TITULO: Documaster -Los viajes mortales de los apóstoles: De Jerusalén al Norte,.
Documaster - Los viajes mortales de los apóstoles: De Jerusalén al Norte,.
foto - Los apóstoles Judas Tadeo, Juan y Santiago el Menor emprendieron camino hacia el norte. Las Historias de sus martirios les han inmortalizado. La Iglesia Apostólica Armenia se considera uno de los primeros puntos del ministerio de Jesús. / foto /,.TITULO: LUNES - 22- ABRIL - EN EL PUNTO DE MIRA - Una temporada de resultados crucial para el futuro de la bolsa,.
LUNES - 22- ABRIL - EN EL PUNTO DE MIRA ,.
En el punto de mira es un programa de televisión que se emite en el canal Cuatro y que se estrenó el 26 de julio de 2016.1 En este se tratan temas de actualidad y de investigación, ofreciendo como novedad en el formato, imágenes de cámaras 360° junto a grabaciones panorámicas hechas desde drones y sistemas de grabación oculta. Así, a manos de varios reporteros, profundizan en temas como la trata de animales, el negocio de las farmacéuticas o la caza ilegal. Lunes - 22- ABRIL - a las 22:40h, etc.
Una temporada de resultados crucial para el futuro de la bolsa,.
Los analistas confían en que con las caídas sufridas por los mercados el año pasado se haya recogido el posible deterioro de las cuentas de las empresas, foto,.
Los resultados empresariales de 2018 que han empezado a presentarse esta semana pueden dar la información que precisa el mercado sobre la verdadera salud del ciclo económico y, por tanto, determinar si las caídas que las Bolsas sufrieron en 2018 tuvieron fundamento o si, por el contrario, fueron excesivas. Paulo Gonçalves, de Banca March, precisa: «Consideramos que la temporada de publicación de resultados empresariales del cuarto trimestre será decisiva para la evolución de las Bolsas en las próximas semanas, ya que permitirá conocer la evolución real de las ventas de las empresas en un entorno de mayores incertidumbres». ?Ricardo Torrella, de Gesinter, señala que las Bolsas cayeron tanto en 2018 que incluso si los resultados se colocaran por debajo de lo previsto, tendrían margen para seguir con el rebote de las dos últimas semanas. Aunque los analistas sí han revisado a la baja sus perspectivas. Como recuerda Ángel Olea, de Abante, siempre ocurre justo antes de que las empresas comiencen a rendir cuentas, lo que facilita que puedan superar expectativas. Pero, como sintetizaba en declaraciones a Bloomberg Peter Oppenheimer, de Goldman Sachs, la clave será comprobar el deterioro que se ha producido en los resultados en relación con el que ya se esperaba.
Roberto Ruiz-Scholtes, de UBS, resume la reacción que espera en las Bolsas: no confía en que actúen como impulso para las cotizaciones, pero tampoco que vayan a provocar nuevos mínimos. Gonçalves, algo más positivo, espera que sirvan como soporte de las Bolsas y permitan recuperar parte de las fuertes caídas del último tramo de 2018. Celso Otero, de Renta 4, añade: «Los resultados nos van a mostrar el punto de inflexión para volver al mercado, pero no sé si van a ser ya éstos o si hay que esperar unos trimestres más».
¿Qué pasará en EE UU?
En Estados Unidos ya se han publicado varias cifras, especialmente del sector bancario, y, salvo la excepción de Morgan Stanley, fueron acogidas en Bolsa con grandes avances. Pero Otero no cree que se pueda entender como anticipo de nada: considera que la banca no será la que marque la pauta. Cree que el mercado va a vigilar especialmente el sector industrial y el retail. A ellos Olea suma el tecnológico y el energético, porque, a la vista de su carácter global, darán mucha información sobre el ciclo.En todo caso, se espera un potente crecimiento de los beneficios americanos. Según Diego Jiménez-Albarracín, de Deutsche Bank, el consenso espera un incremento de las ganancias de entre un 14% y un 15% interanual en el cuarto trimestre. De cumplirse, los beneficios en 2018 habrían aumentado un 20%. Y ello, dice Jiménez-Albarracín, no sólo por las bajadas de impuestos de Trump, sino también porque las empresas están fuertes en generación de ingresos.
Aunque todo eso el mercado ya lo sabe y, además, es algo que corresponde al pasado. La Bolsa cotiza expectativas. Y a las que manifiesten las empresas es a lo que más atención se va a prestar. Y es que para 2019 ya se prevé una importante desaceleración respecto a 2018. En términos globales, los analistas han acometido la mayor revisión a la baja de sus expectativas de beneficio para 2019 desde 2009. Pero la Bolsa americana también se ha abaratado, afirma Otero: de cotizar a un per con vistas a los próximos doce meses de 22 veces, ha pasado a hacerlo a un per de 17 veces.
¿Qué pasará en Europa?
En el Viejo Continente las cuentas de las empresas también van a ser un importante test, dada la velocidad que está adquiriendo la desaceleración económica. Gonçalves recuerda que durante 2018 el crecimiento de los beneficios decepcionó sobre todo en Europa, dada su exposición global. «Sin embargo, el mercado ya ha descontado en gran parte esta peor evolución, como muestra que a nivel agregado las mayores revisiones a la baja de las expectativas de beneficios para este cuarto trimestre se centraron en las bolsas europeas», explica Gonçalves. Así, se espera un crecimiento de los beneficios europeos del 6% interanual para el cuarto trimestre frente al 11% que se estimaba hace un año, mientras que en EE UU la reducción ha pasado del 16% al 14%. Para Gonçalves, ello abre la puerta a la posibilidad de más sorpresas positivas en Europa.Carlos Gutiérrez, de Dunas Capital, precisa que si bien el mercado alemán puede ser, junto al chino, uno de los más expuestos al aumento del proteccionismo y a la desaceleración global, algunas de las principales empresas alemanas ya han ajustado sus valoraciones, por lo que puede haber en ellas oportunidades de inversión a largo plazo. Y lo mismo cree respecto a algunas empresas del Reino Unido, si van «publicando resultados normales». Como punto negativo Gutiérrez señala que las protestas de los chalecos amarillos en Francia podrían haber dañado las cifras de empresas de distribución y consumo.
El caso español
En España, Víctor Peiro, de GVC Gaesco Beka, señala que de las cuentas no espera ni sorpresas positivas ni negativas y cree que van a ser neutrales para las cotizaciones. Bien es verdad que las empresas que presenten pequeños cambios en las perspectivas pueden sufrir un gran impacto y pueden verse inmersas en una gran volatilidad. Con ello coincide Jesús de Blas, de Bankoa Crédit Agricole: «Puede ser una temporada de extremos, porque cualquier desviación al alza o a la baja respecto a las previsiones puede tener un gran impacto». Gonçalves coincide: «La distinción entre compañías será notable: aquellas empresas que incumplan previsiones o revisen a la baja sus guías se verán fuertemente penalizadas, ante el temor a la cercanía del final del ciclo expansivo».De Blas reconoce que si los resultados se muestran resistentes y en las guías no hay advertencias serias, podrían servir de apoyo al mercado.
Según Peiro, los sectores más vigilados serán el industrial, el del consumo y la distribución y el turístico. En definitiva, según Peiro, el foco estará en las compañías cíclicas, porque son las que mejor pueden informar de cómo va la economía. En cambio, cree que las eléctricas presentarán resultados en línea, las telecos tendrán un bajísimo crecimiento, mientras que no ve en los bancos demasiados catalizadores ni a favor ni en contra.
De Blas considera que el centro de atención estará en los márgenes y sobre todo en empresas con gran volumen de negocio, pero ve debilidad en esta rúbrica, como Sacyr, Técnicas Reunidas u OHL. También cree que hay que vigilar al sector automovilístico, al constructor, a Indra y a Inditex.
Torrella apunta que hay que estar pendiente de las empresas más globales y expuestas al comercio mundial y a divisas extranjeras. Pero ahí ve Jiménez-Albarracín un foco de sorpresas positivas, sobre todo en las compañías ligadas a Brasil, como Santander o Telefónica.
TITULO: LUNES - 22- ABRIL - Madridistas por el mundo - ADIÓS A ALFREDO DI STÉFANO,.
Realmadrid TV emite - LUNES - 22- ABRIL - noche, a partir de las 22:30 horas, una nueva entrega de Madridistas por el mundo - ADIÓS A ALFREDO DI STÉFANO,.
ADIÓS A ALFREDO DI STÉFANO,.
Gracias, Alfredo - foto,.
El nombramiento de Alfredo di Stéfano como
presidente de honor de nuestro Club, en el año 2000, supuso un gesto de
agradecimiento y sobre todo de inmenso reconocimiento para quien ha
sido, y seguirá siendo siempre, uno de nuestros más grandes símbolos.
Seguramente, el más grande. Porque Alfredo di Stéfano cambió la historia
del fútbol y del Real Madrid. Con el corazón herido, como el de todo el
madridismo y el de todo el mundo del fútbol y del deporte, puedo sentir
que todos coinciden hoy en una verdad irrebatible: que siempre habrá un
antes y un después de él, el futbolista más decisivo para nuestro Club
dentro y fuera del campo.
La visión extraordinaria de don Santiago Bernabéu fue estratégica para su llegada, que significó una auténtica revolución para el fútbol no sólo nacional, sino continental y mundial. Alfredo di Stéfano fue la clave esencial del salto de nuestro Club como gran líder de este deporte. Para muchos, y verdaderamente para mí en particular, fue, es y será, por muchas razones, el mejor de todos los tiempos. Aquella España en blanco y negro de enormes dificultades y de heridas abiertas, aquel país roto y necesitado de sueños halló en el Real Madrid de Alfredo di Stéfano milagros de fútbol que jamás se habían imaginado. La dimensión universal de la leyenda blanca comenzó a consolidarse fundamentalmente en aquellos años y fue el héroe principal de gestas maravillosas. Sin embargo, él nunca olvidó a los que fueron sus compañeros como parte imprescindible de un todo. Unos futbolistas únicos que fueron reconociendo, uno por uno, que sin aquella figura espectacular, sin aquel rayo cegador y permanente para los rivales, nada habría sido igual.
Yo fui uno de esos privilegiados niños que tuvo la inmensa fortuna de verle jugar con la pelota, y por supuesto dominar en los campos. Alfredo di Stéfano era la parte más valiosa del precio de la entrada o del abono. Ir a ver al Real Madrid era ir a ver a Alfredo di Stéfano. Ir a ver a Alfredo di Stéfano era ir a ver al Real Madrid. Porque él representó como nadie los valores esenciales del madridismo: energía, ilusión, coraje, respeto a los compañeros propios y a los rivales, amor por el juego, triunfo, compromiso, altísima calidad... Él fue la combinación de un talento inmenso, una entrega sin límites y un hambre de victorias desconocido hasta su llegada.
Alfredo di Stéfano fue nuestro mejor embajador. Su hoja de servicios tuvo una culpa gigantesca de que fuera reconocido, años después por la FIFA, como el mejor club del siglo XX. Él nos generó y nos transmitió buena parte del estilo y de los códigos indestructibles que han hecho del Real Madrid lo que es. Y él fue uno de los motores principales que seguirán siempre en funcionamiento para que este equipo luche toda la vida para alcanzar las metas más elevadas.
Hablar de Alfredo di Stéfano en pasado nos sirve para recordar al futbolista más influyente de nuestra dorada historia. Pero es preciso aquí y ahora, y cada vez que nos pregunten afirmar que su figura debe ser el apoyo fundamental para enfilar el presente y el futuro.
Entre todas las lecciones que aprendimos de él, la principal debe ser la de la insatisfacción permanente; la sensación inequívoca de que una vez logrado un objetivo de lo que se trata es de ponerse manos a la obra para conseguir el siguiente. Desde el primer amistoso de cada pretemporada hasta la final más dura, pasando por todos y cada uno de los encuentros. Su manera de entender el fútbol y el Real Madrid se trasladó en la reciente final de Lisboa: sin el menor atisbo de rendición. Aunque él no pudo estar allí con nosotros, su espíritu impregnó la consecución de La Décima. No tengo ninguna duda de esto. Este gran título, que él también disfrutó, es suyo. Porque la Copa de Europa es el Madrid y el Madrid es Di Stéfano.
Él nos enseñó que no debería haber nadie capaz de convencer a un futbolista del equipo, ni a un técnico, ni a un aficionado, ni a un presidente, de que un partido es menos importante que otro. Él contó hasta el último de sus días que uno de sus grandes disgustos fue no ganar el encuentro de su debut con el Real Madrid, pese a que aquel 23 de septiembre de 1953, cuando saltó al campo de Chamartín para enfrentarse al Nancy, apenas hacía unas horas que había llegado y que se había pasado tres meses sin entrenarse. Aquello fue la segunda de las lecciones de coraje que nos dio a todos los madridistas. La primera fue aguantar las enormes presiones a las que se vio sometido para poder firmar por el Real Madrid, el lugar en el que quería estar.
Yo estoy convencido de que todas las generaciones deberían tener el derecho de disfrutar de Alfredo di Stéfano. Fue de esos deportistas que nunca deberían haber envejecido, por muy valiosa y edificante que nos proyectara su madurez primero y su vejez después. Y que todos pudieran captar y disfrutar la esencia de su significado en el momento en el que se produjo. Pese a ello, creo que el suyo es el único caso en la historia en que la grandeza de un jugador está a la altura de lo que realmente significó. Incluso es posible que se haya quedado corta.
El alma del club ondea a media asta en su memoria, y precisamente por el recuerdo permanente de su fuerza y su arrojo, de su impresionante e inigualable trascendencia, se izará de nuevo. Jamás me cansaré de pensarlo y de decirlo: Alfredo, gracias por tantísimo.
TITULO:
JUEVES -25- ABRIL .Real Madrid: Historia y nada más ,.- protagonista de 'Campo de estrellas' Realmadrid TV,.
No llegarán a una decena las
portadas de Notre Dame en la hemeroteca de ABC, y en tres de ellas el
Athletic visitó Chamartín en esos días. Y además nunca perdió.
La visión extraordinaria de don Santiago Bernabéu fue estratégica para su llegada, que significó una auténtica revolución para el fútbol no sólo nacional, sino continental y mundial. Alfredo di Stéfano fue la clave esencial del salto de nuestro Club como gran líder de este deporte. Para muchos, y verdaderamente para mí en particular, fue, es y será, por muchas razones, el mejor de todos los tiempos. Aquella España en blanco y negro de enormes dificultades y de heridas abiertas, aquel país roto y necesitado de sueños halló en el Real Madrid de Alfredo di Stéfano milagros de fútbol que jamás se habían imaginado. La dimensión universal de la leyenda blanca comenzó a consolidarse fundamentalmente en aquellos años y fue el héroe principal de gestas maravillosas. Sin embargo, él nunca olvidó a los que fueron sus compañeros como parte imprescindible de un todo. Unos futbolistas únicos que fueron reconociendo, uno por uno, que sin aquella figura espectacular, sin aquel rayo cegador y permanente para los rivales, nada habría sido igual.
Yo fui uno de esos privilegiados niños que tuvo la inmensa fortuna de verle jugar con la pelota, y por supuesto dominar en los campos. Alfredo di Stéfano era la parte más valiosa del precio de la entrada o del abono. Ir a ver al Real Madrid era ir a ver a Alfredo di Stéfano. Ir a ver a Alfredo di Stéfano era ir a ver al Real Madrid. Porque él representó como nadie los valores esenciales del madridismo: energía, ilusión, coraje, respeto a los compañeros propios y a los rivales, amor por el juego, triunfo, compromiso, altísima calidad... Él fue la combinación de un talento inmenso, una entrega sin límites y un hambre de victorias desconocido hasta su llegada.
Alfredo di Stéfano fue nuestro mejor embajador. Su hoja de servicios tuvo una culpa gigantesca de que fuera reconocido, años después por la FIFA, como el mejor club del siglo XX. Él nos generó y nos transmitió buena parte del estilo y de los códigos indestructibles que han hecho del Real Madrid lo que es. Y él fue uno de los motores principales que seguirán siempre en funcionamiento para que este equipo luche toda la vida para alcanzar las metas más elevadas.
Hablar de Alfredo di Stéfano en pasado nos sirve para recordar al futbolista más influyente de nuestra dorada historia. Pero es preciso aquí y ahora, y cada vez que nos pregunten afirmar que su figura debe ser el apoyo fundamental para enfilar el presente y el futuro.
Entre todas las lecciones que aprendimos de él, la principal debe ser la de la insatisfacción permanente; la sensación inequívoca de que una vez logrado un objetivo de lo que se trata es de ponerse manos a la obra para conseguir el siguiente. Desde el primer amistoso de cada pretemporada hasta la final más dura, pasando por todos y cada uno de los encuentros. Su manera de entender el fútbol y el Real Madrid se trasladó en la reciente final de Lisboa: sin el menor atisbo de rendición. Aunque él no pudo estar allí con nosotros, su espíritu impregnó la consecución de La Décima. No tengo ninguna duda de esto. Este gran título, que él también disfrutó, es suyo. Porque la Copa de Europa es el Madrid y el Madrid es Di Stéfano.
Él nos enseñó que no debería haber nadie capaz de convencer a un futbolista del equipo, ni a un técnico, ni a un aficionado, ni a un presidente, de que un partido es menos importante que otro. Él contó hasta el último de sus días que uno de sus grandes disgustos fue no ganar el encuentro de su debut con el Real Madrid, pese a que aquel 23 de septiembre de 1953, cuando saltó al campo de Chamartín para enfrentarse al Nancy, apenas hacía unas horas que había llegado y que se había pasado tres meses sin entrenarse. Aquello fue la segunda de las lecciones de coraje que nos dio a todos los madridistas. La primera fue aguantar las enormes presiones a las que se vio sometido para poder firmar por el Real Madrid, el lugar en el que quería estar.
Yo estoy convencido de que todas las generaciones deberían tener el derecho de disfrutar de Alfredo di Stéfano. Fue de esos deportistas que nunca deberían haber envejecido, por muy valiosa y edificante que nos proyectara su madurez primero y su vejez después. Y que todos pudieran captar y disfrutar la esencia de su significado en el momento en el que se produjo. Pese a ello, creo que el suyo es el único caso en la historia en que la grandeza de un jugador está a la altura de lo que realmente significó. Incluso es posible que se haya quedado corta.
El alma del club ondea a media asta en su memoria, y precisamente por el recuerdo permanente de su fuerza y su arrojo, de su impresionante e inigualable trascendencia, se izará de nuevo. Jamás me cansaré de pensarlo y de decirlo: Alfredo, gracias por tantísimo.
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