TITULO: El
paisano - Viernes -25- Diciembre - Puerto de Vega ,.
Viernes -25- Diciembre a las 22:10 horas en La 1 , foto,.
El paisano - Puerto de Vega,.
En esta ocasión, Leo se traslada a Puerto de Vega, un pueblo pesquero de la costa asturiana. Será la primera vez que veremos acercarse al mar a este hombre que se define a sí mismo como un paisano de secano.
Allí le aguardan personajes tan entrañables como Ángel, un marinero de raza que se marcará como objetivo que Leo aprenda a hacer nudos marineros. Un estilo muy diferente es el que tienen Beni y Pocholín, dos hombres de mar muy guasones que tratarán de llevárselo a pescar contra viento y marea.
También tendrá tiempo Leo para pasarse por el kiosko de Mari Carmen, una paisana con las historias más desternillantes del pueblo. Por si fuera poco, sus aventuras por Puerto de Vega también le llevarán a acercarse al surf. Lo hará de la mano de una familia surfera que tratará de transmitirle su entusiasmo y su pasión por este estilo de vida. ¿Se subirá Leo a la tabla para enfrentarse a las olas?,.
TITULO: VACACIONES - EUROPA DE PELICULA -España entre el cielo y la tierra -El canto de Orfeo ,.
España entre el cielo y la tierra - El canto de Orfeo,.
foto / El viaje invita a recorrer el Pirineo catalan. Y empieza en el Cabo de Creus, con un recuerdo para Josep Pla y Salvador Dali. Por la Garrotxa, los volcanes se apoderan del paisaje. Pueblos como Castellfollit de la Roca, Olot o Santa Pau.
TITULO: HOSPITAL - Crean una sala de aislamiento por el virus en el consultorio médico ,.
Crean una sala de aislamiento por el virus en el consultorio médico,.
Se trata de un espacio destinado a albergar pacientes que tengan o puedan tener covid, minimizando el riesgo de contagios,.
Más
de 3.000 euros ha invertido el Ayuntamiento de Casatejada en nuevo
equipamiento en el consultorio médico. Entre otros servicios, el
desembolso económico se ha destinado a la sala de aislamiento que han
creado dentro de las mismas instalaciones., etc,.
TITULO: VUELTA AL COLE -Los Reyes Magos recibirán a los niños el día 5 de enero en la plaza de la Catedral ,.
Los Reyes Magos recibirán a los niños el día 5 de enero en la plaza de la Catedral,.
foto / El
día más esperado por los niños será este año diferente pero no menos
especial. Los Reyes Magos visitarán la ciudad la tarde del día 5 de
enero. No saldrán en cabalgata pero recibirán a los más pequeños en la
plaza de la Catedral con todas las medidas de seguridad. El día 2 de
enero, los carteros reales recogerán las cartas y alimentos, etc,.
TITULO: EN
PRIMER PLANO - A FONDO - REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - En la
tuya o en la mía - Miercoles -30 - Diciembre - Jaime Lorente ,.
En la tuya o en la mía - Miercoles -30- Diciembre ,.
En la tuya o en la mía', presentado por Bertín Osborne, acerca a los espectadores el lado más desconocido de personajes relevantes de diversos ámbitos. Durante aproximadamente una hora, los telespectadores tienen la oportunidad de conocer mejor al invitado y también al propio Bertín Osborne, en La 1 a las 22:30, el miercoles -30- Diciembre , etc.
EN PRIMER PLANO -
A FONDO - REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - Jaime Lorente ,.
Jaime Lorente ,.
Jaime Lorente: «Cuando la gente salía a aplaudir, se aplaudía a sí misma»
Es el protagonista de 'El Cid', la serie con la que Amazon Prime Video ahonda en la figura de Rodrigo Díaz de Vivar
Después de mucho tiempo, Jaime Lorente (Murcia, 1991) ha aprendido a abstraerse cuando se acerca un estreno importante. El del 18 de diciembre lo es. Lorente ha dado vida a Rodrigo 'Ruy' Díaz de Vivar en 'El Cid' de Amazon Prime Video. «Siento mucha responsabilidad y mucho compromiso a la hora de trabajar, pero una vez la serie esta hecha, que vuele», asegura quien acaba de lanzar 'Romance', un tema de rap y pop urbano con el que también promociona la ficción.
-Es una caja de sorpresas. En noviembre publicaba 'Corazón' y ahora 'Romance (El Cid)'. ¿Siempre había rapeado?
-Había rapeado siempre. El rap me encanta desde pequeño, lo que pasa es que nunca me había atrevido a sacar nada. Durante el confinamiento, me encontré con Pablo Varela, que es el productor de lo que estoy haciendo y así comenzó la cosa.
-¿Cómo es que se ha atrevido finalmente?
-Pues ha sido todo muy orgánico y ha venido dado por la relación que he tenido con Pablo, que estábamos confiando en lo que hacíamos y hemos dicho: «Vamos para delante».
-¿En qué se va a cristalizar?
-La idea primigenia era sacar un EP, pero queremos que sea de forma muy orgánica y no sacar nada para rellenar hueco, sino todo lo que desarrolle yo y crea en ello, pues adelante.
-Ser un actor reconocido, ¿ayuda a la hora de dar el salto a la música o entorpece?
-Hombre, yo creo que ayuda a nivel de exposición y de que esto se pueda conocer, pero también entorpece porque pareces casi un intruso, un oportunista, ¿no? Tienes que demostrar demasiado, más de lo que es normal.
-¿En qué otras cosas le ha mejorado la vida ser actor?
-Mi trabajo es mi pasión. El hecho de tener mucha exposición y mucho reconocimiento hacen que el trabajo venga más frecuentemente y tienes más oportunidades y yo estoy muy agradecido por poder trabajar hoy en día y más como están las cosas.
-Pero supongo que tiene su parte negativa…
-Su cara b, que es una parte que no tiene nada que ver con el trabajo, es que la vida pública es un poco dura pero bueno, todo tiene su lado bueno y su lado malo.
-Uno se abre más ¿cantando o actuando?
-Yo creo que las aperturas son diferentes, al menos en forma. A través de la música hablo de mí y absolutamente de mí y conecto con las cosas que llevo dentro, a nivel actoral uno pone en juego otras cosas y no siempre habla de sí mismo cuando interpreta a un personaje, pero se disfruta de otra manera.
-¿No le da miedo que esta faceta musical tape su carrera actoral?
-Creo que no va a ser así porque yo me considero actor y es mi prioridad absoluta. Estoy desarrollando la música porque tengo una necesidad de contar cosas a través de ella pero yo soy actor y lo tengo muy claro.
-Estrena nueva música justo cuando está a punto de estrenarse 'El Cid'. ¿Qué le atrapó del proyecto?
-Cuando me enteré del proyecto en la oficina de mi representante dije que quería hacer la prueba para la serie. Tenía muchas ganas de interpretar a un personaje así y me pareció un guion muy interesante de hacer con una producción muy tocha detrás y yo consideraba que se podía hacer algo muy grande.
-¿Cómo ha sido la preparación física para el personaje?
-Tuve que hacer mucho ejercicio físico, la alimentación era primordial… Yo no estoy acostumbrado a hacer ningún tipo de dieta ni nada parecido y aquí me ha tocado sufrir un poquito (ríe). Me gusta mucho el deporte pero no soy un chaval de gimnasio y esta vez me ha tocado levantar hierro. Y, bueno, luego he hecho mucha clase de caballo y mucha clase de espada porque al final requiere un nivel de técnica muy alto para que no sea peligroso.
-¿Ha sido un rodaje muy duro?
-Ha sido muy duro y muy intenso porque al final es una serie con muchos exteriores. Mucho invierno en Soria, que es maravillosa, pero tremendamente fría.
-El último capítulo se rodó después del confinamiento. ¿Qué tal rodar con la covid-19 en el aire?
-La covid terminó con mi paciencia hace ya tiempo. Me parece todo una tragedia. Y esto es una cosa más. Bendita suerte que podemos trabajar con un protocolo, eso sí, pero que es tedioso como ninguno, también te lo digo. Y al final lo poco que nos queda que es el contacto con el otro, también desaparece. Y en algo tan importante como es la interpretación, estamos a través de pantallas.
-La mascarilla le habrá venido bien para que dejen de darle la turra…
-No ha servido de nada. Se ve que soy bastante reconocible por esto (señala la parte superior de su cara mientras se ríe), pero no tapa mucho. Es cierto que nos estamos acomodando y somos capaces ya de ver un poquito más allá.
-¿Cómo llevó el confinamiento? ¿Se puede extraer algún aspecto positivo?
-No hay nada positivo en lo que ha pasado. Tenía esperanza de que íbamos a cambiar, pero me he dado cuenta de que la gente es más hija de puta que nunca. Nos hemos dado cuenta de lo que nos necesitamos los unos a los otros y nos estamos matando. Este bicho nos está matando pero nosotros le estamos ayudando siendo absurdos en muchos sentidos. Yo lo pasé bastante mal, sufrí mucho, tuve mucha ansiedad. Me afectó mucho saber que la gente se estaba muriendo, que no tenía contacto con sus familias…
-¿El ser humano es egoísta por naturaleza?
-Sí, absolutamente. Considero que cuando la gente salía a aplaudir a las ocho de la tarde no era a los sanitarios, era cada uno a sí mismo, si no, no saldrían las noticias que salen y las barbaridades y delitos que la gente está cometiendo. Aparte de que los de arriba nos están tratando como bazofia, nosotros, entre nosotros, también.
-Es una gran superproducción de la que mucha gente va a estar pendiente, ¿nota la presión o es capaz de abstraerse?
-Después de mucho tiempo, he conseguido abstraerme de todo eso. A ver siento mucha responsabilidad y mucho compromiso a la hora de trabajar, pero una vez la serie esta hecha, que vuele y que la gente opine para bien para mal o para lo que quieran.
-¿Cuál es su siguiente meta?
-Me gustaría dirigir más que actuar ahora mismo. Tengo cosillas rondándome la cabeza para dirigir, no te voy a engañar...
TITULO: EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - MI CASA ES LA TUYA - viernes -1-Enero- El amigo italiano ,.
MI CASA ES LA TUYA - VIERNES-1-Enero,.
MI CASA ES LA TUYA - VIERNES-1-Enero,.
acerca a los espectadores el lado más desconocido de personajes relevantes de diversos ámbitos. Durante aproximadamente una hora, los telespectadores tienen la oportunidad de conocer mejor al invitado y también al propio Bertín Osborne, en Telecinco a las 22:00, el viernes - 1-Enero ,etc.
EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - MI CASA ES LA TUYA - viernes -1-Enero- El amigo italiano ,.
foto / Aquel Madrid de los años 70 era joven, atrevido y libre. La España del viejo régimen daba el postrer coletazo y el futuro se asentaba, inevitable. Coincidían dos realidades: una agonizante y en retroceso, representada por tribunales de orden público, grises que cargaban porra en mano y guardias que aún vigilaban los parques a la caza de parejas, y otra realidad ya victoriosa, ebria de vida, que estallaba de júbilo y modernidad en lo que tres o cuatro años después se acabó llamando La Movida: bares, discotecas, salas de música y cafés teatro estaban llenos, y Argüelles, Santa Ana, las cavas Alta y Baja o el barrio de Malasaña bullían de juventud, olían a maría y a ketama recién liadas, hablaban la jerga marginal del extrarradio y la delincuencia, bebían, bailaban y se abrazaban desafiantes. El sexo era la asignatura pendiente que todos queríamos poner al día, y eran el momento y lugar perfectos. Tener veinte años en Madrid, liberarse de la España timorata y meapilas que dejábamos atrás, era tocar el cielo.
Mi amigo se llamaba Alesio. Era de Turín y músico: tocaba la flauta travesera. Ser músico en aquella época era tener la mitad del camino hecho; y como además era delgado, moreno y extraordinariamente guapo, las chicas goteaban agua de limón cuando se llevaba la flauta a los labios o las miraba con sus ojos de cervato. Alesio y yo cazábamos juntos, o nos cazaban –también ellas, arrojado el sujetador por la ventana, protagonizaban deslumbrantes osadías–. Solíamos faenar en los garitos de música sudamericana, los mesones cercanos a la Plaza Mayor, los bares de Santa Ana y también el museo del Prado, donde mi amigo, por prurito patriótico, se encargaba de explicarles Tiziano a las turistas mientras yo me ocupaba de Goya y Velázquez. Después íbamos a bailar al Camarote, a cenar en el Schotis, a tomar copas en la Vía Láctea, a oír al Príncipe Gitano en La Trompeta, a Paco España en el Gay Club y a Sabina y Krahe en la Mandrágora, frente a ese Mesón del Segoviano que en pocos meses iba a llamarse Lucio. O las invitábamos a casa de Inge.
La casa de Inge estaba en la plaza de Santa Ana. Era una alemana muy grande, estilo valkiria, con un cuerpo asombroso y una absoluta carencia de inhibiciones. Vivía en un ático grande y luminoso, sin otros muebles que alfombras, cojines y el colchón de una cama enorme puestos en el suelo. Era hospitalaria, promiscua y muy atrevida. Frecuentaban la casa otras amigas y algún amigo más, y muchas de las situaciones resultantes habrían afilado el colmillo a cualquier director de cine transgresor. A la hora de organizar coreografías de grupo, comparado con Inge, Pasolini habría parecido un tímido monaguillo. En aquella casa, por cuya ventana podía verse la fachada del hotel Victoria, fumé la mayor parte de los ocho o diez canutos que he fumado en mi vida, vi a mi amigo Alesio combatiendo tenaz en varios frentes a la vez y aprendí ciertas cosas interesantes –o empecé a aprenderlas– sobre cómo funciona la cabeza de las mujeres cuando te arrastran a su lado más deliciosamente oscuro.
De todos los episodios con Alesio recuerdo uno muy divertido. Bajábamos por el arco de Cuchilleros, y al ver a dos turistas que parecían norteamericanas, mi amigo confió demasiado en sus propios encantos y currículum, tocando suavemente a una en el hombro. Y entonces, la rubia, revolviéndose de un salto mientras profería un escalofriante grito de pelea, le pegó a Alesio un golpe de kárate con el canto de la mano, en el cuello, que lo hizo derrumbarse como un saco de patatas pochas. Y mientras las dos guiris seguían su camino tan tranquilas, yo tuve que arrastrar a mi compadre, desvanecido, hasta las Cuevas de Luis Candelas, donde el bandolero de la puerta y los camareros, tronchados de risa, le echaron agua por la cara, dándole una copita de coñac cuando al fin abrió los ojos. «Es que la he asustado», balbucía el pobre, con su acento italiano. Claro que sí, lo consolábamos. La has asustado de cojones.
Varios meses después, mi amigo desapareció. Desconectaron su teléfono y dejó su casa. Nadie volvió a saber de él, pues seguramente regresó a Italia. Hace poco, recordándolo con afecto, busqué en Internet sin resultado: sólo di con una guapa italiana con su apellido, y por la foto pensé que tenía con él cierto parecido. Podría tratarse de una hija suya, pero no quise ir más allá. Si todavía vive, Alesio tendrá hoy setenta años. Y es que las buenas historias no siempre terminan; a veces quedan inacabadas, evitándonos conocer el final. Eso, precisamente, las convierte en buenas historias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario