El domingo -6- Septiembre- a las 18:00 por La Sexta, foto,.
Omar Montes,.
Omar Montes debuta en ‘Pasapalabra’: “Me he puesto audiolibros del diccionario”,.
El intérprete de éxitos como ‘Alocao’ ha sorprendido a los espectadores del programa de Antena 3 con su curiosa manera de preparar su participación.
El cantante sabía lo duro que es participar en un programa como ‘Pasapalabra’ y que había que dar la talla en él. Y es que cualquier error o pequeña equivocación se quedará grabada a fuego en la mente de los muchos adeptos que tiene el concurso y te acompañará durante mucho tiempo. Para evitar este tipo de situaciones, Omar Montes se preparó a conciencia para ello y de esta manera se lo contaba a Roberto Leal: “Estoy un pelín cansado porque no he dormido esta noche. Me he puesto a escuchar audiolibros del diccionario y me he dormido tardísimo. Me he quedado en la ‘Y’”. Una confesión que sorprendía a todos.
“¿No has llegado a la ‘Z’?”, preguntaba el presentador. “No porque me he quedado dormido”, replicaba el cantante. “Mucha suerte que veo que te lo has currado”, añadía Roberto Leal entre bromas. Un momento que se convirtió en viral en redes sociales y que, está claro, que pasará a la historia de ‘Pasapalabra’ en su nueva etapa en Antena 3.
¿Qué te parece?,.
TITULO: ESPAÑOLES POR EL MUNDO - Madrileños y franceses 'salvan' el verano.
Madrileños y franceses 'salvan' el verano,.
Balance. Belinda Martín asegura que las visitas recibidas son muchas más de las esperadas,.
No
es, ni mucho menos, igual ni mejor que el verano pasado ni los
anteriores. Porque desde que la covid-19 irrumpiera nada es igual ni
mejor que antes. Pero, a pesar de ello, aun teniendo en cuenta el
notable descenso que muestran las cifras, el verano está siendo menos
malo de lo esperado desde el punto de vista turístico, gracias
especialmente a madrileños y franceses, los nacionales y extranjeros que
lideran las visitas a Plasencia. Por eso el balance que hace la
concejala de Turismo, Belinda Martín, es positivo: «Aunque siempre hay
excepciones, la opinión general es buena, porque este verano está siendo
bueno dada la situación que tenemos, desde luego bastante mejor de lo
que todos esperábamos». Así, al menos, lo ponen de manifiesto los datos
que maneja, relativos al número de turistas que han pasado durante julio
y agosto por la Oficina Municipal de Turismo.
«Julio es siempre un mes malo y, aun así, 2.094 turistas nacionales y 62 extranjeros han pasado durante este mes por la oficina municipal», detalla Belinda Martín, que aclara que «hay que tener en cuenta que el número de visitantes que han estado en Plasencia es mayor, porque no todos los que vienen a la ciudad pasan por la oficina con sede en Las Claras».
De los turistas nacionales, los madrileños lideran la clasificación, de la misma forma que los franceses lo hacen en el ranking extranjero. Unos y otros son también quienes más nos han visitado durante agosto, un mes para el sector turístico mucho mejor que julio dado el incremento de visitantes que se produce en los pueblos de las comarcas y que tiene una repercusión directa en Plasencia. Hasta el pasado día 23, porque los datos de este mes aún no están cerrados, han sido 5.100 turistas nacionales (1.701 madrileños) los que han pasado por la oficina de Las Claras. Y de los 90 extranjeros contabilizados, 32 han sido franceses. Tras ellos, ingleses y portugueses. Y tras los madrileños, andaluces, catalanes y vascos.
Aun así, y a pesar de superar las bajas expectativas que había, los datos muestran un notable descenso con respecto al verano pasado, cuando se contabilizaron 5.402 visitas a la oficina municipal en julio y 11.026 en agosto. Especialmente significativo ha sido el descenso en el número de extranjeros. En 2019 hubo 346 en julio y 681 en agosto.
TITULO:
Escala humana - Septiembre negro ,.Miercoles -2-Septiembre .
«Julio es siempre un mes malo y, aun así, 2.094 turistas nacionales y 62 extranjeros han pasado durante este mes por la oficina municipal», detalla Belinda Martín, que aclara que «hay que tener en cuenta que el número de visitantes que han estado en Plasencia es mayor, porque no todos los que vienen a la ciudad pasan por la oficina con sede en Las Claras».
De los turistas nacionales, los madrileños lideran la clasificación, de la misma forma que los franceses lo hacen en el ranking extranjero. Unos y otros son también quienes más nos han visitado durante agosto, un mes para el sector turístico mucho mejor que julio dado el incremento de visitantes que se produce en los pueblos de las comarcas y que tiene una repercusión directa en Plasencia. Hasta el pasado día 23, porque los datos de este mes aún no están cerrados, han sido 5.100 turistas nacionales (1.701 madrileños) los que han pasado por la oficina de Las Claras. Y de los 90 extranjeros contabilizados, 32 han sido franceses. Tras ellos, ingleses y portugueses. Y tras los madrileños, andaluces, catalanes y vascos.
Aun así, y a pesar de superar las bajas expectativas que había, los datos muestran un notable descenso con respecto al verano pasado, cuando se contabilizaron 5.402 visitas a la oficina municipal en julio y 11.026 en agosto. Especialmente significativo ha sido el descenso en el número de extranjeros. En 2019 hubo 346 en julio y 681 en agosto.
TITULO:
Escala humana - Septiembre negro ,.Miercoles -2-Septiembre .
El miercoles -2- Septiembre a las 21:00 por La 2, foto,.
Septiembre negro,.
También lo es para nuestro presidente, quien, cual Valmont, iniciará el curso tratando de seducir a diestra y siniestra para sacar adelante las próximas cuentas del reino. Mas hete aquí que su socio se ha convertido en su mayor obstáculo. Podemos, que juega a ser gobierno y oposición a un tiempo, se niega a que Pedro Sánchez negocie con Ciudadanos, porque a la derecha, ni agua. Pablo Iglesias y compañeros mártires le instan a buscar el apoyo de la mayoría parlamentaria que respaldó su investidura, que incluye a un partido de centroderecha como el PNV y a otro nominalmente de izquierdas pero que gobierna en Cataluña con la derecha antaño nacionalista y hogaño adalid de un secesionismo ultramontano. ERC es más posibilista, pero no renuncia a su objetivo utópico, la independencia catalana, por lo que todo lo fía a que el líder socialista dé pasos en esa dirección, con lo que parece contradictorio negociar los Presupuestos Generales del Estado con quien quiere romper con el Estado.
No obstante, como la propia ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, dirigente de Unidas Podemos que pertenece al círculo de confianza de Iglesias, declaró en RNE el jueves, un día antes de la amenaza de su formación al jefe del Ejecutivo, «no se puede excluir a nadie y menos en pandemia» y «no se puede ir con líneas rojas a negociar» unas cuentas que son del Estado, no del Gobierno, por lo que deberían gozar del máximo consenso posible en el Congreso, sobre todo en plena crisis económica y social. Y al igual que Díaz, creo que «es muy poco democrático vetar, no me gusta nada; yo no estoy por las Españas excluyentes, estoy por las Españas inclusivas, en las que quepa todo el mundo». Y este aviso sirve tanto para navegantes propios como extraños, de babor como de estribor. También el aviso que lanzó Sánchez el martes: «La negociación de unos nuevos Presupuestos medirá la responsabilidad y también el sentido de Estado de todas las fuerzas políticas y de cuáles anteponen los intereses generales a los partidistas».
Más que nunca no son tiempos para andarse con tacticismos políticos o lo pagaremos todos; porque es en momentos sombríos como este cuando, aprovechando que la razón cede ante la emoción y el miedo vence al corazón, los leviatanes salen de su letargo, resurgen los falsos profetas y mesías, triunfan los vendedores de crecepelos y ungüentos de piel de serpiente, los halcones violentan a las palomas, los salvapatrias desempolvan las banderas nacionales para esconder las vergüenzas sociales, Dioniso y Apolo dejan de bailar pegados para pegarse garrotazos, la voluntad de poder se impone a la voluntad de saber, el no gana al sí y el sueño de los justos es turbado por el tambor de hojalata de los voceros de Mammón.
TÍTULO: LA MAQUINA DE ESCRIBIR - Esta noche, 'En primera línea -Brutos y piadosos,.
LA MAQUINA DE ESCRIBIR - Esta noche, 'En primera línea - Brutos y piadosos ,. , fotos,.
Este miércoles - 2 - de Septiembre a las 22.45, Antena 3,.
Brutos y piadosos,.
Brutos y piadosos,.
El prójimo que sufre, al que podemos ver el rostro, nos interpela y nos obliga a dar una respuesta, positiva de acercamiento, comprensión y compasión o negativa de violencia, rechazo y también omisión,.
Pues bien, Milos Nyiszli formaba parte de uno de los últimos 'Sonderkommandos' que operaron en Auschwitz y fue testigo de lo que podría considerarse un milagro si, en un lugar como Auschwitz, pudiera existir dios. Es un día como otro cualquiera en el campo de exterminio. Nyiszli entra junto al resto de su escuadra en la cámara de gas a retirar los cadáveres y llevarlos al crematorio. Debajo de un maraña de cuerpos, encuentran a una joven con vida. «La muerte», señala Levi, «era su trabajo cotidiano, la muerte era una costumbre, porque precisamente o enloquece uno el primer día o se acostumbra, pero aquella mujer estaba viva». Nyiszli y sus compañeros esconden a la joven, que es casi una niña, sólo tiene dieciséis años, la reaniman, la cuidan, intentan salvarla hasta que es descubierta por un oficial de las SS que decide que la chica tiene que morir.
El milagro en Auschwitz es imposible o, si ocurre, es la antesala de su misma negación. Levi relata esta historia no tanto para ejemplificar la imposibilidad del milagro en ese infierno, sino para hablarnos de la posibilidad de la piedad y de la compasión. A través de la historia de Nyiszli, Levi señala que la crueldad y la costumbre de la muerte, el contacto diario con el horror, se rompe con la presencia de la joven, aunque sea brevemente. Incluso los hombres cuya humanidad ha sido devastada por esa labor de «esclavos embrutecidos», encuentran en sí mismos la memoria de la piedad y de la compasión. Han tenido que perder a la fuerza ambas, piedad y compasión, ante su tarea diaria, pero frente a esa mujer a la que han visto el rostro, vuelve esa parte de su humanidad casi totalmente borrada.
Esta única joven descabala la lógica de la muerte de una forma que no pudieron hacer los cientos y cientos de personas que la Escuadra había llevado a la cámara de gas antes que a ella. Levi compara este hecho con el fenómeno Anna Frank: «No hay proporción entre la piedad que experimentamos y la amplitud del dolor que suscita la piedad: una sola Anna Frank despierta más emoción que los millares que como ella sufrieron, pero cuya imagen ha quedado en la sombra. Tal vez deba de ser así; si pudiéramos y tuviésemos que experimentar los sufrimientos de todo el mundo no podríamos vivir... a los sepultureros, a los de la Escuadra Especial y a nosotros mismos no nos queda, en el mejor de los casos, sino la compasión intermitente dirigida a los individuos singulares, al Mitmensch, el prójimo: al ser humano de carne y hueso que tenemos ante nosotros, al alcance de nuestros sentimientos que, providencialmente, son miopes».
Es fácil estar de acuerdo con la afirmación de Levi. Una vez que individualizamos el sufrimiento, que vemos la imagen de un solo niño ahogado en la orilla de una playa, se despierta nuestra compasión. El problema, me da la impresión, es que hasta que no vemos a ese niño ahogado, no sentimos. Si ese niño no hubiera muerto en un naufragio de una balsa de refugiados y hubiera llegado vivo a nuestras costas, no sabríamos que se llama Aylan, lo internaríamos en un centro de menores, lo llamaríamos 'mena' y sería parte de la estadística de personas no deseables en suelo patrio. Detrás de ese acrónimo esconderíamos si no nuestra crueldad, sí nuestra indiferencia, nuestra ignorancia activa. Hace unos días Alfonso Castán, editor de Contraseña, compartía esta frase de Julio Ramón Ribeyro en Twitter: «Amar a la humanidad es fácil, lo difícil es amar al prójimo». Y pensé que Ribeyro, como Levi, señalaba una de las características de nuestros tiempos, que sus dos reflexiones se complementan dejándonos en mal lugar.
El prójimo que sufre, el que tenemos cerca y al que podemos ver el rostro, nos interpela y nos obliga a dar una respuesta, positiva de acercamiento, comprensión y compasión o negativa de violencia, rechazo y también omisión (como nos enseñó Levi, la omisión deliberada es una forma negativa de respuesta). La pregunta, a partir de Levi y Ribeyro, es cuándo la falta de amor al prójimo, la falta de compasión, se puede convertir en brutalidad. Levi diría que hasta los más brutos (como Nyiszli o el oficial de las SS que acabó ordenando asesinar a la joven superviviente) tienen momentos de piedad, pero que eso no exonera a los culpables de sus crímenes. Entiendo que «si pudiéramos y tuviésemos que experimentar los sufrimientos de todo el mundo no podríamos vivir», pero me da la sensación de que estamos en el extremo opuesto, que estamos realmente embrutecidos.
La crisis provocada por la covid-19 ha descubierto nuestro embrutecimiento, particularmente en lo referente a la falta de cuidados hacia los más vulnerables: desde los que se empeñan en no ponerse la mascarilla e incluso negar la existencia del virus, hasta las actitudes irresponsables, si no criminales, de algunas administraciones públicas. Cuando la cuerda de las crisis sociales, como la que estamos viviendo ahora, se tensa al máximo, se rompe precisamente en los espacios de relación con el prójimo más vulnerable. La falta de amor –de compasión, de piedad o de empatía, si prefieren– se convierte, ante la adversidad, en desprecio, incluso en odio. Es entonces cuando nos escudamos en el número y nos negamos a mirar al individuo. Es entonces cuando deshumanizamos a cada una de las personas que sufre, escondemos nuestras acciones crueles maleando el lenguaje con eufemismos, justificamos los motivos por los que los más débiles se convierten en prescindibles. Y lo hacemos, precisamente, bajo la mayor de las falacias: por el bien de la mayoría, por el bien de la humanidad.
En estas circunstancias ser bruto es fácil, lo difícil es ser piadoso.
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