,.
Irene de Miguel ve «a veces demasiada cocina» en el CIS,.
Irene de Miguel,.
La
candidata de Unidas por Extremadura a la Presidencia de la Junta cree
que la formación morada está «en el centro de la diana» de las élites,.
La
candidata de Unidas por Extremadura a la Presidencia de la Junta, Irene
de Miguel, ha considerado que en «detrás» de encuestas como las del CIS
«a veces hay demasiada cocina», y ha añadido que al margen de este tipo
de informes su partido lleva «mucho tiempo» siendo «el centro de la
diana» de las «élites» y los «poderosos» que ven que con el mismo sus
«privilegios» están puestos «bastante en duda».
«Los CIS y
las encuestas en general parecen más un horóscopo que realmente un
estudio serio y riguroso y vemos cómo detrás de estas encuestas a veces
hay demasiada cocina», ha apuntado.
Al mismo tiempo, ha añadido
que el objetivo fundamental de Podemos al margen de encuestas es
«reequilibrar la balanza y que las élites económicas y financieras no se
salgan siempre con la suya», algo por lo cual según ha incidido su
partido lleva «mucho tiempo siendo el centro de la diana de las élites y
los poderosos».
«Lo que sabemos claramente es que
ha existido y se está descubriendo ahora un entramado mafioso criminal
que lo que quiere es desprestigiar a Unidos Podemos y que llevamos mucho
tiempo siendo el centro de la diana y de las élites y los poderosos de
este país que ven cómo sus privilegios están puestos bastante en duda
cuando Unidos Podemos pueda llegar al gobierno», ha declarado sobre la
encuesta del CIS de este pasado martes a preguntas de los medios durante
una visita realizada este miércoles al centro penitenciario de Badajoz.
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