TITULO: Cuadernos de paso - La sonrisa del pelícano - Esta noche cruzamos el Mississippi - Crónicas marcianas - Un secesionismo dividido cae a su menor movilización desde 2012 ,.
La sonrisa del pelícano ,.
La sonrisa del pelícano fue un programa español de televisión emitido por Antena 3, Presentado y dirigido por Pepe Navarro,.
Esta noche cruzamos el Mississippi,.
Esta noche cruzamos el Mississippi fue un programa de televisión producido y presentado por el periodista Pepe Navarro y emitido por la cadena española Telecinco entre el 18 de septiembre de 1995 y el 10 de julio de 1997. Se emitía de lunes a jueves en la franja del late night., etc.
Crónicas marcianas ,.
Crónicas marcianas fue un late show de televisión, producido por Gestmusic Endemol y emitido por la cadena española Telecinco entre 1997 y 2005. Estaba dirigido y presentado por Javier Sardá y
contaba con Miquel José y Jordi Roca, con quienes Sardá había creado La
Ventana en la Cadena SER, como subdirectores y guionistas.
Es el programa de late night más longevo y más visto de la historia de la televisión en España.1 A pesar de ser considerado por muchos como uno de los máximos exponentes de la llamada telebasura en España, obtuvo multitud de premios, como un Ondas, dos de la Academia de la Televisión y seis TP de Oro., etc.
Un secesionismo dividido cae a su menor movilización desde 2012,.
La ANC reúne en Barcelona a la mitad de personas que en la Diada del año pasado y baja al nivel de la pandemia,.
foto / Presencia mínima de dirigentes de ERC en un clima de enfrentamiento con Junts tras el acuerdo con Illa,.
Aún estamos aquí", ha sido uno de los lemas más coreados en la movilización independentista. Más de 70.000 personas se han manifestado en cinco ciudades, según las policías locales, la mayoría en Barcelona. No han faltado los gritos a favor de la independencia y de Carles Puigdemont. En los discursos, han destacado también los reproches a los partidos por la falta de unidad y llamadas a la movilización.
TITULO: DESAYUNO - CENA - SABADO - ENREDATE - ¡ QUE HAY DE NUEVO ! - ¡ ATENCION Y OBRAS ! CINE - Vivan los novios - Telecinco - Como cazar a un monstruo ,.
¡ ATENCION Y OBRAS ! CINE ,.
¡Atención y obras! es un programa semanal que, en
La
2, aborda la cultura en su sentido más amplio, con especial atención a
las artes escénicas, la música, los viernes a las 20:00 presentado por
Cayetana Guillén Cuervo, etc, foto,.
Vivan los novios - Telecinco ,.
Vivan los novios fue un concurso del género Dating show, emitido las tardes de los sábados por la cadena española Telecinco entre 1991 y 1994., Presentador Andoni Ferreño, Arancha del Sol, Natalia Estrada y Gabriel Andres Corrado Andreacchio, etc,.
DESAYUNO - CENA - SABADO - ENREDATE - ¡ QUE HAY DE NUEVO ! - Como cazar a un monstruo,.
DESAYUNO - CENA - SABADO - ENREDATE - ¡ QUE HAY DE NUEVO ! - Como cazar a un monstruo , fotos,.
Como cazar a un monstruo,.
Todo comenzó en Londres a finales del siglo XIX. Abraham «Bram» Stoker era un irlandés de clase media que trabajaba como encargado del teatro Lyceum, adonde llegó tras impresionar como crítico en el Dublin Evening Mail, empleo que hacía gratis en los ratos libres de su oficio de funcionario chupatintas en el sistema judicial del país. Cuando un día reseñó favorablemente un Hamlet protagonizado por Sir Henry Irving, la mayor estrella teatral del
( Desayuno )
momento, los dos se conocieron, y Irving se llevó a Stoker para Inglaterra como asistente suyo y encargado del local del que el actor era propietario. Para sacarse un dinero extra, Stoker escribía novelas y relatos del corte sensacionalista, gótico y de terror que se gastaban y que gustaban entonces. Tras varios años interesado por el folklore europeo, y tras absorber varias lecturas e influencias, incluyendo la imponente figura actoral de Irving y una pesadilla que Stoker tuvo tras haberle sentado mal una cena a base de cangrejo, todo cristalizó en Drácula.
( Cena )
Es la novela que más que ninguna otra ha sentado las bases de lo que comúnmente se entiende hoy día por un vampiro, a pesar de que para entonces ya existían Carmilla de Sheridan Le Fanu, Varney the Vampire de James Malcolm Rymer, y el Vampyre de John Polidori, escrito este último en el mismo verano y circunstancias en que nació el Frankenstein de Mary Shelley. Incluso el recurso de contar la historia a través de cartas, telegramas, diarios de a bordo, recortes de periódico y otras pruebas escritas, ordenadas «luego» de forma cronológica era algo ya para entonces muy visto, que ya habían hecho el mencionado Frankenstein o el pionero de la narrativa detectivesca Wilkie Collins varias veces.
Drácula ha sido también una de las novelas más analizadas y reinterpretadas desde cualquier ángulo posible. Existen estudios y reseñas freudianos, marxistas, feministas, colonialistas, racistas, homosexuales, capitalistas, religiosos, psiquiátricos y de varios otros tipos. Prácticamente cada lector puede aportar su propia visión de por qué le resulta una historia atrapante, sea porque le fascine o porque le repugne. ¿Es por la combinación entre peligro, deseo, poder, muerte e inmortalidad? ¿Por la conjunción de lo exótico, lo aventurero y, visto desde nuestros días, lo histórico? ¿Es porque nos permite asomarnos al abismo de lo humano y lo bestial con la garantía de que volvemos a nuestra seguridad cotidiana simplemente con cerrar el libro? ¿O es quizá por el contenido sexual que más o menos veladamente se le atribuye? Recordemos la famosa escena en la que Arthur Holmwood mata, esta vez definitivamente, a Lucy Westenra, con su imaginería de estacas clavadas repetidamente «como con un martillo de Thor», salvajes contorsiones, labios rojos y chorros de sangre, seguidos de la pacífica quietud final. La petite mort, hay quien lo llama, ¿no? También está este momento entre Drácula y Mina Harker:
«Con su mano izquierda tenía sujetas las dos manos de la señora Harker, apartándolas junto con sus brazos; su mano derecha la aferraba por la parte posterior del cuello, obligándola a inclinar la cabeza hacia su pecho. El camisón blanco de dormir de ella estaba manchado de sangre y un ligero reguero del mismo precioso líquido corría por el pecho desnudo del hombre, que aparecía por una rasgadura de sus ropas. La actitud de los dos tenía un terrible parecido con un niño que estuviera obligando a un gatito a meter el hocico en un platillo de leche, para que beba.»
Y más adelante:
«Entonces, se abrió la camisa, y con sus largas y agudas uñas se abrió una vena en el pecho. Cuando la sangre comenzó a brotar, tomó mis manos en una de las suyas, me las apretó con firmeza y, con su mano libre, me agarró por el cuello y me obligó a apoyar mi boca contra su herida, de tal modo que o bien me ahogaba o estaba obligada a tragar parte de… ¡Oh, Dios mío! ¡Dios mío! ¿Qué he hecho?»
Es curioso (o quizá no tanto) que ninguno de los reseñadores de aquel momento, la época victoriana, tocara el tema de lo sexual en esta novela. Puede ser por varios motivos, entre ellos el propio decoro público que se estilaba. Pero como puede verse, es un tema que aunque no está, está. Al principio del relato están aquellas tres «hermanas» en el castillo de Drácula, una de las cuales se arrodilla ante Jonathan, que a su vez siente el «deseo de que me besaran con aquellos rojos labios», y experimentando a la vez «excitación y repulsión». También están las donaciones de sangre de hasta cuatro hombres a Lucy (sus tres pretendientes más el propio Van Helsing), a las que hoy en día estamos muy acostumbrados a nivel puramente médico y científico, pero que causan gran efecto en Arthur (que se siente ya «casado con ella» por ese hecho) y el doctor Seward, pretendiente suyo también, que dice: «Nadie sabe hasta que lo experimenta lo que es sentir tu propia sangre vital pasar a las venas de la mujer que ama». ¿Seguro que estamos hablando del mismo tipo de fluidos corporales?
Otro de los temas más debatidos entre los expertos es el del nivel exacto de importancia de las tradiciones rumano-moldavo-válacas en el relato. Stoker viajó mucho con la compañía teatral de Irving, llegando incluso a Estados Unidos, pero nunca visitó Europa oriental en persona, y todo su conocimiento venía de los libros y quizá de un par de conversaciones con un autor húngaro. De hecho, el mismo nombre de la obra, y del personaje principal, iba a ser simplemente Count Wampyr, y solo se cambió a Drácula en las últimas semanas antes de la publicación, simplemente porque Stoker leyó el nombre en un manual de William Wilkinson sobre la región, y le gustó el sonido y significado en rumano de la palabra «Dracul», «el dragón», o también «el diablo». Y hablando del diablo, fue precisamente esa la palabra que Arthur Conan Doyle, el creador de Sherlock Holmes, usó en su carta de felicitación a Stoker: «Le escribo para decirle cuánto he disfrutado leyendo Drácula. Creo que es con mucho la mejor historia de diablería que he leído en muchos años. Es realmente maravilloso cómo, con tanto interés emocionante a lo largo un libro tan largo, nunca hay un anticlímax». Anthony Hope, el autor de El prisionero de Zenda, también le escribió, diciéndole que «sus vampiros me han robado el sueño durante muchas noches». Sin embargo, a pesar de las buenas críticas que recibió el libro, y a menudo muy buenas, Stoker no sacó mucho partido económico de él, y en los últimos años de su vida tuvo que pedir dinero a la Royal Literary Fund para poder mantenerse a flote.
Lo que desde luego sí es, es una obra a caballo entre dos siglos, y hecha en un mundo de actitudes cambiantes, con gran énfasis en el tema de la identidad. Precedida por personajes como Frankenstein, el doctor Jekyll o Dorian Gray, y escrita en el mismo año en el que Freud comenzó su programa de investigaciones psicoanalíticas, refleja una época de sed de conocimiento (el doctor Seward está a la última en cuanto a lecturas en su campo y tecnología de documentación) y a la vez de capacidad de dejar a la imaginación llegar donde el intelecto no alcanza. En la novela hay ciencia, religión y superstición, hay Occidente y Oriente, y hay dos mujeres, Mina y Lucy, que luchan con sus propios deseos y con los de su sociedad. Lucy es dulce, un tanto frívola, y está encantada con su éxito social al recibir tres propuestas de matrimonio en un día, pero no es la joven virginal quien sobrevive a Drácula, sino Mina, una mujer de carrera, de cierta independencia, más experimentada y segura de sí misma.
Drácula fue escrita con la idea de ser representada desde el principio, y a pesar de las dificultades que cualquier lector puede imaginarse (muchos personajes, gran importancia del ambiente, viajes continuos, efectos sobrenaturales, dramáticos escenarios, continuas puestas de sol y amaneceres, nieblas, armas, vampiros, carruajes, animales, etc), el propio Stoker preparó una representación leída de la obra, una sola, ocho días antes de que se publicara la novela, para afianzar sus derechos de copyright, con quince actores y una duración de cuatro horas. Sin embargo, Henry Irving, a quien Stoker idolatraba tras verlo actuar durante años, nunca llegó a aceptar encarnar el papel sobre los escenarios, a pesar de haber sido concebido, en su porte y manerismos, con él en mente, e inclusó llegó a calificar de «horrenda» («dreadful») esta primera lectura teatral. El trato entre Irving y Stoker ha dado mucho que hablar: Stoker no tenía una relación particularmente apasionada con su esposa, Florence, a pesar de ser una de las bellezas más conocidas de Dublín, y a Irving no se le conocía más pasión que su propia carrera teatral (George Bernard Shaw llegó a decir de él que ni Helena de Troya sería capaz de apartarlo del escenario por una sola noche), de forma que ambos pasaban mucho más tiempo dedicados a su profesión que a otra cosa. Nadie que yo sepa ha insinuado nada en el sentido de una relación íntima entre ambos, sino que más bien se les ha comparado con la de Drácula y Renfield, el pobre loco encerrado en el manicomio del doctor Seward, hablando sin cesar de su «master» e intentando hacer a pequeña escala (comer insectos) lo que su dueño y señor hace con gran poder y maestría. A Irving, el primer actor en la Historia en recibir el título de «sir», dos años antes de publicarse Drácula, se lo tenía como un egoísta precursor de los divos del cine que no tenía ningún empacho en apropiarse del tiempo y el talento de sus acólitos, y era muy aficionado a hacer papeles de villano amenazante o atormentado, como Shylock, Macbeth, Mefistófeles o Thomas Becket, así que el parecido literario entre ambos al menos se sostiene por ese lado. Por otro, hay que darse cuenta también de que el conde Drácula es un personaje secundario en su propia obra y que solo aparece en menos del veinte por ciento de las páginas de la novela, cosa que quizá contribuyó a que no llamara la atención de Irving, aunque eso no ha sido obstáculo para decenas de adaptadores en el siglo y cuarto siguiente. Y para acabar, decir también que Irving rechazó en su día interpretar a Sherlock Holmes cuando el propio Conan Doyle se lo ofreció. Vaya currículum se habría podido hacer Irving: ¡ser el primer Drácula y el primer Sherlock de la Historia!
Cuando Stoker murió, quince años después de la publicación de la novela, en 1912, esta no se había vuelto a representar nunca más. Fue su viuda, Florence, que le sobrevivió 25 años, quien logró empezar a exprimir los derechos de copyright, incluyendo el muy famoso caso de plagio contra el Nosferatu de F. W. Murnau, en 1922, que casi llegó a desaparecer de la historia del cine debido a que tras un juicio se ordenó destruir todas las copias. A partir de ahí, los demás adaptadores se tomaron al «Stoker State» en serio, y a continuación se fueron licenciando una obra de teatro en 1924 que se mantuvo de gira en cartel varios años y la célebre película de Tod Browning con Bela Lugosi en 1931, tras pagar cuarenta mil dólares por los derechos.
A partir de ahí Drácula ha sido el segundo personaje más filmado de la historia, solo por detrás de Holmes. Para cuando llegamos a los años 90, cercano ya el centenario de la criatura, Drácula se había convertido más bien en un personaje de serie B para abajo, que había sufrido todo tipo de revisiones gore, eróticas, cómicas, paródicas, románticas, negras o de artes marciales, e incluso siendo transportado al presente, teniendo hijos o enfrentándose al pistolero Billy el Niño. Cuando Francis Ford Coppola hizo su adaptación en 1992, varios de los críticos reaccionaron en el sentido de que por fin Drácula quedaba rescatado del submundo de lo camp en las décadas anteriores, y que aunque no es una película donde reine precisamente la contención, trata por fin sus temas en serio de nuevo.
Coppola dice que de chico, como muchos otros de su generación, vio el Drácula de Browning, y que por curiosidad fue a buscar información en la Encyclopaedia Britannica, donde se encontró con la entrada sobre el príncipe de Valaquia Vlad Tepes III, y desde entonces recuerda la emoción de pensar que Drácula realmente existió de verdad. Después, a medida que iban apareciendo más versiones filmadas, cada vez se sentía más frustrado como espectador al ver que ninguna se ceñía a la novela, y que incluso cambiaban a Renfield por Harker, o a Lucy por Mina, o mezclaban varios personajes en uno solo. Por su parte, James V. Hart, el guionista, también recuerda ver varios dráculas en el cine representándolo como un monstruo desagradable sin más, que te chupaba la sangre si no tenías cuidado: «Pero en 1977 [a los 27 años de edad] leí la novela y encontré una historia épica y gótica a un nivel que nunca había visto antes». Fue ahí donde empezó a concebir la idea de sacar a la superficie al «auténtico personaje histórico, que era un héroe nacional, un caballero, que juró proteger la Cruz de Cristo y a la Iglesia en el siglo XV. La idea era representar a Drácula como el héroe trágico y carismático que realmente era, no solo como otro monstruo chupasangre del que había que librarse. Era un hombre que había perdido su alma».
La manera en la que la película intenta humanizar a Drácula, o al menos lograr que el espectador entienda lo que le pasó, es colocarnos en el centro de una traición que él ha sufrido: ha servido a su dios, ha llegado a guerrear y matar por él (lo de los salvajes empalamientos se deja un tanto a un lado, y queda reflejado en pantalla de una forma muy estética), y como consecuencia ha perdido a su amada, Elisabeta, que además, por un tecnicismo de esos de Libro Sagrado, queda condenada en lugar de salvada por haberse suicidado al creerlo muerto, falsamente. Así, se intenta ponernos en ese momento que a todos nos llega de pensar que esas cosas que nos han contado de Dios, o los dioses, cualquiera que sea(n), no casa muy bien con lo que está pasando en la realidad. Si hay un dios, ¿por qué me hace esto, o por qué permite que me pase lo otro, a mí o a mis seres queridos? A partir de ahí la traición trae una protesta, la protesta un castigo, el castigo una rebelión, la rebelión una venganza, y así sucesivamente, en busca de una redención final… a través del amor y de los famosos «océanos de tiempo», que se han acabado convirtiendo en el equivalente apócrifo del «elemental, querido Watson» que Conan Doyle nunca escribió para Sherlock.
A pesar del material añadido, Coppola se curró mucho el que todos sus actores se leyeran la novela original. Tal vez escamado por su famosa experiencia con Marlon Brando en Apocalypse Now, que no fue capaz de leerse una obra de cien páginas en varios meses de rodaje, para esta película Coppola dedicó dos días enteros a leer la novela alrededor de una mesa con todos los actores, en su casa de Napa Valley, cada uno leyendo su parte en voz alta, a pesar de que la mayoría de ella no iba a caber en la pantalla. También les dijo a los actores que si veían algo en el libro que debería estar en el guion, que se lo dijeran y lo añadiría. «Y claro, todos lo hicieron y triplicaron sus líneas de diálogo». Así, por ejemplo, el momento en el que Van Helsing agarra a Mina y se pone a bailar con ella brevemente, como pretexto para acercarse a ella y ver si puede oler en su cuello la presencia de Drácula, es fruto de una sugerencia del actor que lo encarna, Anthony Hopkins.
Visualmente, la película realmente rompió con todo lo anterior, y a veces lo hizo, paradójicamente, a través de la decisión deliberada de no usar técnicas modernas de efectos especiales por ordenador, y que precisamente por eso resultaron extraños, sorprendentes y originales para un público que venía de ver lo último de lo último en las sagas Alien, Terminator o Batman. Obviamente, los primeros dráculas habían sido rodados con técnicas de los años 30 y 40, y se quería volver a eso (sombras, ilusiones, proyecciones, perspectiva forzada, espejos, exposiciones dobles, trucos convencionales de magia, cámaras originales Pathé del siglo XIX) a la vez que se renovaba su vocabulario visual. Cuando el equipo original de efectos visuales no quiso o no pudo entrar por ese aro, Coppola los despidió y contrató a su propio hijo Roman para hacerse cargo. El diseño de vestuario de la japonesa Eiko Ishioka también contribuye a la sensación de que no estamos viendo un documental hecho en 1897, sino una dramatización corregida y aumentada, casi como procedente de un sueño que mezcla varias cosas. Coppola llegó a decir que en esta película «el vestuario sería el decorado», y eso se cumplió.
En definitiva, esta adaptación se toma las libertades de añadir un pegote histórico y otro romántico a la trama de terror gótico original, pero al menos lo hace por un motivo concreto y haciendo cuestionarse al espectador si reaccionaría como los personajes. Tanto Drácula como Mina toman decisiones por sí mismos en el sentido de renunciar a su dios y condenarse eternamente (él) y ser convertida en vampira, que no vampiresa (ella). Ambos lo hacen en medio de intensos sentimientos (ira contra la injusticia divina en él, en ella pasión descontrolada, a pesar de que Mina acaba de enterarse de que su amado es quien ha provocado la perdición de su amiga Lucy), pero al menos toman en sus manos lo que se llama la «agencia» de sus propios destinos. Es una historia de pasiones desaforadas, sí, pero deja ahí la pregunta de hasta dónde estarías dispuesto a llegar por lo que deseas, incluso hasta dónde estarías dispuesto a arruinarte la vida por conseguirlo.
TITULO:
REVISTA MUJER HOY DE CERCA PORTADA - VIAJANDO CON CHESTER - Corina Oproae ,.
VIAJANDO CON CHESTER
Viajando
con Chester es un programa de televisión español, de género
periodístico, presentado por Pepa Bueno, en la cuatro los domingos las
21:30, foto, etc.
REVISTA MUJER HOY DE CERCA PORTADA - Corina Oproae,.
Corina Oproae,.
Viajando con Chester es un programa de televisión español, de género periodístico, presentado por Pepa Bueno, en la cuatro los domingos las 21:30, foto, etc.
foto / Corina Oproae gana el Tusquets novelando la caída de Ceaucescu,.
Con 'La casa limón', que relata la caída del dictadura comunista en Rumanía a través de lo ojos de una niña. Es la primera novela de la narradora, poeta y traductora que eligió el español como lengua literaria,.
Corina Oproae (51 años), narradora, poeta y traductora de origen rumano que escribe en castellano y catalán, es la ganadora del Premio Tusquets de Novela, dotado con 18.000 euros y que falló este jueves en Barcelona su vigésima edición. Se lo adjudicó por mayoría con 'La casa limón', una poética y onírica ficción sobre las dos últimas décadas y la caída del régimen comunista de Nicolae Ceaucescu a través de los ojos de una niña que trata de entender qué ocurre a su alrededor.
«Todas las dictaduras se parecen, sean de derechas o de izquierdas, como se parecen las infancias, y Rumanía y España compartimos muchas cosas», explica la ganadora en perfecto español. Es la primera novela de esta feliz tránsfuga de las lenguas que vive, escribe y sueña en rumano, castellano y catalán.
La poesía ha sido un pilar central de la carrera de Oproae, que se enamoró de la literatura española a través de la generación del 27 y comenzó a estudiar la lengua de Cervantes a los 18 años. El catalán lo disfrutó y aprendió con su admirada Mercè Rodoreda.
«Recibir este premio es para mí una alegría y un honor, pero también equivale a una clara aceptación en un sistema literario que no me pertenece por nacimiento. Yo no escogí escribir en una lengua diferente a mi lengua materna. Por diversas razones, algunas prosaicas y otras más elevadas, fue la lengua la que me eligió a mí», afirma Oproae, que tenía 17 años cuando murió Ceaucescu y dejó su país a los 24.
La novela ganadora parte «de un sentimiento de nostalgia y transita a través de la infancia que tuve que enterrar. Se disparó en mi mente con una pregunta de mi hija: ¿Mamá, dónde cayó el comunismo», aclara la satisfecha y emocionada escritora.
Refugiada bajo la mesa y rodeada de libros en el comedor familiar, la cría protagonista piensa que ha provocado la enfermedad de su padre sin querer. Así se inicia un relato que transcurre en la Transilvania rural en la que perviven supersticiones y costumbres ancestrales y marcada por la nostalgia de la cría que se ve lejos de su casa limón «y que va cambiando como cambia su país».
'La casa limón' es una novela, «lírica y emocionante», según el jurado que la premió y «luminosa a pesar de la oscuridad en la que transcurre», según su autora, que penetras en el seno de una familia de clase media que hace frente a sucesivas catástrofes íntimas. Se publicará en la colección Andanzas el 9 de octubre.
«Es extraordinaria y singular en la literatura española por su escritura precisa y evaluadora, cruda y onírica, y por el testimonio de un históricas de la Europa del este, dijo el jurado en su fallo
Nacida en Făgăraș, Transilvania, en 1973, Oproae estudió Filología Inglesa e Hispánica en su país natal. En 1988 se estableció en Cataluña y en 2002 adoptó la nacionalidad española. Ha publicado los poemarios 'Mil y una muertes' (2016), 'Intermitencias' (2018) y 'Desde dónde amar' (2021). En catalán ha escrito 'La mà que tremola' (2020), un libro de reflexión poética sobre el hecho de escribir en una lengua que no es la materna.
Sus poemas se han incluido en diversas antologías y ha traducido al catalán y al castellano a autores como Marin Sorescu, Lucian Blaga, Gellu Naum, Ana Blandiana, Norman Manea, Tatiana Țîbuleac, Ioan Es. Pop, Angela Marinescu o Mary Oliver. Es autora y traductora de La poesía del siglo XX en Rumanía (2022).
El escritor Antonio Orejudo presidió un jurado integrado por Bárbara Blasco, Eva Cosculluela, Silvia Hidalgo ganadora de la convocatoria anterior, además de Juan Cerezo, editor de Tusquets, que recordó que el objetivo del galardón es «descubrir nuevas voces y consolidar escritores emergentes».A esta convocatoria se habían presentado 757 originales.
TITULO: Viaje al centro de la tele - Tesoro de la tele - El loco de la colina ,.
jueves - 26 - Septiembre a las 22:00 horas en La 2, foto,.
Tesoros de la tele' dedica su segunda entrega a 'El loco de la colina', el mítico formato que se emitió en Televisión Española entre los años 2006 y 2007. El programa recogerá los momentos más destacados de este espacio presentado por Jesús Quintero.
'El loco de la colina' presentaba el sello inconfundible del periodista, quien era capaz de crear un ambiente único en el plató y, aprovechando su dominio de los silencios, obtenía un grado de sinceridad y complicidad máximo por parte de los entrevistados.
Entre los rostros conocidos que desfilaron por este programa, podemos destacar la última entrevista que concedió, antes de fallecer, Rocío Jurado, o las confidencias más personales de Alejandro Sanz, Miguel Bosé, Maribel Verdú, Loles León, Antonio Banderas o Mario Vargas Llosa, entre muchos otros. Además, el espacio contó con las actuaciones musicales en directo de Luz Casal, Amaral, Ana Torroja, Noa o Niña Pastori.
TITULO: Me voy a comer el mundo - El hotel rosa donde John Lennon se hacía la cama cada día y Nelson Mandela tomaba el té,.
El hotel rosa donde John Lennon se hacía la cama cada día y Nelson Mandela tomaba el té,.
fotos / Icono de Ciudad del Cabo, el histórico Mount Nelson del grupo Belmond cumple 125 años apostando por el arte, la elegancia y las experiencias personalizadas.
Unos meses antes de morir, John Lennon se alojó bajo el seudónimo de Mr Greenwood. Se le podía ver a primera hora meditando en los jardines y juran los empleados que no ha habido huésped más ordenado: hacía su cama cada mañana. También sir Arthur Conan Doyle dejó huella con sus sesiones de espiritismo en la habitación. Agatha Christie, Marlene Dietrich, Margaret Thatcher, Henry Kissinger o David Bowie durmieron entre sus sábanas de lino y Winston Churchill lo describió como "uno de los mejores hoteles" de su vida. Se hospedó en él durante sus años de corresponsal para el diario The Morning Post tras ser prisionero en Pretoria en la II Guerra Bóer.
Hasta el Dalai Lama congregó a más de 500 personas en unas de sus salas de reuniones. Y Nelson Mandela tenía una mesa reservada para tomar el té. Son algunas de las celebridades que han pasado por Mount Nelson a Belmond Hotel de Ciudad del Cabo, el cinco estrellas más emblemático de Sudáfrica, que celebra su 125 aniversario bajo el paraguas del grupo homónimo pionero del turismo de lujo, con 50 propiedades en 24 países que incluyen trenes como el Venice Simplon-Orient-Express, cruceros fluviales, lodges de safari y exclusivos hoteles como éste, en el que también recaló la mismísima Isabel II de Inglaterra.
Su tío Eduardo también acudió con su inseparable Wallis Simpson en 1925, siendo príncipe de Gales, por lo que la entrada lleva su nombre, capitaneada por una larga hilera de enormes palmeras. A punto estuvieron de desaparecer en 1998, cuando el equipo del entonces presidente de Estados Unidos Bill Clinton, de visita, ordenó cortarlas por seguridad. "Afortunadamente, no hicieron caso", cuenta el portugués Tiago Moraes, actual director del histórico edificio colonial, que vio la luz en 1743 como residencia del gobernador local de origen holandés Baron Pieter.
No se convertiría en hotel hasta 1899, siendo "mucho mejor que sus homólogos londinenses y el primero de agua corriente del país", como señalaban los diarios de la época. No en vano, nació para alojar a los británicos pudientes que llegaban por mar con la naviera Union Castle Shipping Lane, con la que compartía dueño, el subastador y empresario William Maude. Por cierto, aunque lo llaman cariñosamente el Nellie, su nombre oficial viene de dos iconos de Ciudad del Cabo: Table Mountain (la montaña que domina la urbe y una de las siete nuevas maravillas naturales del mundo), a cuyos pies se sitúa, y Horatio Nelson, el almirante inglés que perdió la vida en la batalla de Trafalgar tras recalar varias veces por Sudáfrica.
Otra fecha clave es 1918, cuando la fachada se pintó de rosa (y de optimismo) ante el triunfo aliado en la I Guerra Mundial. Y así sigue, colándose dicho color por cada rincón. De los colgadores de las puertas al vino y la ginebra de sus restaurantes y bares: Oasis, Harvest Table, The Verandah, Chef's Table, Planet Bar o The Red Room, una suerte de glamuroso salón de aire clandestino donde recrearse con sabores asiáticos. Sin olvidar algunos de los 60 tés disponibles en la clásica ceremonia british, comandada por las indicaciones del sommelier especializado en este tipo de bebida Craig Cupido.
Mención aparte merece el arte, con decenas de obras salpicando las instalaciones. La más destacada ahora es Colourful halt (Parada colorida), instalación diseñada in situ por el reputado pintor y escultor francés Daniel Buren en el jardín, junto a la piscina, y protagonista de la tercera edición del festival anual Mitico, organizado por Belmond y la reconocida Galleria Continua, con ocho sedes por el mundo.
Ya sólo quedaría retirarse a descansar en cualquiera de las 189 habitaciones y suites con elegante sello victoriano y muebles originales perfectamente restaurados. O apuntarse a algunas de las experiencias Belmond, como un paseo guiado por los principales puntos de interés de la ciudad o una original ruta en sidecar por la Península del Cabo. Quien prefiera descansar, cómo no, tiene el imprescindible spa para dejarse mimar un buen rato.
GUÍA PRÁCTICA
CÓMO LLEGAR
La aerolínea KLM (klm.es), la más antigua de mundo que sigue operando con su nombre original (arrancó en 1919), vuela a Sudáfrica desde 1938. No en vano, fue una de las primeras compañías que lo hicieron en un DC-3 PH-ALR llamado Reiger, que despegó del aeropuerto de Ámsterdam Schiphol en un trayecto que incluía 30 escalas entre ida y vuelta y que duraba seis días hasta Johannesburgo y otros seis para regresar a la capital holandesa.
Hoy, en cambio, el vuelo a Sudáfrica (y en concreto a Ciudad del Cabo, trayecto que realiza desde 1992) se hace a bordo de su flota B777, que ofrece una nueva clase intermedia Premium Confort, con más espacio, prestaciones, comodidad y privacidad que la Economy. La compañía también presenta nuevo asiento en su World Business Class, más amplio y con una puerta corredera independiente que garantiza más intimidad. Se ha diseñado teniendo en cuenta un estudio realizado entre los clientes, que analiza sus preferencias. Así, tiene más opciones de ajuste personal, incluido un soporte lumbar y una función de relax que masajea la espalda. También puede reclinarse totalmente para formar una cama de 1,98 cm de largo.
TITULO: Cine de barrio - Cine - Los chicos del Preu ,.
El sábado - 28 - Septiembre , a las 19:00 por La 1, foto,.
Inés Ballester - presenta - Cine de Barrio“Los chicos del Preu” narra la historia de varios jóvenes apasionados de la música que están a punto de acceder a la universidad ,.
Reparto, .María José Goyanes, Emilio Gutiérrez Caba, Cristina Galbo, Óscar Monzón,.
La historia de un grupo de chicos y chicas que cursan el preuniversitario y los problemas que les surgen durante el curso: sacrificios, estudios, problemas con los padres, primeros amores, preocupación por el porvenir, etc.
TITULO: Versión europea - Cine - Contra , Sabado - 28 - Septiembre ,.
El sábado - 28 - Septiembre , a las 22:00 por La 2, foto,.
Reparto,. Nilam Farooq , Christoph Maria Herbst , Hassan Akkouch , Ernst Stötzner , Myriam Abbas,.
En una ciudad alemana, una joven del extrarradio (inmigrante musulmana) que sueña con ser abogada se matricula en la Facultad de Derecho, pero el primer día de clase tiene un enfrentamiento con un profesor polémico, conocido por ser provocativo y por hablar fuera de tono. Obligado por la Universidad(corre el riesgo de ser expulado), el profesor debe preparar a la joven para un concurso de debate nacional. Aunque cínico y arrogante, podría ser el entrenador perfecto para la entusiasta estudiabte, pero antes tendrán que ser capaces de superar sus propios prejuicios.
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